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Muy bueno como siempre desde pajis a aquíMuy buenas!
Pues no sé cuánto tiempo habrá pasado desde la última vez que subí algo nuevo… Cuánto hace que cerró el otro foro? Pues ese tiempo más o menos… Y sí, se me cae la cara de vergüenza, creedme que sí.
Peeeeeeeero aquí estamos de vuelta (tampoco me he ido nunca xD) y por fin, os traigo, la continuación!
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Después de esas minivacaciones de absoluta locura, en las que si hubieran venido 3 personas más también hubieran acabado rebozadas en fluidos, tuve un verano bastante “tranquilo” en comparación. Volvimos a casa al día siguiente, dejé a cada uno en sus respectivos hogares menos a Ginesta, que se quedó en casa conmigo el resto de la semana ya que, al final, decidí pasar mis vacaciones de verano allí y solo fui a ver a mi familia algún fin de semana suelto.
No voy a indagar mucho en las historias que pasaron ese verano (a no ser que me las pidáis, claro está), pero un resumen rápido sería que, esa semana que Ginesta estuvo en casa, lo pasamos bastante bien tanto sexualmente, aprovechando que teníamos la casa sola, como en otros ámbitos, y durante el verano repetimos algunas veces con Marcos, ya que conseguimos crear un ambiente con muy buen rollo.
Una vez llegado septiembre (dato curioso, hace poco me enteré de que “setiembre” está admitido y yo llevo toda la vida burlándome del que lo escribe así) las cosas volvieron a la normalidad. Gabriel y Joan ya estaban por casa, yo había vuelto a entrar al mismo súper a currar a media jornada y no quedaba nada para volver a las clases del ciclo.
Realmente tenía muchas ganas de empezar, sobre todo por ver cómo se iban a dar las cosas entre los 4 que fuimos al camping (Excepto Marcos, que iba a otro ciclo, el resto éramos de la misma clase). Quitando todo el tema sexual, nos hicimos bastante amigos, y durante todo el curso estuvimos juntándonos tanto durante las pausas entre clases, como fuera de éstas (cuando se podía, obviamente).
No sé si habéis estudiado algún ciclo formativo, pero siempre hay un primer día de clase en el que no vas más de tres horas y lo que hacen es presentar el curso, hablar de los materiales que se van a necesitar y comentar sobre qué van a ir las clases que se van a dar, así que viendo que iba a ser un día tranquilo hablé con Ginesta para que el día de antes viniera a casa a dormir, ya que esa noche no iba a estar Joan (ni de puta broma la hubiera llevado a casa estando Joan en ella xD), para así poder ir las dos juntas a clase al día siguiente. Aceptó encantada (obvio).
Como uno de mis principales pasatiempos en esa época era poner nervioso a Gabri, no le comenté nada de que Ginesta iba a venir hasta que no faltaron unos minutos para que llegara. Estábamos ambos en el comedor, él jugando a la consola en pantalón corto y yo mirando chorradas en el portátil, con una camiseta negra de Metallica con las mangas cortadas, un short corto (nada del otro mundo) y tomándome una cerveza bien fresquita.
Sofía: Por cierto, se va a quedar Ginesta a dormir y así nos vamos todos juntos para clase mañana.
Gabri se puso tieso como un palo y balbuceó un poco. Ya estaba acostumbrado a mí, a mi manera de ser y bueno… a lefarme de arriba abajo, pero no estaba acostumbrado a tratar con otras chicas.
Gabri: Jo… joder, y me lo dices ahora!?
Sofía: Joder, no sabía que tenía que pasarte un planning de mi semana, ni que fueras mi casero… Bueno, un poco sí lo eres hahahaha
Gabri: No, joder, si a mí me da igual que venga gente, pero Ginesta… uffff, es que… da igual.
Sofía: Que está muy buena, no?
Gabri: Es que el rollo hippie que me lleva…
Sofía: Uuuuh, si hubieras venido al camping… Todo el día en bikini por el Bungalow y en la playa hacía hasta topless!
Gabriel se quedó blanco. Obviamente no le había contado nada de lo ocurrido esos días, no voy a ir vendiendo a la gente el mensaje de la “confianza y confidencialidad” para luego no aplicarlo yo (hay excepciones, vale? XD).
Gabri: Joder, pues vaya imagen que me estás dando… no voy a poder mirarle a la cara sin ponerme rojo!
Sofía: Bueno, pues ves practicando tu cara de “no te estoy imaginando en topless” porque me acaba de escribir que está abajo. Ve a abrirle, anda, que me estoy meando.
Gabri: Serás hija de…
No escuché cómo acabó la frase, ya que me metí corriendo en el baño, pero imagino que diría algo bonito.
Cuando escuché la puerta, pegué la oreja a la puerta del baño como buena maruja que soy (trabajar en un súper te convalida primero de marujismo) a ver si podía rascar algo. Gabriel es muy divertido cuando se pone nervioso, tartamudea, confunde las palabras y se le olvida cómo se formula una frase. Bueno, pues el campeón hizo un pleno.
Gabri: Está en el… sale ahora… del desto. Hola… y eso. Pasa, pasa. Hola… está en el baño.
En ese momento me arrepentía de estar en el baño porque hubiera pagado una fortuna por ver la cara de Ginesta ante tal capacidad oratoria. Un adelantado a su tiempo, señores.
Salí del baño y allí estaban los dos: Gabriel rojo como un tomate, marcando musculito (estuvo todo el verano currando y yendo al gimnasio) y Ginesta sin saber muy bien dónde meterse. Iba guapísima, como siempre. Llevaba un vestido blanco de verano, unas sandalias marrones y se podía intuir un sujetador blanco también. Entre el vestido, las sandalias, y el moño-coleta que llevaba, parecía sacada de una historia griega la tía. No me dio tiempo ni a saludar cuando ya tenía a Ginesta dedicándome unas bonitas palabras.
Ginesta: Joder, meas más que mi abuelo y eso que él tiene la próstata mal. Qué joven te vas a morir.
Sofía: Bueno, mejor morirme joven que ser una sucia hippie abraza-árboles.
Gabri: Ya… ya ha salido.
Sofía: Es mi narrador personal, si quieres lo puedo apagar, pero es bastante gracioso.
Gabri: Qué asco me das.
Sofía: Conmigo no tartamudeas o qué?
Nos echamos todos a reír. Es curioso como cuánto más cariño y confianza tienes con alguien, más os podéis faltar al respeto y sentirte que estás en tu sitio y con los tuyos.
Nos sentamos los 3 en el sofá del comedor, nos abrimos unas cervezas y estuvimos un rato hablando, viendo vídeos chorras en youtube, poniendo música… Todo muy normal y muy tranquilo.
Pasado un rato ya nos íbamos poniendo todos cada vez más cómodos. Gabri echado para atrás en una esquina, Ginesta en el medio sentada como un indio y yo en la otra con los pies encima de la mesa.
Ginesta: A mí me vais a disculpar, pero ya que voy a dormir aquí…
Ginesta se quitó el sujetador por debajo del vestido, sin dejar ver nada, obviamente. O eso creía ella, ya que el vestido al tener una tela tan fina, empezó a transparentar un poco y a marcar. Nada exagerado, pero lo suficiente para saber dónde empezaba el pezón y dónde tenía el piercing.
Gabriel se dio cuenta al momento y ya se empezaba a notar que estaba un poco nervioso. Cruzaba las piernas, se inclinaba para adelante, cuando Ginesta se giraba para hablar conmigo le miraba las tetas con muchísimo descaro… Todo un rey del disimulo, vamos.
Como ninguno estábamos por la labor de cocinar nada, decidimos pedir unas pizzas. Gabriel se levantó a por la propaganda que teníamos pegada en la nevera y de paso calmarse un poco.
Sofía: Yo ya sé antes de que mires, jamón dulce, queso y champis.
Ginesta: Yo una hawaiana.
Sofía: Qué asco.
Ginesta: Tú das asco.
Gabri: Ah, pues ya llamo y pido que yo también sé qué quiero.
Gabri se fue a la cocina y llamó a la pizzería. Aprovechando que estábamos solas, Ginesta me asaltó y me habló por lo bajini.
Ginesta: Lo he hecho bien?
Sofía: Qué dices tú ahora?
Ginesta: A ver si piensas que no sé que este vestido me transparenta. Siempre me hablas de lo que te diviertes calentando a Gabri y forzando “descuidos” y quería probar…
Joder la tía, y parecía modosita cuando la compramos. Me quedé un poco helada y sorprendida de no ser yo la más salida en esa casa. En ningún momento había pensado en el hecho de poder acabar haciendo marranadas los 3. Con ella sí, para eso le dije de venir, pero tenía a Gabri totalmente fuera de la ecuación.
Sofía: Joder, ahora me he puesto yo más nerviosa que éste… Sí, sí, me la has colado hasta a mí, pero…
Ginesta: Pero…?
Sofía: Yo no solo caliento a Gabri… Ya lo sabes…
Ginesta: Ah, sí, no tengo ningún problema yo.
Pues nada, una noche que pintaba guay, pasó de golpe a pintar MUY GUAY.
Sofía: Solo que…
No pude acabar la frase porque Gabri volvió de la cocina. Quería explicarle que lo único que tenía con él eran sesiones de masturbación y de vez en cuando le hacía alguna mamada. A Ginesta no le expliqué que con Gabriel no tengo penetración porque no quiero que su primera vez sea así, porque ella no tiene por qué saber sobre la "virginidad" de nadie. Bueno, ya le pillaría por banda en otro momento.
Gabri trajo unas cervezas y, en vez de volver a ponerse en el sofá, trajo una silla y se sentó enfocando a nosotras con la excusa de que "así tenemos más espacio". Estaba claro que desde esa posición tenía un mejor plano del escote y de las transparencias de Ginesta. Tímido? Mucho. Listo? Demasiado.
Durante la espera de las pizzas seguimos de charla y de risas. Ginesta estaba desatada. Se inclinaba para adelante más de lo normal, juntaba los brazos de forma disimulada, se recolocaba el vestido más de la cuenta… Había creado un monstruo… Y no sabía si estaba disfrutando más Gabri, yo, o la propia Ginesta sabiendo que nuestros ojos estaban clavados en ella.
A la media hora sonó el telefonillo, ya estaba la cena y con mucha sutileza mandamos a Gabri a abrir la puerta.
Sofía: Gabri, si no abres tú te pienso hacer la vida imposible hasta que me vaya del piso.
Gabri: Más? Anda, ya voy.
Me hacía mucha gracia ver la confianza que Gabri tenía conmigo. Me vacilaba, me contestaba mal (de broma, claro), no se quedaba callado cuando le chinchaba… El contraste a verle tartamudear cuando hablaba con Ginesta era bastante divertido.
En cuánto Gabri se alejó lo suficiente, me dispuse a contarle a Ginesta una de las "condiciones" que tenía yo al tratar con él, ella era libre de hacer lo que quisiera, pero a la que me despisté se me tiró directa a la boca.
Con los chicos no soy besucona, he perdido la cuenta ya de los años que hace que no me beso con ninguno, ahora, con las chicas me encanta (llamadme rara). Perdonad que me repita con los adjetivos, pero Ginesta estaba DE-SA-TA-DA. Tal y como me plantó el beso llevo su mano a mi pierna y la subió hasta meterla por debajo de mi short. No le hizo falta llegar al coño cuando ya se me escapó un ligero gemido, cosa que le encantó y ya empezó con los susurros.
Ginesta: Sí que estás sensible…
Sofía: Uuhhh es que es la primera vez que te veo tan a saco…
Ginesta: Entonces si hago esto, ya…
Movió mi culotte a un lado y pasó un dedo justo por la mitad de mi ya empapada vagina. Suspiré con mucho cuidado de no delatar mucho mi estado, pero tal y como estaba de mojada, me era imposible disimular.
Moví un poco las piernas para facilitar el acceso y tímidamente empezó a introducirme un dedo mientras con el pulgar jugaba con mi clítoris. Se notaba que llevábamos todo el verano "jugando", ya me tenía cogido el truco.
Escuchamos cómo Gabri se despedía del pizzero y la puerta se cerraba y, automáticamente, volvimos a nuestras posiciones iniciales. La muy perra me había hecho olvidarme de lo que le iba a decir. Todo lo echada para adelante que soy con los chicos pero luego con las chicas me vuelvo súper tímida kawaii desu ne uwu.
Gabri: Pues aquí traigo la cena, son 12 por cabe… Qué te pasa Sofi? estás roja como un tomate.
Sofía: Que llevo toda la tarde bebiendo y hace como 52 grados a la sombra, qué quieres que me pase? Que me aso de calor.
Gabri: Luego yo voy defendiéndote por las esquinas diciendo que no eres borde, que sólo eres bruta.
Ginesta: Eso, que el pobre chaval te ha preguntado de buena fe!
Sofía: Qué osadía! Estáis haciendo un complot en mi contra. A mí me tenéis que querer así, de verdad que no lo hago a malas.
Ginesta: Claro que sí mujer, si te queremos mucho!
Ginesta me cogió de la cabeza, me espachurró y en uno de esos vaivenes acabé con una teta fuera. Cosa que a día de hoy no ha admitido, pero que hizo completamente a propósito.
Ginesta: Ay! Perdona! Que voy un poquito de lado yo también hahahahaha
Sofía: Llevamos un año viviendo juntos y ya sabes cómo voy por casa, este me tiene las tetas más vistas ya…
Gabri: Bueno, pero nunca está de más…
Nos echamos a reír y atacamos a las pizzas como si lleváramos una semana comiendo brócoli hervido (sé de lo que hablo). Una vez terminamos, Ginesta volvió a sacar el tema de las tetas.
Ginesta: Pues que sepas que ésta luego por el bungalow y por la playa, si no me animaba yo, iba todo el día tapada.
Gabri: Ah, sí? Bueno, no sé… Tampoco es que las vaya enseñando porque sí, no?
Ahí se demuestra lo que es un buen amigo. Él sabe de sobra que sí, pero se tiene que hacer el sueco delante de la gente. Es que es el mejor.
Sofía: Joder con mis tetas hahahaha Por qué no hablamos de las tuyas que son más grandes. O no, Gabri?
El pobre Gabri no sabía dónde meterse ya, y las dos nos lo estábamos pasando bastante bien a su costa, pobrete.
Gabri: Qué? Yo… yo qué sé… no sé… supongo.
Ginesta: Pero las suyas son más bonitas.
Sofía: Qué dices tú ahora! A ti te ha sentado mal la cena o algo. Bueno, vamos a parar de hablar de nuestras tetas que Gabri está que puede darle luz a todo el bloque solo con su cara. Sosiega hombre, sosiega!
Gabri: Pe… pero si yo no he dicho nada…
Seguimos un buen rato entre risas y en un momento que Gabri se fue al baño, Ginesta aprovechó para preguntarme cosas.
Ginesta: Tía, hasta aquí muy bien, pero ahora no sé cómo hacer que se me vea más "sin querer"...
Sofía: Hahahahaha cómo te vas desinflando, eh? Mira cómo acudes a la sabia.
Ginesta: Va, dame algún consejo o algo…
Sofía: No te lo voy a dar todo hecho, chica… Tienes un vestido, no? Una pieza de ropa única… un trozo de tela… No te voy a dar más pistas.
Ginesta: Mírala cómo se hace la interesante…
Gabri volvió del baño y la que fue en siguiente lugar fue ella. Es lo que tiene la birra, te bebes una y meas siete.
Gabri: Joder cómo me tiene tu amiga…
Sofía: Te has ido a pajear al baño o qué hahahahah
Gabri: Qué dices, qué va. Pero ganas no me faltan.
Se echó para atrás y me enseñó el bultito de su pantalón.
Gabri: Llevo así desde que has dicho lo de sus tetas… Es que me pone a mil…
Sofía: Hahahah no te culpo.
Ginesta salió del baño, fue a por más cerveza a la cocina y volvió. Cuando me dio la lata me dejó algo entre la pierna y el sofá, como la que pasa droga. Había salido del baño roja y tiesa como la polla de Gabri en ese momento, no entendía qué pasaba.
Durante un momento que la conversación no iba conmigo, eché un vistazo de forma disimulada al misterioso regalo que me había dejado Ginesta bajo la pierna… La que pasó a estar roja fui yo. Me invadió una mezcla entre calentón y orgullo, me había dejado su culotte. Iba sin NADA debajo de ese vestido. Hasta yo llevaba el culotte y estaba en mi casa. Esto se iba animando.
Con mucho disimulo me guardé su culotte en el bolsillo de mi short y me introduje en su conversación de la mejor manera que se puede hacer.
Sofía: Qué solo estaba Iverson en esa final.
Gabri: Qué dices tú ahora?
Sofía: Eh?
Ginesta: De tus tetas no, pero de fútbol bien que quieres hablar.
Sofía: Tienes suerte de ser tan adorable, si no, te mataría por ese comentario.
En ese momento fui yo la que tiró de malicia. Cogí a Ginesta por la cabeza, la tiré hacia mí y le empecé a dar sonoros besos de abuela en la mejilla.
Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, al tirarla hacia mí, quedó un poco de lado en el sofá. Lo justo para darle una pequeña visión a Gabri, que por sus ojos pude intuir que le tuvo que ver hasta el apellido, ni que fuera un segundo, ya que Ginesta rápidamente llevó su mano a la falda de su vestido y se tapó como pudo.
Ginesta: Tú! Que se me ve todo!
Sofía: Ya ves tú! Que te va a ver las bragas, es como estar en la playa! De qué color son Gabri? hahahhaha
Gabri: Eh? Ah… eh… Rojas.
Es que me lo como, es tan buena gente. Amigos así no se encuentran en todos sitios.
Como todavía era pronto, y tampoco teníamos que madrugar, decidimos ponernos una peli. Cuál? Ni siquiera lo recuerdo, la verdad (culpa de Ginesta). Apagamos la luz, Gabri puso la silla en un lado del sofá y le dimos al play.
Para la media hora de película, Ginesta cogió un cojín, se tumbó y me puso las piernas encima. Era mediados de septiembre y todavía hacía un calor del copón, pero chicos… Prioridades. Al poco rato se puso de lado y comenzó lo divertido…
Se había colocado lo suficientemente cerca como para que yo pudiera apoyar un brazo en su cadera, y justo al momento de hacerlo, con disimulo, se levantó un poquito el vestido, dejándome un bonito primer plano tanto de su culo como de su coño. Gabri, por como estaba puesto y con la ventaja de solo tener la luz de la tele como fuente, no podía ni ver ni intuir nada, así que, como es de esperar, aproveché la situación.
Empecé poco a poco y de forma suave a pasar mi mano por sus labios. Estaba mojada, no como una fuente, pero sí se notaba que tenía muchas ganas de juerga. Seguí a lo mío y empecé a ignorar totalmente la peli. A ratos le metía con suavidad un par de dedos, a ratos jugaba con su clítoris, a ratos simplemente le acariciaba por fuera… Nada excesivo y nada que pudiera delatarnos… Pero todo tiene un límite.
Empecé a pensar para mí que al final, si Gabri se daba cuenta de algo, tampoco importaba, total, en el momento que vi a Ginesta tan “on fire” ya tenía en mente incluirlo de alguna manera y ella me había dejado caer que no le supondría ningún problema.
Empecé a hacer movimientos más bruscos, más rápidos, buscando de alguna forma un pequeño desliz que nos delatara. Y no tardó mucho en venir el primer amago…
Un ligero “Ah…” de Ginesta durante una escena de absoluto silencio le hizo girar la cabeza a Gabri.
Gabri: Que estás cansada?
Pobrete mío, es tan tierno a veces que da hasta risa.
Ginesta: Eh? no, no, solo he suspir… suspirado…
Seguimos a lo nuestro y Gabri, o bien no se quiso dar cuenta por vergüenza, o el pobre no las caza. A los pocos minutos de seguir así, era imposible que Gabri no notara que estaba pasando algo, porque hasta se movía el sofá, pero ni por esas.
La peli terminó y yo me dediqué todo el rato a dejar a Ginesta al borde del orgasmo, ya que era más divertido y me parecía injusto tener que estar yo sin recibir nada (soy mala gente, pero tampoco os pilla de nuevo).
Gabri: Pues yo me voy a ir a la cama, tampoco hay que madrugar, pero estoy un poco cansado.
Gabri se fue para el baño para prepararse para irse a dormir, y esta vez fui yo la que asaltó a Ginesta.
Ginesta: Bua, mamona, cómo me tie…
Sofía: Shht calla, tú quieres que haya fiesta con Gabri hoy?
Ginesta: Eh? Sí… pero se va a la ca…
Sofía: Sí o no, nada de peros.
Ginesta: Sí, sí.
Sofía: Vale, pues ven conmigo.
Tenía confianza con Gabri. Mucha. La suficiente como para hacer eso totalmente convencida de que no iba a haber problema por su parte (ni por parte de cualquier ser humano, creo yo xD), así que cogí a Ginesta de la mano y entramos derechitas en su habitación.
Sofía: Va, quítate la ropa.
Ginesta: Hahaha, qué?!
Sofía: Hazme caso.
Ginesta: Estás chalada hahahah me encanta.
Las dos nos quitamos la ropa entre risas y nos sentamos en su cama. Parecía el set de una peli porno, la verdad xD
Ginesta: Y ahora esperamos así sentadas o…?
No le dejé terminar la frase cuando fui yo la que se lanzó directa a su boca. Ginesta me quiso tumbar, yo con lenguaje no verbal le dije que no, mi intención era que nos viera de la forma más directa posible.
A los pocos minutos escuchamos la cisterna, la puerta del baño y unos pasos que se acercaban. La puerta se abrió.
Gabri: Ni buenas noches me han di… woah
Se quedó pasmado, con los ojos totalmente abiertos y con pinta de querer decir muchas cosas pero no tener la capacidad de articular una sola palabra. Después de mucho esfuerzo, consiguió recordar que pasando aire a través de sus cuerdas vocales podía provocar una vibración que crearía un sonido que nosotras seríamos capaces de comprender.
Gabri: Me… me voy?
Me reí. No lo pude evitar. Este señor se merece el cielo y todo lo bueno que le puede pasar. Me levanté del lado de Ginesta, le cogí de la mano, le tumbé en la cama y Ginesta y yo seguimos con lo que estábamos haciendo, pero con él en medio.
Como la confianza la tenía conmigo, Gabri empezó a sobarme las tetas despacio mientras, ojiplático, observaba como Ginesta y yo nos comíamos la boca.
Poco a poco se las iba llevando a la boca, llevaba su mano a mi coño, se tocaba por encima del pantalón… Pero a Ginesta ni la rozaba, el pobre estaba súper cortado, pero por suerte ella es bastante echada para adelante.
Paró de besarme a mí y empezó a hacerlo con el bueno de Gabri (mira que estuvimos tiempo haciendo marranadas ambos, pero nunca nos llegamos a besar). Lo hacía de forma suave, despacito, como ella sabe hacer para calentar de forma inmediata…
Yo, aprovechando el panorama, me fui de rodillas al suelo, entre las piernas de Gabri, y le bajé el pantalón, dejando al descubierto su polla completamente empalmada y empapada. Sin pensarlo mucho se la empecé a chupar despacio, ya que conocía bien sus “ritmos” y si queríamos pasar un buen rato no convenía emocionarse demasiado.
Ginesta, que no conocía sus problemillas a la hora de retener la eyaculación, estiró un brazo y lo colocó en mi cabeza para que fuera más deprisa, cosa que, como iba más caliente que el queso de un sanjacobo, hice sin pensar mucho en las consecuencias.
Gabri, a todo esto, por fin había empezado a sacar un poco de garra y se recreaba comiéndole las tetas a Ginesta mientras la masturbaba.
Aquí vino el primer fallo de no haber advertido a Ginesta.
Ginesta: No puedo más… tienes condones?
Gabri: En se… en serio? S… sí, en mi mesita, yo los cojo…
La que se quedó parada ahí fui yo. No sabía si quería estar presente o contribuir… Pero, por otra parte, después de un año a pajas y mamadas… El chico se había ganado meterla en caliente. No sería conmigo, así que yo no faltaba a mis principios, y encima sería con Ginesta, que no se me ocurre un mejor estreno que ese.
Gabri cogió una caja de su mesita, sacó un condón y se me quedó mirando, como buscando mi aprobación.
Sofía: A mí no me mires, te lo ha pedido ella…
Gabri: Y…ya, pero…
Ginesta cogió el condón y bajó al suelo conmigo.
Sin dejar de hacer contacto visual con él, cogió su polla y empezó a darle unos tímidos lametazos por la punta mientras abría el condón. Yo, aprovechando un poco la situación, buscaba la boca de Ginesta con la mía, dejando la polla de Gabri entre medio de las dos.
Cuando ya la tuvo dura como una piedra, Ginesta le puso el condón y se incorporó.
Sofía: Espera, espera…
Gabri: No, no… deja que…
Sofía: Calla tú, que no sabes ni qué voy a decir… Hacedlo tumbados en la cama…
Ginesta: Y tú?
Sofía: Yo desde la silla os voy a ver muy bien…
Ginesta: Hahahah tía, qué corte…
Ginesta tumbó a Gabri y se puso encima de él. Yo me senté en su silla de escritorio, puse los pies en la cama, y me dispuse a masturbarme con el show en directo que iba a tener…
Gabri llevó sus manos a las tetas de Ginesta, y ella pasó la mano entre las piernas, cogió su polla y poco a poco se la introdujo. No era una polla grande, unos 10/11cm, pero sí la tenía un poco gordita.
Una vez dentro, Ginesta apoyó una mano en la pared, la otra en el pecho de Gabri, y empezó a cabalgar lentamente sobre él. No tardaron en llegar los primeros gemidos por parte de ambos, acompañados de un pequeño acelerón en el ritmo que tenía a Gabri haciendo esfuerzos sobrehumanos para no correrse. Bastante estaba aguantando.
La que también estaba aguantando como una campeona era yo, que no fue hasta que esos dos empezaron a follar que pude empezar a tener mi dosis masturbatoria que llevaba deseando desde el momento en el que Ginesta dijo que sí que venía a dormir. Y vaya si me lo estaba gozando, ya que ver a Ginesta es un espectáculo. Ha bailado toda su vida, y se mueve y contonea de una forma espectacular. Tiene las tetas grandes y bien puestas, cosa que hacía que el bamboleo fuera hipnótico, pero sin ser exagerado. Y sus caras… Ay, qué caras! Era (y es) insultantemente guapa, y cuando te miraba con esos ojos verdes… Poco más necesitaba yo, y ella lo sabía perfectamente.
Empezó a gemir más y más fuerte, mientras su mirada se clavó directamente en mis ojos. Se mordía el labio y se incorporaba a la vez que ella misma se sobaba las tetas o apretaba las manos de Gabri (que estaba aguantando como un campeón) contra su culo. Yo no podía más, pero no tenía por qué contenerme.
Sofía: Jo…der Ginesta… Voy a… ya voy a… ya… Ya!!... Fua… Dios…
Tuve un orgasmo tan intenso, que hasta aproveché la mano que tenía libre para apretar uno de mis pezones y poder gritar en condiciones.
Gabri: Y… yo voy a rev… a reventar…
Ginesta: No… no… aguanta un… un poco…
Yo conocía muy bien las caras y gestos de ambos. A Ginesta, le faltaba un poquito, pero Gabri iba a explotar en cualquier momento y bajo ninguna circunstancia iba a dejar que se corriera en el condón. Me hacía gracia pensar en la reacción que podía llegar a tener Ginesta ante la ingente cantidad de esperma que era capaz de soltar Gabri. Recuperé el aliento y le hice un gesto a Ginesta para que parara. Nos tumbamos con él, una a cada lado, y se quitó el condón. Se le podía tomar el pulso a través de su polla, la tenía palpitando y empapada.
Sofía: Bueno qué… Cómo vais?
Gabri: Yo estoy que como me rocéis, exploto…
Ginesta: Yo estoy muy cerca también…
Sofía: Pues joder, para qué esperar más…
Cogí a Ginesta y me puse en el suelo de rodillas con ella. Una vez en el suelo, tomé la mano de Gabri para que se levantara. El plan estaba claro, no? Gabri se puso de pie, con su polla apuntando a nosotras, y empezó a masturbarse despacio. Yo me cogí las tetas, juntándolas y apretándolas y, cuando eché la vista a un lado y vi a Ginesta haciendo lo mismo, pero además masturbándose, me iluminé… Me invadió un cosquilleo por las piernas y me levanté.
Ginesta: Dónde vas?
Sofía: Shhh vosotros seguid a lo vuestro.
Me puse detrás de Gabri, le rodeé con un brazo, y fui yo la que le masturbó a él. Tenía un primer plano de Ginesta de rodillas, esperando una corrida, sobándose y masturbándose… Estaba en el puto paraíso.
Gabri: Joder… No me… no me lo acabo de… creer…
Masturbaba despacio a Gabriel, quería disfrutar del momento y también quería esperar a que Ginesta estuviera cerca de correrse para acelerar el ritmo. Y ni dos minutos pasaron cuando ya se empezó a notar un cambio en la respiración de Ginesta… Respiraba cada vez más deprisa, le empezaron a temblar un poco las piernas y me miraba medio sonriente como diciéndome “ya”...
Esa mirada creo que nos mató a ambos, a Gabri y a mí. Aceleré el ritmo de la paja que le estaba haciendo, pero no fue hasta que escuchó a Ginesta que llegó a su límite.
Ginesta: Me voy a correr… me voy… a correr… córrete… córrete… córreteAH!!
No había acabado de decir el primer “córrete” cuando un primer chorro salió disparado desde la polla de Gabri directamente a la pared de la habitación, manchando la cara y el pelo de Ginesta en el trayecto. Gabriel, como ya sabéis por aquí, se corre mucho y a mucha potencia, pero lo de ese día fue exagerado. Imagino que también, al ser yo la que estaba “al timón”, los chorros eran mucho más descontrolados… Y vaya si fue así… Mi intención era regarle las tetas, pero entre lo que se movió ella y lo que movía yo la polla de Gabri… Unos primeros chorros sí que fueron a parar directamente a sus tetas, suficientes como para dejárselas bien empapadas, y otros muchos fueron a parar a su cara mientras iba escupiendo los que le entraban en la boca como si fuera agua de ducha.
Cuando los lefazos iban perdiendo la potencia, iban cayendo por el suelo, sobre sus piernas… Y ya fue cuando Gabri me dio unos golpecitos a modo de “para ya, que estoy vacío”.
Gabri se sentó en la cama, y tenía la mirada perdida, como si no acabara de creerse lo que acababa de pasar ahí. Realmente no estuvimos mucho rato, creo que 10 minutos máximo, pero los 3 lo pasamos genial (sobre todo uno que yo me sé).
Ginesta: Dios, per… pero cuánto llevabas sin correrte?!
Sofía: Hahahahahaha claro, nunca te he mencionado el superpoder que tiene…
Ginesta: SIEMPRE TE CORRES TANTO!?
Gabri: S… sí… no sé… para mí es lo normal…
Ginesta: Ahora entiendo porque Sofi y tú os lleváis tan bien.
Sofía: Oye! hahahahah
Ginesta se fue a dar una ducha, como era obvio, y yo me puse una camiseta y me puse a charlar con Gabri.
Sofía: Qué? Pues ya has follado, no? Te lo imaginabas así?
Gabri: Ni de puta broma… vaya locura…
Sofía: La verdad es que ha estado genial.
Gabri: Cómo lo he hecho?
Sofía: Hahahahaha yo qué sé, pregúntale a ella! Pero yo la he visto bastante contenta, la verdad.
Gabri: Significa eso que ahora tú y yo podremos…
Sofía: No lo estropees, anda, tú ahora piensa en lo que acaba de pasar.
Le di las buenas noches y me fui a mi habitación a esperar a Ginesta, que no tardó mucho en llegar. Vino con una toalla atada, y su vestido y sujetador en la mano (recordemos que su culotte lo tenía yo).
Ginesta: Déjame algo para dormir, anda.
Sofía: Para qué? Si así estás muy bien uuuuuuuh sexy! hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha calla anda y dame una camiseta o algo.
Le di una camiseta mía que me iba por las rodillas, así que a ella le iría un poquito más arriba (que me llama hobbit pero ella tampoco llega al 1,60). Nos tumbamos en la cama y nos pusimos a charlar.
Ginesta: Joder, contigo una no se aburre.
Sofía: Pero serás guarra! Si has sido tú la que lo ha empezado todo!
Ginesta: Calla! hahahahaha Ya, no sé, veo que te lo pasas tan bien que he querido probar…
Sofía: Pues hay una cosa que no me has dejado contarte!
Ginesta: A ver…
Sofía: Nada, que yo con Gabri sí que es verdad que juego mucho, pero solo eso… juego… No hemos llegado a tener nunca penetración.
Ginesta: Anda, y eso? Sé que no te gusta mucho, pero tanto tiempo…
Sofía: A ver… no te enfades… Pero es que Gabri hasta hace una hora, era “virgen”, así entre muchas comillas.
Ginesta: Eh? A ver, explícate, anda.
Sofía: A mí, como no me gusta o no me llama que haya penetración, no me gusta hacerlo con gente que no lo ha hecho antes… Pero no por mí, por ellos, no quiero que su primera experiencia así sea con alguien a quien ni le va ni le viene…
Ginesta: Joder, qué bonito, tía hahahahahha
Sofía: Qué asquerosa, yo aquí preocupada de si te ibas a enfadar o no y tú burlándote de mí.
Ginesta: Que no coño! Que es la verdad! Entiendo lo que quieres decir y realmente tiene sentido.
Sofía: A ti te da igual?
Ginesta: A mí me da absolutamente igual hahahaha Piensa que yo sí lo disfruto, entonces es diferente. O por lo menos yo lo veo así.
Sofía: Bueno, me quedo más contenta… Aunque no tanto como el que está durmiendo al lado hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha Ha estado muy divertido, la verdad, me lo he pasado muy bien.
Sofía: Uy, pues mañana díselo que le va a hacer mucha ilusión!
Ginesta: Bueno, y a todo esto, nos vamos a ir a dormir ya, o…?
Ginesta se giró y se quedó nariz con nariz conmigo, me agarró de la cintura y acercó mucho sus labios a los míos…
Ginesta: Sí, mejor a dormir ya, buenas noches.
Me dio un pequeño mordisco en el moflete y se giró para echarse a dormir.
Sofía: Eres el peor ser humano que he conocido en mi vida… Buenas noches, anda!
Ginesta cayó redonda al minuto la muy asquerosa. A mí me costó un poco más, pero también dormí del tirón por suerte.
Al día siguiente, desayunamos entre risas y chistes sobre la noche anterior y nos fuimos los 3 para clase en mi coche. Una clase de presentación normal, sin ningún tipo de novedad. Los mismos alumnos, los mismos profesores, casi el mismo material…
Una vez acabamos, Gabri y yo nos íbamos para mi coche y Ginesta se fue para su casa, cuando escuché a Marcos llamándome de fondo.
Marcos: Sofía!! Epa! Espera un segundo!
Sofía: Anda, qué tal Marcos? Mira, este es mi compañero de piso Gabriel.
Gabriel: Hey, encantado.
Marcos: Mucho gusto! Oye, te importa que te la robe un momento? No serán ni 5 minutos.
Le di las llaves de mi coche a Gabriel y yo me quedé charlando con Marcos.
Marcos: No me tienes que dar una respuesta ahora, pero yo te lo planteo.
Sofía: A ver…
Marcos: Hahahahah que no, mujer, que no es lo que te piensas. Verás, tengo unos colegas con los que hemos hecho un grupo de música… De momento solo hacemos versiones, pero ya estamos trabajando en componer y demás… La cosa es que queremos que la cantante sea una chica, y bueno, que en el camping te escuché cantar… Y no lo haces nada mal. Te apuntas?
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Y lo vamos a dejar aquí que si no me sale El Silmarillion y lo tengo que mandar en 76 mensajes porque en uno no me deja hahahahaha
Pues hasta aquí mi “retorno”! Espero que os haya gustado, ya sé que no es el camping, pero no todos los días son fiesta!
Espero vuestras reacciones, comentarios…
Un abrazo a todos!!
Muy buenas!
Pues no sé cuánto tiempo habrá pasado desde la última vez que subí algo nuevo… Cuánto hace que cerró el otro foro? Pues ese tiempo más o menos… Y sí, se me cae la cara de vergüenza, creedme que sí.
Peeeeeeeero aquí estamos de vuelta (tampoco me he ido nunca xD) y por fin, os traigo, la continuación!
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Después de esas minivacaciones de absoluta locura, en las que si hubieran venido 3 personas más también hubieran acabado rebozadas en fluidos, tuve un verano bastante “tranquilo” en comparación. Volvimos a casa al día siguiente, dejé a cada uno en sus respectivos hogares menos a Ginesta, que se quedó en casa conmigo el resto de la semana ya que, al final, decidí pasar mis vacaciones de verano allí y solo fui a ver a mi familia algún fin de semana suelto.
No voy a indagar mucho en las historias que pasaron ese verano (a no ser que me las pidáis, claro está), pero un resumen rápido sería que, esa semana que Ginesta estuvo en casa, lo pasamos bastante bien tanto sexualmente, aprovechando que teníamos la casa sola, como en otros ámbitos, y durante el verano repetimos algunas veces con Marcos, ya que conseguimos crear un ambiente con muy buen rollo.
Una vez llegado septiembre (dato curioso, hace poco me enteré de que “setiembre” está admitido y yo llevo toda la vida burlándome del que lo escribe así) las cosas volvieron a la normalidad. Gabriel y Joan ya estaban por casa, yo había vuelto a entrar al mismo súper a currar a media jornada y no quedaba nada para volver a las clases del ciclo.
Realmente tenía muchas ganas de empezar, sobre todo por ver cómo se iban a dar las cosas entre los 4 que fuimos al camping (Excepto Marcos, que iba a otro ciclo, el resto éramos de la misma clase). Quitando todo el tema sexual, nos hicimos bastante amigos, y durante todo el curso estuvimos juntándonos tanto durante las pausas entre clases, como fuera de éstas (cuando se podía, obviamente).
No sé si habéis estudiado algún ciclo formativo, pero siempre hay un primer día de clase en el que no vas más de tres horas y lo que hacen es presentar el curso, hablar de los materiales que se van a necesitar y comentar sobre qué van a ir las clases que se van a dar, así que viendo que iba a ser un día tranquilo hablé con Ginesta para que el día de antes viniera a casa a dormir, ya que esa noche no iba a estar Joan (ni de puta broma la hubiera llevado a casa estando Joan en ella xD), para así poder ir las dos juntas a clase al día siguiente. Aceptó encantada (obvio).
Como uno de mis principales pasatiempos en esa época era poner nervioso a Gabri, no le comenté nada de que Ginesta iba a venir hasta que no faltaron unos minutos para que llegara. Estábamos ambos en el comedor, él jugando a la consola en pantalón corto y yo mirando chorradas en el portátil, con una camiseta negra de Metallica con las mangas cortadas, un short corto (nada del otro mundo) y tomándome una cerveza bien fresquita.
Sofía: Por cierto, se va a quedar Ginesta a dormir y así nos vamos todos juntos para clase mañana.
Gabri se puso tieso como un palo y balbuceó un poco. Ya estaba acostumbrado a mí, a mi manera de ser y bueno… a lefarme de arriba abajo, pero no estaba acostumbrado a tratar con otras chicas.
Gabri: Jo… joder, y me lo dices ahora!?
Sofía: Joder, no sabía que tenía que pasarte un planning de mi semana, ni que fueras mi casero… Bueno, un poco sí lo eres hahahaha
Gabri: No, joder, si a mí me da igual que venga gente, pero Ginesta… uffff, es que… da igual.
Sofía: Que está muy buena, no?
Gabri: Es que el rollo hippie que me lleva…
Sofía: Uuuuh, si hubieras venido al camping… Todo el día en bikini por el Bungalow y en la playa hacía hasta topless!
Gabriel se quedó blanco. Obviamente no le había contado nada de lo ocurrido esos días, no voy a ir vendiendo a la gente el mensaje de la “confianza y confidencialidad” para luego no aplicarlo yo (hay excepciones, vale? XD).
Gabri: Joder, pues vaya imagen que me estás dando… no voy a poder mirarle a la cara sin ponerme rojo!
Sofía: Bueno, pues ves practicando tu cara de “no te estoy imaginando en topless” porque me acaba de escribir que está abajo. Ve a abrirle, anda, que me estoy meando.
Gabri: Serás hija de…
No escuché cómo acabó la frase, ya que me metí corriendo en el baño, pero imagino que diría algo bonito.
Cuando escuché la puerta, pegué la oreja a la puerta del baño como buena maruja que soy (trabajar en un súper te convalida primero de marujismo) a ver si podía rascar algo. Gabriel es muy divertido cuando se pone nervioso, tartamudea, confunde las palabras y se le olvida cómo se formula una frase. Bueno, pues el campeón hizo un pleno.
Gabri: Está en el… sale ahora… del desto. Hola… y eso. Pasa, pasa. Hola… está en el baño.
En ese momento me arrepentía de estar en el baño porque hubiera pagado una fortuna por ver la cara de Ginesta ante tal capacidad oratoria. Un adelantado a su tiempo, señores.
Salí del baño y allí estaban los dos: Gabriel rojo como un tomate, marcando musculito (estuvo todo el verano currando y yendo al gimnasio) y Ginesta sin saber muy bien dónde meterse. Iba guapísima, como siempre. Llevaba un vestido blanco de verano, unas sandalias marrones y se podía intuir un sujetador blanco también. Entre el vestido, las sandalias, y el moño-coleta que llevaba, parecía sacada de una historia griega la tía. No me dio tiempo ni a saludar cuando ya tenía a Ginesta dedicándome unas bonitas palabras.
Ginesta: Joder, meas más que mi abuelo y eso que él tiene la próstata mal. Qué joven te vas a morir.
Sofía: Bueno, mejor morirme joven que ser una sucia hippie abraza-árboles.
Gabri: Ya… ya ha salido.
Sofía: Es mi narrador personal, si quieres lo puedo apagar, pero es bastante gracioso.
Gabri: Qué asco me das.
Sofía: Conmigo no tartamudeas o qué?
Nos echamos todos a reír. Es curioso como cuánto más cariño y confianza tienes con alguien, más os podéis faltar al respeto y sentirte que estás en tu sitio y con los tuyos.
Nos sentamos los 3 en el sofá del comedor, nos abrimos unas cervezas y estuvimos un rato hablando, viendo vídeos chorras en youtube, poniendo música… Todo muy normal y muy tranquilo.
Pasado un rato ya nos íbamos poniendo todos cada vez más cómodos. Gabri echado para atrás en una esquina, Ginesta en el medio sentada como un indio y yo en la otra con los pies encima de la mesa.
Ginesta: A mí me vais a disculpar, pero ya que voy a dormir aquí…
Ginesta se quitó el sujetador por debajo del vestido, sin dejar ver nada, obviamente. O eso creía ella, ya que el vestido al tener una tela tan fina, empezó a transparentar un poco y a marcar. Nada exagerado, pero lo suficiente para saber dónde empezaba el pezón y dónde tenía el piercing.
Gabriel se dio cuenta al momento y ya se empezaba a notar que estaba un poco nervioso. Cruzaba las piernas, se inclinaba para adelante, cuando Ginesta se giraba para hablar conmigo le miraba las tetas con muchísimo descaro… Todo un rey del disimulo, vamos.
Como ninguno estábamos por la labor de cocinar nada, decidimos pedir unas pizzas. Gabriel se levantó a por la propaganda que teníamos pegada en la nevera y de paso calmarse un poco.
Sofía: Yo ya sé antes de que mires, jamón dulce, queso y champis.
Ginesta: Yo una hawaiana.
Sofía: Qué asco.
Ginesta: Tú das asco.
Gabri: Ah, pues ya llamo y pido que yo también sé qué quiero.
Gabri se fue a la cocina y llamó a la pizzería. Aprovechando que estábamos solas, Ginesta me asaltó y me habló por lo bajini.
Ginesta: Lo he hecho bien?
Sofía: Qué dices tú ahora?
Ginesta: A ver si piensas que no sé que este vestido me transparenta. Siempre me hablas de lo que te diviertes calentando a Gabri y forzando “descuidos” y quería probar…
Joder la tía, y parecía modosita cuando la compramos. Me quedé un poco helada y sorprendida de no ser yo la más salida en esa casa. En ningún momento había pensado en el hecho de poder acabar haciendo marranadas los 3. Con ella sí, para eso le dije de venir, pero tenía a Gabri totalmente fuera de la ecuación.
Sofía: Joder, ahora me he puesto yo más nerviosa que éste… Sí, sí, me la has colado hasta a mí, pero…
Ginesta: Pero…?
Sofía: Yo no solo caliento a Gabri… Ya lo sabes…
Ginesta: Ah, sí, no tengo ningún problema yo.
Pues nada, una noche que pintaba guay, pasó de golpe a pintar MUY GUAY.
Sofía: Solo que…
No pude acabar la frase porque Gabri volvió de la cocina. Quería explicarle que lo único que tenía con él eran sesiones de masturbación y de vez en cuando le hacía alguna mamada. A Ginesta no le expliqué que con Gabriel no tengo penetración porque no quiero que su primera vez sea así, porque ella no tiene por qué saber sobre la "virginidad" de nadie. Bueno, ya le pillaría por banda en otro momento.
Gabri trajo unas cervezas y, en vez de volver a ponerse en el sofá, trajo una silla y se sentó enfocando a nosotras con la excusa de que "así tenemos más espacio". Estaba claro que desde esa posición tenía un mejor plano del escote y de las transparencias de Ginesta. Tímido? Mucho. Listo? Demasiado.
Durante la espera de las pizzas seguimos de charla y de risas. Ginesta estaba desatada. Se inclinaba para adelante más de lo normal, juntaba los brazos de forma disimulada, se recolocaba el vestido más de la cuenta… Había creado un monstruo… Y no sabía si estaba disfrutando más Gabri, yo, o la propia Ginesta sabiendo que nuestros ojos estaban clavados en ella.
A la media hora sonó el telefonillo, ya estaba la cena y con mucha sutileza mandamos a Gabri a abrir la puerta.
Sofía: Gabri, si no abres tú te pienso hacer la vida imposible hasta que me vaya del piso.
Gabri: Más? Anda, ya voy.
Me hacía mucha gracia ver la confianza que Gabri tenía conmigo. Me vacilaba, me contestaba mal (de broma, claro), no se quedaba callado cuando le chinchaba… El contraste a verle tartamudear cuando hablaba con Ginesta era bastante divertido.
En cuánto Gabri se alejó lo suficiente, me dispuse a contarle a Ginesta una de las "condiciones" que tenía yo al tratar con él, ella era libre de hacer lo que quisiera, pero a la que me despisté se me tiró directa a la boca.
Con los chicos no soy besucona, he perdido la cuenta ya de los años que hace que no me beso con ninguno, ahora, con las chicas me encanta (llamadme rara). Perdonad que me repita con los adjetivos, pero Ginesta estaba DE-SA-TA-DA. Tal y como me plantó el beso llevo su mano a mi pierna y la subió hasta meterla por debajo de mi short. No le hizo falta llegar al coño cuando ya se me escapó un ligero gemido, cosa que le encantó y ya empezó con los susurros.
Ginesta: Sí que estás sensible…
Sofía: Uuhhh es que es la primera vez que te veo tan a saco…
Ginesta: Entonces si hago esto, ya…
Movió mi culotte a un lado y pasó un dedo justo por la mitad de mi ya empapada vagina. Suspiré con mucho cuidado de no delatar mucho mi estado, pero tal y como estaba de mojada, me era imposible disimular.
Moví un poco las piernas para facilitar el acceso y tímidamente empezó a introducirme un dedo mientras con el pulgar jugaba con mi clítoris. Se notaba que llevábamos todo el verano "jugando", ya me tenía cogido el truco.
Escuchamos cómo Gabri se despedía del pizzero y la puerta se cerraba y, automáticamente, volvimos a nuestras posiciones iniciales. La muy perra me había hecho olvidarme de lo que le iba a decir. Todo lo echada para adelante que soy con los chicos pero luego con las chicas me vuelvo súper tímida kawaii desu ne uwu.
Gabri: Pues aquí traigo la cena, son 12 por cabe… Qué te pasa Sofi? estás roja como un tomate.
Sofía: Que llevo toda la tarde bebiendo y hace como 52 grados a la sombra, qué quieres que me pase? Que me aso de calor.
Gabri: Luego yo voy defendiéndote por las esquinas diciendo que no eres borde, que sólo eres bruta.
Ginesta: Eso, que el pobre chaval te ha preguntado de buena fe!
Sofía: Qué osadía! Estáis haciendo un complot en mi contra. A mí me tenéis que querer así, de verdad que no lo hago a malas.
Ginesta: Claro que sí mujer, si te queremos mucho!
Ginesta me cogió de la cabeza, me espachurró y en uno de esos vaivenes acabé con una teta fuera. Cosa que a día de hoy no ha admitido, pero que hizo completamente a propósito.
Ginesta: Ay! Perdona! Que voy un poquito de lado yo también hahahahaha
Sofía: Llevamos un año viviendo juntos y ya sabes cómo voy por casa, este me tiene las tetas más vistas ya…
Gabri: Bueno, pero nunca está de más…
Nos echamos a reír y atacamos a las pizzas como si lleváramos una semana comiendo brócoli hervido (sé de lo que hablo). Una vez terminamos, Ginesta volvió a sacar el tema de las tetas.
Ginesta: Pues que sepas que ésta luego por el bungalow y por la playa, si no me animaba yo, iba todo el día tapada.
Gabri: Ah, sí? Bueno, no sé… Tampoco es que las vaya enseñando porque sí, no?
Ahí se demuestra lo que es un buen amigo. Él sabe de sobra que sí, pero se tiene que hacer el sueco delante de la gente. Es que es el mejor.
Sofía: Joder con mis tetas hahahaha Por qué no hablamos de las tuyas que son más grandes. O no, Gabri?
El pobre Gabri no sabía dónde meterse ya, y las dos nos lo estábamos pasando bastante bien a su costa, pobrete.
Gabri: Qué? Yo… yo qué sé… no sé… supongo.
Ginesta: Pero las suyas son más bonitas.
Sofía: Qué dices tú ahora! A ti te ha sentado mal la cena o algo. Bueno, vamos a parar de hablar de nuestras tetas que Gabri está que puede darle luz a todo el bloque solo con su cara. Sosiega hombre, sosiega!
Gabri: Pe… pero si yo no he dicho nada…
Seguimos un buen rato entre risas y en un momento que Gabri se fue al baño, Ginesta aprovechó para preguntarme cosas.
Ginesta: Tía, hasta aquí muy bien, pero ahora no sé cómo hacer que se me vea más "sin querer"...
Sofía: Hahahahaha cómo te vas desinflando, eh? Mira cómo acudes a la sabia.
Ginesta: Va, dame algún consejo o algo…
Sofía: No te lo voy a dar todo hecho, chica… Tienes un vestido, no? Una pieza de ropa única… un trozo de tela… No te voy a dar más pistas.
Ginesta: Mírala cómo se hace la interesante…
Gabri volvió del baño y la que fue en siguiente lugar fue ella. Es lo que tiene la birra, te bebes una y meas siete.
Gabri: Joder cómo me tiene tu amiga…
Sofía: Te has ido a pajear al baño o qué hahahahah
Gabri: Qué dices, qué va. Pero ganas no me faltan.
Se echó para atrás y me enseñó el bultito de su pantalón.
Gabri: Llevo así desde que has dicho lo de sus tetas… Es que me pone a mil…
Sofía: Hahahah no te culpo.
Ginesta salió del baño, fue a por más cerveza a la cocina y volvió. Cuando me dio la lata me dejó algo entre la pierna y el sofá, como la que pasa droga. Había salido del baño roja y tiesa como la polla de Gabri en ese momento, no entendía qué pasaba.
Durante un momento que la conversación no iba conmigo, eché un vistazo de forma disimulada al misterioso regalo que me había dejado Ginesta bajo la pierna… La que pasó a estar roja fui yo. Me invadió una mezcla entre calentón y orgullo, me había dejado su culotte. Iba sin NADA debajo de ese vestido. Hasta yo llevaba el culotte y estaba en mi casa. Esto se iba animando.
Con mucho disimulo me guardé su culotte en el bolsillo de mi short y me introduje en su conversación de la mejor manera que se puede hacer.
Sofía: Qué solo estaba Iverson en esa final.
Gabri: Qué dices tú ahora?
Sofía: Eh?
Ginesta: De tus tetas no, pero de fútbol bien que quieres hablar.
Sofía: Tienes suerte de ser tan adorable, si no, te mataría por ese comentario.
En ese momento fui yo la que tiró de malicia. Cogí a Ginesta por la cabeza, la tiré hacia mí y le empecé a dar sonoros besos de abuela en la mejilla.
Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, al tirarla hacia mí, quedó un poco de lado en el sofá. Lo justo para darle una pequeña visión a Gabri, que por sus ojos pude intuir que le tuvo que ver hasta el apellido, ni que fuera un segundo, ya que Ginesta rápidamente llevó su mano a la falda de su vestido y se tapó como pudo.
Ginesta: Tú! Que se me ve todo!
Sofía: Ya ves tú! Que te va a ver las bragas, es como estar en la playa! De qué color son Gabri? hahahhaha
Gabri: Eh? Ah… eh… Rojas.
Es que me lo como, es tan buena gente. Amigos así no se encuentran en todos sitios.
Como todavía era pronto, y tampoco teníamos que madrugar, decidimos ponernos una peli. Cuál? Ni siquiera lo recuerdo, la verdad (culpa de Ginesta). Apagamos la luz, Gabri puso la silla en un lado del sofá y le dimos al play.
Para la media hora de película, Ginesta cogió un cojín, se tumbó y me puso las piernas encima. Era mediados de septiembre y todavía hacía un calor del copón, pero chicos… Prioridades. Al poco rato se puso de lado y comenzó lo divertido…
Se había colocado lo suficientemente cerca como para que yo pudiera apoyar un brazo en su cadera, y justo al momento de hacerlo, con disimulo, se levantó un poquito el vestido, dejándome un bonito primer plano tanto de su culo como de su coño. Gabri, por como estaba puesto y con la ventaja de solo tener la luz de la tele como fuente, no podía ni ver ni intuir nada, así que, como es de esperar, aproveché la situación.
Empecé poco a poco y de forma suave a pasar mi mano por sus labios. Estaba mojada, no como una fuente, pero sí se notaba que tenía muchas ganas de juerga. Seguí a lo mío y empecé a ignorar totalmente la peli. A ratos le metía con suavidad un par de dedos, a ratos jugaba con su clítoris, a ratos simplemente le acariciaba por fuera… Nada excesivo y nada que pudiera delatarnos… Pero todo tiene un límite.
Empecé a pensar para mí que al final, si Gabri se daba cuenta de algo, tampoco importaba, total, en el momento que vi a Ginesta tan “on fire” ya tenía en mente incluirlo de alguna manera y ella me había dejado caer que no le supondría ningún problema.
Empecé a hacer movimientos más bruscos, más rápidos, buscando de alguna forma un pequeño desliz que nos delatara. Y no tardó mucho en venir el primer amago…
Un ligero “Ah…” de Ginesta durante una escena de absoluto silencio le hizo girar la cabeza a Gabri.
Gabri: Que estás cansada?
Pobrete mío, es tan tierno a veces que da hasta risa.
Ginesta: Eh? no, no, solo he suspir… suspirado…
Seguimos a lo nuestro y Gabri, o bien no se quiso dar cuenta por vergüenza, o el pobre no las caza. A los pocos minutos de seguir así, era imposible que Gabri no notara que estaba pasando algo, porque hasta se movía el sofá, pero ni por esas.
La peli terminó y yo me dediqué todo el rato a dejar a Ginesta al borde del orgasmo, ya que era más divertido y me parecía injusto tener que estar yo sin recibir nada (soy mala gente, pero tampoco os pilla de nuevo).
Gabri: Pues yo me voy a ir a la cama, tampoco hay que madrugar, pero estoy un poco cansado.
Gabri se fue para el baño para prepararse para irse a dormir, y esta vez fui yo la que asaltó a Ginesta.
Ginesta: Bua, mamona, cómo me tie…
Sofía: Shht calla, tú quieres que haya fiesta con Gabri hoy?
Ginesta: Eh? Sí… pero se va a la ca…
Sofía: Sí o no, nada de peros.
Ginesta: Sí, sí.
Sofía: Vale, pues ven conmigo.
Tenía confianza con Gabri. Mucha. La suficiente como para hacer eso totalmente convencida de que no iba a haber problema por su parte (ni por parte de cualquier ser humano, creo yo xD), así que cogí a Ginesta de la mano y entramos derechitas en su habitación.
Sofía: Va, quítate la ropa.
Ginesta: Hahaha, qué?!
Sofía: Hazme caso.
Ginesta: Estás chalada hahahah me encanta.
Las dos nos quitamos la ropa entre risas y nos sentamos en su cama. Parecía el set de una peli porno, la verdad xD
Ginesta: Y ahora esperamos así sentadas o…?
No le dejé terminar la frase cuando fui yo la que se lanzó directa a su boca. Ginesta me quiso tumbar, yo con lenguaje no verbal le dije que no, mi intención era que nos viera de la forma más directa posible.
A los pocos minutos escuchamos la cisterna, la puerta del baño y unos pasos que se acercaban. La puerta se abrió.
Gabri: Ni buenas noches me han di… woah
Se quedó pasmado, con los ojos totalmente abiertos y con pinta de querer decir muchas cosas pero no tener la capacidad de articular una sola palabra. Después de mucho esfuerzo, consiguió recordar que pasando aire a través de sus cuerdas vocales podía provocar una vibración que crearía un sonido que nosotras seríamos capaces de comprender.
Gabri: Me… me voy?
Me reí. No lo pude evitar. Este señor se merece el cielo y todo lo bueno que le puede pasar. Me levanté del lado de Ginesta, le cogí de la mano, le tumbé en la cama y Ginesta y yo seguimos con lo que estábamos haciendo, pero con él en medio.
Como la confianza la tenía conmigo, Gabri empezó a sobarme las tetas despacio mientras, ojiplático, observaba como Ginesta y yo nos comíamos la boca.
Poco a poco se las iba llevando a la boca, llevaba su mano a mi coño, se tocaba por encima del pantalón… Pero a Ginesta ni la rozaba, el pobre estaba súper cortado, pero por suerte ella es bastante echada para adelante.
Paró de besarme a mí y empezó a hacerlo con el bueno de Gabri (mira que estuvimos tiempo haciendo marranadas ambos, pero nunca nos llegamos a besar). Lo hacía de forma suave, despacito, como ella sabe hacer para calentar de forma inmediata…
Yo, aprovechando el panorama, me fui de rodillas al suelo, entre las piernas de Gabri, y le bajé el pantalón, dejando al descubierto su polla completamente empalmada y empapada. Sin pensarlo mucho se la empecé a chupar despacio, ya que conocía bien sus “ritmos” y si queríamos pasar un buen rato no convenía emocionarse demasiado.
Ginesta, que no conocía sus problemillas a la hora de retener la eyaculación, estiró un brazo y lo colocó en mi cabeza para que fuera más deprisa, cosa que, como iba más caliente que el queso de un sanjacobo, hice sin pensar mucho en las consecuencias.
Gabri, a todo esto, por fin había empezado a sacar un poco de garra y se recreaba comiéndole las tetas a Ginesta mientras la masturbaba.
Aquí vino el primer fallo de no haber advertido a Ginesta.
Ginesta: No puedo más… tienes condones?
Gabri: En se… en serio? S… sí, en mi mesita, yo los cojo…
La que se quedó parada ahí fui yo. No sabía si quería estar presente o contribuir… Pero, por otra parte, después de un año a pajas y mamadas… El chico se había ganado meterla en caliente. No sería conmigo, así que yo no faltaba a mis principios, y encima sería con Ginesta, que no se me ocurre un mejor estreno que ese.
Gabri cogió una caja de su mesita, sacó un condón y se me quedó mirando, como buscando mi aprobación.
Sofía: A mí no me mires, te lo ha pedido ella…
Gabri: Y…ya, pero…
Ginesta cogió el condón y bajó al suelo conmigo.
Sin dejar de hacer contacto visual con él, cogió su polla y empezó a darle unos tímidos lametazos por la punta mientras abría el condón. Yo, aprovechando un poco la situación, buscaba la boca de Ginesta con la mía, dejando la polla de Gabri entre medio de las dos.
Cuando ya la tuvo dura como una piedra, Ginesta le puso el condón y se incorporó.
Sofía: Espera, espera…
Gabri: No, no… deja que…
Sofía: Calla tú, que no sabes ni qué voy a decir… Hacedlo tumbados en la cama…
Ginesta: Y tú?
Sofía: Yo desde la silla os voy a ver muy bien…
Ginesta: Hahahah tía, qué corte…
Ginesta tumbó a Gabri y se puso encima de él. Yo me senté en su silla de escritorio, puse los pies en la cama, y me dispuse a masturbarme con el show en directo que iba a tener…
Gabri llevó sus manos a las tetas de Ginesta, y ella pasó la mano entre las piernas, cogió su polla y poco a poco se la introdujo. No era una polla grande, unos 10/11cm, pero sí la tenía un poco gordita.
Una vez dentro, Ginesta apoyó una mano en la pared, la otra en el pecho de Gabri, y empezó a cabalgar lentamente sobre él. No tardaron en llegar los primeros gemidos por parte de ambos, acompañados de un pequeño acelerón en el ritmo que tenía a Gabri haciendo esfuerzos sobrehumanos para no correrse. Bastante estaba aguantando.
La que también estaba aguantando como una campeona era yo, que no fue hasta que esos dos empezaron a follar que pude empezar a tener mi dosis masturbatoria que llevaba deseando desde el momento en el que Ginesta dijo que sí que venía a dormir. Y vaya si me lo estaba gozando, ya que ver a Ginesta es un espectáculo. Ha bailado toda su vida, y se mueve y contonea de una forma espectacular. Tiene las tetas grandes y bien puestas, cosa que hacía que el bamboleo fuera hipnótico, pero sin ser exagerado. Y sus caras… Ay, qué caras! Era (y es) insultantemente guapa, y cuando te miraba con esos ojos verdes… Poco más necesitaba yo, y ella lo sabía perfectamente.
Empezó a gemir más y más fuerte, mientras su mirada se clavó directamente en mis ojos. Se mordía el labio y se incorporaba a la vez que ella misma se sobaba las tetas o apretaba las manos de Gabri (que estaba aguantando como un campeón) contra su culo. Yo no podía más, pero no tenía por qué contenerme.
Sofía: Jo…der Ginesta… Voy a… ya voy a… ya… Ya!!... Fua… Dios…
Tuve un orgasmo tan intenso, que hasta aproveché la mano que tenía libre para apretar uno de mis pezones y poder gritar en condiciones.
Gabri: Y… yo voy a rev… a reventar…
Ginesta: No… no… aguanta un… un poco…
Yo conocía muy bien las caras y gestos de ambos. A Ginesta, le faltaba un poquito, pero Gabri iba a explotar en cualquier momento y bajo ninguna circunstancia iba a dejar que se corriera en el condón. Me hacía gracia pensar en la reacción que podía llegar a tener Ginesta ante la ingente cantidad de esperma que era capaz de soltar Gabri. Recuperé el aliento y le hice un gesto a Ginesta para que parara. Nos tumbamos con él, una a cada lado, y se quitó el condón. Se le podía tomar el pulso a través de su polla, la tenía palpitando y empapada.
Sofía: Bueno qué… Cómo vais?
Gabri: Yo estoy que como me rocéis, exploto…
Ginesta: Yo estoy muy cerca también…
Sofía: Pues joder, para qué esperar más…
Cogí a Ginesta y me puse en el suelo de rodillas con ella. Una vez en el suelo, tomé la mano de Gabri para que se levantara. El plan estaba claro, no? Gabri se puso de pie, con su polla apuntando a nosotras, y empezó a masturbarse despacio. Yo me cogí las tetas, juntándolas y apretándolas y, cuando eché la vista a un lado y vi a Ginesta haciendo lo mismo, pero además masturbándose, me iluminé… Me invadió un cosquilleo por las piernas y me levanté.
Ginesta: Dónde vas?
Sofía: Shhh vosotros seguid a lo vuestro.
Me puse detrás de Gabri, le rodeé con un brazo, y fui yo la que le masturbó a él. Tenía un primer plano de Ginesta de rodillas, esperando una corrida, sobándose y masturbándose… Estaba en el puto paraíso.
Gabri: Joder… No me… no me lo acabo de… creer…
Masturbaba despacio a Gabriel, quería disfrutar del momento y también quería esperar a que Ginesta estuviera cerca de correrse para acelerar el ritmo. Y ni dos minutos pasaron cuando ya se empezó a notar un cambio en la respiración de Ginesta… Respiraba cada vez más deprisa, le empezaron a temblar un poco las piernas y me miraba medio sonriente como diciéndome “ya”...
Esa mirada creo que nos mató a ambos, a Gabri y a mí. Aceleré el ritmo de la paja que le estaba haciendo, pero no fue hasta que escuchó a Ginesta que llegó a su límite.
Ginesta: Me voy a correr… me voy… a correr… córrete… córrete… córreteAH!!
No había acabado de decir el primer “córrete” cuando un primer chorro salió disparado desde la polla de Gabri directamente a la pared de la habitación, manchando la cara y el pelo de Ginesta en el trayecto. Gabriel, como ya sabéis por aquí, se corre mucho y a mucha potencia, pero lo de ese día fue exagerado. Imagino que también, al ser yo la que estaba “al timón”, los chorros eran mucho más descontrolados… Y vaya si fue así… Mi intención era regarle las tetas, pero entre lo que se movió ella y lo que movía yo la polla de Gabri… Unos primeros chorros sí que fueron a parar directamente a sus tetas, suficientes como para dejárselas bien empapadas, y otros muchos fueron a parar a su cara mientras iba escupiendo los que le entraban en la boca como si fuera agua de ducha.
Cuando los lefazos iban perdiendo la potencia, iban cayendo por el suelo, sobre sus piernas… Y ya fue cuando Gabri me dio unos golpecitos a modo de “para ya, que estoy vacío”.
Gabri se sentó en la cama, y tenía la mirada perdida, como si no acabara de creerse lo que acababa de pasar ahí. Realmente no estuvimos mucho rato, creo que 10 minutos máximo, pero los 3 lo pasamos genial (sobre todo uno que yo me sé).
Ginesta: Dios, per… pero cuánto llevabas sin correrte?!
Sofía: Hahahahahaha claro, nunca te he mencionado el superpoder que tiene…
Ginesta: SIEMPRE TE CORRES TANTO!?
Gabri: S… sí… no sé… para mí es lo normal…
Ginesta: Ahora entiendo porque Sofi y tú os lleváis tan bien.
Sofía: Oye! hahahahah
Ginesta se fue a dar una ducha, como era obvio, y yo me puse una camiseta y me puse a charlar con Gabri.
Sofía: Qué? Pues ya has follado, no? Te lo imaginabas así?
Gabri: Ni de puta broma… vaya locura…
Sofía: La verdad es que ha estado genial.
Gabri: Cómo lo he hecho?
Sofía: Hahahahaha yo qué sé, pregúntale a ella! Pero yo la he visto bastante contenta, la verdad.
Gabri: Significa eso que ahora tú y yo podremos…
Sofía: No lo estropees, anda, tú ahora piensa en lo que acaba de pasar.
Le di las buenas noches y me fui a mi habitación a esperar a Ginesta, que no tardó mucho en llegar. Vino con una toalla atada, y su vestido y sujetador en la mano (recordemos que su culotte lo tenía yo).
Ginesta: Déjame algo para dormir, anda.
Sofía: Para qué? Si así estás muy bien uuuuuuuh sexy! hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha calla anda y dame una camiseta o algo.
Le di una camiseta mía que me iba por las rodillas, así que a ella le iría un poquito más arriba (que me llama hobbit pero ella tampoco llega al 1,60). Nos tumbamos en la cama y nos pusimos a charlar.
Ginesta: Joder, contigo una no se aburre.
Sofía: Pero serás guarra! Si has sido tú la que lo ha empezado todo!
Ginesta: Calla! hahahahaha Ya, no sé, veo que te lo pasas tan bien que he querido probar…
Sofía: Pues hay una cosa que no me has dejado contarte!
Ginesta: A ver…
Sofía: Nada, que yo con Gabri sí que es verdad que juego mucho, pero solo eso… juego… No hemos llegado a tener nunca penetración.
Ginesta: Anda, y eso? Sé que no te gusta mucho, pero tanto tiempo…
Sofía: A ver… no te enfades… Pero es que Gabri hasta hace una hora, era “virgen”, así entre muchas comillas.
Ginesta: Eh? A ver, explícate, anda.
Sofía: A mí, como no me gusta o no me llama que haya penetración, no me gusta hacerlo con gente que no lo ha hecho antes… Pero no por mí, por ellos, no quiero que su primera experiencia así sea con alguien a quien ni le va ni le viene…
Ginesta: Joder, qué bonito, tía hahahahahha
Sofía: Qué asquerosa, yo aquí preocupada de si te ibas a enfadar o no y tú burlándote de mí.
Ginesta: Que no coño! Que es la verdad! Entiendo lo que quieres decir y realmente tiene sentido.
Sofía: A ti te da igual?
Ginesta: A mí me da absolutamente igual hahahaha Piensa que yo sí lo disfruto, entonces es diferente. O por lo menos yo lo veo así.
Sofía: Bueno, me quedo más contenta… Aunque no tanto como el que está durmiendo al lado hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha Ha estado muy divertido, la verdad, me lo he pasado muy bien.
Sofía: Uy, pues mañana díselo que le va a hacer mucha ilusión!
Ginesta: Bueno, y a todo esto, nos vamos a ir a dormir ya, o…?
Ginesta se giró y se quedó nariz con nariz conmigo, me agarró de la cintura y acercó mucho sus labios a los míos…
Ginesta: Sí, mejor a dormir ya, buenas noches.
Me dio un pequeño mordisco en el moflete y se giró para echarse a dormir.
Sofía: Eres el peor ser humano que he conocido en mi vida… Buenas noches, anda!
Ginesta cayó redonda al minuto la muy asquerosa. A mí me costó un poco más, pero también dormí del tirón por suerte.
Al día siguiente, desayunamos entre risas y chistes sobre la noche anterior y nos fuimos los 3 para clase en mi coche. Una clase de presentación normal, sin ningún tipo de novedad. Los mismos alumnos, los mismos profesores, casi el mismo material…
Una vez acabamos, Gabri y yo nos íbamos para mi coche y Ginesta se fue para su casa, cuando escuché a Marcos llamándome de fondo.
Marcos: Sofía!! Epa! Espera un segundo!
Sofía: Anda, qué tal Marcos? Mira, este es mi compañero de piso Gabriel.
Gabriel: Hey, encantado.
Marcos: Mucho gusto! Oye, te importa que te la robe un momento? No serán ni 5 minutos.
Le di las llaves de mi coche a Gabriel y yo me quedé charlando con Marcos.
Marcos: No me tienes que dar una respuesta ahora, pero yo te lo planteo.
Sofía: A ver…
Marcos: Hahahahah que no, mujer, que no es lo que te piensas. Verás, tengo unos colegas con los que hemos hecho un grupo de música… De momento solo hacemos versiones, pero ya estamos trabajando en componer y demás… La cosa es que queremos que la cantante sea una chica, y bueno, que en el camping te escuché cantar… Y no lo haces nada mal. Te apuntas?
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Y lo vamos a dejar aquí que si no me sale El Silmarillion y lo tengo que mandar en 76 mensajes porque en uno no me deja hahahahaha
Pues hasta aquí mi “retorno”! Espero que os haya gustado, ya sé que no es el camping, pero no todos los días son fiesta!
Espero vuestras reacciones, comentarios…
Un abrazo a todos!!
Genial, me ha encantado que Gabri al final se estrenará con Ginesta y tú viéndolo todo. El final del polvo es de lo más sexy!!Muy buenas!
Pues no sé cuánto tiempo habrá pasado desde la última vez que subí algo nuevo… Cuánto hace que cerró el otro foro? Pues ese tiempo más o menos… Y sí, se me cae la cara de vergüenza, creedme que sí.
Peeeeeeeero aquí estamos de vuelta (tampoco me he ido nunca xD) y por fin, os traigo, la continuación!
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Después de esas minivacaciones de absoluta locura, en las que si hubieran venido 3 personas más también hubieran acabado rebozadas en fluidos, tuve un verano bastante “tranquilo” en comparación. Volvimos a casa al día siguiente, dejé a cada uno en sus respectivos hogares menos a Ginesta, que se quedó en casa conmigo el resto de la semana ya que, al final, decidí pasar mis vacaciones de verano allí y solo fui a ver a mi familia algún fin de semana suelto.
No voy a indagar mucho en las historias que pasaron ese verano (a no ser que me las pidáis, claro está), pero un resumen rápido sería que, esa semana que Ginesta estuvo en casa, lo pasamos bastante bien tanto sexualmente, aprovechando que teníamos la casa sola, como en otros ámbitos, y durante el verano repetimos algunas veces con Marcos, ya que conseguimos crear un ambiente con muy buen rollo.
Una vez llegado septiembre (dato curioso, hace poco me enteré de que “setiembre” está admitido y yo llevo toda la vida burlándome del que lo escribe así) las cosas volvieron a la normalidad. Gabriel y Joan ya estaban por casa, yo había vuelto a entrar al mismo súper a currar a media jornada y no quedaba nada para volver a las clases del ciclo.
Realmente tenía muchas ganas de empezar, sobre todo por ver cómo se iban a dar las cosas entre los 4 que fuimos al camping (Excepto Marcos, que iba a otro ciclo, el resto éramos de la misma clase). Quitando todo el tema sexual, nos hicimos bastante amigos, y durante todo el curso estuvimos juntándonos tanto durante las pausas entre clases, como fuera de éstas (cuando se podía, obviamente).
No sé si habéis estudiado algún ciclo formativo, pero siempre hay un primer día de clase en el que no vas más de tres horas y lo que hacen es presentar el curso, hablar de los materiales que se van a necesitar y comentar sobre qué van a ir las clases que se van a dar, así que viendo que iba a ser un día tranquilo hablé con Ginesta para que el día de antes viniera a casa a dormir, ya que esa noche no iba a estar Joan (ni de puta broma la hubiera llevado a casa estando Joan en ella xD), para así poder ir las dos juntas a clase al día siguiente. Aceptó encantada (obvio).
Como uno de mis principales pasatiempos en esa época era poner nervioso a Gabri, no le comenté nada de que Ginesta iba a venir hasta que no faltaron unos minutos para que llegara. Estábamos ambos en el comedor, él jugando a la consola en pantalón corto y yo mirando chorradas en el portátil, con una camiseta negra de Metallica con las mangas cortadas, un short corto (nada del otro mundo) y tomándome una cerveza bien fresquita.
Sofía: Por cierto, se va a quedar Ginesta a dormir y así nos vamos todos juntos para clase mañana.
Gabri se puso tieso como un palo y balbuceó un poco. Ya estaba acostumbrado a mí, a mi manera de ser y bueno… a lefarme de arriba abajo, pero no estaba acostumbrado a tratar con otras chicas.
Gabri: Jo… joder, y me lo dices ahora!?
Sofía: Joder, no sabía que tenía que pasarte un planning de mi semana, ni que fueras mi casero… Bueno, un poco sí lo eres hahahaha
Gabri: No, joder, si a mí me da igual que venga gente, pero Ginesta… uffff, es que… da igual.
Sofía: Que está muy buena, no?
Gabri: Es que el rollo hippie que me lleva…
Sofía: Uuuuh, si hubieras venido al camping… Todo el día en bikini por el Bungalow y en la playa hacía hasta topless!
Gabriel se quedó blanco. Obviamente no le había contado nada de lo ocurrido esos días, no voy a ir vendiendo a la gente el mensaje de la “confianza y confidencialidad” para luego no aplicarlo yo (hay excepciones, vale? XD).
Gabri: Joder, pues vaya imagen que me estás dando… no voy a poder mirarle a la cara sin ponerme rojo!
Sofía: Bueno, pues ves practicando tu cara de “no te estoy imaginando en topless” porque me acaba de escribir que está abajo. Ve a abrirle, anda, que me estoy meando.
Gabri: Serás hija de…
No escuché cómo acabó la frase, ya que me metí corriendo en el baño, pero imagino que diría algo bonito.
Cuando escuché la puerta, pegué la oreja a la puerta del baño como buena maruja que soy (trabajar en un súper te convalida primero de marujismo) a ver si podía rascar algo. Gabriel es muy divertido cuando se pone nervioso, tartamudea, confunde las palabras y se le olvida cómo se formula una frase. Bueno, pues el campeón hizo un pleno.
Gabri: Está en el… sale ahora… del desto. Hola… y eso. Pasa, pasa. Hola… está en el baño.
En ese momento me arrepentía de estar en el baño porque hubiera pagado una fortuna por ver la cara de Ginesta ante tal capacidad oratoria. Un adelantado a su tiempo, señores.
Salí del baño y allí estaban los dos: Gabriel rojo como un tomate, marcando musculito (estuvo todo el verano currando y yendo al gimnasio) y Ginesta sin saber muy bien dónde meterse. Iba guapísima, como siempre. Llevaba un vestido blanco de verano, unas sandalias marrones y se podía intuir un sujetador blanco también. Entre el vestido, las sandalias, y el moño-coleta que llevaba, parecía sacada de una historia griega la tía. No me dio tiempo ni a saludar cuando ya tenía a Ginesta dedicándome unas bonitas palabras.
Ginesta: Joder, meas más que mi abuelo y eso que él tiene la próstata mal. Qué joven te vas a morir.
Sofía: Bueno, mejor morirme joven que ser una sucia hippie abraza-árboles.
Gabri: Ya… ya ha salido.
Sofía: Es mi narrador personal, si quieres lo puedo apagar, pero es bastante gracioso.
Gabri: Qué asco me das.
Sofía: Conmigo no tartamudeas o qué?
Nos echamos todos a reír. Es curioso como cuánto más cariño y confianza tienes con alguien, más os podéis faltar al respeto y sentirte que estás en tu sitio y con los tuyos.
Nos sentamos los 3 en el sofá del comedor, nos abrimos unas cervezas y estuvimos un rato hablando, viendo vídeos chorras en youtube, poniendo música… Todo muy normal y muy tranquilo.
Pasado un rato ya nos íbamos poniendo todos cada vez más cómodos. Gabri echado para atrás en una esquina, Ginesta en el medio sentada como un indio y yo en la otra con los pies encima de la mesa.
Ginesta: A mí me vais a disculpar, pero ya que voy a dormir aquí…
Ginesta se quitó el sujetador por debajo del vestido, sin dejar ver nada, obviamente. O eso creía ella, ya que el vestido al tener una tela tan fina, empezó a transparentar un poco y a marcar. Nada exagerado, pero lo suficiente para saber dónde empezaba el pezón y dónde tenía el piercing.
Gabriel se dio cuenta al momento y ya se empezaba a notar que estaba un poco nervioso. Cruzaba las piernas, se inclinaba para adelante, cuando Ginesta se giraba para hablar conmigo le miraba las tetas con muchísimo descaro… Todo un rey del disimulo, vamos.
Como ninguno estábamos por la labor de cocinar nada, decidimos pedir unas pizzas. Gabriel se levantó a por la propaganda que teníamos pegada en la nevera y de paso calmarse un poco.
Sofía: Yo ya sé antes de que mires, jamón dulce, queso y champis.
Ginesta: Yo una hawaiana.
Sofía: Qué asco.
Ginesta: Tú das asco.
Gabri: Ah, pues ya llamo y pido que yo también sé qué quiero.
Gabri se fue a la cocina y llamó a la pizzería. Aprovechando que estábamos solas, Ginesta me asaltó y me habló por lo bajini.
Ginesta: Lo he hecho bien?
Sofía: Qué dices tú ahora?
Ginesta: A ver si piensas que no sé que este vestido me transparenta. Siempre me hablas de lo que te diviertes calentando a Gabri y forzando “descuidos” y quería probar…
Joder la tía, y parecía modosita cuando la compramos. Me quedé un poco helada y sorprendida de no ser yo la más salida en esa casa. En ningún momento había pensado en el hecho de poder acabar haciendo marranadas los 3. Con ella sí, para eso le dije de venir, pero tenía a Gabri totalmente fuera de la ecuación.
Sofía: Joder, ahora me he puesto yo más nerviosa que éste… Sí, sí, me la has colado hasta a mí, pero…
Ginesta: Pero…?
Sofía: Yo no solo caliento a Gabri… Ya lo sabes…
Ginesta: Ah, sí, no tengo ningún problema yo.
Pues nada, una noche que pintaba guay, pasó de golpe a pintar MUY GUAY.
Sofía: Solo que…
No pude acabar la frase porque Gabri volvió de la cocina. Quería explicarle que lo único que tenía con él eran sesiones de masturbación y de vez en cuando le hacía alguna mamada. A Ginesta no le expliqué que con Gabriel no tengo penetración porque no quiero que su primera vez sea así, porque ella no tiene por qué saber sobre la "virginidad" de nadie. Bueno, ya le pillaría por banda en otro momento.
Gabri trajo unas cervezas y, en vez de volver a ponerse en el sofá, trajo una silla y se sentó enfocando a nosotras con la excusa de que "así tenemos más espacio". Estaba claro que desde esa posición tenía un mejor plano del escote y de las transparencias de Ginesta. Tímido? Mucho. Listo? Demasiado.
Durante la espera de las pizzas seguimos de charla y de risas. Ginesta estaba desatada. Se inclinaba para adelante más de lo normal, juntaba los brazos de forma disimulada, se recolocaba el vestido más de la cuenta… Había creado un monstruo… Y no sabía si estaba disfrutando más Gabri, yo, o la propia Ginesta sabiendo que nuestros ojos estaban clavados en ella.
A la media hora sonó el telefonillo, ya estaba la cena y con mucha sutileza mandamos a Gabri a abrir la puerta.
Sofía: Gabri, si no abres tú te pienso hacer la vida imposible hasta que me vaya del piso.
Gabri: Más? Anda, ya voy.
Me hacía mucha gracia ver la confianza que Gabri tenía conmigo. Me vacilaba, me contestaba mal (de broma, claro), no se quedaba callado cuando le chinchaba… El contraste a verle tartamudear cuando hablaba con Ginesta era bastante divertido.
En cuánto Gabri se alejó lo suficiente, me dispuse a contarle a Ginesta una de las "condiciones" que tenía yo al tratar con él, ella era libre de hacer lo que quisiera, pero a la que me despisté se me tiró directa a la boca.
Con los chicos no soy besucona, he perdido la cuenta ya de los años que hace que no me beso con ninguno, ahora, con las chicas me encanta (llamadme rara). Perdonad que me repita con los adjetivos, pero Ginesta estaba DE-SA-TA-DA. Tal y como me plantó el beso llevo su mano a mi pierna y la subió hasta meterla por debajo de mi short. No le hizo falta llegar al coño cuando ya se me escapó un ligero gemido, cosa que le encantó y ya empezó con los susurros.
Ginesta: Sí que estás sensible…
Sofía: Uuhhh es que es la primera vez que te veo tan a saco…
Ginesta: Entonces si hago esto, ya…
Movió mi culotte a un lado y pasó un dedo justo por la mitad de mi ya empapada vagina. Suspiré con mucho cuidado de no delatar mucho mi estado, pero tal y como estaba de mojada, me era imposible disimular.
Moví un poco las piernas para facilitar el acceso y tímidamente empezó a introducirme un dedo mientras con el pulgar jugaba con mi clítoris. Se notaba que llevábamos todo el verano "jugando", ya me tenía cogido el truco.
Escuchamos cómo Gabri se despedía del pizzero y la puerta se cerraba y, automáticamente, volvimos a nuestras posiciones iniciales. La muy perra me había hecho olvidarme de lo que le iba a decir. Todo lo echada para adelante que soy con los chicos pero luego con las chicas me vuelvo súper tímida kawaii desu ne uwu.
Gabri: Pues aquí traigo la cena, son 12 por cabe… Qué te pasa Sofi? estás roja como un tomate.
Sofía: Que llevo toda la tarde bebiendo y hace como 52 grados a la sombra, qué quieres que me pase? Que me aso de calor.
Gabri: Luego yo voy defendiéndote por las esquinas diciendo que no eres borde, que sólo eres bruta.
Ginesta: Eso, que el pobre chaval te ha preguntado de buena fe!
Sofía: Qué osadía! Estáis haciendo un complot en mi contra. A mí me tenéis que querer así, de verdad que no lo hago a malas.
Ginesta: Claro que sí mujer, si te queremos mucho!
Ginesta me cogió de la cabeza, me espachurró y en uno de esos vaivenes acabé con una teta fuera. Cosa que a día de hoy no ha admitido, pero que hizo completamente a propósito.
Ginesta: Ay! Perdona! Que voy un poquito de lado yo también hahahahaha
Sofía: Llevamos un año viviendo juntos y ya sabes cómo voy por casa, este me tiene las tetas más vistas ya…
Gabri: Bueno, pero nunca está de más…
Nos echamos a reír y atacamos a las pizzas como si lleváramos una semana comiendo brócoli hervido (sé de lo que hablo). Una vez terminamos, Ginesta volvió a sacar el tema de las tetas.
Ginesta: Pues que sepas que ésta luego por el bungalow y por la playa, si no me animaba yo, iba todo el día tapada.
Gabri: Ah, sí? Bueno, no sé… Tampoco es que las vaya enseñando porque sí, no?
Ahí se demuestra lo que es un buen amigo. Él sabe de sobra que sí, pero se tiene que hacer el sueco delante de la gente. Es que es el mejor.
Sofía: Joder con mis tetas hahahaha Por qué no hablamos de las tuyas que son más grandes. O no, Gabri?
El pobre Gabri no sabía dónde meterse ya, y las dos nos lo estábamos pasando bastante bien a su costa, pobrete.
Gabri: Qué? Yo… yo qué sé… no sé… supongo.
Ginesta: Pero las suyas son más bonitas.
Sofía: Qué dices tú ahora! A ti te ha sentado mal la cena o algo. Bueno, vamos a parar de hablar de nuestras tetas que Gabri está que puede darle luz a todo el bloque solo con su cara. Sosiega hombre, sosiega!
Gabri: Pe… pero si yo no he dicho nada…
Seguimos un buen rato entre risas y en un momento que Gabri se fue al baño, Ginesta aprovechó para preguntarme cosas.
Ginesta: Tía, hasta aquí muy bien, pero ahora no sé cómo hacer que se me vea más "sin querer"...
Sofía: Hahahahaha cómo te vas desinflando, eh? Mira cómo acudes a la sabia.
Ginesta: Va, dame algún consejo o algo…
Sofía: No te lo voy a dar todo hecho, chica… Tienes un vestido, no? Una pieza de ropa única… un trozo de tela… No te voy a dar más pistas.
Ginesta: Mírala cómo se hace la interesante…
Gabri volvió del baño y la que fue en siguiente lugar fue ella. Es lo que tiene la birra, te bebes una y meas siete.
Gabri: Joder cómo me tiene tu amiga…
Sofía: Te has ido a pajear al baño o qué hahahahah
Gabri: Qué dices, qué va. Pero ganas no me faltan.
Se echó para atrás y me enseñó el bultito de su pantalón.
Gabri: Llevo así desde que has dicho lo de sus tetas… Es que me pone a mil…
Sofía: Hahahah no te culpo.
Ginesta salió del baño, fue a por más cerveza a la cocina y volvió. Cuando me dio la lata me dejó algo entre la pierna y el sofá, como la que pasa droga. Había salido del baño roja y tiesa como la polla de Gabri en ese momento, no entendía qué pasaba.
Durante un momento que la conversación no iba conmigo, eché un vistazo de forma disimulada al misterioso regalo que me había dejado Ginesta bajo la pierna… La que pasó a estar roja fui yo. Me invadió una mezcla entre calentón y orgullo, me había dejado su culotte. Iba sin NADA debajo de ese vestido. Hasta yo llevaba el culotte y estaba en mi casa. Esto se iba animando.
Con mucho disimulo me guardé su culotte en el bolsillo de mi short y me introduje en su conversación de la mejor manera que se puede hacer.
Sofía: Qué solo estaba Iverson en esa final.
Gabri: Qué dices tú ahora?
Sofía: Eh?
Ginesta: De tus tetas no, pero de fútbol bien que quieres hablar.
Sofía: Tienes suerte de ser tan adorable, si no, te mataría por ese comentario.
En ese momento fui yo la que tiró de malicia. Cogí a Ginesta por la cabeza, la tiré hacia mí y le empecé a dar sonoros besos de abuela en la mejilla.
Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, al tirarla hacia mí, quedó un poco de lado en el sofá. Lo justo para darle una pequeña visión a Gabri, que por sus ojos pude intuir que le tuvo que ver hasta el apellido, ni que fuera un segundo, ya que Ginesta rápidamente llevó su mano a la falda de su vestido y se tapó como pudo.
Ginesta: Tú! Que se me ve todo!
Sofía: Ya ves tú! Que te va a ver las bragas, es como estar en la playa! De qué color son Gabri? hahahhaha
Gabri: Eh? Ah… eh… Rojas.
Es que me lo como, es tan buena gente. Amigos así no se encuentran en todos sitios.
Como todavía era pronto, y tampoco teníamos que madrugar, decidimos ponernos una peli. Cuál? Ni siquiera lo recuerdo, la verdad (culpa de Ginesta). Apagamos la luz, Gabri puso la silla en un lado del sofá y le dimos al play.
Para la media hora de película, Ginesta cogió un cojín, se tumbó y me puso las piernas encima. Era mediados de septiembre y todavía hacía un calor del copón, pero chicos… Prioridades. Al poco rato se puso de lado y comenzó lo divertido…
Se había colocado lo suficientemente cerca como para que yo pudiera apoyar un brazo en su cadera, y justo al momento de hacerlo, con disimulo, se levantó un poquito el vestido, dejándome un bonito primer plano tanto de su culo como de su coño. Gabri, por como estaba puesto y con la ventaja de solo tener la luz de la tele como fuente, no podía ni ver ni intuir nada, así que, como es de esperar, aproveché la situación.
Empecé poco a poco y de forma suave a pasar mi mano por sus labios. Estaba mojada, no como una fuente, pero sí se notaba que tenía muchas ganas de juerga. Seguí a lo mío y empecé a ignorar totalmente la peli. A ratos le metía con suavidad un par de dedos, a ratos jugaba con su clítoris, a ratos simplemente le acariciaba por fuera… Nada excesivo y nada que pudiera delatarnos… Pero todo tiene un límite.
Empecé a pensar para mí que al final, si Gabri se daba cuenta de algo, tampoco importaba, total, en el momento que vi a Ginesta tan “on fire” ya tenía en mente incluirlo de alguna manera y ella me había dejado caer que no le supondría ningún problema.
Empecé a hacer movimientos más bruscos, más rápidos, buscando de alguna forma un pequeño desliz que nos delatara. Y no tardó mucho en venir el primer amago…
Un ligero “Ah…” de Ginesta durante una escena de absoluto silencio le hizo girar la cabeza a Gabri.
Gabri: Que estás cansada?
Pobrete mío, es tan tierno a veces que da hasta risa.
Ginesta: Eh? no, no, solo he suspir… suspirado…
Seguimos a lo nuestro y Gabri, o bien no se quiso dar cuenta por vergüenza, o el pobre no las caza. A los pocos minutos de seguir así, era imposible que Gabri no notara que estaba pasando algo, porque hasta se movía el sofá, pero ni por esas.
La peli terminó y yo me dediqué todo el rato a dejar a Ginesta al borde del orgasmo, ya que era más divertido y me parecía injusto tener que estar yo sin recibir nada (soy mala gente, pero tampoco os pilla de nuevo).
Gabri: Pues yo me voy a ir a la cama, tampoco hay que madrugar, pero estoy un poco cansado.
Gabri se fue para el baño para prepararse para irse a dormir, y esta vez fui yo la que asaltó a Ginesta.
Ginesta: Bua, mamona, cómo me tie…
Sofía: Shht calla, tú quieres que haya fiesta con Gabri hoy?
Ginesta: Eh? Sí… pero se va a la ca…
Sofía: Sí o no, nada de peros.
Ginesta: Sí, sí.
Sofía: Vale, pues ven conmigo.
Tenía confianza con Gabri. Mucha. La suficiente como para hacer eso totalmente convencida de que no iba a haber problema por su parte (ni por parte de cualquier ser humano, creo yo xD), así que cogí a Ginesta de la mano y entramos derechitas en su habitación.
Sofía: Va, quítate la ropa.
Ginesta: Hahaha, qué?!
Sofía: Hazme caso.
Ginesta: Estás chalada hahahah me encanta.
Las dos nos quitamos la ropa entre risas y nos sentamos en su cama. Parecía el set de una peli porno, la verdad xD
Ginesta: Y ahora esperamos así sentadas o…?
No le dejé terminar la frase cuando fui yo la que se lanzó directa a su boca. Ginesta me quiso tumbar, yo con lenguaje no verbal le dije que no, mi intención era que nos viera de la forma más directa posible.
A los pocos minutos escuchamos la cisterna, la puerta del baño y unos pasos que se acercaban. La puerta se abrió.
Gabri: Ni buenas noches me han di… woah
Se quedó pasmado, con los ojos totalmente abiertos y con pinta de querer decir muchas cosas pero no tener la capacidad de articular una sola palabra. Después de mucho esfuerzo, consiguió recordar que pasando aire a través de sus cuerdas vocales podía provocar una vibración que crearía un sonido que nosotras seríamos capaces de comprender.
Gabri: Me… me voy?
Me reí. No lo pude evitar. Este señor se merece el cielo y todo lo bueno que le puede pasar. Me levanté del lado de Ginesta, le cogí de la mano, le tumbé en la cama y Ginesta y yo seguimos con lo que estábamos haciendo, pero con él en medio.
Como la confianza la tenía conmigo, Gabri empezó a sobarme las tetas despacio mientras, ojiplático, observaba como Ginesta y yo nos comíamos la boca.
Poco a poco se las iba llevando a la boca, llevaba su mano a mi coño, se tocaba por encima del pantalón… Pero a Ginesta ni la rozaba, el pobre estaba súper cortado, pero por suerte ella es bastante echada para adelante.
Paró de besarme a mí y empezó a hacerlo con el bueno de Gabri (mira que estuvimos tiempo haciendo marranadas ambos, pero nunca nos llegamos a besar). Lo hacía de forma suave, despacito, como ella sabe hacer para calentar de forma inmediata…
Yo, aprovechando el panorama, me fui de rodillas al suelo, entre las piernas de Gabri, y le bajé el pantalón, dejando al descubierto su polla completamente empalmada y empapada. Sin pensarlo mucho se la empecé a chupar despacio, ya que conocía bien sus “ritmos” y si queríamos pasar un buen rato no convenía emocionarse demasiado.
Ginesta, que no conocía sus problemillas a la hora de retener la eyaculación, estiró un brazo y lo colocó en mi cabeza para que fuera más deprisa, cosa que, como iba más caliente que el queso de un sanjacobo, hice sin pensar mucho en las consecuencias.
Gabri, a todo esto, por fin había empezado a sacar un poco de garra y se recreaba comiéndole las tetas a Ginesta mientras la masturbaba.
Aquí vino el primer fallo de no haber advertido a Ginesta.
Ginesta: No puedo más… tienes condones?
Gabri: En se… en serio? S… sí, en mi mesita, yo los cojo…
La que se quedó parada ahí fui yo. No sabía si quería estar presente o contribuir… Pero, por otra parte, después de un año a pajas y mamadas… El chico se había ganado meterla en caliente. No sería conmigo, así que yo no faltaba a mis principios, y encima sería con Ginesta, que no se me ocurre un mejor estreno que ese.
Gabri cogió una caja de su mesita, sacó un condón y se me quedó mirando, como buscando mi aprobación.
Sofía: A mí no me mires, te lo ha pedido ella…
Gabri: Y…ya, pero…
Ginesta cogió el condón y bajó al suelo conmigo.
Sin dejar de hacer contacto visual con él, cogió su polla y empezó a darle unos tímidos lametazos por la punta mientras abría el condón. Yo, aprovechando un poco la situación, buscaba la boca de Ginesta con la mía, dejando la polla de Gabri entre medio de las dos.
Cuando ya la tuvo dura como una piedra, Ginesta le puso el condón y se incorporó.
Sofía: Espera, espera…
Gabri: No, no… deja que…
Sofía: Calla tú, que no sabes ni qué voy a decir… Hacedlo tumbados en la cama…
Ginesta: Y tú?
Sofía: Yo desde la silla os voy a ver muy bien…
Ginesta: Hahahah tía, qué corte…
Ginesta tumbó a Gabri y se puso encima de él. Yo me senté en su silla de escritorio, puse los pies en la cama, y me dispuse a masturbarme con el show en directo que iba a tener…
Gabri llevó sus manos a las tetas de Ginesta, y ella pasó la mano entre las piernas, cogió su polla y poco a poco se la introdujo. No era una polla grande, unos 10/11cm, pero sí la tenía un poco gordita.
Una vez dentro, Ginesta apoyó una mano en la pared, la otra en el pecho de Gabri, y empezó a cabalgar lentamente sobre él. No tardaron en llegar los primeros gemidos por parte de ambos, acompañados de un pequeño acelerón en el ritmo que tenía a Gabri haciendo esfuerzos sobrehumanos para no correrse. Bastante estaba aguantando.
La que también estaba aguantando como una campeona era yo, que no fue hasta que esos dos empezaron a follar que pude empezar a tener mi dosis masturbatoria que llevaba deseando desde el momento en el que Ginesta dijo que sí que venía a dormir. Y vaya si me lo estaba gozando, ya que ver a Ginesta es un espectáculo. Ha bailado toda su vida, y se mueve y contonea de una forma espectacular. Tiene las tetas grandes y bien puestas, cosa que hacía que el bamboleo fuera hipnótico, pero sin ser exagerado. Y sus caras… Ay, qué caras! Era (y es) insultantemente guapa, y cuando te miraba con esos ojos verdes… Poco más necesitaba yo, y ella lo sabía perfectamente.
Empezó a gemir más y más fuerte, mientras su mirada se clavó directamente en mis ojos. Se mordía el labio y se incorporaba a la vez que ella misma se sobaba las tetas o apretaba las manos de Gabri (que estaba aguantando como un campeón) contra su culo. Yo no podía más, pero no tenía por qué contenerme.
Sofía: Jo…der Ginesta… Voy a… ya voy a… ya… Ya!!... Fua… Dios…
Tuve un orgasmo tan intenso, que hasta aproveché la mano que tenía libre para apretar uno de mis pezones y poder gritar en condiciones.
Gabri: Y… yo voy a rev… a reventar…
Ginesta: No… no… aguanta un… un poco…
Yo conocía muy bien las caras y gestos de ambos. A Ginesta, le faltaba un poquito, pero Gabri iba a explotar en cualquier momento y bajo ninguna circunstancia iba a dejar que se corriera en el condón. Me hacía gracia pensar en la reacción que podía llegar a tener Ginesta ante la ingente cantidad de esperma que era capaz de soltar Gabri. Recuperé el aliento y le hice un gesto a Ginesta para que parara. Nos tumbamos con él, una a cada lado, y se quitó el condón. Se le podía tomar el pulso a través de su polla, la tenía palpitando y empapada.
Sofía: Bueno qué… Cómo vais?
Gabri: Yo estoy que como me rocéis, exploto…
Ginesta: Yo estoy muy cerca también…
Sofía: Pues joder, para qué esperar más…
Cogí a Ginesta y me puse en el suelo de rodillas con ella. Una vez en el suelo, tomé la mano de Gabri para que se levantara. El plan estaba claro, no? Gabri se puso de pie, con su polla apuntando a nosotras, y empezó a masturbarse despacio. Yo me cogí las tetas, juntándolas y apretándolas y, cuando eché la vista a un lado y vi a Ginesta haciendo lo mismo, pero además masturbándose, me iluminé… Me invadió un cosquilleo por las piernas y me levanté.
Ginesta: Dónde vas?
Sofía: Shhh vosotros seguid a lo vuestro.
Me puse detrás de Gabri, le rodeé con un brazo, y fui yo la que le masturbó a él. Tenía un primer plano de Ginesta de rodillas, esperando una corrida, sobándose y masturbándose… Estaba en el puto paraíso.
Gabri: Joder… No me… no me lo acabo de… creer…
Masturbaba despacio a Gabriel, quería disfrutar del momento y también quería esperar a que Ginesta estuviera cerca de correrse para acelerar el ritmo. Y ni dos minutos pasaron cuando ya se empezó a notar un cambio en la respiración de Ginesta… Respiraba cada vez más deprisa, le empezaron a temblar un poco las piernas y me miraba medio sonriente como diciéndome “ya”...
Esa mirada creo que nos mató a ambos, a Gabri y a mí. Aceleré el ritmo de la paja que le estaba haciendo, pero no fue hasta que escuchó a Ginesta que llegó a su límite.
Ginesta: Me voy a correr… me voy… a correr… córrete… córrete… córreteAH!!
No había acabado de decir el primer “córrete” cuando un primer chorro salió disparado desde la polla de Gabri directamente a la pared de la habitación, manchando la cara y el pelo de Ginesta en el trayecto. Gabriel, como ya sabéis por aquí, se corre mucho y a mucha potencia, pero lo de ese día fue exagerado. Imagino que también, al ser yo la que estaba “al timón”, los chorros eran mucho más descontrolados… Y vaya si fue así… Mi intención era regarle las tetas, pero entre lo que se movió ella y lo que movía yo la polla de Gabri… Unos primeros chorros sí que fueron a parar directamente a sus tetas, suficientes como para dejárselas bien empapadas, y otros muchos fueron a parar a su cara mientras iba escupiendo los que le entraban en la boca como si fuera agua de ducha.
Cuando los lefazos iban perdiendo la potencia, iban cayendo por el suelo, sobre sus piernas… Y ya fue cuando Gabri me dio unos golpecitos a modo de “para ya, que estoy vacío”.
Gabri se sentó en la cama, y tenía la mirada perdida, como si no acabara de creerse lo que acababa de pasar ahí. Realmente no estuvimos mucho rato, creo que 10 minutos máximo, pero los 3 lo pasamos genial (sobre todo uno que yo me sé).
Ginesta: Dios, per… pero cuánto llevabas sin correrte?!
Sofía: Hahahahahaha claro, nunca te he mencionado el superpoder que tiene…
Ginesta: SIEMPRE TE CORRES TANTO!?
Gabri: S… sí… no sé… para mí es lo normal…
Ginesta: Ahora entiendo porque Sofi y tú os lleváis tan bien.
Sofía: Oye! hahahahah
Ginesta se fue a dar una ducha, como era obvio, y yo me puse una camiseta y me puse a charlar con Gabri.
Sofía: Qué? Pues ya has follado, no? Te lo imaginabas así?
Gabri: Ni de puta broma… vaya locura…
Sofía: La verdad es que ha estado genial.
Gabri: Cómo lo he hecho?
Sofía: Hahahahaha yo qué sé, pregúntale a ella! Pero yo la he visto bastante contenta, la verdad.
Gabri: Significa eso que ahora tú y yo podremos…
Sofía: No lo estropees, anda, tú ahora piensa en lo que acaba de pasar.
Le di las buenas noches y me fui a mi habitación a esperar a Ginesta, que no tardó mucho en llegar. Vino con una toalla atada, y su vestido y sujetador en la mano (recordemos que su culotte lo tenía yo).
Ginesta: Déjame algo para dormir, anda.
Sofía: Para qué? Si así estás muy bien uuuuuuuh sexy! hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha calla anda y dame una camiseta o algo.
Le di una camiseta mía que me iba por las rodillas, así que a ella le iría un poquito más arriba (que me llama hobbit pero ella tampoco llega al 1,60). Nos tumbamos en la cama y nos pusimos a charlar.
Ginesta: Joder, contigo una no se aburre.
Sofía: Pero serás guarra! Si has sido tú la que lo ha empezado todo!
Ginesta: Calla! hahahahaha Ya, no sé, veo que te lo pasas tan bien que he querido probar…
Sofía: Pues hay una cosa que no me has dejado contarte!
Ginesta: A ver…
Sofía: Nada, que yo con Gabri sí que es verdad que juego mucho, pero solo eso… juego… No hemos llegado a tener nunca penetración.
Ginesta: Anda, y eso? Sé que no te gusta mucho, pero tanto tiempo…
Sofía: A ver… no te enfades… Pero es que Gabri hasta hace una hora, era “virgen”, así entre muchas comillas.
Ginesta: Eh? A ver, explícate, anda.
Sofía: A mí, como no me gusta o no me llama que haya penetración, no me gusta hacerlo con gente que no lo ha hecho antes… Pero no por mí, por ellos, no quiero que su primera experiencia así sea con alguien a quien ni le va ni le viene…
Ginesta: Joder, qué bonito, tía hahahahahha
Sofía: Qué asquerosa, yo aquí preocupada de si te ibas a enfadar o no y tú burlándote de mí.
Ginesta: Que no coño! Que es la verdad! Entiendo lo que quieres decir y realmente tiene sentido.
Sofía: A ti te da igual?
Ginesta: A mí me da absolutamente igual hahahaha Piensa que yo sí lo disfruto, entonces es diferente. O por lo menos yo lo veo así.
Sofía: Bueno, me quedo más contenta… Aunque no tanto como el que está durmiendo al lado hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha Ha estado muy divertido, la verdad, me lo he pasado muy bien.
Sofía: Uy, pues mañana díselo que le va a hacer mucha ilusión!
Ginesta: Bueno, y a todo esto, nos vamos a ir a dormir ya, o…?
Ginesta se giró y se quedó nariz con nariz conmigo, me agarró de la cintura y acercó mucho sus labios a los míos…
Ginesta: Sí, mejor a dormir ya, buenas noches.
Me dio un pequeño mordisco en el moflete y se giró para echarse a dormir.
Sofía: Eres el peor ser humano que he conocido en mi vida… Buenas noches, anda!
Ginesta cayó redonda al minuto la muy asquerosa. A mí me costó un poco más, pero también dormí del tirón por suerte.
Al día siguiente, desayunamos entre risas y chistes sobre la noche anterior y nos fuimos los 3 para clase en mi coche. Una clase de presentación normal, sin ningún tipo de novedad. Los mismos alumnos, los mismos profesores, casi el mismo material…
Una vez acabamos, Gabri y yo nos íbamos para mi coche y Ginesta se fue para su casa, cuando escuché a Marcos llamándome de fondo.
Marcos: Sofía!! Epa! Espera un segundo!
Sofía: Anda, qué tal Marcos? Mira, este es mi compañero de piso Gabriel.
Gabriel: Hey, encantado.
Marcos: Mucho gusto! Oye, te importa que te la robe un momento? No serán ni 5 minutos.
Le di las llaves de mi coche a Gabriel y yo me quedé charlando con Marcos.
Marcos: No me tienes que dar una respuesta ahora, pero yo te lo planteo.
Sofía: A ver…
Marcos: Hahahahah que no, mujer, que no es lo que te piensas. Verás, tengo unos colegas con los que hemos hecho un grupo de música… De momento solo hacemos versiones, pero ya estamos trabajando en componer y demás… La cosa es que queremos que la cantante sea una chica, y bueno, que en el camping te escuché cantar… Y no lo haces nada mal. Te apuntas?
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Y lo vamos a dejar aquí que si no me sale El Silmarillion y lo tengo que mandar en 76 mensajes porque en uno no me deja hahahahaha
Pues hasta aquí mi “retorno”! Espero que os haya gustado, ya sé que no es el camping, pero no todos los días son fiesta!
Espero vuestras reacciones, comentarios…
Un abrazo a todos!!
Muy buenas!
Pues no sé cuánto tiempo habrá pasado desde la última vez que subí algo nuevo… Cuánto hace que cerró el otro foro? Pues ese tiempo más o menos… Y sí, se me cae la cara de vergüenza, creedme que sí.
Peeeeeeeero aquí estamos de vuelta (tampoco me he ido nunca xD) y por fin, os traigo, la continuación!
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Después de esas minivacaciones de absoluta locura, en las que si hubieran venido 3 personas más también hubieran acabado rebozadas en fluidos, tuve un verano bastante “tranquilo” en comparación. Volvimos a casa al día siguiente, dejé a cada uno en sus respectivos hogares menos a Ginesta, que se quedó en casa conmigo el resto de la semana ya que, al final, decidí pasar mis vacaciones de verano allí y solo fui a ver a mi familia algún fin de semana suelto.
No voy a indagar mucho en las historias que pasaron ese verano (a no ser que me las pidáis, claro está), pero un resumen rápido sería que, esa semana que Ginesta estuvo en casa, lo pasamos bastante bien tanto sexualmente, aprovechando que teníamos la casa sola, como en otros ámbitos, y durante el verano repetimos algunas veces con Marcos, ya que conseguimos crear un ambiente con muy buen rollo.
Una vez llegado septiembre (dato curioso, hace poco me enteré de que “setiembre” está admitido y yo llevo toda la vida burlándome del que lo escribe así) las cosas volvieron a la normalidad. Gabriel y Joan ya estaban por casa, yo había vuelto a entrar al mismo súper a currar a media jornada y no quedaba nada para volver a las clases del ciclo.
Realmente tenía muchas ganas de empezar, sobre todo por ver cómo se iban a dar las cosas entre los 4 que fuimos al camping (Excepto Marcos, que iba a otro ciclo, el resto éramos de la misma clase). Quitando todo el tema sexual, nos hicimos bastante amigos, y durante todo el curso estuvimos juntándonos tanto durante las pausas entre clases, como fuera de éstas (cuando se podía, obviamente).
No sé si habéis estudiado algún ciclo formativo, pero siempre hay un primer día de clase en el que no vas más de tres horas y lo que hacen es presentar el curso, hablar de los materiales que se van a necesitar y comentar sobre qué van a ir las clases que se van a dar, así que viendo que iba a ser un día tranquilo hablé con Ginesta para que el día de antes viniera a casa a dormir, ya que esa noche no iba a estar Joan (ni de puta broma la hubiera llevado a casa estando Joan en ella xD), para así poder ir las dos juntas a clase al día siguiente. Aceptó encantada (obvio).
Como uno de mis principales pasatiempos en esa época era poner nervioso a Gabri, no le comenté nada de que Ginesta iba a venir hasta que no faltaron unos minutos para que llegara. Estábamos ambos en el comedor, él jugando a la consola en pantalón corto y yo mirando chorradas en el portátil, con una camiseta negra de Metallica con las mangas cortadas, un short corto (nada del otro mundo) y tomándome una cerveza bien fresquita.
Sofía: Por cierto, se va a quedar Ginesta a dormir y así nos vamos todos juntos para clase mañana.
Gabri se puso tieso como un palo y balbuceó un poco. Ya estaba acostumbrado a mí, a mi manera de ser y bueno… a lefarme de arriba abajo, pero no estaba acostumbrado a tratar con otras chicas.
Gabri: Jo… joder, y me lo dices ahora!?
Sofía: Joder, no sabía que tenía que pasarte un planning de mi semana, ni que fueras mi casero… Bueno, un poco sí lo eres hahahaha
Gabri: No, joder, si a mí me da igual que venga gente, pero Ginesta… uffff, es que… da igual.
Sofía: Que está muy buena, no?
Gabri: Es que el rollo hippie que me lleva…
Sofía: Uuuuh, si hubieras venido al camping… Todo el día en bikini por el Bungalow y en la playa hacía hasta topless!
Gabriel se quedó blanco. Obviamente no le había contado nada de lo ocurrido esos días, no voy a ir vendiendo a la gente el mensaje de la “confianza y confidencialidad” para luego no aplicarlo yo (hay excepciones, vale? XD).
Gabri: Joder, pues vaya imagen que me estás dando… no voy a poder mirarle a la cara sin ponerme rojo!
Sofía: Bueno, pues ves practicando tu cara de “no te estoy imaginando en topless” porque me acaba de escribir que está abajo. Ve a abrirle, anda, que me estoy meando.
Gabri: Serás hija de…
No escuché cómo acabó la frase, ya que me metí corriendo en el baño, pero imagino que diría algo bonito.
Cuando escuché la puerta, pegué la oreja a la puerta del baño como buena maruja que soy (trabajar en un súper te convalida primero de marujismo) a ver si podía rascar algo. Gabriel es muy divertido cuando se pone nervioso, tartamudea, confunde las palabras y se le olvida cómo se formula una frase. Bueno, pues el campeón hizo un pleno.
Gabri: Está en el… sale ahora… del desto. Hola… y eso. Pasa, pasa. Hola… está en el baño.
En ese momento me arrepentía de estar en el baño porque hubiera pagado una fortuna por ver la cara de Ginesta ante tal capacidad oratoria. Un adelantado a su tiempo, señores.
Salí del baño y allí estaban los dos: Gabriel rojo como un tomate, marcando musculito (estuvo todo el verano currando y yendo al gimnasio) y Ginesta sin saber muy bien dónde meterse. Iba guapísima, como siempre. Llevaba un vestido blanco de verano, unas sandalias marrones y se podía intuir un sujetador blanco también. Entre el vestido, las sandalias, y el moño-coleta que llevaba, parecía sacada de una historia griega la tía. No me dio tiempo ni a saludar cuando ya tenía a Ginesta dedicándome unas bonitas palabras.
Ginesta: Joder, meas más que mi abuelo y eso que él tiene la próstata mal. Qué joven te vas a morir.
Sofía: Bueno, mejor morirme joven que ser una sucia hippie abraza-árboles.
Gabri: Ya… ya ha salido.
Sofía: Es mi narrador personal, si quieres lo puedo apagar, pero es bastante gracioso.
Gabri: Qué asco me das.
Sofía: Conmigo no tartamudeas o qué?
Nos echamos todos a reír. Es curioso como cuánto más cariño y confianza tienes con alguien, más os podéis faltar al respeto y sentirte que estás en tu sitio y con los tuyos.
Nos sentamos los 3 en el sofá del comedor, nos abrimos unas cervezas y estuvimos un rato hablando, viendo vídeos chorras en youtube, poniendo música… Todo muy normal y muy tranquilo.
Pasado un rato ya nos íbamos poniendo todos cada vez más cómodos. Gabri echado para atrás en una esquina, Ginesta en el medio sentada como un indio y yo en la otra con los pies encima de la mesa.
Ginesta: A mí me vais a disculpar, pero ya que voy a dormir aquí…
Ginesta se quitó el sujetador por debajo del vestido, sin dejar ver nada, obviamente. O eso creía ella, ya que el vestido al tener una tela tan fina, empezó a transparentar un poco y a marcar. Nada exagerado, pero lo suficiente para saber dónde empezaba el pezón y dónde tenía el piercing.
Gabriel se dio cuenta al momento y ya se empezaba a notar que estaba un poco nervioso. Cruzaba las piernas, se inclinaba para adelante, cuando Ginesta se giraba para hablar conmigo le miraba las tetas con muchísimo descaro… Todo un rey del disimulo, vamos.
Como ninguno estábamos por la labor de cocinar nada, decidimos pedir unas pizzas. Gabriel se levantó a por la propaganda que teníamos pegada en la nevera y de paso calmarse un poco.
Sofía: Yo ya sé antes de que mires, jamón dulce, queso y champis.
Ginesta: Yo una hawaiana.
Sofía: Qué asco.
Ginesta: Tú das asco.
Gabri: Ah, pues ya llamo y pido que yo también sé qué quiero.
Gabri se fue a la cocina y llamó a la pizzería. Aprovechando que estábamos solas, Ginesta me asaltó y me habló por lo bajini.
Ginesta: Lo he hecho bien?
Sofía: Qué dices tú ahora?
Ginesta: A ver si piensas que no sé que este vestido me transparenta. Siempre me hablas de lo que te diviertes calentando a Gabri y forzando “descuidos” y quería probar…
Joder la tía, y parecía modosita cuando la compramos. Me quedé un poco helada y sorprendida de no ser yo la más salida en esa casa. En ningún momento había pensado en el hecho de poder acabar haciendo marranadas los 3. Con ella sí, para eso le dije de venir, pero tenía a Gabri totalmente fuera de la ecuación.
Sofía: Joder, ahora me he puesto yo más nerviosa que éste… Sí, sí, me la has colado hasta a mí, pero…
Ginesta: Pero…?
Sofía: Yo no solo caliento a Gabri… Ya lo sabes…
Ginesta: Ah, sí, no tengo ningún problema yo.
Pues nada, una noche que pintaba guay, pasó de golpe a pintar MUY GUAY.
Sofía: Solo que…
No pude acabar la frase porque Gabri volvió de la cocina. Quería explicarle que lo único que tenía con él eran sesiones de masturbación y de vez en cuando le hacía alguna mamada. A Ginesta no le expliqué que con Gabriel no tengo penetración porque no quiero que su primera vez sea así, porque ella no tiene por qué saber sobre la "virginidad" de nadie. Bueno, ya le pillaría por banda en otro momento.
Gabri trajo unas cervezas y, en vez de volver a ponerse en el sofá, trajo una silla y se sentó enfocando a nosotras con la excusa de que "así tenemos más espacio". Estaba claro que desde esa posición tenía un mejor plano del escote y de las transparencias de Ginesta. Tímido? Mucho. Listo? Demasiado.
Durante la espera de las pizzas seguimos de charla y de risas. Ginesta estaba desatada. Se inclinaba para adelante más de lo normal, juntaba los brazos de forma disimulada, se recolocaba el vestido más de la cuenta… Había creado un monstruo… Y no sabía si estaba disfrutando más Gabri, yo, o la propia Ginesta sabiendo que nuestros ojos estaban clavados en ella.
A la media hora sonó el telefonillo, ya estaba la cena y con mucha sutileza mandamos a Gabri a abrir la puerta.
Sofía: Gabri, si no abres tú te pienso hacer la vida imposible hasta que me vaya del piso.
Gabri: Más? Anda, ya voy.
Me hacía mucha gracia ver la confianza que Gabri tenía conmigo. Me vacilaba, me contestaba mal (de broma, claro), no se quedaba callado cuando le chinchaba… El contraste a verle tartamudear cuando hablaba con Ginesta era bastante divertido.
En cuánto Gabri se alejó lo suficiente, me dispuse a contarle a Ginesta una de las "condiciones" que tenía yo al tratar con él, ella era libre de hacer lo que quisiera, pero a la que me despisté se me tiró directa a la boca.
Con los chicos no soy besucona, he perdido la cuenta ya de los años que hace que no me beso con ninguno, ahora, con las chicas me encanta (llamadme rara). Perdonad que me repita con los adjetivos, pero Ginesta estaba DE-SA-TA-DA. Tal y como me plantó el beso llevo su mano a mi pierna y la subió hasta meterla por debajo de mi short. No le hizo falta llegar al coño cuando ya se me escapó un ligero gemido, cosa que le encantó y ya empezó con los susurros.
Ginesta: Sí que estás sensible…
Sofía: Uuhhh es que es la primera vez que te veo tan a saco…
Ginesta: Entonces si hago esto, ya…
Movió mi culotte a un lado y pasó un dedo justo por la mitad de mi ya empapada vagina. Suspiré con mucho cuidado de no delatar mucho mi estado, pero tal y como estaba de mojada, me era imposible disimular.
Moví un poco las piernas para facilitar el acceso y tímidamente empezó a introducirme un dedo mientras con el pulgar jugaba con mi clítoris. Se notaba que llevábamos todo el verano "jugando", ya me tenía cogido el truco.
Escuchamos cómo Gabri se despedía del pizzero y la puerta se cerraba y, automáticamente, volvimos a nuestras posiciones iniciales. La muy perra me había hecho olvidarme de lo que le iba a decir. Todo lo echada para adelante que soy con los chicos pero luego con las chicas me vuelvo súper tímida kawaii desu ne uwu.
Gabri: Pues aquí traigo la cena, son 12 por cabe… Qué te pasa Sofi? estás roja como un tomate.
Sofía: Que llevo toda la tarde bebiendo y hace como 52 grados a la sombra, qué quieres que me pase? Que me aso de calor.
Gabri: Luego yo voy defendiéndote por las esquinas diciendo que no eres borde, que sólo eres bruta.
Ginesta: Eso, que el pobre chaval te ha preguntado de buena fe!
Sofía: Qué osadía! Estáis haciendo un complot en mi contra. A mí me tenéis que querer así, de verdad que no lo hago a malas.
Ginesta: Claro que sí mujer, si te queremos mucho!
Ginesta me cogió de la cabeza, me espachurró y en uno de esos vaivenes acabé con una teta fuera. Cosa que a día de hoy no ha admitido, pero que hizo completamente a propósito.
Ginesta: Ay! Perdona! Que voy un poquito de lado yo también hahahahaha
Sofía: Llevamos un año viviendo juntos y ya sabes cómo voy por casa, este me tiene las tetas más vistas ya…
Gabri: Bueno, pero nunca está de más…
Nos echamos a reír y atacamos a las pizzas como si lleváramos una semana comiendo brócoli hervido (sé de lo que hablo). Una vez terminamos, Ginesta volvió a sacar el tema de las tetas.
Ginesta: Pues que sepas que ésta luego por el bungalow y por la playa, si no me animaba yo, iba todo el día tapada.
Gabri: Ah, sí? Bueno, no sé… Tampoco es que las vaya enseñando porque sí, no?
Ahí se demuestra lo que es un buen amigo. Él sabe de sobra que sí, pero se tiene que hacer el sueco delante de la gente. Es que es el mejor.
Sofía: Joder con mis tetas hahahaha Por qué no hablamos de las tuyas que son más grandes. O no, Gabri?
El pobre Gabri no sabía dónde meterse ya, y las dos nos lo estábamos pasando bastante bien a su costa, pobrete.
Gabri: Qué? Yo… yo qué sé… no sé… supongo.
Ginesta: Pero las suyas son más bonitas.
Sofía: Qué dices tú ahora! A ti te ha sentado mal la cena o algo. Bueno, vamos a parar de hablar de nuestras tetas que Gabri está que puede darle luz a todo el bloque solo con su cara. Sosiega hombre, sosiega!
Gabri: Pe… pero si yo no he dicho nada…
Seguimos un buen rato entre risas y en un momento que Gabri se fue al baño, Ginesta aprovechó para preguntarme cosas.
Ginesta: Tía, hasta aquí muy bien, pero ahora no sé cómo hacer que se me vea más "sin querer"...
Sofía: Hahahahaha cómo te vas desinflando, eh? Mira cómo acudes a la sabia.
Ginesta: Va, dame algún consejo o algo…
Sofía: No te lo voy a dar todo hecho, chica… Tienes un vestido, no? Una pieza de ropa única… un trozo de tela… No te voy a dar más pistas.
Ginesta: Mírala cómo se hace la interesante…
Gabri volvió del baño y la que fue en siguiente lugar fue ella. Es lo que tiene la birra, te bebes una y meas siete.
Gabri: Joder cómo me tiene tu amiga…
Sofía: Te has ido a pajear al baño o qué hahahahah
Gabri: Qué dices, qué va. Pero ganas no me faltan.
Se echó para atrás y me enseñó el bultito de su pantalón.
Gabri: Llevo así desde que has dicho lo de sus tetas… Es que me pone a mil…
Sofía: Hahahah no te culpo.
Ginesta salió del baño, fue a por más cerveza a la cocina y volvió. Cuando me dio la lata me dejó algo entre la pierna y el sofá, como la que pasa droga. Había salido del baño roja y tiesa como la polla de Gabri en ese momento, no entendía qué pasaba.
Durante un momento que la conversación no iba conmigo, eché un vistazo de forma disimulada al misterioso regalo que me había dejado Ginesta bajo la pierna… La que pasó a estar roja fui yo. Me invadió una mezcla entre calentón y orgullo, me había dejado su culotte. Iba sin NADA debajo de ese vestido. Hasta yo llevaba el culotte y estaba en mi casa. Esto se iba animando.
Con mucho disimulo me guardé su culotte en el bolsillo de mi short y me introduje en su conversación de la mejor manera que se puede hacer.
Sofía: Qué solo estaba Iverson en esa final.
Gabri: Qué dices tú ahora?
Sofía: Eh?
Ginesta: De tus tetas no, pero de fútbol bien que quieres hablar.
Sofía: Tienes suerte de ser tan adorable, si no, te mataría por ese comentario.
En ese momento fui yo la que tiró de malicia. Cogí a Ginesta por la cabeza, la tiré hacia mí y le empecé a dar sonoros besos de abuela en la mejilla.
Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, al tirarla hacia mí, quedó un poco de lado en el sofá. Lo justo para darle una pequeña visión a Gabri, que por sus ojos pude intuir que le tuvo que ver hasta el apellido, ni que fuera un segundo, ya que Ginesta rápidamente llevó su mano a la falda de su vestido y se tapó como pudo.
Ginesta: Tú! Que se me ve todo!
Sofía: Ya ves tú! Que te va a ver las bragas, es como estar en la playa! De qué color son Gabri? hahahhaha
Gabri: Eh? Ah… eh… Rojas.
Es que me lo como, es tan buena gente. Amigos así no se encuentran en todos sitios.
Como todavía era pronto, y tampoco teníamos que madrugar, decidimos ponernos una peli. Cuál? Ni siquiera lo recuerdo, la verdad (culpa de Ginesta). Apagamos la luz, Gabri puso la silla en un lado del sofá y le dimos al play.
Para la media hora de película, Ginesta cogió un cojín, se tumbó y me puso las piernas encima. Era mediados de septiembre y todavía hacía un calor del copón, pero chicos… Prioridades. Al poco rato se puso de lado y comenzó lo divertido…
Se había colocado lo suficientemente cerca como para que yo pudiera apoyar un brazo en su cadera, y justo al momento de hacerlo, con disimulo, se levantó un poquito el vestido, dejándome un bonito primer plano tanto de su culo como de su coño. Gabri, por como estaba puesto y con la ventaja de solo tener la luz de la tele como fuente, no podía ni ver ni intuir nada, así que, como es de esperar, aproveché la situación.
Empecé poco a poco y de forma suave a pasar mi mano por sus labios. Estaba mojada, no como una fuente, pero sí se notaba que tenía muchas ganas de juerga. Seguí a lo mío y empecé a ignorar totalmente la peli. A ratos le metía con suavidad un par de dedos, a ratos jugaba con su clítoris, a ratos simplemente le acariciaba por fuera… Nada excesivo y nada que pudiera delatarnos… Pero todo tiene un límite.
Empecé a pensar para mí que al final, si Gabri se daba cuenta de algo, tampoco importaba, total, en el momento que vi a Ginesta tan “on fire” ya tenía en mente incluirlo de alguna manera y ella me había dejado caer que no le supondría ningún problema.
Empecé a hacer movimientos más bruscos, más rápidos, buscando de alguna forma un pequeño desliz que nos delatara. Y no tardó mucho en venir el primer amago…
Un ligero “Ah…” de Ginesta durante una escena de absoluto silencio le hizo girar la cabeza a Gabri.
Gabri: Que estás cansada?
Pobrete mío, es tan tierno a veces que da hasta risa.
Ginesta: Eh? no, no, solo he suspir… suspirado…
Seguimos a lo nuestro y Gabri, o bien no se quiso dar cuenta por vergüenza, o el pobre no las caza. A los pocos minutos de seguir así, era imposible que Gabri no notara que estaba pasando algo, porque hasta se movía el sofá, pero ni por esas.
La peli terminó y yo me dediqué todo el rato a dejar a Ginesta al borde del orgasmo, ya que era más divertido y me parecía injusto tener que estar yo sin recibir nada (soy mala gente, pero tampoco os pilla de nuevo).
Gabri: Pues yo me voy a ir a la cama, tampoco hay que madrugar, pero estoy un poco cansado.
Gabri se fue para el baño para prepararse para irse a dormir, y esta vez fui yo la que asaltó a Ginesta.
Ginesta: Bua, mamona, cómo me tie…
Sofía: Shht calla, tú quieres que haya fiesta con Gabri hoy?
Ginesta: Eh? Sí… pero se va a la ca…
Sofía: Sí o no, nada de peros.
Ginesta: Sí, sí.
Sofía: Vale, pues ven conmigo.
Tenía confianza con Gabri. Mucha. La suficiente como para hacer eso totalmente convencida de que no iba a haber problema por su parte (ni por parte de cualquier ser humano, creo yo xD), así que cogí a Ginesta de la mano y entramos derechitas en su habitación.
Sofía: Va, quítate la ropa.
Ginesta: Hahaha, qué?!
Sofía: Hazme caso.
Ginesta: Estás chalada hahahah me encanta.
Las dos nos quitamos la ropa entre risas y nos sentamos en su cama. Parecía el set de una peli porno, la verdad xD
Ginesta: Y ahora esperamos así sentadas o…?
No le dejé terminar la frase cuando fui yo la que se lanzó directa a su boca. Ginesta me quiso tumbar, yo con lenguaje no verbal le dije que no, mi intención era que nos viera de la forma más directa posible.
A los pocos minutos escuchamos la cisterna, la puerta del baño y unos pasos que se acercaban. La puerta se abrió.
Gabri: Ni buenas noches me han di… woah
Se quedó pasmado, con los ojos totalmente abiertos y con pinta de querer decir muchas cosas pero no tener la capacidad de articular una sola palabra. Después de mucho esfuerzo, consiguió recordar que pasando aire a través de sus cuerdas vocales podía provocar una vibración que crearía un sonido que nosotras seríamos capaces de comprender.
Gabri: Me… me voy?
Me reí. No lo pude evitar. Este señor se merece el cielo y todo lo bueno que le puede pasar. Me levanté del lado de Ginesta, le cogí de la mano, le tumbé en la cama y Ginesta y yo seguimos con lo que estábamos haciendo, pero con él en medio.
Como la confianza la tenía conmigo, Gabri empezó a sobarme las tetas despacio mientras, ojiplático, observaba como Ginesta y yo nos comíamos la boca.
Poco a poco se las iba llevando a la boca, llevaba su mano a mi coño, se tocaba por encima del pantalón… Pero a Ginesta ni la rozaba, el pobre estaba súper cortado, pero por suerte ella es bastante echada para adelante.
Paró de besarme a mí y empezó a hacerlo con el bueno de Gabri (mira que estuvimos tiempo haciendo marranadas ambos, pero nunca nos llegamos a besar). Lo hacía de forma suave, despacito, como ella sabe hacer para calentar de forma inmediata…
Yo, aprovechando el panorama, me fui de rodillas al suelo, entre las piernas de Gabri, y le bajé el pantalón, dejando al descubierto su polla completamente empalmada y empapada. Sin pensarlo mucho se la empecé a chupar despacio, ya que conocía bien sus “ritmos” y si queríamos pasar un buen rato no convenía emocionarse demasiado.
Ginesta, que no conocía sus problemillas a la hora de retener la eyaculación, estiró un brazo y lo colocó en mi cabeza para que fuera más deprisa, cosa que, como iba más caliente que el queso de un sanjacobo, hice sin pensar mucho en las consecuencias.
Gabri, a todo esto, por fin había empezado a sacar un poco de garra y se recreaba comiéndole las tetas a Ginesta mientras la masturbaba.
Aquí vino el primer fallo de no haber advertido a Ginesta.
Ginesta: No puedo más… tienes condones?
Gabri: En se… en serio? S… sí, en mi mesita, yo los cojo…
La que se quedó parada ahí fui yo. No sabía si quería estar presente o contribuir… Pero, por otra parte, después de un año a pajas y mamadas… El chico se había ganado meterla en caliente. No sería conmigo, así que yo no faltaba a mis principios, y encima sería con Ginesta, que no se me ocurre un mejor estreno que ese.
Gabri cogió una caja de su mesita, sacó un condón y se me quedó mirando, como buscando mi aprobación.
Sofía: A mí no me mires, te lo ha pedido ella…
Gabri: Y…ya, pero…
Ginesta cogió el condón y bajó al suelo conmigo.
Sin dejar de hacer contacto visual con él, cogió su polla y empezó a darle unos tímidos lametazos por la punta mientras abría el condón. Yo, aprovechando un poco la situación, buscaba la boca de Ginesta con la mía, dejando la polla de Gabri entre medio de las dos.
Cuando ya la tuvo dura como una piedra, Ginesta le puso el condón y se incorporó.
Sofía: Espera, espera…
Gabri: No, no… deja que…
Sofía: Calla tú, que no sabes ni qué voy a decir… Hacedlo tumbados en la cama…
Ginesta: Y tú?
Sofía: Yo desde la silla os voy a ver muy bien…
Ginesta: Hahahah tía, qué corte…
Ginesta tumbó a Gabri y se puso encima de él. Yo me senté en su silla de escritorio, puse los pies en la cama, y me dispuse a masturbarme con el show en directo que iba a tener…
Gabri llevó sus manos a las tetas de Ginesta, y ella pasó la mano entre las piernas, cogió su polla y poco a poco se la introdujo. No era una polla grande, unos 10/11cm, pero sí la tenía un poco gordita.
Una vez dentro, Ginesta apoyó una mano en la pared, la otra en el pecho de Gabri, y empezó a cabalgar lentamente sobre él. No tardaron en llegar los primeros gemidos por parte de ambos, acompañados de un pequeño acelerón en el ritmo que tenía a Gabri haciendo esfuerzos sobrehumanos para no correrse. Bastante estaba aguantando.
La que también estaba aguantando como una campeona era yo, que no fue hasta que esos dos empezaron a follar que pude empezar a tener mi dosis masturbatoria que llevaba deseando desde el momento en el que Ginesta dijo que sí que venía a dormir. Y vaya si me lo estaba gozando, ya que ver a Ginesta es un espectáculo. Ha bailado toda su vida, y se mueve y contonea de una forma espectacular. Tiene las tetas grandes y bien puestas, cosa que hacía que el bamboleo fuera hipnótico, pero sin ser exagerado. Y sus caras… Ay, qué caras! Era (y es) insultantemente guapa, y cuando te miraba con esos ojos verdes… Poco más necesitaba yo, y ella lo sabía perfectamente.
Empezó a gemir más y más fuerte, mientras su mirada se clavó directamente en mis ojos. Se mordía el labio y se incorporaba a la vez que ella misma se sobaba las tetas o apretaba las manos de Gabri (que estaba aguantando como un campeón) contra su culo. Yo no podía más, pero no tenía por qué contenerme.
Sofía: Jo…der Ginesta… Voy a… ya voy a… ya… Ya!!... Fua… Dios…
Tuve un orgasmo tan intenso, que hasta aproveché la mano que tenía libre para apretar uno de mis pezones y poder gritar en condiciones.
Gabri: Y… yo voy a rev… a reventar…
Ginesta: No… no… aguanta un… un poco…
Yo conocía muy bien las caras y gestos de ambos. A Ginesta, le faltaba un poquito, pero Gabri iba a explotar en cualquier momento y bajo ninguna circunstancia iba a dejar que se corriera en el condón. Me hacía gracia pensar en la reacción que podía llegar a tener Ginesta ante la ingente cantidad de esperma que era capaz de soltar Gabri. Recuperé el aliento y le hice un gesto a Ginesta para que parara. Nos tumbamos con él, una a cada lado, y se quitó el condón. Se le podía tomar el pulso a través de su polla, la tenía palpitando y empapada.
Sofía: Bueno qué… Cómo vais?
Gabri: Yo estoy que como me rocéis, exploto…
Ginesta: Yo estoy muy cerca también…
Sofía: Pues joder, para qué esperar más…
Cogí a Ginesta y me puse en el suelo de rodillas con ella. Una vez en el suelo, tomé la mano de Gabri para que se levantara. El plan estaba claro, no? Gabri se puso de pie, con su polla apuntando a nosotras, y empezó a masturbarse despacio. Yo me cogí las tetas, juntándolas y apretándolas y, cuando eché la vista a un lado y vi a Ginesta haciendo lo mismo, pero además masturbándose, me iluminé… Me invadió un cosquilleo por las piernas y me levanté.
Ginesta: Dónde vas?
Sofía: Shhh vosotros seguid a lo vuestro.
Me puse detrás de Gabri, le rodeé con un brazo, y fui yo la que le masturbó a él. Tenía un primer plano de Ginesta de rodillas, esperando una corrida, sobándose y masturbándose… Estaba en el puto paraíso.
Gabri: Joder… No me… no me lo acabo de… creer…
Masturbaba despacio a Gabriel, quería disfrutar del momento y también quería esperar a que Ginesta estuviera cerca de correrse para acelerar el ritmo. Y ni dos minutos pasaron cuando ya se empezó a notar un cambio en la respiración de Ginesta… Respiraba cada vez más deprisa, le empezaron a temblar un poco las piernas y me miraba medio sonriente como diciéndome “ya”...
Esa mirada creo que nos mató a ambos, a Gabri y a mí. Aceleré el ritmo de la paja que le estaba haciendo, pero no fue hasta que escuchó a Ginesta que llegó a su límite.
Ginesta: Me voy a correr… me voy… a correr… córrete… córrete… córreteAH!!
No había acabado de decir el primer “córrete” cuando un primer chorro salió disparado desde la polla de Gabri directamente a la pared de la habitación, manchando la cara y el pelo de Ginesta en el trayecto. Gabriel, como ya sabéis por aquí, se corre mucho y a mucha potencia, pero lo de ese día fue exagerado. Imagino que también, al ser yo la que estaba “al timón”, los chorros eran mucho más descontrolados… Y vaya si fue así… Mi intención era regarle las tetas, pero entre lo que se movió ella y lo que movía yo la polla de Gabri… Unos primeros chorros sí que fueron a parar directamente a sus tetas, suficientes como para dejárselas bien empapadas, y otros muchos fueron a parar a su cara mientras iba escupiendo los que le entraban en la boca como si fuera agua de ducha.
Cuando los lefazos iban perdiendo la potencia, iban cayendo por el suelo, sobre sus piernas… Y ya fue cuando Gabri me dio unos golpecitos a modo de “para ya, que estoy vacío”.
Gabri se sentó en la cama, y tenía la mirada perdida, como si no acabara de creerse lo que acababa de pasar ahí. Realmente no estuvimos mucho rato, creo que 10 minutos máximo, pero los 3 lo pasamos genial (sobre todo uno que yo me sé).
Ginesta: Dios, per… pero cuánto llevabas sin correrte?!
Sofía: Hahahahahaha claro, nunca te he mencionado el superpoder que tiene…
Ginesta: SIEMPRE TE CORRES TANTO!?
Gabri: S… sí… no sé… para mí es lo normal…
Ginesta: Ahora entiendo porque Sofi y tú os lleváis tan bien.
Sofía: Oye! hahahahah
Ginesta se fue a dar una ducha, como era obvio, y yo me puse una camiseta y me puse a charlar con Gabri.
Sofía: Qué? Pues ya has follado, no? Te lo imaginabas así?
Gabri: Ni de puta broma… vaya locura…
Sofía: La verdad es que ha estado genial.
Gabri: Cómo lo he hecho?
Sofía: Hahahahaha yo qué sé, pregúntale a ella! Pero yo la he visto bastante contenta, la verdad.
Gabri: Significa eso que ahora tú y yo podremos…
Sofía: No lo estropees, anda, tú ahora piensa en lo que acaba de pasar.
Le di las buenas noches y me fui a mi habitación a esperar a Ginesta, que no tardó mucho en llegar. Vino con una toalla atada, y su vestido y sujetador en la mano (recordemos que su culotte lo tenía yo).
Ginesta: Déjame algo para dormir, anda.
Sofía: Para qué? Si así estás muy bien uuuuuuuh sexy! hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha calla anda y dame una camiseta o algo.
Le di una camiseta mía que me iba por las rodillas, así que a ella le iría un poquito más arriba (que me llama hobbit pero ella tampoco llega al 1,60). Nos tumbamos en la cama y nos pusimos a charlar.
Ginesta: Joder, contigo una no se aburre.
Sofía: Pero serás guarra! Si has sido tú la que lo ha empezado todo!
Ginesta: Calla! hahahahaha Ya, no sé, veo que te lo pasas tan bien que he querido probar…
Sofía: Pues hay una cosa que no me has dejado contarte!
Ginesta: A ver…
Sofía: Nada, que yo con Gabri sí que es verdad que juego mucho, pero solo eso… juego… No hemos llegado a tener nunca penetración.
Ginesta: Anda, y eso? Sé que no te gusta mucho, pero tanto tiempo…
Sofía: A ver… no te enfades… Pero es que Gabri hasta hace una hora, era “virgen”, así entre muchas comillas.
Ginesta: Eh? A ver, explícate, anda.
Sofía: A mí, como no me gusta o no me llama que haya penetración, no me gusta hacerlo con gente que no lo ha hecho antes… Pero no por mí, por ellos, no quiero que su primera experiencia así sea con alguien a quien ni le va ni le viene…
Ginesta: Joder, qué bonito, tía hahahahahha
Sofía: Qué asquerosa, yo aquí preocupada de si te ibas a enfadar o no y tú burlándote de mí.
Ginesta: Que no coño! Que es la verdad! Entiendo lo que quieres decir y realmente tiene sentido.
Sofía: A ti te da igual?
Ginesta: A mí me da absolutamente igual hahahaha Piensa que yo sí lo disfruto, entonces es diferente. O por lo menos yo lo veo así.
Sofía: Bueno, me quedo más contenta… Aunque no tanto como el que está durmiendo al lado hahahahaha
Ginesta: Hahahahaha Ha estado muy divertido, la verdad, me lo he pasado muy bien.
Sofía: Uy, pues mañana díselo que le va a hacer mucha ilusión!
Ginesta: Bueno, y a todo esto, nos vamos a ir a dormir ya, o…?
Ginesta se giró y se quedó nariz con nariz conmigo, me agarró de la cintura y acercó mucho sus labios a los míos…
Ginesta: Sí, mejor a dormir ya, buenas noches.
Me dio un pequeño mordisco en el moflete y se giró para echarse a dormir.
Sofía: Eres el peor ser humano que he conocido en mi vida… Buenas noches, anda!
Ginesta cayó redonda al minuto la muy asquerosa. A mí me costó un poco más, pero también dormí del tirón por suerte.
Al día siguiente, desayunamos entre risas y chistes sobre la noche anterior y nos fuimos los 3 para clase en mi coche. Una clase de presentación normal, sin ningún tipo de novedad. Los mismos alumnos, los mismos profesores, casi el mismo material…
Una vez acabamos, Gabri y yo nos íbamos para mi coche y Ginesta se fue para su casa, cuando escuché a Marcos llamándome de fondo.
Marcos: Sofía!! Epa! Espera un segundo!
Sofía: Anda, qué tal Marcos? Mira, este es mi compañero de piso Gabriel.
Gabriel: Hey, encantado.
Marcos: Mucho gusto! Oye, te importa que te la robe un momento? No serán ni 5 minutos.
Le di las llaves de mi coche a Gabriel y yo me quedé charlando con Marcos.
Marcos: No me tienes que dar una respuesta ahora, pero yo te lo planteo.
Sofía: A ver…
Marcos: Hahahahah que no, mujer, que no es lo que te piensas. Verás, tengo unos colegas con los que hemos hecho un grupo de música… De momento solo hacemos versiones, pero ya estamos trabajando en componer y demás… La cosa es que queremos que la cantante sea una chica, y bueno, que en el camping te escuché cantar… Y no lo haces nada mal. Te apuntas?
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Y lo vamos a dejar aquí que si no me sale El Silmarillion y lo tengo que mandar en 76 mensajes porque en uno no me deja hahahahaha
Pues hasta aquí mi “retorno”! Espero que os haya gustado, ya sé que no es el camping, pero no todos los días son fiesta!
Espero vuestras reacciones, comentarios…
Un abrazo a todos!!
Me ha gustado esta parte del relato.Buenas!!
Qué, cómo lleváis el PUTO VERANO? Yo estoy deseando darme un golpe en la cabeza y que cuando me despierte estemos acabando septiembre, porque de verdad que no puedo más con mi vida T_T.
Pido perdón a los que ya se conocen todo lo que estoy subiendo, os prometo que cuando ya tenga todo lo del otro foro aquí, seguiré con cosas nuevas... Paciencia por favor!
Sigo con la siguiente parte!
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Pues las cosas con Gabri seguían igual, yo, quitando lo precoz que era, tenía 0 problemas y estaba encantada con nuestra situación masturbatoria, y según me contaba Gabri, él también lo estaba. Todos ganábamos. Por el tema del trabajo de clase Dani seguía viniendo bastante a casa y yo seguía con mis juegos provocativos. Nada destacable, por eso no entro en detalle. Me paseaba por el piso con mis mejores camisetas de tirantes, salía con una toalla muy corta de la ducha a mi cuarto, me inclinaba para hablar con ellos estando (como el 99% de mi día a día) sin sujetador… Dani parecía más espabilado de lo que era en realidad, a mí no me decía nada, pero gracias a las paredes de papel escuchaba como luego le decía a Gabri cosas como "es que como me pone", "no sé cómo puedes vivir tan tranquilo aquí si siempre va así". No olvidemos que tenían 18 y 19 años, y yo por aquella época tenía 23 e imagino que al ser algo mayor estaban un poco cohibidos.
Ya teníamos las vacaciones de invierno en clase, Joan había vuelto a casa de sus padres a pasarlas, Gabri iría a su casa para año nuevo y yo ese año me quedaría allí, porque mis hermanos se iban a Amsterdam y mi padre trabajaba. Una tarde, hablando con Gabri, le comenté de hacer una cena para Nochebuena con algunos compañeros.
-Oye Gabri, como es la casa de tus abuelos y eso prefiero comentarlo contigo… Ya que vamos a estar aquí para Nochebuena, por qué no comentas a los de clase si alguien más se queda por aquí? Podríamos hacer una cena o algo para celebrarla con gente.
-Pues lo había pensado… Pregunto a los de clase y nos organizamos.
Al día siguiente ya había tenido varias respuestas.
-Pues no vamos a ser muchos, pero sí que se han animado un par.
-Ah, suficientes, así podemos hacer más ruido. Quién vendrá?
-Dani- Bingo!! La suerte estaba de mi lado- y Joel.
-...
-Qué?
-Ah, no, nada, estupendo!
Joel era un tío que, de primeras, piensas "joder, me pone", pero luego… Se pasaba el día haciendo el tonto con su grupito y sus bromas siempre eran "polla esto" o "coño lo otro". Yo soy la primera que se ríe con bromas escatológicas, o que dibuja penes siempre que hay una superficie que lo permita, tampoco voy a ir de sofisticada del humor inglés aquí, pero tenía una actitud un poco cargante. Con los otros chicos se llevaba bastante bien, y con Gabri hacía buenas migas, así que no iba a ponerme tiquismiquis ya que era "su casa".
Llegó el 24. Al ser una cena de nochebuena, no iba a tener el poco detalle de ir con mis pintas de estar por casa para la cena. Me preparé el vestido que usé para fin de año el año anterior, y como tengo el superpoder de no engordar, todavía me servía. No os penséis que era algo extravagante o provocativo, era un vestido normal (pero me quedaba muy bien). El vestido era negro, un poco ceñido, con un escote lo suficientemente grande para poder llevarlo sin sujetador sin acabar enseñando de más (a no ser que yo quisiera, otro superpoder) y algo corto para mi gusto, pero tampoco tenía que preocuparme de que se subiera de más o algo. Como no sé ir en tacones (ni sabré) llevaba unas sandalias negras la mar de bonitas con unas tiras cruzadas (estilo griego) y gracias al maravilloso YouTube pude usar más maquillaje a parte de la raya del ojo, y me pinté una sombra de ojos con un tono morado que iba a juego con mi pelo (negro con mechas moradas en aquella época) y un pintalabios con un ligero toque también morado.
-Uala Sofía, pareces otra!- dijo Gabriel al verme.
-Ehm… gracias? No sé si es un cumplido
-Hahahahaha claro que sí, estás muy guapa!
Gabri iba con una camisa blanca y un tejano, sencillo pero también muy guapete. Para la cena no nos matamos, hablamos de que cada uno llevara algo y luego compramos algo de picoteo, lo importante era saber si las 3 cajas de cervezas eran suficientes (bebo como si tuviera un hijo en la cárcel). Pasada la tarde, llegaron juntos Dani y Joel. El primero iba exactamente igual que Gabri, y encima se había cortado el pelo, 3 puntos menos para Dani. Joel iba bastante guapo, con un jersey de cuello alto algo apretado (estaba bastante fuerte) y unos tejanos oscuros. Abrí yo la puerta.
-Bienvenidos a nuestra humilde cueva!
-Si me vas a recibir así, vengo más a menudo!- Dijo Joel mirándome las tetas, ya que por ir sin sujetador se me marcaban un poco los pezones.
-Empezamos bien… Hola Dani!
-H… hola Sofía! Estás muy guapa!
-Gracias!
Intentaba coger confianza con Dani, pero se estaba convirtiendo en otro Gabri, y cuánto más hablaba con él, más nervioso se ponía. Nos pusimos en la mesa y pronto empezamos con las cervezas. Se notaba que Dani y Gabri no estaban hechos a la bebida, y a la que llevaban un par ya se les notaba más sueltos y achispaditos. Preparamos la mesa y colocamos todo lo que habían traído ellos y lo que habíamos preparado nosotros. Gabri y yo no nos matamos, compramos embutidos, aceitunas, algunos patés y un par de botes de espárragos blancos. Dani trajo unos huevos rellenos y Joel una tortilla de patatas.
-Bueno, que aproveche!!- Exclamé, como dando la señal de salida para empezar.
-Yo también he traído huevos rellenos!- dijo Joel en modo jocoso.
Gabri y Dani se echaron a reír y ya me veía el panorama de toda la noche, Joel soltando chistes de ese estilo y los otros dos partiéndose de risa, encima medio borrachos que ya iban. Yo no me iba a amargar y seguí a lo mío (beber birra, juas).
Joel seguía con sus bromas y cogió un espárrago blanco.
-Si fuera más gordo sería mi polla!
Gabri y Dani estaban rojos de la risa y yo, la verdad, estaba empezando a tener un poco de vergüenza ajena. Acabamos de cenar y nos pusimos a jugar al trivial y ahí fue dónde mis prejuicios me jugaron una mala pasada. Joel sabía un montón de cosas sobre todos los temas, ya fuera historia, biología, cine… y a medida que iba bebiendo, sus bromas eran algo más… irónicas. El Joel borracho me caía mucho mejor que el Joel sobrio, pero de lejos, era otra persona completamente distinta.
Después de una partida al trivial y otra al tabú, Dani fue al baño a vomitar por la papa que llevaba y Gabri lo acostó en la cama de Joan.
-Yo también me voy a ir a dormir… o acabaré igual que ese…
Y Gabri se marchó a su habitación. No eran ni las 2 de la mañana, tristísimo todo.
-Si quieres puedes dormir en el sofá, no sé si vives muy lejos o no.
-Ya te vas a dormir tú también?
-Eh? Ah, no, pero viendo el panorama pensé que querrías irte.
-Si no voy ni la mitad de borracho de lo que pretendía! Sigamos bebiendo.
Estuvimos un largo rato hablando de todo, de tatuajes, de cine, de cómics, de videojuegos… Todo esto acompañado de muchas cervezas y de alguna mirada a mi escote o a mis piernas.
-Va… ahora te voy a hacer una pregunta y tú tienes que ser 100% sincera, y luego tú me la haces a mí y así hasta que uno de los dos muera.
-Hahahahahah ay dios, tenemos 16 años ahora o qué?
-Vaaaa que será divertido!
-Bueno va, a ver…
-Haces topless cuándo vas a la playa?
-Pffff vaya cosa más absurda de pregunta, pues claro!
-Va, te toca
-Has tenido novias que te hayan durado más de dos años?
-Vaya preguntita… que esto va de divertirse! No, no han pasado del año y medio.
-Hahahaha por qué será que no me sorprende!
-Hahahahaha maldita! Va me toca…
Seguimos un rato con preguntas irrelevantes de ese estilo, hasta que la cosa ya empezó a coger la dirección que él esperaba… y yo, para qué mentir.
-Esta seguro que la sé… te has follado a Gabri?
-Hahahahaha pues no! Listo!
-En serio?? No te creo!
-Eso ya son dos preguntas! Me vuelve a tocar… de verdad la tienes más gorda que el espárrago?-(eran espárragos bastante grandes, creedme)
-Uh… Pues sí.
-Hahahaha Fantasma! Cómo sois algunos
-Que es verdad! Hahahaha qué te gusta picar
-Qué va, si ya se os ve venir a algunos, dime de qué presumes…
-Quieres verlo?- Él se pensaba que las cosas estaban a su favor, pero ya lo tenía dónde yo quería
-Va, valiente.
Joel se levantó, de desabrochó el pantalón y se la sacó por la raja del calzoncillo. Tremenda polla se gastaba el compañero, las había visto grandes, pero como esa no. Intenté no hacerme la sorprendida, pero mis ojos se tuvieron que abrir como platos, porque él puso cara de satisfacción total.
-Ves? No miento.
-No, no, ya veo, ya. Pero la conversación no ha sido tan tórrida como para que ya vayas medio empalmado.
Sabía de sobras que no estaba empalmado, pero como ya dije antes, las cosas estaban yendo como yo quería.
-Empalmado dice! Si está normal!- Joel se la cogía como para enseñarme que de verdad no lo estaba.
-Venga va, te creo. Si tampoco creo que crezca mucho más.
-Quieres verlo?
-Ya que estamos…
-Pero… ayúdame o algo, no crees?- Se fue acercando a mí mientras se iba masturbando el glande con 3 dedos.
-Hahaha sí hombre, si tú solito te apañas muy bien!
Joel rechistó por lo bajini, pero el tío seguía a lo suyo y, efectivamente, eso empalmado era aún más grande si cabe.
-Lo ves?... Ya te he dicho que no miento…-Tenía la respiración acelerada y se le notaba muy cachondo.
-Vale, vale, confirmado 100%... Te toca a ti ahora, no?- yo estaba muy cachonda también, pero quería seguir jugando un poco más, a ver cómo reaccionaba.
-En serio?
-Sí, sí, va, guárdate eso que le vas a hacer daño a alguien.
Se sentó algo desilusionado, con el pantalón que le iba a reventar. Él seguía, disimuladamente, acariciándose la polla por encima del pantalón y no le regaba la sangre como para pensar en preguntas que hacerme.
-Uff… es que así no puedo.
-Bueno, pues vamos a dormir ya, no?
Yo estas cosas las hago para ver un poco la reacción de la gente, así es más fácil detectar cuando alguien es un capullo o no.
-Qué? Bueno, qué remedio… me vas a dejar una manta ni que sea?- Premio.
-A ver, no es que sea mal sofá, pero si quieres puedes venir a dormir conmigo.
No hizo ningún gesto, ya que imagino que no quería cagarla o hacer algo fuera de lugar, así que fuimos a mi habitación.
-Toma, te dejo este pantalón corto que es de un amigo, y de arriba pues no sé si tengo algo que te vaya bien.
Joel cogió la ropa que le di e hizo un gesto como para salir del cuarto para cambiarse.
-Te acabo de ver empalmado? En serio vas a salir?- Le dije de espaldas a él, mientras me quitaba el vestido.
-Ah, bueno, no sabía…
Se quedó muy callado. Me tapé las tetas con un brazo y me giré hacia él.
-Va, cámbiate.
Me quedé mirando cómo se quitaba la ropa, y con la mano libre empecé a masturbarme por encima de mi culotte. Cuando se iba a poner el pantalón le paré.
-No… sigue con lo que estabas haciendo antes…
Joel se volvió a sacar su enorme polla, ahora sí totalmente empalmada y se empezó a masturbar lentamente.
-Va… déjame verte bien…
Sonreí, y sin dejar de masturbarme, fuí quitando poco a poco la mano de una de mis tetas mientras me pellizcaba un poco el pezón, y seguí el camino con mi brazo hasta dejar las dos al descubierto.
-Uffff.
Sin soltar su polla, vino directamente hacia mis tetas y empezó a chupármelas mientras con la otra mano me agarraba del culo.
Yo solté un ligero gemido e hizo que se encendiera aún más. Me agarró con las dos manos ,apretó mi cuerpo contra el suyo y pude notar esa polla durísima contra mi barriga. Ahí ya me descontrolé yo también, dejé de masturbarme para empezar a hacerlo con él utilizando las dos manos, en ese punto estaba deseando notarlo dentro, pero sinceramente no sabía cómo eso iba a poder entrar sin destrozarme viva.
-Uffff no puedo más… métemela, pero ten cuidado…
-Sí, sí… claro… tienes un cond…
-Métemela!! (mal, usad condón gente)
Me puse de espaldas a él contra la cama, ofreciéndole mi coño, que en esos momentos estaba chorreando lo impensable.
Al ver lo predispuesta que estaba, Joel no se lo pensó ni un momento. Agarró la base de su polla y poco a poco la fue introduciendo en mí. Soy un poco estrecha (soy proporcional a mi tamaño) pero estaba muy mojada y un poco borracha, por lo que parecían no importar para nada las proporciones. Cuando ya vio hasta dónde podía meter, empezó a embestirme, no de forma suave, pero tampoco de forma bestia.
Yo estaba disfrutando lo más grande, aprovechaba la postura para masturbarme mientras él me follaba. Ponía la cabeza contra una almohada porque no quería despertar a nadie en casa, pero a esas alturas ya no tenía control y algo se me escapaba.
Él aceleraba poco a poco el ritmo, como perdiendo un poco el cuidado del principio, y no tardé mucho en tener mi primer orgasmo. Él lo notó, ya que me tiemblan mucho las piernas, y la sacó. Yo me tumbé boca arriba y pude ver como se masturbaba mientras me miraba… cómo me ponía eso!! Se puso encima de mí, con las rodillas a la altura de mi barriga.
-Uffff necesito hacer esto.
Puso su polla entre mis tetas. No tengo las tetas pequeñas, hago muy buenas cubanas a pollas de tamaño normal, pero eso era descomunal. Apreté mis tetas para que tuviera más fricción y aprovechando que llegaba, abrí la boca para que su glande entrara dentro.
Yo estaba encantada viendo como me follaban las tetas y a la vez la boca, no siempre se da algo así. Llevábamos un buen rato así y noté que cada vez se le aceleraba más la respiración.
-Oye no vayas a correrte ya que yo solo con una vez no tengo suficiente.
-Eh…? Hostia… pues estoy a punto… no me hagas parar ahora…
Yo estaba en una postura de la cuál no podía salir, así que solo me solté las tetas y le puse la mano en el pecho.
-Si seguro que acabo yo antes que tú.
Se levantó de encima, yo me puse a 4 patas y me la metió de golpe. Yo a esas alturas ya me daba igual todo y no tapaba mis gemidos. Él empezó a embestir cada vez más rápido mientras yo me masturbaba y gemía cada vez más y más alto.
-No aguanto… no aguanto más…
-Si, sí! Aguanta!- Esta vez era yo la que estaba embistiendo con mi cuerpo hacia el suyo.
Conseguí llegar a mi segundo orgasmo, más intenso que el primero y él, a la que notó que me corrí, fue a sacar su polla de dentro… No sin antes soltar un primer chorro de semen dentro de mí. Se masturbó sobre mis nalgas para seguir soltando descargas que llegarían desde mi culo hasta mi nuca, y unas últimas gotas que chorrearon por mis labios mientras notaba que salía el primer chorro que había quedado dentro de mí.
-Perdona… no me ha dado tiempo…
-Tranqui! Si ha sido culpa mía!
Nos tumbamos en la cama desnudos y empezamos a hablar otra vez de cosas sin sentido, que si esta serie, que si esta peli, y una media hora después procedimos a intentar dormir.
Yo soy la persona menos cariñosa del mundo, a mí eso de abracitos o mimos después del sexo me gusta 0. Me giré y le di las buenas noches.
Él se giró hacia mí (mi cama ocupaba casi toda la habitación, cabíamos bien) pero lo notaba inquieto. Moví el culo un poco para atrás para notar que estaba otra vez empalmado.
-Pero chico! Qué susto! Hahahaha
-Es que…
-Es que qué? Quieres más guerra? Yo estoy molida.
-Es que me he quedado con las ganas de correrme en tus tetas…
-Hahahaha pues dilo!
Me giré hacia él y empecé a masturbarle.
-Ahora no te cortes, cuando tengas ganas, acaba.
Me puse boca arriba y me apreté las tetas con los brazos mientras con una de las manos me masturbaba.
Él esta vez estaba de rodillas a mi lado, y me iba pasando la punta de su polla por los pezones… entre las tetas… la llevaba a mi boca… No pasaron ni 5 minutos
..
-Ya… ya!
Unos chorros de semen, esta vez sin tanta presión, fueron a parar a mis tetas. Aprovechando la situación, dejó caer 2 o 3 chorros en mi cara.
-Espera… no te muevas…-le dije mientras yo seguía a lo mío.
Me introduje la punta en la boca y aceleré mi ritmo hasta que a los pocos segundos yo también me corrí.
Ahora sí, nos limpiamos y nos quedamos dormidos.
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Espero vuestras reacciones y opiniones! Un saludo a todos!!!
De 24, bebo como si tuviera un hijo en la cárcel.Me ha gustado esta parte del relato.
¿nos mostrarás algún día como luces con ese vestido negro?
Y otra curiosidad ¿de cuantas cervezas eran las tres cajas de las que hablas? ¿de 6, 12 o 24 unidades? lo pregunto para calibrar cuanto eres capaz de beber.
Me gusta la cerveza pero para cenar un buen vino es perfecto. Un tinto con los embutidos y la tortilla entra divino.
Es cierto que dijiste que no te gustaban las peticiones. No lo recordaba, disculpa. Aunque no es una petición al uso, tipo baboso haciendo demandas, es simplemente que tu relato me ha llegado, ha captado mi atención y ver en foto lo que me imagino estaba bien. Pero disculpa, no volverá a suceder.De 24, bebo como si tuviera un hijo en la cárcel.
Y bueno, ya comenté que si algún día tengo interés en pediros peticiones para fotos, os lo haría saber, así que agradecería que ese tipo de comentarios acerca de si voy a subir x o voy a subir y, os los guardárais para vosotros. No lo digo a malas, de verdad, pero solo hace que me sienta presionada y pierda un poco el "morbo" que me pueda causar subir ese tipo de contenido.
Pues si bebes, si. 72 cervezas para cuatro son bastantes.De 24, bebo como si tuviera un hijo en la cárcel.
Y bueno, ya comenté que si algún día tengo interés en pediros peticiones para fotos, os lo haría saber, así que agradecería que ese tipo de comentarios acerca de si voy a subir x o voy a subir y, os los guardárais para vosotros. No lo digo a malas, de verdad, pero solo hace que me sienta presionada y pierda un poco el "morbo" que me pueda causar subir ese tipo de contenido.
Llegó la hora de volvernos al bungalow. Iba a ser el primer contacto después de todo lo que había pasado, estaba un poco expectante si os soy sincera.
Llegamos y todo estaba normal. Marcos cocinaba, Arnau estaba de pinche y sonaba Metallica a tal volumen que se escuchaba desde la entrada del camping.
Me poseyó el espíritu del metal y entré siguiendo la canción.
S: CRY OUT! I'M TRAPPED UNDER ICE!!
Salté hacia ellos e inicié una especie de pogo entre las risas de los 4. Era muy divertido ver cómo intentaba mover a dos bigardos con mis 45kg.
A: Hahahahahahha joder sí que vienes animada!
S: Siempre vengo animada después de la playa, después de verle las tetas a Ginesta como para no.
G: Hahahahahah pero si las tienes muy vistas!
S: Da igual! Queremos más!
M: Eso eso!!
G: Sí hombre! Nono, aquí o todos o ninguno!
M: Qué? No te atreverás.
G: Pero si ya nos hemos visto todos, mongolo, qué más dará hahahaha
M: Pues va, valiente!
Marcos se quitó el pantalón y se quedó desnudo. Nos empezamos a reír todos, pero yo le seguí y también me quedé en bolas.
S: Va Arnau que si no Ginesta nos deja con las ganas!
A: Que me da corte…
M: Va hombre, así nos quitamos de complejos y hostias!
S: Va! A por él!
Me abalancé sobre Arnau y empecé a hacerle cosquillas. Marcos lo agarró de los brazos y yo le bajé el pantalón que llevaba, quedándonos los 3 sin ropa a la espera de que Ginesta cumpliera con lo dicho.
A: Mira que sois cabrones…
S: Va hombre, que vale la pena…
Nos quedamos los 3 alineados mirando en dirección a Ginesta.
G: Oye aquí mi opinión no cuenta o qué?
S: Has sido tú la que lo ha dicho, no seas tramposa.
Ginesta dejó las toallas, nos dio la espalda y se empezó a deshacer el nudo del bikini lentamente. Se quitó la parte de arriba y se giró hacia nosotros tapándose las tetas con un solo brazo.
G: Pero lo hago a mi manera hahahaha
Se volvió a dar la vuelta y empezó a bajarse la braga el bikini más despacio todavía.
La polla de Marcos comenzaba a estar un poco morcillona, y la de Arnau ni idea, pero por su respiración y su cara, también estaba empezando a ponerse cachondo.
Yo, como estaba en medio de los dos, estiré los brazos y empecé a masajear sus entrepiernas de forma muy suave.
Arnau tardó dos segundos en empalmarse, y a Marcos poco a poco se le iba notando cada vez más dura. Así que aproveché el momento y empecé a pajear a ambos.
M: Joder… como para quejarse…
Ginesta se inclinó y siguió bajando lentamente su parte de abajo, dejándonos un primer plano de su culo semidesnudo.
A: Va, que se vea todo…
Arnau el pobre estaba que iba a explotar, pero igualmente se le veía bastante animado.
G: Qué impaciente…
Ginesta cedió a la petición y se quitó la braga del bikini en esa misma posición, dejando a la vista una imagen perfecta de su culo y su coño vistos desde atrás.
En ese momento ambos estaban completamente empalmados. Marcos estiraba su brazo y me apretaba las tetas y Arnau, imagino, estaría concentrándose para no correrse de una.
Ginesta se dio la vuelta y quedó de frente a nosotros, totalmente desnuda, haciendo una pose con los brazos como diciendo "contentos?", fue cuando se dio cuenta del panorama.
G: Joder, me despisto un momento y ya estáis así hahahaha
M: Va, sigue recreándote, que está divertido…
G: Si hombre! Yo aquí de mono de feria y vosotros pegándoos la fiesta!
S: Además, se va a enfriar la comida.
Solté las pollas de los dos y fui a servirme un plato. Ginesta se meaba de la risa y los dos chicos me miraban incrédulos.
A: En serio?
M: Te acabas acostumbrando…
S: Y nada de vestirse, hasta que nos vayamos mañana, este es un bungalow nudista!
A los 3 les pareció bien y nos sentamos a comer. Era muy divertido notar la brutal tensión sexual que había en todo momento. Marcos estaba todo el rato entre empalmado y morcillón, yo estaba tan mojada que estaba empezando a hacer un pequeño charco en la silla y Ginesta no paraba de lanzar miraditas a diestro y siniestro. A Arnau, como estaba delante de mí, no podía verle bien, pero imagino que estaría que se subía por las paredes también.
Terminamos de comer, recogimos la mesa y las ganas de siesta empezaron a ser más grandes que el deseo sexual.
M: A mí me vais a disculpar pero voy a dormir un rato…
G: Sí, yo también, he comido demasiado.
Se fueron cada uno a una habitación. Yo también tenía ganas de dormir, y sabía que si entraba en cualquiera de las dos habitaciones eso no iba a pasar, así que me tumbé en uno de los pequeños sofás que había en la sala de estar del bungalow. Arnau se sentó en el otro sofá (estaban en forma de L) y no captó que yo tenía ganas de dormir.
A: Tú no vas a la habitación?
S: Los dos roncan… prefiero dormir aquí. Tú no duermes?
A: Yo no tengo sueño, me he levantado tarde y ni he bebido ni he fumado, a parte…
S: Sí?
A: Que voy que me subo por las paredes… Entre que estáis las dos en bolas, que me has hecho una paja a medias y todo lo de anoche…
S: Hahahahahah que te has quedado, por si caía una ayudita?
A: No es eso…
S: Tienes que ser más echado para adelante, coño, que eres muy guapo.
A: Ya, pero no sé…
S: A ver, no notas toda la tensión sexual que ha habido todo el rato entre todos? A estas alturas ya tendría que dar todo igual, suéltate un poco.
A: Va… vale, me suelto.
Aprovechando que estaba tumbada, se inclinó y puso su polla contra mi cara mientras me sobaba las tetas de forma ansiosa. Me seguían sorprendiendo para mal tanto sus "atributos" como su desempeño durante el sexo, pero como era tan buen chico, me daba un poco de pena.
A: Ufffff cómo me pones….
S: Pues va, ponte las botas…
Arnau seguía masturbándose cerca de mi cara, poniendo de vez en cuando su punta contra mi mejilla o mis labios. Normalmente en una situación así me estaría masturbando, pero entre que ya llevaba dos meneos ese día, y que el verle tan torpón y ansioso me hacía el efecto contrario a excitarme, simplemente me dejaba hacer, por si de su cabeza salía intentar darme placer a mí o que yo disfrutara (spoiler, no pasó).
Su siguiente objetivo fueron mis tetas, intentó probar suerte con una cubana, pero no había manera, así que simplemente se puso de rodillas sobre mi vientre.
A: J… júntatelas…
Eso hice, con las manos me apreté las tetas y me las junté, mientras él se masturbaba más y más deprisa, metiendo tímidamente su punta entre ellas.
A: Ya… ya… m… me corro…
La sacó de entre mis tetas y se corrió sobre ellas. Ni mucha cantidad, ni poca, además creo que su objetivo era correrse en mi cara, pero no salió con la presión que él hubiera querido.
S: Te has quedado a gusto, eh?
A: Ufff ya ves…
S: Tráeme una toalla, anda.
Me trajo una toalla y me limpié. Me dispuse a tener una conversación con él sobre porqué es bueno que todas las partes disfruten de una sesión de sexo, pero no estaba por la labor. Terminé de limpiarme y justo cuando iba a hablarle me cortó.
A: Al final sí me ha dado sueño, voy a ir a la habitación a dormir.
S: Perfecto, la sala para mí.
Lo de este chaval no tenía arreglo, pero yo no me iba a comer la cabeza, eso sería su problema, con el resto de integrantes todo era de 10, así que iba a centrarme en disfrutar con ellos el resto del viaje, que era poco.
Tardé microsegundos en dormirme. Me desperté con un peso sobre mi espalda, ya que me dormí boca abajo. Era Ginesta, que encontró gracioso tumbarse encima de mí.
G: Despiertaaaaaa que es el último díaaaaa.
S: Joder cuánta energía, si me acabo de dormir!
G: Hahahahahah serás embustera, si son casi las 8 de la tarde!
Marcos y Arnau también salieron de su habitación.
M: Llevábamos un rato despiertos, pero como me había dicho Arnau que estabas sobando aquí no te queríamos despertar.
S: Hahahahaha tanto miedo os doy?
M: A mí sí, desde luego.
Los 4 nos echamos a reír. Seguíamos como antes de irnos a dormir, todos desnudos, cumpliendo el reto, pero parecía que la tensión, por el momento, era mínima.
Nos abrimos unas cervezas y nos pusimos a jugar al UNO. Ese día no podíamos trasnochar mucho porque a las 10 teníamos que dejar el bungalow, y no era plan de conducir 2h con toda la resaca o habiendo dormido poco, pero tampoco quería irme con la espinita de no haber repetido en la última noche.
M: UNO… cervezas… así empezamos ayer por la noche…
G: Hahahahahaha Joder, sólo hemos abierto la primera y ya estás pensando en eso?
S: Qué pasa Gine, necesitas alcohol para rendir mejor?
G: Hahahah no coño! Pero me sorprende lo activo que es, yo ya me he acostumbrado a veros sin ropa.
M: Yo no, oye, me gustan demasiado las tetas.
S: Brindo por eso!
Todos nos reímos y seguimos jugando a las cartas. Una vez ya llevábamos 3 o 4 cervezas, se empezaba a mascar en el ambiente que todos estábamos esperando la mínima oportunidad para empezar tonteos como los de la noche anterior. El más descarado era Marcos, que ya estaba poco pendiente del juego y mucho de Gine y de mí.
M: Oye Sofi… Cómo es que te gusta más ver que hacer o que te hagan?
S: Joder, llevas dándole vueltas tiempo, eh?
M: Pues varios días, sí.
S: Pues siendo brusca… me gusta mucho más cómo me toco yo a cómo me toca la gente, no me gusta la penetración salvo en momentos puntuales, y después de tantos años cediendo, hace un tiempo decidí que iba a hacer lo que me gustara o me apeteciera.
G: Ah, pues a mí no me pones tantas pegas hahahahaha
S: Mírala ella hahahahaha es diferente, las chicas solemos ser más delicadas, y todo me resulta mucho más sensual y placentero… El problema es que me gusta mucho una buena corrida hahahaha
M: Entiendo… eso explica muchas cosas hahahahaha
G: Y cuántas has recibido ya hoy?
Ginesta me miraba de forma juguetona, sabía de la de por la mañana y me imagino que intuía que Arnau y yo habíamos hecho cosas al mediodía.
S: Pues hoy llevo 2… de momento.
A: "De momento"?
S: Sí, qué pasa? Queda una noche, habrá que disfrutarla.
M: Y dónde te gusta más que lo hagan?
S: Joder, vaya interrogatorio hahahaha
G: Yo lo sé! En las tetas!
S: Oye! Hahahahahaha Pero sí, tiene razón.
A: Y a ti Ginesta?
G: A mí menos en la cara, me da igual. Pero a mí sí me gusta un buen pollazo hahahahaha
M: Tengo curiosidad con lo de mirar… Qué te gusta mirar exactamente?
S: Pues todo, la verdad. Desde alguien masturbándose solo o a otra persona, a ver cómo follan, ahí sí que no tengo preferencia.
G: Entonces… si hago esto… te gusta verlo?
Ginesta se acercó a Marcos y llevó su mano a su polla semierecta debido a la conversación que estábamos teniendo. Solo le acariciaba, mientras poco a poco se iba poniendo más dura.
S: Joder… pues sí…
M: Y a mí… no voy a mentir…
Marcos no se cortó un pelo. Llevó una de las tetas de Ginesta a su boca y con la otra alcanzó a tocar su entrepierna. Ella, al ver que la cosa se animaba, empezó a pajear a Marcos a un ritmo ni muy rápido, ni muy lento.
Arnau se acercó a ellos y también empezó a acariciar a Ginesta, mientras apretaba su entrepierna contra sus nalgas.
S: Qué fantasía… Dios…
Levanté una de mis piernas, la apoyé en una silla, y yo también empecé a masturbarme viendo la escena que tenía ante mis ojos.
Marcos puso a Ginesta de rodillas y colocó su polla entre sus tetas. No hizo falta decir una palabra para que ella se las apretara y masturbara su polla con ellas. Yo hice un gesto a Arnau para que se acercara a mí, le cogí de la mano y la llevé a uno de mis pechos, guiándole para que supiera la fuerza con la que me los tenía que tocar.
Después de unos minutos así, Ginesta se giró hacia mí.
G: Quieres que me la meta?
S: Si… tú, ah… quieres…
Ginesta se levantó y dejó a la vista la erección de caballo que estaba teniendo Marcos. La tenía empapada, igual que las tetas de Ginesta, y se le notaba palpitante. Marcos movió la silla dejándola justo enfrente de mí, se la agarró por la base, y sentó a Ginesta cara a cara conmigo con cuidado de no hacerle daño (esos detalles gustan).
Como iba tan mojada y Marcos la tenía tan lubricada, en nada y menos ya estaba pegando botes y gimiendo de placer. Arnau, que estaba un poco desubicado, se acercó a Ginesta y ésta como podía le iba masturbando.
Yo estaba empezando a llegar al orgasmo, y como Ginesta ya me conocía las caras y los ritmos, hizo contacto visual conmigo, con una cara de salida que no había visto en ninguno de los días anteriores.
G: Córrete… sé que ya estás…
S: Uff… Joder… sí… ya… ya est… DIOS!
Creo que, sin exagerar, fue el mejor orgasmo que tuve de toda la estancia en el camping. Tuve que bajar la pierna de la silla porque no podía mantener el equilibrio de lo que me temblaban las piernas.
Ginesta no perdió detalle, y cada vez cabalgaba a Marcos con más fuerza y velocidad. Arnau se limitaba a mirarnos a ambas y masturbarse.
G: Sofi… ven… ven… Ahora mírame… ah… mírame tú…
Cuando Ginesta se percató de que, obviamente, la estaba mirando, subió las manos de Marcos de su cintura a sus tetas, las apretó bien fuerte, y empezó a gemir dando a entender que ella también iba a terminar.
G: Así… así… ya… así… AAH!!
Fue moviendo sus caderas de forma suave, aprovechando que todavía le daba placer tener la polla de Marcos dentro, y a los pocos segundos se la sacó y se sentó a su lado.
G: Te imaginas que nos fuéramos a dormir ahora? Hahahaha
M: Sí hombre.
La polla de Marcos era un espectáculo. Iba a reventar en cualquier momento. La tenía completamente mojada, rojiza y se iba masturbando poco a poco.
Fui yo esa vez la que se puso de rodillas y empezó a hacerle una cubana.
S: Así te va bien?
M: Joder, va perfecto…
Ginesta, para no dejar de lado a Arnau, lo acercó a nosotras y empezó a hacerle una mamada. Como estábamos tan cerca y había tanto movimiento, nuestros cuerpos se iban rozando, y eso me encendía aún más. Pasé de agarrarme las tetas con dos manos a hacerlo con un brazo, para poder usar la otra mano para masturbarme.
Marcos estaba que no podía más y pasó a tomar él la voz cantante. Me agarró por los hombros, me apretó contra él y pasó de ser una cubana a que me follara las tetas.
M: Me corro! Me c… me corro!!
Me apreté más las tetas para no dejar de hacer fricción en ningún momento. Un chorro salió disparado y fue directo desde mi barbilla hasta la frente. El resto fue todo a parar entre mis pechos y sobre ellos, goteando a mis piernas y chorreando por mi vientre.
M: Brutal…
Para sorpresa de todos era Arnau el último en terminar, así que no quise perder la ocasión de llevarme otra descarga. Me puse al lado de Ginesta, y sin pedir permiso la separé de la polla de Arnau, la puse frente a mí, pegué mi cuerpo lleno de corrida al suyo y empecé a comerle la boca sin haber dejado de masturbarme ni un segundo. Ella me correspondió y masturbaba a Arnau con una mano mientras con la otra me apretaba contra ella.
No estuvimos así mucho rato cuando Arnau ya daba señas de que él también iba a terminar.
A: Chicas… ya… y… ya!
Él mismo fue el que se encargó de apuntarnos a la cara y correrse mientras seguíamos besándonos sin parar ni un segundo. No me suele gustar que se corran en mi cara, pero esa vez fue flipante, la verdad. Yo no estaba lejos de terminar otra vez, pero no estaba sola y tenía que ver cuál era el panorama.
Ginesta y yo nos separamos, totalmente empapadas de corrida de uno y de otro y con una sonrisa de oreja a oreja.
Marcos nos observaba desde la silla, y aprovechando su súperpoder se masturbaba pese a haberse corrido unos minutos atrás.
S: Te apetece algo en especial? Te lo has ganado, la verdad…
A: Os importa si yo me voy a dormir? No puedo con otra ronda…
M: No te preocupes, así vamos a la habitación y termino más a gusto.
Arnau se fue a una habitación y Marcos, Ginesta y yo nos fuimos a la otra. Se veía de lejos que tenía algo en mente y vaya si era así…
M: Os puedo pedir algo a las dos?
G: Sí, claro, no te cortes.
M: Podéis tumbaros una encima de la otra y liaros como estabais haciendo antes?
S: Hahahahah claro hombre, no creo que nos quejemos ninguna.
Tumbé a Ginesta boca arriba y yo me puse encima de ella y seguimos a lo nuestro.
Mientras estábamos por faena, Marcos se encargó de ir colocándonos a su gusto. Me puso las rodillas al lado de las caderas de Ginesta, dejando mi culo un poco levantado, y a ella con las piernas flexionadas, dejándole una facilidad brutal para ir cambiando entre una y otra. Y así lo hizo.
Primero empezó por mí. Me agarraba por la cintura y me follaba con fuerza. No podía contener mis gemidos, que resonaban en la boca de Ginesta. Al momento cambió, y era Ginesta la que estaba siendo follada. Notaba el cuerpo de Marcos contra el mío a la vez que embestía a Ginesta, y así se tiró un buen rato, intercalando entre las dos.
S: Uff… ahora no pares que yo ya casi estoy…
Fueron como las palabras mágicas. Empezó a follarme muy rápido mientras yo me ayudaba con mi mano.
S: Dios! Ya! Ya!
Me pegué otra buena corrida, de las que sabes que vas a dormir a gusto luego. Marcos siguió follándome, lo que me hizo deducir que él también estaba cerca.
M: Ufff… Ah… ahora voy yo…
La sacó de dentro, puso la punta entre mis nalgas y se masturbó hasta correrse sobre mi culo y mi espalda.
M: Joder… qué lástima que se acabe la escapada…
G: Bueno… no vivimos lejos realmente hahahaha
Los 3 nos echamos a reír. Marcos fue a la habitación con Arnau a dormir, Ginesta y yo nos dimos una ducha rápida y nos fuimos también a dormir, que por la mañana ya nos tocaba despedirnos del bungalow.
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Y bueno, ya hemos llegado a dónde lo dejamos en el foro anterior!
Prometo intentar no tardar tanto en ir actualizando el hilo, de verdad xD
Espero que hayáis disfrutado leyéndolo, y espero vuestras reacciones y respuestas!
Un saludo
Amazing... Nos has puesto a los dos taquicardicos con el morbo de la situación.Llegó la hora de volvernos al bungalow. Iba a ser el primer contacto después de todo lo que había pasado, estaba un poco expectante si os soy sincera.
Llegamos y todo estaba normal. Marcos cocinaba, Arnau estaba de pinche y sonaba Metallica a tal volumen que se escuchaba desde la entrada del camping.
Me poseyó el espíritu del metal y entré siguiendo la canción.
S: CRY OUT! I'M TRAPPED UNDER ICE!!
Salté hacia ellos e inicié una especie de pogo entre las risas de los 4. Era muy divertido ver cómo intentaba mover a dos bigardos con mis 45kg.
A: Hahahahahahha joder sí que vienes animada!
S: Siempre vengo animada después de la playa, después de verle las tetas a Ginesta como para no.
G: Hahahahahah pero si las tienes muy vistas!
S: Da igual! Queremos más!
M: Eso eso!!
G: Sí hombre! Nono, aquí o todos o ninguno!
M: Qué? No te atreverás.
G: Pero si ya nos hemos visto todos, mongolo, qué más dará hahahaha
M: Pues va, valiente!
Marcos se quitó el pantalón y se quedó desnudo. Nos empezamos a reír todos, pero yo le seguí y también me quedé en bolas.
S: Va Arnau que si no Ginesta nos deja con las ganas!
A: Que me da corte…
M: Va hombre, así nos quitamos de complejos y hostias!
S: Va! A por él!
Me abalancé sobre Arnau y empecé a hacerle cosquillas. Marcos lo agarró de los brazos y yo le bajé el pantalón que llevaba, quedándonos los 3 sin ropa a la espera de que Ginesta cumpliera con lo dicho.
A: Mira que sois cabrones…
S: Va hombre, que vale la pena…
Nos quedamos los 3 alineados mirando en dirección a Ginesta.
G: Oye aquí mi opinión no cuenta o qué?
S: Has sido tú la que lo ha dicho, no seas tramposa.
Ginesta dejó las toallas, nos dio la espalda y se empezó a deshacer el nudo del bikini lentamente. Se quitó la parte de arriba y se giró hacia nosotros tapándose las tetas con un solo brazo.
G: Pero lo hago a mi manera hahahaha
Se volvió a dar la vuelta y empezó a bajarse la braga el bikini más despacio todavía.
La polla de Marcos comenzaba a estar un poco morcillona, y la de Arnau ni idea, pero por su respiración y su cara, también estaba empezando a ponerse cachondo.
Yo, como estaba en medio de los dos, estiré los brazos y empecé a masajear sus entrepiernas de forma muy suave.
Arnau tardó dos segundos en empalmarse, y a Marcos poco a poco se le iba notando cada vez más dura. Así que aproveché el momento y empecé a pajear a ambos.
M: Joder… como para quejarse…
Ginesta se inclinó y siguió bajando lentamente su parte de abajo, dejándonos un primer plano de su culo semidesnudo.
A: Va, que se vea todo…
Arnau el pobre estaba que iba a explotar, pero igualmente se le veía bastante animado.
G: Qué impaciente…
Ginesta cedió a la petición y se quitó la braga del bikini en esa misma posición, dejando a la vista una imagen perfecta de su culo y su coño vistos desde atrás.
En ese momento ambos estaban completamente empalmados. Marcos estiraba su brazo y me apretaba las tetas y Arnau, imagino, estaría concentrándose para no correrse de una.
Ginesta se dio la vuelta y quedó de frente a nosotros, totalmente desnuda, haciendo una pose con los brazos como diciendo "contentos?", fue cuando se dio cuenta del panorama.
G: Joder, me despisto un momento y ya estáis así hahahaha
M: Va, sigue recreándote, que está divertido…
G: Si hombre! Yo aquí de mono de feria y vosotros pegándoos la fiesta!
S: Además, se va a enfriar la comida.
Solté las pollas de los dos y fui a servirme un plato. Ginesta se meaba de la risa y los dos chicos me miraban incrédulos.
A: En serio?
M: Te acabas acostumbrando…
S: Y nada de vestirse, hasta que nos vayamos mañana, este es un bungalow nudista!
A los 3 les pareció bien y nos sentamos a comer. Era muy divertido notar la brutal tensión sexual que había en todo momento. Marcos estaba todo el rato entre empalmado y morcillón, yo estaba tan mojada que estaba empezando a hacer un pequeño charco en la silla y Ginesta no paraba de lanzar miraditas a diestro y siniestro. A Arnau, como estaba delante de mí, no podía verle bien, pero imagino que estaría que se subía por las paredes también.
Terminamos de comer, recogimos la mesa y las ganas de siesta empezaron a ser más grandes que el deseo sexual.
M: A mí me vais a disculpar pero voy a dormir un rato…
G: Sí, yo también, he comido demasiado.
Se fueron cada uno a una habitación. Yo también tenía ganas de dormir, y sabía que si entraba en cualquiera de las dos habitaciones eso no iba a pasar, así que me tumbé en uno de los pequeños sofás que había en la sala de estar del bungalow. Arnau se sentó en el otro sofá (estaban en forma de L) y no captó que yo tenía ganas de dormir.
A: Tú no vas a la habitación?
S: Los dos roncan… prefiero dormir aquí. Tú no duermes?
A: Yo no tengo sueño, me he levantado tarde y ni he bebido ni he fumado, a parte…
S: Sí?
A: Que voy que me subo por las paredes… Entre que estáis las dos en bolas, que me has hecho una paja a medias y todo lo de anoche…
S: Hahahahahah que te has quedado, por si caía una ayudita?
A: No es eso…
S: Tienes que ser más echado para adelante, coño, que eres muy guapo.
A: Ya, pero no sé…
S: A ver, no notas toda la tensión sexual que ha habido todo el rato entre todos? A estas alturas ya tendría que dar todo igual, suéltate un poco.
A: Va… vale, me suelto.
Aprovechando que estaba tumbada, se inclinó y puso su polla contra mi cara mientras me sobaba las tetas de forma ansiosa. Me seguían sorprendiendo para mal tanto sus "atributos" como su desempeño durante el sexo, pero como era tan buen chico, me daba un poco de pena.
A: Ufffff cómo me pones….
S: Pues va, ponte las botas…
Arnau seguía masturbándose cerca de mi cara, poniendo de vez en cuando su punta contra mi mejilla o mis labios. Normalmente en una situación así me estaría masturbando, pero entre que ya llevaba dos meneos ese día, y que el verle tan torpón y ansioso me hacía el efecto contrario a excitarme, simplemente me dejaba hacer, por si de su cabeza salía intentar darme placer a mí o que yo disfrutara (spoiler, no pasó).
Su siguiente objetivo fueron mis tetas, intentó probar suerte con una cubana, pero no había manera, así que simplemente se puso de rodillas sobre mi vientre.
A: J… júntatelas…
Eso hice, con las manos me apreté las tetas y me las junté, mientras él se masturbaba más y más deprisa, metiendo tímidamente su punta entre ellas.
A: Ya… ya… m… me corro…
La sacó de entre mis tetas y se corrió sobre ellas. Ni mucha cantidad, ni poca, además creo que su objetivo era correrse en mi cara, pero no salió con la presión que él hubiera querido.
S: Te has quedado a gusto, eh?
A: Ufff ya ves…
S: Tráeme una toalla, anda.
Me trajo una toalla y me limpié. Me dispuse a tener una conversación con él sobre porqué es bueno que todas las partes disfruten de una sesión de sexo, pero no estaba por la labor. Terminé de limpiarme y justo cuando iba a hablarle me cortó.
A: Al final sí me ha dado sueño, voy a ir a la habitación a dormir.
S: Perfecto, la sala para mí.
Lo de este chaval no tenía arreglo, pero yo no me iba a comer la cabeza, eso sería su problema, con el resto de integrantes todo era de 10, así que iba a centrarme en disfrutar con ellos el resto del viaje, que era poco.
Tardé microsegundos en dormirme. Me desperté con un peso sobre mi espalda, ya que me dormí boca abajo. Era Ginesta, que encontró gracioso tumbarse encima de mí.
G: Despiertaaaaaa que es el último díaaaaa.
S: Joder cuánta energía, si me acabo de dormir!
G: Hahahahahah serás embustera, si son casi las 8 de la tarde!
Marcos y Arnau también salieron de su habitación.
M: Llevábamos un rato despiertos, pero como me había dicho Arnau que estabas sobando aquí no te queríamos despertar.
S: Hahahahaha tanto miedo os doy?
M: A mí sí, desde luego.
Los 4 nos echamos a reír. Seguíamos como antes de irnos a dormir, todos desnudos, cumpliendo el reto, pero parecía que la tensión, por el momento, era mínima.
Nos abrimos unas cervezas y nos pusimos a jugar al UNO. Ese día no podíamos trasnochar mucho porque a las 10 teníamos que dejar el bungalow, y no era plan de conducir 2h con toda la resaca o habiendo dormido poco, pero tampoco quería irme con la espinita de no haber repetido en la última noche.
M: UNO… cervezas… así empezamos ayer por la noche…
G: Hahahahahaha Joder, sólo hemos abierto la primera y ya estás pensando en eso?
S: Qué pasa Gine, necesitas alcohol para rendir mejor?
G: Hahahah no coño! Pero me sorprende lo activo que es, yo ya me he acostumbrado a veros sin ropa.
M: Yo no, oye, me gustan demasiado las tetas.
S: Brindo por eso!
Todos nos reímos y seguimos jugando a las cartas. Una vez ya llevábamos 3 o 4 cervezas, se empezaba a mascar en el ambiente que todos estábamos esperando la mínima oportunidad para empezar tonteos como los de la noche anterior. El más descarado era Marcos, que ya estaba poco pendiente del juego y mucho de Gine y de mí.
M: Oye Sofi… Cómo es que te gusta más ver que hacer o que te hagan?
S: Joder, llevas dándole vueltas tiempo, eh?
M: Pues varios días, sí.
S: Pues siendo brusca… me gusta mucho más cómo me toco yo a cómo me toca la gente, no me gusta la penetración salvo en momentos puntuales, y después de tantos años cediendo, hace un tiempo decidí que iba a hacer lo que me gustara o me apeteciera.
G: Ah, pues a mí no me pones tantas pegas hahahahaha
S: Mírala ella hahahahaha es diferente, las chicas solemos ser más delicadas, y todo me resulta mucho más sensual y placentero… El problema es que me gusta mucho una buena corrida hahahaha
M: Entiendo… eso explica muchas cosas hahahahaha
G: Y cuántas has recibido ya hoy?
Ginesta me miraba de forma juguetona, sabía de la de por la mañana y me imagino que intuía que Arnau y yo habíamos hecho cosas al mediodía.
S: Pues hoy llevo 2… de momento.
A: "De momento"?
S: Sí, qué pasa? Queda una noche, habrá que disfrutarla.
M: Y dónde te gusta más que lo hagan?
S: Joder, vaya interrogatorio hahahaha
G: Yo lo sé! En las tetas!
S: Oye! Hahahahahaha Pero sí, tiene razón.
A: Y a ti Ginesta?
G: A mí menos en la cara, me da igual. Pero a mí sí me gusta un buen pollazo hahahahaha
M: Tengo curiosidad con lo de mirar… Qué te gusta mirar exactamente?
S: Pues todo, la verdad. Desde alguien masturbándose solo o a otra persona, a ver cómo follan, ahí sí que no tengo preferencia.
G: Entonces… si hago esto… te gusta verlo?
Ginesta se acercó a Marcos y llevó su mano a su polla semierecta debido a la conversación que estábamos teniendo. Solo le acariciaba, mientras poco a poco se iba poniendo más dura.
S: Joder… pues sí…
M: Y a mí… no voy a mentir…
Marcos no se cortó un pelo. Llevó una de las tetas de Ginesta a su boca y con la otra alcanzó a tocar su entrepierna. Ella, al ver que la cosa se animaba, empezó a pajear a Marcos a un ritmo ni muy rápido, ni muy lento.
Arnau se acercó a ellos y también empezó a acariciar a Ginesta, mientras apretaba su entrepierna contra sus nalgas.
S: Qué fantasía… Dios…
Levanté una de mis piernas, la apoyé en una silla, y yo también empecé a masturbarme viendo la escena que tenía ante mis ojos.
Marcos puso a Ginesta de rodillas y colocó su polla entre sus tetas. No hizo falta decir una palabra para que ella se las apretara y masturbara su polla con ellas. Yo hice un gesto a Arnau para que se acercara a mí, le cogí de la mano y la llevé a uno de mis pechos, guiándole para que supiera la fuerza con la que me los tenía que tocar.
Después de unos minutos así, Ginesta se giró hacia mí.
G: Quieres que me la meta?
S: Si… tú, ah… quieres…
Ginesta se levantó y dejó a la vista la erección de caballo que estaba teniendo Marcos. La tenía empapada, igual que las tetas de Ginesta, y se le notaba palpitante. Marcos movió la silla dejándola justo enfrente de mí, se la agarró por la base, y sentó a Ginesta cara a cara conmigo con cuidado de no hacerle daño (esos detalles gustan).
Como iba tan mojada y Marcos la tenía tan lubricada, en nada y menos ya estaba pegando botes y gimiendo de placer. Arnau, que estaba un poco desubicado, se acercó a Ginesta y ésta como podía le iba masturbando.
Yo estaba empezando a llegar al orgasmo, y como Ginesta ya me conocía las caras y los ritmos, hizo contacto visual conmigo, con una cara de salida que no había visto en ninguno de los días anteriores.
G: Córrete… sé que ya estás…
S: Uff… Joder… sí… ya… ya est… DIOS!
Creo que, sin exagerar, fue el mejor orgasmo que tuve de toda la estancia en el camping. Tuve que bajar la pierna de la silla porque no podía mantener el equilibrio de lo que me temblaban las piernas.
Ginesta no perdió detalle, y cada vez cabalgaba a Marcos con más fuerza y velocidad. Arnau se limitaba a mirarnos a ambas y masturbarse.
G: Sofi… ven… ven… Ahora mírame… ah… mírame tú…
Cuando Ginesta se percató de que, obviamente, la estaba mirando, subió las manos de Marcos de su cintura a sus tetas, las apretó bien fuerte, y empezó a gemir dando a entender que ella también iba a terminar.
G: Así… así… ya… así… AAH!!
Fue moviendo sus caderas de forma suave, aprovechando que todavía le daba placer tener la polla de Marcos dentro, y a los pocos segundos se la sacó y se sentó a su lado.
G: Te imaginas que nos fuéramos a dormir ahora? Hahahaha
M: Sí hombre.
La polla de Marcos era un espectáculo. Iba a reventar en cualquier momento. La tenía completamente mojada, rojiza y se iba masturbando poco a poco.
Fui yo esa vez la que se puso de rodillas y empezó a hacerle una cubana.
S: Así te va bien?
M: Joder, va perfecto…
Ginesta, para no dejar de lado a Arnau, lo acercó a nosotras y empezó a hacerle una mamada. Como estábamos tan cerca y había tanto movimiento, nuestros cuerpos se iban rozando, y eso me encendía aún más. Pasé de agarrarme las tetas con dos manos a hacerlo con un brazo, para poder usar la otra mano para masturbarme.
Marcos estaba que no podía más y pasó a tomar él la voz cantante. Me agarró por los hombros, me apretó contra él y pasó de ser una cubana a que me follara las tetas.
M: Me corro! Me c… me corro!!
Me apreté más las tetas para no dejar de hacer fricción en ningún momento. Un chorro salió disparado y fue directo desde mi barbilla hasta la frente. El resto fue todo a parar entre mis pechos y sobre ellos, goteando a mis piernas y chorreando por mi vientre.
M: Brutal…
Para sorpresa de todos era Arnau el último en terminar, así que no quise perder la ocasión de llevarme otra descarga. Me puse al lado de Ginesta, y sin pedir permiso la separé de la polla de Arnau, la puse frente a mí, pegué mi cuerpo lleno de corrida al suyo y empecé a comerle la boca sin haber dejado de masturbarme ni un segundo. Ella me correspondió y masturbaba a Arnau con una mano mientras con la otra me apretaba contra ella.
No estuvimos así mucho rato cuando Arnau ya daba señas de que él también iba a terminar.
A: Chicas… ya… y… ya!
Él mismo fue el que se encargó de apuntarnos a la cara y correrse mientras seguíamos besándonos sin parar ni un segundo. No me suele gustar que se corran en mi cara, pero esa vez fue flipante, la verdad. Yo no estaba lejos de terminar otra vez, pero no estaba sola y tenía que ver cuál era el panorama.
Ginesta y yo nos separamos, totalmente empapadas de corrida de uno y de otro y con una sonrisa de oreja a oreja.
Marcos nos observaba desde la silla, y aprovechando su súperpoder se masturbaba pese a haberse corrido unos minutos atrás.
S: Te apetece algo en especial? Te lo has ganado, la verdad…
A: Os importa si yo me voy a dormir? No puedo con otra ronda…
M: No te preocupes, así vamos a la habitación y termino más a gusto.
Arnau se fue a una habitación y Marcos, Ginesta y yo nos fuimos a la otra. Se veía de lejos que tenía algo en mente y vaya si era así…
M: Os puedo pedir algo a las dos?
G: Sí, claro, no te cortes.
M: Podéis tumbaros una encima de la otra y liaros como estabais haciendo antes?
S: Hahahahah claro hombre, no creo que nos quejemos ninguna.
Tumbé a Ginesta boca arriba y yo me puse encima de ella y seguimos a lo nuestro.
Mientras estábamos por faena, Marcos se encargó de ir colocándonos a su gusto. Me puso las rodillas al lado de las caderas de Ginesta, dejando mi culo un poco levantado, y a ella con las piernas flexionadas, dejándole una facilidad brutal para ir cambiando entre una y otra. Y así lo hizo.
Primero empezó por mí. Me agarraba por la cintura y me follaba con fuerza. No podía contener mis gemidos, que resonaban en la boca de Ginesta. Al momento cambió, y era Ginesta la que estaba siendo follada. Notaba el cuerpo de Marcos contra el mío a la vez que embestía a Ginesta, y así se tiró un buen rato, intercalando entre las dos.
S: Uff… ahora no pares que yo ya casi estoy…
Fueron como las palabras mágicas. Empezó a follarme muy rápido mientras yo me ayudaba con mi mano.
S: Dios! Ya! Ya!
Me pegué otra buena corrida, de las que sabes que vas a dormir a gusto luego. Marcos siguió follándome, lo que me hizo deducir que él también estaba cerca.
M: Ufff… Ah… ahora voy yo…
La sacó de dentro, puso la punta entre mis nalgas y se masturbó hasta correrse sobre mi culo y mi espalda.
M: Joder… qué lástima que se acabe la escapada…
G: Bueno… no vivimos lejos realmente hahahaha
Los 3 nos echamos a reír. Marcos fue a la habitación con Arnau a dormir, Ginesta y yo nos dimos una ducha rápida y nos fuimos también a dormir, que por la mañana ya nos tocaba despedirnos del bungalow.
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Y bueno, ya hemos llegado a dónde lo dejamos en el foro anterior!
Prometo intentar no tardar tanto en ir actualizando el hilo, de verdad xD
Espero que hayáis disfrutado leyéndolo, y espero vuestras reacciones y respuestas!
Un saludo!
Brutal el relatoNosotros jugábamos al UNO de forma que siempre había alguien que perdía (uno ganaba, otro ganaba después y luego el perdedor se disputaba entre los otros dos) por lo que empezamos a sacarle partido.
Ginesta fue la que ganó, y quedamos Marcos y yo como los dos últimos. Me ganó y empezaron las risas.
G: Hahahahah prepárate! Como yo he ganado y tú has perdido… Quítate la parte de arriba del bikini!
S: Oye y estas normas quién las ha puesto?
M: El alcohol hahahahahaha
S: A ver, venimos de vernos todos en bolas yo me lo quito sin problema.
Me lo quité y me recreé un poquito. Hice un pequeño movimiento de hombros para que se me movieran un poco y los 4 nos reímos mucho. Pese a habernos visto todos antes, me estaba gustando mucho esa situación, y más notando como se me clavaban las miradas de los dos chicos.
La siguiente partida la ganó Arnau y el que perdió fue Marcos.
A: Hmmmmm… ya sé! Ponte la parte de abajo del bañador de una de las chicas!
S: Hostia sí! Hahahahah
M: Qué dices tío! Qué cabrón.
G: Ay sí! Hahahahahah ponte uno mío que tengo más caderas que ésta.
M: Ya veréis cómo gane…
Ginesta le dio una de sus bragas de bikini a Marcos, se dió la vuelta y como pudo se lo puso. Eso iba a reventar en cualquier momento.
G: Ay no puedo! Hahahahahaha
A: Dios se te va ahogar el pajarito… bueno, el aguilucho hahahaha
M: Yo todo esto me lo guardo, que lo sepáis.
La siguiente partida la volvió a ganar Ginesta y volví a perder yo.
G: Hahahaha mira que eres manta Sofi… Pues va, todo fuera!
S: Joder, tú estás haciendo trampas.
A quién pretendía engañar… estaba en la gloria. Me hice un poco la vergonzosa cuando me quité la parte de abajo para que no se me notara lo feliz que estaba, pero eso para mí era el paraíso. Estar totalmente desnuda en una habitación con 3 personas más… increíble.
La siguiente partida la ganó Marcos y la perdió Arnau.
M: Voy a ser 0 original y voy a hacer que tú también te pongas un bikini de Ginesta.
A: Buen intento hahahahah pero no me entra ni de coña.
G: Bueno pero tengo un short muy cortito que es elástico, me da igual que se dé de sí.
A: Joder podrías ayudar en vez de meter baza hahahaha
M: A pringar!!
Ginesta le dio el short y Arnau se lo fue a poner al baño. Era espectacular ver a esos dos así vestidos, Ginesta y yo estábamos llorando de risa.
Por fin gané una puta partida y la que perdió fue Ginesta. Decidí tomarme la venganza y a la vez animar más la cosa.
G: No seas muy mala conmigo!
S: Me acabas de dejar en bolas! Qué morro tienes hahahaha… Pues a ver… Mete las manos debajo del short de Arnau y del bikini de Marcos.
G: Pero qué burra! Hahahahaha
M: Yo me sacrifico eh.
A: Y yo, y yo.
G: Qué cabrones sois.
Ginesta metió las manos bajo la ropa de los dos chicos y las dejó ahí durante un minuto más o menos. Me encantó ver eso, Ginesta parecía encantada y los otros dos obvio que también.
G: Bueno, suficiente!
A Marcos le había empezado a bajar la sangre y era imposible hacer que todo eso se quedara dentro del bañador.
M: No me puedo poner el bañador? Se me sale todo el rato.
A: Nonono, el juego va así.
S: Eso, eso! Hahahaha
M: Os odio.
Ginesta volvió a ganar (era increíble la suerte que tenía) y Marcos volvió a perder.
M: Joder! Las partida más entretenidas de mi vida y no gano nunca!
G: Hahahahha Soy la mejor! Pues marchando un bailecito sexy mientras te quitas mi bañador!
M: La tenéis contra mí, de verdad…
S: Venga ahí! A darlo todo!
Puse en el móvil la música de Full Monty y Marcos se levantó y nos deleitó con un bailecito mientras se bajaba el bañador. Se tapaba como buenamente podía y los demás estábamos al borde de morir de un ataque de risa. Cuando fue a recoger el bañador le paré en seco.
S: No no no! Si yo estoy en bolas, tú te quedas en bolas!
G: Eso mismo!
M: La habéis tomado conmigo!
Marcos se sentó y seguimos con el juego. Esta vez fue Arnau el que ganó y Ginesta la que perdió.
A: Va, solidarízate con tus compañeros y quédate desnuda tú también.
G: Sí hombre! Yo de golpe? Qué injusto!
S: Aaaaah, culpa tuya por no haberlo hecho así.
G: Qué rabia me dais.
S: Pero que lo haga despacito, queremos disfrutarlo!
A: Gracias Sofía hahahahah eso mismo, hazlo despacito.
Ginesta se levantó y poco a poco se quitó el bikini. Primero la parte de arriba, quitando primero el nudo de la espalda y luego el del cuello, dejándolo caer al suelo. Para la parte de abajo tiró de una de las cuerdas y también la dejó caer.
Miré a la entrepierna de Marcos y, evidentemente, se estaba poniendo morcillón.
Yo a esas alturas de la noche estaba completamente mojada y me estaba resultando muy incómodo, necesitaba acción YA.
S: Vamos a hacerlo más divertido, vamos a hacerlo por parejas.
G: Eso! Chicos contra chicas!
S: No, no, tú y Arnau contra Marcos y yo! Duelo de habitaciones ruidosas!
M: Eso, os vamos a fundir!
G: Ja! Ya lo veremos!
Los primeros en ganar fuimos Marcos y yo, y sin consultar siquiera a Marcos les puse el primer "castigo". Miré a Arnau.
S: Va, un poco de caña… Cómele las tetas!
G: Joder tía hahahahaha vas fuerte tú.
A: Yo, si a ella no le importa…
Ginesta soltó una carcajada y llevó la cara de Arnau directa a sus tetas. Él las apretaba y las chupaba, se entretenía con el piercing de su pezón y Ginesta no podía evitar que se le escaparan uno o dos pequeños gemidos.
M: Joder… Qué maravilla…
Arnau paró pasado un momento y hubo un pequeño silencio. Se estaba caldeando todo poco a poco. Seguimos la partida y, haciendo un par de jugadas mal a propósito, perdimos Marcos y yo.
A: Qué les pedimos a estos?
G: Hmmmmm Haz que se le ponga dura a Marcos… pero sin tocarle!
S: Esa te la tenías pensada, eh? Hahahaha
M: Bueno, las reglas son las reglas.
Me dió en la nariz que no lo iba a tener difícil. Me puse de rodillas muy cerca de él pero sin llegar a tocarle, me cogí una teta con una mano y me empecé a masturbar con la otra. Se estaba poniendo un poco morcillón, y empecé a fingir pequeños gemidos mientras me mordía el labio y hacía contacto visual con él. Arnau y Ginesta no perdían detalle. La "cosa" de Marcos cada vez se hinchaba más y yo lo que hice fue acercar mucho mi cara hasta que por fin, se puso dura.
A: Dios… Conmigo ya hace rato que tendrías que haber parado.
G: Joder sí que te lo has tomado en serio hahahahaha.
M: Qué cabrones… ahora yo con esto, qué?
Yo no podía más, y lo que hice fue aprovechar la postura y la cercanía para dar un lametazo en la polla a Marcos. Desde la base hasta la punta. Él me miró, me puso la mano en la nuca, y me puso la punta de su miembro en la boca. Sin pensármelo empecé a chupársela.
M: Dios… por fin…
A: Ehmmm… Nos v… vamos o…?
Me la saqué de la boca y fui muy directa.
S: A Ginesta no te la llevas.
Me levanté, los cogí a ambos de las manos y los levanté de las sillas. Miré a Marcos y le hice un gesto para que viniera. Nos fuimos los 4 a la habitación de Arnau y Ginesta, que tenían las camas juntas. Ginesta primero miró a Arnau, quería saber si estaba conforme y dispuesto.
G: Estás seguro?
A: Uff… es que a ver cuándo se me vuelve a presentar algo así…
G: Estás entre amigos, no tienes por qué preocuparte.
Ginesta llevó su mano bajo su pantalón y lo tumbó en la cama. Yo hice lo mismo con Marcos, lo tumbé de forma que quedaran paralelos el uno al otro y seguí con lo que estaba haciendo en la sala de estar. Se la chupaba como podía, ya que no me cabía entera en la boca, y mientras lo hacía no le quitaba el ojo a Ginesta, viendo cómo desnuda movía su mano bajo el pantalón de Arnau.
Llevé una de mis manos a la entrepierna de Ginesta sin dejar de chupársela a Marcos. Estaba muy mojada y pude meterle dos dedos sin ningún tipo de impedimento.
Ginesta entendió el mensaje y empezó a masturbarse mientras yo iba metiendo y sacando mis dedos. A los pocos segundos ella ya estaba gimiendo de placer y fue a bajarle el pantalón a Arnau.
A: N… no sé…
G: Si quieres que paremos solo dilo.
A: Me da mucha vergüenza… y más con lo que calza aquí el amigo…
M: Tío, por mí no te preocupes, esto no es una competición, va de pasárselo bien.
Paré con lo que estaba haciendo y me puse a la altura de Ginesta. Estábamos cada una a un lado de Arnau y empezamos a besarnos con él en medio. Ginesta iba cambiando entre mis labios y los de Arnau (ya habréis notado que no soy muy fan de besarme con chicos) y Marcos se masturbaba lentamente con el espectáculo.
Llevé mi mano a su pantalón y vi que no hizo ningún gesto.
S: Puedo?
A: S… sí… vale…
Le bajé el short que llevaba por haber perdido antes y pude comprobar que Ginesta no exageraba. Era como ¾ de mi dedo meñique, y en grosor era más o menos igual… y estaba erecto.
Como estábamos en un momento que, sinceramente, llevaba esperando desde antes de llegar al propio camping, no quise estropearlo y evité hacer ningún tipo de reacción ni poner ningún tipo de cara. Simplemente lo cogí como pude con las yemas de 3 dedos y empecé a masturbarlo contra mi lengua.
A: D… dios…
S: Ginesta… por qué no me ayudas?
Ginesta sonrió y bajó conmigo. Las dos comenzamos a besarnos mientras la polla de Arnau quedaba en medio de nuestras bocas.
Marcos, que ya nos tenía la suficiente confianza, se puso de pie en el suelo y se la metió a Ginesta mientras a mí me metía dos dedos.
Arnau llevó su mano a su polla, apartando la mía.
A: P.. para… si sigues así me voy a correr…
S: Bien visto…
Ahora fui yo la que se tumbó. Me puse a Ginesta encima mío y Marcos seguía penetrándola cada vez más rápido. Llevé la cara de Ginesta a mis tetas para que jugara con ellas y yo, por fin, me masturbé con la idea de tener mi primer orgasmo del día.
Ginesta iba jugando con mis tetas… Las besaba… las lamía… las apretaba… hasta me mordió flojito en uno de mis pezones y al poco empezó a bajar por mi vientre.
Marcos iba retrocediendo como podía, hasta que nos quedamos como el día que hicimos el trío. Ginesta empezó a lamer mi clítoris y a meterme los dedos mientras yo la cogía por la cabeza y Marcos la embestía sin parar. Arnau nos miraba y suavemente iba acariciando su glande.
G: Dios… M… Marcos… y.. ya… YA!!!
Ginesta se quedó temblando con la cara entre mis piernas, con la respiración muy acelerada. Yo estaba muy cerca, por tercera vez, de terminar, y no pensaba quedarme así.
S: Va… que tienes que acabar conmigo también…
G: Buah… tía… perdona… uff… dame un minuto…
Cuando recuperó un poco las fuerzas, volvió a lo que estaba haciendo. Yo apretaba su cabeza contra mi entrepierna y con los brazos juntaba mis tetas mientras miraba a Arnau y le invitaba formar parte.
S: Tío… no te quedes ahí… que no te gustan?
A: J… joder, sí…
Arnau fue de cabeza a comerme las tetas. La verdad es que no era muy delicado y era bastante torpón, pero llevaba un calentón muy bestia y yo solo quería que me sobaran.
Marcos también quiso aprovechar la situación, nos rodeó, se agarró el miembro con una mano y lo acercó a mi boca. Yo estaba un poco indispuesta, ya que tenía una cabeza en la entrepierna y otra en mis tetas, así que solo giré mi cabeza, abrí la boca y él se encargó de lo demás.
Las cosas estaban tal que así: Ginesta comiéndome el coño y masturbándome, Arnau comiéndome las tetas y Marcos follándome la boca. No creo que estuviéramos así ni 5 minutos cuando mis piernas, por tercera vez ese día, me empezaron a temblar. Me saqué la polla de Marcos de la boca para poder gemir a gusto y mirar cómo Ginesta me acababa.
S: A… así… Ya me… me corro Gine… Dios!!
Por. Puto. Fin. A la tercera va la vencida. Imagino que por haber estado cerca varias veces ese día estaba más sensible, pero la intensidad de ese orgasmo fue espectacular. Aparté a Arnau para que me dejara respirar un poco y Ginesta cayó rendida sobre mi pubis.
M: Oye… y nosotros qué?
S: Ah, que ya estáis? No queréis seguir?
A: Nonono, yo aguanto.
M: No, si yo también, pero ufff…
G: A mí si me dais un par de minutos…
Yo estaba ocupada recuperando el aliento y le hice un gesto a Ginesta con la mano para que se tumbara a mi lado. Arnau se tumbó con nosotras, ya alejado de todo complejo, y se recreaba metiéndonos mano. A Ginesta le comía las tetas como un poseso mientras que con sus manos jugaba con las mías. Marcos observaba todo de pie a mi lado y se masturbaba despacio, pero con pinta de querer hacerlo bien deprisa.
Yo estaba volviendo a activarme y Ginesta parecía que también. Pocos días recuerdo en mi vida en el que haya estado tan salida como en ese. Cogí a Arnau de la mano, lo puse encima de mí y puse mis piernas alrededor de su cadera.
S: Va…
A: Pe… pero ya sabes…
S: VA.
Yo era consciente de las limitaciones de Arnau, pero es que era tremendamente guapo y tenía un cuerpazo. Siempre digo que no le doy importancia al físico de los hombres, y es verdad, pero tengo ojos y verlo era un espectáculo.
Me la metió y empezó a moverse. Evidentemente, dentro de mí sentía muy, muy poquito, pero para eso tengo mis manos y eso hice. Masturbaba mi clítoris mientras Arnau estaba por faena, y ni tan mal, la verdad. Mis expectativas con él, con todo lo que me había contado Ginesta, eran muy bajas, pero de momento estaba aguantando y ya llevábamos un rato, si yo tampoco pido mucho.
M: Ginesta… te animas o qué?
G: Hahahahah joder, y tanto! Ven para aquí!
Marcos fue hasta su posición y Ginesta se puso en paralelo a mí, muy pegada, prácticamente encima. Ella misma agarró la polla de Marcos y se la introdujo a la vez que un gemido se escapó de su boca. Si yo estaba salida ese día, Ginesta lo estaba más. Ambas nos masturbábamos mientras los chicos, encantados con el espectáculo que estábamos dando, nos embestían cada vez más deprisa.
A: N… no sé si voy a poder… ah… aguantar mucho…
S: Ufff… quieres acabar ya? O prefieres reposar un poco?
A: Mejor reposo…
Arnau se separó de mí y se tumbó a mi lado. Se había obsesionado con mis tetas y me las volvía a agarrar. Yo no tengo las tetas pequeñas. Tampoco grandes (ya lo veréis) pero él tenía las manos bastante grandes y fuertes, cosa que aunque fuera bastante torpón usándolas, me ponía mucho, así que iba a intentar sacarle provecho.
Redirigí su mano a mi coño, para ver si el chaval iba pillando la idea de que no todo es usar la chorra y… ni Gabriel era tan torpe, la verdad. Así que en vez de hacerle jugar con mi clítoris, le humedecí dos dedos con la boca y me los metí.
S: Ahora, despacio…
A: S… sí…
Sofía la domadora de novatos me llaman. El chaval iba metiendo y sacando los dedos con cuidado mientras se llevaba mis tetas a la boca. Se le notaba falta de práctica, pero tampoco hay que ser un gurú del sexo para saber hacer bien eso.
Yo miraba a Marcos y Ginesta. Eran un espectáculo visual. Marcos embestía cada vez más fuerte y más rápido y Ginesta gritaba de placer. Al no haber nadie dormido, podía desinhibirse todo lo que ella quisiera.
M: Ahora soy yo el que ya casi está…
Marcos se la sacó y se tumbó al lado de Ginesta. La tenía completamente empapada y hasta se le notaba palpitante. Se la cogía por la base y la restregaba contra el cuerpo de Ginesta, que parecía encantarle. Ella se puso de lado, mirando para mí, y ayudó a Arnau a darme placer. Mientras él me metía los dedos, ella utilizaba los suyos para estimular mi clítoris.
Marcos, aprovechando la posición de Ginesta, iba metiéndole la punta de vez en cuando. Yo alargué mi brazo y con dos dedos estimulaba el glande de Arnau, al que se le notaba en la cara que ya no podía más.
A: Uff… chicas… yo no puedo más…
M: Yo realmente tampoco…
Ginesta y yo nos miramos y sonreímos. La verdad es que se habían ganado correrse cuándo y dónde quisieran.
G: Alguna petición?
M: Yo tuve lo mío el otro día… Que elija Arnau.
A: En serio?... Pues si es así… Quiero que… no, da igual…
S: No, va, di.
A: Quiero ver cómo se la chupáis a Marcos…
M: Yo encantado, eh.
Ginesta y yo nos reímos y accedimos encantadas. Los chicos se pusieron de pie y nosotras nos pusimos de rodillas y fuimos al grano.
Marcos no tenía que hacer nada, Ginesta y yo nos íbamos pasando su polla como si fuera un porro… Primero se la chupaba yo… luego pasaba a ser Ginesta… La pasábamos por entremedio de nuestras bocas…
Arnau nos miraba desde al lado de Marcos, pajeándose de forma muy entusiasmada, boquiabierto y acercándose cada vez más a nosotras.
A: Dios… esto es… ah… ya… ya acabo…
Marcos separó su polla para evitar el fuego amigo y Arnau echó todo su esperma sobre mí y sobre Ginesta. Esperaba una descarga tímida, pero ni mucho menos. Varios chorros salieron disparados a nuestros cuellos, que se escurrieron rápidamente por nuestros pechos. Otros fueron directos a nuestras tetas y las últimas gotas cayeron sobre mis piernas.
A: Dios… no me lo puedo ni creer…
M: Por favor, chicas, no os limpiéis, quedaos así…
Marcos volvió a acercar su polla a nosotras sin haber dejado de masturbarse en ningún momento. Yo, con solo pensar que estaba junto a Ginesta, las dos cubiertas de corrida, esperando una segunda descarga, me llevé la mano a la entrepierna y notaba que estaba bien cerca de mi segundo orgasmo.
Ginesta al notar que yo estaba como estaba, acercó su cuerpo al mío. Apretó sus tetas, bien mojadas de corrida, contra las mías y empezó a besarme mientras de reojo miraba a Marcos.
El hormigueo de mis piernas me avisaba de que cualquier pequeño estímulo extra me haría correrme de inmediato, y ese estímulo llego en forma de mordisco. Ginesta mordió mi labio inferior con la fuerza justa para que, en ese momento, me resultara la cosa más placentera del mundo.
Ni hablé. Solo solté un grito de placer al que, al instante, se le unió Marcos.
M: Así… así… quedaos así…
Marcos se cogía la base de la polla con una mano y se estimulaba con la otra. Apuntando a nuestras caras, soltó la mano que agarraba la base, y una descarga de lefa enorme salió disparada a mis labios, entrándome algo en la boca y goteando el resto a mis tetas y las de Ginesta. El siguiente fue a parar a la cara de Ginesta, llegándole de la barbilla hasta el pelo, obligándole a cerrar un ojo. El resto, que no fueron pocos, fueron todos directos a nuestras tetas, que todavía seguían apretadas, y se formó una especie de piscina. Me llevé la punta de su polla a la boca para un último sablazo, que él agradeció.
G: Qué cabrón hahahahahaha
M: Hostia, perdona Gine hahahaha fua… ha sido increíble!
A: Dios… ha sido la mejor noche de mi vida.
S: Hahahahah la verdad es que nos han cundido las vacaciones.
Ginesta y yo cogimos unas toallas y nos limpiamos todo el esperma de encima, que no era poco.
A: Ahora para dormir cómo lo hacemos?
S: Pues si queréis quedaros los 3 aquí abrazaditos por mí estupendo, yo me voy a la otra habitación
Marcos se acercó a decirme algo al oído.
M: Sabes que yo todavía puedo seguir, no?
Le agarré la polla, que seguía morcillona, y le pajeé un poco.
S: Ah, sí?
Me acerqué a su cara, quedándome cerca de sus labios.
M: S… sí…
S: Pues te haces un Vladimir, una paja y a dormir, yo me voy a sobar hahahahahahha
M: Eres lo puto peor hahahahaha
S: Ginesta, te vienes y dejamos a estos tórtolos solos? Tú te crees, nos acostamos con dos tíos y ni se han frotado los penes…
G: Hahahahahah ya, tía, totalmente indignante. Pues sí, me voy contigo!
Ginesta y yo nos marchamos a la otra habitación y nos metimos cada una en una cama.
G: Sofi… vaya locura. Te juro que yo nunca antes he hecho cosas así.
S: Bueno, y si las hubieras hecho, qué pasa? Estamos pasando unas muy buenas vacaciones.
G: Charla en la playa mañana?
S: Hecho!
G: Buenas noches Sofi.
S: Bona nit petarda.
Cerré los ojos. Estaba tan reventada que creo que tardé décimas de segundo en quedarme dormida.
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Perdón! Lo he tenido que pasar en dos veces porque no me dejaba pasar más de 40000 caracteres xD Culpa mía que me enrollo como una persiana!
Bueno, pues ya solo queda la parte final del cámping y... pasaremos a cosas nuevas! No lo negaré, estoy un poco nerviosa porque llevo mucho tiempo sin publicar nada nuevo, espero que tenga tan buena recepción como todo hasta ahora.
Un abrazo a todos! Espero vuestras reacciones y respuestas!!
Una maravilla de relato, @Sofia_sdp gracias por compartirlo con nosotros.
Seguro que hablo por la mayoría, o todos, si te digo que estamos deseando conocer el desarrollo de tus siguientes peripecias...
volvamos de nuevo a esperar las historias de SifuaMi querida Sofía solo puedo decirte que me ha encantado, digna continuación de lo que has escrito anteriormente, con una buena dosis de humor tal cual eres tú, por supuesto también morboso, erótico, decías de nerviossss chica has superado la prueba, pero eso ya lo sabía, al final me has puesto nervioso tú a mi leyéndote y correré a otra cosa ejem.
Por fin Gabriel obtiene su ansiado premio y de que manera, la espera ha merecido la pena, Ginesta es para enamorarse si encima le gusta la pizza hawaiana es de mí equipó, genial de verdad, da gusta leer relatos tan bien escritos, que saben mantener el interés del lector y provocar reacciones diferentes en cualquier momento.
Tengo curiosidad por ver que respuesta das a Marcos, darías mucho juego en la banda
Espero con ansía la continuación (sin presión culona) has aprobado con matrícula de honor
P.D. tú si que eres Kawaii
Jajaja, los puñeteros dedos gordos y el corrector me han hecho quedar tan mal con la maravillosa sufoia!!! Digo sifonia, perdón safiuvolvamos de nuevo a esperar las historias de Sifua
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