Al fin, se hizo realidad

Espero se sinceren en todo, sean brutalmente honestos.
Lo que desean y esperan cada uno del otro, los límites infranqueables en caso de seguir.
Por experiencia aconsejo los intercambios presenciales tipo swingers en caso de liberar la relación.
Así se evita la disparidad que generalmente se presenta al disponer la mujer más opciones que el hombre.
Lo he dicho antes, les basta con respeto, confianza, y lealtad.
 
Capítulo 10.

“Te he notado rara, distante después de nuestro viaje”. Al decirle esto, me puse un poco nervioso, ¿cómo iba a digerir lo que iba a escuchar?

“Claro y sigo confusa todavía. Aunque era algo que tú querías que pasara, yo jamás hubiera creído que iba a pasar.”

“¿Y te gustó?” pregunté.

“Sí, me gustó mucho, disfruté mucho, hice y dije cosas que ni en sueños haría o diría y por eso he estado distante contigo porque no sé cómo nos va a afectar.”

Me quedé con ganas de preguntarle sobre qué cosas dijo aunque ya lo sabía, quería escuchárselas a ella, quería escuchar su versión. No lo hice y comencé a hablar.

“Sí que nos va a afectar, pero para bien” respondí. “La prueba de lo que digo ha sido lo que hemos hecho esta mañana y anoche. Tú sabes cómo te quiero, lo preciosa que siempre te veo. Después del viaje, te veo como una mujer más completa, te lo pasaste bien con otro hombre, no salió como yo tenía planeado, sino que fuiste tú la que marcaste los tiempos, la que decidiste cómo y cuándo sería. Antes de que lo hiciéramos esta mañana, te estaba observando y pensando en lo ocurrido. Me decía a mí mismo que qué suerte tenía de estar contigo. No te menosprecies, vales mucho, eres decidida, inteligente y físicamente no encuentro a ninguna mujer que se pueda comparar a ti.” Me sonrió y me dio un beso. Seguí hablando. “Ya verás cómo lo ocurrido va afectándote cada vez menos, pasa el tiempo y vienen otras cosas, otras preocupaciones. Además, si queremos recordarlo, que sea para bien. Mira el lado bueno, te lo pasaste bien en Barcelona y te lo has pasado estupendamente estas últimas horas.”

Mi mujer no decía nada y era yo quien quería normalizar la situación, asumir lo ocurrido y demostrarle lo mucho que significaba. Me pasé todo el día de lo más cariñoso con ella, y la verdad es que las cosas volvieron a ser casi como antes. Pero me faltaba una cosa: tenía la versión de Daniel, me faltaba la suya. No quise insistir más en el tema. Ahora debía ser paciente e inteligente y esperar la ocasión.
 
Me da la impresión de que ella le está dando de lado y va a buscar a otros hombres. Esta pareja acaba divorciada
Espero que no sea así.
Pero volvemos a la tristemente famosa cita... "quien con fuego juega, acaba quemándose".
Las estadísticas no son buenas, menos del 10% de las relaciones abiertas terminan siendo exitosas.
Esperemos este caso no sea parte del otro 90%.
 
Capítulo 11.

La ocasión se presentó el fin de semana. El sábado no teníamos ningún plan y decidimos ir a tomar una copa a una discoteca que estaba al lado del mar. Después de cenar en casa, nos arreglamos para salir. Fue curioso, mi mujer llevaba el mismo conjunto que se puso la primera noche en Barcelona. Seguía viéndola deslumbrante.

El sitio al que fuimos es el típico lugar al que la gente va para dejarse ver. Nos sentamos en una mesa con las primeras consumiciones y nos pusimos a hablar sobre la gente que nos rodeaba. Pedí una segunda consumición en la barra y le pedí al camarero que cargara bien la copa de mi mujer. Quería que se sintiera más desinhibida. Cuando ya llevaba la mitad de su copa bebida, se me ocurrió sacar el tema de nuestro viaje diciéndole que se fijara en un hombre que daba la impresión de que se parecía a Daniel.

“¡Mira! Ese hombre se parece un montón a Daniel, ¿verdad?”

“Bueno, tampoco mucho.”

“¿Sabes? ¿No te parece un buen momento para que me cuentes lo que estoy deseando saber?”

La música estaba alta pero sin apabullar, no teníamos gente relativamente cerca y creí que se daban las condiciones idóneas. Para empezar, le pregunté: “¿Cómo cambiaste tan radicalmente de opinión en menos de un día?”

“Pues … Porque así tú lo querías, estábamos lejos de casa y debo confesar que elegiste muy bien, no sólo físicamente. Daniel me pareció un seductor fantástico.” Y empezó a hablar casi sin parar.

“La primera noche sentí que todo iba muy deprisa y no tenía mucho control de la situación. A la mañana siguiente, mientras me duchaba pensé que era una locura acostarme con Daniel por mucho que tú quisieras. Me dije que procuraría mantener las distancias. Pero Daniel supo vencer mis defensas durante la visita que hicimos por Barcelona. Me tenía encantada con su saber estar. Me derrotó cuando me abrazó por detrás en la Catedral del Mar. En la comida, cuando te fuiste al aseo, le dije que íbamos a hacerlo esa tarde después de comer, los dos solos, nadie y nada más. Lo que pasó en la habitación del hotel me daba la sensación de que abría una puerta a algo que no sé si voy, o, mejor dicho, si vamos a manejar bien, que no sé si nos va a hacer daño, porque lo que hicimos Daniel y yo, no te voy a mentir, me encantó, disfruté muchísimo con un hombre que está muy bien, y al cual hice disfrutar mucho también.”

“¿Sí?” ¿Cuántas veces se corrió?” pregunté

“Tres.”

“¡Tres!¡Qué barbaridad!” dije mintiendo a mi mujer como si no supiera ya la historia. “¿Cómo fueron?, y tú ¿cuántas?” Estaba entusiasmado con sus ganas de hablar.

“Dos veces nos corrimos juntos, la primera yo estaba encima de él y aunque al principio me costó que entrara, cuando entró bien, y esto no sé si te va a gustar oírlo, jamás me había sentido tan llena.”

“¿Y la segunda?” pregunté ansioso dejando que bebiera un trago de su copa.

“La segunda fue él encima de mí en la cama, después de que estuviéramos un rato viéndonos en el espejo de la habitación.”

“¿Os decíais algo en ese momento?” estaba superexcitado disfrutando del momento. Allí mismo la habría desnudado y penetrado.

“Sí y es algo que me da vergüenza contarte.”

“No pares ahora, por favor.”

Tomó aire y siguió. “Estábamos a punto de corrernos y consiguió que le dijera que si viviéramos en la misma ciudad, sólo lo haría con él. Y a mí me puso a cien decirle que sí.” Se calló un rato, acabó su copa y encendió un cigarrillo.

“No te sientas mal” le dije cogiéndole la mano. “Fue un momento de descontrol; además, si preparé todo esto, era para que llegaras a ese punto” seguí hablando para tranquilizarla.

“¿No te importa? ¿No te parece mal?”

“No, mientras la situación no se nos vaya de las manos. Podría ser un problema si viviéramos en la misma ciudad. Pero estando tan lejos y cuando volvamos al trabajo, lo recordaremos menos intensamente pero sin olvidar lo agradable que fue. Acaricié su cara mirándola con tanta intensidad, que se tranquilizó bastante.

“¿Puedo hacerte una, bueno, dos preguntas, si no te importa?”

“Bueno.”

“¿Y la tercera de él?”

“En el baño mientras nos duchábamos. La verdad es que se recuperó en seguida y tuve que hacerle una mamada. ¿Sabes? Oír de un hombre como Daniel que pocas veces había disfrutado tanto con una mujer y oírselo decir con tanta sinceridad, me hizo sentirme muy bien.”

“Por eso ligaste en la fiesta del otro día con ese tío, ¿no?” le comenté.

“En parte, sí. Me dedicó un piropo muy bonito cuando coincidimos en los aseos y algo me removió por dentro. Me dijo que estaría en la barra tomando algo y que le gustaría invitarme. Por eso fui pasado un rato.”

“Querías demostrarte todo lo que te llevo diciendo desde hace muchos años ¿no?. Valiendo lo que vales, estando tan buena como estás, debes quererte mucho más.”

“Pues no te lo voy a negar. Quería comprobar si era verdad el interés que había puesto en mí. La verdad es que era un bombón, muy agradable, simpático. No sé qué hubiera pasado, pero claro, tanta gente conocida … Ya sabes.” Me dijo sonriendo y guiñándome un ojo.

“¡Vaya, vaya! Te vas a convertir en una devoradora de hombres”. Le dije bromeando. “Espero que siempre empieces por mí.” Ella se echó a reír.

“Ahora en serio.” Seguí hablando. “Si se te presenta una ocasión, así como la de la otra noche, con alguien que te gusta, no tienes muchos obstáculos y eres discreta, adelante, no lo dudes, disfruta todo lo que puedas.”

“¿Me estás dando tu consentimiento?”

“Sí.”

“¿A cambio de nada?”

“Por ahora, a cambio de nada. Bueno, sí, una cosa: que no me ocultes nada, que si te sale un plan, que me lo digas y después que me cuentes cómo te ha ido.”

“Vale. Pero no creo que vuelva a pasar, la verdad.”

Y sí que pasó.
 
Os lo juró que no entiendo está forma de pensar de algunos hombres, de verdad se creen que ellas seguirán enamoradas de ellos después.
No lo sé por no verme en esa tesitura nunca ( tampoco creo que me vea nunca).
Pero por lo visto muchas parejas funcionan y de eso no hay duda, yo estuve con varias parejas y nunca hubo problema, si lo tienen ahora, no lo sabría la verdad
Supongo que habrá de todo ,
 
Sincerémonos...
Esta pareja claramente ha tomado el camino del esposo que se desvela en un "cornudo consentidor" iniciando a su "hotwife".
Podemos no compartirlo algunos, pero cuando se trata de sexo, las posibilidades son infinitas.
La acelerada evolución que está teniendo este matrimonio es de exclusiva e igual responsabilidad de ambos, ni uno más ni una menos.
Por ahora los dos están "sintiendo más y mejor" cumpliendo sus primeros deseos y fantasías.
El riesgo es demasiado grande, lo he dicho antes...
"Terminamos quedando solos viviendo esta fantasía, mientras vemos como la realidad se lleva todo lo que amamos"
 
Capítulo 12.

Sí que pasó, pero fue una experiencia nada agradable. Para entender la situación creada después del viaje a Barcelona en el verano de 2019, debo explicar que, viviendo en una ciudad de tamaño medio, donde todo el mundo se conoce, era sumamente difícil que mi mujer utilizara esa libertad que yo le daba, esa posibilidad de tener relaciones sexuales con quien le apeteciera. No sé si para bien o para mal, las cuestiones familiares y laborales nos absorbían casi de manera completa. Poco antes de navidades me puse en contacto con Daniel para mandarle una felicitación y sondear su disponibilidad para un encuentro en el primer trimestre de 2020. No puso inconveniente. Durante las fiestas le comenté a mi mujer la posibilidad de volver a Barcelona. Me dijo que lo quería en ese momento era descansar y que ya veríamos cómo lo tendríamos en el nuevo año.

Todos sabemos qué pasó en ese maldito marzo de 2020. Tanto nos afectó que cuando por mi cuenta recordaba el verano de 2019, me parecía que era una historia de mucho tiempo atrás. Hubo que esperar hasta el otoño de 2021 para que surgiera una situación favorable. Todo comienza con el divorcio de una compañera de trabajo y amiga de mi mujer cuyo nombre es María. María y Juan, su marido, daban la impresión de ser una pareja muy bien avenida, viviendo una vida en una armonía superficial que no dejaba ver la realidad de sus problemas. Antes de divorciarse, mi mujer y yo nos dimos cuenta del sometimiento de María a los deseos y caprichos de su marido sin que éste tuviera ningún detalle agradable hacia su mujer.

Todo estalló en primavera cuando María descubrió que su marido le era infiel, estaba dejándole sin dinero y sus hijos, manipulados por el padre, estaban en contra de ella. Se vio sola y desamparada y nosotros fuimos quienes la ayudamos a pasar los primeros meses después de que su vida se hubiera ido al carajo. Solíamos salir los 3 algunos fines de semana de una manera muy clásica: tomábamos unas tapas, una copa en un algún bar también muy convencional, escuchábamos todo lo que María estaba sufriendo y una vez terminada esa sesión de terapia, volvíamos a casa.

Se produjo un cambio cuando María le comentó a mi mujer que su peluquera, también separada, solía ir a un bar que es el centro de reunión de separados, solteros, viudos y gente que va a ligar.
 
"Se produjo un cambio cuando María le comentó a mi mujer que su peluquera, también separada, solía ir a un bar que es el centro de reunión de separados, solteros, viudos y gente que va a ligar."

Es una justificacion muy frecuente , la de las amigas separadas , con las que se quedan , para zorrear , esta claro que aqui nuestra protagonista se pondra a prueba y se follara a algun machote del local.
Muy comun por otra parte , Ahi estamos para eso. jejejejejejje
Bueno si sólo se tira a uno ni tan mal
Peor sería que le diera el punto y se tirase a todo el local , eso si, por tiempos jajajja
 
Capítulo 13.

La primera vez que fuimos no pasó nada, pero a los tres nos gustó el ambiente. María tuvo la oportunidad de hablar con 2 hombres que fueron simpáticos, pero no la convencieron. Mi mujer y yo estuvimos observando cómo unos desplegaban sus tácticas para ligar y otras aceptaban o rechazaban esas maniobras.

La segunda vez que fuimos pasó algo más interesante que me dio qué pensar para poder hacer una propuesta. Aparecimos por el bar un viernes a la hora del “tardeo”. Había bastante gente y buen ambiente. Nada más entrar, tuve que ir al servicio. Les dije que no me pidieran nada de beber. En el aseo me encontré que había 5 personas delante de mí. Puede que me llevara un cuarto de hora salir del aseo. Cuando me acerqué a las dos mujeres, me di cuenta de que estaban hablando con dos treintañeros. Mentiría si dijera que no me gustó la situación. Salí del bar guiñándole el ojo a mi mujer y haciéndole un gesto con el dedo índice de que siguiera hablando con el chico. Les di unos 20 minutos más y entré de nuevo en el bar. Me acerqué a mi mujer y le di un beso saludando también al chico que intentaba ligar con ella. Pregunté que qué tal iba todo y me respondió mi mujer: “pues nada, aquí hablando con este chico”. El treintañero de mi mujer se despidió de nosotros y dio un toque al amigo que estaba hablando con María. María y su chico se despidieron intercambiando teléfonos.

“Os dejo solas y la que liais” les dije a las dos mujeres en plan de broma. “Qué joven y qué inexperto era el mío“ dijo mi mujer. “Se creía que por decirme qué ojos tan bonitos tienes iba a acostarme con él. Cúrratelo un poco más, tío!!”. Nos echamos reír y les dije de ir a otro bar. Y en ese momento y en ese lugar les hice la siguiente propuesta: “al menos una vez, tendríais que salir las dos solas. Yo ayudo muy poco a que María conozca a alguien si estoy con vosotras”. María estaba encantada con la propuesta pues esa tarde se lo había pasado muy bien y sentía que era algo que necesitaba para salir de su difícil situación. Mi mujer no estaba tan contenta, pero viendo a su amiga dijo que sí pero solo una vez.

El sábado de la semana siguiente fue el día elegido para que salieran las dos solas. “La verdad es que me apetece poco salir en este plan. La próxima vez, habla conmigo primero” me dijo mi mujer. “¿Por qué?” le pregunté. “No me hace mucha gracia que me vea alguien conocido y saque conclusiones. Que la gente exagera para hacer daño una cosa fina”. ”Pues si saludas a alguien, dile que estáis de noche de chicas” le comenté como ayuda.

Como estábamos en otoño, se puso un top negro de manga larga muy escotado, unos leggins también negros que se ajustaba a su cuerpo de maravilla y unos tacones bien altos. Yo estaba muy excitado y le pedí que posara unos segundos para hacerle unas fotos. Pasada la medianoche, me encargué de llevar a las dos mujeres al centro. María llevaba una minifalda que parecía un cinturón. Ella estaba pletórica y con unas ganas tremendas de pasarlo bien. Antes de dejarlas, le pedí a mi mujer que, si podía, me mantuviera informado.

Regresé a casa y me puse a ver las fotos que le había hecho y en seguida me excité de ver lo guapa que estaba esa noche y de pensar en lo que podía pasar, siempre creyendo que iba a ser tan bueno como lo que sucedió en Barcelona.

Me costaba no dormirme esperando algún mensaje. Estaba en la cama viendo vídeos de mujeres maduras siendo bien folladas como imaginando lo que pasaría esa noche cuando sobre las 2 de la madrugada recibo el primer mensaje: “ya hemos ligado” me decía mi mujer. “Normal, con lo guapas que estáis. “Qué tal son?” pregunté. “Están bien aunque bastante chulitos. Te dejo.” Así terminó la conversación. Me tuve que masturbar pues no aguantaba ya más y me quedé dormido.

Eran las 6 y media cuando me desperté por la llegada de mi mujer. Su llegada me había pillado profundamente dormido. Entró descalza en la habitación para no despertarme, mientras se cambiaba le pregunté que qué tal había ido. “Mal” me respondió. “Mañana te cuento” y se fue al cuarto de baño en el que estuvo un buen rato.
 
“Mañana te cuento” y se fue al cuarto de baño en el que estuvo un buen rato...
Pero si ya eran pasadas las 6 y media de la mañana...!!! :dancer1:
Está claro que venía bien sobre la pelota, con la fiesta encima y con "mucho más adentro". ;)
El contexto y la forma como ella le respondió, "mal", me recuerda esa tan usada frase, "ni mejor ni peor, sólo diferente".:bdsm1:
Eufemismo puro y duro. :salido1:
Me da que las historias que nos brinde este matrimonio serán de antología.
:banana1::banana1::banana1:
 
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“Mañana te cuento” y se fue al cuarto de baño en el que estuvo un buen rato...
Pero si ya eran pasadas las 6 y media de la mañana...!!! :dancer1:
Está claro que venía bien sobre la pelota, con la fiesta encima y con "mucho más adentro". ;)
El contexto y la forma como ella le respondió, "mal", me recuerda esa tan usada frase, "ni mejor ni peor, sólo diferente".:bdsm1:
Eufemismo puro y duro. :salido1:
Me da que las historias que nos brinde este matrimonio serán de antología.
:banana1::banana1::banana1:
Me parto la polla contigo y con enigmatico
Vendría bien, bien pasada de polla jajajajaja
 
tu pareja no es tuya , tu pareja te elige cada dia , pero eso hay que currarselo , nadie es de nadie , eso hay que tenerlo claro , y las mujeres , muy en contra de lo que muchos piensan , necesitan de motivaciones extras para follar con un hombre que no es el suyo, estas motivaciones pueden ser positivas , o negativas , dentro de las positivas , la complicidad con el marido , el entendimiento , el jugar limpio y en equipo por morbo de los dos teniendo claro que el tercero es solo un "juguete" para la pareja , y entre las negativas , cuando se ven ninguneadas, no valoradas, desantendidas, si llegan a probar a otro hombre que no solo les da sexo , sino comprension, ilusion , valoracion personal, etc, terminan caminando solas y a espaldas del cornudo.
Por eso Carlos Sevillista, tu mujer te elige cada dia , trabaja para que asi sea .😜
No podias esplicarlo mejor!
 
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