Popurrí de mis experiencias!

Buenas! Pues después de unos días libres de desconexión en los que lo único que quería era morirme del puto calor que hace, os dejo con la siguiente parte. Enjoy!


____________________________________________________________________________________________________________________________________


Pues seguimos con el amigo Gabriel! Ya habíamos cogido como costumbre aprovechar los viernes noche o los sábados para seguir con nuestras sesiones de masturbación, ya que estábamos solos en el piso. Él poco a poco se iba animando más, incluso me había dicho un par de veces si podía metérmela, pero le dije que no, no me parecía bien que su primera vez fuera de esa manera y conmigo, y él lo entendía perfectamente, pero en momentos de calentón, pues ya se sabe cómo funciona la cabeza.


La verdad es que lo pasábamos muy bien, él seguía soltando unas cantidades bestiales de semen y yo seguía disfrutándolo. Pero se me presentaban dos problemas: el primero era que duraba muy, MUY poco, más de una vez se corría sólo con tocarle. Yo tardo muy poco también, por lo que nunca me iba sin haber llegado, pero una vez acabo puedo seguir tranquilamente a por otro y otro y otro… Pero me gusta mucho jugar, y no daba tiempo casi a nada.El otro problema era que ya había perdido un poco el factor "sorpresa". El hacer uso de mis "descuidos" ya no tenía sentido alguno, ya que se perdía todo el morbo del principio. Obviamente seguía disfrutando y pasándomelo bien, porque al fin y al cabo es algo que me gusta, y prefiero masturbarme así que viendo porno.

Tenía claro al 100% que con Joan no iba a pasar nada, porque era un capullo, de hecho me había visto las tetas en un par de ocasiones y me daba mucha rabia (una vez saliendo de la ducha pensando que estaba sola en el piso, y la otra gracias a mi maravilloso gato, que me tiró de un top sin tirantes y me lo bajó todo), pero algo tenía que hacer para satisfacer a mi yo exhibicionista.


Y ese día llegó! Yo tengo por costumbre cogerme las vacaciones en Diciembre o Enero, porque con el frío me gusta quedarme en casa calentita y no soy muy fan del verano. Gabri tampoco trabajaba porque él lo que tenía era un trabajo de verano que se estiró unos meses de más.


Un miércoles me desperté de una de esas siestas en las que miras el calendario antes del reloj porque no sabes ni en qué día vives, y escuché voces en el comedor. Una de las voces era de Gabri y la otra voz me sonaba pero no atinaba a adivinar quién era. Pegué la oreja a la puerta cuál portera a ver si mi cerebro hacía contacto. Estaban hablando de cosas de clase, así que de ahí me sonaba. Se trataba de Dani, un chaval de nuestra clase. También era un chico del gremio de los frikis, por eso se llevaba tan bien con Gabriel (conmigo también, pero lo tenía como a un compañero más). Era un chico de altura media, un poco fornido pero sin estar gordo, con el pelo negro y por encima de los hombros. Tenía bastante barba para tener 19 años y la verdad es que era bastante guapete.

Ya le había pillado varias veces mirándome las tetas, ya que llevo desde los 16 sin usar sujetador y eso llama la atención, por lo que ya tenía una excusa para intentar divertirme, así que en vez de ponerme la ya mítica camiseta de los sixers, me puse la típica camiseta interior blanca de tirantes y unos pantalones cortos (más largos que los de un pijama de verano, me quedaban a un palmo de la rodilla) y salí al comedor como si no supiera quién había.


- Dios mío, vaya señora siesta me acabo de echar! Anda! Hola Dani!


- Hola Sofía, perdona si te hemos despertado! Hemos intentado hablar bajito para no molestar.


- Nah tengo el sueño profundo yo- dije mientras me desperezaba estirando los brazos hacia arriba, movimiento que obviamente hice a propósito para sacar pecho y que se me marcaran más los pezones.


El movimiento trampa funcionó, ya que los dos se quedaron mirándome a las tetas de forma no descarada, pero tampoco disimulada. Dejé mi móvil en la mesa, agachándome enfrente de los dos, y no se me llegó a ver nada pero la vista se la alegré igualmente. Me senté al lado de Gabri incorporándome un poco para poder verles a los dos al hablar.


- Bueno y qué hacéis?


- Pues estábamos repartiéndonos el trabajo que tenemos que hacer para clase.-Me respondió Dani- Con quién lo haces tú?


- Yo? A mí me ha tocado con Marina. No voy a poder tener sesiones frikis como vosotros, pero seguro que sacamos mejor nota.


- Sí bueno- saltó Gabri- si no le dejas todo el marrón a la chavala, que te conozco.


- Hahahahahaha culpable! Bueno, voy a hacerme un café, si queréis uno os levantáis y os lo echáis vosotros.


Me levanté y me fui a la cocina a hacerme un café. Pude escuchar como cuchicheaban algo, y aunque las paredes son de papel, desde la cocina no se oye mucho, solo pude escuchar a Dani decirle a Gabri "blablabla pezones". Yo estaba la mar de feliz por haberles hecho cambiar de tema, y para qué negarlo, la sola situación de haberles visto mirarme las tetas me puso muy cachonda. Mientras se hacía el café, metí la mano bajo mis pantalones y empecé a masturbarme de forma muy rápida y brusca, para acabar de encenderme. Aproveché la mano libre para apretarme el pezón de mi teta derecha y justo cuando iba a empezar a gemir, alguien giró el pomo de la puerta. Yo como buena ninja de la masturbación, saqué mis manos de la masa e hice como que trataba de coger una taza. Era Dani.


- Pues si no es mucha molestia, yo también quiero un ca…- sus ojos se clavaron en mis tetas. Claro, al haber estado haciénome marranadas a mí misma, tenía los pezones que parecía que en cualquier momento iban a perforar la camiseta- un café…


Usé un brazo para tapar mis pezones, cosa que no sé si era mejor o peor, ya que al usar un solo brazo lo que hice fue juntármelas.


- Joder, podrías ser un poco más sutil, que todos tenemos ojos, pero…


- Perdona, perdona, ya me voy.- se dio media vuelta.


- Pero no querías un café? Quédate, si da igual, cómo sois.


No se lo pensó dos veces y se quedó. Yo estaba cachondísima, pero claro, lo fácil hubiera sido bajarme los tirantes de la camiseta y ya lo tendría todo hecho, pero se perdería la gracia otra vez, así que tiré de ingenio. Cogí otra taza para él, y en vez de coger dos cucharillas del cajón, miré si había sucias en el fregadero. Cogí dos, me dispuse a limpiarlas y con una habilidad digna de estudio, hice que una de las cucharillas salpicara bastante agua directamente a mis tetas.


- Joder siempre igual!- me retiré separando los brazos dejando ángulo suficiente para que Dani viera el percal.


El plan había salido bastante bien para ser improvisado, ya que a los pocos segundos la camiseta transparentaba a la perfección uno de mis pezones y un poco del otro.


- Joder…- Dani no daba crédito. Tenía los ojos clavados en mis tetas, cada vez más transparentadas.- Ehm quieres que vaya a buscarte una toalla o algo?


- No tranqui, ya cojo una camiseta de aquí.


Cogí la camiseta que me había puesto ese mismo día del cesto de la ropa sucia y esperé a ver su reacción. Como vi que no se iba a ir, me di la vuelta y me quité la camiseta. "Qué cabrona" pensaréis, y puede que sí, pero lo que no sabéis era que justo en frente de mí estaba la puerta que daba a la zona del lavadero, que era de cristal y se reflejaba todo. Dani estaba ojiplático, pensaba que sería un poco más desvergonzado pero estaba mudo. Yo hice contacto visual con él a través del cristal y me reí diciendo:


- Hahahahah haga lo que haga me las estás viendo.


Él seguía sin decir nada, yo metí los brazos en las mangas, metí la cabeza, me dejé la camiseta justo encima de las tetas, me di la vuelta para que les diera un último vistazo y me la acabé de bajar.


Yo estaba muy muy cachonda, y quería que allí pasara algo, pero me sabía un poco mal estando Gabri en el comedor, y tampoco quería convertirme en el putón de la clase a los 3 meses de curso. Dani por fin abrió la boca.


- Es lo más surrealista que me ha pasado nunca.


- hahahahaha qué dices tú ahora? Son solo unas tetas.


- Ya, eso que me llevo realmente.


Nos fuimos con el café al comedor y al poco de terminarlo Dani se fue. Todavía faltaba un rato para que llegara Joan. Yo seguía muy cachonda y contenta, porque había conseguido exhibirme con una persona nueva, pero necesitaba quitarme el calentón de encima cuánto antes.


- Gabri, tu amigo me ha visto las tetas en la cocina.


- Jajajajajajajajaaj qué dices? Te las ha visto o se las has enseñado? Que te conozco.


- Hahahahahaha él piensa que me las ha visto.


- Y bueno, qué tal?


- Pues cachonda, la verdad, estaba deseando que se arrimara a meterme mano o algo, pero tus amigos son tan paraditos como tú.


- Te lo hubieras follado?


- En ese momento? Si te soy sincera, sí.


- Vaya…- estaba un poco celoso el pobre.


- Bueno pero no ha pasado. Y no te preocupes que tú te vas a ir contento a dormir igualmente.


- Eh?


Me puse de rodillas entre sus piernas y le desabroché el pantalón. Hasta ese momento sólo le había masturbado y le había dejado frotarse la polla con mi culo, pero estaba tan cachonda que lo que me apetecía en ese momento era hacerle una mamada. Él ya estaba empalmado, se la saqué del calzoncillo y la cogí con mi mano.


- Joder sí que te enciendes rápido tú.


- Es que te he imaginado enseñándole las tetas a mi amigo y…-Vaya, vaya, empiezan a florecer los fetiches del amigo Gabri.


Empecé a masturbarle despacito, porque ya me lo conocía, y sabía que si iba muy a saco no me iba a dar tiempo ni a metérmela en la boca. No había pasado ni un minuto, cuando ya la tenía lubricadísima del líquido preseminal que segregaba.


- Qué vas… a hacer?- me dijo con la respiración entrecortada.


- Tú qué crees? Lo único que avísame cuando vayas a correrte que no me quiero morir atragantada.


Me la llevé a la boca de una. Ya os dije que la tenía tirando a pequeña, así que no tenía problemas en metérmela toda en la boca. Como estaba tan cachonda, no me quité ni la ropa, y empecé a masturbarme de forma bastante frenética. Cuánto más rápido me masturbaba, más rápido movía la cabeza. No llegué ni a estar cerca del orgasmo, cuando escuché a Gabri.


- Ya… ya…


Sólo podía pensar "en serio?" tenía ganas de una buena descarga, pero no estaba dispuesta a tragarme todo lo que salía de ahí. Saqué la lengua, puse la punta de su polla debajo, y le masturbé acelerando el ritmo que llevaba durante la mamada. Seguía sorprendiendo la cantidad de esperma que salía por esa pequeña polla. Empezaron a salir chorros descontrolados por mi cara y por mi boca y ya empecé a notar que yo también estaba cerca de tener mi orgasmo. Me incorporé un poco, puse la punta de su polla sobre mi pezón haciendo círculos por encima de la camiseta y seguí vaciándolo ahí hasta que yo también me corrí. Tenía la cara hecha un cuadro, la camiseta después de eso pasó directamente a trapos para limpiar y había puesto el suelo perdido. Gabri tenía una cara de felicidad que era para hacerle una foto, así que aproveché y le dije.


- Pero que sepas que a tu amigo me lo voy a follar igualmente.


________________

Espero que os haya gustado! Y como siempre... espero vuestras reacciones y respuestas!!
Eres una provocadora nata, me encanta 🤭😏
 
Estas mierdas os las podéis ahorrar. 0 gracia.
Joder. Perdona, no sé que he dicho tan grave. A mi también me pone ver como se masturban para mi y yo para ellas. Simplemente me he puesto en situación. Lo siento si te ha incomodado mi comentario.
 
Buenas!!

Qué, cómo lleváis el PUTO VERANO? Yo estoy deseando darme un golpe en la cabeza y que cuando me despierte estemos acabando septiembre, porque de verdad que no puedo más con mi vida T_T.

Pido perdón a los que ya se conocen todo lo que estoy subiendo, os prometo que cuando ya tenga todo lo del otro foro aquí, seguiré con cosas nuevas... Paciencia por favor!

Sigo con la siguiente parte!


_________________________________________________________________________________________________________________


Pues las cosas con Gabri seguían igual, yo, quitando lo precoz que era, tenía 0 problemas y estaba encantada con nuestra situación masturbatoria, y según me contaba Gabri, él también lo estaba. Todos ganábamos. Por el tema del trabajo de clase Dani seguía viniendo bastante a casa y yo seguía con mis juegos provocativos. Nada destacable, por eso no entro en detalle. Me paseaba por el piso con mis mejores camisetas de tirantes, salía con una toalla muy corta de la ducha a mi cuarto, me inclinaba para hablar con ellos estando (como el 99% de mi día a día) sin sujetador… Dani parecía más espabilado de lo que era en realidad, a mí no me decía nada, pero gracias a las paredes de papel escuchaba como luego le decía a Gabri cosas como "es que como me pone", "no sé cómo puedes vivir tan tranquilo aquí si siempre va así". No olvidemos que tenían 18 y 19 años, y yo por aquella época tenía 23 e imagino que al ser algo mayor estaban un poco cohibidos.


Ya teníamos las vacaciones de invierno en clase, Joan había vuelto a casa de sus padres a pasarlas, Gabri iría a su casa para año nuevo y yo ese año me quedaría allí, porque mis hermanos se iban a Amsterdam y mi padre trabajaba. Una tarde, hablando con Gabri, le comenté de hacer una cena para Nochebuena con algunos compañeros.


-Oye Gabri, como es la casa de tus abuelos y eso prefiero comentarlo contigo… Ya que vamos a estar aquí para Nochebuena, por qué no comentas a los de clase si alguien más se queda por aquí? Podríamos hacer una cena o algo para celebrarla con gente.


-Pues lo había pensado… Pregunto a los de clase y nos organizamos.


Al día siguiente ya había tenido varias respuestas.


-Pues no vamos a ser muchos, pero sí que se han animado un par.


-Ah, suficientes, así podemos hacer más ruido. Quién vendrá?


-Dani- Bingo!! La suerte estaba de mi lado- y Joel.


-...


-Qué?


-Ah, no, nada, estupendo!


Joel era un tío que, de primeras, piensas "joder, me pone", pero luego… Se pasaba el día haciendo el tonto con su grupito y sus bromas siempre eran "polla esto" o "coño lo otro". Yo soy la primera que se ríe con bromas escatológicas, o que dibuja penes siempre que hay una superficie que lo permita, tampoco voy a ir de sofisticada del humor inglés aquí, pero tenía una actitud un poco cargante. Con los otros chicos se llevaba bastante bien, y con Gabri hacía buenas migas, así que no iba a ponerme tiquismiquis ya que era "su casa".


Llegó el 24. Al ser una cena de nochebuena, no iba a tener el poco detalle de ir con mis pintas de estar por casa para la cena. Me preparé el vestido que usé para fin de año el año anterior, y como tengo el superpoder de no engordar, todavía me servía. No os penséis que era algo extravagante o provocativo, era un vestido normal (pero me quedaba muy bien🤣). El vestido era negro, un poco ceñido, con un escote lo suficientemente grande para poder llevarlo sin sujetador sin acabar enseñando de más (a no ser que yo quisiera, otro superpoder) y algo corto para mi gusto, pero tampoco tenía que preocuparme de que se subiera de más o algo. Como no sé ir en tacones (ni sabré) llevaba unas sandalias negras la mar de bonitas con unas tiras cruzadas (estilo griego) y gracias al maravilloso YouTube pude usar más maquillaje a parte de la raya del ojo, y me pinté una sombra de ojos con un tono morado que iba a juego con mi pelo (negro con mechas moradas en aquella época) y un pintalabios con un ligero toque también morado.


-Uala Sofía, pareces otra!- dijo Gabriel al verme.


-Ehm… gracias? No sé si es un cumplido


-Hahahahaha claro que sí, estás muy guapa!


Gabri iba con una camisa blanca y un tejano, sencillo pero también muy guapete. Para la cena no nos matamos, hablamos de que cada uno llevara algo y luego compramos algo de picoteo, lo importante era saber si las 3 cajas de cervezas eran suficientes (bebo como si tuviera un hijo en la cárcel). Pasada la tarde, llegaron juntos Dani y Joel. El primero iba exactamente igual que Gabri, y encima se había cortado el pelo, 3 puntos menos para Dani. Joel iba bastante guapo, con un jersey de cuello alto algo apretado (estaba bastante fuerte) y unos tejanos oscuros. Abrí yo la puerta.


-Bienvenidos a nuestra humilde cueva!


-Si me vas a recibir así, vengo más a menudo!- Dijo Joel mirándome las tetas, ya que por ir sin sujetador se me marcaban un poco los pezones.


-Empezamos bien… Hola Dani!


-H… hola Sofía! Estás muy guapa!


-Gracias!


Intentaba coger confianza con Dani, pero se estaba convirtiendo en otro Gabri, y cuánto más hablaba con él, más nervioso se ponía. Nos pusimos en la mesa y pronto empezamos con las cervezas. Se notaba que Dani y Gabri no estaban hechos a la bebida, y a la que llevaban un par ya se les notaba más sueltos y achispaditos. Preparamos la mesa y colocamos todo lo que habían traído ellos y lo que habíamos preparado nosotros. Gabri y yo no nos matamos, compramos embutidos, aceitunas, algunos patés y un par de botes de espárragos blancos. Dani trajo unos huevos rellenos y Joel una tortilla de patatas.


-Bueno, que aproveche!!- Exclamé, como dando la señal de salida para empezar.


-Yo también he traído huevos rellenos!- dijo Joel en modo jocoso.


Gabri y Dani se echaron a reír y ya me veía el panorama de toda la noche, Joel soltando chistes de ese estilo y los otros dos partiéndose de risa, encima medio borrachos que ya iban. Yo no me iba a amargar y seguí a lo mío (beber birra, juas).

Joel seguía con sus bromas y cogió un espárrago blanco.


-Si fuera más gordo sería mi polla!


Gabri y Dani estaban rojos de la risa y yo, la verdad, estaba empezando a tener un poco de vergüenza ajena. Acabamos de cenar y nos pusimos a jugar al trivial y ahí fue dónde mis prejuicios me jugaron una mala pasada. Joel sabía un montón de cosas sobre todos los temas, ya fuera historia, biología, cine… y a medida que iba bebiendo, sus bromas eran algo más… irónicas. El Joel borracho me caía mucho mejor que el Joel sobrio, pero de lejos, era otra persona completamente distinta.


Después de una partida al trivial y otra al tabú, Dani fue al baño a vomitar por la papa que llevaba y Gabri lo acostó en la cama de Joan.


-Yo también me voy a ir a dormir… o acabaré igual que ese…


Y Gabri se marchó a su habitación. No eran ni las 2 de la mañana, tristísimo todo🤣.


-Si quieres puedes dormir en el sofá, no sé si vives muy lejos o no.


-Ya te vas a dormir tú también?


-Eh? Ah, no, pero viendo el panorama pensé que querrías irte.


-Si no voy ni la mitad de borracho de lo que pretendía! Sigamos bebiendo.


Estuvimos un largo rato hablando de todo, de tatuajes, de cine, de cómics, de videojuegos… Todo esto acompañado de muchas cervezas y de alguna mirada a mi escote o a mis piernas.


-Va… ahora te voy a hacer una pregunta y tú tienes que ser 100% sincera, y luego tú me la haces a mí y así hasta que uno de los dos muera.


-Hahahahahah ay dios, tenemos 16 años ahora o qué?


-Vaaaa que será divertido!


-Bueno va, a ver…


-Haces topless cuándo vas a la playa?


-Pffff vaya cosa más absurda de pregunta, pues claro!


-Va, te toca


-Has tenido novias que te hayan durado más de dos años?


-Vaya preguntita… que esto va de divertirse! No, no han pasado del año y medio.


-Hahahaha por qué será que no me sorprende!


-Hahahahaha maldita! Va me toca…


Seguimos un rato con preguntas irrelevantes de ese estilo, hasta que la cosa ya empezó a coger la dirección que él esperaba… y yo, para qué mentir.


-Esta seguro que la sé… te has follado a Gabri?


-Hahahahaha pues no! Listo!


-En serio?? No te creo!


-Eso ya son dos preguntas! Me vuelve a tocar… de verdad la tienes más gorda que el espárrago?-(eran espárragos bastante grandes, creedme🤣)


-Uh… Pues sí.


-Hahahaha Fantasma! Cómo sois algunos


-Que es verdad! Hahahaha qué te gusta picar


-Qué va, si ya se os ve venir a algunos, dime de qué presumes…


-Quieres verlo?- Él se pensaba que las cosas estaban a su favor, pero ya lo tenía dónde yo quería


-Va, valiente.


Joel se levantó, de desabrochó el pantalón y se la sacó por la raja del calzoncillo. Tremenda polla se gastaba el compañero, las había visto grandes, pero como esa no. Intenté no hacerme la sorprendida, pero mis ojos se tuvieron que abrir como platos, porque él puso cara de satisfacción total.


-Ves? No miento.


-No, no, ya veo, ya. Pero la conversación no ha sido tan tórrida como para que ya vayas medio empalmado.


Sabía de sobras que no estaba empalmado, pero como ya dije antes, las cosas estaban yendo como yo quería.


-Empalmado dice! Si está normal!- Joel se la cogía como para enseñarme que de verdad no lo estaba.


-Venga va, te creo. Si tampoco creo que crezca mucho más.


-Quieres verlo?


-Ya que estamos…


-Pero… ayúdame o algo, no crees?- Se fue acercando a mí mientras se iba masturbando el glande con 3 dedos.


-Hahaha sí hombre, si tú solito te apañas muy bien!


Joel rechistó por lo bajini, pero el tío seguía a lo suyo y, efectivamente, eso empalmado era aún más grande si cabe.


-Lo ves?... Ya te he dicho que no miento…-Tenía la respiración acelerada y se le notaba muy cachondo.


-Vale, vale, confirmado 100%... Te toca a ti ahora, no?- yo estaba muy cachonda también, pero quería seguir jugando un poco más, a ver cómo reaccionaba.


-En serio?


-Sí, sí, va, guárdate eso que le vas a hacer daño a alguien.


Se sentó algo desilusionado, con el pantalón que le iba a reventar. Él seguía, disimuladamente, acariciándose la polla por encima del pantalón y no le regaba la sangre como para pensar en preguntas que hacerme.


-Uff… es que así no puedo.


-Bueno, pues vamos a dormir ya, no?


Yo estas cosas las hago para ver un poco la reacción de la gente, así es más fácil detectar cuando alguien es un capullo o no.


-Qué? Bueno, qué remedio… me vas a dejar una manta ni que sea?- Premio.


-A ver, no es que sea mal sofá, pero si quieres puedes venir a dormir conmigo.


No hizo ningún gesto, ya que imagino que no quería cagarla o hacer algo fuera de lugar, así que fuimos a mi habitación.


-Toma, te dejo este pantalón corto que es de un amigo, y de arriba pues no sé si tengo algo que te vaya bien.


Joel cogió la ropa que le di e hizo un gesto como para salir del cuarto para cambiarse.


-Te acabo de ver empalmado? En serio vas a salir?- Le dije de espaldas a él, mientras me quitaba el vestido.


-Ah, bueno, no sabía…


Se quedó muy callado. Me tapé las tetas con un brazo y me giré hacia él.


-Va, cámbiate.


Me quedé mirando cómo se quitaba la ropa, y con la mano libre empecé a masturbarme por encima de mi culotte. Cuando se iba a poner el pantalón le paré.


-No… sigue con lo que estabas haciendo antes…


Joel se volvió a sacar su enorme polla, ahora sí totalmente empalmada y se empezó a masturbar lentamente.


-Va… déjame verte bien…


Sonreí, y sin dejar de masturbarme, fuí quitando poco a poco la mano de una de mis tetas mientras me pellizcaba un poco el pezón, y seguí el camino con mi brazo hasta dejar las dos al descubierto.


-Uffff.


Sin soltar su polla, vino directamente hacia mis tetas y empezó a chupármelas mientras con la otra mano me agarraba del culo.


Yo solté un ligero gemido e hizo que se encendiera aún más. Me agarró con las dos manos ,apretó mi cuerpo contra el suyo y pude notar esa polla durísima contra mi barriga. Ahí ya me descontrolé yo también, dejé de masturbarme para empezar a hacerlo con él utilizando las dos manos, en ese punto estaba deseando notarlo dentro, pero sinceramente no sabía cómo eso iba a poder entrar sin destrozarme viva.


-Uffff no puedo más… métemela, pero ten cuidado…


-Sí, sí… claro… tienes un cond…


-Métemela!! (mal, usad condón gente)


Me puse de espaldas a él contra la cama, ofreciéndole mi coño, que en esos momentos estaba chorreando lo impensable.


Al ver lo predispuesta que estaba, Joel no se lo pensó ni un momento. Agarró la base de su polla y poco a poco la fue introduciendo en mí. Soy un poco estrecha (soy proporcional a mi tamaño) pero estaba muy mojada y un poco borracha, por lo que parecían no importar para nada las proporciones. Cuando ya vio hasta dónde podía meter, empezó a embestirme, no de forma suave, pero tampoco de forma bestia.


Yo estaba disfrutando lo más grande, aprovechaba la postura para masturbarme mientras él me follaba. Ponía la cabeza contra una almohada porque no quería despertar a nadie en casa, pero a esas alturas ya no tenía control y algo se me escapaba.


Él aceleraba poco a poco el ritmo, como perdiendo un poco el cuidado del principio, y no tardé mucho en tener mi primer orgasmo. Él lo notó, ya que me tiemblan mucho las piernas, y la sacó. Yo me tumbé boca arriba y pude ver como se masturbaba mientras me miraba… cómo me ponía eso!! Se puso encima de mí, con las rodillas a la altura de mi barriga.


-Uffff necesito hacer esto.


Puso su polla entre mis tetas. No tengo las tetas pequeñas, hago muy buenas cubanas a pollas de tamaño normal, pero eso era descomunal. Apreté mis tetas para que tuviera más fricción y aprovechando que llegaba, abrí la boca para que su glande entrara dentro.


Yo estaba encantada viendo como me follaban las tetas y a la vez la boca, no siempre se da algo así. Llevábamos un buen rato así y noté que cada vez se le aceleraba más la respiración.


-Oye no vayas a correrte ya que yo solo con una vez no tengo suficiente.


-Eh…? Hostia… pues estoy a punto… no me hagas parar ahora…


Yo estaba en una postura de la cuál no podía salir, así que solo me solté las tetas y le puse la mano en el pecho.


-Si seguro que acabo yo antes que tú.


Se levantó de encima, yo me puse a 4 patas y me la metió de golpe. Yo a esas alturas ya me daba igual todo y no tapaba mis gemidos. Él empezó a embestir cada vez más rápido mientras yo me masturbaba y gemía cada vez más y más alto.


-No aguanto… no aguanto más…


-Si, sí! Aguanta!- Esta vez era yo la que estaba embistiendo con mi cuerpo hacia el suyo.


Conseguí llegar a mi segundo orgasmo, más intenso que el primero y él, a la que notó que me corrí, fue a sacar su polla de dentro… No sin antes soltar un primer chorro de semen dentro de mí. Se masturbó sobre mis nalgas para seguir soltando descargas que llegarían desde mi culo hasta mi nuca, y unas últimas gotas que chorrearon por mis labios mientras notaba que salía el primer chorro que había quedado dentro de mí.


-Perdona… no me ha dado tiempo…


-Tranqui! Si ha sido culpa mía!


Nos tumbamos en la cama desnudos y empezamos a hablar otra vez de cosas sin sentido, que si esta serie, que si esta peli, y una media hora después procedimos a intentar dormir.


Yo soy la persona menos cariñosa del mundo, a mí eso de abracitos o mimos después del sexo me gusta 0. Me giré y le di las buenas noches.


Él se giró hacia mí (mi cama ocupaba casi toda la habitación, cabíamos bien) pero lo notaba inquieto. Moví el culo un poco para atrás para notar que estaba otra vez empalmado.


-Pero chico! Qué susto! Hahahaha


-Es que…


-Es que qué? Quieres más guerra? Yo estoy molida.


-Es que me he quedado con las ganas de correrme en tus tetas…


-Hahahaha pues dilo!


Me giré hacia él y empecé a masturbarle.


-Ahora no te cortes, cuando tengas ganas, acaba.


Me puse boca arriba y me apreté las tetas con los brazos mientras con una de las manos me masturbaba.


Él esta vez estaba de rodillas a mi lado, y me iba pasando la punta de su polla por los pezones… entre las tetas… la llevaba a mi boca… No pasaron ni 5 minutos

..


-Ya… ya!


Unos chorros de semen, esta vez sin tanta presión, fueron a parar a mis tetas. Aprovechando la situación, dejó caer 2 o 3 chorros en mi cara.


-Espera… no te muevas…-le dije mientras yo seguía a lo mío.


Me introduje la punta en la boca y aceleré mi ritmo hasta que a los pocos segundos yo también me corrí.


Ahora sí, nos limpiamos y nos quedamos dormidos.


_______________________

Espero vuestras reacciones y opiniones! Un saludo a todos!!!
Mmmm que rico, qué morbo de situación y los otros 2 medio muertos jeje
 
Joder. Perdona, no sé que he dicho tan grave. A mi también me pone ver como se masturban para mi y yo para ellas. Simplemente me he puesto en situación. Lo siento si te ha incomodado mi comentario.

Donde no hay, no hay... Unga, unga.

No le incómodas. Simplemente es un comentario de mal gusto, improcedente, inútil e inservible.

Tampoco voy a perder tiempo explicándote. Pues ya lo dice el refranero tradicional patrio: quod natura non dat, Salmantina non praestra.
 
Donde no hay, no hay... Unga, unga.

No le incómodas. Simplemente es un comentario de mal gusto, improcedente, inútil e inservible.

Tampoco voy a perder tiempo explicándote. Pues ya lo dice el refranero tradicional patrio: quod natura non dat, Salmantina non praestra.
Muy bien romeo salvador, ni me conoces para juzgarme así pero ok no soy bien recibido aquí
 
Ala ya me he puesto al dia. Destilas un morbo increïble. Me gusta porque eres muy detallista en tus descripciones pero solo en las que importan para la historia. Además tu toque personal de ir dando tus impresiones, opiniones y sentimientos sobre las cosas que vas narrando me encanta.

Bueno aquí espero las próxima entregas con muchas ganas ☺️
 
Casi un mes llevaba sin visitar tu hilo, Sofía. ¡Qué buena sorpresa! He reconocido todo el ambientillo de local de ensayo (yo no ensayaba porque tengo orejas de madera, pero otros amigos más virtuosos -o no-, sí), sofás costrosos, melenudos porreros, grupos de colegas que parecen el elenco de una serie de dibujos animados, largas tardes que se convierten en largas noches entre cerves y risas...
Lo he reconocido todo menos lo de la amiga que se baja las bragas de repente, casi dando susto, y se pone a hacerse dedos unilateralmente. Nos habríamos llevado bien, creo.

En serio, gran relato, aunque tenga menos sexo anal que el de la playa.

Ah, ¿alguien me explica lo del baptisterio romano del siglo I? ¿Con marionetas, porfa?
 
Hola, buenos días.

No me había dado por entrar en este hilo nunca, pero ayer lo hice y comprobé que me estaba perdiendo algo muy interesante.

Gracias, Sofia, un placer leerte.

Saludos

Hotam
 
Ah, ¿alguien me explica lo del baptisterio romano del siglo I? ¿Con marionetas, porfa?
Hola, buenas noches.

Circula por la red un fragmento de un programa de televisión de hace unos años en el cual unas señoras muy "peculiares" hablaban de cierto baptisterio romano del siglo I. Lo puedes encontrar fácilmente en cierta plataforma de vídeos buscando esas palabras exactas, ya tu sabes, la del logotipo rojo con un triangulito blanco. Está en más sitios, pero vamos, que si tienes curiosidad, ahí lo encuentras fijo.

Saludos

Hotam.

PD. ¿Creéis en las casualidades? Ayer vi este post y dije, luego contesto. Acabo de oír en un podcast que estoy escuchando que hablaban de lo mismo... y me he acordado.
 
Muy buenas!

Ya me he podido quitar de encima la mayoría de restos de faena que me quedaba y he podido sacar un par de huecos para poder seguir con la escritura.

Antes de empezar a leer, tened en cuenta que lo que explico aquí son vivencias, por lo que no todo van a ser tríos u orgías, sé que siempre me pongo pesada con lo mismo, pero espero que no consideréis esto una bajada de listón.

Dicho esto, allá vamos!

_________________________________________________________________________________________________________________________________________

No tuve que darle muchas vueltas a su propuesta, la verdad. Siempre me ha gustado cantar, el metal y la idea de tener un grupo me parece… Como dijo cierta señora (que en paz descanse), “a quién no le va a gustaaar?”.

Al día siguiente llamé a Marcos para ver cómo organizábamos todo.

Marcos: Me tienes en vilo!

Sofía: Si ya me conoces, a mí todo lo que sea hacer el mono… Me apunto!

Marcos: Vamos ahí! Te va a encantar, lo vamos a pasar genial!

Sofía: Y bueno, no tengo que hacer algún tipo de prueba o algo?

Marcos: Te paso la lista de las canciones que tenemos y vemos en el primer ensayo la semana que viene. Pero tú tranqui, si seguro que la mitad ya te las sabes.

Sofía: Y dónde vamos a ensayar?

Marcos: Tenemos alquilado un local que, como pagamos entre todos, sale por una miseria por cabeza. Es la hostia, tenemos un cuarto con un sofá, tele, consola, nevera…

Sofía: Hahahahaha pero ahí vais a ensayar o a pegaros la fiesta?

Marcos: Pues un poco de cada, no te voy a mentir.

Sofía: Entonces pasa tú a buscarme, así puedo beber tranquila.

Marcos: Nos vemos el viernes entonces!

Marcos me pasó la lista de las canciones y vamos, el súmmum de la originalidad. Que si Highway to Hell, que si The Final Countdown, que si Crazy Train… Y efectivamente, me las sabía casi todas (y no es por echarme flores, pero Highway to Hell me queda espectacular).

Me pasé toda la semana torturando a mis compañeros de piso con mis ensayos, cantando por cada rincón de la casa y viniéndome arribísima imaginándome dándolo todo encima de un escenario, cosa que, a día de hoy, sigo haciendo, para qué mentir.

Llegó el día del ensayo y yo estaba atacada de los nervios. Puede que no lo parezca, pero soy bastante cagona y catastrofista. Pienso que todo me va a salir mal, que la voy a cagar de alguna manera o que para qué quieren contar conmigo si cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Cosas de primero de ansiedad, vamos.

La espera a que llegara Marcos se me hizo eterna, bajé a esperarlo a la calle porque se me comían las paredes de la casa. Menos mal que es una persona puntual y un par de minutos antes de la hora de quedada ya se presentó con su Ford Focus “blanco” (tenía más roña que el teclado de un jugador de LOL) y con su típico outfit de bermudas + camiseta de grupo de música.

Sofía: Epa.

Marcos: Hija mía, estás tiesa como un palo, todo bien?

Sofía: Sí… no… no sé, estoy que voy a echar el hígado por la boca de los nervios, he estado a esto de llamarte para que no vinieras.

Marcos: Pero tranquila, mujer, que no son las pruebas para entrar a Metallica, somos un grupo de colegas que tocamos para pasárnoslo bien, y qué coño, que te he escuchado cantar haciendo el mongolo y lo haces de puta madre, verás cómo va todo bien.

Sofía: Ya, pero no sé, lo paso mal con estas cosas. Pero tranqui, que esto a la que me tome un par de birras se me pasa.

Marcos: hahahahaha nunca decepcionas tú.

No tardamos ni 10 minutos en llegar al sitio. Era una zona apartada con una verja grande que lo rodeaba. Marcos sacó un mandito y abrió la puerta de la verja desde el coche. Tecnología punta, señores.

Era un recinto enorme, la verdad. Había dos pequeños edificios, con dos locales habilitados en cada uno, una garita con un vigilante, un par de canastas, una barbacoa… La verdad es que fue ver el ambiente y se me pasaron un poco los nervios.

Fuera de uno de los recintos había un grupito de chavales haciendo una piti-pausa, charlando entre risas con el vigilante del recinto. Se respiraba buen rollo.

Sofía: Son esos?

Marcos: No, ansias, no, los nuestros están esperando dentro. Solo venimos dos grupos a ensayar, los otros locales los tienen alquilados como trasteros, así que solemos estar nosotros solos por aquí. Igualmente, hay buen rollo con los de la otra banda, son muy majetes.

Bajamos del coche, Marcos cogió su guitarra del asiento de atrás y nos fuimos para adentro. El corazón se me iba a salir del pecho, por mi cabeza solo pasaban pensamientos intrusivos y me estaba hasta mareando.

Marcos: Chica, estás blanca, quieres que nos sentemos un rato?

Sofía: Nonononono, terapia de choque, vamos dentro y una vez empiece a hablar se me irá todo, de verdad.

Entramos al local y todo estaba tal y cómo me imaginaba. Una luz tenue pero que iluminaba lo suficiente, una batería montada, cervezas encima de amplificadores, un cenicero en un taburete lleno hasta arriba de colillas, todo lleno de posters de bandas y un sofá roñoso en una de las paredes.

Había dos puertas, una daba a un cuarto de baño que tenía hasta una ducha, y la otra, que fue por dónde empezaron a salir los demás integrantes al oírnos llegar, daba a la sala de descanso.

A parte de Marcos, que ya le conocéis, y de mí, obvio, el resto de la banda estaba formado por 4 personas más:

Carles, el otro guitarra a parte de Marcos. Un tipo imponente, la verdad, cerca de los 30. Alto, bastante orondo, con la cabeza afeitada, una barba castaña que le tapaba todo el cuello y los brazos petados de tatuajes. Típica estética de motero, con muñequeras de cuero, ropa negra… Un estilo Kerry King, pero con cara de bonachón y con un acento catalán cerrado que me hacía mucha gracia.

Fran, el teclado/piano. Todo lo opuesto a Carles. Un chico no mucho más alto que yo, delgadito, con los rasgos muy finos y con una larga melena entre rubia y castaña que le llegaba a media espalda. Casi siempre vestía camisas oscuras y, aunque hiciera 40º a la sombra, iba con un tejano largo. Parecía un duende sacado de alguna película de fantasía, siempre hablaba con un tono muy dulce y era muy agradable. Tenía la edad de Carles, pero parecía mucho más joven.

Nadia, la bajista. Una chica bastante alta que parecía sacada de un videoclip de algún grupo de metal. Pese a tener los ojos marrones, al ser tan blanquita y estar teñida de pelirroja, tenía una belleza nórdica que te embaucaba. Tenía el típico peinado de flequillo recto y liso con el resto del pelo ondulado no muy por debajo de los hombros. Una chica MUY atractiva, para ser sincera. Da la impresión de que es una persona seria, pero es muy divertida y amigable.

Y por último, Aarón, el batería. Un chico que, a simple vista, no parece estar dentro del mundillo ni del metal, ni de la música, pero que es un enfermo obsesivo en ambos sentidos. Vive por y para la música. Creo que entraría dentro de la categoría de “normal”. No era un chico feo, pero tampoco llamaba la atención por guapo. No era alto, pero tampoco se podía considerar bajito. No era flacucho, pero tampoco estaba pasado de peso. Eso sí, era un cielo. Siempre estaba de buen humor, siempre ponía una puntillita a todo y te acababas partiendo de risa con él. Eso siempre gusta.

Una vez analizados todos, nos presentamos. Fueron todos encantadores, consiguieron que se me pasaran un poco los nervios y me hizo sentir, como dijo Marcos, entre colegas.

Carles: Nosotros lo tenemos todo listo, quieres que empecemos ya? Prefieres tomarte algo primero? Quieres ver primero qué tal lo hacemos?

Sofía: Lo de tomarme algo… Me han chivado por aquí que tenéis cerveza.

Nadia: Esta es de las mías! Ahora te traigo una.

Nadia me trajo un quinto (botellín creo que lo llamáis más allá del muro) bien fresquito que me bebí de un trago, dejando mis nervios medio moribundos.

Marcos: Os iréis acostumbrando…

Aarón: No, si nos lo vamos a pasar bien hahahaha

Sofía: Wah, qué fresquita! Bien! Dónde me pongo?

Nos pusimos todos manos a la obra, y tras unos pequeños ajustes que le hizo Marcos al micro para que se me oyera bien, empezamos tocando Highway to Hell a petición mía. Sí, me quería lucir, y vaya si me lucí.

Carles: Bueno, pues parece que ya tenemos cantante!

Sofía: De verdad!?

Nadia: Joder! Y tanto!

Fran: Bienvenida a bordo!

Tocamos las 3 o 4 canciones que hasta ese momento me sabía, y decidimos terminar el ensayo por ese día.

Al terminar, entre la euforia y que era viernes, pasamos todos al cuarto de descanso a escuchar música y tomar unas cervezas. Estuvimos un buen rato, hasta que Nadia, Fran y Carles se levantaron.

Nadia: Bueno, tengo que llevar a estos parásitos a sus casas, pero nos vemos la semana que viene.

Sofía: Jooo! Bueno, si nos vamos a acabar viendo hasta en la sopa hahahahah Un placer!

Carles: Igualmente Sofi! Nos vemos!

Fran: Hasta otra!

Se marcharon, y en cuanto Marcos vio que se cerró la verja del recinto, sacó su arsenal de la riñonera y se hizo un porro por el que si soplabas, aparecían las tropas de Gondor. Tremendo bicho.

Marcos: Es que Fran no me deja fumar estando él aquí, que si llega oliendo a porro su madre le echa bronca.

Sofía: Hahahahah estás de coña, no? Pero si tiene casi 30 palos!

Aaron: Ya, hija, ya. Pero así es nuestro Fran. Se le coge cariño, pero se ha quedado en los 15 años

Estuvimos un rato viendo videoclips, vídeos de conciertos, vídeos chorras etc mientras nos fumábamos eso y poco a poco estábamos los 3 cada vez más apalancados. Una vez terminado el porro, pusimos la típica peli para fumados para acompañar el apalanque y disfrutar de nuestra fumada.

Aarón estaba en un lado del sofá, yo en el medio y Marcos en el otro lado. Íbamos comentando la peli, diciendo gilipolleces, riéndonos… vamos, lo típico que se hace en esas situaciones, hasta que tuvimos la primera baja.

Marcos: Hostia Aarón, ese se parece un huevo a tu primo!

Aarón:

Marcos: Aarón?

Aarón respondió con un ronquido típico de un oso polar fumador de ducados y a Marcos y a mí nos dio la risa tonta.

Sofía: Hahahahahaha hostia, qué poco aguante que tiene, no?

Marcos: Este? Fumando sí, es fumarse uno y cae rendido, yo la mayoría de veces lo dejo aquí porque no hay manera de despertarle.

Ya no había ni rastro de los nervios que me acompañaban antes del ensayo, había estado conociendo a gente muy guay y lo más importante, había estado haciendo una de las cosas que más me gustan en el mundo, que es cantar (os pensabais que iba a decir beber, eh, malditos?). Así que, una vez pasado todo eso, y viendo la situación en la que estaba, decidí probar a jugar un poco, a ver si había algo de suerte.

Llevé la mano al paquete de Marcos y apreté con suavidad.

Marcos: Tía… qué haces?

Sofía: Que ya se me han pasado los nervios…

Le seguí sobando un poco más el paquete, que ya se estaba empezando a notar más apretado.

Marcos: Pero que está Aarón sobando al lado, coño…

Sofía: Ah, paro entonces? Perdona.

Marcos: Tampoco he dicho eso…

Sofía: No, no, no, paro, paro.

Yo y mis formas de entretenerme.

Marcos: Vamos al coche si quieres…

Se iba sobando el paquete por encima mientras resoplaba.

Sofía: Uy no, yo es que estoy muy cómoda aquí.

Marcos: Uf… no cambias tú…

Seguimos viendo la peli. Marcos estaba cada vez más inquieto, y seguía sobándose el paquete por encima a la vez que me soltaba algún “uff” y se echaba a reír recordándome lo mala gente que soy.

Sofía: Uy, pues yo sí que me voy a apañar, creo.

Marcos: Qué dices tú aho…

Me bajé los pantalones y el culotte un palmo, acerqué la mesa que había, puse los pies encima y separé un poco las piernas. No es que estuviera excesivamente cachonda, pero la situación y ver a Marcos tan nervioso me parecía muy divertido.

Me llevé la mano entre las piernas y me empecé a masturbar despacito, que tampoco era plan de que el otro se despertara (que si lo hacía me daba igual, pero tampoco quería causar esa primera impresión).

Marcos: Tía, estás de la olla… y si se despierta?

Sofía: Oye… pues eso que se lleva… Siempre podemos decir que iba muy pedo, que eran imaginaciones suyas…

Marcos: Uff… ven aquí…

Marcos acercó la mano a mi coño y se la aparté con la que tenía libre.

Sofía: No, no, que tú has dicho que no querías.

Marcos: No, si la culpa es mía…

Decidí ponerle más picante al asunto y me levanté la camiseta justo por encima de las tetas, dejándolas al aire. Ahora sí que ya iba salida como el pico de una plancha y me estaba empezando a notar más y más mojada.

Marcos no perdía detalle, hacía intentos de acercar su mano tanto a mis tetas como a mi coño, pero él mismo sabía por mi cara que no iba a dejar que me hiciera nada.

Marcos: Joder… qué morbo me das… no puedo más…

Se desabrochó el pantalón y se sacó su enorme polla por el agujero del calzoncillo. Sin perder detalle de lo que yo estaba haciendo, cogió la base de su polla con una mano mientras con la otra se pajeaba a una velocidad moderada. Ni despacio, para no alargarlo de más, ni deprisa, para aprovechar el momento.

Sofía: No… no decías que… con tu amigo al lado… nada?

Marcos: Ya, pero estás tarada, y es un tipo de taradura que por algún motivo que todavía no sé, se contagia…

Sofía: Te vas a tener que correr rápido… o este nos pilla…

Marcos: Pues ayúdame…

Sofía: Bueno… te lo has ganado…

Me incliné para su lado, sin dejar de masturbarme se la cogí con una mano, escupí para que lubricara bien, y me la llevé a la boca.

Soy pesada con lo mismo, pero soy pequeña, muy pequeña, y con pollas grandes me cuesta un poco el rollo ese de metérmela entera en la boca, que toque garganta etc. Lo puedo hacer, pero no en esa postura ni mucho menos xD Igualmente, nunca he tenido quejas, más bien todo lo contrario.

Pajeaba rápido a Marcos mientras subía y bajaba la cabeza con su polla en mi boca. Como quería esperar a llevarme su corrida antes de correrme yo, iba retrasando mi orgasmo, cambiando los ritmos en mis dedos, esperando el momento.

Si en ese momento Aarón se hubiera despertado, lo que hubiera visto hubiera sido un primer plano de mi culo y mi mano masturbando mi coño. Hubiera sido una pasada, pero por desgracia, no pasó.

Pasados unos pocos minutos, Marcos me dio unos toquecitos en el hombro, dando a entender que ya iba a correrse. Un caballero.

Solté su polla, la saqué de mi boca y dejé mi lengua en la punta de su glande para que él terminara a gusto. Y eso hizo. Con todo el silencio que se puede guardar en una situación así, Marcos empezó a correrse contra mi lengua y paladar, soltando unos chorros que por la gravedad caerían sobre él mismo, a la vez que yo frotaba mi clítoris para terminar solo unos segundos después, metiéndome su polla ya corrida de nuevo en la boca, para ahogar un poco cualquier gemido que se me hubiera podido escapar.

Marcos: Joder… qué pasada… nunca sabe uno por dónde vas a salir, chiquilla.

Sofía: Tampoco veo que te quejes mucho, la verdad.

Marcos: Para nada… Y oye, a ti te da igual que te vean o te pillen, o qué pasa?

Sofía: Si te soy sincera… Más que darme igual… Me pone. Tanto la idea de que me puedan pillar, como que me pillen. Me hubiera encantado que éste se hubiera despertado, pero qué se le va a hacer.

Marcos: Joder, qué extrema hahahahahha

Sofía: No lo sabes tú bien hahahahah Nos marchamos o qué?

Marcos: Vale, ya se despertará este en algún momento.

Aarón seguía roncando como un oso, Marcos y yo nos vestimos, nos fuimos para su coche y me dejó en la puerta de mi casa.


Me fui a dormir muy contenta, lo de cantar en un grupo, aunque fuera en plan amateur total, había sido un sueño desde bien pequeña y bueno, pensar en todas las maneras que tenía de jugar con toda esa gente nueva, también me ayudó a conciliar el sueño con una sonrisa de oreja a oreja.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________

Pues hasta aquí mi inicio en esta nueva etapa! Espero que os haya gustado aunque haya tenido menos chicha que las partes anteriores!

Ya me iréis diciendo qué os parece, estoy totalmente receptiva a críticas constructivas!!

Un saludo a todos!
Uuuuuuuaaaaauuu Sofía es el primer relato que leo tuyo y uuuuuuuuffff madre mía cómo me has puesto 🔥 🔥 🔥
Esta tan bien explicado que es difícil no ponerse a la piel de Marcos e imaginar estar en ese sofá...🔥🔥
 
Muy buenas!!

Pues ya terminé mis vacaciones... Me han cundido, así que no me voy a quejar, que encima en la recepción está una fresquita hahahaha

Sé que a algunos no os va a gustar esto... Voy a traer de vuelta el hilo que tenía en el foro anterior, pero lo voy a hacer de forma paulatina por si hay por aquí usuarios que no lo han leído. Imagino que es menos pesado ir leyendo post por post, que poner directamente un solo mensaje juntando todos los posts que tenía en mi hilo.

Sigo en mi época de 0 inspiración a la hora de escribir, no consigo que nada me convenza, y si yo no estoy cómoda escribiendo... Los resultados no serán muy buenos. Pero estoy convencida de que poco a poco me voy a ir animando!

Dicho esto os dejo con el primer micro-relato que escribí, espero que los que no lo hayáis leído lo disfrutéis igual que lo disfruté yo escribiéndolo! Y para los que ya lo hayáis leído... Siempre está bien recordar cosas! hahahhaha

Me presento de aquella manera, ya que tengo amigos que sé que frecuentan estos lares, así que me voy a presentar como Sofía. Soy de Catalunya (soy catalanoparlante, si meto alguna catalanada en algún texto pido perdón por adelantado), soy bajita, bastante bajita de hecho, no llego al 1,55 pero el universo me compensó con unas tetas muy bonitas y un culo muy buen puesto (el culo es un poco mérito mío también, que mi dinero me cuesta el gym). Soy muy blanquita de piel y mis ojos son oscuros, tengo el pelo liso un poco por encima de los hombros y mi color natural es castaño, aunque ahora mismo lo llevo negro. A la hora de vestir no tengo un estilo definido realmente, lo mismo un día llevo un vestidito corto de verano y al día siguiente me pongo la camiseta de los Hornets de mi compañero de piso.

No sé si se suelen hacer descripciones tan extensas, pero yo cuando leo un relato me gusta ponerme en situación y conocer al o a la protagonista del mismo, me ayuda a sumergirme más a la hora de leer.

Desde pequeña me he juntado siempre con chicos, he tenido el asombroso número total de 0 referentes femeninos en mi familia, y a la hora de hablar puedo resultar un poco brusca y poco delicada, vamos, lo que estaría bastante alejado del concepto mal aplicado de "femenina".

No me etiqueto en ninguna orientación sexual porque he tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres. Ahora, relaciones solamente físicas, nunca he tenido pareja a mis 33 años, no es algo que esté hecho para mí y si me vais conociendo entenderéis el por qué...

He tenido contacto con la sexualidad masculina desde bien jovencita, ya que mis amigos siempre me consideraron uno más de la pandilla y bueno, pues no tenían ningún tipo de pudor en hacer las cosas que hacen los chavales jovencitos cuando las hormonas florecen.

Soy muy exhibicionista y a la vez una voyeur de cuidado, por lo que las sesiones de masturbación conjunta son muy comunes con mis amigos, mi compañero de piso incluso con amigos suyos, y creo que la cosa que más me excita en este mundo es que se corran encima de mí.

Ahora que ya os tengo en situación (perdón por el muchotexto) comenzaré mi microrrelato:

Me había ido a estudiar un ciclo superior de forestal a un pueblo bastante alejado de la mano de Dios, por lo que me era más económico alquilar una habitación allí que comerme 2h y media de transporte público por la mañana y otras tantas por la tarde. Conseguí encontrar trabajo a media jornada en el único maldito súper del pueblo, y con la ayuda de mi padre no tuve problemas en pagar la habitación.
La habitación estaba en un piso bastante pequeño y antiguo, era de los abuelos de un compañero de clase y ahí vivíamos él (Gabri), yo y otro chico más (Joan). De Joan ni hablaremos porque lo único que hacía era molestar, pero Gabri sí me llamó la atención.
Era un chaval bastante alto (lo mismo no tanto, recordad que soy una hobbit), con el pelo corto, gafas y muy delgado recién entrado en los 18. Se pasaba el día encerrado en su cuarto y casi todo el rato que nos veíamos era en clase. No nos llevábamos ni mal ni bien al principio, simplemente convivíamos. Poco a poco fuimos haciendo más vida en el comedor y ahí es dónde ya vi mi oportunidad para satisfacer mis fetiches.
Yo por casa suelo ir muy dejada y cómoda, tengo una camiseta favorita de Iverson en su etapa en los Sixers, que bien uso solo con bragas (me va por las rodillas, es casi un vestido) o con algún pantaloncito corto y claro, al llevarla sin sujetador hace que de vez en cuando se vea algo más de la cuenta (sin llegar a verse una teta entera, pero sí bastante carne). Yo iba notando como se le iban los ojos, o como se ponía nervioso si me acercaba a él o algo, así que me dije "ésta es la mía".

Una tarde, estando los dos en el sofá cada uno a su bola, decidí provocar un "descuido". Me incorporé a coger el mando de la tele, y muy sutilmente con el otro brazo me moví la camiseta dejando mi teta derecha al aire al volver al sofá. La jugada salió mal, porque él ni se enteró, así que tiré de sutileza e hice como que me la tapaba mientras le dije:

- Anda que dices nada! Yo con la teta fuera y tú sin avisarme!

Su color de cara cambió a rojo fosforito y me dijo medio tembloroso:

- N...no me había fijado, perdona.

- Jajajaja que no pasa nada hombre! No me pidas perdón por eso! Total, solo es una teta.- le dije intentando relajarle.

- Bueno... ya, pero no sé... No estoy acostumbrado.

- Que no estás acostumbrado a qué?

- A que las chicas me hablen tan natural, bueno, a que me hablen directamente...

- Bueno pues conmigo te va a tocar acostumbrarte! Si eres muy buen chaval!

Me dio un poco de lástima porque realmente era muy buen chaval (a día de hoy somos buenos amigos), así que decidí animar un poco la tarde y seguí con mis "descuidos" a ver si conseguía algo. Seguimos viendo la tele y yo me senté de lado inclinada, haciendo que el panaloncito corto de pijama que tenía se subiera y me dejara a la vista casi todo el culotte. Yo iba notando como él miraba de reojo y seguía si cabe más nervioso que antes.

- Oye por qué estás tan tenso? Prefieres que me vaya a mi cuarto?

- No! No! Solo es lo que te he dicho, no estoy acostumbrado a ver a una chica así.

- Pero hombre! Jajaja que nunca has ido a la playa con alguna amiga o qué?

- P... pues no... Yo solo tengo amigos chicos.

- Nunca has visto a una chica desnuda? En vivo me refiero.

Se quedó callado. Me sentí mal porque no era una pregunta para ridiculizarle ni mucho menos, realmente estaba muy excitada por la situación y sentía muchísima curiosidad por saber qué era lo que despertaba en él.

- Oye Gabri, no quería molestarte con la pregunta, no iba con ningún tipo de burla ni nada.

- Ya, es que... me da vergüenza.

- Pues si te da vergüenza cambiamos de tema! No te preocupes!

- No, no... pues lo más cerca que he estado de ver una teta ha sido hace un momento y ni me he enterado...

Yo en ese momento ya tenía el culotte empapado. Tener la posibilidad de que las primeras tetas que viera, incluso que tocara, fueran las mías me tenía cachonda perdida y no iba a dejar pasar esa oportunidad.

- jajaja qué pasa? Que te has quedado con las ganas de vérmela o qué?

- Pues sí, para que te voy a mentir...

Mientras íbamos hablando él no quitaba la vista del frente y estaba tieso como un palo. Yo notaba como su respiración era cada vez más acelerada por la dirección de la conversación, así que aproveché el momento.

- Gabri

Cuando se giró yo me levanté la camiseta y dejé ver mis tetas, redondas y blanquitas como la nieve. Él se quedó mudo, hizo un gesto como para acercarse a tocarlas y entonces me bajé la camiseta.

- No tan rápido, ya habrá tiempo.

Dicho eso me levanté, me fui a mi cuarto y me masturbé pensando en aquel virgen pajeándose con la imagen de mis tetas.

_____________________________


Pues hasta aquí la primera de las partes! Como soy una vaga he copiado hasta la descripción que di hahahaha solo he cambiado el color de pelo... que ahora lo llevo negro. Lo dicho, espero que lo hayáis disfrutado! Nos vemos por aquí!
Madre mía como se debió de poner de cachondo Gabri ☺️☺️😏😏
Aunque ahora mismo hasta me ha dado envidia Gabri por las vistas que tuvo 😜
 
Buenas!


Pues os voy a dejar por aquí la tercera parte, espero que la disfrutéis!!


De momento llevo solo dos anécdotas personales, pero ya habréis ido deduciendo por dónde van a ir los tiros con las cosas que os cuente. Claro que disfruto de un polvo, ya sea con un hombre o con una mujer, eso es obvio, pero hablar sobre eso (hablaré, no os preocupéis que también habrán anécdotas así🤣) es algo como muy convencional para mí. Que una chica y un chico estén solos en un comedor viendo la tele y eso acabe en folleteo, hace que, en mi opinión, se pierda un poco ese factor "sorpresa" o erótico de la situación, por eso me gusta provocar situaciones que hacen que eso acabe en otra cosa, también sexual, pero dándole ese toque morboso que a mí tanto me gusta y me hace disfrutar. (La que lío para decir que me pone más masturbarme mientras me miran que follar🤣).


Bueno, soltada la turra, vamos a seguir con nuestro amigo Gabri. Nos plantamos ante un chico que había pasado de tener relación casi nula con las mujeres, a haber visto sus primeras tetas y haberse corrido encima de una chica sin ni siquiera haber tocado una teta. Cuesta abajo y sin frenos.


Gabri llevaba toda la semana siguiente bastante esquivo y distante conmigo. En aquel momento me imaginaba que quizás sería porque fui un poco brusca con alguien con 0 experiencia en el ámbito sexual, así que esperé al viernes, que Joan solía salir y no volver hasta el domingo, para intentar hablar con él.


Llegué el viernes de trabajar y el panorama era el de siempre. Gabri cenando, Joan preparándose para marcharse y yo deseando ponerme cómoda después de todo el día fuera de casa.


Mientras estaba poniéndome mi súper pijama (esta vez sin pantaloncito, porque soy un desastre como adulta y no tenía ninguno limpio), escuché como Joan se marchaba y Gabri entraba en su cuarto. ¿Qué podía hacer? Tampoco quería incomodarle o invadir su intimidad, pero me sentía mal por él, así que me dirigí a su puerta y llamé.


-Gabri, podemos hablar un momento?


-eh? S… Sí, sí, claro, pasa.


Tenía la habitación bastante ordenada para ser un chaval de 18 años. Su habitación era la más grande del piso (obvio, el piso era de sus abuelos) pero aún y así era un cuarto pequeño. La diferencia con las otras era que en esa, a parte de la cama y un armario, había hueco para un pequeño escritorio con un ordenador de mesa. Tenía una cama individual pegada a una pared, una estantería con libros y figuras encima de ésta, un pequeño armario de puerta corredera (con otro tipo de puertas no cabes🤣), un escritorio con el tamaño justo para una pantalla, un teclado y un ratón, y otra estantería con más libros encima. Él estaba sentado en la típica silla vieja de escritorio, de esas circulares con respaldo enano y estaba a lo suyo en el PC. Yo me senté en su cama a lo indio, como no llevaba pantalón y aprovechando que soy una Hobbit y todo me va grande, pues ponía la camiseta de forma que no se notara que solo llevaba el culotte debajo.


-¿Qué tal? ¿Qué haces?- intentaba tener una conversación normal, ya que en el momento que me senté en su cama ya noté que se ponía tenso.


-N…nada, aquí, que me iba a poner una peli o algo.


-¿Hoy no juegas con tus amigos?


-Nah, hoy vamos cada uno a lo nuestro.


-Ahm, pues oye mira, viernes de relax.


-Pues sí… Oye, de qué me querías hablar?


-Pues te noto bastante esquivo desde lo del viernes pasado, la verdad. Hice algo que te molestara?


-N… nono! Bueno, sí que tiene que ver con lo del viernes, pero no me molestaste, todo lo contrario.


-Entonces qué te pasa?


-B…bueno… me da bastante vergüenza… No llegaste casi a tocarme y acabé… Encima te puse perdida… Era la primera vez que me tocaba una chica y vaya show lié…


-hahahahahaha en serio llevas una semana casi sin mirarme por eso??


-Pu…pues sí…


-hahahahahaha y no se te ocurrió en algún momento hablarlo conmigo?


-Me daba vergüenza…


-Gabri ya te lo dije, estuvo genial. Hay gente que tiene gustos para todo. Yo en ese momento quería eso, me vino hasta bien que acabaras tan rápido. Ya irás controlando eso, no te preocupes!


Puso cara de incredulidad, el pobre tenía 7474747474 preguntas rondando su cabeza, pero la vergüenza no le dejaba actuar. Yo seguí intentando hacerle ver que no era para tanto, que fue una experiencia muy divertida y placentera para mí.


-P… pero a ti entonces… te gusta eso?


-A qué te refieres con "eso"?


-A que te miren y esas cosas…


-Pues sí, me gusta mucho que me miren y mirar también. Te parece raro, verdad?


-S…sí… no sé… Yo como no tengo experiencia en este tipo de cosas, pues…


-hahahaha ya, te entiendo perfectamente. Tú no te cortes y pregúntame todo lo que quieras.


Lo veía más tranquilo. También notaba que el ambiente era mucho más cómodo y ya podía empezar a fijarme en como se le iban los ojos a mis piernas, esperando que la camiseta se me levantara un poco más de la cuenta, cosa que obviamente tenía controlada en todo momento.


-Y… estas cosas las haces habitualmente?


-hahahahah míralo! Cómo se va soltando! Ahora no tanto, porque esto suelo hacerlo con mis amigos y claro, al estar lejos de casa pues nos vemos mucho menos.


-Pero no folláis? Solo os masturbáis?


-Hay veces que sí y veces que no. A veces el cuerpo pide unas cosas. Lo bueno es que nos respetamos los unos a los otros, nunca me han hecho nada que no quisiera que me hicieran, por eso somos amigos, claro.


-Se me sigue haciendo muy raro…


-mmmm Tú cuando te masturbas, ves porno, verdad? Pues imagínate que es como el porno, pero en vivo. Por ponerte un ejemplo fácil.


-Y… ya… pero encontrar a alguien con quién poder hacer eso…


-Bueno, es como todo en la vida. Al final acabas encontrando a gente con gustos como los tuyos, pues con esto pasa igual.


-...


-Qué?


-T… tú…? Nada, déjalo.- ya me olía por dónde iban a ir los tiros y yo me estaba empezando a mojar.


-No, no, di! Que estamos teniendo una charla muy productiva.


-Que si… tú harías esas cosas… Conmigo?


-hahahahahahah hombre, el viernes pasado ya lo hicimos, no?


-... Eso es un sí?- el pobre estaba rojo como un tomate, iba a explotar de los nervios.


-Claro bobo! Mientras tengas claro que solo vamos a ser amigos con este tipo de beneficios, sin problema! Si yo con esto disfruto una barbaridad!


-S…sísí!- Gabri asentía y sus ojos se abrían como platos- y… yo también te puedo pedir cosas?


Era para verlo. El chaval parecía un niño con una sobredosis de cafeína. Me sentía un poco mal por él, por cómo se había sentido durante toda la semana, así que no iba a ponerle pegas.


-hahahahaha claro, tú pide!


Gabri resopló, se notaba que ya estaba cachondo y me miró de arriba a abajo (tampoco había mucho por recorrer😝).


-P… pues nunca he tocado unas tetas…


Sin pensármelo ni un segundo, me quité la camiseta y me quedé solo en culotte sentada en su cama. Él, como las otras veces, se quedó boquiabierto y no supo cómo reaccionar. Yo le cogí las manos, y con delicadeza las puse sobre mis tetas.


-Venga, todas tuyas.


Comenzó a tocármelas de forma suave, como si tuviera miedo de hacerme daño. Me iba acariciando los pezones con delicadeza y notaba cómo mi piel se erizaba y mi coño se mojaba cada vez más.


-A…así está bien?


-Sí… puedes apretar un poco más si quieres…


Empezó a apretármelas un poco más fuerte. Notaba como su respiración se aceleraba. En esos momentos yo estaba deseando tirarme a su pantalón y hacerle una paja hasta que me dejara perdida, pero probablemente volvería a tardar cero coma en correrse y yo quería jugar un rato más, así que hice lo propio conmigo. Empecé a hacerme un dedo por encima del culotte, y entre eso y sus manos tocando mis tetas empecé a soltar pequeños gemiditos.


-Uf…- el pobre no podía ni hablar. Se notaba un pequeño bulto sobre su pantalón de pijama.


-Tú no te vas a hacer nada?- le dije.


-eh? Ah… N…no, quiero disfrutar esto.


-Hay algo más que me quieras pedir ahora?


-Qui… quiero que te des la vuelta… y… te quites el culotte.


Me mordí el labio y sin ningún tipo de problema accedí a su petición. Me puse de pie de espaldas a él, me incliné y me bajé el culotte dejándole un primer plano de mi culo, y obviamente, de mi coño, que en esos momentos estaba empapado. No es por fardar, pero tengo un buen culo, respingón y redondito, ya que hago deporte desde los 10 años. Giré la cabeza y Gabri estaba con una mano sobre su pierna y con la otra frotándose la polla por encima del pantalón.


-Por qué no usas la otra mano para otra cosa?


Empezó a sobarme las nalgas con la mano libre y yo seguí masturbándome esta vez de espaldas a él. Mis gemidos empezaban a ser cada vez más altos y notaba que no estaba muy lejos de llegar al orgasmo.


-Gabri… méteme los dedos… estoy a punto…


Me metió dos dedos de forma muy torpona, pero estaba tan lubricada que no fue un problema para mí. Igual que me pasó a mí con él la semana anterior, solo con recibir un par de embestidas de su mano llegué al orgasmo. Mis orgasmos no son intensos, ni largos, pero sí llegan rápido y puedo tener varios en una misma sesión. Todo ventajas.


Me quedé con las piernas un poco temblorosas y Gabri paró en seco, tanto de tocarme a mí, como de tocarse él mismo.


-E… estás bien?- me dijo preocupado.


-ahahaha estoy genial! Lo que no entiendo es por qué has parado de hacer lo que hacías.- llevé mi mano al bulto de su pijama- Va, sigue, pero sácatela que yo estoy en pelotas y esto es muy injusto.


Se bajó los pantalones hasta los tobillos y empezó a masturbarse con un ritmo bastante frenético.


-Es que ya quieres terminar?


-Eh? Ah, no sé… como tú ya estás…


Me reí y me senté encima de él, dejando su polla entre mis nalgas. Empecé a moverme despacito y mientras llevaba mi mano derecha a mi coño, que ya estaba listo para otra sesión, con la mano izquierda llevaba una de las manos de Gabri a mis tetas. Trataba de moverme despacio porque no quería que la fiesta terminara, por lo menos no hasta que yo estuviera cerca de mi segundo orgasmo.


De Gabri solamente se oía su respiración, parecía concentrado en no correrse, pero ya empezaba a hacer ruidos que le delataban.


-Va… te dejo escoger… dónde quieres correrte?


-... qui… quiero que te pongas de rodillas… como en el porno…


Me levanté de encima de él y pude notar como tenía mi culo empapado de líquido preseminal. Sin dejar de tocarme, me puse de rodillas y me sobaba las tetas con la mano que tenía libre. Él se levantó y se empezó a masturbar apuntando hacia mí.


-D… de verdad que no te importa…?


-Ah… Calla y córrete…- dije mientras sacaba la lengua.


Al verme así aceleró mucho, pero mucho su ritmo. La otra vez, al llevar tanto tiempo sin evacuar, tuvo una corrida brutal, así que esta vez esperaba una pequeña descarga.


-Me corro… Me corro!


No podía estar más equivocada. Un primer chorro me llegó desde la barbilla hasta la frente, pero perdí la cuenta de los que vinieron después… Varios entraron directamente a mi boca, otros siguieron cayendo sobre mi cara, que luego me goteaban hasta las piernas o me resbalaban por el cuello hasta las tetas y cuando pensaba que ya había acabado, colocó la punta de su polla sobre mi labio para vaciar lo que le quedaba en mi boca. Hasta esa fecha, nunca había estado con nadie que eyaculara tal cantidad de semen. Sin quitarme ni una gota de encima, yo también aceleré mi ritmo para, a los pocos segundos, tener mi segundo orgasmo.


-Pe… perdón, siempre me sale mucho…


-hahahahaha ya veo, ya!- dije casi sin poder abrir los ojos- me pasas una toalla?


Me limpié la cara lo justo para poder abrir los ojos.


-Espero que ya te quede claro que yo con estas cosas estoy encantada!


-T… Te puedo pedir otra cosa más?


-A ver, dime.


-U…una foto…- lo dijo tan bajito que casi ni se le podía escuchar.


-Hahahahahaha una foto? Para qué? Para enseñársela a tus amigos? Recuerda que vamos a la misma clase.


-N…no no! Será para uso personal…


-Está bien pero me la hago yo.


Gabri me dejó una cámara digital que tenía (los móviles en aquella época tenían cámara pero no era la gran cosa) y yo busqué un ángulo en el que no saliera mi cara ni ningún tatuaje muy revelador que hiciera que se me reconociese, y saqué una foto de mi cuerpo cubierto de su corrida (A día de hoy no sé qué será de esa foto, ya le preguntaré cuando le vea).


Luego, como la otra vez, me di una ducha y me fui directa a dormir con una sonrisa de oreja a oreja!.


_____________________________


A finales de semana seguramente dejaré la siguiente parte! Espero vuestras respuestas!


Un saludo y buenas noches a todos!
Madre mía Sofía! Estás relatando un encuentro entre un humano con la diosa Eros.... Uuuuuuuuffff ojalá haber tenido una compañera de piso así 😅😏 🔥 🔥 🔥 :devilish: :devilish:
 
Buenas!!

Qué, cómo lleváis el PUTO VERANO? Yo estoy deseando darme un golpe en la cabeza y que cuando me despierte estemos acabando septiembre, porque de verdad que no puedo más con mi vida T_T.

Pido perdón a los que ya se conocen todo lo que estoy subiendo, os prometo que cuando ya tenga todo lo del otro foro aquí, seguiré con cosas nuevas... Paciencia por favor!

Sigo con la siguiente parte!


_________________________________________________________________________________________________________________


Pues las cosas con Gabri seguían igual, yo, quitando lo precoz que era, tenía 0 problemas y estaba encantada con nuestra situación masturbatoria, y según me contaba Gabri, él también lo estaba. Todos ganábamos. Por el tema del trabajo de clase Dani seguía viniendo bastante a casa y yo seguía con mis juegos provocativos. Nada destacable, por eso no entro en detalle. Me paseaba por el piso con mis mejores camisetas de tirantes, salía con una toalla muy corta de la ducha a mi cuarto, me inclinaba para hablar con ellos estando (como el 99% de mi día a día) sin sujetador… Dani parecía más espabilado de lo que era en realidad, a mí no me decía nada, pero gracias a las paredes de papel escuchaba como luego le decía a Gabri cosas como "es que como me pone", "no sé cómo puedes vivir tan tranquilo aquí si siempre va así". No olvidemos que tenían 18 y 19 años, y yo por aquella época tenía 23 e imagino que al ser algo mayor estaban un poco cohibidos.


Ya teníamos las vacaciones de invierno en clase, Joan había vuelto a casa de sus padres a pasarlas, Gabri iría a su casa para año nuevo y yo ese año me quedaría allí, porque mis hermanos se iban a Amsterdam y mi padre trabajaba. Una tarde, hablando con Gabri, le comenté de hacer una cena para Nochebuena con algunos compañeros.


-Oye Gabri, como es la casa de tus abuelos y eso prefiero comentarlo contigo… Ya que vamos a estar aquí para Nochebuena, por qué no comentas a los de clase si alguien más se queda por aquí? Podríamos hacer una cena o algo para celebrarla con gente.


-Pues lo había pensado… Pregunto a los de clase y nos organizamos.


Al día siguiente ya había tenido varias respuestas.


-Pues no vamos a ser muchos, pero sí que se han animado un par.


-Ah, suficientes, así podemos hacer más ruido. Quién vendrá?


-Dani- Bingo!! La suerte estaba de mi lado- y Joel.


-...


-Qué?


-Ah, no, nada, estupendo!


Joel era un tío que, de primeras, piensas "joder, me pone", pero luego… Se pasaba el día haciendo el tonto con su grupito y sus bromas siempre eran "polla esto" o "coño lo otro". Yo soy la primera que se ríe con bromas escatológicas, o que dibuja penes siempre que hay una superficie que lo permita, tampoco voy a ir de sofisticada del humor inglés aquí, pero tenía una actitud un poco cargante. Con los otros chicos se llevaba bastante bien, y con Gabri hacía buenas migas, así que no iba a ponerme tiquismiquis ya que era "su casa".


Llegó el 24. Al ser una cena de nochebuena, no iba a tener el poco detalle de ir con mis pintas de estar por casa para la cena. Me preparé el vestido que usé para fin de año el año anterior, y como tengo el superpoder de no engordar, todavía me servía. No os penséis que era algo extravagante o provocativo, era un vestido normal (pero me quedaba muy bien🤣). El vestido era negro, un poco ceñido, con un escote lo suficientemente grande para poder llevarlo sin sujetador sin acabar enseñando de más (a no ser que yo quisiera, otro superpoder) y algo corto para mi gusto, pero tampoco tenía que preocuparme de que se subiera de más o algo. Como no sé ir en tacones (ni sabré) llevaba unas sandalias negras la mar de bonitas con unas tiras cruzadas (estilo griego) y gracias al maravilloso YouTube pude usar más maquillaje a parte de la raya del ojo, y me pinté una sombra de ojos con un tono morado que iba a juego con mi pelo (negro con mechas moradas en aquella época) y un pintalabios con un ligero toque también morado.


-Uala Sofía, pareces otra!- dijo Gabriel al verme.


-Ehm… gracias? No sé si es un cumplido


-Hahahahaha claro que sí, estás muy guapa!


Gabri iba con una camisa blanca y un tejano, sencillo pero también muy guapete. Para la cena no nos matamos, hablamos de que cada uno llevara algo y luego compramos algo de picoteo, lo importante era saber si las 3 cajas de cervezas eran suficientes (bebo como si tuviera un hijo en la cárcel). Pasada la tarde, llegaron juntos Dani y Joel. El primero iba exactamente igual que Gabri, y encima se había cortado el pelo, 3 puntos menos para Dani. Joel iba bastante guapo, con un jersey de cuello alto algo apretado (estaba bastante fuerte) y unos tejanos oscuros. Abrí yo la puerta.


-Bienvenidos a nuestra humilde cueva!


-Si me vas a recibir así, vengo más a menudo!- Dijo Joel mirándome las tetas, ya que por ir sin sujetador se me marcaban un poco los pezones.


-Empezamos bien… Hola Dani!


-H… hola Sofía! Estás muy guapa!


-Gracias!


Intentaba coger confianza con Dani, pero se estaba convirtiendo en otro Gabri, y cuánto más hablaba con él, más nervioso se ponía. Nos pusimos en la mesa y pronto empezamos con las cervezas. Se notaba que Dani y Gabri no estaban hechos a la bebida, y a la que llevaban un par ya se les notaba más sueltos y achispaditos. Preparamos la mesa y colocamos todo lo que habían traído ellos y lo que habíamos preparado nosotros. Gabri y yo no nos matamos, compramos embutidos, aceitunas, algunos patés y un par de botes de espárragos blancos. Dani trajo unos huevos rellenos y Joel una tortilla de patatas.


-Bueno, que aproveche!!- Exclamé, como dando la señal de salida para empezar.


-Yo también he traído huevos rellenos!- dijo Joel en modo jocoso.


Gabri y Dani se echaron a reír y ya me veía el panorama de toda la noche, Joel soltando chistes de ese estilo y los otros dos partiéndose de risa, encima medio borrachos que ya iban. Yo no me iba a amargar y seguí a lo mío (beber birra, juas).

Joel seguía con sus bromas y cogió un espárrago blanco.


-Si fuera más gordo sería mi polla!


Gabri y Dani estaban rojos de la risa y yo, la verdad, estaba empezando a tener un poco de vergüenza ajena. Acabamos de cenar y nos pusimos a jugar al trivial y ahí fue dónde mis prejuicios me jugaron una mala pasada. Joel sabía un montón de cosas sobre todos los temas, ya fuera historia, biología, cine… y a medida que iba bebiendo, sus bromas eran algo más… irónicas. El Joel borracho me caía mucho mejor que el Joel sobrio, pero de lejos, era otra persona completamente distinta.


Después de una partida al trivial y otra al tabú, Dani fue al baño a vomitar por la papa que llevaba y Gabri lo acostó en la cama de Joan.


-Yo también me voy a ir a dormir… o acabaré igual que ese…


Y Gabri se marchó a su habitación. No eran ni las 2 de la mañana, tristísimo todo🤣.


-Si quieres puedes dormir en el sofá, no sé si vives muy lejos o no.


-Ya te vas a dormir tú también?


-Eh? Ah, no, pero viendo el panorama pensé que querrías irte.


-Si no voy ni la mitad de borracho de lo que pretendía! Sigamos bebiendo.


Estuvimos un largo rato hablando de todo, de tatuajes, de cine, de cómics, de videojuegos… Todo esto acompañado de muchas cervezas y de alguna mirada a mi escote o a mis piernas.


-Va… ahora te voy a hacer una pregunta y tú tienes que ser 100% sincera, y luego tú me la haces a mí y así hasta que uno de los dos muera.


-Hahahahahah ay dios, tenemos 16 años ahora o qué?


-Vaaaa que será divertido!


-Bueno va, a ver…


-Haces topless cuándo vas a la playa?


-Pffff vaya cosa más absurda de pregunta, pues claro!


-Va, te toca


-Has tenido novias que te hayan durado más de dos años?


-Vaya preguntita… que esto va de divertirse! No, no han pasado del año y medio.


-Hahahaha por qué será que no me sorprende!


-Hahahahaha maldita! Va me toca…


Seguimos un rato con preguntas irrelevantes de ese estilo, hasta que la cosa ya empezó a coger la dirección que él esperaba… y yo, para qué mentir.


-Esta seguro que la sé… te has follado a Gabri?


-Hahahahaha pues no! Listo!


-En serio?? No te creo!


-Eso ya son dos preguntas! Me vuelve a tocar… de verdad la tienes más gorda que el espárrago?-(eran espárragos bastante grandes, creedme🤣)


-Uh… Pues sí.


-Hahahaha Fantasma! Cómo sois algunos


-Que es verdad! Hahahaha qué te gusta picar


-Qué va, si ya se os ve venir a algunos, dime de qué presumes…


-Quieres verlo?- Él se pensaba que las cosas estaban a su favor, pero ya lo tenía dónde yo quería


-Va, valiente.


Joel se levantó, de desabrochó el pantalón y se la sacó por la raja del calzoncillo. Tremenda polla se gastaba el compañero, las había visto grandes, pero como esa no. Intenté no hacerme la sorprendida, pero mis ojos se tuvieron que abrir como platos, porque él puso cara de satisfacción total.


-Ves? No miento.


-No, no, ya veo, ya. Pero la conversación no ha sido tan tórrida como para que ya vayas medio empalmado.


Sabía de sobras que no estaba empalmado, pero como ya dije antes, las cosas estaban yendo como yo quería.


-Empalmado dice! Si está normal!- Joel se la cogía como para enseñarme que de verdad no lo estaba.


-Venga va, te creo. Si tampoco creo que crezca mucho más.


-Quieres verlo?


-Ya que estamos…


-Pero… ayúdame o algo, no crees?- Se fue acercando a mí mientras se iba masturbando el glande con 3 dedos.


-Hahaha sí hombre, si tú solito te apañas muy bien!


Joel rechistó por lo bajini, pero el tío seguía a lo suyo y, efectivamente, eso empalmado era aún más grande si cabe.


-Lo ves?... Ya te he dicho que no miento…-Tenía la respiración acelerada y se le notaba muy cachondo.


-Vale, vale, confirmado 100%... Te toca a ti ahora, no?- yo estaba muy cachonda también, pero quería seguir jugando un poco más, a ver cómo reaccionaba.


-En serio?


-Sí, sí, va, guárdate eso que le vas a hacer daño a alguien.


Se sentó algo desilusionado, con el pantalón que le iba a reventar. Él seguía, disimuladamente, acariciándose la polla por encima del pantalón y no le regaba la sangre como para pensar en preguntas que hacerme.


-Uff… es que así no puedo.


-Bueno, pues vamos a dormir ya, no?


Yo estas cosas las hago para ver un poco la reacción de la gente, así es más fácil detectar cuando alguien es un capullo o no.


-Qué? Bueno, qué remedio… me vas a dejar una manta ni que sea?- Premio.


-A ver, no es que sea mal sofá, pero si quieres puedes venir a dormir conmigo.


No hizo ningún gesto, ya que imagino que no quería cagarla o hacer algo fuera de lugar, así que fuimos a mi habitación.


-Toma, te dejo este pantalón corto que es de un amigo, y de arriba pues no sé si tengo algo que te vaya bien.


Joel cogió la ropa que le di e hizo un gesto como para salir del cuarto para cambiarse.


-Te acabo de ver empalmado? En serio vas a salir?- Le dije de espaldas a él, mientras me quitaba el vestido.


-Ah, bueno, no sabía…


Se quedó muy callado. Me tapé las tetas con un brazo y me giré hacia él.


-Va, cámbiate.


Me quedé mirando cómo se quitaba la ropa, y con la mano libre empecé a masturbarme por encima de mi culotte. Cuando se iba a poner el pantalón le paré.


-No… sigue con lo que estabas haciendo antes…


Joel se volvió a sacar su enorme polla, ahora sí totalmente empalmada y se empezó a masturbar lentamente.


-Va… déjame verte bien…


Sonreí, y sin dejar de masturbarme, fuí quitando poco a poco la mano de una de mis tetas mientras me pellizcaba un poco el pezón, y seguí el camino con mi brazo hasta dejar las dos al descubierto.


-Uffff.


Sin soltar su polla, vino directamente hacia mis tetas y empezó a chupármelas mientras con la otra mano me agarraba del culo.


Yo solté un ligero gemido e hizo que se encendiera aún más. Me agarró con las dos manos ,apretó mi cuerpo contra el suyo y pude notar esa polla durísima contra mi barriga. Ahí ya me descontrolé yo también, dejé de masturbarme para empezar a hacerlo con él utilizando las dos manos, en ese punto estaba deseando notarlo dentro, pero sinceramente no sabía cómo eso iba a poder entrar sin destrozarme viva.


-Uffff no puedo más… métemela, pero ten cuidado…


-Sí, sí… claro… tienes un cond…


-Métemela!! (mal, usad condón gente)


Me puse de espaldas a él contra la cama, ofreciéndole mi coño, que en esos momentos estaba chorreando lo impensable.


Al ver lo predispuesta que estaba, Joel no se lo pensó ni un momento. Agarró la base de su polla y poco a poco la fue introduciendo en mí. Soy un poco estrecha (soy proporcional a mi tamaño) pero estaba muy mojada y un poco borracha, por lo que parecían no importar para nada las proporciones. Cuando ya vio hasta dónde podía meter, empezó a embestirme, no de forma suave, pero tampoco de forma bestia.


Yo estaba disfrutando lo más grande, aprovechaba la postura para masturbarme mientras él me follaba. Ponía la cabeza contra una almohada porque no quería despertar a nadie en casa, pero a esas alturas ya no tenía control y algo se me escapaba.


Él aceleraba poco a poco el ritmo, como perdiendo un poco el cuidado del principio, y no tardé mucho en tener mi primer orgasmo. Él lo notó, ya que me tiemblan mucho las piernas, y la sacó. Yo me tumbé boca arriba y pude ver como se masturbaba mientras me miraba… cómo me ponía eso!! Se puso encima de mí, con las rodillas a la altura de mi barriga.


-Uffff necesito hacer esto.


Puso su polla entre mis tetas. No tengo las tetas pequeñas, hago muy buenas cubanas a pollas de tamaño normal, pero eso era descomunal. Apreté mis tetas para que tuviera más fricción y aprovechando que llegaba, abrí la boca para que su glande entrara dentro.


Yo estaba encantada viendo como me follaban las tetas y a la vez la boca, no siempre se da algo así. Llevábamos un buen rato así y noté que cada vez se le aceleraba más la respiración.


-Oye no vayas a correrte ya que yo solo con una vez no tengo suficiente.


-Eh…? Hostia… pues estoy a punto… no me hagas parar ahora…


Yo estaba en una postura de la cuál no podía salir, así que solo me solté las tetas y le puse la mano en el pecho.


-Si seguro que acabo yo antes que tú.


Se levantó de encima, yo me puse a 4 patas y me la metió de golpe. Yo a esas alturas ya me daba igual todo y no tapaba mis gemidos. Él empezó a embestir cada vez más rápido mientras yo me masturbaba y gemía cada vez más y más alto.


-No aguanto… no aguanto más…


-Si, sí! Aguanta!- Esta vez era yo la que estaba embistiendo con mi cuerpo hacia el suyo.


Conseguí llegar a mi segundo orgasmo, más intenso que el primero y él, a la que notó que me corrí, fue a sacar su polla de dentro… No sin antes soltar un primer chorro de semen dentro de mí. Se masturbó sobre mis nalgas para seguir soltando descargas que llegarían desde mi culo hasta mi nuca, y unas últimas gotas que chorrearon por mis labios mientras notaba que salía el primer chorro que había quedado dentro de mí.


-Perdona… no me ha dado tiempo…


-Tranqui! Si ha sido culpa mía!


Nos tumbamos en la cama desnudos y empezamos a hablar otra vez de cosas sin sentido, que si esta serie, que si esta peli, y una media hora después procedimos a intentar dormir.


Yo soy la persona menos cariñosa del mundo, a mí eso de abracitos o mimos después del sexo me gusta 0. Me giré y le di las buenas noches.


Él se giró hacia mí (mi cama ocupaba casi toda la habitación, cabíamos bien) pero lo notaba inquieto. Moví el culo un poco para atrás para notar que estaba otra vez empalmado.


-Pero chico! Qué susto! Hahahaha


-Es que…


-Es que qué? Quieres más guerra? Yo estoy molida.


-Es que me he quedado con las ganas de correrme en tus tetas…


-Hahahaha pues dilo!


Me giré hacia él y empecé a masturbarle.


-Ahora no te cortes, cuando tengas ganas, acaba.


Me puse boca arriba y me apreté las tetas con los brazos mientras con una de las manos me masturbaba.


Él esta vez estaba de rodillas a mi lado, y me iba pasando la punta de su polla por los pezones… entre las tetas… la llevaba a mi boca… No pasaron ni 5 minutos

..


-Ya… ya!


Unos chorros de semen, esta vez sin tanta presión, fueron a parar a mis tetas. Aprovechando la situación, dejó caer 2 o 3 chorros en mi cara.


-Espera… no te muevas…-le dije mientras yo seguía a lo mío.


Me introduje la punta en la boca y aceleré mi ritmo hasta que a los pocos segundos yo también me corrí.


Ahora sí, nos limpiamos y nos quedamos dormidos.


_______________________

Espero vuestras reacciones y opiniones! Un saludo a todos!!!
Uuuuuuuuffff Sofía!! Con las fotos de tu hilo ya se veía que no eras una chica normal...ahora se que cada vez que te doy los buenos días estoy enviando mensajes al Olimpo 😍😍😍 🔥 🔥 🔥 🔥
 
Hola, buenas noches.

Circula por la red un fragmento de un programa de televisión de hace unos años en el cual unas señoras muy "peculiares" hablaban de cierto baptisterio romano del siglo I. Lo puedes encontrar fácilmente en cierta plataforma de vídeos buscando esas palabras exactas, ya tu sabes, la del logotipo rojo con un triangulito blanco. Está en más sitios, pero vamos, que si tienes curiosidad, ahí lo encuentras fijo.

Saludos

Hotam.

PD. ¿Creéis en las casualidades? Ayer vi este post y dije, luego contesto. Acabo de oír en un podcast que estoy escuchando que hablaban de lo mismo... y me he acordado.
Lo acabo de ver. A-CO-JO-NAN-TE. Yo que entro por aquí a hacerme pajas y me llevo cada cosa... Me paso a un hilo de candados en la polla o algo, que la gente es más seria. :p
 
Muy buenas! Perdón por la espera, pero no ando muy inspirada últimamente y todo lo que escribo lo acabo borrando 3847583475683745345 veces. Tengo mucha presión (mía, por supuesto) en no bajar el listón y eso me pasa factura.


Pero fuera dramas, que aquí venimos a divertirnos! Os dejo con la continuación!

_________________________________________________________________________

Ya habían pasado un par de meses desde aquella prueba, y la verdad que estaba súper contenta y motivada con los ensayos. Pasamos de quedar un día a la semana a quedar dos y hasta 3 veces. Fuera de los ensayos, mi vida seguía igual. Iba a clase, luego al súper a trabajar, cuando podía me juntaba con Ginesta y con Marcos y de vez en cuando jugaba con algunos de mis conocidos “contactos”. Sí que había cogido el mal hábito de beber y fumar entre semana, pero bueno, las estrellas de rock somos así (equisdé, es una bromi).


Yo cada vez estaba más suelta y con más confianza con el resto de integrantes de la banda (no en el sentido que estáis pensando, guarros) y salvo alguna broma jocosa y alguna mirada a mis tetas (cosas de ir sin sujetador por la vida) no había pasado nada con ninguno/a de los compis. Me estaba comportando.


Esa semana, uno de los días que escogimos para el ensayo, fue el domingo por la mañana, así aprovechábamos el terreno que tenían allí, y ya que no hacía demasiado frío pese a ser Noviembre, podíamos hacer una mini-barbacoa o, como yo la llamo, barbacoa.


El plan era simple y atractivo, quedar sobre las 10, ensayar hasta las 12:30/13:00 y luego ya comer y lo que surgiera. Lo bueno de tener alquilado un local entero en un recinto así, es que no es algo que vaya por horas, y te puedes estar el tiempo que quieras cuando quieras, una maravilla, la verdad.


La noche del sábado al domingo fue movidita, pero no por mi parte. Ginesta vino a casa, como muchos sábados y, como muchos otros sábados desde su “encuentro” con Gabri, se acostaron juntos. Puede que haya sonado a celosa, pero ni mucho menos, casi siempre era espectadora en primera fila de sus cópulas, solo que soy humana y hay veces que me apetece descansar, y más cuando tengo un ensayo al día siguiente por la mañana.


A parte de levantarme cansada, porque Ginesta es mala de nacimiento, sabe que me flipa escucharla, y se dedicó a no cortarse un pelo y no dejarme dormir, estaba más salida que la proa del Titanic, precisamente por el mismo motivo que me causó el insomnio.


Me pegué una ducha de esas que desearías quedarte a vivir allí dentro para siempre, y me fui a vestir. Lo recuerdo como si fuera ayer, era pleno noviembre, era por la mañana, y estábamos a 15 grados, así que no me preocupé del frío y para la ocasión escogí unos pantalones de los Celtics (los he tenido que jubilar este año, un minuto de silencio por ellos, que me costaron 40 pavos), y por culpa de la calentura que llevaba encima, una camiseta de tirantes con la que no tuviera ningún tipo de problema si quería “jugar” a los descuidos. Me até las converse y bajé a esperar a Marcos, que el pobre parecía mi taxista personal.



Puntual como un reloj, ya me hacía aspavientos desde su asiento por mis 10 minutos de retraso.


Marcos: Tú siempre igual, eh?


Sofía: Mira, calla, que no he pegado ojo y voy con una marcha menos.


Marcos: Hahahahahahaha a saber qué habrás hecho, viciosa.


Marcos arrancó el coche y nos pusimos en marcha.


Sofía: Pues para tu sorpresa, yo nada, pero estos dos estuvieron dale que te pego hasta las tantas y no me pude dormir hasta que terminaron.


Marcos: Joder con el bueno de Gabri, ya me dirá cómo lo hace, que yo hasta la fecha aún no he conseguido quedar a solas con Ginesta.


Sofía: Oye que si os molesto no voy, eh? hahahahaha


Marcos: Hostia cómo vienes tú hoy hahahahah Ya sabes a lo que me refiero, mujer.


Sofía: Encima de estar ahí escuchándoles con el tracatraca, y la otra que ya sabes que es una escandalosa…


Marcos: Vamos, que vas cachonda perdida.


Sofía: Me voy a follar el freno de mano, Marcos.


Los dos nos echamos a reír a carcajadas. Me gustaba la confianza que tenía con gente como Marcos, esas bromas siempre escandalizan a más de uno y de una.


Marcos: Imagino que la camiseta esa que llevas tiene algo que ver con que vayas así de salida, no?


Con las luces de mi casa ni me di cuenta, cogí una de tirantes roja de esas básicas (entre la camiseta roja y los pantalones verdes parecía sacada de una peli de Navidad), que son cómodas, pero a la vez me es muy fácil hacer que se me salga todo. Pero de lo que no me di cuenta es de que iba marcando los pezones de una forma exagerada.


Sofía: Me cago en la puta hahahaha Por dios, dime que tienes una sudadera que dejarme!


Marcos: En el maletero tengo una y me va un poco pequeña, pero no sé si dejártela…


Sofía: Solo me rodeo de gente mala, a cada cuál peor.


Marcos: Va, enséñales las tetas a ese pelotón de ahí, y no solo te la dejo, te la regalo.


Vivíamos en una zona de montaña cerca de la típica carretera que sube hasta arriba del todo, por lo que los pelotones de ciclistas eran considerados fauna autóctona de allí, y justo estábamos por adelantar a un grupito.


Sofía: En serio me propones eso pensando que en algún momento voy siquiera a dudarlo?


Marcos: No serás capaz.


Antes de que acabara de decir “capaz”, justo a la altura de la mitad del pelotón, me bajé la camiseta y pegué las tetas contra la ventana del coche. No hacía frío, pero la ventana parecía sacada directamente del corazón de vuestros/as ex.


Marcos redujo drásticamente la velocidad, dando tiempo al pelotón a que se avisaran unos a otros. Todo era un ambiente bastante festivo, la verdad, ya que estábamos todos, tanto dentro como fuera del coche, muriéndonos de risa.


Recordáis lo que he dicho de que solo me rodeo de gente mala? Pues Marcos, en un total alarde de ser el mismísimo sucesor de Morgoth, pero en cabrón, no aceleró el coche en ningún momento para que pudiéramos pillar en rojo el semáforo que había unos metros más adelante.


Sofía: Eres lo peor, me vas a regalar la sudadera y el puto coche también.


Marcos: Hahahahah disfruta, que ahí viene tu público!


Sofía: Son ciclistas, es un semáforo, obviamente, no van a parar.


Es lógico pensar eso, no? Los ciclistas y los semáforos son enemigos por naturaleza. Como los taxistas y los ciclistas. O los autobuseros y los ciclistas. O los demás conductores y los ciclistas. O los ciclistas y otros ciclistas. Malditos ciclistas, han destrozado el ciclismo.


Pues, para sorpresa de todos, en ese semáforo sí pararon. Me saludaban, sonreían, uno me hacía el gesto de bajarme la camiseta… Tampoco fueron groseros, cosa que hizo que la anécdota me siga pareciendo muy divertida a día de hoy. Antes de arrancar, les hice un amago de que me iba a bajar la camiseta, pero les dejé con las ganas.


Marcos: Estás de la olla hahahahaha


Sofía: Pero si luego voy a la playa y me paso el día en tetas, ya ves tú.


Marcos: Te has ganado esa sudadera.


Llegamos al recinto y, pese a los nervios y ansiedad de Marcos porque “es que vamos a llegar tarde porque eres una tardona bla bla bla”, fuimos los primeros en llegar. Marcos abrió la verja con el mandito, dejamos el coche aparcado y nos bajamos.


Hacía un día de puta madre. Eran las 10 de la mañana y hacía sol, se podía estar en tirantes, no había ni una puta nube en el cielo… Parecía finales de Mayo, un lujo. Cogimos la bebida y la carne que habíamos traído, Marcos me dio MI sudadera, y pasamos para dentro del local.


Guardamos todo en la nevera, Marcos empezó a afinar su guitarra y a hacer unas primeras pruebas de sonido para que todo estuviera listo cuando los demás llegaran, mientras yo le ayudaba con los “ssssssi” “ssssssssi” del micro. Trabajo en equipo, chavales.


No tardaron mucho en llegar los demás, a los 10 minutos ya estaban allí Nadia y Aarón, y cuando no habíamos ni terminado de saludarles, entraron Fran y Carles.


Nadia: Joder, al final soy la única mongola que ha venido en pantalón largo. Bueno, y Fran, pero lo suyo ya es de estudio.


Fran: Sí, en Massachusetts ya están contactando conmigo para empezar las pruebas.


Sofía: Tu madre no te iba a dejar ir tan lejos tú solo.


Carles: Bueno, Sofía se ha ganado no hacer la carne! Punto para ella!


Fran: Tampoco iba a llegar a la parrilla.


Sofía: Qué cabrón hahahahhaha Yo esto lo veo un empate.


Me gustaba TANTO, ese ambiente que había de “te tiro puyita, me la devuelves” pero luego todo eran risas… Me sentía como en casa, eran todos una gente maravillosa, la verdad. Estuvimos 5 minutos de charla pre-ensayo, y tras hacerle 4 últimos apaños al sonido del micro, empezamos a ensayar.


A la hora y pico decidimos hacer un poco de pausa, y aprovechando el buen día salimos a fumar fuera. Había unas mesitas a la sombra de un árbol, y nos pusimos allí a hablar todos con todos. Yo estaba sentada en la mesa con los pies en la banqueta, y Nadia se me acercó.


Nadia: Tía, no te asas con la sudadera puesta?


Sofía: Como un puto pollo, pero es que mira.


Me abrí la sudadera y le enseñé el panorama. Se me marcaban hasta las areolas de los pezones. Nadia se puso roja como un tomate y pude notar un ligero suspiro que salía de su boca. Lo había hecho a propósito? Obvio.


Nadia: Hahahahahaha pero joder, es que no te miras antes de salir de casa?


Sofía: Tú te crees que si me hubiera visto hubiera venido así? Menos mal que Marcos me ha podido dejar la sudadera.


Nadia: Bueno, menos mal para ti, que el resto nos perdemos el espectáculo hahahahah


Sofía: Oye! hahahah descarada!


Volvimos ambas a la conversación con el grupo y al cuarto de hora más o menos ya estábamos listos para volver.


Aarón: Bueno, creo que ya es hora de seguir!


Carles: Padentro todo el mundo.


Yo estaba empanada, mirando vete a saber qué, lo mismo una hoja de árbol que se había caído o algún pájaro. La cosa es, que al pasar cerca de mí, Nadia me pellizcó a modo de broma en uno de mis pezones para despertarme de mi empanada monumental. Funcionó, vaya si funcionó, pero ese día no era el mejor para hacer ese tipo de cosas. Me subió un cosquilleo desde los pies hasta la base de la nuca, y no pude evitar que se me escapara un ligero gemido, imperceptible para el resto, pero que Nadia escuchó en primera persona.


Nadia: Joder, sí que los tienes sensibles hahahahah

Sofía: Mi… mira! Calla eh! El daño que me has hecho…


Intenté disimular, pero no me salió muy bien la cosa. Igual que con los chicos soy muy valiente y muy echada para adelante, con las chicas me pongo nerviosa. Cosa que desde fuera es bastante divertido de ver en mi opinión.


Nadia: Sí, ya, daño, sí hahahahah


Sofía: Ahora verás!


Salí corriendo tras ella y echó a correr para esconderse detrás de Carles entre risas.


Sofía: Ya saldrás de ahí! Cobarde!


Marcos: No, no, no, aquí si os vais a pelear, que sea en bikini y en el barro.


Aarón: Eso, eso!


Sofía: Ya verás cuando te coja!


Nos gritamos un par de tonterías más y seguimos con el resto del ensayo. Terminamos con la canción de Zombie, de The Cranberries y cuando estábamos recogiendo las cosas, Carles se acercó a mí.


Carles: Por cierto, me estoy aprendiendo esta misma canción pero en versión acústica. Cómo lo ves para hacerla?


Sofía: Hostia, pues tiene que sonar genial… Sí, sí, dale!


Una vez todo estaba recogido, Aarón y Fran salieron para empezar a hacer el fuego, Marcos y Carles fueron a por un bidón, y Nadia y yo sacamos el hielo, las cervezas y la carne para fuera.


La escena me da nostalgia a día de hoy cuando la pienso. Qué de domingos pasamos así. La barbacoa en un lateral, las mesas a la sombra, los bidones con hielo hasta arriba de birras… Como el trabajo ya estaba hecho, me abrí una cerveza, me bebí media de un trago y empecé a incitar a Marcos a la mala vida.


Sofía: Marcos… dime un número del 1 al 10.


Marcos: Qué dices tú ahora?


Sofía: Un número del 1 al 10, no es tan difícil.


Marcos: Yo qué sé… el 7.


Sofía: Te toca hacerte un porro.


Marcos: Hija de puta, en lo que te conozco no te he visto liar ni una sola vez.


Sofía: Es que a ti te quedan muy chulos.


Nadia: Eso mismo, eso es un arte y tú eres todo un artista!


Aarón: El DaVinci de los canutos!


Marcos: Sois una panda de pelotas…


A Marcos no hacía falta liarle mucho, pero le gustaba hacerse de rogar. En 5 minutos ya tenía hecho su característico Cuerno de Gondor y empezamos a fumar para acompañar las birras. Ni frutos secos ni hostias. Porrillos. Así he acabado.


Después de un buen rato entre risas, cervezas, más sustancias y el buen tiempo, empezó a llegar un olorcito a carne… Ya se acercaba la hora de comer. Nadia y yo repartimos los platos y los cubiertos de plástico y los cocineros trajeron las dos bandejas bien rebosantes de churrascos, chistorras, butifarras… Madre mía, son las 3 y media de la madrugada, pero lo pienso y me da un hambre…


Empezamos a arrasar con todo de una manera un tanto grotesca. Pronto, los cubiertos pasarían a un segundo plano y solo se oía el ruido de masticar, como si de una manada de lobos fumados se tratase. Como en toda barbacoa que se precie, sobró algo para aprovechar en la merienda, incluso para cenar o comer al día siguiente. Terminamos el manjar con un chupito de ratafía (por si alguien no lo sabe, es un licor muy típico en Cataluña) que Carles había traído, y seguimos con nuestras conversaciones sobre todo y nada.


Una vez bajó un poco la comida, Aarón se acercó al maletero de su coche para poner la guinda al domingo… Volvió levantando en sus brazos, al más puro estilo Rafiki y Simba, una pelota de baloncesto. Marcos y Carles empezaron a hacer ruidos como de neandertal, a darse golpes en el pecho y espalda el uno al otro y a correr para la zona de las canastas, que estaba al lado. Hombre tener pelota. Hombre estar contento.


Nadia, Fran y yo nos quedamos atónitos ante tal muestra de testosterona. Aarón les tiró la pelota, Carles la botó muy fuerte contra el suelo con ambas manos y Marcos la recogió en el aire dando un salto totalmente innecesario. Aarón echó a correr hacia ellos gritando “PÁSALA PÁSALA”, para luego tirar un triple lamentable que ni tocó aro. En ese momento lo tuve claro, esos eran mis amigos.


Nadia: Madre mía, ya nos podemos despedir de ellos.


Sofía: Pero, por qué? Vamos para allí nosotros también.


Fran: Yo es que con el deporte…


Sofía: Eso ni es deporte ni es nada, es hacer el tonto con los colegas.


Fran: Yo me quedo aquí.


Nadia: Yo también, si eso ahora me acerco.


Marcos sabía que yo había jugado a básket desde pequeña (podéis hacer todos los chistes que queráis, pero no me vais a decir nada que no me hayan dicho ya), pero el resto no… Era la oportunidad de lucirme, algo que siempre me ha gustado, para qué mentir.


Estaban haciendo una especie de 1vs1 por turnos, tirando por tirar… Como un calentamiento, pero con alcohólicos y drogadictos en vez de con jugadores. Cuando Marcos vio que me acercaba, le hice un gesto con el dedo para que se callara, y le pedí el balón.


Lo cogí, me acerqué a ellos botándolo como si tuviera algún tipo de disfunción y tiré a canasta de forma ridícula, con una mecánica que haría llorar a Steph Curry.


Sofía: Venga, va, Aarón y yo contra vosotros dos.


Aarón: Sí hombre, yo para que me humillen ya tengo el Counter.


Marcos: Va, que será divertido.


Me guiñó un ojo, me conocía y me estaba viendo venir de lejos.


Sofía: Va, sacamos nosotros. Toma!


Estuvimos un rato haciendo un poco el tonto, me dejaban espacio para tirar, me la devolvían cuando fallaba… En una de estas, Carles se puso a marcarme de frente.


Carles: Va, ahora ya voy en serio!


Una vez se acercó a mí, la boté por debajo de sus piernas, la cogí, hice un reverso justo en la cara de Marcos y metí canasta con una bandeja a mano cambiada que creo que en mi vida me había salido tan perfecta.


Carles: Filla de puta… Cómo nos has vacilado.


Sofía: Juego a esto desde los 7 años, os voy a hundir en la mierda.


Aarón: Hostias hahahaha Ahora no me la pases, que no voy a estar a la altura.


Nos pusimos a jugar en serio y joder, que tarde tan divertida. Aprovechaba cuando Marcos me marcaba para darle la espalda, pegarle el culo en el paquete y ponerle nervioso.


Marcos: Joder, es que así no hay quién se concentre!


Le pasé la pelota a Aarón, que tiró, y poniendo cuerpo para coger el rebote, le pasé la mano por el paquete a Marcos, que ya estaba medio morcillón.


Sofía: Estamos a lo que estamos o qué?


Marcos: Así no se puede…


Aarón falló el tiro y el rebote lo cogió Carles (sí, he jugado a basket, pero me sacaban dos cabezas) y cuando estaba saliendo para fuera de la línea de 3, vi cómo se acercaba Nadia.


Nadia: Chicos, puedo yo?


Marcos: Sí, cámbiate por mí, que yo me tengo que ir ya. Te vas con alguno de ellos, Sofi?


Sofía: Sí, claro, no te preocupes!


Carles: Yo me voy a sentar un rato, que no suelo hacer deporte.


Aarón: Yo voy a por una birra, que estoy seco.


Nadia: Jooo, ahora que llego yo vais a parar?


Sofía: Tranqui mujer, va, que te enseño a tirar.


Nadia: Quién te ha dicho a ti que no sé tirar?


Sofía: Ah, perdona.


Nadia: Hahahahah te estaba vacilando, no tengo ni puta idea.


Le enseñé un poco lo básico. Cómo poner los pies, el movimiento de rodillas, la posición de las manos…


Sofía: Mira, esta mano solo la aguanta, tienes que hacer el arco con este brazo…


Nadia: Uy, qué cerquita, no me acose, entrenadora hahahaha


Sofía: E… es que… Joder, yo aquí enseñándote y tú tomándotelo a cachondeo.


Nadia: Hahahah que estoy de broma, a ver, entonces la fuerza viene desde abajo… me incorporo y tiro!


No fue una mierda de tiro, pero tampoco estuvo genial. Oye, para ser el primero que probamos, ni tan mal.


Nadia: Casi! Lo has visto! Joder, parezco una profesional.


Sofía: Hahahahah no te vengas arriba, va, otra vez.


Me acerqué a ella botando la pelota e hizo un intento de quitármela.


Sofía: Huy, pues no te queda nada para quitarme a mí la pelota.


Nadia: Sí, eh?


Empezó a intentar quitarme la pelota, pero mal. Corriendo hacia la pelota, rodeándome, metiendo la mano para robarla… Como vio que eso no funcionaba, probó directamente con el contacto físico. Me agarraba del brazo, de la sudadera, pero ni por esas.


Nadia: Joder, así no es divertido!


Sofía: Para mí sí!


Le hice una pequeña finta, y cuando pasé por su lado le di un azote, bastante sonoro, en el culo. Ahora fue ella la que soltó un ligero ruido más parecido a un gemido que a una queja.


Nadia: Ufff… Maldita!


Sofía: Aquí te espero!


Se acercó a mí, pero en vez de ir a por la pelota, fue directa a mis tetas, concretamente a uno de mis pezones, como ya hizo antes, y como antes pasó, el mismo escalofrío me subió hasta la nuca. Esta vez el disimulo me salió de 10 e hice ver como que me había hecho daño. Se acercó mucho a mí, preocupada por si se había pasado.


Nadia: Perdona, perdona! No te quería hacer daño.


Me puse muy cerca de su cara y le susurré.


Sofía: No calientes lo que no te vayas a comer…


Se quedó muy roja y abrió mucho los ojos de primeras, pero sonrió.


Nadia: Y quién te dice que no me lo voy a comer?


Me dio un pequeño mordisco en el labio, y ahora sí, consiguió cogerme la pelota.


Nadia: Wuuuh! Sí! He ganado yo! Jódete!


Alzaba la pelota como si fuera un trofeo y yo seguía atónita, entre el calentón que ya llevaba de serie, y que me estaban ganando en mi propio terreno… Iba a explotar.


Nadia: Va, vamos a por una birra, hay que celebrarlo!


Sofía: S… sí, mejor…


Nos acercamos a la mesa con el resto de la banda, ya un poco cansados todos. Nos abrimos una cerveza cada una y nos sentamos con ellos.


Nadia: Fran, Aarón, si queréis que os lleve tiene que ser después de la birra, que tengo que ir a casa de Miquel a llevarle unas cosas.


Aarón: Ah, pero habéis vuelto?


Nadia: Nah, ni ganas, voy a llevarle unas cosas que quedaban en mi piso y solo coincidíamos hoy.


Bingo. Si algo no soporto es meterme en medio de una relación, pero parece ser que tenía vía libre en el caso de que sus “travesuras” fueran en serio.


Sofía: Carles, me acercas tú entonces? Me han dejado aquí sola y desamparada.


Carles: Sí, claro, pero tienes prisa? Así me baja un poco el alcohol y eso.


Sofía: No, no, sin problema, así miramos lo de la versión acústica.


Nadia se terminó la cerveza, se despidió y se marchó junto a Aarón y Fran.


Carles: Vamos dentro si quieres, que ya se está yendo el sol.


Sofía: Sí, mejor.


Entramos al local y nos sentamos en el sofá para ver los vídeos de la versión de Zombie, y ahí fue dónde vino el primer problema de ir todo el día en sudadera y haber estado jugando a basket. Una de las cosas que más vergüenza me da en la vida, es que alguien pueda notar mi olor corporal por haber sudado, aunque no huela a absolutamente nada, pero me hace estar muy inquieta e incómoda. Recordé que en el local había ducha y toallas, y aunque no llevaba ropa para cambiarme, ni que fuera me podía dar un agua.


Sofía: Carles, me sabe muy mal cortarte, pero te importa si me doy una ducha rápida? Es que de estar correteando de arriba a abajo me da miedo apestarte en la cara, y si vamos a estar aquí un rato…


Carles: Ah, no, no, sin problema, te enseño dónde están las toallas y demás.


Pasamos para el baño y ahí mi cabeza, mis hormonas y mi calentón de todo el día empezaron a hacer que por mi mente pasaran muchos pensamientos intrusivos. En ningún momento me había pasado nada sexual por la cabeza con Carles, pero al estar los dos solos y, perdón por ser pesada con lo mismo, que llevaba desde la mañana salida perdida, no lo podía evitar.


Carles se agachó y del armario cogió un par de toallas blancas, en ese momento aproveché para quitarme la sudadera, solo la sudadera, pero todos sabemos qué es lo que había debajo. El haber estado haciendo deporte y el cambio de temperatura no ayudaba, tenía los pezones y las areolas completamente marcados. En una camiseta de un color más claro hubiera ido transparentando sin ninguna duda.


Carles se incorporó con las toallas.


Carles: Las toallas las limpiamos uno cada semana, no te preocupes que están todas lim…pias…


Sofía: Vale! Gracias!


Miró para todos los sitios posibles para que no notara que había estado mirando dónde yo pretendía que mirara. Le cogí las toallas de las manos, rozando una de mis manos con la suya.


Carles: N… necesitas algo más?


Sofía: No, gracias! Si va a ser un momento!


Carles salió, cerró la puerta, y yo aproveché para desvestirme toda. Lo primero que hice fue llevarme la mano a la entrepierna. Efectivamente, estaba mojada. No aquello que digas “TSUNAMIII”, pero estaba bien mojada.


Los pensamientos intrusivos seguían rondándome y ya llegó un punto en el que cedí a ellos. Me puse a mirar por el baño si había algo que pudiera hacer o usar en mi ayuda y vi que dentro de la ducha había una cajonera lo suficientemente alta como para que yo no llegara.


Abrí el grifo, me metí debajo, cogí el gel y con una precisión digna de Ray Allen lo coloqué en el estante de arriba. No pretendía lavarme el pelo, pero sabía que el “efecto mojado” ayuda en todo.


Cogí una de las toallas, que por suerte no eran muy grandes, y me la até de tal forma que no enseñaba nada, ni por arriba ni por debajo, pero que poco faltaba. Me fui para la puerta, la entreabrí, y me medio asomé.


Sofía: Carles, por favor, cógeme el gel que no llego! hahahahah Cómo se os ocurre poner eso tan arriba, panda de ogros!


Carles: Eh? Ah, s… sí, voy.


Carles entró y yo estaba dentro de la ducha, con el grifo apagado, haciendo un poco el tonto.


Sofía: Es… que… no… llego!


Iba estirando el brazo sabiendo que la toalla se iba a subir lo justo para que desde dónde estaba él, se intuyera mi culo.


Carles levantó el brazo, lo cogió y me lo acercó. Estaba muy rojo, y cada vez podía disimular menos a dónde miraban sus ojos.


Sofía: Gracias! Te juro que no te molesto más hahahahaha


Estiré el brazo para coger el gel de su mano y, con una actuación digna de un Óscar, hice un leve movimiento con la otra mano que hizo que la toalla se abriera. Para mí, la gracia en un descuido, es que parezca que de verdad es un descuido, por muy preparado que esté, como era el caso. Hice ver que me daba un micro infarto y me agarré la toalla como buenamente pude, dejando uno de mis pechos sin tapar y toda la parte trasera, que aunque no la podía ver, estaba al aire.


Carles se quedó ojiplático, seguía rojo y tenía hasta la boca un poco abierta. Esa. Esa era la cara que yo quería ver.


Carles: Perdón! Perdón!


Se dio la vuelta y se iba dirección a la puerta. Yo ya había tenido lo que quería, pero tenía dos opciones en ese momento. O dejaba que se fuera y todo quedaba en una anécdota graciosa pero morbosa… O culminaba lo que había empezado… Y creedme que me costó decidirme, pero acabé optando por lo obvio, que era la segunda opción.


Sofía: Carles.


Se quedó quieto y ni se giró.


Carles: Qué?


Sofía: Te quieres quedar?


Carles: Qué?


Sofía: Que si te quieres quedar, no me importa.


Carles: Pero… estás segura?


Sofía: Hahahahah te lo estoy pidiendo yo, no?


Carles: No te importa?


Sofía: Ay, si lo sé no te pregunto, hijo.


Carles: No, no, no, me quedo.


Dejé la cortina abierta y abrí el grifo. De primeras Carles solo estaba ahí, no se asomaba a la ducha, ni me estaba viendo, ni nada, solo resoplaba. Yo empecé a ducharme, porque era verdad, me sentía sudorosa y necesitaba quitarme esa sensación.


Empecé a escuchar pasos lentos. Carles se acercó, y se apoyó en la pared contraria a la que estaba, teniendo una visión perfecta de mi cuerpo. Ahí ya pasé a ducharme de forma más… sensual digamos. Empecé a enjabonarme los pechos de forma pausada, apretándolos y recreándome un poco, pero haciendo ver como que él no estaba ahí.


Carles: Dios mío… No me creo que esté pasando esto…


Sofía: Hahahahah qué exagerado… Pero te vas a quedar ahí, no quieres pasar ni nada?


Carles: Ufff… No te enfades, es que me apetece mirar.


Joder, si os hiciérais una idea de lo que me puso esa frase… Me di la vuelta y pasé a enjabonarme la parte baja de la espalda, pasando por las caderas y rodeando el culo, llevando una de mis manos a mi entrepierna, usando la otra para apoyarme un poco en la pared y así poder inclinarme un poco.


Empecé a masturbarme despacio, pero llevaba un día de tantos calentones que no pude evitar gemir nada más comenzar.


Carles: Joder… Mira cómo me tienes…


Me giré y Carles agarraba su paquete por encima del pantalón. Se le notaba un bulto grande y que el pantalón iba a reventar.


Sofía: Hahahahahaha va, no te cortes.


Carles: No, no, me espero a que termines.


Seguí masturbándome hasta que, al poco tiempo, noté cómo mis dos piernas comenzaban a temblar y mis gemidos se agudizaban un poco más.


Carles: Te vas a correr?


Sofía: Sí…


Carles: Dios…


Sofía: Me… voy… a… uffff…. me… Ah!...


Un gemido diferente al resto pero también suave, dio a entender que ya había culminado. Me encantó, el poder masturbarse para alguien siempre es… genial.


Salí de la ducha, Carles cogió una de las toallas y estiré el brazo para cogerla. Su intención no era la de darme la toalla. Cogió mi brazo y me pasó la toalla por él, de forma suave pero a la vez fuerte. Carles, pese a ser muy bonachón, era un tipo muy grande y gordete, y entre la barba y la cabeza rapada intimidaba un poco, pero hacía las cosas de forma muy segura, y eso siempre me ha gustado.


Me secó los brazos poco a poco, pasó por mi pecho, por mi espalda y llegó hasta mis piernas. Una vez llegó hasta ahí, me pasó la toalla de forma delicada por la entrepierna. Yo me acababa de correr y estaba muy sensible ahí abajo, por lo que otro gemido se escapó de mi boca.


Sofía: Joder…


Carles: Te molesta?


Sofía: No, no, para nada…


Carles se agachó para tener mejor movilidad y siguió pasando con su mano la toalla por mi coño, cada vez haciendo más presión y acelerando un poco el ritmo. Yo separé un poco las piernas para facilitarle el trabajo, y apoyé las manos en sus hombros. Llegados a un punto, Carles ya tiró a tomar por culo la toalla y pasó a masturbarme con las manos.


El tío manejaba, la verdad. Con una mano me metió dos dedos y empezó a jugar con ellos dentro, mientras que con la otra jugaba con mi clítoris. Yo intentaba sentirme mal por tener al chaval ahí haciéndolo todo, pero de vez en cuando también me gusta que tengan iniciativa propia.


Le agarré de la cabeza, ya que el cambio de ritmo me pilló desprevenida, y ahí aprovechó para llevarse una teta a la boca. No era delicado, pero tampoco brusco, lo hacía con la intensidad que requería el momento. Su barba me iba marcando la piel, me arañaba y era áspera, pero sentirla era muy excitante.


Sofía: Carles… Carles… ya… ya…


Estaba a puntito de correrme otra vez. Entonces hizo algo que realmente no sé si es bueno, pero que en ese momento me encendió más si cabe.


Paró. Paró de golpe. Yo tenía las piernas empezando a temblar, y notaba cómo me palpitaba el coño. Estaba tan, pero tan cerca de correrme, que solo podía pensar en terminar.


Sofía: Q.. qué… por qué paras?


No dijo nada. Se levantó, puso las manos en mis hombros, y me puso de rodillas. Seguía sin decir nada, pero creo que no hacía falta. Estaba tan salida en ese momento, que me daba igual todo.


Llevé las manos a sus pantalones y se los bajé, dejándole en un boxer negro muy apretado con una gran mancha húmeda. Le pasé la mano por el bulto. Era grande y estaba duro como una piedra. Bajé el boxer de forma muy lenta. Siempre hay mucha expectación la primera vez que vas a ver a alguien desnudo. Normalmente, asociamos a la gente más subida de peso con atributos más pequeños, pero os aseguro que no era el caso.


Cuando terminé de bajar el bóxer por su último centímetro de carne, una polla gorda y grande dio a parar en mi mejilla, dejando un hilo de líquido preseminal desde mi cara hasta su punta.


Era una polla a proporción. Es decir, lo mismo una polla de ese tamaño en un cuerpo como el de Carles no parecía algo descomunal, pero os recuerdo que es un tipo que pasaba del 1,90 y de los 110kg y que yo no llego al 1,55.


La cogió por la base y siguió pasando el glande por mi mejilla, por mis labios… Yo como ya había asumido lo de dejarme hacer, cuando la noté en los labios abrí la boca y saqué un poco la lengua para facilitar el acceso, cosa que hizo poco a poco.


Primero metía solo la punta en la boca, mientras con la otra mano me cogía con delicadeza de la cara. Poco a poco la fue metiendo más, y la sacaba despacio. Cuando ya notó que entre mi saliva y su propio fluido ya estaba todo bien lubricado, empezó a acelerar el ritmo.


Estuve un rato dejándome follar la boca, ya que no era de esos burros que la meten hasta los topes y siempre es agradable disfrutar de una sesión de sexo sin arcadas ni falta de oxígeno.


Debido a una diferencia notable de altura entre ambos, la posición estaba empezando a ser cada vez más antinatural para él. Apartó mi ropa de la banqueta y, sin dejar de subir y bajar la mano por su miembro, se sentó a observarme.


Yo seguía de rodillas con las piernas medio temblorosas, y como no estaba acostumbrada al papel que me había tocado hacer ese día, no sabía bien bien qué hacer, así que esperé a ver cómo avanzaba todo.


No pasaron muchos segundos hasta que sugirió que diéramos un paso más.


Carles: En mi cartera tengo condones.


Estaba intentando ser un poco más consciente de las cosas que podían pasarme si seguía yendo de cabra loca por la vida, así que cogí la cartera de su pantalón, cogí un condón, me levanté y caminé hacia él. Me senté sobre sus piernas, tocando la base de su polla con mi coño y le di el condón.


Mientras él lo abría despacio, yo me dediqué a masturbarle con las dos manos. Soy la primera que defiende la expresión “el tamaño no importa”, y la defenderé hasta que me muera, porque me lo he pasado de lujo con chorras de todos los tamaños, pero me encanta eso de poder pajear una polla con ambas manos, llamadme hipócrita si queréis 🤣


Disfrutamos ambos de esa situación durante un rato, y una vez se puso el condón me levantó, me dio la vuelta y empezó a pasarme la punta por mi vagina de adelante hacia atrás. Estaba empapada, me había quedado tan al borde del orgasmo que creía que no iba a tardar ni 5 segundos en correrme. Por mi cabeza solo pasaba el “métemela de una vez”, y en otra situación hubiera sido yo misma la que hubiera cogido y “raca, padentro”. Pero eso estaba siendo divertido también.


Me cogió por la cintura con su enorme mano y empezó a introducirla poco a poco.


Sofía: Uuuh… Joder… sí que estoy sensible…


Una vez ya toda dentro, y con sus dos manos sobre mi cintura, ahora sí que había llegado el momento en el que tenía que actuar yo. Lo que me gusta de una postura así, es que yo misma controlo el ritmo. Y estando como estaba, el ritmo iba a ser bastante movido.


Coloqué mis manos sobre las suyas, las apreté, enviándole el mensaje de que quería que él me apretara, cosa que captó de primeras, y empecé a mover mis caderas muy rápido sin separar mi culo de su regazo.


Ya he comentado varias veces que no soy muy fan del sexo con penetración, que raras veces me apetece o me gusta, pero llegar a esa conclusión me llevó bastantes años de práctica… Por lo que, sin querer echarme muchas flores, no es algo que se me dé precisamente mal.


Carles jadeaba y gruñía (chicos, sed ruidosos, de verdad que nos encanta) mientras sus manos recorrieron mi cintura y mis costillas hasta llegar a las tetas. Me las apretaba con firmeza, dejando mis pezones entre sus dedos, con los que iba jugando de tanto en tanto.


Yo estaba intentando no correrme muy deprisa, porque aunque podía seguir, estaba disfrutando mucho de la sesión. Pero la idea de Carles era otra.


Una de sus manos subió por mi busto hasta alcanzar el cuello, que apretó con la fuerza justa para que fuera muy morboso, sin rozar el ahogamiento. Se acercó a mi oído y me susurró algo.


Carles: Córrete… sé que estás a punto.


Todavía me pone la piel de gallina recordar ese momento. Seguí moviéndome, acelerando el ritmo poco a poco mientras Carles me apretaba el cuello cada vez con un poco más de fuerza. Llegué a mi límite, ya no pude aguantar más y por mi boca empezaron a salir gemidos ahogados.


Sofía: Ah… Ya… jod… ya… AH!


Notaba cómo las paredes de mi vagina se contraían y podía hasta sentir las palpitaciones en la polla de Carles. La parte interior de mis muslos temblaba y en ese momento no sabía ni cómo cojones me iba a levantar. Cosa por la que tampoco tuve que preocuparme mucho.


Al notar que yo ya había terminado, Carles me tumbó en la banqueta, se sacó el condón y se puso a masturbarse a la altura de mi cara, quedando yo en medio de sus piernas.


No decía nada, pero sí era muy expresivo en cuánto a expresiones, movimientos, ruidos… Pude notar que se iba a correr cuando su respiración se aceleraba y se entrecortaba.


Carles: Uff… no p… no puedo más… me corro…


Acercó más la polla a mi cara, y por como estaba puesta, lo único que pude hacer era sacar la lengua. Pero la boca no era su objetivo.


Agitaba su polla de una forma muy agresiva y pude ver como de golpe paró a la altura del glande, para volver a reanudar la marcha con unos movimientos mucho más lentos, pero apretándosela bastante más fuerte.


Imagino que es una forma de controlar mejor la corrida, ya que empezó a correrse de forma abundante pero controlada. Un primer lefazo cayó por toda mi cara, llegando desde la barbilla hasta la frente, seguido de otros tantos que no pude ver, ya que por acto reflejo cerré los ojos.


Notaba cómo iban cayendo, unos más largos, otros más densos, otros simplemente gotas, pero todos dentro de su objetivo, sin salir ninguno disparado hacia la nada. Abrí la boca para coger una bocanada de aire, que entró acompañada por su polla, todavía dura y empapada.


Estuve chupando hasta que, poco a poco, se empezó a desinflar. Carles se separó de mí y me acercó una toalla.


Sofía: Te has quedado a gusto, eh? Hahaha


Carles: Ya, perdona, es que cuando me vengo arriba…


Sofía: Pero me he quejado yo en algún momento?


Carles: Te puedo pedir algo?


Sofía: Me pides permiso para pedirme algo pero no para correrte en mi cara? Caballeros así ya no quedan hahahaha Dime.


Carles: Esto que ha pasado… Podría quedar entre tú y yo?


Sofía: A ver… No me digas que tienes novia…


Carles: No, no, para nada, pero es que soy muy reservado con mi vida personal, y si vamos a venir a ensayar y eso… No me gustaría que hubiera malos rollos o miradas raras.


Sofía: Pues mira, me parece perfecto. Chocamos la mano? Como que ya no hace falta, no?


Carles: Hahahahaha siempre con el cachondeo… te lo agradezco, en serio.


Me pegué una ducha, por lo obvio, y Carles se quedó en el baño conmigo. Hubo un intento de masturbación por su parte, pero resultó ser de los que una vez terminan, necesitan su tiempo. 100% respetable.


Una vez limpia, hicimos lo planeado en un principio, que era ver los vídeos de la versión acústica para el ensayo y Carles me acercó a mi casa.


Me fui a dormir con una sensación rara. Me había encantado ese encuentro, lo había disfrutado un montón. Quería seguir jugando a mis chorradas sin necesidad de crear algún tipo de enemistad... Cosa que, en ese momento, veía muy complicado.

____________________________________________


Perdonad que haya tardado tanto! Pero entre que no ando muy motivada y casi no saco tiempo para escribir… Espero que hayáis disfrutado de la lectura, espero con muchas ganas vuestras reacciones y comentarios!


Un saludo a todos!
 
Genial. Muy buen relato. Como siempre, un placer leerte. Pero es que.ademas me identifico con Carles en bastantes cosas, aunque hay una en la que no, me faltó una Sofía como tú, jejeje.Gracias por el relato, esperando la continuación
 
¡Hostia, qué tocho! Me lo guardo como si fuera la última Paulaner, para un momento apropiado, que no es el miércoles por la mañana.
 
Muy buenas! Perdón por la espera, pero no ando muy inspirada últimamente y todo lo que escribo lo acabo borrando 3847583475683745345 veces. Tengo mucha presión (mía, por supuesto) en no bajar el listón y eso me pasa factura.


Pero fuera dramas, que aquí venimos a divertirnos! Os dejo con la continuación!

_________________________________________________________________________

Ya habían pasado un par de meses desde aquella prueba, y la verdad que estaba súper contenta y motivada con los ensayos. Pasamos de quedar un día a la semana a quedar dos y hasta 3 veces. Fuera de los ensayos, mi vida seguía igual. Iba a clase, luego al súper a trabajar, cuando podía me juntaba con Ginesta y con Marcos y de vez en cuando jugaba con algunos de mis conocidos “contactos”. Sí que había cogido el mal hábito de beber y fumar entre semana, pero bueno, las estrellas de rock somos así (equisdé, es una bromi).


Yo cada vez estaba más suelta y con más confianza con el resto de integrantes de la banda (no en el sentido que estáis pensando, guarros) y salvo alguna broma jocosa y alguna mirada a mis tetas (cosas de ir sin sujetador por la vida) no había pasado nada con ninguno/a de los compis. Me estaba comportando.


Esa semana, uno de los días que escogimos para el ensayo, fue el domingo por la mañana, así aprovechábamos el terreno que tenían allí, y ya que no hacía demasiado frío pese a ser Noviembre, podíamos hacer una mini-barbacoa o, como yo la llamo, barbacoa.


El plan era simple y atractivo, quedar sobre las 10, ensayar hasta las 12:30/13:00 y luego ya comer y lo que surgiera. Lo bueno de tener alquilado un local entero en un recinto así, es que no es algo que vaya por horas, y te puedes estar el tiempo que quieras cuando quieras, una maravilla, la verdad.


La noche del sábado al domingo fue movidita, pero no por mi parte. Ginesta vino a casa, como muchos sábados y, como muchos otros sábados desde su “encuentro” con Gabri, se acostaron juntos. Puede que haya sonado a celosa, pero ni mucho menos, casi siempre era espectadora en primera fila de sus cópulas, solo que soy humana y hay veces que me apetece descansar, y más cuando tengo un ensayo al día siguiente por la mañana.


A parte de levantarme cansada, porque Ginesta es mala de nacimiento, sabe que me flipa escucharla, y se dedicó a no cortarse un pelo y no dejarme dormir, estaba más salida que la proa del Titanic, precisamente por el mismo motivo que me causó el insomnio.


Me pegué una ducha de esas que desearías quedarte a vivir allí dentro para siempre, y me fui a vestir. Lo recuerdo como si fuera ayer, era pleno noviembre, era por la mañana, y estábamos a 15 grados, así que no me preocupé del frío y para la ocasión escogí unos pantalones de los Celtics (los he tenido que jubilar este año, un minuto de silencio por ellos, que me costaron 40 pavos), y por culpa de la calentura que llevaba encima, una camiseta de tirantes con la que no tuviera ningún tipo de problema si quería “jugar” a los descuidos. Me até las converse y bajé a esperar a Marcos, que el pobre parecía mi taxista personal.



Puntual como un reloj, ya me hacía aspavientos desde su asiento por mis 10 minutos de retraso.


Marcos: Tú siempre igual, eh?


Sofía: Mira, calla, que no he pegado ojo y voy con una marcha menos.


Marcos: Hahahahahahaha a saber qué habrás hecho, viciosa.


Marcos arrancó el coche y nos pusimos en marcha.


Sofía: Pues para tu sorpresa, yo nada, pero estos dos estuvieron dale que te pego hasta las tantas y no me pude dormir hasta que terminaron.


Marcos: Joder con el bueno de Gabri, ya me dirá cómo lo hace, que yo hasta la fecha aún no he conseguido quedar a solas con Ginesta.


Sofía: Oye que si os molesto no voy, eh? hahahahaha


Marcos: Hostia cómo vienes tú hoy hahahahah Ya sabes a lo que me refiero, mujer.


Sofía: Encima de estar ahí escuchándoles con el tracatraca, y la otra que ya sabes que es una escandalosa…


Marcos: Vamos, que vas cachonda perdida.


Sofía: Me voy a follar el freno de mano, Marcos.


Los dos nos echamos a reír a carcajadas. Me gustaba la confianza que tenía con gente como Marcos, esas bromas siempre escandalizan a más de uno y de una.


Marcos: Imagino que la camiseta esa que llevas tiene algo que ver con que vayas así de salida, no?


Con las luces de mi casa ni me di cuenta, cogí una de tirantes roja de esas básicas (entre la camiseta roja y los pantalones verdes parecía sacada de una peli de Navidad), que son cómodas, pero a la vez me es muy fácil hacer que se me salga todo. Pero de lo que no me di cuenta es de que iba marcando los pezones de una forma exagerada.


Sofía: Me cago en la puta hahahaha Por dios, dime que tienes una sudadera que dejarme!


Marcos: En el maletero tengo una y me va un poco pequeña, pero no sé si dejártela…


Sofía: Solo me rodeo de gente mala, a cada cuál peor.


Marcos: Va, enséñales las tetas a ese pelotón de ahí, y no solo te la dejo, te la regalo.


Vivíamos en una zona de montaña cerca de la típica carretera que sube hasta arriba del todo, por lo que los pelotones de ciclistas eran considerados fauna autóctona de allí, y justo estábamos por adelantar a un grupito.


Sofía: En serio me propones eso pensando que en algún momento voy siquiera a dudarlo?


Marcos: No serás capaz.


Antes de que acabara de decir “capaz”, justo a la altura de la mitad del pelotón, me bajé la camiseta y pegué las tetas contra la ventana del coche. No hacía frío, pero la ventana parecía sacada directamente del corazón de vuestros/as ex.


Marcos redujo drásticamente la velocidad, dando tiempo al pelotón a que se avisaran unos a otros. Todo era un ambiente bastante festivo, la verdad, ya que estábamos todos, tanto dentro como fuera del coche, muriéndonos de risa.


Recordáis lo que he dicho de que solo me rodeo de gente mala? Pues Marcos, en un total alarde de ser el mismísimo sucesor de Morgoth, pero en cabrón, no aceleró el coche en ningún momento para que pudiéramos pillar en rojo el semáforo que había unos metros más adelante.


Sofía: Eres lo peor, me vas a regalar la sudadera y el puto coche también.


Marcos: Hahahahah disfruta, que ahí viene tu público!


Sofía: Son ciclistas, es un semáforo, obviamente, no van a parar.


Es lógico pensar eso, no? Los ciclistas y los semáforos son enemigos por naturaleza. Como los taxistas y los ciclistas. O los autobuseros y los ciclistas. O los demás conductores y los ciclistas. O los ciclistas y otros ciclistas. Malditos ciclistas, han destrozado el ciclismo.


Pues, para sorpresa de todos, en ese semáforo sí pararon. Me saludaban, sonreían, uno me hacía el gesto de bajarme la camiseta… Tampoco fueron groseros, cosa que hizo que la anécdota me siga pareciendo muy divertida a día de hoy. Antes de arrancar, les hice un amago de que me iba a bajar la camiseta, pero les dejé con las ganas.


Marcos: Estás de la olla hahahahaha


Sofía: Pero si luego voy a la playa y me paso el día en tetas, ya ves tú.


Marcos: Te has ganado esa sudadera.


Llegamos al recinto y, pese a los nervios y ansiedad de Marcos porque “es que vamos a llegar tarde porque eres una tardona bla bla bla”, fuimos los primeros en llegar. Marcos abrió la verja con el mandito, dejamos el coche aparcado y nos bajamos.


Hacía un día de puta madre. Eran las 10 de la mañana y hacía sol, se podía estar en tirantes, no había ni una puta nube en el cielo… Parecía finales de Mayo, un lujo. Cogimos la bebida y la carne que habíamos traído, Marcos me dio MI sudadera, y pasamos para dentro del local.


Guardamos todo en la nevera, Marcos empezó a afinar su guitarra y a hacer unas primeras pruebas de sonido para que todo estuviera listo cuando los demás llegaran, mientras yo le ayudaba con los “ssssssi” “ssssssssi” del micro. Trabajo en equipo, chavales.


No tardaron mucho en llegar los demás, a los 10 minutos ya estaban allí Nadia y Aarón, y cuando no habíamos ni terminado de saludarles, entraron Fran y Carles.


Nadia: Joder, al final soy la única mongola que ha venido en pantalón largo. Bueno, y Fran, pero lo suyo ya es de estudio.


Fran: Sí, en Massachusetts ya están contactando conmigo para empezar las pruebas.


Sofía: Tu madre no te iba a dejar ir tan lejos tú solo.


Carles: Bueno, Sofía se ha ganado no hacer la carne! Punto para ella!


Fran: Tampoco iba a llegar a la parrilla.


Sofía: Qué cabrón hahahahhaha Yo esto lo veo un empate.


Me gustaba TANTO, ese ambiente que había de “te tiro puyita, me la devuelves” pero luego todo eran risas… Me sentía como en casa, eran todos una gente maravillosa, la verdad. Estuvimos 5 minutos de charla pre-ensayo, y tras hacerle 4 últimos apaños al sonido del micro, empezamos a ensayar.


A la hora y pico decidimos hacer un poco de pausa, y aprovechando el buen día salimos a fumar fuera. Había unas mesitas a la sombra de un árbol, y nos pusimos allí a hablar todos con todos. Yo estaba sentada en la mesa con los pies en la banqueta, y Nadia se me acercó.


Nadia: Tía, no te asas con la sudadera puesta?


Sofía: Como un puto pollo, pero es que mira.


Me abrí la sudadera y le enseñé el panorama. Se me marcaban hasta las areolas de los pezones. Nadia se puso roja como un tomate y pude notar un ligero suspiro que salía de su boca. Lo había hecho a propósito? Obvio.


Nadia: Hahahahahaha pero joder, es que no te miras antes de salir de casa?


Sofía: Tú te crees que si me hubiera visto hubiera venido así? Menos mal que Marcos me ha podido dejar la sudadera.


Nadia: Bueno, menos mal para ti, que el resto nos perdemos el espectáculo hahahahah


Sofía: Oye! hahahah descarada!


Volvimos ambas a la conversación con el grupo y al cuarto de hora más o menos ya estábamos listos para volver.


Aarón: Bueno, creo que ya es hora de seguir!


Carles: Padentro todo el mundo.


Yo estaba empanada, mirando vete a saber qué, lo mismo una hoja de árbol que se había caído o algún pájaro. La cosa es, que al pasar cerca de mí, Nadia me pellizcó a modo de broma en uno de mis pezones para despertarme de mi empanada monumental. Funcionó, vaya si funcionó, pero ese día no era el mejor para hacer ese tipo de cosas. Me subió un cosquilleo desde los pies hasta la base de la nuca, y no pude evitar que se me escapara un ligero gemido, imperceptible para el resto, pero que Nadia escuchó en primera persona.


Nadia: Joder, sí que los tienes sensibles hahahahah

Sofía: Mi… mira! Calla eh! El daño que me has hecho…


Intenté disimular, pero no me salió muy bien la cosa. Igual que con los chicos soy muy valiente y muy echada para adelante, con las chicas me pongo nerviosa. Cosa que desde fuera es bastante divertido de ver en mi opinión.


Nadia: Sí, ya, daño, sí hahahahah


Sofía: Ahora verás!


Salí corriendo tras ella y echó a correr para esconderse detrás de Carles entre risas.


Sofía: Ya saldrás de ahí! Cobarde!


Marcos: No, no, no, aquí si os vais a pelear, que sea en bikini y en el barro.


Aarón: Eso, eso!


Sofía: Ya verás cuando te coja!


Nos gritamos un par de tonterías más y seguimos con el resto del ensayo. Terminamos con la canción de Zombie, de The Cranberries y cuando estábamos recogiendo las cosas, Carles se acercó a mí.


Carles: Por cierto, me estoy aprendiendo esta misma canción pero en versión acústica. Cómo lo ves para hacerla?


Sofía: Hostia, pues tiene que sonar genial… Sí, sí, dale!


Una vez todo estaba recogido, Aarón y Fran salieron para empezar a hacer el fuego, Marcos y Carles fueron a por un bidón, y Nadia y yo sacamos el hielo, las cervezas y la carne para fuera.


La escena me da nostalgia a día de hoy cuando la pienso. Qué de domingos pasamos así. La barbacoa en un lateral, las mesas a la sombra, los bidones con hielo hasta arriba de birras… Como el trabajo ya estaba hecho, me abrí una cerveza, me bebí media de un trago y empecé a incitar a Marcos a la mala vida.


Sofía: Marcos… dime un número del 1 al 10.


Marcos: Qué dices tú ahora?


Sofía: Un número del 1 al 10, no es tan difícil.


Marcos: Yo qué sé… el 7.


Sofía: Te toca hacerte un porro.


Marcos: Hija de puta, en lo que te conozco no te he visto liar ni una sola vez.


Sofía: Es que a ti te quedan muy chulos.


Nadia: Eso mismo, eso es un arte y tú eres todo un artista!


Aarón: El DaVinci de los canutos!


Marcos: Sois una panda de pelotas…


A Marcos no hacía falta liarle mucho, pero le gustaba hacerse de rogar. En 5 minutos ya tenía hecho su característico Cuerno de Gondor y empezamos a fumar para acompañar las birras. Ni frutos secos ni hostias. Porrillos. Así he acabado.


Después de un buen rato entre risas, cervezas, más sustancias y el buen tiempo, empezó a llegar un olorcito a carne… Ya se acercaba la hora de comer. Nadia y yo repartimos los platos y los cubiertos de plástico y los cocineros trajeron las dos bandejas bien rebosantes de churrascos, chistorras, butifarras… Madre mía, son las 3 y media de la madrugada, pero lo pienso y me da un hambre…


Empezamos a arrasar con todo de una manera un tanto grotesca. Pronto, los cubiertos pasarían a un segundo plano y solo se oía el ruido de masticar, como si de una manada de lobos fumados se tratase. Como en toda barbacoa que se precie, sobró algo para aprovechar en la merienda, incluso para cenar o comer al día siguiente. Terminamos el manjar con un chupito de ratafía (por si alguien no lo sabe, es un licor muy típico en Cataluña) que Carles había traído, y seguimos con nuestras conversaciones sobre todo y nada.


Una vez bajó un poco la comida, Aarón se acercó al maletero de su coche para poner la guinda al domingo… Volvió levantando en sus brazos, al más puro estilo Rafiki y Simba, una pelota de baloncesto. Marcos y Carles empezaron a hacer ruidos como de neandertal, a darse golpes en el pecho y espalda el uno al otro y a correr para la zona de las canastas, que estaba al lado. Hombre tener pelota. Hombre estar contento.


Nadia, Fran y yo nos quedamos atónitos ante tal muestra de testosterona. Aarón les tiró la pelota, Carles la botó muy fuerte contra el suelo con ambas manos y Marcos la recogió en el aire dando un salto totalmente innecesario. Aarón echó a correr hacia ellos gritando “PÁSALA PÁSALA”, para luego tirar un triple lamentable que ni tocó aro. En ese momento lo tuve claro, esos eran mis amigos.


Nadia: Madre mía, ya nos podemos despedir de ellos.


Sofía: Pero, por qué? Vamos para allí nosotros también.


Fran: Yo es que con el deporte…


Sofía: Eso ni es deporte ni es nada, es hacer el tonto con los colegas.


Fran: Yo me quedo aquí.


Nadia: Yo también, si eso ahora me acerco.


Marcos sabía que yo había jugado a básket desde pequeña (podéis hacer todos los chistes que queráis, pero no me vais a decir nada que no me hayan dicho ya), pero el resto no… Era la oportunidad de lucirme, algo que siempre me ha gustado, para qué mentir.


Estaban haciendo una especie de 1vs1 por turnos, tirando por tirar… Como un calentamiento, pero con alcohólicos y drogadictos en vez de con jugadores. Cuando Marcos vio que me acercaba, le hice un gesto con el dedo para que se callara, y le pedí el balón.


Lo cogí, me acerqué a ellos botándolo como si tuviera algún tipo de disfunción y tiré a canasta de forma ridícula, con una mecánica que haría llorar a Steph Curry.


Sofía: Venga, va, Aarón y yo contra vosotros dos.


Aarón: Sí hombre, yo para que me humillen ya tengo el Counter.


Marcos: Va, que será divertido.


Me guiñó un ojo, me conocía y me estaba viendo venir de lejos.


Sofía: Va, sacamos nosotros. Toma!


Estuvimos un rato haciendo un poco el tonto, me dejaban espacio para tirar, me la devolvían cuando fallaba… En una de estas, Carles se puso a marcarme de frente.


Carles: Va, ahora ya voy en serio!


Una vez se acercó a mí, la boté por debajo de sus piernas, la cogí, hice un reverso justo en la cara de Marcos y metí canasta con una bandeja a mano cambiada que creo que en mi vida me había salido tan perfecta.


Carles: Filla de puta… Cómo nos has vacilado.


Sofía: Juego a esto desde los 7 años, os voy a hundir en la mierda.


Aarón: Hostias hahahaha Ahora no me la pases, que no voy a estar a la altura.


Nos pusimos a jugar en serio y joder, que tarde tan divertida. Aprovechaba cuando Marcos me marcaba para darle la espalda, pegarle el culo en el paquete y ponerle nervioso.


Marcos: Joder, es que así no hay quién se concentre!


Le pasé la pelota a Aarón, que tiró, y poniendo cuerpo para coger el rebote, le pasé la mano por el paquete a Marcos, que ya estaba medio morcillón.


Sofía: Estamos a lo que estamos o qué?


Marcos: Así no se puede…


Aarón falló el tiro y el rebote lo cogió Carles (sí, he jugado a basket, pero me sacaban dos cabezas) y cuando estaba saliendo para fuera de la línea de 3, vi cómo se acercaba Nadia.


Nadia: Chicos, puedo yo?


Marcos: Sí, cámbiate por mí, que yo me tengo que ir ya. Te vas con alguno de ellos, Sofi?


Sofía: Sí, claro, no te preocupes!


Carles: Yo me voy a sentar un rato, que no suelo hacer deporte.


Aarón: Yo voy a por una birra, que estoy seco.


Nadia: Jooo, ahora que llego yo vais a parar?


Sofía: Tranqui mujer, va, que te enseño a tirar.


Nadia: Quién te ha dicho a ti que no sé tirar?


Sofía: Ah, perdona.


Nadia: Hahahahah te estaba vacilando, no tengo ni puta idea.


Le enseñé un poco lo básico. Cómo poner los pies, el movimiento de rodillas, la posición de las manos…


Sofía: Mira, esta mano solo la aguanta, tienes que hacer el arco con este brazo…


Nadia: Uy, qué cerquita, no me acose, entrenadora hahahaha


Sofía: E… es que… Joder, yo aquí enseñándote y tú tomándotelo a cachondeo.


Nadia: Hahahah que estoy de broma, a ver, entonces la fuerza viene desde abajo… me incorporo y tiro!


No fue una mierda de tiro, pero tampoco estuvo genial. Oye, para ser el primero que probamos, ni tan mal.


Nadia: Casi! Lo has visto! Joder, parezco una profesional.


Sofía: Hahahahah no te vengas arriba, va, otra vez.


Me acerqué a ella botando la pelota e hizo un intento de quitármela.


Sofía: Huy, pues no te queda nada para quitarme a mí la pelota.


Nadia: Sí, eh?


Empezó a intentar quitarme la pelota, pero mal. Corriendo hacia la pelota, rodeándome, metiendo la mano para robarla… Como vio que eso no funcionaba, probó directamente con el contacto físico. Me agarraba del brazo, de la sudadera, pero ni por esas.


Nadia: Joder, así no es divertido!


Sofía: Para mí sí!


Le hice una pequeña finta, y cuando pasé por su lado le di un azote, bastante sonoro, en el culo. Ahora fue ella la que soltó un ligero ruido más parecido a un gemido que a una queja.


Nadia: Ufff… Maldita!


Sofía: Aquí te espero!


Se acercó a mí, pero en vez de ir a por la pelota, fue directa a mis tetas, concretamente a uno de mis pezones, como ya hizo antes, y como antes pasó, el mismo escalofrío me subió hasta la nuca. Esta vez el disimulo me salió de 10 e hice ver como que me había hecho daño. Se acercó mucho a mí, preocupada por si se había pasado.


Nadia: Perdona, perdona! No te quería hacer daño.


Me puse muy cerca de su cara y le susurré.


Sofía: No calientes lo que no te vayas a comer…


Se quedó muy roja y abrió mucho los ojos de primeras, pero sonrió.


Nadia: Y quién te dice que no me lo voy a comer?


Me dio un pequeño mordisco en el labio, y ahora sí, consiguió cogerme la pelota.


Nadia: Wuuuh! Sí! He ganado yo! Jódete!


Alzaba la pelota como si fuera un trofeo y yo seguía atónita, entre el calentón que ya llevaba de serie, y que me estaban ganando en mi propio terreno… Iba a explotar.


Nadia: Va, vamos a por una birra, hay que celebrarlo!


Sofía: S… sí, mejor…


Nos acercamos a la mesa con el resto de la banda, ya un poco cansados todos. Nos abrimos una cerveza cada una y nos sentamos con ellos.


Nadia: Fran, Aarón, si queréis que os lleve tiene que ser después de la birra, que tengo que ir a casa de Miquel a llevarle unas cosas.


Aarón: Ah, pero habéis vuelto?


Nadia: Nah, ni ganas, voy a llevarle unas cosas que quedaban en mi piso y solo coincidíamos hoy.


Bingo. Si algo no soporto es meterme en medio de una relación, pero parece ser que tenía vía libre en el caso de que sus “travesuras” fueran en serio.


Sofía: Carles, me acercas tú entonces? Me han dejado aquí sola y desamparada.


Carles: Sí, claro, pero tienes prisa? Así me baja un poco el alcohol y eso.


Sofía: No, no, sin problema, así miramos lo de la versión acústica.


Nadia se terminó la cerveza, se despidió y se marchó junto a Aarón y Fran.


Carles: Vamos dentro si quieres, que ya se está yendo el sol.


Sofía: Sí, mejor.


Entramos al local y nos sentamos en el sofá para ver los vídeos de la versión de Zombie, y ahí fue dónde vino el primer problema de ir todo el día en sudadera y haber estado jugando a basket. Una de las cosas que más vergüenza me da en la vida, es que alguien pueda notar mi olor corporal por haber sudado, aunque no huela a absolutamente nada, pero me hace estar muy inquieta e incómoda. Recordé que en el local había ducha y toallas, y aunque no llevaba ropa para cambiarme, ni que fuera me podía dar un agua.


Sofía: Carles, me sabe muy mal cortarte, pero te importa si me doy una ducha rápida? Es que de estar correteando de arriba a abajo me da miedo apestarte en la cara, y si vamos a estar aquí un rato…


Carles: Ah, no, no, sin problema, te enseño dónde están las toallas y demás.


Pasamos para el baño y ahí mi cabeza, mis hormonas y mi calentón de todo el día empezaron a hacer que por mi mente pasaran muchos pensamientos intrusivos. En ningún momento me había pasado nada sexual por la cabeza con Carles, pero al estar los dos solos y, perdón por ser pesada con lo mismo, que llevaba desde la mañana salida perdida, no lo podía evitar.


Carles se agachó y del armario cogió un par de toallas blancas, en ese momento aproveché para quitarme la sudadera, solo la sudadera, pero todos sabemos qué es lo que había debajo. El haber estado haciendo deporte y el cambio de temperatura no ayudaba, tenía los pezones y las areolas completamente marcados. En una camiseta de un color más claro hubiera ido transparentando sin ninguna duda.


Carles se incorporó con las toallas.


Carles: Las toallas las limpiamos uno cada semana, no te preocupes que están todas lim…pias…


Sofía: Vale! Gracias!


Miró para todos los sitios posibles para que no notara que había estado mirando dónde yo pretendía que mirara. Le cogí las toallas de las manos, rozando una de mis manos con la suya.


Carles: N… necesitas algo más?


Sofía: No, gracias! Si va a ser un momento!


Carles salió, cerró la puerta, y yo aproveché para desvestirme toda. Lo primero que hice fue llevarme la mano a la entrepierna. Efectivamente, estaba mojada. No aquello que digas “TSUNAMIII”, pero estaba bien mojada.


Los pensamientos intrusivos seguían rondándome y ya llegó un punto en el que cedí a ellos. Me puse a mirar por el baño si había algo que pudiera hacer o usar en mi ayuda y vi que dentro de la ducha había una cajonera lo suficientemente alta como para que yo no llegara.


Abrí el grifo, me metí debajo, cogí el gel y con una precisión digna de Ray Allen lo coloqué en el estante de arriba. No pretendía lavarme el pelo, pero sabía que el “efecto mojado” ayuda en todo.


Cogí una de las toallas, que por suerte no eran muy grandes, y me la até de tal forma que no enseñaba nada, ni por arriba ni por debajo, pero que poco faltaba. Me fui para la puerta, la entreabrí, y me medio asomé.


Sofía: Carles, por favor, cógeme el gel que no llego! hahahahah Cómo se os ocurre poner eso tan arriba, panda de ogros!


Carles: Eh? Ah, s… sí, voy.


Carles entró y yo estaba dentro de la ducha, con el grifo apagado, haciendo un poco el tonto.


Sofía: Es… que… no… llego!


Iba estirando el brazo sabiendo que la toalla se iba a subir lo justo para que desde dónde estaba él, se intuyera mi culo.


Carles levantó el brazo, lo cogió y me lo acercó. Estaba muy rojo, y cada vez podía disimular menos a dónde miraban sus ojos.


Sofía: Gracias! Te juro que no te molesto más hahahahaha


Estiré el brazo para coger el gel de su mano y, con una actuación digna de un Óscar, hice un leve movimiento con la otra mano que hizo que la toalla se abriera. Para mí, la gracia en un descuido, es que parezca que de verdad es un descuido, por muy preparado que esté, como era el caso. Hice ver que me daba un micro infarto y me agarré la toalla como buenamente pude, dejando uno de mis pechos sin tapar y toda la parte trasera, que aunque no la podía ver, estaba al aire.


Carles se quedó ojiplático, seguía rojo y tenía hasta la boca un poco abierta. Esa. Esa era la cara que yo quería ver.


Carles: Perdón! Perdón!


Se dio la vuelta y se iba dirección a la puerta. Yo ya había tenido lo que quería, pero tenía dos opciones en ese momento. O dejaba que se fuera y todo quedaba en una anécdota graciosa pero morbosa… O culminaba lo que había empezado… Y creedme que me costó decidirme, pero acabé optando por lo obvio, que era la segunda opción.


Sofía: Carles.


Se quedó quieto y ni se giró.


Carles: Qué?


Sofía: Te quieres quedar?


Carles: Qué?


Sofía: Que si te quieres quedar, no me importa.


Carles: Pero… estás segura?


Sofía: Hahahahah te lo estoy pidiendo yo, no?


Carles: No te importa?


Sofía: Ay, si lo sé no te pregunto, hijo.


Carles: No, no, no, me quedo.


Dejé la cortina abierta y abrí el grifo. De primeras Carles solo estaba ahí, no se asomaba a la ducha, ni me estaba viendo, ni nada, solo resoplaba. Yo empecé a ducharme, porque era verdad, me sentía sudorosa y necesitaba quitarme esa sensación.


Empecé a escuchar pasos lentos. Carles se acercó, y se apoyó en la pared contraria a la que estaba, teniendo una visión perfecta de mi cuerpo. Ahí ya pasé a ducharme de forma más… sensual digamos. Empecé a enjabonarme los pechos de forma pausada, apretándolos y recreándome un poco, pero haciendo ver como que él no estaba ahí.


Carles: Dios mío… No me creo que esté pasando esto…


Sofía: Hahahahah qué exagerado… Pero te vas a quedar ahí, no quieres pasar ni nada?


Carles: Ufff… No te enfades, es que me apetece mirar.


Joder, si os hiciérais una idea de lo que me puso esa frase… Me di la vuelta y pasé a enjabonarme la parte baja de la espalda, pasando por las caderas y rodeando el culo, llevando una de mis manos a mi entrepierna, usando la otra para apoyarme un poco en la pared y así poder inclinarme un poco.


Empecé a masturbarme despacio, pero llevaba un día de tantos calentones que no pude evitar gemir nada más comenzar.


Carles: Joder… Mira cómo me tienes…


Me giré y Carles agarraba su paquete por encima del pantalón. Se le notaba un bulto grande y que el pantalón iba a reventar.


Sofía: Hahahahahaha va, no te cortes.


Carles: No, no, me espero a que termines.


Seguí masturbándome hasta que, al poco tiempo, noté cómo mis dos piernas comenzaban a temblar y mis gemidos se agudizaban un poco más.


Carles: Te vas a correr?


Sofía: Sí…


Carles: Dios…


Sofía: Me… voy… a… uffff…. me… Ah!...


Un gemido diferente al resto pero también suave, dio a entender que ya había culminado. Me encantó, el poder masturbarse para alguien siempre es… genial.


Salí de la ducha, Carles cogió una de las toallas y estiré el brazo para cogerla. Su intención no era la de darme la toalla. Cogió mi brazo y me pasó la toalla por él, de forma suave pero a la vez fuerte. Carles, pese a ser muy bonachón, era un tipo muy grande y gordete, y entre la barba y la cabeza rapada intimidaba un poco, pero hacía las cosas de forma muy segura, y eso siempre me ha gustado.


Me secó los brazos poco a poco, pasó por mi pecho, por mi espalda y llegó hasta mis piernas. Una vez llegó hasta ahí, me pasó la toalla de forma delicada por la entrepierna. Yo me acababa de correr y estaba muy sensible ahí abajo, por lo que otro gemido se escapó de mi boca.


Sofía: Joder…


Carles: Te molesta?


Sofía: No, no, para nada…


Carles se agachó para tener mejor movilidad y siguió pasando con su mano la toalla por mi coño, cada vez haciendo más presión y acelerando un poco el ritmo. Yo separé un poco las piernas para facilitarle el trabajo, y apoyé las manos en sus hombros. Llegados a un punto, Carles ya tiró a tomar por culo la toalla y pasó a masturbarme con las manos.


El tío manejaba, la verdad. Con una mano me metió dos dedos y empezó a jugar con ellos dentro, mientras que con la otra jugaba con mi clítoris. Yo intentaba sentirme mal por tener al chaval ahí haciéndolo todo, pero de vez en cuando también me gusta que tengan iniciativa propia.


Le agarré de la cabeza, ya que el cambio de ritmo me pilló desprevenida, y ahí aprovechó para llevarse una teta a la boca. No era delicado, pero tampoco brusco, lo hacía con la intensidad que requería el momento. Su barba me iba marcando la piel, me arañaba y era áspera, pero sentirla era muy excitante.


Sofía: Carles… Carles… ya… ya…


Estaba a puntito de correrme otra vez. Entonces hizo algo que realmente no sé si es bueno, pero que en ese momento me encendió más si cabe.


Paró. Paró de golpe. Yo tenía las piernas empezando a temblar, y notaba cómo me palpitaba el coño. Estaba tan, pero tan cerca de correrme, que solo podía pensar en terminar.


Sofía: Q.. qué… por qué paras?


No dijo nada. Se levantó, puso las manos en mis hombros, y me puso de rodillas. Seguía sin decir nada, pero creo que no hacía falta. Estaba tan salida en ese momento, que me daba igual todo.


Llevé las manos a sus pantalones y se los bajé, dejándole en un boxer negro muy apretado con una gran mancha húmeda. Le pasé la mano por el bulto. Era grande y estaba duro como una piedra. Bajé el boxer de forma muy lenta. Siempre hay mucha expectación la primera vez que vas a ver a alguien desnudo. Normalmente, asociamos a la gente más subida de peso con atributos más pequeños, pero os aseguro que no era el caso.


Cuando terminé de bajar el bóxer por su último centímetro de carne, una polla gorda y grande dio a parar en mi mejilla, dejando un hilo de líquido preseminal desde mi cara hasta su punta.


Era una polla a proporción. Es decir, lo mismo una polla de ese tamaño en un cuerpo como el de Carles no parecía algo descomunal, pero os recuerdo que es un tipo que pasaba del 1,90 y de los 110kg y que yo no llego al 1,55.


La cogió por la base y siguió pasando el glande por mi mejilla, por mis labios… Yo como ya había asumido lo de dejarme hacer, cuando la noté en los labios abrí la boca y saqué un poco la lengua para facilitar el acceso, cosa que hizo poco a poco.


Primero metía solo la punta en la boca, mientras con la otra mano me cogía con delicadeza de la cara. Poco a poco la fue metiendo más, y la sacaba despacio. Cuando ya notó que entre mi saliva y su propio fluido ya estaba todo bien lubricado, empezó a acelerar el ritmo.


Estuve un rato dejándome follar la boca, ya que no era de esos burros que la meten hasta los topes y siempre es agradable disfrutar de una sesión de sexo sin arcadas ni falta de oxígeno.


Debido a una diferencia notable de altura entre ambos, la posición estaba empezando a ser cada vez más antinatural para él. Apartó mi ropa de la banqueta y, sin dejar de subir y bajar la mano por su miembro, se sentó a observarme.


Yo seguía de rodillas con las piernas medio temblorosas, y como no estaba acostumbrada al papel que me había tocado hacer ese día, no sabía bien bien qué hacer, así que esperé a ver cómo avanzaba todo.


No pasaron muchos segundos hasta que sugirió que diéramos un paso más.


Carles: En mi cartera tengo condones.


Estaba intentando ser un poco más consciente de las cosas que podían pasarme si seguía yendo de cabra loca por la vida, así que cogí la cartera de su pantalón, cogí un condón, me levanté y caminé hacia él. Me senté sobre sus piernas, tocando la base de su polla con mi coño y le di el condón.


Mientras él lo abría despacio, yo me dediqué a masturbarle con las dos manos. Soy la primera que defiende la expresión “el tamaño no importa”, y la defenderé hasta que me muera, porque me lo he pasado de lujo con chorras de todos los tamaños, pero me encanta eso de poder pajear una polla con ambas manos, llamadme hipócrita si queréis 🤣


Disfrutamos ambos de esa situación durante un rato, y una vez se puso el condón me levantó, me dio la vuelta y empezó a pasarme la punta por mi vagina de adelante hacia atrás. Estaba empapada, me había quedado tan al borde del orgasmo que creía que no iba a tardar ni 5 segundos en correrme. Por mi cabeza solo pasaba el “métemela de una vez”, y en otra situación hubiera sido yo misma la que hubiera cogido y “raca, padentro”. Pero eso estaba siendo divertido también.


Me cogió por la cintura con su enorme mano y empezó a introducirla poco a poco.


Sofía: Uuuh… Joder… sí que estoy sensible…


Una vez ya toda dentro, y con sus dos manos sobre mi cintura, ahora sí que había llegado el momento en el que tenía que actuar yo. Lo que me gusta de una postura así, es que yo misma controlo el ritmo. Y estando como estaba, el ritmo iba a ser bastante movido.


Coloqué mis manos sobre las suyas, las apreté, enviándole el mensaje de que quería que él me apretara, cosa que captó de primeras, y empecé a mover mis caderas muy rápido sin separar mi culo de su regazo.


Ya he comentado varias veces que no soy muy fan del sexo con penetración, que raras veces me apetece o me gusta, pero llegar a esa conclusión me llevó bastantes años de práctica… Por lo que, sin querer echarme muchas flores, no es algo que se me dé precisamente mal.


Carles jadeaba y gruñía (chicos, sed ruidosos, de verdad que nos encanta) mientras sus manos recorrieron mi cintura y mis costillas hasta llegar a las tetas. Me las apretaba con firmeza, dejando mis pezones entre sus dedos, con los que iba jugando de tanto en tanto.


Yo estaba intentando no correrme muy deprisa, porque aunque podía seguir, estaba disfrutando mucho de la sesión. Pero la idea de Carles era otra.


Una de sus manos subió por mi busto hasta alcanzar el cuello, que apretó con la fuerza justa para que fuera muy morboso, sin rozar el ahogamiento. Se acercó a mi oído y me susurró algo.


Carles: Córrete… sé que estás a punto.


Todavía me pone la piel de gallina recordar ese momento. Seguí moviéndome, acelerando el ritmo poco a poco mientras Carles me apretaba el cuello cada vez con un poco más de fuerza. Llegué a mi límite, ya no pude aguantar más y por mi boca empezaron a salir gemidos ahogados.


Sofía: Ah… Ya… jod… ya… AH!


Notaba cómo las paredes de mi vagina se contraían y podía hasta sentir las palpitaciones en la polla de Carles. La parte interior de mis muslos temblaba y en ese momento no sabía ni cómo cojones me iba a levantar. Cosa por la que tampoco tuve que preocuparme mucho.


Al notar que yo ya había terminado, Carles me tumbó en la banqueta, se sacó el condón y se puso a masturbarse a la altura de mi cara, quedando yo en medio de sus piernas.


No decía nada, pero sí era muy expresivo en cuánto a expresiones, movimientos, ruidos… Pude notar que se iba a correr cuando su respiración se aceleraba y se entrecortaba.


Carles: Uff… no p… no puedo más… me corro…


Acercó más la polla a mi cara, y por como estaba puesta, lo único que pude hacer era sacar la lengua. Pero la boca no era su objetivo.


Agitaba su polla de una forma muy agresiva y pude ver como de golpe paró a la altura del glande, para volver a reanudar la marcha con unos movimientos mucho más lentos, pero apretándosela bastante más fuerte.


Imagino que es una forma de controlar mejor la corrida, ya que empezó a correrse de forma abundante pero controlada. Un primer lefazo cayó por toda mi cara, llegando desde la barbilla hasta la frente, seguido de otros tantos que no pude ver, ya que por acto reflejo cerré los ojos.


Notaba cómo iban cayendo, unos más largos, otros más densos, otros simplemente gotas, pero todos dentro de su objetivo, sin salir ninguno disparado hacia la nada. Abrí la boca para coger una bocanada de aire, que entró acompañada por su polla, todavía dura y empapada.


Estuve chupando hasta que, poco a poco, se empezó a desinflar. Carles se separó de mí y me acercó una toalla.


Sofía: Te has quedado a gusto, eh? Hahaha


Carles: Ya, perdona, es que cuando me vengo arriba…


Sofía: Pero me he quejado yo en algún momento?


Carles: Te puedo pedir algo?


Sofía: Me pides permiso para pedirme algo pero no para correrte en mi cara? Caballeros así ya no quedan hahahaha Dime.


Carles: Esto que ha pasado… Podría quedar entre tú y yo?


Sofía: A ver… No me digas que tienes novia…


Carles: No, no, para nada, pero es que soy muy reservado con mi vida personal, y si vamos a venir a ensayar y eso… No me gustaría que hubiera malos rollos o miradas raras.


Sofía: Pues mira, me parece perfecto. Chocamos la mano? Como que ya no hace falta, no?


Carles: Hahahahaha siempre con el cachondeo… te lo agradezco, en serio.


Me pegué una ducha, por lo obvio, y Carles se quedó en el baño conmigo. Hubo un intento de masturbación por su parte, pero resultó ser de los que una vez terminan, necesitan su tiempo. 100% respetable.


Una vez limpia, hicimos lo planeado en un principio, que era ver los vídeos de la versión acústica para el ensayo y Carles me acercó a mi casa.


Me fui a dormir con una sensación rara. Me había encantado ese encuentro, lo había disfrutado un montón. Quería seguir jugando a mis chorradas sin necesidad de crear algún tipo de enemistad... Cosa que, en ese momento, veía muy complicado.

____________________________________________


Perdonad que haya tardado tanto! Pero entre que no ando muy motivada y casi no saco tiempo para escribir… Espero que hayáis disfrutado de la lectura, espero con muchas ganas vuestras reacciones y comentarios!


Un saludo a todos!
Primero decir que 0 presión. Piensa cuando escribiste por primera vez 0 expectativas supongo más allá de querer compartir una historia y que la disfruten sobretodo desde tu parte exhibicionista. Y gustó, seguiste escribiendo y sigue gustando, porque va a ser diferente si escribes desde la misma intención? Tú sigue escribiendo igual el resto no importa.

Me ha encantado la historia, pero creí que iría más encaminada hacia Nadia jejeje será mi parte vuoyer o como se diga me encantan Las escenas lesbicas no se porque y me encantaria estar presente en alguna alguna vez mero espectador. Me encanta ver disfrutar a una mujer, sus reacciones, sus contenciones, sus gemidos, sus suspiros, sus atrevimientos, sus vergüenzas superadas por excitacion, etc....

Ahh y un detalle tonto me encanta cuando todo el mundo dice millón de veces o algo parecido, pero tú le pones siempre un número concreto muy exagerado, es curioso, muy tuyo jeje

Lo dicho sigue, sin presión y haz lo que parece que mejor se te da en tu viva en general... Compartir 😍😘😘😘😘😘
 
Atrás
Top