A los 16 años comencé a tener vello púbico, no tenía vello en ninguna parte del cuerpo a excepción de la cabeza, era muy, muy guapo, demasiado, algunos me preguntaban si era una chica.
A los 14 tuve mi primera novia, tenía mi misma edad, la falta de vello fue un hándicap y me originó un gran complejo, que súplia largamente con mi atractivo personal y mi carisma con las chicas.
Mi novia nunca me preguntó el porqué no tenía vello, se limitó a aceptarlo, estaba enormemente enamorada y yo también, tuvimos una relación que duró tres años hasta los diecisiete. Cuando me vi con pelos en los cojones me sentí el rey del rock and roll y nunca más me salió vello en parte alguna. Solo me preocupaba cuidar mi físico y vestir a la moda de forma impecable.
A partir de ahí fue una larga lista de relaciones con mujeres y hombres.