Popurrí de mis experiencias!

Buenas!!

Perdón por estar tan ausente!

En el curro hemos tenido mucha faena y no he podido estar muy pendiente de mensajes o de actualizar mis hilos, pero aquí sigo y aquí seguiré!

Gracias a todos por vuestra paciencia!
Grande Sofi!!
 
Buenas!!

Perdón por estar tan ausente!

En el curro hemos tenido mucha faena y no he podido estar muy pendiente de mensajes o de actualizar mis hilos, pero aquí sigo y aquí seguiré!

Gracias a todos por vuestra paciencia!
Lo bueno se hace esperar.
Y esto es muy bueno...
 
Buenas!!

Perdón por estar tan ausente!

En el curro hemos tenido mucha faena y no he podido estar muy pendiente de mensajes o de actualizar mis hilos, pero aquí sigo y aquí seguiré!

Gracias a todos por vuestra paciencia!
Por aquí te esperamos pacientemente para cuando te liberes 😉
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Una gozada leerte
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Tú nunca decepcionas Sofía, todo lo contrario
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
¡Excelente en todos los sentidos! No pienses que es menos excitante porque pasen menos cosas o cosas menos fuertes. El hecho de que sea real y morboso, y esté escrito de la forma en la que lo haces, hace que guste y siempre esté al nivel :)

PD 1: Gran gusto musical que tienes, joia 😉

PD 2: Ahora quiero ver un batisterio romano del siglo primero (sí, pillé la referencia :ROFLMAO:)
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Genial como siempre. Varios usos de la garganta en un mismo relato!!! Te superas!!! Gracias sofi!
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Que alegría volver a leer un relato tuyo, ya te echaba en falta, como siempre genial, veremos que nos cuentas con Nadia 😁 que te ha caido muy bien, y que morboso con el colega hay dormido y tú provocando :LOL: bueno ya nos iremos enterando de tus éxitos musicales 🤟😀
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
La bajista promete. Veremos...
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Que alegría volver a leerte
Siempre tan morbosa la situación
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Que buena eres jodía! vales para esto!
El morbo que provocas escribiendo... bestial!
Me sumo al pueblo y rezo por que Nadia entre a jugar! :sneaky:
Y por cierto... hora tienes que subir un fragmento cantando highway to hell!!

PD: un baptisterio romano del siglo primeeeroooo?
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

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No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

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Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!


Ufff Sofi! Esta nueva etapa del grupito parece que va a dar mucho de sí!!! Como siempre, un placer leerte!!
 
Muy buena la continuación. La historia sigue la línea argumental, mantiene el interés pero a la vez tiene un punto de picante novedoso que me encanta. Espero que sigan llegando más historias así.
 
Muy buenas!!

Pues ya terminé mis vacaciones... Me han cundido, así que no me voy a quejar, que encima en la recepción está una fresquita hahahaha

Sé que a algunos no os va a gustar esto... Voy a traer de vuelta el hilo que tenía en el foro anterior, pero lo voy a hacer de forma paulatina por si hay por aquí usuarios que no lo han leído. Imagino que es menos pesado ir leyendo post por post, que poner directamente un solo mensaje juntando todos los posts que tenía en mi hilo.

Sigo en mi época de 0 inspiración a la hora de escribir, no consigo que nada me convenza, y si yo no estoy cómoda escribiendo... Los resultados no serán muy buenos. Pero estoy convencida de que poco a poco me voy a ir animando!

Dicho esto os dejo con el primer micro-relato que escribí, espero que los que no lo hayáis leído lo disfrutéis igual que lo disfruté yo escribiéndolo! Y para los que ya lo hayáis leído... Siempre está bien recordar cosas! hahahhaha

Me presento de aquella manera, ya que tengo amigos que sé que frecuentan estos lares, así que me voy a presentar como Sofía. Soy de Catalunya (soy catalanoparlante, si meto alguna catalanada en algún texto pido perdón por adelantado), soy bajita, bastante bajita de hecho, no llego al 1,55 pero el universo me compensó con unas tetas muy bonitas y un culo muy buen puesto (el culo es un poco mérito mío también, que mi dinero me cuesta el gym). Soy muy blanquita de piel y mis ojos son oscuros, tengo el pelo liso un poco por encima de los hombros y mi color natural es castaño, aunque ahora mismo lo llevo negro. A la hora de vestir no tengo un estilo definido realmente, lo mismo un día llevo un vestidito corto de verano y al día siguiente me pongo la camiseta de los Hornets de mi compañero de piso.

No sé si se suelen hacer descripciones tan extensas, pero yo cuando leo un relato me gusta ponerme en situación y conocer al o a la protagonista del mismo, me ayuda a sumergirme más a la hora de leer.

Desde pequeña me he juntado siempre con chicos, he tenido el asombroso número total de 0 referentes femeninos en mi familia, y a la hora de hablar puedo resultar un poco brusca y poco delicada, vamos, lo que estaría bastante alejado del concepto mal aplicado de "femenina".

No me etiqueto en ninguna orientación sexual porque he tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres. Ahora, relaciones solamente físicas, nunca he tenido pareja a mis 33 años, no es algo que esté hecho para mí y si me vais conociendo entenderéis el por qué...

He tenido contacto con la sexualidad masculina desde bien jovencita, ya que mis amigos siempre me consideraron uno más de la pandilla y bueno, pues no tenían ningún tipo de pudor en hacer las cosas que hacen los chavales jovencitos cuando las hormonas florecen.

Soy muy exhibicionista y a la vez una voyeur de cuidado, por lo que las sesiones de masturbación conjunta son muy comunes con mis amigos, mi compañero de piso incluso con amigos suyos, y creo que la cosa que más me excita en este mundo es que se corran encima de mí.

Ahora que ya os tengo en situación (perdón por el muchotexto) comenzaré mi microrrelato:

Me había ido a estudiar un ciclo superior de forestal a un pueblo bastante alejado de la mano de Dios, por lo que me era más económico alquilar una habitación allí que comerme 2h y media de transporte público por la mañana y otras tantas por la tarde. Conseguí encontrar trabajo a media jornada en el único maldito súper del pueblo, y con la ayuda de mi padre no tuve problemas en pagar la habitación.
La habitación estaba en un piso bastante pequeño y antiguo, era de los abuelos de un compañero de clase y ahí vivíamos él (Gabri), yo y otro chico más (Joan). De Joan ni hablaremos porque lo único que hacía era molestar, pero Gabri sí me llamó la atención.
Era un chaval bastante alto (lo mismo no tanto, recordad que soy una hobbit), con el pelo corto, gafas y muy delgado recién entrado en los 18. Se pasaba el día encerrado en su cuarto y casi todo el rato que nos veíamos era en clase. No nos llevábamos ni mal ni bien al principio, simplemente convivíamos. Poco a poco fuimos haciendo más vida en el comedor y ahí es dónde ya vi mi oportunidad para satisfacer mis fetiches.
Yo por casa suelo ir muy dejada y cómoda, tengo una camiseta favorita de Iverson en su etapa en los Sixers, que bien uso solo con bragas (me va por las rodillas, es casi un vestido) o con algún pantaloncito corto y claro, al llevarla sin sujetador hace que de vez en cuando se vea algo más de la cuenta (sin llegar a verse una teta entera, pero sí bastante carne). Yo iba notando como se le iban los ojos, o como se ponía nervioso si me acercaba a él o algo, así que me dije "ésta es la mía".

Una tarde, estando los dos en el sofá cada uno a su bola, decidí provocar un "descuido". Me incorporé a coger el mando de la tele, y muy sutilmente con el otro brazo me moví la camiseta dejando mi teta derecha al aire al volver al sofá. La jugada salió mal, porque él ni se enteró, así que tiré de sutileza e hice como que me la tapaba mientras le dije:

- Anda que dices nada! Yo con la teta fuera y tú sin avisarme!

Su color de cara cambió a rojo fosforito y me dijo medio tembloroso:

- N...no me había fijado, perdona.

- Jajajaja que no pasa nada hombre! No me pidas perdón por eso! Total, solo es una teta.- le dije intentando relajarle.

- Bueno... ya, pero no sé... No estoy acostumbrado.

- Que no estás acostumbrado a qué?

- A que las chicas me hablen tan natural, bueno, a que me hablen directamente...

- Bueno pues conmigo te va a tocar acostumbrarte! Si eres muy buen chaval!

Me dio un poco de lástima porque realmente era muy buen chaval (a día de hoy somos buenos amigos), así que decidí animar un poco la tarde y seguí con mis "descuidos" a ver si conseguía algo. Seguimos viendo la tele y yo me senté de lado inclinada, haciendo que el panaloncito corto de pijama que tenía se subiera y me dejara a la vista casi todo el culotte. Yo iba notando como él miraba de reojo y seguía si cabe más nervioso que antes.

- Oye por qué estás tan tenso? Prefieres que me vaya a mi cuarto?

- No! No! Solo es lo que te he dicho, no estoy acostumbrado a ver a una chica así.

- Pero hombre! Jajaja que nunca has ido a la playa con alguna amiga o qué?

- P... pues no... Yo solo tengo amigos chicos.

- Nunca has visto a una chica desnuda? En vivo me refiero.

Se quedó callado. Me sentí mal porque no era una pregunta para ridiculizarle ni mucho menos, realmente estaba muy excitada por la situación y sentía muchísima curiosidad por saber qué era lo que despertaba en él.

- Oye Gabri, no quería molestarte con la pregunta, no iba con ningún tipo de burla ni nada.

- Ya, es que... me da vergüenza.

- Pues si te da vergüenza cambiamos de tema! No te preocupes!

- No, no... pues lo más cerca que he estado de ver una teta ha sido hace un momento y ni me he enterado...

Yo en ese momento ya tenía el culotte empapado. Tener la posibilidad de que las primeras tetas que viera, incluso que tocara, fueran las mías me tenía cachonda perdida y no iba a dejar pasar esa oportunidad.

- jajaja qué pasa? Que te has quedado con las ganas de vérmela o qué?

- Pues sí, para que te voy a mentir...

Mientras íbamos hablando él no quitaba la vista del frente y estaba tieso como un palo. Yo notaba como su respiración era cada vez más acelerada por la dirección de la conversación, así que aproveché el momento.

- Gabri

Cuando se giró yo me levanté la camiseta y dejé ver mis tetas, redondas y blanquitas como la nieve. Él se quedó mudo, hizo un gesto como para acercarse a tocarlas y entonces me bajé la camiseta.

- No tan rápido, ya habrá tiempo.

Dicho eso me levanté, me fui a mi cuarto y me masturbé pensando en aquel virgen pajeándose con la imagen de mis tetas.

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Pues hasta aquí la primera de las partes! Como soy una vaga he copiado hasta la descripción que di hahahaha solo he cambiado el color de pelo... que ahora lo llevo negro. Lo dicho, espero que lo hayáis disfrutado! Nos vemos por aquí!
Buenas de nuevo!

Hoy os traigo la siguiente parte haciendo uso de mi maravillosa habilidad para el ctrl+C y ctrl+V. Me ha hecho mucha ilusión ver como, pese a ser historias "repetidas", han tenido tan buena aceptación y sobre todo me ha encantado ver a tanta cara conocida por el hilo! A ver si podemos seguir creciendo!

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Pues voy a seguir con otra breve historia con Gabri. La verdad es que pasamos dos años en ese piso bastante divertidos. Muchos me habéis comentado cosas como "qué bien se lo pasaría el chaval" o "se pondría las botas", pero hablando desde un punto de vista egoísta, yo lo hacía porque a mí me gustaba y porque me ponía una barbaridad hacerlo, así que todo era bastante recíproco realmente.


Ya habían pasado un par de semanas desde el "tetagate" y ninguno de los dos había sacado el tema. Lo bueno es que yo tampoco veía a Gabri incómodo o distante, de hecho nos estábamos haciendo bastante amigos, ya que ambos éramos bastante frikis y entre videojuegos, series o pelis teníamos muchos gustos en común.

Llegué de trabajar el viernes a la hora de la cena, y en el comedor estaba Gabri con Joan. Joan se estaba acabando de preparar para salir de fiesta y Gabri estaba cenando en el sofá viendo una peli.


- Buenas! Tú no sales, Gabri?

- Éste? - contestó Joan - a éste no hay manera de arrastrarlo fuera de casa. Tú qué vas a hacer? Te quieres venir?

-Qué va, la fiesta y yo no somos muy buenas amigas.

Mentí como una bellaca, la fiesta y yo somos como hermanas prácticamente 🤣, simplemente no me apetecía salir con él. Me fui a mi habitación, me puse mis mejores mudas (camiseta de los sixers y pantaloncito de pijama, esta vez sin culotte para ver si podía entretenerme de alguna manera) y me fui para el comedor a hacer un poco de vida social.


Cuando salí Joan ya se había ido y Gabriel recogía sus cubiertos y estaba con la tele apagada.


- Ya te vas? Jo, yo que venía a socializar un poco. - le hice pucheros a modo de broma.

- Eh? Ah, sí, es que había quedado para echar un par de partidas al LOL - juega al lol, red flag total- pero si quieres me quedo aquí contigo.

- Jajajajaj no hombre, tranqui, si estaba de broma! Yo me pongo una peli aquí y tan pancha.

- Bueno si cuando acabe sigues despierta me asomo un rato.

- Te tomo la palabra!

Gabri entró en su habitación y yo enchufé mi disco duro en la tele. Después de media hora entrando y saliendo de carpetas y escuchando los clicks del ratón en el cuarto de Gabri, pensé para mis adentros "y si…?". Así que escogí una de las películas que más me excita y me puse a verla. La película se llama "La vida de Adele" (Blue is the warmest color) que por si no la conocéis es una película que ha tenido mucha polémica por mostrar escenas lésbicas muy MUY explícitas (y muy alejadas de la realidad, para qué mentir🤣). Cuando ya llevaba un rato viéndola, aproveché el no llevar nada bajo el pantalón para meter la mano y empezar a masturbarme. Esa película siempre me ha encendido de una manera bestial, pero la situación en sí me tenía tanto o más excitada que la propia Lea Seydoux. Saber que en cualquier momento Gabri podía salir de su habitación y podía verme, o incluso el estar masturbándome a menos de 3m de él sin que se enterara de nada me tenía en una nube.

Cuando estaba bien cerca de llegar al orgasmo, escuché desde su habitación un "Bueno, hasta mañana chicos" y como Gabri se acercaba a la puerta.

Tenía dos opciones, o seguía y dejaba que me viera en todo mi esplendor, o paraba y aprovechaba el calentón y el subidón para juguetear un poco. Obviamente me decanté por la segunda opción, ya que quedaba media película y podría ser bastante divertido ver las reacciones de Gabri ante ese panorama. Cuando salió de su cuarto la pantalla no mostraba ninguna escena que delatara la temática de la película o mis intenciones, así que él simplemente empezó una charla inocente sin saber que yo estaba que me subía por las paredes.


- Qué ves?

- Ah, hola! Pues La vida de Adele.

- Aaahm… y de qué va? - minipunto para mí, no la conocía.

- Quieres que la ponga desde el principio?

- Nah, hazme un resumen hasta ahora a ver si sigo el hilo.

- Ok, resumen rápido. A esa chica le iban los penes, de repente se da cuenta de que no le gustan tanto como debería y conoce a una chavala que le hace tilín y la conduce por un mundo de sexo lésbico lascivo y ahora sus amigas le hacen bullying por ser bollera.

- Jajajajaja cómo eres! En serio, de qué va?

-Ya te lo he dicho!

Fue decir eso y empezar a verse en pantalla LA escena (si no sabéis de cuál hablo, id a buscarla, no tiene desperdicio, son 6 minutos súper explícitos). La cara de Gabri era un poema, y se sentó en el sofá sin despegar los ojos de la tele.


- Pe… pero esto es básicamente porno, no?

- Jajajajaja animalico… no, pero casi casi.

Vi como empezaba a ponerse un poco inquieto e intentaba taparse, por lo que supuse que estaba teniendo una erección, así que decidí empezar con mi juego.


- Igualmente, no te creas la mitad de lo que estás viendo, el sexo entre mujeres es menos teatral de lo que te enseñan aquí.- A esas alturas de la vida yo había estado solo con un par de chicas, pero tenía más experiencia que él de todas formas.

- C.. cómo lo sabes? Eres…?

- Soy…?

- S… si eres… ya sabes… lesbiana…

- Jajajajaja bueno, no me gusta etiquetarme, he estado con chicas y también he estado con chicos.

- Uala…

Él seguía embobado con la escena, creo que ni pestañeó y yo entre la situación y la misma escena estaba que me subía por las paredes, pero no quería ser demasiado descarada o muy brusca, ya que eso le quitaría diversión al juego y tampoco quería asustar al muchacho. Yo disimuladamente ponía la mano entre mis piernas aprovechando que desde su ángulo no me veía y me frotaba un poco para darme placer, de verdad que por mí ese momento podría haber durado horas, estaba la mar de feliz.


LA escena acabó y pude escuchar como Gabri susurraba un "wow…". Era muy divertido ver lo inquieto que estaba y como intentaba disimular la erección en todo momento. No pasaron ni 20 minutos cuando la película nos deleitó con otra escena explícita de sexo entre dos mujeres.


- Es toda la película así? - me preguntó.

- Bueno, hay trozos que sí. Te incomoda? Quieres que pongamos otra cosa? A mí me da igual, yo la he visto ya cientos de veces.

- N… no, si no es incómodo… es raro, no sé, yo estas cosas las veo cuando… - yeeee! Esta es la mía!

- Hahahahaha ya, que eso lo ves cuando te pajeas, no?

Se quedó callado, rojo como una señal de stop y pude escuchar como casi sin voz decía "...s.si…". Yo me eché a reír, pero no a modo de burla, sino por que la situación me parecía muy divertida.



- Pues nada, ya tienes material para pajas!

- Q… qué dices? Si aquí se oye todo…

Ahí fui yo quién se quedó de piedra. En serio me estaba diciendo que llevaba sin masturbarse desde que yo entré al piso? Él y yo somos compañeros de clase y por las tardes los dos trabajamos, no tiene un momento de estar solo en el piso. Yo lo hacía tan tranquila y hasta me daba el gusto de soltar algún gemidito cuando el cuerpo me lo pedía y estoy convencida de que Joan también, porque como bien dice Gabri, las paredes son de papel.


- Gabri, tío, llevo aquí desde finales de Agosto, me vas a decir que llevas casi 3 meses sin hacerte una paja?

- P… pues sí…

- Dios mío! Eso no tiene ni que ser sano hahahahaha mira vamos a hacer una cosa, yo me voy a mi habitación ahora mismo y me pongo a escuchar música con los cascos, tienes toda la libertad del mundo!

- …

- Qué? Es que vas a reventar, hijo.

- Igualmente vas a saber qué estoy haciendo…

- Bueno, y qué pasa? Ni que fuera algo malo. A parte, que llevas media hora empalmado, que se te da fatal disimular.

Gabri se llevó las manos a su zona púbica, poniéndose más nervioso si cabe. Yo no podía más, y quería seguir con el tono jocoso de la conversación así que me dejé de tonterías y le dije:


- Pues mira, yo te lo voy a poner fácil y voy a hacerlo aquí mismo, a ver si tú también te animas.

Cogí el mando, tiré para atrás le película, puse LA escena de nuevo y me metí la mano bajo el pantalón sin disimulo alguno. Él se quedó mirándome de forma incrédula, como si no se creyera lo que estaba haciendo.


- D… de verdad te estás…?

- Calla… o te pones tú a lo tuyo… o me dejas tocarme tranquila…

- De verdad no te molesta?

- Ah… repito… o te pones a lo tuyo… o me dejas tranquila…

Yo estaba deseando que empezara a masturbarse y por fin se decidió, se echó un poco para atrás y metió su mano bajo el pantalón. Yo le iba mirando de reojo y veía que estaba más pendiente de ver si era capaz de verme algo que de ver la escena.


- Qué pasa? Quieres verme a mí o quieres mirar la escena?

- Hombre si puedo elegir… prefiero verte a ti.

Eso me puso aún más, y yo llevaba ya un buen rato jugando con quedarme al borde del orgasmo. Me reí y me quité la camiseta, dejándole ver otra vez mis tetas. Él se quedó boquiabierto y aceleró la marcha sin quitarle el ojo a cómo se movían mis tetas con el vaivén de mi brazo al masturbarme.


- Ahora te voy a pedir yo algo- le dije.

- Q… qué?

- Que me dejes ver cómo te corres.

Se quedó parado, sin saber muy bien qué hacer. Yo no podía más, había intentado ser todo lo cuidadosa posible con una persona con esos niveles de vergüenza. Me levanté del sofá, me puse delante de él, me agaché y le bajé los pantalones. Él se la tenía cogida y paró en seco de masturbarse.


- Q… qué haces?
- Va, deja que te ayude.

Retiró su mano de su polla. La verdad es que el pobre la tenía un poco pequeña, no creo que llegara ni a 12cm, pero igualmente el tamaño no era ningún problema para mí, y sinceramente no era la más pequeña que había visto (ni que vería). No pretendía chupársela, ni que folláramos, solo quería hacer que se corriera, y vaya si lo hizo.

Agarré su polla con mi mano derecha y con delicadeza empecé a masturbarle despacito… Bajé mi mano una vez… La subí… La volví a bajar… Y…


- Ah… ah… ya…

- Qué?

No acabé de decir "qué?" cuando un chorro de semen salió disparado directamente a mi pómulo y chorreó hasta el lateral de mi mandíbula. Lejos de sorprenderme, aceleré el ritmo para sacarle hasta la última gota de dentro. Lo que salió de ahí no era ni medio normal. Otros tantos chorros fueron directamente hacia mis tetas, otro fue a la comisura de mis labios, otros tantos acabaron en el lateral de mi cara y el resto, con menos potencia ya, acabaron en mis piernas. Yo, sin soltarle la polla, sin cambiar mi posición y toda cubierta de su corrida, me metí la mano izquierda en el pantalón y froté mi clítoris, ya bien cerquita del clímax, hasta que a los pocos segundos yo también llegué al orgasmo.


- Lo… lo siento!!

- Jajajajaja no te preocupes, está bien!

- Bueno… yo…yo te he avisado…

- Sí! Si! No te preocupes, de verdad, ha estado muy bien!

Nos dimos las buenas noches y Gabri se fue a su habitación. Yo, obviamente, me di una ducha y me fui directa a dormir, casi seguro que mucho más satisfecha que él y contenta porque sabía que durante mi estancia ahí tendría más situaciones de ese estilo.

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Espero que hayáis disfrutado de la lectura! La semana que viene publicaré la siguiente parte! Un abrazo enorme a todos!
Como me gustaría tener una amiga tan atrevida y deshinibida como tú jeje

Nunca he hecho masturbacion en grupo y mixta que morbo, cuanta alguna historia de esto por favor jeje si no la tienes escrita ya esta historia 😬😈😈😈
 
Buenas!


Pues os voy a dejar por aquí la tercera parte, espero que la disfrutéis!!


De momento llevo solo dos anécdotas personales, pero ya habréis ido deduciendo por dónde van a ir los tiros con las cosas que os cuente. Claro que disfruto de un polvo, ya sea con un hombre o con una mujer, eso es obvio, pero hablar sobre eso (hablaré, no os preocupéis que también habrán anécdotas así🤣) es algo como muy convencional para mí. Que una chica y un chico estén solos en un comedor viendo la tele y eso acabe en folleteo, hace que, en mi opinión, se pierda un poco ese factor "sorpresa" o erótico de la situación, por eso me gusta provocar situaciones que hacen que eso acabe en otra cosa, también sexual, pero dándole ese toque morboso que a mí tanto me gusta y me hace disfrutar. (La que lío para decir que me pone más masturbarme mientras me miran que follar🤣).


Bueno, soltada la turra, vamos a seguir con nuestro amigo Gabri. Nos plantamos ante un chico que había pasado de tener relación casi nula con las mujeres, a haber visto sus primeras tetas y haberse corrido encima de una chica sin ni siquiera haber tocado una teta. Cuesta abajo y sin frenos.


Gabri llevaba toda la semana siguiente bastante esquivo y distante conmigo. En aquel momento me imaginaba que quizás sería porque fui un poco brusca con alguien con 0 experiencia en el ámbito sexual, así que esperé al viernes, que Joan solía salir y no volver hasta el domingo, para intentar hablar con él.


Llegué el viernes de trabajar y el panorama era el de siempre. Gabri cenando, Joan preparándose para marcharse y yo deseando ponerme cómoda después de todo el día fuera de casa.


Mientras estaba poniéndome mi súper pijama (esta vez sin pantaloncito, porque soy un desastre como adulta y no tenía ninguno limpio), escuché como Joan se marchaba y Gabri entraba en su cuarto. ¿Qué podía hacer? Tampoco quería incomodarle o invadir su intimidad, pero me sentía mal por él, así que me dirigí a su puerta y llamé.


-Gabri, podemos hablar un momento?


-eh? S… Sí, sí, claro, pasa.


Tenía la habitación bastante ordenada para ser un chaval de 18 años. Su habitación era la más grande del piso (obvio, el piso era de sus abuelos) pero aún y así era un cuarto pequeño. La diferencia con las otras era que en esa, a parte de la cama y un armario, había hueco para un pequeño escritorio con un ordenador de mesa. Tenía una cama individual pegada a una pared, una estantería con libros y figuras encima de ésta, un pequeño armario de puerta corredera (con otro tipo de puertas no cabes🤣), un escritorio con el tamaño justo para una pantalla, un teclado y un ratón, y otra estantería con más libros encima. Él estaba sentado en la típica silla vieja de escritorio, de esas circulares con respaldo enano y estaba a lo suyo en el PC. Yo me senté en su cama a lo indio, como no llevaba pantalón y aprovechando que soy una Hobbit y todo me va grande, pues ponía la camiseta de forma que no se notara que solo llevaba el culotte debajo.


-¿Qué tal? ¿Qué haces?- intentaba tener una conversación normal, ya que en el momento que me senté en su cama ya noté que se ponía tenso.


-N…nada, aquí, que me iba a poner una peli o algo.


-¿Hoy no juegas con tus amigos?


-Nah, hoy vamos cada uno a lo nuestro.


-Ahm, pues oye mira, viernes de relax.


-Pues sí… Oye, de qué me querías hablar?


-Pues te noto bastante esquivo desde lo del viernes pasado, la verdad. Hice algo que te molestara?


-N… nono! Bueno, sí que tiene que ver con lo del viernes, pero no me molestaste, todo lo contrario.


-Entonces qué te pasa?


-B…bueno… me da bastante vergüenza… No llegaste casi a tocarme y acabé… Encima te puse perdida… Era la primera vez que me tocaba una chica y vaya show lié…


-hahahahahaha en serio llevas una semana casi sin mirarme por eso??


-Pu…pues sí…


-hahahahahaha y no se te ocurrió en algún momento hablarlo conmigo?


-Me daba vergüenza…


-Gabri ya te lo dije, estuvo genial. Hay gente que tiene gustos para todo. Yo en ese momento quería eso, me vino hasta bien que acabaras tan rápido. Ya irás controlando eso, no te preocupes!


Puso cara de incredulidad, el pobre tenía 7474747474 preguntas rondando su cabeza, pero la vergüenza no le dejaba actuar. Yo seguí intentando hacerle ver que no era para tanto, que fue una experiencia muy divertida y placentera para mí.


-P… pero a ti entonces… te gusta eso?


-A qué te refieres con "eso"?


-A que te miren y esas cosas…


-Pues sí, me gusta mucho que me miren y mirar también. Te parece raro, verdad?


-S…sí… no sé… Yo como no tengo experiencia en este tipo de cosas, pues…


-hahahaha ya, te entiendo perfectamente. Tú no te cortes y pregúntame todo lo que quieras.


Lo veía más tranquilo. También notaba que el ambiente era mucho más cómodo y ya podía empezar a fijarme en como se le iban los ojos a mis piernas, esperando que la camiseta se me levantara un poco más de la cuenta, cosa que obviamente tenía controlada en todo momento.


-Y… estas cosas las haces habitualmente?


-hahahahah míralo! Cómo se va soltando! Ahora no tanto, porque esto suelo hacerlo con mis amigos y claro, al estar lejos de casa pues nos vemos mucho menos.


-Pero no folláis? Solo os masturbáis?


-Hay veces que sí y veces que no. A veces el cuerpo pide unas cosas. Lo bueno es que nos respetamos los unos a los otros, nunca me han hecho nada que no quisiera que me hicieran, por eso somos amigos, claro.


-Se me sigue haciendo muy raro…


-mmmm Tú cuando te masturbas, ves porno, verdad? Pues imagínate que es como el porno, pero en vivo. Por ponerte un ejemplo fácil.


-Y… ya… pero encontrar a alguien con quién poder hacer eso…


-Bueno, es como todo en la vida. Al final acabas encontrando a gente con gustos como los tuyos, pues con esto pasa igual.


-...


-Qué?


-T… tú…? Nada, déjalo.- ya me olía por dónde iban a ir los tiros y yo me estaba empezando a mojar.


-No, no, di! Que estamos teniendo una charla muy productiva.


-Que si… tú harías esas cosas… Conmigo?


-hahahahahahah hombre, el viernes pasado ya lo hicimos, no?


-... Eso es un sí?- el pobre estaba rojo como un tomate, iba a explotar de los nervios.


-Claro bobo! Mientras tengas claro que solo vamos a ser amigos con este tipo de beneficios, sin problema! Si yo con esto disfruto una barbaridad!


-S…sísí!- Gabri asentía y sus ojos se abrían como platos- y… yo también te puedo pedir cosas?


Era para verlo. El chaval parecía un niño con una sobredosis de cafeína. Me sentía un poco mal por él, por cómo se había sentido durante toda la semana, así que no iba a ponerle pegas.


-hahahahaha claro, tú pide!


Gabri resopló, se notaba que ya estaba cachondo y me miró de arriba a abajo (tampoco había mucho por recorrer😝).


-P… pues nunca he tocado unas tetas…


Sin pensármelo ni un segundo, me quité la camiseta y me quedé solo en culotte sentada en su cama. Él, como las otras veces, se quedó boquiabierto y no supo cómo reaccionar. Yo le cogí las manos, y con delicadeza las puse sobre mis tetas.


-Venga, todas tuyas.


Comenzó a tocármelas de forma suave, como si tuviera miedo de hacerme daño. Me iba acariciando los pezones con delicadeza y notaba cómo mi piel se erizaba y mi coño se mojaba cada vez más.


-A…así está bien?


-Sí… puedes apretar un poco más si quieres…


Empezó a apretármelas un poco más fuerte. Notaba como su respiración se aceleraba. En esos momentos yo estaba deseando tirarme a su pantalón y hacerle una paja hasta que me dejara perdida, pero probablemente volvería a tardar cero coma en correrse y yo quería jugar un rato más, así que hice lo propio conmigo. Empecé a hacerme un dedo por encima del culotte, y entre eso y sus manos tocando mis tetas empecé a soltar pequeños gemiditos.


-Uf…- el pobre no podía ni hablar. Se notaba un pequeño bulto sobre su pantalón de pijama.


-Tú no te vas a hacer nada?- le dije.


-eh? Ah… N…no, quiero disfrutar esto.


-Hay algo más que me quieras pedir ahora?


-Qui… quiero que te des la vuelta… y… te quites el culotte.


Me mordí el labio y sin ningún tipo de problema accedí a su petición. Me puse de pie de espaldas a él, me incliné y me bajé el culotte dejándole un primer plano de mi culo, y obviamente, de mi coño, que en esos momentos estaba empapado. No es por fardar, pero tengo un buen culo, respingón y redondito, ya que hago deporte desde los 10 años. Giré la cabeza y Gabri estaba con una mano sobre su pierna y con la otra frotándose la polla por encima del pantalón.


-Por qué no usas la otra mano para otra cosa?


Empezó a sobarme las nalgas con la mano libre y yo seguí masturbándome esta vez de espaldas a él. Mis gemidos empezaban a ser cada vez más altos y notaba que no estaba muy lejos de llegar al orgasmo.


-Gabri… méteme los dedos… estoy a punto…


Me metió dos dedos de forma muy torpona, pero estaba tan lubricada que no fue un problema para mí. Igual que me pasó a mí con él la semana anterior, solo con recibir un par de embestidas de su mano llegué al orgasmo. Mis orgasmos no son intensos, ni largos, pero sí llegan rápido y puedo tener varios en una misma sesión. Todo ventajas.


Me quedé con las piernas un poco temblorosas y Gabri paró en seco, tanto de tocarme a mí, como de tocarse él mismo.


-E… estás bien?- me dijo preocupado.


-ahahaha estoy genial! Lo que no entiendo es por qué has parado de hacer lo que hacías.- llevé mi mano al bulto de su pijama- Va, sigue, pero sácatela que yo estoy en pelotas y esto es muy injusto.


Se bajó los pantalones hasta los tobillos y empezó a masturbarse con un ritmo bastante frenético.


-Es que ya quieres terminar?


-Eh? Ah, no sé… como tú ya estás…


Me reí y me senté encima de él, dejando su polla entre mis nalgas. Empecé a moverme despacito y mientras llevaba mi mano derecha a mi coño, que ya estaba listo para otra sesión, con la mano izquierda llevaba una de las manos de Gabri a mis tetas. Trataba de moverme despacio porque no quería que la fiesta terminara, por lo menos no hasta que yo estuviera cerca de mi segundo orgasmo.


De Gabri solamente se oía su respiración, parecía concentrado en no correrse, pero ya empezaba a hacer ruidos que le delataban.


-Va… te dejo escoger… dónde quieres correrte?


-... qui… quiero que te pongas de rodillas… como en el porno…


Me levanté de encima de él y pude notar como tenía mi culo empapado de líquido preseminal. Sin dejar de tocarme, me puse de rodillas y me sobaba las tetas con la mano que tenía libre. Él se levantó y se empezó a masturbar apuntando hacia mí.


-D… de verdad que no te importa…?


-Ah… Calla y córrete…- dije mientras sacaba la lengua.


Al verme así aceleró mucho, pero mucho su ritmo. La otra vez, al llevar tanto tiempo sin evacuar, tuvo una corrida brutal, así que esta vez esperaba una pequeña descarga.


-Me corro… Me corro!


No podía estar más equivocada. Un primer chorro me llegó desde la barbilla hasta la frente, pero perdí la cuenta de los que vinieron después… Varios entraron directamente a mi boca, otros siguieron cayendo sobre mi cara, que luego me goteaban hasta las piernas o me resbalaban por el cuello hasta las tetas y cuando pensaba que ya había acabado, colocó la punta de su polla sobre mi labio para vaciar lo que le quedaba en mi boca. Hasta esa fecha, nunca había estado con nadie que eyaculara tal cantidad de semen. Sin quitarme ni una gota de encima, yo también aceleré mi ritmo para, a los pocos segundos, tener mi segundo orgasmo.


-Pe… perdón, siempre me sale mucho…


-hahahahaha ya veo, ya!- dije casi sin poder abrir los ojos- me pasas una toalla?


Me limpié la cara lo justo para poder abrir los ojos.


-Espero que ya te quede claro que yo con estas cosas estoy encantada!


-T… Te puedo pedir otra cosa más?


-A ver, dime.


-U…una foto…- lo dijo tan bajito que casi ni se le podía escuchar.


-Hahahahahaha una foto? Para qué? Para enseñársela a tus amigos? Recuerda que vamos a la misma clase.


-N…no no! Será para uso personal…


-Está bien pero me la hago yo.


Gabri me dejó una cámara digital que tenía (los móviles en aquella época tenían cámara pero no era la gran cosa) y yo busqué un ángulo en el que no saliera mi cara ni ningún tatuaje muy revelador que hiciera que se me reconociese, y saqué una foto de mi cuerpo cubierto de su corrida (A día de hoy no sé qué será de esa foto, ya le preguntaré cuando le vea).


Luego, como la otra vez, me di una ducha y me fui directa a dormir con una sonrisa de oreja a oreja!.


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A finales de semana seguramente dejaré la siguiente parte! Espero vuestras respuestas!


Un saludo y buenas noches a todos!
Es demasiado pronto si te digo que te masturbes para mi? Jaja 😬😏🤤😈
 
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