Popurrí de mis experiencias!

Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Enhorabuena por cómo escribes. Dentro del género "experiencias" eres la única que he encontrado por aquí que me resulta totalmente creíble, además de divertida y excitante.😘
 
Una alegría volver a leer tus andanzas y aventuras 😍 que se echaban de menos por aquí, como siempre de diez, divertida y morbosa.

Sin presión culona pero esperando y deseando la continuación, abrazo y besos 💋
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Que bueno volver a disfrutar de tus palabras. Se ha hecho larga la espera pero merece la pena. Deseando que continúes con la historia, y a ser posible que no tardes tanto 😉 pero sin presión 🤣. Gracias 🥰
 
¡Felicidades por esta nueva entrega! Está a un gran nivel, como nos tienes ya acostumbrados. La espera ha valido la pena y el relato se pone cada vez más interesante.
 
Muy buenas! Perdón por la espera, pero no ando muy inspirada últimamente y todo lo que escribo lo acabo borrando 3847583475683745345 veces. Tengo mucha presión (mía, por supuesto) en no bajar el listón y eso me pasa factura.


Pero fuera dramas, que aquí venimos a divertirnos! Os dejo con la continuación!

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Ya habían pasado un par de meses desde aquella prueba, y la verdad que estaba súper contenta y motivada con los ensayos. Pasamos de quedar un día a la semana a quedar dos y hasta 3 veces. Fuera de los ensayos, mi vida seguía igual. Iba a clase, luego al súper a trabajar, cuando podía me juntaba con Ginesta y con Marcos y de vez en cuando jugaba con algunos de mis conocidos “contactos”. Sí que había cogido el mal hábito de beber y fumar entre semana, pero bueno, las estrellas de rock somos así (equisdé, es una bromi).


Yo cada vez estaba más suelta y con más confianza con el resto de integrantes de la banda (no en el sentido que estáis pensando, guarros) y salvo alguna broma jocosa y alguna mirada a mis tetas (cosas de ir sin sujetador por la vida) no había pasado nada con ninguno/a de los compis. Me estaba comportando.


Esa semana, uno de los días que escogimos para el ensayo, fue el domingo por la mañana, así aprovechábamos el terreno que tenían allí, y ya que no hacía demasiado frío pese a ser Noviembre, podíamos hacer una mini-barbacoa o, como yo la llamo, barbacoa.


El plan era simple y atractivo, quedar sobre las 10, ensayar hasta las 12:30/13:00 y luego ya comer y lo que surgiera. Lo bueno de tener alquilado un local entero en un recinto así, es que no es algo que vaya por horas, y te puedes estar el tiempo que quieras cuando quieras, una maravilla, la verdad.


La noche del sábado al domingo fue movidita, pero no por mi parte. Ginesta vino a casa, como muchos sábados y, como muchos otros sábados desde su “encuentro” con Gabri, se acostaron juntos. Puede que haya sonado a celosa, pero ni mucho menos, casi siempre era espectadora en primera fila de sus cópulas, solo que soy humana y hay veces que me apetece descansar, y más cuando tengo un ensayo al día siguiente por la mañana.


A parte de levantarme cansada, porque Ginesta es mala de nacimiento, sabe que me flipa escucharla, y se dedicó a no cortarse un pelo y no dejarme dormir, estaba más salida que la proa del Titanic, precisamente por el mismo motivo que me causó el insomnio.


Me pegué una ducha de esas que desearías quedarte a vivir allí dentro para siempre, y me fui a vestir. Lo recuerdo como si fuera ayer, era pleno noviembre, era por la mañana, y estábamos a 15 grados, así que no me preocupé del frío y para la ocasión escogí unos pantalones de los Celtics (los he tenido que jubilar este año, un minuto de silencio por ellos, que me costaron 40 pavos), y por culpa de la calentura que llevaba encima, una camiseta de tirantes con la que no tuviera ningún tipo de problema si quería “jugar” a los descuidos. Me até las converse y bajé a esperar a Marcos, que el pobre parecía mi taxista personal.



Puntual como un reloj, ya me hacía aspavientos desde su asiento por mis 10 minutos de retraso.


Marcos: Tú siempre igual, eh?


Sofía: Mira, calla, que no he pegado ojo y voy con una marcha menos.


Marcos: Hahahahahahaha a saber qué habrás hecho, viciosa.


Marcos arrancó el coche y nos pusimos en marcha.


Sofía: Pues para tu sorpresa, yo nada, pero estos dos estuvieron dale que te pego hasta las tantas y no me pude dormir hasta que terminaron.


Marcos: Joder con el bueno de Gabri, ya me dirá cómo lo hace, que yo hasta la fecha aún no he conseguido quedar a solas con Ginesta.


Sofía: Oye que si os molesto no voy, eh? hahahahaha


Marcos: Hostia cómo vienes tú hoy hahahahah Ya sabes a lo que me refiero, mujer.


Sofía: Encima de estar ahí escuchándoles con el tracatraca, y la otra que ya sabes que es una escandalosa…


Marcos: Vamos, que vas cachonda perdida.


Sofía: Me voy a follar el freno de mano, Marcos.


Los dos nos echamos a reír a carcajadas. Me gustaba la confianza que tenía con gente como Marcos, esas bromas siempre escandalizan a más de uno y de una.


Marcos: Imagino que la camiseta esa que llevas tiene algo que ver con que vayas así de salida, no?


Con las luces de mi casa ni me di cuenta, cogí una de tirantes roja de esas básicas (entre la camiseta roja y los pantalones verdes parecía sacada de una peli de Navidad), que son cómodas, pero a la vez me es muy fácil hacer que se me salga todo. Pero de lo que no me di cuenta es de que iba marcando los pezones de una forma exagerada.


Sofía: Me cago en la puta hahahaha Por dios, dime que tienes una sudadera que dejarme!


Marcos: En el maletero tengo una y me va un poco pequeña, pero no sé si dejártela…


Sofía: Solo me rodeo de gente mala, a cada cuál peor.


Marcos: Va, enséñales las tetas a ese pelotón de ahí, y no solo te la dejo, te la regalo.


Vivíamos en una zona de montaña cerca de la típica carretera que sube hasta arriba del todo, por lo que los pelotones de ciclistas eran considerados fauna autóctona de allí, y justo estábamos por adelantar a un grupito.


Sofía: En serio me propones eso pensando que en algún momento voy siquiera a dudarlo?


Marcos: No serás capaz.


Antes de que acabara de decir “capaz”, justo a la altura de la mitad del pelotón, me bajé la camiseta y pegué las tetas contra la ventana del coche. No hacía frío, pero la ventana parecía sacada directamente del corazón de vuestros/as ex.


Marcos redujo drásticamente la velocidad, dando tiempo al pelotón a que se avisaran unos a otros. Todo era un ambiente bastante festivo, la verdad, ya que estábamos todos, tanto dentro como fuera del coche, muriéndonos de risa.


Recordáis lo que he dicho de que solo me rodeo de gente mala? Pues Marcos, en un total alarde de ser el mismísimo sucesor de Morgoth, pero en cabrón, no aceleró el coche en ningún momento para que pudiéramos pillar en rojo el semáforo que había unos metros más adelante.


Sofía: Eres lo peor, me vas a regalar la sudadera y el puto coche también.


Marcos: Hahahahah disfruta, que ahí viene tu público!


Sofía: Son ciclistas, es un semáforo, obviamente, no van a parar.


Es lógico pensar eso, no? Los ciclistas y los semáforos son enemigos por naturaleza. Como los taxistas y los ciclistas. O los autobuseros y los ciclistas. O los demás conductores y los ciclistas. O los ciclistas y otros ciclistas. Malditos ciclistas, han destrozado el ciclismo.


Pues, para sorpresa de todos, en ese semáforo sí pararon. Me saludaban, sonreían, uno me hacía el gesto de bajarme la camiseta… Tampoco fueron groseros, cosa que hizo que la anécdota me siga pareciendo muy divertida a día de hoy. Antes de arrancar, les hice un amago de que me iba a bajar la camiseta, pero les dejé con las ganas.


Marcos: Estás de la olla hahahahaha


Sofía: Pero si luego voy a la playa y me paso el día en tetas, ya ves tú.


Marcos: Te has ganado esa sudadera.


Llegamos al recinto y, pese a los nervios y ansiedad de Marcos porque “es que vamos a llegar tarde porque eres una tardona bla bla bla”, fuimos los primeros en llegar. Marcos abrió la verja con el mandito, dejamos el coche aparcado y nos bajamos.


Hacía un día de puta madre. Eran las 10 de la mañana y hacía sol, se podía estar en tirantes, no había ni una puta nube en el cielo… Parecía finales de Mayo, un lujo. Cogimos la bebida y la carne que habíamos traído, Marcos me dio MI sudadera, y pasamos para dentro del local.


Guardamos todo en la nevera, Marcos empezó a afinar su guitarra y a hacer unas primeras pruebas de sonido para que todo estuviera listo cuando los demás llegaran, mientras yo le ayudaba con los “ssssssi” “ssssssssi” del micro. Trabajo en equipo, chavales.


No tardaron mucho en llegar los demás, a los 10 minutos ya estaban allí Nadia y Aarón, y cuando no habíamos ni terminado de saludarles, entraron Fran y Carles.


Nadia: Joder, al final soy la única mongola que ha venido en pantalón largo. Bueno, y Fran, pero lo suyo ya es de estudio.


Fran: Sí, en Massachusetts ya están contactando conmigo para empezar las pruebas.


Sofía: Tu madre no te iba a dejar ir tan lejos tú solo.


Carles: Bueno, Sofía se ha ganado no hacer la carne! Punto para ella!


Fran: Tampoco iba a llegar a la parrilla.


Sofía: Qué cabrón hahahahhaha Yo esto lo veo un empate.


Me gustaba TANTO, ese ambiente que había de “te tiro puyita, me la devuelves” pero luego todo eran risas… Me sentía como en casa, eran todos una gente maravillosa, la verdad. Estuvimos 5 minutos de charla pre-ensayo, y tras hacerle 4 últimos apaños al sonido del micro, empezamos a ensayar.


A la hora y pico decidimos hacer un poco de pausa, y aprovechando el buen día salimos a fumar fuera. Había unas mesitas a la sombra de un árbol, y nos pusimos allí a hablar todos con todos. Yo estaba sentada en la mesa con los pies en la banqueta, y Nadia se me acercó.


Nadia: Tía, no te asas con la sudadera puesta?


Sofía: Como un puto pollo, pero es que mira.


Me abrí la sudadera y le enseñé el panorama. Se me marcaban hasta las areolas de los pezones. Nadia se puso roja como un tomate y pude notar un ligero suspiro que salía de su boca. Lo había hecho a propósito? Obvio.


Nadia: Hahahahahaha pero joder, es que no te miras antes de salir de casa?


Sofía: Tú te crees que si me hubiera visto hubiera venido así? Menos mal que Marcos me ha podido dejar la sudadera.


Nadia: Bueno, menos mal para ti, que el resto nos perdemos el espectáculo hahahahah


Sofía: Oye! hahahah descarada!


Volvimos ambas a la conversación con el grupo y al cuarto de hora más o menos ya estábamos listos para volver.


Aarón: Bueno, creo que ya es hora de seguir!


Carles: Padentro todo el mundo.


Yo estaba empanada, mirando vete a saber qué, lo mismo una hoja de árbol que se había caído o algún pájaro. La cosa es, que al pasar cerca de mí, Nadia me pellizcó a modo de broma en uno de mis pezones para despertarme de mi empanada monumental. Funcionó, vaya si funcionó, pero ese día no era el mejor para hacer ese tipo de cosas. Me subió un cosquilleo desde los pies hasta la base de la nuca, y no pude evitar que se me escapara un ligero gemido, imperceptible para el resto, pero que Nadia escuchó en primera persona.


Nadia: Joder, sí que los tienes sensibles hahahahah

Sofía: Mi… mira! Calla eh! El daño que me has hecho…


Intenté disimular, pero no me salió muy bien la cosa. Igual que con los chicos soy muy valiente y muy echada para adelante, con las chicas me pongo nerviosa. Cosa que desde fuera es bastante divertido de ver en mi opinión.


Nadia: Sí, ya, daño, sí hahahahah


Sofía: Ahora verás!


Salí corriendo tras ella y echó a correr para esconderse detrás de Carles entre risas.


Sofía: Ya saldrás de ahí! Cobarde!


Marcos: No, no, no, aquí si os vais a pelear, que sea en bikini y en el barro.


Aarón: Eso, eso!


Sofía: Ya verás cuando te coja!


Nos gritamos un par de tonterías más y seguimos con el resto del ensayo. Terminamos con la canción de Zombie, de The Cranberries y cuando estábamos recogiendo las cosas, Carles se acercó a mí.


Carles: Por cierto, me estoy aprendiendo esta misma canción pero en versión acústica. Cómo lo ves para hacerla?


Sofía: Hostia, pues tiene que sonar genial… Sí, sí, dale!


Una vez todo estaba recogido, Aarón y Fran salieron para empezar a hacer el fuego, Marcos y Carles fueron a por un bidón, y Nadia y yo sacamos el hielo, las cervezas y la carne para fuera.


La escena me da nostalgia a día de hoy cuando la pienso. Qué de domingos pasamos así. La barbacoa en un lateral, las mesas a la sombra, los bidones con hielo hasta arriba de birras… Como el trabajo ya estaba hecho, me abrí una cerveza, me bebí media de un trago y empecé a incitar a Marcos a la mala vida.


Sofía: Marcos… dime un número del 1 al 10.


Marcos: Qué dices tú ahora?


Sofía: Un número del 1 al 10, no es tan difícil.


Marcos: Yo qué sé… el 7.


Sofía: Te toca hacerte un porro.


Marcos: Hija de puta, en lo que te conozco no te he visto liar ni una sola vez.


Sofía: Es que a ti te quedan muy chulos.


Nadia: Eso mismo, eso es un arte y tú eres todo un artista!


Aarón: El DaVinci de los canutos!


Marcos: Sois una panda de pelotas…


A Marcos no hacía falta liarle mucho, pero le gustaba hacerse de rogar. En 5 minutos ya tenía hecho su característico Cuerno de Gondor y empezamos a fumar para acompañar las birras. Ni frutos secos ni hostias. Porrillos. Así he acabado.


Después de un buen rato entre risas, cervezas, más sustancias y el buen tiempo, empezó a llegar un olorcito a carne… Ya se acercaba la hora de comer. Nadia y yo repartimos los platos y los cubiertos de plástico y los cocineros trajeron las dos bandejas bien rebosantes de churrascos, chistorras, butifarras… Madre mía, son las 3 y media de la madrugada, pero lo pienso y me da un hambre…


Empezamos a arrasar con todo de una manera un tanto grotesca. Pronto, los cubiertos pasarían a un segundo plano y solo se oía el ruido de masticar, como si de una manada de lobos fumados se tratase. Como en toda barbacoa que se precie, sobró algo para aprovechar en la merienda, incluso para cenar o comer al día siguiente. Terminamos el manjar con un chupito de ratafía (por si alguien no lo sabe, es un licor muy típico en Cataluña) que Carles había traído, y seguimos con nuestras conversaciones sobre todo y nada.


Una vez bajó un poco la comida, Aarón se acercó al maletero de su coche para poner la guinda al domingo… Volvió levantando en sus brazos, al más puro estilo Rafiki y Simba, una pelota de baloncesto. Marcos y Carles empezaron a hacer ruidos como de neandertal, a darse golpes en el pecho y espalda el uno al otro y a correr para la zona de las canastas, que estaba al lado. Hombre tener pelota. Hombre estar contento.


Nadia, Fran y yo nos quedamos atónitos ante tal muestra de testosterona. Aarón les tiró la pelota, Carles la botó muy fuerte contra el suelo con ambas manos y Marcos la recogió en el aire dando un salto totalmente innecesario. Aarón echó a correr hacia ellos gritando “PÁSALA PÁSALA”, para luego tirar un triple lamentable que ni tocó aro. En ese momento lo tuve claro, esos eran mis amigos.


Nadia: Madre mía, ya nos podemos despedir de ellos.


Sofía: Pero, por qué? Vamos para allí nosotros también.


Fran: Yo es que con el deporte…


Sofía: Eso ni es deporte ni es nada, es hacer el tonto con los colegas.


Fran: Yo me quedo aquí.


Nadia: Yo también, si eso ahora me acerco.


Marcos sabía que yo había jugado a básket desde pequeña (podéis hacer todos los chistes que queráis, pero no me vais a decir nada que no me hayan dicho ya), pero el resto no… Era la oportunidad de lucirme, algo que siempre me ha gustado, para qué mentir.


Estaban haciendo una especie de 1vs1 por turnos, tirando por tirar… Como un calentamiento, pero con alcohólicos y drogadictos en vez de con jugadores. Cuando Marcos vio que me acercaba, le hice un gesto con el dedo para que se callara, y le pedí el balón.


Lo cogí, me acerqué a ellos botándolo como si tuviera algún tipo de disfunción y tiré a canasta de forma ridícula, con una mecánica que haría llorar a Steph Curry.


Sofía: Venga, va, Aarón y yo contra vosotros dos.


Aarón: Sí hombre, yo para que me humillen ya tengo el Counter.


Marcos: Va, que será divertido.


Me guiñó un ojo, me conocía y me estaba viendo venir de lejos.


Sofía: Va, sacamos nosotros. Toma!


Estuvimos un rato haciendo un poco el tonto, me dejaban espacio para tirar, me la devolvían cuando fallaba… En una de estas, Carles se puso a marcarme de frente.


Carles: Va, ahora ya voy en serio!


Una vez se acercó a mí, la boté por debajo de sus piernas, la cogí, hice un reverso justo en la cara de Marcos y metí canasta con una bandeja a mano cambiada que creo que en mi vida me había salido tan perfecta.


Carles: Filla de puta… Cómo nos has vacilado.


Sofía: Juego a esto desde los 7 años, os voy a hundir en la mierda.


Aarón: Hostias hahahaha Ahora no me la pases, que no voy a estar a la altura.


Nos pusimos a jugar en serio y joder, que tarde tan divertida. Aprovechaba cuando Marcos me marcaba para darle la espalda, pegarle el culo en el paquete y ponerle nervioso.


Marcos: Joder, es que así no hay quién se concentre!


Le pasé la pelota a Aarón, que tiró, y poniendo cuerpo para coger el rebote, le pasé la mano por el paquete a Marcos, que ya estaba medio morcillón.


Sofía: Estamos a lo que estamos o qué?


Marcos: Así no se puede…


Aarón falló el tiro y el rebote lo cogió Carles (sí, he jugado a basket, pero me sacaban dos cabezas) y cuando estaba saliendo para fuera de la línea de 3, vi cómo se acercaba Nadia.


Nadia: Chicos, puedo yo?


Marcos: Sí, cámbiate por mí, que yo me tengo que ir ya. Te vas con alguno de ellos, Sofi?


Sofía: Sí, claro, no te preocupes!


Carles: Yo me voy a sentar un rato, que no suelo hacer deporte.


Aarón: Yo voy a por una birra, que estoy seco.


Nadia: Jooo, ahora que llego yo vais a parar?


Sofía: Tranqui mujer, va, que te enseño a tirar.


Nadia: Quién te ha dicho a ti que no sé tirar?


Sofía: Ah, perdona.


Nadia: Hahahahah te estaba vacilando, no tengo ni puta idea.


Le enseñé un poco lo básico. Cómo poner los pies, el movimiento de rodillas, la posición de las manos…


Sofía: Mira, esta mano solo la aguanta, tienes que hacer el arco con este brazo…


Nadia: Uy, qué cerquita, no me acose, entrenadora hahahaha


Sofía: E… es que… Joder, yo aquí enseñándote y tú tomándotelo a cachondeo.


Nadia: Hahahah que estoy de broma, a ver, entonces la fuerza viene desde abajo… me incorporo y tiro!


No fue una mierda de tiro, pero tampoco estuvo genial. Oye, para ser el primero que probamos, ni tan mal.


Nadia: Casi! Lo has visto! Joder, parezco una profesional.


Sofía: Hahahahah no te vengas arriba, va, otra vez.


Me acerqué a ella botando la pelota e hizo un intento de quitármela.


Sofía: Huy, pues no te queda nada para quitarme a mí la pelota.


Nadia: Sí, eh?


Empezó a intentar quitarme la pelota, pero mal. Corriendo hacia la pelota, rodeándome, metiendo la mano para robarla… Como vio que eso no funcionaba, probó directamente con el contacto físico. Me agarraba del brazo, de la sudadera, pero ni por esas.


Nadia: Joder, así no es divertido!


Sofía: Para mí sí!


Le hice una pequeña finta, y cuando pasé por su lado le di un azote, bastante sonoro, en el culo. Ahora fue ella la que soltó un ligero ruido más parecido a un gemido que a una queja.


Nadia: Ufff… Maldita!


Sofía: Aquí te espero!


Se acercó a mí, pero en vez de ir a por la pelota, fue directa a mis tetas, concretamente a uno de mis pezones, como ya hizo antes, y como antes pasó, el mismo escalofrío me subió hasta la nuca. Esta vez el disimulo me salió de 10 e hice ver como que me había hecho daño. Se acercó mucho a mí, preocupada por si se había pasado.


Nadia: Perdona, perdona! No te quería hacer daño.


Me puse muy cerca de su cara y le susurré.


Sofía: No calientes lo que no te vayas a comer…


Se quedó muy roja y abrió mucho los ojos de primeras, pero sonrió.


Nadia: Y quién te dice que no me lo voy a comer?


Me dio un pequeño mordisco en el labio, y ahora sí, consiguió cogerme la pelota.


Nadia: Wuuuh! Sí! He ganado yo! Jódete!


Alzaba la pelota como si fuera un trofeo y yo seguía atónita, entre el calentón que ya llevaba de serie, y que me estaban ganando en mi propio terreno… Iba a explotar.


Nadia: Va, vamos a por una birra, hay que celebrarlo!


Sofía: S… sí, mejor…


Nos acercamos a la mesa con el resto de la banda, ya un poco cansados todos. Nos abrimos una cerveza cada una y nos sentamos con ellos.


Nadia: Fran, Aarón, si queréis que os lleve tiene que ser después de la birra, que tengo que ir a casa de Miquel a llevarle unas cosas.


Aarón: Ah, pero habéis vuelto?


Nadia: Nah, ni ganas, voy a llevarle unas cosas que quedaban en mi piso y solo coincidíamos hoy.


Bingo. Si algo no soporto es meterme en medio de una relación, pero parece ser que tenía vía libre en el caso de que sus “travesuras” fueran en serio.


Sofía: Carles, me acercas tú entonces? Me han dejado aquí sola y desamparada.


Carles: Sí, claro, pero tienes prisa? Así me baja un poco el alcohol y eso.


Sofía: No, no, sin problema, así miramos lo de la versión acústica.


Nadia se terminó la cerveza, se despidió y se marchó junto a Aarón y Fran.


Carles: Vamos dentro si quieres, que ya se está yendo el sol.


Sofía: Sí, mejor.


Entramos al local y nos sentamos en el sofá para ver los vídeos de la versión de Zombie, y ahí fue dónde vino el primer problema de ir todo el día en sudadera y haber estado jugando a basket. Una de las cosas que más vergüenza me da en la vida, es que alguien pueda notar mi olor corporal por haber sudado, aunque no huela a absolutamente nada, pero me hace estar muy inquieta e incómoda. Recordé que en el local había ducha y toallas, y aunque no llevaba ropa para cambiarme, ni que fuera me podía dar un agua.


Sofía: Carles, me sabe muy mal cortarte, pero te importa si me doy una ducha rápida? Es que de estar correteando de arriba a abajo me da miedo apestarte en la cara, y si vamos a estar aquí un rato…


Carles: Ah, no, no, sin problema, te enseño dónde están las toallas y demás.


Pasamos para el baño y ahí mi cabeza, mis hormonas y mi calentón de todo el día empezaron a hacer que por mi mente pasaran muchos pensamientos intrusivos. En ningún momento me había pasado nada sexual por la cabeza con Carles, pero al estar los dos solos y, perdón por ser pesada con lo mismo, que llevaba desde la mañana salida perdida, no lo podía evitar.


Carles se agachó y del armario cogió un par de toallas blancas, en ese momento aproveché para quitarme la sudadera, solo la sudadera, pero todos sabemos qué es lo que había debajo. El haber estado haciendo deporte y el cambio de temperatura no ayudaba, tenía los pezones y las areolas completamente marcados. En una camiseta de un color más claro hubiera ido transparentando sin ninguna duda.


Carles se incorporó con las toallas.


Carles: Las toallas las limpiamos uno cada semana, no te preocupes que están todas lim…pias…


Sofía: Vale! Gracias!


Miró para todos los sitios posibles para que no notara que había estado mirando dónde yo pretendía que mirara. Le cogí las toallas de las manos, rozando una de mis manos con la suya.


Carles: N… necesitas algo más?


Sofía: No, gracias! Si va a ser un momento!


Carles salió, cerró la puerta, y yo aproveché para desvestirme toda. Lo primero que hice fue llevarme la mano a la entrepierna. Efectivamente, estaba mojada. No aquello que digas “TSUNAMIII”, pero estaba bien mojada.


Los pensamientos intrusivos seguían rondándome y ya llegó un punto en el que cedí a ellos. Me puse a mirar por el baño si había algo que pudiera hacer o usar en mi ayuda y vi que dentro de la ducha había una cajonera lo suficientemente alta como para que yo no llegara.


Abrí el grifo, me metí debajo, cogí el gel y con una precisión digna de Ray Allen lo coloqué en el estante de arriba. No pretendía lavarme el pelo, pero sabía que el “efecto mojado” ayuda en todo.


Cogí una de las toallas, que por suerte no eran muy grandes, y me la até de tal forma que no enseñaba nada, ni por arriba ni por debajo, pero que poco faltaba. Me fui para la puerta, la entreabrí, y me medio asomé.


Sofía: Carles, por favor, cógeme el gel que no llego! hahahahah Cómo se os ocurre poner eso tan arriba, panda de ogros!


Carles: Eh? Ah, s… sí, voy.


Carles entró y yo estaba dentro de la ducha, con el grifo apagado, haciendo un poco el tonto.


Sofía: Es… que… no… llego!


Iba estirando el brazo sabiendo que la toalla se iba a subir lo justo para que desde dónde estaba él, se intuyera mi culo.


Carles levantó el brazo, lo cogió y me lo acercó. Estaba muy rojo, y cada vez podía disimular menos a dónde miraban sus ojos.


Sofía: Gracias! Te juro que no te molesto más hahahahaha


Estiré el brazo para coger el gel de su mano y, con una actuación digna de un Óscar, hice un leve movimiento con la otra mano que hizo que la toalla se abriera. Para mí, la gracia en un descuido, es que parezca que de verdad es un descuido, por muy preparado que esté, como era el caso. Hice ver que me daba un micro infarto y me agarré la toalla como buenamente pude, dejando uno de mis pechos sin tapar y toda la parte trasera, que aunque no la podía ver, estaba al aire.


Carles se quedó ojiplático, seguía rojo y tenía hasta la boca un poco abierta. Esa. Esa era la cara que yo quería ver.


Carles: Perdón! Perdón!


Se dio la vuelta y se iba dirección a la puerta. Yo ya había tenido lo que quería, pero tenía dos opciones en ese momento. O dejaba que se fuera y todo quedaba en una anécdota graciosa pero morbosa… O culminaba lo que había empezado… Y creedme que me costó decidirme, pero acabé optando por lo obvio, que era la segunda opción.


Sofía: Carles.


Se quedó quieto y ni se giró.


Carles: Qué?


Sofía: Te quieres quedar?


Carles: Qué?


Sofía: Que si te quieres quedar, no me importa.


Carles: Pero… estás segura?


Sofía: Hahahahah te lo estoy pidiendo yo, no?


Carles: No te importa?


Sofía: Ay, si lo sé no te pregunto, hijo.


Carles: No, no, no, me quedo.


Dejé la cortina abierta y abrí el grifo. De primeras Carles solo estaba ahí, no se asomaba a la ducha, ni me estaba viendo, ni nada, solo resoplaba. Yo empecé a ducharme, porque era verdad, me sentía sudorosa y necesitaba quitarme esa sensación.


Empecé a escuchar pasos lentos. Carles se acercó, y se apoyó en la pared contraria a la que estaba, teniendo una visión perfecta de mi cuerpo. Ahí ya pasé a ducharme de forma más… sensual digamos. Empecé a enjabonarme los pechos de forma pausada, apretándolos y recreándome un poco, pero haciendo ver como que él no estaba ahí.


Carles: Dios mío… No me creo que esté pasando esto…


Sofía: Hahahahah qué exagerado… Pero te vas a quedar ahí, no quieres pasar ni nada?


Carles: Ufff… No te enfades, es que me apetece mirar.


Joder, si os hiciérais una idea de lo que me puso esa frase… Me di la vuelta y pasé a enjabonarme la parte baja de la espalda, pasando por las caderas y rodeando el culo, llevando una de mis manos a mi entrepierna, usando la otra para apoyarme un poco en la pared y así poder inclinarme un poco.


Empecé a masturbarme despacio, pero llevaba un día de tantos calentones que no pude evitar gemir nada más comenzar.


Carles: Joder… Mira cómo me tienes…


Me giré y Carles agarraba su paquete por encima del pantalón. Se le notaba un bulto grande y que el pantalón iba a reventar.


Sofía: Hahahahahaha va, no te cortes.


Carles: No, no, me espero a que termines.


Seguí masturbándome hasta que, al poco tiempo, noté cómo mis dos piernas comenzaban a temblar y mis gemidos se agudizaban un poco más.


Carles: Te vas a correr?


Sofía: Sí…


Carles: Dios…


Sofía: Me… voy… a… uffff…. me… Ah!...


Un gemido diferente al resto pero también suave, dio a entender que ya había culminado. Me encantó, el poder masturbarse para alguien siempre es… genial.


Salí de la ducha, Carles cogió una de las toallas y estiré el brazo para cogerla. Su intención no era la de darme la toalla. Cogió mi brazo y me pasó la toalla por él, de forma suave pero a la vez fuerte. Carles, pese a ser muy bonachón, era un tipo muy grande y gordete, y entre la barba y la cabeza rapada intimidaba un poco, pero hacía las cosas de forma muy segura, y eso siempre me ha gustado.


Me secó los brazos poco a poco, pasó por mi pecho, por mi espalda y llegó hasta mis piernas. Una vez llegó hasta ahí, me pasó la toalla de forma delicada por la entrepierna. Yo me acababa de correr y estaba muy sensible ahí abajo, por lo que otro gemido se escapó de mi boca.


Sofía: Joder…


Carles: Te molesta?


Sofía: No, no, para nada…


Carles se agachó para tener mejor movilidad y siguió pasando con su mano la toalla por mi coño, cada vez haciendo más presión y acelerando un poco el ritmo. Yo separé un poco las piernas para facilitarle el trabajo, y apoyé las manos en sus hombros. Llegados a un punto, Carles ya tiró a tomar por culo la toalla y pasó a masturbarme con las manos.


El tío manejaba, la verdad. Con una mano me metió dos dedos y empezó a jugar con ellos dentro, mientras que con la otra jugaba con mi clítoris. Yo intentaba sentirme mal por tener al chaval ahí haciéndolo todo, pero de vez en cuando también me gusta que tengan iniciativa propia.


Le agarré de la cabeza, ya que el cambio de ritmo me pilló desprevenida, y ahí aprovechó para llevarse una teta a la boca. No era delicado, pero tampoco brusco, lo hacía con la intensidad que requería el momento. Su barba me iba marcando la piel, me arañaba y era áspera, pero sentirla era muy excitante.


Sofía: Carles… Carles… ya… ya…


Estaba a puntito de correrme otra vez. Entonces hizo algo que realmente no sé si es bueno, pero que en ese momento me encendió más si cabe.


Paró. Paró de golpe. Yo tenía las piernas empezando a temblar, y notaba cómo me palpitaba el coño. Estaba tan, pero tan cerca de correrme, que solo podía pensar en terminar.


Sofía: Q.. qué… por qué paras?


No dijo nada. Se levantó, puso las manos en mis hombros, y me puso de rodillas. Seguía sin decir nada, pero creo que no hacía falta. Estaba tan salida en ese momento, que me daba igual todo.


Llevé las manos a sus pantalones y se los bajé, dejándole en un boxer negro muy apretado con una gran mancha húmeda. Le pasé la mano por el bulto. Era grande y estaba duro como una piedra. Bajé el boxer de forma muy lenta. Siempre hay mucha expectación la primera vez que vas a ver a alguien desnudo. Normalmente, asociamos a la gente más subida de peso con atributos más pequeños, pero os aseguro que no era el caso.


Cuando terminé de bajar el bóxer por su último centímetro de carne, una polla gorda y grande dio a parar en mi mejilla, dejando un hilo de líquido preseminal desde mi cara hasta su punta.


Era una polla a proporción. Es decir, lo mismo una polla de ese tamaño en un cuerpo como el de Carles no parecía algo descomunal, pero os recuerdo que es un tipo que pasaba del 1,90 y de los 110kg y que yo no llego al 1,55.


La cogió por la base y siguió pasando el glande por mi mejilla, por mis labios… Yo como ya había asumido lo de dejarme hacer, cuando la noté en los labios abrí la boca y saqué un poco la lengua para facilitar el acceso, cosa que hizo poco a poco.


Primero metía solo la punta en la boca, mientras con la otra mano me cogía con delicadeza de la cara. Poco a poco la fue metiendo más, y la sacaba despacio. Cuando ya notó que entre mi saliva y su propio fluido ya estaba todo bien lubricado, empezó a acelerar el ritmo.


Estuve un rato dejándome follar la boca, ya que no era de esos burros que la meten hasta los topes y siempre es agradable disfrutar de una sesión de sexo sin arcadas ni falta de oxígeno.


Debido a una diferencia notable de altura entre ambos, la posición estaba empezando a ser cada vez más antinatural para él. Apartó mi ropa de la banqueta y, sin dejar de subir y bajar la mano por su miembro, se sentó a observarme.


Yo seguía de rodillas con las piernas medio temblorosas, y como no estaba acostumbrada al papel que me había tocado hacer ese día, no sabía bien bien qué hacer, así que esperé a ver cómo avanzaba todo.


No pasaron muchos segundos hasta que sugirió que diéramos un paso más.


Carles: En mi cartera tengo condones.


Estaba intentando ser un poco más consciente de las cosas que podían pasarme si seguía yendo de cabra loca por la vida, así que cogí la cartera de su pantalón, cogí un condón, me levanté y caminé hacia él. Me senté sobre sus piernas, tocando la base de su polla con mi coño y le di el condón.


Mientras él lo abría despacio, yo me dediqué a masturbarle con las dos manos. Soy la primera que defiende la expresión “el tamaño no importa”, y la defenderé hasta que me muera, porque me lo he pasado de lujo con chorras de todos los tamaños, pero me encanta eso de poder pajear una polla con ambas manos, llamadme hipócrita si queréis 🤣


Disfrutamos ambos de esa situación durante un rato, y una vez se puso el condón me levantó, me dio la vuelta y empezó a pasarme la punta por mi vagina de adelante hacia atrás. Estaba empapada, me había quedado tan al borde del orgasmo que creía que no iba a tardar ni 5 segundos en correrme. Por mi cabeza solo pasaba el “métemela de una vez”, y en otra situación hubiera sido yo misma la que hubiera cogido y “raca, padentro”. Pero eso estaba siendo divertido también.


Me cogió por la cintura con su enorme mano y empezó a introducirla poco a poco.


Sofía: Uuuh… Joder… sí que estoy sensible…


Una vez ya toda dentro, y con sus dos manos sobre mi cintura, ahora sí que había llegado el momento en el que tenía que actuar yo. Lo que me gusta de una postura así, es que yo misma controlo el ritmo. Y estando como estaba, el ritmo iba a ser bastante movido.


Coloqué mis manos sobre las suyas, las apreté, enviándole el mensaje de que quería que él me apretara, cosa que captó de primeras, y empecé a mover mis caderas muy rápido sin separar mi culo de su regazo.


Ya he comentado varias veces que no soy muy fan del sexo con penetración, que raras veces me apetece o me gusta, pero llegar a esa conclusión me llevó bastantes años de práctica… Por lo que, sin querer echarme muchas flores, no es algo que se me dé precisamente mal.


Carles jadeaba y gruñía (chicos, sed ruidosos, de verdad que nos encanta) mientras sus manos recorrieron mi cintura y mis costillas hasta llegar a las tetas. Me las apretaba con firmeza, dejando mis pezones entre sus dedos, con los que iba jugando de tanto en tanto.


Yo estaba intentando no correrme muy deprisa, porque aunque podía seguir, estaba disfrutando mucho de la sesión. Pero la idea de Carles era otra.


Una de sus manos subió por mi busto hasta alcanzar el cuello, que apretó con la fuerza justa para que fuera muy morboso, sin rozar el ahogamiento. Se acercó a mi oído y me susurró algo.


Carles: Córrete… sé que estás a punto.


Todavía me pone la piel de gallina recordar ese momento. Seguí moviéndome, acelerando el ritmo poco a poco mientras Carles me apretaba el cuello cada vez con un poco más de fuerza. Llegué a mi límite, ya no pude aguantar más y por mi boca empezaron a salir gemidos ahogados.


Sofía: Ah… Ya… jod… ya… AH!


Notaba cómo las paredes de mi vagina se contraían y podía hasta sentir las palpitaciones en la polla de Carles. La parte interior de mis muslos temblaba y en ese momento no sabía ni cómo cojones me iba a levantar. Cosa por la que tampoco tuve que preocuparme mucho.


Al notar que yo ya había terminado, Carles me tumbó en la banqueta, se sacó el condón y se puso a masturbarse a la altura de mi cara, quedando yo en medio de sus piernas.


No decía nada, pero sí era muy expresivo en cuánto a expresiones, movimientos, ruidos… Pude notar que se iba a correr cuando su respiración se aceleraba y se entrecortaba.


Carles: Uff… no p… no puedo más… me corro…


Acercó más la polla a mi cara, y por como estaba puesta, lo único que pude hacer era sacar la lengua. Pero la boca no era su objetivo.


Agitaba su polla de una forma muy agresiva y pude ver como de golpe paró a la altura del glande, para volver a reanudar la marcha con unos movimientos mucho más lentos, pero apretándosela bastante más fuerte.


Imagino que es una forma de controlar mejor la corrida, ya que empezó a correrse de forma abundante pero controlada. Un primer lefazo cayó por toda mi cara, llegando desde la barbilla hasta la frente, seguido de otros tantos que no pude ver, ya que por acto reflejo cerré los ojos.


Notaba cómo iban cayendo, unos más largos, otros más densos, otros simplemente gotas, pero todos dentro de su objetivo, sin salir ninguno disparado hacia la nada. Abrí la boca para coger una bocanada de aire, que entró acompañada por su polla, todavía dura y empapada.


Estuve chupando hasta que, poco a poco, se empezó a desinflar. Carles se separó de mí y me acercó una toalla.


Sofía: Te has quedado a gusto, eh? Hahaha


Carles: Ya, perdona, es que cuando me vengo arriba…


Sofía: Pero me he quejado yo en algún momento?


Carles: Te puedo pedir algo?


Sofía: Me pides permiso para pedirme algo pero no para correrte en mi cara? Caballeros así ya no quedan hahahaha Dime.


Carles: Esto que ha pasado… Podría quedar entre tú y yo?


Sofía: A ver… No me digas que tienes novia…


Carles: No, no, para nada, pero es que soy muy reservado con mi vida personal, y si vamos a venir a ensayar y eso… No me gustaría que hubiera malos rollos o miradas raras.


Sofía: Pues mira, me parece perfecto. Chocamos la mano? Como que ya no hace falta, no?


Carles: Hahahahaha siempre con el cachondeo… te lo agradezco, en serio.


Me pegué una ducha, por lo obvio, y Carles se quedó en el baño conmigo. Hubo un intento de masturbación por su parte, pero resultó ser de los que una vez terminan, necesitan su tiempo. 100% respetable.


Una vez limpia, hicimos lo planeado en un principio, que era ver los vídeos de la versión acústica para el ensayo y Carles me acercó a mi casa.


Me fui a dormir con una sensación rara. Me había encantado ese encuentro, lo había disfrutado un montón. Quería seguir jugando a mis chorradas sin necesidad de crear algún tipo de enemistad... Cosa que, en ese momento, veía muy complicado.

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Perdonad que haya tardado tanto! Pero entre que no ando muy motivada y casi no saco tiempo para escribir… Espero que hayáis disfrutado de la lectura, espero con muchas ganas vuestras reacciones y comentarios!


Un saludo a todos!
tremendo relato!
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
a mi me da que Fran se despertará con ánimo jejeje
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Sin palabras...me he visto inmersa en tu piel y tengo que reconocer que me he llegado a mojar.
Con ganas de seguir leyendo más experiencias tan morbosas.
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Como siempre, un placer leerte!!!!!


No sólamente tienes un cuerpo para el pecado (si me permites la cursilada) si no una mente a juego. Y capacidad literaria!!!!

Hay mil detalles y anécdotas en el escrito que merecerían un relato entero.

Y sí, creo que todos hemos disfrutado de la visión de tu culo...

Enhorabuena y a seguir así (cuando puedas)
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Ufff increïble como siempre... Mantienes la tensión y expresas muy bien la pasion del momento...

Me. Ha encantado lo de 'ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional' por suerte Nadia y Fran respiraban y me atrevo a decir que muy acelerado.... Espero que no te moleste que te lo diga como yo... Tu relato me ha ido poniendo cachondo y cuando he leido lo de que dejabas que se masturbara... He empezado a hacerlo yo también 🤭😈

Cuando puedas sigue escribiendo es brutal como un texto me despierta tanto 😉
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Muy bien escrito y muy divertido de leer. ¡Gracias, Sofía!
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
JO-DER. No sé si es que hacía mucho que no te leía y te tenía muchas ganas, pero vaya pedazo capítulo que te has marcado! Me ha puesto a mil.

Ojalá que la próxima entrega no se haga tanto de rogar...
 
Sofi!!! La espera ha sido larga y dura (me ahorraré el chiste fácil….) pero ha merecido la pena!!!
Es cierto que el final no lo vi venir, dados tus éxitos pasados, pero son cosas que pasan! Como bien has dicho, 0 dramas!
Y tus dos momentos con Nadia… muy morbosos y muy bien narrados!!
Esperando la siguiente entrega con ganas!
🍺


Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
venga Fran hombre, lo posimposible ya estaba hecho, no te puedes venir abajo justo ahí
 

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Refloto el hilo para que más foreros puedan disfrutar de esta delicia y, de paso, animar a Sofía a continuar con el siguiente capítulo :love:
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
Por favor, sigue escribiendo, estos relatos han reflotado mi vida sexual marital. A mi esposa le encantan y la ponen como una moto.
 
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