Popurrí de mis experiencias!

Muy buenas! Perdón por la espera, pero no ando muy inspirada últimamente y todo lo que escribo lo acabo borrando 3847583475683745345 veces. Tengo mucha presión (mía, por supuesto) en no bajar el listón y eso me pasa factura.


Pero fuera dramas, que aquí venimos a divertirnos! Os dejo con la continuación!

_________________________________________________________________________

Ya habían pasado un par de meses desde aquella prueba, y la verdad que estaba súper contenta y motivada con los ensayos. Pasamos de quedar un día a la semana a quedar dos y hasta 3 veces. Fuera de los ensayos, mi vida seguía igual. Iba a clase, luego al súper a trabajar, cuando podía me juntaba con Ginesta y con Marcos y de vez en cuando jugaba con algunos de mis conocidos “contactos”. Sí que había cogido el mal hábito de beber y fumar entre semana, pero bueno, las estrellas de rock somos así (equisdé, es una bromi).


Yo cada vez estaba más suelta y con más confianza con el resto de integrantes de la banda (no en el sentido que estáis pensando, guarros) y salvo alguna broma jocosa y alguna mirada a mis tetas (cosas de ir sin sujetador por la vida) no había pasado nada con ninguno/a de los compis. Me estaba comportando.


Esa semana, uno de los días que escogimos para el ensayo, fue el domingo por la mañana, así aprovechábamos el terreno que tenían allí, y ya que no hacía demasiado frío pese a ser Noviembre, podíamos hacer una mini-barbacoa o, como yo la llamo, barbacoa.


El plan era simple y atractivo, quedar sobre las 10, ensayar hasta las 12:30/13:00 y luego ya comer y lo que surgiera. Lo bueno de tener alquilado un local entero en un recinto así, es que no es algo que vaya por horas, y te puedes estar el tiempo que quieras cuando quieras, una maravilla, la verdad.


La noche del sábado al domingo fue movidita, pero no por mi parte. Ginesta vino a casa, como muchos sábados y, como muchos otros sábados desde su “encuentro” con Gabri, se acostaron juntos. Puede que haya sonado a celosa, pero ni mucho menos, casi siempre era espectadora en primera fila de sus cópulas, solo que soy humana y hay veces que me apetece descansar, y más cuando tengo un ensayo al día siguiente por la mañana.


A parte de levantarme cansada, porque Ginesta es mala de nacimiento, sabe que me flipa escucharla, y se dedicó a no cortarse un pelo y no dejarme dormir, estaba más salida que la proa del Titanic, precisamente por el mismo motivo que me causó el insomnio.


Me pegué una ducha de esas que desearías quedarte a vivir allí dentro para siempre, y me fui a vestir. Lo recuerdo como si fuera ayer, era pleno noviembre, era por la mañana, y estábamos a 15 grados, así que no me preocupé del frío y para la ocasión escogí unos pantalones de los Celtics (los he tenido que jubilar este año, un minuto de silencio por ellos, que me costaron 40 pavos), y por culpa de la calentura que llevaba encima, una camiseta de tirantes con la que no tuviera ningún tipo de problema si quería “jugar” a los descuidos. Me até las converse y bajé a esperar a Marcos, que el pobre parecía mi taxista personal.



Puntual como un reloj, ya me hacía aspavientos desde su asiento por mis 10 minutos de retraso.


Marcos: Tú siempre igual, eh?


Sofía: Mira, calla, que no he pegado ojo y voy con una marcha menos.


Marcos: Hahahahahahaha a saber qué habrás hecho, viciosa.


Marcos arrancó el coche y nos pusimos en marcha.


Sofía: Pues para tu sorpresa, yo nada, pero estos dos estuvieron dale que te pego hasta las tantas y no me pude dormir hasta que terminaron.


Marcos: Joder con el bueno de Gabri, ya me dirá cómo lo hace, que yo hasta la fecha aún no he conseguido quedar a solas con Ginesta.


Sofía: Oye que si os molesto no voy, eh? hahahahaha


Marcos: Hostia cómo vienes tú hoy hahahahah Ya sabes a lo que me refiero, mujer.


Sofía: Encima de estar ahí escuchándoles con el tracatraca, y la otra que ya sabes que es una escandalosa…


Marcos: Vamos, que vas cachonda perdida.


Sofía: Me voy a follar el freno de mano, Marcos.


Los dos nos echamos a reír a carcajadas. Me gustaba la confianza que tenía con gente como Marcos, esas bromas siempre escandalizan a más de uno y de una.


Marcos: Imagino que la camiseta esa que llevas tiene algo que ver con que vayas así de salida, no?


Con las luces de mi casa ni me di cuenta, cogí una de tirantes roja de esas básicas (entre la camiseta roja y los pantalones verdes parecía sacada de una peli de Navidad), que son cómodas, pero a la vez me es muy fácil hacer que se me salga todo. Pero de lo que no me di cuenta es de que iba marcando los pezones de una forma exagerada.


Sofía: Me cago en la puta hahahaha Por dios, dime que tienes una sudadera que dejarme!


Marcos: En el maletero tengo una y me va un poco pequeña, pero no sé si dejártela…


Sofía: Solo me rodeo de gente mala, a cada cuál peor.


Marcos: Va, enséñales las tetas a ese pelotón de ahí, y no solo te la dejo, te la regalo.


Vivíamos en una zona de montaña cerca de la típica carretera que sube hasta arriba del todo, por lo que los pelotones de ciclistas eran considerados fauna autóctona de allí, y justo estábamos por adelantar a un grupito.


Sofía: En serio me propones eso pensando que en algún momento voy siquiera a dudarlo?


Marcos: No serás capaz.


Antes de que acabara de decir “capaz”, justo a la altura de la mitad del pelotón, me bajé la camiseta y pegué las tetas contra la ventana del coche. No hacía frío, pero la ventana parecía sacada directamente del corazón de vuestros/as ex.


Marcos redujo drásticamente la velocidad, dando tiempo al pelotón a que se avisaran unos a otros. Todo era un ambiente bastante festivo, la verdad, ya que estábamos todos, tanto dentro como fuera del coche, muriéndonos de risa.


Recordáis lo que he dicho de que solo me rodeo de gente mala? Pues Marcos, en un total alarde de ser el mismísimo sucesor de Morgoth, pero en cabrón, no aceleró el coche en ningún momento para que pudiéramos pillar en rojo el semáforo que había unos metros más adelante.


Sofía: Eres lo peor, me vas a regalar la sudadera y el puto coche también.


Marcos: Hahahahah disfruta, que ahí viene tu público!


Sofía: Son ciclistas, es un semáforo, obviamente, no van a parar.


Es lógico pensar eso, no? Los ciclistas y los semáforos son enemigos por naturaleza. Como los taxistas y los ciclistas. O los autobuseros y los ciclistas. O los demás conductores y los ciclistas. O los ciclistas y otros ciclistas. Malditos ciclistas, han destrozado el ciclismo.


Pues, para sorpresa de todos, en ese semáforo sí pararon. Me saludaban, sonreían, uno me hacía el gesto de bajarme la camiseta… Tampoco fueron groseros, cosa que hizo que la anécdota me siga pareciendo muy divertida a día de hoy. Antes de arrancar, les hice un amago de que me iba a bajar la camiseta, pero les dejé con las ganas.


Marcos: Estás de la olla hahahahaha


Sofía: Pero si luego voy a la playa y me paso el día en tetas, ya ves tú.


Marcos: Te has ganado esa sudadera.


Llegamos al recinto y, pese a los nervios y ansiedad de Marcos porque “es que vamos a llegar tarde porque eres una tardona bla bla bla”, fuimos los primeros en llegar. Marcos abrió la verja con el mandito, dejamos el coche aparcado y nos bajamos.


Hacía un día de puta madre. Eran las 10 de la mañana y hacía sol, se podía estar en tirantes, no había ni una puta nube en el cielo… Parecía finales de Mayo, un lujo. Cogimos la bebida y la carne que habíamos traído, Marcos me dio MI sudadera, y pasamos para dentro del local.


Guardamos todo en la nevera, Marcos empezó a afinar su guitarra y a hacer unas primeras pruebas de sonido para que todo estuviera listo cuando los demás llegaran, mientras yo le ayudaba con los “ssssssi” “ssssssssi” del micro. Trabajo en equipo, chavales.


No tardaron mucho en llegar los demás, a los 10 minutos ya estaban allí Nadia y Aarón, y cuando no habíamos ni terminado de saludarles, entraron Fran y Carles.


Nadia: Joder, al final soy la única mongola que ha venido en pantalón largo. Bueno, y Fran, pero lo suyo ya es de estudio.


Fran: Sí, en Massachusetts ya están contactando conmigo para empezar las pruebas.


Sofía: Tu madre no te iba a dejar ir tan lejos tú solo.


Carles: Bueno, Sofía se ha ganado no hacer la carne! Punto para ella!


Fran: Tampoco iba a llegar a la parrilla.


Sofía: Qué cabrón hahahahhaha Yo esto lo veo un empate.


Me gustaba TANTO, ese ambiente que había de “te tiro puyita, me la devuelves” pero luego todo eran risas… Me sentía como en casa, eran todos una gente maravillosa, la verdad. Estuvimos 5 minutos de charla pre-ensayo, y tras hacerle 4 últimos apaños al sonido del micro, empezamos a ensayar.


A la hora y pico decidimos hacer un poco de pausa, y aprovechando el buen día salimos a fumar fuera. Había unas mesitas a la sombra de un árbol, y nos pusimos allí a hablar todos con todos. Yo estaba sentada en la mesa con los pies en la banqueta, y Nadia se me acercó.


Nadia: Tía, no te asas con la sudadera puesta?


Sofía: Como un puto pollo, pero es que mira.


Me abrí la sudadera y le enseñé el panorama. Se me marcaban hasta las areolas de los pezones. Nadia se puso roja como un tomate y pude notar un ligero suspiro que salía de su boca. Lo había hecho a propósito? Obvio.


Nadia: Hahahahahaha pero joder, es que no te miras antes de salir de casa?


Sofía: Tú te crees que si me hubiera visto hubiera venido así? Menos mal que Marcos me ha podido dejar la sudadera.


Nadia: Bueno, menos mal para ti, que el resto nos perdemos el espectáculo hahahahah


Sofía: Oye! hahahah descarada!


Volvimos ambas a la conversación con el grupo y al cuarto de hora más o menos ya estábamos listos para volver.


Aarón: Bueno, creo que ya es hora de seguir!


Carles: Padentro todo el mundo.


Yo estaba empanada, mirando vete a saber qué, lo mismo una hoja de árbol que se había caído o algún pájaro. La cosa es, que al pasar cerca de mí, Nadia me pellizcó a modo de broma en uno de mis pezones para despertarme de mi empanada monumental. Funcionó, vaya si funcionó, pero ese día no era el mejor para hacer ese tipo de cosas. Me subió un cosquilleo desde los pies hasta la base de la nuca, y no pude evitar que se me escapara un ligero gemido, imperceptible para el resto, pero que Nadia escuchó en primera persona.


Nadia: Joder, sí que los tienes sensibles hahahahah

Sofía: Mi… mira! Calla eh! El daño que me has hecho…


Intenté disimular, pero no me salió muy bien la cosa. Igual que con los chicos soy muy valiente y muy echada para adelante, con las chicas me pongo nerviosa. Cosa que desde fuera es bastante divertido de ver en mi opinión.


Nadia: Sí, ya, daño, sí hahahahah


Sofía: Ahora verás!


Salí corriendo tras ella y echó a correr para esconderse detrás de Carles entre risas.


Sofía: Ya saldrás de ahí! Cobarde!


Marcos: No, no, no, aquí si os vais a pelear, que sea en bikini y en el barro.


Aarón: Eso, eso!


Sofía: Ya verás cuando te coja!


Nos gritamos un par de tonterías más y seguimos con el resto del ensayo. Terminamos con la canción de Zombie, de The Cranberries y cuando estábamos recogiendo las cosas, Carles se acercó a mí.


Carles: Por cierto, me estoy aprendiendo esta misma canción pero en versión acústica. Cómo lo ves para hacerla?


Sofía: Hostia, pues tiene que sonar genial… Sí, sí, dale!


Una vez todo estaba recogido, Aarón y Fran salieron para empezar a hacer el fuego, Marcos y Carles fueron a por un bidón, y Nadia y yo sacamos el hielo, las cervezas y la carne para fuera.


La escena me da nostalgia a día de hoy cuando la pienso. Qué de domingos pasamos así. La barbacoa en un lateral, las mesas a la sombra, los bidones con hielo hasta arriba de birras… Como el trabajo ya estaba hecho, me abrí una cerveza, me bebí media de un trago y empecé a incitar a Marcos a la mala vida.


Sofía: Marcos… dime un número del 1 al 10.


Marcos: Qué dices tú ahora?


Sofía: Un número del 1 al 10, no es tan difícil.


Marcos: Yo qué sé… el 7.


Sofía: Te toca hacerte un porro.


Marcos: Hija de puta, en lo que te conozco no te he visto liar ni una sola vez.


Sofía: Es que a ti te quedan muy chulos.


Nadia: Eso mismo, eso es un arte y tú eres todo un artista!


Aarón: El DaVinci de los canutos!


Marcos: Sois una panda de pelotas…


A Marcos no hacía falta liarle mucho, pero le gustaba hacerse de rogar. En 5 minutos ya tenía hecho su característico Cuerno de Gondor y empezamos a fumar para acompañar las birras. Ni frutos secos ni hostias. Porrillos. Así he acabado.


Después de un buen rato entre risas, cervezas, más sustancias y el buen tiempo, empezó a llegar un olorcito a carne… Ya se acercaba la hora de comer. Nadia y yo repartimos los platos y los cubiertos de plástico y los cocineros trajeron las dos bandejas bien rebosantes de churrascos, chistorras, butifarras… Madre mía, son las 3 y media de la madrugada, pero lo pienso y me da un hambre…


Empezamos a arrasar con todo de una manera un tanto grotesca. Pronto, los cubiertos pasarían a un segundo plano y solo se oía el ruido de masticar, como si de una manada de lobos fumados se tratase. Como en toda barbacoa que se precie, sobró algo para aprovechar en la merienda, incluso para cenar o comer al día siguiente. Terminamos el manjar con un chupito de ratafía (por si alguien no lo sabe, es un licor muy típico en Cataluña) que Carles había traído, y seguimos con nuestras conversaciones sobre todo y nada.


Una vez bajó un poco la comida, Aarón se acercó al maletero de su coche para poner la guinda al domingo… Volvió levantando en sus brazos, al más puro estilo Rafiki y Simba, una pelota de baloncesto. Marcos y Carles empezaron a hacer ruidos como de neandertal, a darse golpes en el pecho y espalda el uno al otro y a correr para la zona de las canastas, que estaba al lado. Hombre tener pelota. Hombre estar contento.


Nadia, Fran y yo nos quedamos atónitos ante tal muestra de testosterona. Aarón les tiró la pelota, Carles la botó muy fuerte contra el suelo con ambas manos y Marcos la recogió en el aire dando un salto totalmente innecesario. Aarón echó a correr hacia ellos gritando “PÁSALA PÁSALA”, para luego tirar un triple lamentable que ni tocó aro. En ese momento lo tuve claro, esos eran mis amigos.


Nadia: Madre mía, ya nos podemos despedir de ellos.


Sofía: Pero, por qué? Vamos para allí nosotros también.


Fran: Yo es que con el deporte…


Sofía: Eso ni es deporte ni es nada, es hacer el tonto con los colegas.


Fran: Yo me quedo aquí.


Nadia: Yo también, si eso ahora me acerco.


Marcos sabía que yo había jugado a básket desde pequeña (podéis hacer todos los chistes que queráis, pero no me vais a decir nada que no me hayan dicho ya), pero el resto no… Era la oportunidad de lucirme, algo que siempre me ha gustado, para qué mentir.


Estaban haciendo una especie de 1vs1 por turnos, tirando por tirar… Como un calentamiento, pero con alcohólicos y drogadictos en vez de con jugadores. Cuando Marcos vio que me acercaba, le hice un gesto con el dedo para que se callara, y le pedí el balón.


Lo cogí, me acerqué a ellos botándolo como si tuviera algún tipo de disfunción y tiré a canasta de forma ridícula, con una mecánica que haría llorar a Steph Curry.


Sofía: Venga, va, Aarón y yo contra vosotros dos.


Aarón: Sí hombre, yo para que me humillen ya tengo el Counter.


Marcos: Va, que será divertido.


Me guiñó un ojo, me conocía y me estaba viendo venir de lejos.


Sofía: Va, sacamos nosotros. Toma!


Estuvimos un rato haciendo un poco el tonto, me dejaban espacio para tirar, me la devolvían cuando fallaba… En una de estas, Carles se puso a marcarme de frente.


Carles: Va, ahora ya voy en serio!


Una vez se acercó a mí, la boté por debajo de sus piernas, la cogí, hice un reverso justo en la cara de Marcos y metí canasta con una bandeja a mano cambiada que creo que en mi vida me había salido tan perfecta.


Carles: Filla de puta… Cómo nos has vacilado.


Sofía: Juego a esto desde los 7 años, os voy a hundir en la mierda.


Aarón: Hostias hahahaha Ahora no me la pases, que no voy a estar a la altura.


Nos pusimos a jugar en serio y joder, que tarde tan divertida. Aprovechaba cuando Marcos me marcaba para darle la espalda, pegarle el culo en el paquete y ponerle nervioso.


Marcos: Joder, es que así no hay quién se concentre!


Le pasé la pelota a Aarón, que tiró, y poniendo cuerpo para coger el rebote, le pasé la mano por el paquete a Marcos, que ya estaba medio morcillón.


Sofía: Estamos a lo que estamos o qué?


Marcos: Así no se puede…


Aarón falló el tiro y el rebote lo cogió Carles (sí, he jugado a basket, pero me sacaban dos cabezas) y cuando estaba saliendo para fuera de la línea de 3, vi cómo se acercaba Nadia.


Nadia: Chicos, puedo yo?


Marcos: Sí, cámbiate por mí, que yo me tengo que ir ya. Te vas con alguno de ellos, Sofi?


Sofía: Sí, claro, no te preocupes!


Carles: Yo me voy a sentar un rato, que no suelo hacer deporte.


Aarón: Yo voy a por una birra, que estoy seco.


Nadia: Jooo, ahora que llego yo vais a parar?


Sofía: Tranqui mujer, va, que te enseño a tirar.


Nadia: Quién te ha dicho a ti que no sé tirar?


Sofía: Ah, perdona.


Nadia: Hahahahah te estaba vacilando, no tengo ni puta idea.


Le enseñé un poco lo básico. Cómo poner los pies, el movimiento de rodillas, la posición de las manos…


Sofía: Mira, esta mano solo la aguanta, tienes que hacer el arco con este brazo…


Nadia: Uy, qué cerquita, no me acose, entrenadora hahahaha


Sofía: E… es que… Joder, yo aquí enseñándote y tú tomándotelo a cachondeo.


Nadia: Hahahah que estoy de broma, a ver, entonces la fuerza viene desde abajo… me incorporo y tiro!


No fue una mierda de tiro, pero tampoco estuvo genial. Oye, para ser el primero que probamos, ni tan mal.


Nadia: Casi! Lo has visto! Joder, parezco una profesional.


Sofía: Hahahahah no te vengas arriba, va, otra vez.


Me acerqué a ella botando la pelota e hizo un intento de quitármela.


Sofía: Huy, pues no te queda nada para quitarme a mí la pelota.


Nadia: Sí, eh?


Empezó a intentar quitarme la pelota, pero mal. Corriendo hacia la pelota, rodeándome, metiendo la mano para robarla… Como vio que eso no funcionaba, probó directamente con el contacto físico. Me agarraba del brazo, de la sudadera, pero ni por esas.


Nadia: Joder, así no es divertido!


Sofía: Para mí sí!


Le hice una pequeña finta, y cuando pasé por su lado le di un azote, bastante sonoro, en el culo. Ahora fue ella la que soltó un ligero ruido más parecido a un gemido que a una queja.


Nadia: Ufff… Maldita!


Sofía: Aquí te espero!


Se acercó a mí, pero en vez de ir a por la pelota, fue directa a mis tetas, concretamente a uno de mis pezones, como ya hizo antes, y como antes pasó, el mismo escalofrío me subió hasta la nuca. Esta vez el disimulo me salió de 10 e hice ver como que me había hecho daño. Se acercó mucho a mí, preocupada por si se había pasado.


Nadia: Perdona, perdona! No te quería hacer daño.


Me puse muy cerca de su cara y le susurré.


Sofía: No calientes lo que no te vayas a comer…


Se quedó muy roja y abrió mucho los ojos de primeras, pero sonrió.


Nadia: Y quién te dice que no me lo voy a comer?


Me dio un pequeño mordisco en el labio, y ahora sí, consiguió cogerme la pelota.


Nadia: Wuuuh! Sí! He ganado yo! Jódete!


Alzaba la pelota como si fuera un trofeo y yo seguía atónita, entre el calentón que ya llevaba de serie, y que me estaban ganando en mi propio terreno… Iba a explotar.


Nadia: Va, vamos a por una birra, hay que celebrarlo!


Sofía: S… sí, mejor…


Nos acercamos a la mesa con el resto de la banda, ya un poco cansados todos. Nos abrimos una cerveza cada una y nos sentamos con ellos.


Nadia: Fran, Aarón, si queréis que os lleve tiene que ser después de la birra, que tengo que ir a casa de Miquel a llevarle unas cosas.


Aarón: Ah, pero habéis vuelto?


Nadia: Nah, ni ganas, voy a llevarle unas cosas que quedaban en mi piso y solo coincidíamos hoy.


Bingo. Si algo no soporto es meterme en medio de una relación, pero parece ser que tenía vía libre en el caso de que sus “travesuras” fueran en serio.


Sofía: Carles, me acercas tú entonces? Me han dejado aquí sola y desamparada.


Carles: Sí, claro, pero tienes prisa? Así me baja un poco el alcohol y eso.


Sofía: No, no, sin problema, así miramos lo de la versión acústica.


Nadia se terminó la cerveza, se despidió y se marchó junto a Aarón y Fran.


Carles: Vamos dentro si quieres, que ya se está yendo el sol.


Sofía: Sí, mejor.


Entramos al local y nos sentamos en el sofá para ver los vídeos de la versión de Zombie, y ahí fue dónde vino el primer problema de ir todo el día en sudadera y haber estado jugando a basket. Una de las cosas que más vergüenza me da en la vida, es que alguien pueda notar mi olor corporal por haber sudado, aunque no huela a absolutamente nada, pero me hace estar muy inquieta e incómoda. Recordé que en el local había ducha y toallas, y aunque no llevaba ropa para cambiarme, ni que fuera me podía dar un agua.


Sofía: Carles, me sabe muy mal cortarte, pero te importa si me doy una ducha rápida? Es que de estar correteando de arriba a abajo me da miedo apestarte en la cara, y si vamos a estar aquí un rato…


Carles: Ah, no, no, sin problema, te enseño dónde están las toallas y demás.


Pasamos para el baño y ahí mi cabeza, mis hormonas y mi calentón de todo el día empezaron a hacer que por mi mente pasaran muchos pensamientos intrusivos. En ningún momento me había pasado nada sexual por la cabeza con Carles, pero al estar los dos solos y, perdón por ser pesada con lo mismo, que llevaba desde la mañana salida perdida, no lo podía evitar.


Carles se agachó y del armario cogió un par de toallas blancas, en ese momento aproveché para quitarme la sudadera, solo la sudadera, pero todos sabemos qué es lo que había debajo. El haber estado haciendo deporte y el cambio de temperatura no ayudaba, tenía los pezones y las areolas completamente marcados. En una camiseta de un color más claro hubiera ido transparentando sin ninguna duda.


Carles se incorporó con las toallas.


Carles: Las toallas las limpiamos uno cada semana, no te preocupes que están todas lim…pias…


Sofía: Vale! Gracias!


Miró para todos los sitios posibles para que no notara que había estado mirando dónde yo pretendía que mirara. Le cogí las toallas de las manos, rozando una de mis manos con la suya.


Carles: N… necesitas algo más?


Sofía: No, gracias! Si va a ser un momento!


Carles salió, cerró la puerta, y yo aproveché para desvestirme toda. Lo primero que hice fue llevarme la mano a la entrepierna. Efectivamente, estaba mojada. No aquello que digas “TSUNAMIII”, pero estaba bien mojada.


Los pensamientos intrusivos seguían rondándome y ya llegó un punto en el que cedí a ellos. Me puse a mirar por el baño si había algo que pudiera hacer o usar en mi ayuda y vi que dentro de la ducha había una cajonera lo suficientemente alta como para que yo no llegara.


Abrí el grifo, me metí debajo, cogí el gel y con una precisión digna de Ray Allen lo coloqué en el estante de arriba. No pretendía lavarme el pelo, pero sabía que el “efecto mojado” ayuda en todo.


Cogí una de las toallas, que por suerte no eran muy grandes, y me la até de tal forma que no enseñaba nada, ni por arriba ni por debajo, pero que poco faltaba. Me fui para la puerta, la entreabrí, y me medio asomé.


Sofía: Carles, por favor, cógeme el gel que no llego! hahahahah Cómo se os ocurre poner eso tan arriba, panda de ogros!


Carles: Eh? Ah, s… sí, voy.


Carles entró y yo estaba dentro de la ducha, con el grifo apagado, haciendo un poco el tonto.


Sofía: Es… que… no… llego!


Iba estirando el brazo sabiendo que la toalla se iba a subir lo justo para que desde dónde estaba él, se intuyera mi culo.


Carles levantó el brazo, lo cogió y me lo acercó. Estaba muy rojo, y cada vez podía disimular menos a dónde miraban sus ojos.


Sofía: Gracias! Te juro que no te molesto más hahahahaha


Estiré el brazo para coger el gel de su mano y, con una actuación digna de un Óscar, hice un leve movimiento con la otra mano que hizo que la toalla se abriera. Para mí, la gracia en un descuido, es que parezca que de verdad es un descuido, por muy preparado que esté, como era el caso. Hice ver que me daba un micro infarto y me agarré la toalla como buenamente pude, dejando uno de mis pechos sin tapar y toda la parte trasera, que aunque no la podía ver, estaba al aire.


Carles se quedó ojiplático, seguía rojo y tenía hasta la boca un poco abierta. Esa. Esa era la cara que yo quería ver.


Carles: Perdón! Perdón!


Se dio la vuelta y se iba dirección a la puerta. Yo ya había tenido lo que quería, pero tenía dos opciones en ese momento. O dejaba que se fuera y todo quedaba en una anécdota graciosa pero morbosa… O culminaba lo que había empezado… Y creedme que me costó decidirme, pero acabé optando por lo obvio, que era la segunda opción.


Sofía: Carles.


Se quedó quieto y ni se giró.


Carles: Qué?


Sofía: Te quieres quedar?


Carles: Qué?


Sofía: Que si te quieres quedar, no me importa.


Carles: Pero… estás segura?


Sofía: Hahahahah te lo estoy pidiendo yo, no?


Carles: No te importa?


Sofía: Ay, si lo sé no te pregunto, hijo.


Carles: No, no, no, me quedo.


Dejé la cortina abierta y abrí el grifo. De primeras Carles solo estaba ahí, no se asomaba a la ducha, ni me estaba viendo, ni nada, solo resoplaba. Yo empecé a ducharme, porque era verdad, me sentía sudorosa y necesitaba quitarme esa sensación.


Empecé a escuchar pasos lentos. Carles se acercó, y se apoyó en la pared contraria a la que estaba, teniendo una visión perfecta de mi cuerpo. Ahí ya pasé a ducharme de forma más… sensual digamos. Empecé a enjabonarme los pechos de forma pausada, apretándolos y recreándome un poco, pero haciendo ver como que él no estaba ahí.


Carles: Dios mío… No me creo que esté pasando esto…


Sofía: Hahahahah qué exagerado… Pero te vas a quedar ahí, no quieres pasar ni nada?


Carles: Ufff… No te enfades, es que me apetece mirar.


Joder, si os hiciérais una idea de lo que me puso esa frase… Me di la vuelta y pasé a enjabonarme la parte baja de la espalda, pasando por las caderas y rodeando el culo, llevando una de mis manos a mi entrepierna, usando la otra para apoyarme un poco en la pared y así poder inclinarme un poco.


Empecé a masturbarme despacio, pero llevaba un día de tantos calentones que no pude evitar gemir nada más comenzar.


Carles: Joder… Mira cómo me tienes…


Me giré y Carles agarraba su paquete por encima del pantalón. Se le notaba un bulto grande y que el pantalón iba a reventar.


Sofía: Hahahahahaha va, no te cortes.


Carles: No, no, me espero a que termines.


Seguí masturbándome hasta que, al poco tiempo, noté cómo mis dos piernas comenzaban a temblar y mis gemidos se agudizaban un poco más.


Carles: Te vas a correr?


Sofía: Sí…


Carles: Dios…


Sofía: Me… voy… a… uffff…. me… Ah!...


Un gemido diferente al resto pero también suave, dio a entender que ya había culminado. Me encantó, el poder masturbarse para alguien siempre es… genial.


Salí de la ducha, Carles cogió una de las toallas y estiré el brazo para cogerla. Su intención no era la de darme la toalla. Cogió mi brazo y me pasó la toalla por él, de forma suave pero a la vez fuerte. Carles, pese a ser muy bonachón, era un tipo muy grande y gordete, y entre la barba y la cabeza rapada intimidaba un poco, pero hacía las cosas de forma muy segura, y eso siempre me ha gustado.


Me secó los brazos poco a poco, pasó por mi pecho, por mi espalda y llegó hasta mis piernas. Una vez llegó hasta ahí, me pasó la toalla de forma delicada por la entrepierna. Yo me acababa de correr y estaba muy sensible ahí abajo, por lo que otro gemido se escapó de mi boca.


Sofía: Joder…


Carles: Te molesta?


Sofía: No, no, para nada…


Carles se agachó para tener mejor movilidad y siguió pasando con su mano la toalla por mi coño, cada vez haciendo más presión y acelerando un poco el ritmo. Yo separé un poco las piernas para facilitarle el trabajo, y apoyé las manos en sus hombros. Llegados a un punto, Carles ya tiró a tomar por culo la toalla y pasó a masturbarme con las manos.


El tío manejaba, la verdad. Con una mano me metió dos dedos y empezó a jugar con ellos dentro, mientras que con la otra jugaba con mi clítoris. Yo intentaba sentirme mal por tener al chaval ahí haciéndolo todo, pero de vez en cuando también me gusta que tengan iniciativa propia.


Le agarré de la cabeza, ya que el cambio de ritmo me pilló desprevenida, y ahí aprovechó para llevarse una teta a la boca. No era delicado, pero tampoco brusco, lo hacía con la intensidad que requería el momento. Su barba me iba marcando la piel, me arañaba y era áspera, pero sentirla era muy excitante.


Sofía: Carles… Carles… ya… ya…


Estaba a puntito de correrme otra vez. Entonces hizo algo que realmente no sé si es bueno, pero que en ese momento me encendió más si cabe.


Paró. Paró de golpe. Yo tenía las piernas empezando a temblar, y notaba cómo me palpitaba el coño. Estaba tan, pero tan cerca de correrme, que solo podía pensar en terminar.


Sofía: Q.. qué… por qué paras?


No dijo nada. Se levantó, puso las manos en mis hombros, y me puso de rodillas. Seguía sin decir nada, pero creo que no hacía falta. Estaba tan salida en ese momento, que me daba igual todo.


Llevé las manos a sus pantalones y se los bajé, dejándole en un boxer negro muy apretado con una gran mancha húmeda. Le pasé la mano por el bulto. Era grande y estaba duro como una piedra. Bajé el boxer de forma muy lenta. Siempre hay mucha expectación la primera vez que vas a ver a alguien desnudo. Normalmente, asociamos a la gente más subida de peso con atributos más pequeños, pero os aseguro que no era el caso.


Cuando terminé de bajar el bóxer por su último centímetro de carne, una polla gorda y grande dio a parar en mi mejilla, dejando un hilo de líquido preseminal desde mi cara hasta su punta.


Era una polla a proporción. Es decir, lo mismo una polla de ese tamaño en un cuerpo como el de Carles no parecía algo descomunal, pero os recuerdo que es un tipo que pasaba del 1,90 y de los 110kg y que yo no llego al 1,55.


La cogió por la base y siguió pasando el glande por mi mejilla, por mis labios… Yo como ya había asumido lo de dejarme hacer, cuando la noté en los labios abrí la boca y saqué un poco la lengua para facilitar el acceso, cosa que hizo poco a poco.


Primero metía solo la punta en la boca, mientras con la otra mano me cogía con delicadeza de la cara. Poco a poco la fue metiendo más, y la sacaba despacio. Cuando ya notó que entre mi saliva y su propio fluido ya estaba todo bien lubricado, empezó a acelerar el ritmo.


Estuve un rato dejándome follar la boca, ya que no era de esos burros que la meten hasta los topes y siempre es agradable disfrutar de una sesión de sexo sin arcadas ni falta de oxígeno.


Debido a una diferencia notable de altura entre ambos, la posición estaba empezando a ser cada vez más antinatural para él. Apartó mi ropa de la banqueta y, sin dejar de subir y bajar la mano por su miembro, se sentó a observarme.


Yo seguía de rodillas con las piernas medio temblorosas, y como no estaba acostumbrada al papel que me había tocado hacer ese día, no sabía bien bien qué hacer, así que esperé a ver cómo avanzaba todo.


No pasaron muchos segundos hasta que sugirió que diéramos un paso más.


Carles: En mi cartera tengo condones.


Estaba intentando ser un poco más consciente de las cosas que podían pasarme si seguía yendo de cabra loca por la vida, así que cogí la cartera de su pantalón, cogí un condón, me levanté y caminé hacia él. Me senté sobre sus piernas, tocando la base de su polla con mi coño y le di el condón.


Mientras él lo abría despacio, yo me dediqué a masturbarle con las dos manos. Soy la primera que defiende la expresión “el tamaño no importa”, y la defenderé hasta que me muera, porque me lo he pasado de lujo con chorras de todos los tamaños, pero me encanta eso de poder pajear una polla con ambas manos, llamadme hipócrita si queréis 🤣


Disfrutamos ambos de esa situación durante un rato, y una vez se puso el condón me levantó, me dio la vuelta y empezó a pasarme la punta por mi vagina de adelante hacia atrás. Estaba empapada, me había quedado tan al borde del orgasmo que creía que no iba a tardar ni 5 segundos en correrme. Por mi cabeza solo pasaba el “métemela de una vez”, y en otra situación hubiera sido yo misma la que hubiera cogido y “raca, padentro”. Pero eso estaba siendo divertido también.


Me cogió por la cintura con su enorme mano y empezó a introducirla poco a poco.


Sofía: Uuuh… Joder… sí que estoy sensible…


Una vez ya toda dentro, y con sus dos manos sobre mi cintura, ahora sí que había llegado el momento en el que tenía que actuar yo. Lo que me gusta de una postura así, es que yo misma controlo el ritmo. Y estando como estaba, el ritmo iba a ser bastante movido.


Coloqué mis manos sobre las suyas, las apreté, enviándole el mensaje de que quería que él me apretara, cosa que captó de primeras, y empecé a mover mis caderas muy rápido sin separar mi culo de su regazo.


Ya he comentado varias veces que no soy muy fan del sexo con penetración, que raras veces me apetece o me gusta, pero llegar a esa conclusión me llevó bastantes años de práctica… Por lo que, sin querer echarme muchas flores, no es algo que se me dé precisamente mal.


Carles jadeaba y gruñía (chicos, sed ruidosos, de verdad que nos encanta) mientras sus manos recorrieron mi cintura y mis costillas hasta llegar a las tetas. Me las apretaba con firmeza, dejando mis pezones entre sus dedos, con los que iba jugando de tanto en tanto.


Yo estaba intentando no correrme muy deprisa, porque aunque podía seguir, estaba disfrutando mucho de la sesión. Pero la idea de Carles era otra.


Una de sus manos subió por mi busto hasta alcanzar el cuello, que apretó con la fuerza justa para que fuera muy morboso, sin rozar el ahogamiento. Se acercó a mi oído y me susurró algo.


Carles: Córrete… sé que estás a punto.


Todavía me pone la piel de gallina recordar ese momento. Seguí moviéndome, acelerando el ritmo poco a poco mientras Carles me apretaba el cuello cada vez con un poco más de fuerza. Llegué a mi límite, ya no pude aguantar más y por mi boca empezaron a salir gemidos ahogados.


Sofía: Ah… Ya… jod… ya… AH!


Notaba cómo las paredes de mi vagina se contraían y podía hasta sentir las palpitaciones en la polla de Carles. La parte interior de mis muslos temblaba y en ese momento no sabía ni cómo cojones me iba a levantar. Cosa por la que tampoco tuve que preocuparme mucho.


Al notar que yo ya había terminado, Carles me tumbó en la banqueta, se sacó el condón y se puso a masturbarse a la altura de mi cara, quedando yo en medio de sus piernas.


No decía nada, pero sí era muy expresivo en cuánto a expresiones, movimientos, ruidos… Pude notar que se iba a correr cuando su respiración se aceleraba y se entrecortaba.


Carles: Uff… no p… no puedo más… me corro…


Acercó más la polla a mi cara, y por como estaba puesta, lo único que pude hacer era sacar la lengua. Pero la boca no era su objetivo.


Agitaba su polla de una forma muy agresiva y pude ver como de golpe paró a la altura del glande, para volver a reanudar la marcha con unos movimientos mucho más lentos, pero apretándosela bastante más fuerte.


Imagino que es una forma de controlar mejor la corrida, ya que empezó a correrse de forma abundante pero controlada. Un primer lefazo cayó por toda mi cara, llegando desde la barbilla hasta la frente, seguido de otros tantos que no pude ver, ya que por acto reflejo cerré los ojos.


Notaba cómo iban cayendo, unos más largos, otros más densos, otros simplemente gotas, pero todos dentro de su objetivo, sin salir ninguno disparado hacia la nada. Abrí la boca para coger una bocanada de aire, que entró acompañada por su polla, todavía dura y empapada.


Estuve chupando hasta que, poco a poco, se empezó a desinflar. Carles se separó de mí y me acercó una toalla.


Sofía: Te has quedado a gusto, eh? Hahaha


Carles: Ya, perdona, es que cuando me vengo arriba…


Sofía: Pero me he quejado yo en algún momento?


Carles: Te puedo pedir algo?


Sofía: Me pides permiso para pedirme algo pero no para correrte en mi cara? Caballeros así ya no quedan hahahaha Dime.


Carles: Esto que ha pasado… Podría quedar entre tú y yo?


Sofía: A ver… No me digas que tienes novia…


Carles: No, no, para nada, pero es que soy muy reservado con mi vida personal, y si vamos a venir a ensayar y eso… No me gustaría que hubiera malos rollos o miradas raras.


Sofía: Pues mira, me parece perfecto. Chocamos la mano? Como que ya no hace falta, no?


Carles: Hahahahaha siempre con el cachondeo… te lo agradezco, en serio.


Me pegué una ducha, por lo obvio, y Carles se quedó en el baño conmigo. Hubo un intento de masturbación por su parte, pero resultó ser de los que una vez terminan, necesitan su tiempo. 100% respetable.


Una vez limpia, hicimos lo planeado en un principio, que era ver los vídeos de la versión acústica para el ensayo y Carles me acercó a mi casa.


Me fui a dormir con una sensación rara. Me había encantado ese encuentro, lo había disfrutado un montón. Quería seguir jugando a mis chorradas sin necesidad de crear algún tipo de enemistad... Cosa que, en ese momento, veía muy complicado.

____________________________________________


Perdonad que haya tardado tanto! Pero entre que no ando muy motivada y casi no saco tiempo para escribir… Espero que hayáis disfrutado de la lectura, espero con muchas ganas vuestras reacciones y comentarios!


Un saludo a todos!
Llego tarde al relato, por despiste y por la campanita que se ve que no ha sonado :cautious:

Como siempre genial, fantastica continuación del relato, me encanta como escribes y como describes las situaciones de sexo, las haces parecer tan naturales, con ese humor que gastas, y morbosas a más no poder, eres la maestra del erotismo escrito del foroporno, de verdad eres una crack, ojalá más mujeres se animen a escribir, por que el punto de vista femenino en el sexo es algo que echo en falta en muchas ocasiones.

Muchas gracias Sofía siempre es un placer leer tus relatos :love:

Tambien yo jugaba a baloncesto y era bueno, cuando me portaba mal, el entrenador como castigo me mandaba a jugar con las chicas 😂 pero más que un castigo era una delicia.

Besosssss guapisima y esperando tus próximas aventuras 😘😘😘😘😘
 
Muy buenas! Perdón por la espera, pero no ando muy inspirada últimamente y todo lo que escribo lo acabo borrando 3847583475683745345 veces. Tengo mucha presión (mía, por supuesto) en no bajar el listón y eso me pasa factura.


Pero fuera dramas, que aquí venimos a divertirnos! Os dejo con la continuación!

_________________________________________________________________________

Ya habían pasado un par de meses desde aquella prueba, y la verdad que estaba súper contenta y motivada con los ensayos. Pasamos de quedar un día a la semana a quedar dos y hasta 3 veces. Fuera de los ensayos, mi vida seguía igual. Iba a clase, luego al súper a trabajar, cuando podía me juntaba con Ginesta y con Marcos y de vez en cuando jugaba con algunos de mis conocidos “contactos”. Sí que había cogido el mal hábito de beber y fumar entre semana, pero bueno, las estrellas de rock somos así (equisdé, es una bromi).


Yo cada vez estaba más suelta y con más confianza con el resto de integrantes de la banda (no en el sentido que estáis pensando, guarros) y salvo alguna broma jocosa y alguna mirada a mis tetas (cosas de ir sin sujetador por la vida) no había pasado nada con ninguno/a de los compis. Me estaba comportando.


Esa semana, uno de los días que escogimos para el ensayo, fue el domingo por la mañana, así aprovechábamos el terreno que tenían allí, y ya que no hacía demasiado frío pese a ser Noviembre, podíamos hacer una mini-barbacoa o, como yo la llamo, barbacoa.


El plan era simple y atractivo, quedar sobre las 10, ensayar hasta las 12:30/13:00 y luego ya comer y lo que surgiera. Lo bueno de tener alquilado un local entero en un recinto así, es que no es algo que vaya por horas, y te puedes estar el tiempo que quieras cuando quieras, una maravilla, la verdad.


La noche del sábado al domingo fue movidita, pero no por mi parte. Ginesta vino a casa, como muchos sábados y, como muchos otros sábados desde su “encuentro” con Gabri, se acostaron juntos. Puede que haya sonado a celosa, pero ni mucho menos, casi siempre era espectadora en primera fila de sus cópulas, solo que soy humana y hay veces que me apetece descansar, y más cuando tengo un ensayo al día siguiente por la mañana.


A parte de levantarme cansada, porque Ginesta es mala de nacimiento, sabe que me flipa escucharla, y se dedicó a no cortarse un pelo y no dejarme dormir, estaba más salida que la proa del Titanic, precisamente por el mismo motivo que me causó el insomnio.


Me pegué una ducha de esas que desearías quedarte a vivir allí dentro para siempre, y me fui a vestir. Lo recuerdo como si fuera ayer, era pleno noviembre, era por la mañana, y estábamos a 15 grados, así que no me preocupé del frío y para la ocasión escogí unos pantalones de los Celtics (los he tenido que jubilar este año, un minuto de silencio por ellos, que me costaron 40 pavos), y por culpa de la calentura que llevaba encima, una camiseta de tirantes con la que no tuviera ningún tipo de problema si quería “jugar” a los descuidos. Me até las converse y bajé a esperar a Marcos, que el pobre parecía mi taxista personal.



Puntual como un reloj, ya me hacía aspavientos desde su asiento por mis 10 minutos de retraso.


Marcos: Tú siempre igual, eh?


Sofía: Mira, calla, que no he pegado ojo y voy con una marcha menos.


Marcos: Hahahahahahaha a saber qué habrás hecho, viciosa.


Marcos arrancó el coche y nos pusimos en marcha.


Sofía: Pues para tu sorpresa, yo nada, pero estos dos estuvieron dale que te pego hasta las tantas y no me pude dormir hasta que terminaron.


Marcos: Joder con el bueno de Gabri, ya me dirá cómo lo hace, que yo hasta la fecha aún no he conseguido quedar a solas con Ginesta.


Sofía: Oye que si os molesto no voy, eh? hahahahaha


Marcos: Hostia cómo vienes tú hoy hahahahah Ya sabes a lo que me refiero, mujer.


Sofía: Encima de estar ahí escuchándoles con el tracatraca, y la otra que ya sabes que es una escandalosa…


Marcos: Vamos, que vas cachonda perdida.


Sofía: Me voy a follar el freno de mano, Marcos.


Los dos nos echamos a reír a carcajadas. Me gustaba la confianza que tenía con gente como Marcos, esas bromas siempre escandalizan a más de uno y de una.


Marcos: Imagino que la camiseta esa que llevas tiene algo que ver con que vayas así de salida, no?


Con las luces de mi casa ni me di cuenta, cogí una de tirantes roja de esas básicas (entre la camiseta roja y los pantalones verdes parecía sacada de una peli de Navidad), que son cómodas, pero a la vez me es muy fácil hacer que se me salga todo. Pero de lo que no me di cuenta es de que iba marcando los pezones de una forma exagerada.


Sofía: Me cago en la puta hahahaha Por dios, dime que tienes una sudadera que dejarme!


Marcos: En el maletero tengo una y me va un poco pequeña, pero no sé si dejártela…


Sofía: Solo me rodeo de gente mala, a cada cuál peor.


Marcos: Va, enséñales las tetas a ese pelotón de ahí, y no solo te la dejo, te la regalo.


Vivíamos en una zona de montaña cerca de la típica carretera que sube hasta arriba del todo, por lo que los pelotones de ciclistas eran considerados fauna autóctona de allí, y justo estábamos por adelantar a un grupito.


Sofía: En serio me propones eso pensando que en algún momento voy siquiera a dudarlo?


Marcos: No serás capaz.


Antes de que acabara de decir “capaz”, justo a la altura de la mitad del pelotón, me bajé la camiseta y pegué las tetas contra la ventana del coche. No hacía frío, pero la ventana parecía sacada directamente del corazón de vuestros/as ex.


Marcos redujo drásticamente la velocidad, dando tiempo al pelotón a que se avisaran unos a otros. Todo era un ambiente bastante festivo, la verdad, ya que estábamos todos, tanto dentro como fuera del coche, muriéndonos de risa.


Recordáis lo que he dicho de que solo me rodeo de gente mala? Pues Marcos, en un total alarde de ser el mismísimo sucesor de Morgoth, pero en cabrón, no aceleró el coche en ningún momento para que pudiéramos pillar en rojo el semáforo que había unos metros más adelante.


Sofía: Eres lo peor, me vas a regalar la sudadera y el puto coche también.


Marcos: Hahahahah disfruta, que ahí viene tu público!


Sofía: Son ciclistas, es un semáforo, obviamente, no van a parar.


Es lógico pensar eso, no? Los ciclistas y los semáforos son enemigos por naturaleza. Como los taxistas y los ciclistas. O los autobuseros y los ciclistas. O los demás conductores y los ciclistas. O los ciclistas y otros ciclistas. Malditos ciclistas, han destrozado el ciclismo.


Pues, para sorpresa de todos, en ese semáforo sí pararon. Me saludaban, sonreían, uno me hacía el gesto de bajarme la camiseta… Tampoco fueron groseros, cosa que hizo que la anécdota me siga pareciendo muy divertida a día de hoy. Antes de arrancar, les hice un amago de que me iba a bajar la camiseta, pero les dejé con las ganas.


Marcos: Estás de la olla hahahahaha


Sofía: Pero si luego voy a la playa y me paso el día en tetas, ya ves tú.


Marcos: Te has ganado esa sudadera.


Llegamos al recinto y, pese a los nervios y ansiedad de Marcos porque “es que vamos a llegar tarde porque eres una tardona bla bla bla”, fuimos los primeros en llegar. Marcos abrió la verja con el mandito, dejamos el coche aparcado y nos bajamos.


Hacía un día de puta madre. Eran las 10 de la mañana y hacía sol, se podía estar en tirantes, no había ni una puta nube en el cielo… Parecía finales de Mayo, un lujo. Cogimos la bebida y la carne que habíamos traído, Marcos me dio MI sudadera, y pasamos para dentro del local.


Guardamos todo en la nevera, Marcos empezó a afinar su guitarra y a hacer unas primeras pruebas de sonido para que todo estuviera listo cuando los demás llegaran, mientras yo le ayudaba con los “ssssssi” “ssssssssi” del micro. Trabajo en equipo, chavales.


No tardaron mucho en llegar los demás, a los 10 minutos ya estaban allí Nadia y Aarón, y cuando no habíamos ni terminado de saludarles, entraron Fran y Carles.


Nadia: Joder, al final soy la única mongola que ha venido en pantalón largo. Bueno, y Fran, pero lo suyo ya es de estudio.


Fran: Sí, en Massachusetts ya están contactando conmigo para empezar las pruebas.


Sofía: Tu madre no te iba a dejar ir tan lejos tú solo.


Carles: Bueno, Sofía se ha ganado no hacer la carne! Punto para ella!


Fran: Tampoco iba a llegar a la parrilla.


Sofía: Qué cabrón hahahahhaha Yo esto lo veo un empate.


Me gustaba TANTO, ese ambiente que había de “te tiro puyita, me la devuelves” pero luego todo eran risas… Me sentía como en casa, eran todos una gente maravillosa, la verdad. Estuvimos 5 minutos de charla pre-ensayo, y tras hacerle 4 últimos apaños al sonido del micro, empezamos a ensayar.


A la hora y pico decidimos hacer un poco de pausa, y aprovechando el buen día salimos a fumar fuera. Había unas mesitas a la sombra de un árbol, y nos pusimos allí a hablar todos con todos. Yo estaba sentada en la mesa con los pies en la banqueta, y Nadia se me acercó.


Nadia: Tía, no te asas con la sudadera puesta?


Sofía: Como un puto pollo, pero es que mira.


Me abrí la sudadera y le enseñé el panorama. Se me marcaban hasta las areolas de los pezones. Nadia se puso roja como un tomate y pude notar un ligero suspiro que salía de su boca. Lo había hecho a propósito? Obvio.


Nadia: Hahahahahaha pero joder, es que no te miras antes de salir de casa?


Sofía: Tú te crees que si me hubiera visto hubiera venido así? Menos mal que Marcos me ha podido dejar la sudadera.


Nadia: Bueno, menos mal para ti, que el resto nos perdemos el espectáculo hahahahah


Sofía: Oye! hahahah descarada!


Volvimos ambas a la conversación con el grupo y al cuarto de hora más o menos ya estábamos listos para volver.


Aarón: Bueno, creo que ya es hora de seguir!


Carles: Padentro todo el mundo.


Yo estaba empanada, mirando vete a saber qué, lo mismo una hoja de árbol que se había caído o algún pájaro. La cosa es, que al pasar cerca de mí, Nadia me pellizcó a modo de broma en uno de mis pezones para despertarme de mi empanada monumental. Funcionó, vaya si funcionó, pero ese día no era el mejor para hacer ese tipo de cosas. Me subió un cosquilleo desde los pies hasta la base de la nuca, y no pude evitar que se me escapara un ligero gemido, imperceptible para el resto, pero que Nadia escuchó en primera persona.


Nadia: Joder, sí que los tienes sensibles hahahahah

Sofía: Mi… mira! Calla eh! El daño que me has hecho…


Intenté disimular, pero no me salió muy bien la cosa. Igual que con los chicos soy muy valiente y muy echada para adelante, con las chicas me pongo nerviosa. Cosa que desde fuera es bastante divertido de ver en mi opinión.


Nadia: Sí, ya, daño, sí hahahahah


Sofía: Ahora verás!


Salí corriendo tras ella y echó a correr para esconderse detrás de Carles entre risas.


Sofía: Ya saldrás de ahí! Cobarde!


Marcos: No, no, no, aquí si os vais a pelear, que sea en bikini y en el barro.


Aarón: Eso, eso!


Sofía: Ya verás cuando te coja!


Nos gritamos un par de tonterías más y seguimos con el resto del ensayo. Terminamos con la canción de Zombie, de The Cranberries y cuando estábamos recogiendo las cosas, Carles se acercó a mí.


Carles: Por cierto, me estoy aprendiendo esta misma canción pero en versión acústica. Cómo lo ves para hacerla?


Sofía: Hostia, pues tiene que sonar genial… Sí, sí, dale!


Una vez todo estaba recogido, Aarón y Fran salieron para empezar a hacer el fuego, Marcos y Carles fueron a por un bidón, y Nadia y yo sacamos el hielo, las cervezas y la carne para fuera.


La escena me da nostalgia a día de hoy cuando la pienso. Qué de domingos pasamos así. La barbacoa en un lateral, las mesas a la sombra, los bidones con hielo hasta arriba de birras… Como el trabajo ya estaba hecho, me abrí una cerveza, me bebí media de un trago y empecé a incitar a Marcos a la mala vida.


Sofía: Marcos… dime un número del 1 al 10.


Marcos: Qué dices tú ahora?


Sofía: Un número del 1 al 10, no es tan difícil.


Marcos: Yo qué sé… el 7.


Sofía: Te toca hacerte un porro.


Marcos: Hija de puta, en lo que te conozco no te he visto liar ni una sola vez.


Sofía: Es que a ti te quedan muy chulos.


Nadia: Eso mismo, eso es un arte y tú eres todo un artista!


Aarón: El DaVinci de los canutos!


Marcos: Sois una panda de pelotas…


A Marcos no hacía falta liarle mucho, pero le gustaba hacerse de rogar. En 5 minutos ya tenía hecho su característico Cuerno de Gondor y empezamos a fumar para acompañar las birras. Ni frutos secos ni hostias. Porrillos. Así he acabado.


Después de un buen rato entre risas, cervezas, más sustancias y el buen tiempo, empezó a llegar un olorcito a carne… Ya se acercaba la hora de comer. Nadia y yo repartimos los platos y los cubiertos de plástico y los cocineros trajeron las dos bandejas bien rebosantes de churrascos, chistorras, butifarras… Madre mía, son las 3 y media de la madrugada, pero lo pienso y me da un hambre…


Empezamos a arrasar con todo de una manera un tanto grotesca. Pronto, los cubiertos pasarían a un segundo plano y solo se oía el ruido de masticar, como si de una manada de lobos fumados se tratase. Como en toda barbacoa que se precie, sobró algo para aprovechar en la merienda, incluso para cenar o comer al día siguiente. Terminamos el manjar con un chupito de ratafía (por si alguien no lo sabe, es un licor muy típico en Cataluña) que Carles había traído, y seguimos con nuestras conversaciones sobre todo y nada.


Una vez bajó un poco la comida, Aarón se acercó al maletero de su coche para poner la guinda al domingo… Volvió levantando en sus brazos, al más puro estilo Rafiki y Simba, una pelota de baloncesto. Marcos y Carles empezaron a hacer ruidos como de neandertal, a darse golpes en el pecho y espalda el uno al otro y a correr para la zona de las canastas, que estaba al lado. Hombre tener pelota. Hombre estar contento.


Nadia, Fran y yo nos quedamos atónitos ante tal muestra de testosterona. Aarón les tiró la pelota, Carles la botó muy fuerte contra el suelo con ambas manos y Marcos la recogió en el aire dando un salto totalmente innecesario. Aarón echó a correr hacia ellos gritando “PÁSALA PÁSALA”, para luego tirar un triple lamentable que ni tocó aro. En ese momento lo tuve claro, esos eran mis amigos.


Nadia: Madre mía, ya nos podemos despedir de ellos.


Sofía: Pero, por qué? Vamos para allí nosotros también.


Fran: Yo es que con el deporte…


Sofía: Eso ni es deporte ni es nada, es hacer el tonto con los colegas.


Fran: Yo me quedo aquí.


Nadia: Yo también, si eso ahora me acerco.


Marcos sabía que yo había jugado a básket desde pequeña (podéis hacer todos los chistes que queráis, pero no me vais a decir nada que no me hayan dicho ya), pero el resto no… Era la oportunidad de lucirme, algo que siempre me ha gustado, para qué mentir.


Estaban haciendo una especie de 1vs1 por turnos, tirando por tirar… Como un calentamiento, pero con alcohólicos y drogadictos en vez de con jugadores. Cuando Marcos vio que me acercaba, le hice un gesto con el dedo para que se callara, y le pedí el balón.


Lo cogí, me acerqué a ellos botándolo como si tuviera algún tipo de disfunción y tiré a canasta de forma ridícula, con una mecánica que haría llorar a Steph Curry.


Sofía: Venga, va, Aarón y yo contra vosotros dos.


Aarón: Sí hombre, yo para que me humillen ya tengo el Counter.


Marcos: Va, que será divertido.


Me guiñó un ojo, me conocía y me estaba viendo venir de lejos.


Sofía: Va, sacamos nosotros. Toma!


Estuvimos un rato haciendo un poco el tonto, me dejaban espacio para tirar, me la devolvían cuando fallaba… En una de estas, Carles se puso a marcarme de frente.


Carles: Va, ahora ya voy en serio!


Una vez se acercó a mí, la boté por debajo de sus piernas, la cogí, hice un reverso justo en la cara de Marcos y metí canasta con una bandeja a mano cambiada que creo que en mi vida me había salido tan perfecta.


Carles: Filla de puta… Cómo nos has vacilado.


Sofía: Juego a esto desde los 7 años, os voy a hundir en la mierda.


Aarón: Hostias hahahaha Ahora no me la pases, que no voy a estar a la altura.


Nos pusimos a jugar en serio y joder, que tarde tan divertida. Aprovechaba cuando Marcos me marcaba para darle la espalda, pegarle el culo en el paquete y ponerle nervioso.


Marcos: Joder, es que así no hay quién se concentre!


Le pasé la pelota a Aarón, que tiró, y poniendo cuerpo para coger el rebote, le pasé la mano por el paquete a Marcos, que ya estaba medio morcillón.


Sofía: Estamos a lo que estamos o qué?


Marcos: Así no se puede…


Aarón falló el tiro y el rebote lo cogió Carles (sí, he jugado a basket, pero me sacaban dos cabezas) y cuando estaba saliendo para fuera de la línea de 3, vi cómo se acercaba Nadia.


Nadia: Chicos, puedo yo?


Marcos: Sí, cámbiate por mí, que yo me tengo que ir ya. Te vas con alguno de ellos, Sofi?


Sofía: Sí, claro, no te preocupes!


Carles: Yo me voy a sentar un rato, que no suelo hacer deporte.


Aarón: Yo voy a por una birra, que estoy seco.


Nadia: Jooo, ahora que llego yo vais a parar?


Sofía: Tranqui mujer, va, que te enseño a tirar.


Nadia: Quién te ha dicho a ti que no sé tirar?


Sofía: Ah, perdona.


Nadia: Hahahahah te estaba vacilando, no tengo ni puta idea.


Le enseñé un poco lo básico. Cómo poner los pies, el movimiento de rodillas, la posición de las manos…


Sofía: Mira, esta mano solo la aguanta, tienes que hacer el arco con este brazo…


Nadia: Uy, qué cerquita, no me acose, entrenadora hahahaha


Sofía: E… es que… Joder, yo aquí enseñándote y tú tomándotelo a cachondeo.


Nadia: Hahahah que estoy de broma, a ver, entonces la fuerza viene desde abajo… me incorporo y tiro!


No fue una mierda de tiro, pero tampoco estuvo genial. Oye, para ser el primero que probamos, ni tan mal.


Nadia: Casi! Lo has visto! Joder, parezco una profesional.


Sofía: Hahahahah no te vengas arriba, va, otra vez.


Me acerqué a ella botando la pelota e hizo un intento de quitármela.


Sofía: Huy, pues no te queda nada para quitarme a mí la pelota.


Nadia: Sí, eh?


Empezó a intentar quitarme la pelota, pero mal. Corriendo hacia la pelota, rodeándome, metiendo la mano para robarla… Como vio que eso no funcionaba, probó directamente con el contacto físico. Me agarraba del brazo, de la sudadera, pero ni por esas.


Nadia: Joder, así no es divertido!


Sofía: Para mí sí!


Le hice una pequeña finta, y cuando pasé por su lado le di un azote, bastante sonoro, en el culo. Ahora fue ella la que soltó un ligero ruido más parecido a un gemido que a una queja.


Nadia: Ufff… Maldita!


Sofía: Aquí te espero!


Se acercó a mí, pero en vez de ir a por la pelota, fue directa a mis tetas, concretamente a uno de mis pezones, como ya hizo antes, y como antes pasó, el mismo escalofrío me subió hasta la nuca. Esta vez el disimulo me salió de 10 e hice ver como que me había hecho daño. Se acercó mucho a mí, preocupada por si se había pasado.


Nadia: Perdona, perdona! No te quería hacer daño.


Me puse muy cerca de su cara y le susurré.


Sofía: No calientes lo que no te vayas a comer…


Se quedó muy roja y abrió mucho los ojos de primeras, pero sonrió.


Nadia: Y quién te dice que no me lo voy a comer?


Me dio un pequeño mordisco en el labio, y ahora sí, consiguió cogerme la pelota.


Nadia: Wuuuh! Sí! He ganado yo! Jódete!


Alzaba la pelota como si fuera un trofeo y yo seguía atónita, entre el calentón que ya llevaba de serie, y que me estaban ganando en mi propio terreno… Iba a explotar.


Nadia: Va, vamos a por una birra, hay que celebrarlo!


Sofía: S… sí, mejor…


Nos acercamos a la mesa con el resto de la banda, ya un poco cansados todos. Nos abrimos una cerveza cada una y nos sentamos con ellos.


Nadia: Fran, Aarón, si queréis que os lleve tiene que ser después de la birra, que tengo que ir a casa de Miquel a llevarle unas cosas.


Aarón: Ah, pero habéis vuelto?


Nadia: Nah, ni ganas, voy a llevarle unas cosas que quedaban en mi piso y solo coincidíamos hoy.


Bingo. Si algo no soporto es meterme en medio de una relación, pero parece ser que tenía vía libre en el caso de que sus “travesuras” fueran en serio.


Sofía: Carles, me acercas tú entonces? Me han dejado aquí sola y desamparada.


Carles: Sí, claro, pero tienes prisa? Así me baja un poco el alcohol y eso.


Sofía: No, no, sin problema, así miramos lo de la versión acústica.


Nadia se terminó la cerveza, se despidió y se marchó junto a Aarón y Fran.


Carles: Vamos dentro si quieres, que ya se está yendo el sol.


Sofía: Sí, mejor.


Entramos al local y nos sentamos en el sofá para ver los vídeos de la versión de Zombie, y ahí fue dónde vino el primer problema de ir todo el día en sudadera y haber estado jugando a basket. Una de las cosas que más vergüenza me da en la vida, es que alguien pueda notar mi olor corporal por haber sudado, aunque no huela a absolutamente nada, pero me hace estar muy inquieta e incómoda. Recordé que en el local había ducha y toallas, y aunque no llevaba ropa para cambiarme, ni que fuera me podía dar un agua.


Sofía: Carles, me sabe muy mal cortarte, pero te importa si me doy una ducha rápida? Es que de estar correteando de arriba a abajo me da miedo apestarte en la cara, y si vamos a estar aquí un rato…


Carles: Ah, no, no, sin problema, te enseño dónde están las toallas y demás.


Pasamos para el baño y ahí mi cabeza, mis hormonas y mi calentón de todo el día empezaron a hacer que por mi mente pasaran muchos pensamientos intrusivos. En ningún momento me había pasado nada sexual por la cabeza con Carles, pero al estar los dos solos y, perdón por ser pesada con lo mismo, que llevaba desde la mañana salida perdida, no lo podía evitar.


Carles se agachó y del armario cogió un par de toallas blancas, en ese momento aproveché para quitarme la sudadera, solo la sudadera, pero todos sabemos qué es lo que había debajo. El haber estado haciendo deporte y el cambio de temperatura no ayudaba, tenía los pezones y las areolas completamente marcados. En una camiseta de un color más claro hubiera ido transparentando sin ninguna duda.


Carles se incorporó con las toallas.


Carles: Las toallas las limpiamos uno cada semana, no te preocupes que están todas lim…pias…


Sofía: Vale! Gracias!


Miró para todos los sitios posibles para que no notara que había estado mirando dónde yo pretendía que mirara. Le cogí las toallas de las manos, rozando una de mis manos con la suya.


Carles: N… necesitas algo más?


Sofía: No, gracias! Si va a ser un momento!


Carles salió, cerró la puerta, y yo aproveché para desvestirme toda. Lo primero que hice fue llevarme la mano a la entrepierna. Efectivamente, estaba mojada. No aquello que digas “TSUNAMIII”, pero estaba bien mojada.


Los pensamientos intrusivos seguían rondándome y ya llegó un punto en el que cedí a ellos. Me puse a mirar por el baño si había algo que pudiera hacer o usar en mi ayuda y vi que dentro de la ducha había una cajonera lo suficientemente alta como para que yo no llegara.


Abrí el grifo, me metí debajo, cogí el gel y con una precisión digna de Ray Allen lo coloqué en el estante de arriba. No pretendía lavarme el pelo, pero sabía que el “efecto mojado” ayuda en todo.


Cogí una de las toallas, que por suerte no eran muy grandes, y me la até de tal forma que no enseñaba nada, ni por arriba ni por debajo, pero que poco faltaba. Me fui para la puerta, la entreabrí, y me medio asomé.


Sofía: Carles, por favor, cógeme el gel que no llego! hahahahah Cómo se os ocurre poner eso tan arriba, panda de ogros!


Carles: Eh? Ah, s… sí, voy.


Carles entró y yo estaba dentro de la ducha, con el grifo apagado, haciendo un poco el tonto.


Sofía: Es… que… no… llego!


Iba estirando el brazo sabiendo que la toalla se iba a subir lo justo para que desde dónde estaba él, se intuyera mi culo.


Carles levantó el brazo, lo cogió y me lo acercó. Estaba muy rojo, y cada vez podía disimular menos a dónde miraban sus ojos.


Sofía: Gracias! Te juro que no te molesto más hahahahaha


Estiré el brazo para coger el gel de su mano y, con una actuación digna de un Óscar, hice un leve movimiento con la otra mano que hizo que la toalla se abriera. Para mí, la gracia en un descuido, es que parezca que de verdad es un descuido, por muy preparado que esté, como era el caso. Hice ver que me daba un micro infarto y me agarré la toalla como buenamente pude, dejando uno de mis pechos sin tapar y toda la parte trasera, que aunque no la podía ver, estaba al aire.


Carles se quedó ojiplático, seguía rojo y tenía hasta la boca un poco abierta. Esa. Esa era la cara que yo quería ver.


Carles: Perdón! Perdón!


Se dio la vuelta y se iba dirección a la puerta. Yo ya había tenido lo que quería, pero tenía dos opciones en ese momento. O dejaba que se fuera y todo quedaba en una anécdota graciosa pero morbosa… O culminaba lo que había empezado… Y creedme que me costó decidirme, pero acabé optando por lo obvio, que era la segunda opción.


Sofía: Carles.


Se quedó quieto y ni se giró.


Carles: Qué?


Sofía: Te quieres quedar?


Carles: Qué?


Sofía: Que si te quieres quedar, no me importa.


Carles: Pero… estás segura?


Sofía: Hahahahah te lo estoy pidiendo yo, no?


Carles: No te importa?


Sofía: Ay, si lo sé no te pregunto, hijo.


Carles: No, no, no, me quedo.


Dejé la cortina abierta y abrí el grifo. De primeras Carles solo estaba ahí, no se asomaba a la ducha, ni me estaba viendo, ni nada, solo resoplaba. Yo empecé a ducharme, porque era verdad, me sentía sudorosa y necesitaba quitarme esa sensación.


Empecé a escuchar pasos lentos. Carles se acercó, y se apoyó en la pared contraria a la que estaba, teniendo una visión perfecta de mi cuerpo. Ahí ya pasé a ducharme de forma más… sensual digamos. Empecé a enjabonarme los pechos de forma pausada, apretándolos y recreándome un poco, pero haciendo ver como que él no estaba ahí.


Carles: Dios mío… No me creo que esté pasando esto…


Sofía: Hahahahah qué exagerado… Pero te vas a quedar ahí, no quieres pasar ni nada?


Carles: Ufff… No te enfades, es que me apetece mirar.


Joder, si os hiciérais una idea de lo que me puso esa frase… Me di la vuelta y pasé a enjabonarme la parte baja de la espalda, pasando por las caderas y rodeando el culo, llevando una de mis manos a mi entrepierna, usando la otra para apoyarme un poco en la pared y así poder inclinarme un poco.


Empecé a masturbarme despacio, pero llevaba un día de tantos calentones que no pude evitar gemir nada más comenzar.


Carles: Joder… Mira cómo me tienes…


Me giré y Carles agarraba su paquete por encima del pantalón. Se le notaba un bulto grande y que el pantalón iba a reventar.


Sofía: Hahahahahaha va, no te cortes.


Carles: No, no, me espero a que termines.


Seguí masturbándome hasta que, al poco tiempo, noté cómo mis dos piernas comenzaban a temblar y mis gemidos se agudizaban un poco más.


Carles: Te vas a correr?


Sofía: Sí…


Carles: Dios…


Sofía: Me… voy… a… uffff…. me… Ah!...


Un gemido diferente al resto pero también suave, dio a entender que ya había culminado. Me encantó, el poder masturbarse para alguien siempre es… genial.


Salí de la ducha, Carles cogió una de las toallas y estiré el brazo para cogerla. Su intención no era la de darme la toalla. Cogió mi brazo y me pasó la toalla por él, de forma suave pero a la vez fuerte. Carles, pese a ser muy bonachón, era un tipo muy grande y gordete, y entre la barba y la cabeza rapada intimidaba un poco, pero hacía las cosas de forma muy segura, y eso siempre me ha gustado.


Me secó los brazos poco a poco, pasó por mi pecho, por mi espalda y llegó hasta mis piernas. Una vez llegó hasta ahí, me pasó la toalla de forma delicada por la entrepierna. Yo me acababa de correr y estaba muy sensible ahí abajo, por lo que otro gemido se escapó de mi boca.


Sofía: Joder…


Carles: Te molesta?


Sofía: No, no, para nada…


Carles se agachó para tener mejor movilidad y siguió pasando con su mano la toalla por mi coño, cada vez haciendo más presión y acelerando un poco el ritmo. Yo separé un poco las piernas para facilitarle el trabajo, y apoyé las manos en sus hombros. Llegados a un punto, Carles ya tiró a tomar por culo la toalla y pasó a masturbarme con las manos.


El tío manejaba, la verdad. Con una mano me metió dos dedos y empezó a jugar con ellos dentro, mientras que con la otra jugaba con mi clítoris. Yo intentaba sentirme mal por tener al chaval ahí haciéndolo todo, pero de vez en cuando también me gusta que tengan iniciativa propia.


Le agarré de la cabeza, ya que el cambio de ritmo me pilló desprevenida, y ahí aprovechó para llevarse una teta a la boca. No era delicado, pero tampoco brusco, lo hacía con la intensidad que requería el momento. Su barba me iba marcando la piel, me arañaba y era áspera, pero sentirla era muy excitante.


Sofía: Carles… Carles… ya… ya…


Estaba a puntito de correrme otra vez. Entonces hizo algo que realmente no sé si es bueno, pero que en ese momento me encendió más si cabe.


Paró. Paró de golpe. Yo tenía las piernas empezando a temblar, y notaba cómo me palpitaba el coño. Estaba tan, pero tan cerca de correrme, que solo podía pensar en terminar.


Sofía: Q.. qué… por qué paras?


No dijo nada. Se levantó, puso las manos en mis hombros, y me puso de rodillas. Seguía sin decir nada, pero creo que no hacía falta. Estaba tan salida en ese momento, que me daba igual todo.


Llevé las manos a sus pantalones y se los bajé, dejándole en un boxer negro muy apretado con una gran mancha húmeda. Le pasé la mano por el bulto. Era grande y estaba duro como una piedra. Bajé el boxer de forma muy lenta. Siempre hay mucha expectación la primera vez que vas a ver a alguien desnudo. Normalmente, asociamos a la gente más subida de peso con atributos más pequeños, pero os aseguro que no era el caso.


Cuando terminé de bajar el bóxer por su último centímetro de carne, una polla gorda y grande dio a parar en mi mejilla, dejando un hilo de líquido preseminal desde mi cara hasta su punta.


Era una polla a proporción. Es decir, lo mismo una polla de ese tamaño en un cuerpo como el de Carles no parecía algo descomunal, pero os recuerdo que es un tipo que pasaba del 1,90 y de los 110kg y que yo no llego al 1,55.


La cogió por la base y siguió pasando el glande por mi mejilla, por mis labios… Yo como ya había asumido lo de dejarme hacer, cuando la noté en los labios abrí la boca y saqué un poco la lengua para facilitar el acceso, cosa que hizo poco a poco.


Primero metía solo la punta en la boca, mientras con la otra mano me cogía con delicadeza de la cara. Poco a poco la fue metiendo más, y la sacaba despacio. Cuando ya notó que entre mi saliva y su propio fluido ya estaba todo bien lubricado, empezó a acelerar el ritmo.


Estuve un rato dejándome follar la boca, ya que no era de esos burros que la meten hasta los topes y siempre es agradable disfrutar de una sesión de sexo sin arcadas ni falta de oxígeno.


Debido a una diferencia notable de altura entre ambos, la posición estaba empezando a ser cada vez más antinatural para él. Apartó mi ropa de la banqueta y, sin dejar de subir y bajar la mano por su miembro, se sentó a observarme.


Yo seguía de rodillas con las piernas medio temblorosas, y como no estaba acostumbrada al papel que me había tocado hacer ese día, no sabía bien bien qué hacer, así que esperé a ver cómo avanzaba todo.


No pasaron muchos segundos hasta que sugirió que diéramos un paso más.


Carles: En mi cartera tengo condones.


Estaba intentando ser un poco más consciente de las cosas que podían pasarme si seguía yendo de cabra loca por la vida, así que cogí la cartera de su pantalón, cogí un condón, me levanté y caminé hacia él. Me senté sobre sus piernas, tocando la base de su polla con mi coño y le di el condón.


Mientras él lo abría despacio, yo me dediqué a masturbarle con las dos manos. Soy la primera que defiende la expresión “el tamaño no importa”, y la defenderé hasta que me muera, porque me lo he pasado de lujo con chorras de todos los tamaños, pero me encanta eso de poder pajear una polla con ambas manos, llamadme hipócrita si queréis 🤣


Disfrutamos ambos de esa situación durante un rato, y una vez se puso el condón me levantó, me dio la vuelta y empezó a pasarme la punta por mi vagina de adelante hacia atrás. Estaba empapada, me había quedado tan al borde del orgasmo que creía que no iba a tardar ni 5 segundos en correrme. Por mi cabeza solo pasaba el “métemela de una vez”, y en otra situación hubiera sido yo misma la que hubiera cogido y “raca, padentro”. Pero eso estaba siendo divertido también.


Me cogió por la cintura con su enorme mano y empezó a introducirla poco a poco.


Sofía: Uuuh… Joder… sí que estoy sensible…


Una vez ya toda dentro, y con sus dos manos sobre mi cintura, ahora sí que había llegado el momento en el que tenía que actuar yo. Lo que me gusta de una postura así, es que yo misma controlo el ritmo. Y estando como estaba, el ritmo iba a ser bastante movido.


Coloqué mis manos sobre las suyas, las apreté, enviándole el mensaje de que quería que él me apretara, cosa que captó de primeras, y empecé a mover mis caderas muy rápido sin separar mi culo de su regazo.


Ya he comentado varias veces que no soy muy fan del sexo con penetración, que raras veces me apetece o me gusta, pero llegar a esa conclusión me llevó bastantes años de práctica… Por lo que, sin querer echarme muchas flores, no es algo que se me dé precisamente mal.


Carles jadeaba y gruñía (chicos, sed ruidosos, de verdad que nos encanta) mientras sus manos recorrieron mi cintura y mis costillas hasta llegar a las tetas. Me las apretaba con firmeza, dejando mis pezones entre sus dedos, con los que iba jugando de tanto en tanto.


Yo estaba intentando no correrme muy deprisa, porque aunque podía seguir, estaba disfrutando mucho de la sesión. Pero la idea de Carles era otra.


Una de sus manos subió por mi busto hasta alcanzar el cuello, que apretó con la fuerza justa para que fuera muy morboso, sin rozar el ahogamiento. Se acercó a mi oído y me susurró algo.


Carles: Córrete… sé que estás a punto.


Todavía me pone la piel de gallina recordar ese momento. Seguí moviéndome, acelerando el ritmo poco a poco mientras Carles me apretaba el cuello cada vez con un poco más de fuerza. Llegué a mi límite, ya no pude aguantar más y por mi boca empezaron a salir gemidos ahogados.


Sofía: Ah… Ya… jod… ya… AH!


Notaba cómo las paredes de mi vagina se contraían y podía hasta sentir las palpitaciones en la polla de Carles. La parte interior de mis muslos temblaba y en ese momento no sabía ni cómo cojones me iba a levantar. Cosa por la que tampoco tuve que preocuparme mucho.


Al notar que yo ya había terminado, Carles me tumbó en la banqueta, se sacó el condón y se puso a masturbarse a la altura de mi cara, quedando yo en medio de sus piernas.


No decía nada, pero sí era muy expresivo en cuánto a expresiones, movimientos, ruidos… Pude notar que se iba a correr cuando su respiración se aceleraba y se entrecortaba.


Carles: Uff… no p… no puedo más… me corro…


Acercó más la polla a mi cara, y por como estaba puesta, lo único que pude hacer era sacar la lengua. Pero la boca no era su objetivo.


Agitaba su polla de una forma muy agresiva y pude ver como de golpe paró a la altura del glande, para volver a reanudar la marcha con unos movimientos mucho más lentos, pero apretándosela bastante más fuerte.


Imagino que es una forma de controlar mejor la corrida, ya que empezó a correrse de forma abundante pero controlada. Un primer lefazo cayó por toda mi cara, llegando desde la barbilla hasta la frente, seguido de otros tantos que no pude ver, ya que por acto reflejo cerré los ojos.


Notaba cómo iban cayendo, unos más largos, otros más densos, otros simplemente gotas, pero todos dentro de su objetivo, sin salir ninguno disparado hacia la nada. Abrí la boca para coger una bocanada de aire, que entró acompañada por su polla, todavía dura y empapada.


Estuve chupando hasta que, poco a poco, se empezó a desinflar. Carles se separó de mí y me acercó una toalla.


Sofía: Te has quedado a gusto, eh? Hahaha


Carles: Ya, perdona, es que cuando me vengo arriba…


Sofía: Pero me he quejado yo en algún momento?


Carles: Te puedo pedir algo?


Sofía: Me pides permiso para pedirme algo pero no para correrte en mi cara? Caballeros así ya no quedan hahahaha Dime.


Carles: Esto que ha pasado… Podría quedar entre tú y yo?


Sofía: A ver… No me digas que tienes novia…


Carles: No, no, para nada, pero es que soy muy reservado con mi vida personal, y si vamos a venir a ensayar y eso… No me gustaría que hubiera malos rollos o miradas raras.


Sofía: Pues mira, me parece perfecto. Chocamos la mano? Como que ya no hace falta, no?


Carles: Hahahahaha siempre con el cachondeo… te lo agradezco, en serio.


Me pegué una ducha, por lo obvio, y Carles se quedó en el baño conmigo. Hubo un intento de masturbación por su parte, pero resultó ser de los que una vez terminan, necesitan su tiempo. 100% respetable.


Una vez limpia, hicimos lo planeado en un principio, que era ver los vídeos de la versión acústica para el ensayo y Carles me acercó a mi casa.


Me fui a dormir con una sensación rara. Me había encantado ese encuentro, lo había disfrutado un montón. Quería seguir jugando a mis chorradas sin necesidad de crear algún tipo de enemistad... Cosa que, en ese momento, veía muy complicado.

____________________________________________


Perdonad que haya tardado tanto! Pero entre que no ando muy motivada y casi no saco tiempo para escribir… Espero que hayáis disfrutado de la lectura, espero con muchas ganas vuestras reacciones y comentarios!


Un saludo a todos!
Me encanta muy buenooo
 
Nosotros jugábamos al UNO de forma que siempre había alguien que perdía (uno ganaba, otro ganaba después y luego el perdedor se disputaba entre los otros dos) por lo que empezamos a sacarle partido.

Ginesta fue la que ganó, y quedamos Marcos y yo como los dos últimos. Me ganó y empezaron las risas.

G: Hahahahah prepárate! Como yo he ganado y tú has perdido… Quítate la parte de arriba del bikini!

S: Oye y estas normas quién las ha puesto?

M: El alcohol hahahahahaha

S: A ver, venimos de vernos todos en bolas yo me lo quito sin problema.

Me lo quité y me recreé un poquito. Hice un pequeño movimiento de hombros para que se me movieran un poco y los 4 nos reímos mucho. Pese a habernos visto todos antes, me estaba gustando mucho esa situación, y más notando como se me clavaban las miradas de los dos chicos.

La siguiente partida la ganó Arnau y el que perdió fue Marcos.

A: Hmmmmm… ya sé! Ponte la parte de abajo del bañador de una de las chicas!

S: Hostia sí! Hahahahah

M: Qué dices tío! Qué cabrón.

G: Ay sí! Hahahahahah ponte uno mío que tengo más caderas que ésta.

M: Ya veréis cómo gane…

Ginesta le dio una de sus bragas de bikini a Marcos, se dió la vuelta y como pudo se lo puso. Eso iba a reventar en cualquier momento.

G: Ay no puedo! Hahahahahaha

A: Dios se te va ahogar el pajarito… bueno, el aguilucho hahahaha

M: Yo todo esto me lo guardo, que lo sepáis.

La siguiente partida la volvió a ganar Ginesta y volví a perder yo.

G: Hahahaha mira que eres manta Sofi… Pues va, todo fuera!

S: Joder, tú estás haciendo trampas.

A quién pretendía engañar… estaba en la gloria. Me hice un poco la vergonzosa cuando me quité la parte de abajo para que no se me notara lo feliz que estaba, pero eso para mí era el paraíso. Estar totalmente desnuda en una habitación con 3 personas más… increíble.

La siguiente partida la ganó Marcos y la perdió Arnau.

M: Voy a ser 0 original y voy a hacer que tú también te pongas un bikini de Ginesta.

A: Buen intento hahahahah pero no me entra ni de coña.

G: Bueno pero tengo un short muy cortito que es elástico, me da igual que se dé de sí.

A: Joder podrías ayudar en vez de meter baza hahahaha

M: A pringar!!

Ginesta le dio el short y Arnau se lo fue a poner al baño. Era espectacular ver a esos dos así vestidos, Ginesta y yo estábamos llorando de risa.

Por fin gané una puta partida y la que perdió fue Ginesta. Decidí tomarme la venganza y a la vez animar más la cosa.

G: No seas muy mala conmigo!

S: Me acabas de dejar en bolas! Qué morro tienes hahahaha… Pues a ver… Mete las manos debajo del short de Arnau y del bikini de Marcos.

G: Pero qué burra! Hahahahaha

M: Yo me sacrifico eh.

A: Y yo, y yo.

G: Qué cabrones sois.

Ginesta metió las manos bajo la ropa de los dos chicos y las dejó ahí durante un minuto más o menos. Me encantó ver eso, Ginesta parecía encantada y los otros dos obvio que también.

G: Bueno, suficiente!

A Marcos le había empezado a bajar la sangre y era imposible hacer que todo eso se quedara dentro del bañador.

M: No me puedo poner el bañador? Se me sale todo el rato.

A: Nonono, el juego va así.

S: Eso, eso! Hahahaha

M: Os odio.

Ginesta volvió a ganar (era increíble la suerte que tenía) y Marcos volvió a perder.

M: Joder! Las partida más entretenidas de mi vida y no gano nunca!

G: Hahahahha Soy la mejor! Pues marchando un bailecito sexy mientras te quitas mi bañador!

M: La tenéis contra mí, de verdad…

S: Venga ahí! A darlo todo!

Puse en el móvil la música de Full Monty y Marcos se levantó y nos deleitó con un bailecito mientras se bajaba el bañador. Se tapaba como buenamente podía y los demás estábamos al borde de morir de un ataque de risa. Cuando fue a recoger el bañador le paré en seco.

S: No no no! Si yo estoy en bolas, tú te quedas en bolas!

G: Eso mismo!

M: La habéis tomado conmigo!

Marcos se sentó y seguimos con el juego. Esta vez fue Arnau el que ganó y Ginesta la que perdió.

A: Va, solidarízate con tus compañeros y quédate desnuda tú también.

G: Sí hombre! Yo de golpe? Qué injusto!

S: Aaaaah, culpa tuya por no haberlo hecho así.

G: Qué rabia me dais.

S: Pero que lo haga despacito, queremos disfrutarlo!

A: Gracias Sofía hahahahah eso mismo, hazlo despacito.

Ginesta se levantó y poco a poco se quitó el bikini. Primero la parte de arriba, quitando primero el nudo de la espalda y luego el del cuello, dejándolo caer al suelo. Para la parte de abajo tiró de una de las cuerdas y también la dejó caer.

Miré a la entrepierna de Marcos y, evidentemente, se estaba poniendo morcillón.

Yo a esas alturas de la noche estaba completamente mojada y me estaba resultando muy incómodo, necesitaba acción YA.

S: Vamos a hacerlo más divertido, vamos a hacerlo por parejas.

G: Eso! Chicos contra chicas!

S: No, no, tú y Arnau contra Marcos y yo! Duelo de habitaciones ruidosas!

M: Eso, os vamos a fundir!

G: Ja! Ya lo veremos!

Los primeros en ganar fuimos Marcos y yo, y sin consultar siquiera a Marcos les puse el primer "castigo". Miré a Arnau.

S: Va, un poco de caña… Cómele las tetas!

G: Joder tía hahahahaha vas fuerte tú.

A: Yo, si a ella no le importa…

Ginesta soltó una carcajada y llevó la cara de Arnau directa a sus tetas. Él las apretaba y las chupaba, se entretenía con el piercing de su pezón y Ginesta no podía evitar que se le escaparan uno o dos pequeños gemidos.

M: Joder… Qué maravilla…

Arnau paró pasado un momento y hubo un pequeño silencio. Se estaba caldeando todo poco a poco. Seguimos la partida y, haciendo un par de jugadas mal a propósito, perdimos Marcos y yo.

A: Qué les pedimos a estos?

G: Hmmmmm Haz que se le ponga dura a Marcos… pero sin tocarle!

S: Esa te la tenías pensada, eh? Hahahaha

M: Bueno, las reglas son las reglas.

Me dió en la nariz que no lo iba a tener difícil. Me puse de rodillas muy cerca de él pero sin llegar a tocarle, me cogí una teta con una mano y me empecé a masturbar con la otra. Se estaba poniendo un poco morcillón, y empecé a fingir pequeños gemidos mientras me mordía el labio y hacía contacto visual con él. Arnau y Ginesta no perdían detalle. La "cosa" de Marcos cada vez se hinchaba más y yo lo que hice fue acercar mucho mi cara hasta que por fin, se puso dura.

A: Dios… Conmigo ya hace rato que tendrías que haber parado.

G: Joder sí que te lo has tomado en serio hahahahaha.

M: Qué cabrones… ahora yo con esto, qué?

Yo no podía más, y lo que hice fue aprovechar la postura y la cercanía para dar un lametazo en la polla a Marcos. Desde la base hasta la punta. Él me miró, me puso la mano en la nuca, y me puso la punta de su miembro en la boca. Sin pensármelo empecé a chupársela.

M: Dios… por fin…

A: Ehmmm… Nos v… vamos o…?

Me la saqué de la boca y fui muy directa.

S: A Ginesta no te la llevas.

Me levanté, los cogí a ambos de las manos y los levanté de las sillas. Miré a Marcos y le hice un gesto para que viniera. Nos fuimos los 4 a la habitación de Arnau y Ginesta, que tenían las camas juntas. Ginesta primero miró a Arnau, quería saber si estaba conforme y dispuesto.

G: Estás seguro?

A: Uff… es que a ver cuándo se me vuelve a presentar algo así…

G: Estás entre amigos, no tienes por qué preocuparte.

Ginesta llevó su mano bajo su pantalón y lo tumbó en la cama. Yo hice lo mismo con Marcos, lo tumbé de forma que quedaran paralelos el uno al otro y seguí con lo que estaba haciendo en la sala de estar. Se la chupaba como podía, ya que no me cabía entera en la boca, y mientras lo hacía no le quitaba el ojo a Ginesta, viendo cómo desnuda movía su mano bajo el pantalón de Arnau.

Llevé una de mis manos a la entrepierna de Ginesta sin dejar de chupársela a Marcos. Estaba muy mojada y pude meterle dos dedos sin ningún tipo de impedimento.

Ginesta entendió el mensaje y empezó a masturbarse mientras yo iba metiendo y sacando mis dedos. A los pocos segundos ella ya estaba gimiendo de placer y fue a bajarle el pantalón a Arnau.

A: N… no sé…

G: Si quieres que paremos solo dilo.

A: Me da mucha vergüenza… y más con lo que calza aquí el amigo…

M: Tío, por mí no te preocupes, esto no es una competición, va de pasárselo bien.

Paré con lo que estaba haciendo y me puse a la altura de Ginesta. Estábamos cada una a un lado de Arnau y empezamos a besarnos con él en medio. Ginesta iba cambiando entre mis labios y los de Arnau (ya habréis notado que no soy muy fan de besarme con chicos) y Marcos se masturbaba lentamente con el espectáculo.

Llevé mi mano a su pantalón y vi que no hizo ningún gesto.

S: Puedo?

A: S… sí… vale…

Le bajé el short que llevaba por haber perdido antes y pude comprobar que Ginesta no exageraba. Era como ¾ de mi dedo meñique, y en grosor era más o menos igual… y estaba erecto.

Como estábamos en un momento que, sinceramente, llevaba esperando desde antes de llegar al propio camping, no quise estropearlo y evité hacer ningún tipo de reacción ni poner ningún tipo de cara. Simplemente lo cogí como pude con las yemas de 3 dedos y empecé a masturbarlo contra mi lengua.

A: D… dios…

S: Ginesta… por qué no me ayudas?

Ginesta sonrió y bajó conmigo. Las dos comenzamos a besarnos mientras la polla de Arnau quedaba en medio de nuestras bocas.

Marcos, que ya nos tenía la suficiente confianza, se puso de pie en el suelo y se la metió a Ginesta mientras a mí me metía dos dedos.

Arnau llevó su mano a su polla, apartando la mía.

A: P.. para… si sigues así me voy a correr…

S: Bien visto…

Ahora fui yo la que se tumbó. Me puse a Ginesta encima mío y Marcos seguía penetrándola cada vez más rápido. Llevé la cara de Ginesta a mis tetas para que jugara con ellas y yo, por fin, me masturbé con la idea de tener mi primer orgasmo del día.

Ginesta iba jugando con mis tetas… Las besaba… las lamía… las apretaba… hasta me mordió flojito en uno de mis pezones y al poco empezó a bajar por mi vientre.

Marcos iba retrocediendo como podía, hasta que nos quedamos como el día que hicimos el trío. Ginesta empezó a lamer mi clítoris y a meterme los dedos mientras yo la cogía por la cabeza y Marcos la embestía sin parar. Arnau nos miraba y suavemente iba acariciando su glande.

G: Dios… M… Marcos… y.. ya… YA!!!

Ginesta se quedó temblando con la cara entre mis piernas, con la respiración muy acelerada. Yo estaba muy cerca, por tercera vez, de terminar, y no pensaba quedarme así.

S: Va… que tienes que acabar conmigo también…

G: Buah… tía… perdona… uff… dame un minuto…

Cuando recuperó un poco las fuerzas, volvió a lo que estaba haciendo. Yo apretaba su cabeza contra mi entrepierna y con los brazos juntaba mis tetas mientras miraba a Arnau y le invitaba formar parte.

S: Tío… no te quedes ahí… que no te gustan?

A: J… joder, sí…

Arnau fue de cabeza a comerme las tetas. La verdad es que no era muy delicado y era bastante torpón, pero llevaba un calentón muy bestia y yo solo quería que me sobaran.

Marcos también quiso aprovechar la situación, nos rodeó, se agarró el miembro con una mano y lo acercó a mi boca. Yo estaba un poco indispuesta, ya que tenía una cabeza en la entrepierna y otra en mis tetas, así que solo giré mi cabeza, abrí la boca y él se encargó de lo demás.

Las cosas estaban tal que así: Ginesta comiéndome el coño y masturbándome, Arnau comiéndome las tetas y Marcos follándome la boca. No creo que estuviéramos así ni 5 minutos cuando mis piernas, por tercera vez ese día, me empezaron a temblar. Me saqué la polla de Marcos de la boca para poder gemir a gusto y mirar cómo Ginesta me acababa.

S: A… así… Ya me… me corro Gine… Dios!!

Por. Puto. Fin. A la tercera va la vencida. Imagino que por haber estado cerca varias veces ese día estaba más sensible, pero la intensidad de ese orgasmo fue espectacular. Aparté a Arnau para que me dejara respirar un poco y Ginesta cayó rendida sobre mi pubis.

M: Oye… y nosotros qué?

S: Ah, que ya estáis? No queréis seguir?

A: Nonono, yo aguanto.

M: No, si yo también, pero ufff…

G: A mí si me dais un par de minutos…

Yo estaba ocupada recuperando el aliento y le hice un gesto a Ginesta con la mano para que se tumbara a mi lado. Arnau se tumbó con nosotras, ya alejado de todo complejo, y se recreaba metiéndonos mano. A Ginesta le comía las tetas como un poseso mientras que con sus manos jugaba con las mías. Marcos observaba todo de pie a mi lado y se masturbaba despacio, pero con pinta de querer hacerlo bien deprisa.

Yo estaba volviendo a activarme y Ginesta parecía que también. Pocos días recuerdo en mi vida en el que haya estado tan salida como en ese. Cogí a Arnau de la mano, lo puse encima de mí y puse mis piernas alrededor de su cadera.

S: Va…

A: Pe… pero ya sabes…

S: VA.

Yo era consciente de las limitaciones de Arnau, pero es que era tremendamente guapo y tenía un cuerpazo. Siempre digo que no le doy importancia al físico de los hombres, y es verdad, pero tengo ojos y verlo era un espectáculo.

Me la metió y empezó a moverse. Evidentemente, dentro de mí sentía muy, muy poquito, pero para eso tengo mis manos y eso hice. Masturbaba mi clítoris mientras Arnau estaba por faena, y ni tan mal, la verdad. Mis expectativas con él, con todo lo que me había contado Ginesta, eran muy bajas, pero de momento estaba aguantando y ya llevábamos un rato, si yo tampoco pido mucho.

M: Ginesta… te animas o qué?

G: Hahahahah joder, y tanto! Ven para aquí!

Marcos fue hasta su posición y Ginesta se puso en paralelo a mí, muy pegada, prácticamente encima. Ella misma agarró la polla de Marcos y se la introdujo a la vez que un gemido se escapó de su boca. Si yo estaba salida ese día, Ginesta lo estaba más. Ambas nos masturbábamos mientras los chicos, encantados con el espectáculo que estábamos dando, nos embestían cada vez más deprisa.

A: N… no sé si voy a poder… ah… aguantar mucho…

S: Ufff… quieres acabar ya? O prefieres reposar un poco?

A: Mejor reposo…

Arnau se separó de mí y se tumbó a mi lado. Se había obsesionado con mis tetas y me las volvía a agarrar. Yo no tengo las tetas pequeñas. Tampoco grandes (ya lo veréis) pero él tenía las manos bastante grandes y fuertes, cosa que aunque fuera bastante torpón usándolas, me ponía mucho, así que iba a intentar sacarle provecho.

Redirigí su mano a mi coño, para ver si el chaval iba pillando la idea de que no todo es usar la chorra y… ni Gabriel era tan torpe, la verdad. Así que en vez de hacerle jugar con mi clítoris, le humedecí dos dedos con la boca y me los metí.

S: Ahora, despacio…

A: S… sí…

Sofía la domadora de novatos me llaman. El chaval iba metiendo y sacando los dedos con cuidado mientras se llevaba mis tetas a la boca. Se le notaba falta de práctica, pero tampoco hay que ser un gurú del sexo para saber hacer bien eso.

Yo miraba a Marcos y Ginesta. Eran un espectáculo visual. Marcos embestía cada vez más fuerte y más rápido y Ginesta gritaba de placer. Al no haber nadie dormido, podía desinhibirse todo lo que ella quisiera.

M: Ahora soy yo el que ya casi está…

Marcos se la sacó y se tumbó al lado de Ginesta. La tenía completamente empapada y hasta se le notaba palpitante. Se la cogía por la base y la restregaba contra el cuerpo de Ginesta, que parecía encantarle. Ella se puso de lado, mirando para mí, y ayudó a Arnau a darme placer. Mientras él me metía los dedos, ella utilizaba los suyos para estimular mi clítoris.

Marcos, aprovechando la posición de Ginesta, iba metiéndole la punta de vez en cuando. Yo alargué mi brazo y con dos dedos estimulaba el glande de Arnau, al que se le notaba en la cara que ya no podía más.

A: Uff… chicas… yo no puedo más…

M: Yo realmente tampoco…

Ginesta y yo nos miramos y sonreímos. La verdad es que se habían ganado correrse cuándo y dónde quisieran.

G: Alguna petición?

M: Yo tuve lo mío el otro día… Que elija Arnau.

A: En serio?... Pues si es así… Quiero que… no, da igual…

S: No, va, di.

A: Quiero ver cómo se la chupáis a Marcos…

M: Yo encantado, eh.

Ginesta y yo nos reímos y accedimos encantadas. Los chicos se pusieron de pie y nosotras nos pusimos de rodillas y fuimos al grano.

Marcos no tenía que hacer nada, Ginesta y yo nos íbamos pasando su polla como si fuera un porro… Primero se la chupaba yo… luego pasaba a ser Ginesta… La pasábamos por entremedio de nuestras bocas…

Arnau nos miraba desde al lado de Marcos, pajeándose de forma muy entusiasmada, boquiabierto y acercándose cada vez más a nosotras.

A: Dios… esto es… ah… ya… ya acabo…

Marcos separó su polla para evitar el fuego amigo y Arnau echó todo su esperma sobre mí y sobre Ginesta. Esperaba una descarga tímida, pero ni mucho menos. Varios chorros salieron disparados a nuestros cuellos, que se escurrieron rápidamente por nuestros pechos. Otros fueron directos a nuestras tetas y las últimas gotas cayeron sobre mis piernas.

A: Dios… no me lo puedo ni creer…

M: Por favor, chicas, no os limpiéis, quedaos así…

Marcos volvió a acercar su polla a nosotras sin haber dejado de masturbarse en ningún momento. Yo, con solo pensar que estaba junto a Ginesta, las dos cubiertas de corrida, esperando una segunda descarga, me llevé la mano a la entrepierna y notaba que estaba bien cerca de mi segundo orgasmo.

Ginesta al notar que yo estaba como estaba, acercó su cuerpo al mío. Apretó sus tetas, bien mojadas de corrida, contra las mías y empezó a besarme mientras de reojo miraba a Marcos.

El hormigueo de mis piernas me avisaba de que cualquier pequeño estímulo extra me haría correrme de inmediato, y ese estímulo llego en forma de mordisco. Ginesta mordió mi labio inferior con la fuerza justa para que, en ese momento, me resultara la cosa más placentera del mundo.

Ni hablé. Solo solté un grito de placer al que, al instante, se le unió Marcos.

M: Así… así… quedaos así…

Marcos se cogía la base de la polla con una mano y se estimulaba con la otra. Apuntando a nuestras caras, soltó la mano que agarraba la base, y una descarga de lefa enorme salió disparada a mis labios, entrándome algo en la boca y goteando el resto a mis tetas y las de Ginesta. El siguiente fue a parar a la cara de Ginesta, llegándole de la barbilla hasta el pelo, obligándole a cerrar un ojo. El resto, que no fueron pocos, fueron todos directos a nuestras tetas, que todavía seguían apretadas, y se formó una especie de piscina. Me llevé la punta de su polla a la boca para un último sablazo, que él agradeció.

G: Qué cabrón hahahahahaha

M: Hostia, perdona Gine hahahaha fua… ha sido increíble!

A: Dios… ha sido la mejor noche de mi vida.

S: Hahahahah la verdad es que nos han cundido las vacaciones.

Ginesta y yo cogimos unas toallas y nos limpiamos todo el esperma de encima, que no era poco.

A: Ahora para dormir cómo lo hacemos?

S: Pues si queréis quedaros los 3 aquí abrazaditos por mí estupendo, yo me voy a la otra habitación

Marcos se acercó a decirme algo al oído.

M: Sabes que yo todavía puedo seguir, no?

Le agarré la polla, que seguía morcillona, y le pajeé un poco.

S: Ah, sí?

Me acerqué a su cara, quedándome cerca de sus labios.

M: S… sí…

S: Pues te haces un Vladimir, una paja y a dormir, yo me voy a sobar hahahahahahha

M: Eres lo puto peor hahahahaha

S: Ginesta, te vienes y dejamos a estos tórtolos solos? Tú te crees, nos acostamos con dos tíos y ni se han frotado los penes…

G: Hahahahahah ya, tía, totalmente indignante. Pues sí, me voy contigo!

Ginesta y yo nos marchamos a la otra habitación y nos metimos cada una en una cama.

G: Sofi… vaya locura. Te juro que yo nunca antes he hecho cosas así.

S: Bueno, y si las hubieras hecho, qué pasa? Estamos pasando unas muy buenas vacaciones.

G: Charla en la playa mañana?

S: Hecho!

G: Buenas noches Sofi.

S: Bona nit petarda.

Cerré los ojos. Estaba tan reventada que creo que tardé décimas de segundo en quedarme dormida.

________________________________________________________________________________________________________________________


Perdón! Lo he tenido que pasar en dos veces porque no me dejaba pasar más de 40000 caracteres xD Culpa mía que me enrollo como una persiana!

Bueno, pues ya solo queda la parte final del cámping y... pasaremos a cosas nuevas! No lo negaré, estoy un poco nerviosa porque llevo mucho tiempo sin publicar nada nuevo, espero que tenga tan buena recepción como todo hasta ahora.


Un abrazo a todos! Espero vuestras reacciones y respuestas!! :D
Buenos días guapísima 😘😘
Madre mía!! Para cualquier humano una noche así sería la mejor de su vida y este viaje el mejor de su vida también 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 que caliente acabo siempre de leer tus relatos 🔥🔥🔥
Yo no tendría ningún problema por estar comiendo macarrones y espirales cada día a cambio de unos días de camping como estos 😍😍😍😍😍😍
Me ha encantado la manera de describir que rápido te dormiste jejejejeje más rápido que decir estrella de la muerte 😂🤣
Que tengas un gran día 😘😘
 
Muy buenos relatos Sofía!! Que pena no tener en mi grupo una chica como tu jejejeje espero que continúes pronto con ellos, que me tienen enganchado!
Un saludo metalero desde Madrid!
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
No se no se no me lo creo 🙈
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
Conociendote un poco por tus relatos Sofi, diría que si estás viviendo experiencias vitales en tus proyectos seguro que algún capítulo puede salir de ello 😬😉😘
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
Bueno tú a tu ritmo, cuando puedas y te apetezca. Personalmente espero tus relatos con ganas 😉
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
Cuidado que esos proyectos no tienen fin!
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
Espero expectante esa continuación.
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
Lo bueno siempre se hace esperar y seguro que así vendrá mejor aún. Las "pausas creativas" siempre vienen bien.
 
Llego tarde al relato, por despiste y por la campanita que se ve que no ha sonado :cautious:

Como siempre genial, fantastica continuación del relato, me encanta como escribes y como describes las situaciones de sexo, las haces parecer tan naturales, con ese humor que gastas, y morbosas a más no poder, eres la maestra del erotismo escrito del foroporno, de verdad eres una crack, ojalá más mujeres se animen a escribir, por que el punto de vista femenino en el sexo es algo que echo en falta en muchas ocasiones.

Muchas gracias Sofía siempre es un placer leer tus relatos :love:

Tambien yo jugaba a baloncesto y era bueno, cuando me portaba mal, el entrenador como castigo me mandaba a jugar con las chicas 😂 pero más que un castigo era una delicia.

Besosssss guapisima y esperando tus próximas aventuras 😘😘😘😘😘
Menudo genio de la docencia, el entrenador.
 
Sigo viva! Perdón por tener esto algo abandonado, pero ando liada con otros proyectos (llamados Honkai Star Rail y Final Fantasy VII: Remake). Pero de verdad que no me olvido de que tengo que continuar con esto!

Un abrazo a todos, os echo de menos!!
Ya me decía mi madre que la Nintendo (aka: cualquier plataforma de juego jamás conocida) era una puta mierda. Me lo decía con otras palabras, pero ahora sé que llevaba razón.
 
Te seguía en el antiguo foro y te vuelvo a seguir aprovechando que he recuperado la cuenta. Este hilo es de lo mejor del foro 😉
 
Buenas Sofía! Sigo tu hilo desde el foro anterior y he decidido releerlo mientras sigues con tus proyectos xddd(espero que al menos te hayas pasado alguna ya).Y que decirte,no sabía que a traves de la lectura fuera capaz de excitarme y sentir tanto placer como el que he experimentado leyendo tus relatos.
Te animo a seguir escribiendo porque la manera de relatar que tienes es única!
Espero que todo vaya genial y aquí estaré a la espera del siguiente relato!
Pd: nunca has pensado en escribir un libro o algo del estilo?Con la base de fans calenteruientos que tienes por aquí, capaz que acabarías siendo rica!
 
Buenas!

Antes de empezar me vais a permitir que haga un poco de spam. Para el que no lo sepa, he subido unas fotos mías para verificarme como usuaria, están en la sección de CHICAS Y PAREJAS DE ESTE FORO, en un hilo que tiene mi nombre de usuaria, espero que os gusten!

Y bueno! Llegamos al final del arco del camping. Puedo decir, sin duda, que fueron las mejores vacaciones que he tenido en mi vida xD

Espero que disfrutéis de la lectura! La voy a poner en dos posts otra vez, porque en uno no me deja xD


_____________________________

Me desperté por la mañana gracias al maldito sol, dormí unas 4h y tenía la cabeza un poco ida. Lo que se conoce como una resaca, vamos. Ginesta estaba en la cama de al lado, todavía dormida y, como ya había confianza, sin ropa.

Yo estaba igual, en pelotas, ya que me dio mucha pereza ponerme a buscar algo con lo que dormir y hacía bastante calor. Miraba al techo mientras recordaba los "greatests hits" de la noche anterior. Vaya locura realmente. Aunque suene a pretenciosa, no era la primera vez que me veía en una situación como esa, así que realmente estaba muy tranquila.

Me preocupaban un poco los otros 3. Todavía teníamos un curso entero por delante y no podía evitar pensar en cuando a los chicos les tocara contar sus batallitas en verano. De verdad alguien se tiene que callar que ha hecho un trío, hasta algo parecido a una pequeña orgía? Compartir experiencias siempre está bien, yo soy partidaria de que si haces algo, luego llévalo con orgullo. Pero para eso deben existir dos partes, la parte que de verdad lo hace por compartir la experiencia, sin fantasmadas ni menosprecios a las otras personas implicadas, y la parte que cuando se lo cuentan, no juzga.

Me preocupaba mucho que a Ginesta la etiquetaran como la "guarra del centro", lo que dijeran de mí me daba igual, ya llevé esa etiqueta toda la secundaria, pero me jodería que la fueran señalando por los pasillos cuando su único delito ha sido disfrutar de unas vacaciones y de la juventud.

Todavía era muy pronto para despertar a Ginesta e ir a la playa, así que cogí el móvil y me puse a mirar chorradas. No pasaron ni 15 minutos cuando me llegó un mensaje de Marcos preguntándome si estaba despierta. Le contesté que ahora salía a la sala de estar.

Me puse una camiseta que me llegaba un palmo por encima de las rodillas y ya está, total, ya nos habíamos visto todos los culos. Procuré no hacer ruido y salí a hacer el café.

Marcos salió en pantalón de fútbol, se notaba que iba sin calzoncillos porque le iba bailando todo. Hablábamos susurrando para no molestar a los demás.

M: Buenos días.

S: Buenos días madrugador.

M: Es que Arnau ronca mucho.

S: Ya, porque tú no, verdad?

M: Hahahah pero yo no me escucho.

Se acercó a los fogones para poder hablar más tranquilos.

M: Joder anoche, no?

S: Y tanto, estuvo genial, la verdad.

M: A mí se me hizo corto si te soy sincero.

S: Cuando hay tanta gente es difícil coincidir con los tiempos.

M: Pues yo me hubiera ido con vosotras a la habitación.

S: Joer pues haberte venido hahahahah

M: Me daba cosa por el otro.

S: Ya, te entiendo… Pero oye, al final él también cumplió, eh.

M: Sí, sí, y se quitó rápido de complejos, pero ya sabes que yo cuando acabo puedo seguir…

S: Coño, pues haber acabado antes y así hubieras tenido segundo asalto.

Me empezaba a oler las intenciones de Marcos. Yo de buena mañana soy la cosa más desganada del mundo y normalmente cualquier tipo de acto sexual recién levantada me tira para atrás.

M: Ya, pero si no salió antes… pues no salió…

S: Una lástima, sí, sí…

Me hacía la tonta porque, como ya sabéis, me gusta chinchar un poquito.

M: Oye… ya que estamos los dos solos… porque no me ayudas un poco…?

S: A qué? Si estoy haciendo yo el desayuno, mamón.

M: Con esto…

Se agarró la polla por encima del pantalón. No estaba empalmado, pero sí estaba en proceso. No os negaré que la situación y que le echara un poco de morro, me puso bastante cachonda, pero la pereza me podía más que el calentón.

S: Ala venga hahahaha de buena mañana, quita, quita, ves al baño y piensa en lo de anoche que seguro que ayuda.

M: Joer, cómo eres….

Estaba salido como el pico de una mesa? Sí. Entendió que con una negación basta? También. Ya sabéis que yo estas cosas las valoro mucho y pensé aprovechar un poco esa situación para mi beneficio.

Serví café en dos tazas y me senté en uno de los sofás. Marcos se sentó en el mismo que yo y nos pusimos a hablar de música, de conciertos a los que habíamos ido, festivales… Todavía era muy pronto, se escuchaban los ronquidos de Arnau y Ginesta si estuviera despierta ya hubiera hecho acto de presencia.

Subí las piernas al sofá y me senté mirando para Marcos con las rodillas plegadas y las piernas juntas. No llevaba nada de ropa interior, pero por la posición todavía no podía verme nada.

M: 8 años tardó Wintersun en sacar su segundo disco y vaya maravilla… me muero de ganas del tercero.

S: No es por vacilar, pero estuve en la gira del Time y tengo un par de fotos con Jari.

Aproveché que Marcos miró al techo levantando los brazos como señal de pura envidia, y separé un poco las piernas, solo un poco, pero suficiente.

M: No sabes el asco que me das ahora mi…

S: Qué pasa?

M: Ufff… Cómo me haces esto?

S: Joder, que fue un concierto, ya volverán.

M: No, no… que te estoy viendo todo…

S: Hostia… qué cabeza hahaha

Fingí que me dió un poco de vergüenza y me tapé.

S: Que como estaba durmiendo así pues me he puesto una camiseta y ya. Pero qué más te da si ya me has visto de todas las maneras? Hahahaha

M: Ya pero joder… Ya me he levantado tonto y no ayudas…

S: Coño, pues hazte una paja que vas a reventar hahahaha

M: Es que en el baño…

S: Yo ahora no te he dicho que te vayas al baño.

Se le abrieron bastante los ojos y empezó a unir conceptos.

M: Quieres que me la haga aquí?

S: A mí me da igual, aquí, en el baño, como si te vas a tu cuarto y te la haces con la mano de Arnau.

M: En serio me lo dices?

S: Con una condición… Será un poco como el primer día. No me puedes tocar y verás lo que yo deje ver.

M: Ufff… sisi, conforme.

Marcos se empezó a sobar por encima del pantalón y me miraba las piernas. No tardó nada en empalmarse y se la sacó por una de las perneras del pantalón de fútbol.

M: Ufff… Y si sale alguien?

S: A ver… Con lo que pasó anoche y te preocupa eso? Hahahaha

M: No, pero no sé… es raro…

S: Pues si no quieres que te vean, para, no?

Separé un poco más mis piernas, dejando ver mi coño, y me levanté la camiseta hasta el ombligo.

M: Dios… si hombre…

Marcos clavó su mirada en mi coño y se masturbaba con fuerza. No llevábamos así ni dos minutos y el tío ya la tenía completamente empapada.

M: Sofía si tú también estás mojada… Por qué no te haces nada?

S: Hahahahah eso es problema mío, yo así estoy bien.

Tenía razón, empezaba a estar mojada, y si os soy sincera, me moría de ganas tanto de tocarme yo como de tocarle a él, pero decidí jugar un poco más.

Me levanté y me puse de rodillas en el suelo entre sus piernas. Acercó la mano con intención de tocarme y le paré.

S: No, no, he dicho que sin que me toques.

M: No entiendo por qué me pone tanto que seas así…

Apoyaba mis brazos sobre las rodillas de Marcos y disfrutaba en primerísima fila de cómo se iba pajeando cada vez más y más rápido. De vez en cuando subía una mano por su muslo, y me quedaba muy cerca de su entrepierna, pareciendo que le iba a tocar, pero sin hacerlo.

M: No voy… a tardar en acabar…

S: Pues habrá que darse prisa que yo me tengo que duchar.

Me quité la camiseta y de rodillas como estaba me tiré para atrás apoyando mis manos en el suelo, dándole un ángulo perfecto para que se corriera encima.

M: Dios… Pue… puedo?

S: Para eso me he puesto así.

M: Joder Sofía… pues ya… ya… me corro…

No apuntó a ningún sitio en concreto. Me cayó lefa en las tetas, en la barriga, en las piernas… y notaba como por la gravedad, todo se iba escurriendo para abajo

M: Ufff… Qué pasada, joder.

S: Joder, sí que tenías acumulado, sí hahahaha

M: De verdad no quieres que te ayude yo o algo?

S: No te preocupes, en serio. Pero sé siempre así de considerado que te lo agradecerán. Yo, como comprenderás, me voy de cabeza a la ducha.

M: Hahahahah sí, sí, claro, lógico.

Me fui directa para el baño con mi camiseta en la mano. Abrí el grifo, puse la alcachofa en modo chorro gordo (Que Dende bendiga a quién se le ocurrió esa magnífica idea, sinceramente no le encuentro otra utilidad a esa función de la alcachofa de ducha), y sin quitarme la corrida de encima empecé a masturbarme con la ayuda de la presión del agua.

Me hubiera gustado aguantar sin que me viera o se me corriera encima, pero esos días estaban siendo una locura y estaba más salida de lo normal.

Pensaba en todo lo que habíamos pasado allí. Las noches con Ginesta, el tonteo en la playa, que Marcos me pillara masturbándome, el trío, la noche anterior… Me estaba costando la vida no gemir. Yo en ese momento sólo deseaba que alguien entrara por la puerta y me viera así, me daba igual quién. Y con ese pensamiento fue que empecé a notar ese cosquilleo que tanto me gusta por mis piernas… Acerqué más el chorro de agua a mi clítoris y empecé a meterme y sacarme dos dedos, mientras observaba cómo seguía deslizándose la corrida de Marcos por mi cuerpo…

Tuve tal orgasmo que tuve que apoyarme en la pared porque me quedé temblando de cintura para abajo. No quería que se acabaran esas vacaciones.

Una vez terminé, me lavé el cuerpo, me sequé y salí para la sala. Los otros seguían sin despertarse y me senté con Marcos a seguir hablando de música, esta vez los dos 100% pendientes de la conversación.

Después de una hora intercambiando música y listas de reproducción, Ginesta salió de la habitación, con una camiseta mía grande y con la parte de abajo del bañador.

G: Bon dia… pero cuánto lleváis despiertos? Si es súper pronto…

Se acercó al sofá dónde estábamos y se dejó caer encima de nosotros.

G: Quiero dormir más pero no puedo… entra mucho sol y no sé cómo va la persiana…

S: Hahahahaha vaya pija acostumbrada a los interruptores. Va con las cuerdas que hay al lado.

G: Pues ya es tarde…

M: Imagino que iréis a la playa ahora vosotras, no?

S: Sí, te quieres venir?

M: No, que sé que os mola ir a marujear solas. Ya me quedo yo aquí y hago la comida con Arnau.

G: Joder Sofía, cómo nos tratan. Pues va, me pongo el bikini y nos vamos.

S: Pero dúchate so cerda, que tienes que tener lefa reseca todavía hahahahah

M: Joder qué bestia hahahaha

G: Luego, si lo primero que voy a hacer es meterme en el agua.

S: Pues me pongo el bikini yo también.

Ginesta cogió el bikini del tendedero y se fue al cuarto de baño a despejarse y a cambiarse. Yo me puse la parte de abajo allí y me quité la camiseta para ponerme la parte de arriba.

M: Joder… No me canso de verlas.

S: Madre mía, pero relaja si hace nada que has terminado hahahaha

M: Ya pero uffff…

Aprovechando que Ginesta estaba en el baño, me acerqué a Marcos, le puse las tetas a 2cm de su cara y le empecé a sobar el paquete. A esas alturas de las vacaciones y después de todo lo que habíamos pasado, estábamos todos bastante salidos y desinhibidos.

M: Joder… ya no sé si me vas a dejar tocarte, si no pu…

Antes de que acabara la frase le llevé uno de mis pechos a la boca mientras seguía sobándole. El muy salido (habló el burro de orejas) ya estaba completamente empalmado y aproveché para llevar la mano debajo de su pantalón.

M: Pero que ahora te vas…

S: Sí, pero, y lo divertido que es?

Me alejé de él y empecé a ponerme la parte de arriba del bikini.

M: Si cuando digo que eres lo peor…

S: Hahahahha si te encanta.

Ginesta salió del baño con el bikini ya puesto y Marcos cruzaba las piernas intentando disimular la erección, era bastante cómico. Cogimos las toallas, unas cervezas y nos fuimos.

M: Bueno, hasta luego entonces.

S: No fuméis mucho.

G: Hasta luego!

La playa a esas horas era una maravilla. Había un par de parejas de guiris y un señor mayor dándose un paseo. El agua estaba limpísima, igual que la arena y encima nos podíamos poner al lado de las rocas bastante lejos de la gente más cercana.

Pusimos las toallas y las cosas en el suelo, nos quitamos la parte de arriba y nos fuimos directas al agua.

G: Joder ayer, no?

S: Estuvo genial, la verdad.

G: Sí, sí, sin duda son las mejores vacaciones de mi vida hahahaha

S: Juraría que las mías también, pero siempre es bueno decir un "de momento", así aspiramos a más y mejores hahahaha

G: Tú ya habías hecho cosas así antes, no?

S: Sí, tú?

G: Uh, qué va, yo aquí he tenido mi primer trío, mi primera experiencia con una chica y mi primera… cómo se le puede llamar a lo de anoche?

S: Llámalo como quieras hahahah no hay que ponerle etiquetas a todo. Disfrutaste? Pues ya está.

G: Sí, 0 quejas la verdad… Oye, a Arnau lo vi bastante suelto, me alegré bastante!

S: Sí! Y no exagerabas… Pobrete, mira que con lo buen chaval que es…

G: Notaste algo?

S: Casi nada… Como el movimiento que podía hacer era muy limitado, me daba más gusto al frotar su pubis contra mi clítoris que metiéndomela… Pero oye, al chaval si se le va guiando va haciendo cosas. A la que aprenda un poco ya saldrá de él.

G: Me sabe un poco mal porque parece que te lo encalomé a ti…

S: Hahahahah qué va! Las cosas pasaron como surgieron, no hay que darle vueltas.

G: Crees que hoy repetiremos? Voy a estar un poco cortada cuando estemos los 4 juntos…

S: Te voy a dar un bocao en la nariz. Que esas cosas surgen! Tú ni lo pienses ni le des importancia.

Nos fuimos a las toallas y nos abrimos una cerveza. Como ya he comentado, estaba muy salida por el cúmulo de días con actividad sexual, y Ginesta en topless, mojada y una cerveza fresquita no era precisamente un antídoto para ello.

S: Joder tía… Estoy salidísima, no sé qué me pasa hoy.

G: Hahahahaha Hoy, dice. No será para tanto.

S: No, no, en serio. Hoy voy a reventar. Si ya he hecho cosas con Marcos a primera hora de la mañana.

G: Hahahahahaha qué tía! Pues ni me he enterado.

S: Ha sido breve, le he dejado hacerse una paja mirándome y luego yo me he hecho una en la ducha. Pero uffff…

G: Uuuuh… Qué morbo, no?

S: No era "la rara" hace unos días por estas cosas?

G: Ya, pero no sé… estoy empezando a ver estas cosas con otros ojos… Ayer me ponía mucho ver cómo follabas con Arnau.

S: Mírala ella! Hahahaha Al final todos tenemos gustos para esto, solo hay que saber encontrarlos y disfrutarlos.

G: Pero a ti… Exactamente qué es lo que te pone en ver o en que te miren?

S: Me gusta ver a gente disfrutando de su sexualidad. Siempre me ha excitado más una situación morbosa que practicar sexo.

G: Pero estos días has follado, no solo han sido cosas morbosas.

S: Hay momentos en los que sí apetece, y luego hay otros momentos en que piensas que no todo va a ser que cedan y tienes que ceder tú también. Con Marcos follé, sí, pero estuvimos los otros días haciendo lo que me gustaba a mí, creí que el chaval se lo ganó.

G: Ya… Si visto así… Te puedo confesar algo?

S: A estas alturas ni preguntes.

G: Te acuerdas el otro día cuando fui en topless a hablar con el señor aquel?

S: Sí.

G: Pues me puso muchísimo… Es raro, era entre vergüenza y morbo.

Yo estaba empezando a imaginarme a Ginesta en modo exhibicionista y me estaba poniendo mala.

S: Uffff Ginesta que ya te he dicho que estoy salida hoy hahahaha

G: Hahahahaha ya tardabas! Con chicas también te gusta mirar?

S: Sí, con todo, no tengo remedio.

G: Entonces, si hago esto…?

Ginesta miró a los lados para comprobar que la playa seguía casi desierta. Se tumbó y llevó su mano bajo el bikini.

S: Fua… qué haces?

G: Quiero seguir probando cosas…

S: Joder…

Podía notar el movimiento de su mano bajo su bañador y como su piel se erizaba dejando sus pezones duros. Acerqué un dedo a uno de ellos para acariciarlo, y me apartó con la otra mano.

G: No, no, solo mirar…

S: Tú mandas…

Me estaban pagando con mi misma moneda y he de decir que me encantaba… Ginesta seguía jugando con su entrepierna y yo vigilaba que ningún curioso se acercara de más, pero cada vez me costaba más centrarme en los alrededores… Solo podía fijarme en los detalles de Ginesta. Como poco a poco se aceleraba su respiración… como el leve pero constante movimiento de su mano hacía que sus pechos se movieran con un tambaleo casi hipnótico… como algún tímido gemido se escapaba de su boca…

S: Dios, no puedo más…

Me tumbé de lado mirando hacia ella y yo también llevé mi mano directa a mi clítoris. Para mí en ese momento no había nada ni nadie más. Me moría de ganas de llevarme uno de esos pechos a la boca o de que me apretara la cabeza contra su entrepierna, pero no iba a romper las reglas que yo misma le imponía a los demás muchas veces.

G: Sofi… uff… esto es… mejor de lo que me esperaba…

Dobló las rodillas, separó un poco más las piernas y su mano iba variando entre movimientos rápidos y lentos. De vez en cuando giraba su vista hacia mí y sonreía cuando se fijaba en que yo también me estaba masturbando.

G: Te quiero pedir algo…

S: Sí… dime…

G: Quiero ver cómo terminas…

S: Ufff… pues poco me falta…

Ginesta me miraba de arriba a abajo. Tenía una de las caras más morbosas que recuerdo haber visto en una situación así. Iba abriendo la boca mientras notaba como se le entrecortaba la respiración.

Me acerqué lo máximo a ella, hasta que nuestros cuerpos solo se rozaban. Aceleré el ritmo con mi mano y apretaba las piernas para hacer más fricción. A los pocos segundos mi cuerpo ya anunciaba que estaba a punto de llegar al segundo orgasmo de la mañana.

S: Gine… ya… ya voy a… jod… Aah…

Me mordí el labio para no gemir muy fuerte y caí rendida a la toalla mientras mi cuerpo temblaba casi entero.

G: Joder Sofía… esto es… dios… qué pasad… Ah!

El grito de Ginesta probablemente se tuvo que escuchar desde alguna de las toallas de los otros visitantes de la playa. Ella también cayó rendida, estirando una de sus piernas y dejando los brazos en paralelo a su cuerpo.

S: Qué tal la experiencia?

G: Jo-der… No me esperaba esto ni de coña… Nos habrá visto alguien? Da igual, eso que se llevan…

S: Hahahahahah no, tranqui, seguimos los mismos de antes, como mucho te habrán escuchado.

G: Perdona tía es que no podía controlarme…

S: Bueno, entonces me entiendes o no?

G: Un poco, desde luego… Dios, necesito otra birra.

Nos abrimos otra cerveza y seguimos a lo nuestro.

S: Me has dejado de piedra, chica.

G: Ya te he dicho… quiero seguir probando cosas.

S: Y masturbarte en público era una de ellas?

G: Pues sí…

S: Joder, pues qué pena que no hubieras tenido esas inquietudes antes, nos lo hubiéramos pasado mejor hahahaha

G: Bueno, el verano justo está empezando.

S: Ya, pero yo tenía pensado volver a mi casa a pasar el verano allí.

G: Hasta septiembre? Podrías irte más tarde o venir antes y así…

S: Y así…?

G: Y así probamos cosas, qué te gusta hacerme decir lo que ya sabes, asquerosa hahahaha

S: Siempre puedo hablar con Gabri a ver si hay algún problema en que me quede unas semanas sola en el piso… Pero no prometo nada!

G: Hahahahah Bueno, pero ya no es un "no" rotundo!
Buenos días preciosa 😘😘
Espero que estés genial☺️
Uuuuuufffff que dos situaciones más morbosas :love: 🔥 :love: 🔥 :love: 🔥 tiene que ser un placer tener una chica como tú esperando la corrida 🔥🔥🔥
No me extraña que Marcos diga que nunca se aburre de verte tus pechos porque yo tampoco me aburra, varias veces he ido a ver tus fotos 😶😶😏😏
Que tengas un gran día 😘😘
 
Atrás
Top