Cada vez tengo menos oportunidades de follar en encuentros fortuitos que es lo que me da morbo u me gusta y eso acrecientan mis ganas de ser follada, estoy como una perrita en celo todo el día pensando en sexo, noto el calor en mi coño y el deseo en mi cabeza, aunque a mi coño le cuesta cada vez mas ponerse húmedo, mis deseos siguen intactos y suelo ir siempre con un bote de vaselina por si surge algo, he estado de viaje y no ha surgido nada memorable, los hombres están como aletargados jjjj, aunque tampoco he tenido muchos momentos para golfear.
tan solo uno rápido con un viejete y una paja a un joven en un servicio de un hotel donde me hospede un día en Zamora, estábamos tomando el desayuno mi marido y yo el día que nos íbamos y un señor mayor se sentó en la mesa de enfrente y empezó a mi mirarme con insistencia, con disimulo me abrí de piernas un poco para que me viera las bragas y le devolví la mirada, cuando me levanté a por unos bollos, él se levantó también, y cuando estaba en la mesa cogiendo los bollos, el paso detrás y con disimulo me palpo el culo. ummm temble.
volví a la mesa para continuar desayunando, mi marido que ya había terminado me dice que se vaya a la habitación para ir recogiendo.
- yo me quedo y me termino estos bollos con otro cafe.
Cuando salió mi maridos por la puerta, me abrí otra vez de piernas, le mire de reojo mientras me metía un bollo en la boca, el se toco debajo de la mesa por encima de los pantalones, mmm, este me había calado solo con mirarme, tenía poco tiempo y mi mente calenturienta actuó como un resorte para que me levantara y fuera al servicio de mujeres, no había nadie así que deje la puerta entreabierta del váter por si se decidía a entrar el hombre del comedor, me senté bajándome las bragas y empecé ha hacerme un dedo frotando mi clítoris, estaba a punto de correrme y no entraba, estaba roja de ganas, me quite las bragas las tire a la papelera, pensando en enseñarle el coño cuando me sentara en la mesa, ya estaba con unas ganas que me hubiera dejado follar por cualquiera.
Cuando salí por la puerta del servicio de mujeres, él estaba allí junto a la puerta del servicio de hombres en el pasillo que unía los servicios con el comedor.
Que creéis que paso, admito finales para esta situación, quien acierte, le mando unas fotos al privado y en unos días os lo cuento. besosss