Al fin, se hizo realidad

Podemos algunos, no compartir la forma de gestionar su matrimonio, sin embargo, la responsabilidad exclusiva de cómo llevarlo es de ellos.
Luego de leer a Lord Henry, más que un final para ellos, el epílogo parece ser el termino de una etapa y el inicio de otra.
Hasta lo visto, algo es notorio, que para ellos la monogamia no es su estado natural.
Asumiendo que para ellos este no es el final de la historia, es seguro que menos lo es para ella.
Es muy probable que sin necesidad de comunicárselo, ella siga incursionando en encuentros con otros.
Siendo así, en un momento podría la forma llegar a afectar gravemente el fondo.
Lo de él parece consistir en el morbo de controlar, observar y participar de sus encuentros, así alcanza altos niveles de placer.
Nada satisfactorio le resultaría enterarse que ella ha mantenido aventuras sin hacerlo partícipe.
Incluso esto podría llevarlo a alinearse con el pensamiento general, y considerarlo derechamente una infidelidad.
Desde mi punto de vista, y según el relato, no hubo infidelidad. Todo fue consensuado. Eso está claro. Tanto como que ella, no se quedó con la "mala experiencia" que le llevó a hacer todo lo quiso ese "indeseable". Seguro que nunca olvidó su primera experiencia, satisfactoria. Es como si uno va a probar sushi, por primera vez, y le encanta. Y la segunda vez, no le gusta. No sé, pero yo lo volvería a probar. Porque la primera vez, es la que te deja con ganas de volver a probar. Por muy mala (que lo dudo), haya sido la segunda.
 
Podemos algunos, no compartir la forma de gestionar su matrimonio, sin embargo, la responsabilidad exclusiva de cómo llevarlo es de ellos.
Luego de leer a Lord Henry, más que un final para ellos, el epílogo parece ser el termino de una etapa y el inicio de otra.
Hasta lo visto, algo es notorio, que para ellos la monogamia no es su estado natural.
Asumiendo que para ellos este no es el final de la historia, es seguro que menos lo es para ella.
Es muy probable que sin necesidad de comunicárselo, ella siga incursionando en encuentros con otros.
Siendo así, en un momento podría la forma llegar a afectar gravemente el fondo.
Lo de él parece consistir en el morbo de controlar, observar y participar de sus encuentros, así alcanza altos niveles de placer.
Nada satisfactorio le resultaría enterarse que ella ha mantenido aventuras sin hacerlo partícipe.
Incluso esto podría llevarlo a alinearse con el pensamiento general, y considerarlo derechamente una infidelidad.
Como maquinas de bien
 
Gracias por vuestras opiniones. A pesar de haber conocido a su nuevo compañero, como ya comenté, la mayor responsabilidad que ha adquirido en su trabajo supone que se concentre más en el proyecto que está desarrollando. Es algo que le hace mucha ilusión.
Añado también que en estos 2 años hemos perdido a seres queridos por cuestión de edad y también a otros de manera repentina y traumática. Su pérdida es difícil de olvidar. Por todo esto que os cuento, ella ahora mismo no tiene en mente repetir algo tan excitante como la historia de Barcelona y yo tampoco voy a sacarle el tema.
 
Gracias por vuestras opiniones. A pesar de haber conocido a su nuevo compañero, como ya comenté, la mayor responsabilidad que ha adquirido en su trabajo supone que se concentre más en el proyecto que está desarrollando. Es algo que le hace mucha ilusión.
Añado también que en estos 2 años hemos perdido a seres queridos por cuestión de edad y también a otros de manera repentina y traumática. Su pérdida es difícil de olvidar. Por todo esto que os cuento, ella ahora mismo no tiene en mente repetir algo tan excitante como la historia de Barcelona y yo tampoco voy a sacarle el tema.
Entonces damos por concluido el tema
Al menos , de momento
 
Entonces damos por concluido el tema
Al menos , de momento
De momento, no hay ninguna novedad. Publico un enlace de un video en el que aparece una mujer parecida a la mía. Sobre todo, los 3 primeros minutos me recuerdan a mi mujer.

https://es.********.com/videos/blonde-stepmom-gets-fucked-through-the-house-11552599
 
Creo que el enlace no salió como quería. Este vídeo sí que se puede ver. Esta actriz alemana es la que mejor me recuerda a mi mujer, salvando las distancias, naturalmente.

 
Creo que el enlace no salió como quería. Este vídeo sí que se puede ver. Esta actriz alemana es la que mejor me recuerda a mi mujer, salvando las distancias, naturalmente.

Bueno buena follada tiene la verdad
 
Gracias por vuestros comentarios.

Capítulo 6.

“Sentí mucho que no pudieras estar con nosotros. Después de haberlo preparado todo y vencer las dificultades que te surgieron, fue una putada que no estuvieras allí. Aunque te digo una cosa, hubo momentos en los que me alegré de estar solos tu mujer y yo. Era tal la intensidad del polvo que no quería distracciones.

Te cuento: entramos en la habitación después de que en el ascensor estuviéramos besándonos. Tu mujer fue al aseo y yo aproveché para desnudarme y quedarme sólo con el calzoncillo puesto. Salió del aseo con los labios pintados y me pidió dejar la habitación en penumbra. Con tan poca luz, no se habría grabado nada. Me levanté de la cama y nos besamos otra vez. Los besos siguieron por su cuello. Notaba su excitación en los suspiros que soltaba. Fui desnudándola hasta dejarla sólo con el tanga puesto. Me senté en la cama y mi boca se hizo dueña de sus pezones. ¡Cómo le gustaba, cómo apretaba mi cabeza contra sus tetas! Le pedí que se tumbara y le quité el tanga. Seguí besando su cuerpo hasta llegar a su coño. Estaba ardiendo. Comencé a pasar por él suavemente la punta de mi lengua y noté cómo se estremecía. Cogió mi cabeza para pegar más mi boca y mi lengua a su sexo. Apenas me movía, era su pelvis la que hacía todo el trabajo. Cuando estaba a punto de correrse, me separó de ella y me dijo que quería ver lo que guardaba dentro del calzoncillo. Me incorporé poniéndome de rodillas en la cama y le dije que me lo quitara. Fue bajando el calzoncillo y de repente mi polla salió como un resorte: estaba muy excitado. Pude ver la cara de sorpresa en su cara al decir “¡Dios, qué grande y qué bonita está!”. Empezó a masajearme comprobando el tamaño y pasó a acariciarme los huevos. Acercó su boca y se introdujo mi glande. Lo chupaba como si fuera un caramelo, la muy golosa. Noté que le costaba introducir más mi polla en su boca y lo que hizo me encantó: siguió chupando mi glande y empezó a acariciarme con sus uñas el resto de mi polla. Eso provocó que estuviera a punto de correrme y tuve que decirle que parara. Le dije” ¡Qué mala eres, ahora te voy a follar como nunca te han follado!”

Sin decir nada y sonriendo voluptuosamente, se tumbó boca arriba esperando lo que le había prometido. Lástima que me tuviera que poner un condón porque me habría gustado correrme bien dentro de ella. Después de ponérmelo, me pidió que frotara mi polla con su coño. Me puse de rodillas entre sus piernas abiertas y acerqué mi miembro a la entrada de su vagina y empecé a deslizarlo sobre sus húmedos labios. Puso sus pies en mi pecho para sentir mayor placer, sobre todo cuando subía hasta su clítoris. Poco después, introduje parte de mi polla en su vagina y me quedé quieto mientras ella, después de la sorpresa inicial, iba acostumbrándose al grosor de mi miembro. Fui entrando y saliendo suavemente, pero me dijo que notaba un poco de dolor. Le propuse que se pusiera encima de mí.

“No sé cómo va a entrarme” me digo mientras cambiábamos de posición. Le dije que esperara un poco pues saqué del bolsillo de mi pantalón un sobrecito de un gel lubricante que apliqué por encima del condón. Me tumbé y ella se puso encima y empezó a frotarse otra vez. ¡Qué gusto sentíamos los dos! Paró de frotarse cogió mi polla y se la fue introduciendo poco a poco. ¡Tenías que haber visto su cara! Resoplaba según iba notando cómo se encajaba dentro de ella. Puse mis manos en su culo para llevar el movimiento de sus nalgas arriba y abajo y al mismo tiempo empecé a chupar sus pezones. Tu mujer estaba que se derretía, con la mirada perdida, la boca abierta y disfrutando a tope. “¡Cómo me llena!” dijo cuando la penetración ya era completa. “Disfruta, es toda para ti” le dije. Desatada con una cara de vicio tremenda, le dio por mover sus caderas de atrás hacia adelante, ¡cómo tiraba! Me puso a punto de correrme.

Seguimos follando con ese endiablado ritmo cuando decidió levantar su cuerpo para pedirme que le cogiera bien fuerte las tetas. A partir de ahí, aceleró el ritmo y pensé que no tardaría mucho en correrse. Y así fue, pero no sólo ella, yo también me corrí al ver la intensidad de su orgasmo. ¡Cómo gritaba! Parecía estar poseída. Cayó agotada sobre mí y mientras nos recuperábamos, estuve acariciando su espalda. Se levantó y se tumbó a mi lado. Me quité el condón y me limpié. Suelo tener bastante aguante, pero tu mujer consiguió que me corriera bien pronto.

Estuvimos hablando de lo bien que nos lo habíamos pasado y nos quedamos un ratito dormidos. Me desperté un poco antes que ella y noté que me estaba recuperando del primer polvo y quería más. Quería un polvo más largo que el primero. Acaricié a tu mujer para que se fuera despertando y una vez que abrió los ojos, comencé a besarla suavemente y ella respondía a lo que le hacía. Bajé mi mano derecha hasta su clítoris para masturbarla. Notaba su excitación porque después de esas caricias, empezó a comerme la boca con verdadera pasión, introduciendo algunos de sus dedos en mi boca. Cambió de posición y pasó a jugar con mi polla: la besaba, lamía la parte más sensible e intentaba metérsela lo más posible en su boca. Eso me dio una idea. Quería dominarla, someterla, que se rindiera ante mí. En el primer polvo, ella había llevado las riendas; ahora me tocaba a mí.

Le dije con voz autoritaria que se pusiera a cuatro patas, lo cual hizo sin poner ningún problema. Me puse otro condón y llevé mi polla a la entrada de su vagina. La penetré con fuerza, hasta el fondo y así inicié un mete y saca, no salvaje, pero sí duro mientras mis manos sujetaban su cadera. Oía sus gemidos amortiguados por la almohada. Llevé mi mano derecha hasta su clítoris para masajearlo sin dejar de follarla. Al notar mis dedos en su clítoris, contrajo su vagina como si quisiera retenerme dentro de ella. Le pregunté “¿Te gusta que te folle así?” y ella sólo decía “sí, sí, sí así” de manera entrecortada.

Unos diez minutos después, cambiamos de posición. Nos levantamos de la cama y me senté en la silla que había en frente del espejo de la habitación. Quería que se viera follando conmigo ya que tú no la ibas a ver. Se sentó encima de mí, dándome la espalda para poder verse en el espejo. Empezó a subir y bajar sobre mi polla mientras le cogía con fuerza sus tetas y pellizcaba sus pezones. Le decía lo hermosa que estaba follando conmigo y que hubiera sido una pena que se lo hubiera perdido. “Estoy a punto de correrme” me dijo. A mí también me faltaba poco. “Vamos a la cama” ordené. Se tumbó boca arriba y me puse entre sus piernas. Estaba preciosa, puro vicio. En ese momento quise que se rindiera ante mí definitivamente: “¿Quieres que te folle bien fuerte?” “Sí, por favor” respondió. “¿Por qué quieres que te folle?” “Porque me gusta” “Si vivieras aquí, ¿Quién te iba a follar, dime? “Tú, sólo tú, pero métemela ya, por favor” suplicó. La penetré con fuerza y fundimos nuestras bocas en un beso increíble. Ella enroscó sus piernas en las mías y apretó sus uñas sobre mi culo para que la penetrara lo más profundo posible. No sé cuánto tiempo pasó, pero cuando noté que ella empezaba a correrse, aceleré el ritmo para corrernos al mismo tiempo. Y lo conseguimos. Me faltan palabras para describir el momento. ¡Cómo se retorcía y gritaba tu mujer! Me quedé un rato dentro de ella mientras recuperábamos la respiración. Nos miramos extasiados pensando en lo que habíamos disfrutado. Me separé de ella y me tumbé a su lado. Estuvimos descansando como un cuarto de hora y le propuse ducharnos juntos.

Nos metimos en la ducha y empezamos a enjabonarnos y lo que comenzó siendo una ducha normal, se convirtió en un juego. Nos enjabonamos mutuamente pasando nuestras manos por todo nuestro cuerpo. Ella con las manos llenas de gel, cogió mi polla y la masajeó a conciencia. Comprobó cómo me estaba recuperando y comentó: “¡Vaya, cómo estás otra vez! ¡Yo ya no puedo más! Sin decirle nada, sólo viendo la cara que puse, se arrodilló, limpió de gel mi miembro y empezó a hacerme una mamada estupenda. Cogía su cabeza para marcar el ritmo y ella puso las manos en mi culo. Uno de sus dedos jugueteaba con mi ano intentando entrar, lo cual me excitaba aún más. Pasados unos dos minutos le dije que quería correrme en su boca y ella me pidió que la avisara cuando fuera a suceder. Así hice, me corrí parte en su boca y parte en sus tetas. Las piernas me temblaban, no me caí de milagro. Vi cómo escupía el semen de su boca y cogía mi polla para restregarla en sus tetas. “¿Te ha gustado?” me preguntó sonriendo. “Mucho, mucho, mucho” dije mientras me recuperaba. “Eres impresionante, has estado maravillosa”. Terminamos de ducharnos, me vestí y despedí de ella con largo beso. Hasta aquí todo lo que querías saber.”

A las tres de la madrugada apagué el ordenador después de haber leído varias veces el mensaje. Tuve tales momentos de excitación que en uno de ellos me masturbé para poder tranquilizarme.
uffff que bien descrito todo, leyendolo te puedes imaginar alli viendolo en primera persona
 
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