Casadas y madres infieles. Cuernos no consentidos

Yo con casadas he estado solo con 1 y recién separada con otra. Ahora... tontear... si varias docenas de maridos mirasen el WhatsApp de sus mujeres, no saben lo que se esperan lo que se encontrarían xD
 
Yo con casadas he estado solo con 1 y recién separada con otra. Ahora... tontear... si varias docenas de maridos mirasen el WhatsApp de sus mujeres, no saben lo que se esperan lo que se encontrarían xD
Cuéntanos algo de tu rollo con la casada...
 
Cuéntanos algo de tu rollo con la casada...
Pues mira que he tenido 1000 historias de tonteos con casadas por WhatsApp, de fiesta, etc. pero la única con la que he follado, tampoco fue gran cosa ni un gran polvo. Fiestas del pueblo, ambos borrachos y se metió a mi casa, que quedaba camino a la suya. Poco más. Polvo rápido sin llegar al cuarto y pa' casa que se fue :ROFLMAO:

Lo que se es que su marido se enteró y siempre se ha hecho el tonto, como si no hubiera pasado nada.
 
Abro este hilo para alejarme un poco de otros que hay en el foro y que son magníficos de parejas abiertas, cuernos consentidos, hotwifes etc.
Me gustaría que comentaseis desde cualquier punto de vista (corneador, esposa,o incluso algún marido engañado que quiera desahogarse) experiencias con mujeres casadas, madres de familia, que sean infieles a sus maridos.
.¿Cómo surgió?
.¿Por qué motivo lo hacen (aburrimiento en su matrimonio, insatisfacción sexual, curiosidad, enamoramiento ...)?
.Logística... ¿Dónde tenéis vuestros encuentros? ¿En qué momentos del día? ¿Cómo os las apañais para que los cornudos no se enteren? ¿Conocéis al cornudo? ¿Qué tal os lleváis con él?
.¿Qué anticonceptivos usáis? ¿Se quedó ella preñada? ¿Tuvo el bebé?
.¿Terminó ya la historia o aún os veis?
....
No sé, lo que podáis o queráis comentar siempre será morboso e interesante
Gracias
Tengo varias experiencias con mujeres casadas de este tipo, es decir, no consentidas, adúlteras, infieles, como quieras llamarlas.
También he estado con varias del otro tipo, es decir, consentidas, con el marido mirando o sabedor de la situación, pero las no consentidas tienen el morbo de lo prohibido. Lo otro lo veo más como un juego de pareja.
La mujer con la que estoy ahora, P., es la madre de unos compañeros de mis hijas. Nos conocemos desde hace bastantes años pero no fue hasta 2019 cuando empezamos a follar.
¿Como surgió? Pues hicimos mucha amistad desayunando juntos muchas mañanas después de dejar a los críos en el cole. Siempre íbamos con otr@s padres y madres pero cuando surgía que los demás no podían e íbamos nosotros solos había muy buen rollo, miradas, risas....
Una semana que yo había estado de viaje y no pude ir ella me mandó un WhatsApp diciendome que me había echado de menos y yo lo empecé a ver claro... dos semanas después estábamos desayunando los dos en mi casa, ella nerviosa perdida , pero segura de lo que hacía.
Desde entonces tenemos encuentros semanales generalmente por las mañanas. Unas semanas solo puede ser un día a la semana. Otras tres o cuatro. Normalmente en mi casa, salvo si su marido está de viaje, que me gusta follarmela en su cama con la foto de boda en una de las estanterías 😉
Me gusta que se ponga el vestido de novia, que todavía le vale, las medias y los zapatos de ese día. Es un fetiche que tengo y me pone a 1000 tenerla así.
Que por qué engaña a su marido?? Supongo que un poco por todo... Se quiere sentir viva, atractiva , deseada. Hasta que empezó conmigo solo se había acostado con su marido así que, imagino que tenia también curiosidad por tener otra experiencia.
Me dice a veces q está enamorada de mi y que ha pensado en dejar a su marido por mí, pero yo la he quitado la idea de la cabeza y la he convencido para seguir así. Para qué estropearlo?? Tenemos sexo, amistad y ella tiene un marido que, por otra parte es una excelente persona, un 10 en todo, salvo en la cama (según ella).
Al cornudo le conozco, por supuesto, y me cae bien.
Como he dicho solemos tener nuestros encuentros por las mañanas pero en los veranos ella siempre se apaña para pasar algunos días de Rodríguez en la ciudad y pasar noches enteras conmigo.
El anticonceptivo que usamos es la píldora aunque los primeros encuentros fueron con goma. Empezó a tomar la píldora después de un buen susto después de que en una noche se rompiera el condón y ya siguesemos toda la noche y la mañana siguiente sin. De hecho se quedó preñada pero finalmente tuvo un aborto natural.
Espero no haberos aburrido
 
Tengo varias experiencias con mujeres casadas de este tipo, es decir, no consentidas, adúlteras, infieles, como quieras llamarlas.
También he estado con varias del otro tipo, es decir, consentidas, con el marido mirando o sabedor de la situación, pero las no consentidas tienen el morbo de lo prohibido. Lo otro lo veo más como un juego de pareja.
La mujer con la que estoy ahora, P., es la madre de unos compañeros de mis hijas. Nos conocemos desde hace bastantes años pero no fue hasta 2019 cuando empezamos a follar.
¿Como surgió? Pues hicimos mucha amistad desayunando juntos muchas mañanas después de dejar a los críos en el cole. Siempre íbamos con otr@s padres y madres pero cuando surgía que los demás no podían e íbamos nosotros solos había muy buen rollo, miradas, risas....
Una semana que yo había estado de viaje y no pude ir ella me mandó un WhatsApp diciendome que me había echado de menos y yo lo empecé a ver claro... dos semanas después estábamos desayunando los dos en mi casa, ella nerviosa perdida , pero segura de lo que hacía.
Desde entonces tenemos encuentros semanales generalmente por las mañanas. Unas semanas solo puede ser un día a la semana. Otras tres o cuatro. Normalmente en mi casa, salvo si su marido está de viaje, que me gusta follarmela en su cama con la foto de boda en una de las estanterías 😉
Me gusta que se ponga el vestido de novia, que todavía le vale, las medias y los zapatos de ese día. Es un fetiche que tengo y me pone a 1000 tenerla así.
Que por qué engaña a su marido?? Supongo que un poco por todo... Se quiere sentir viva, atractiva , deseada. Hasta que empezó conmigo solo se había acostado con su marido así que, imagino que tenia también curiosidad por tener otra experiencia.
Me dice a veces q está enamorada de mi y que ha pensado en dejar a su marido por mí, pero yo la he quitado la idea de la cabeza y la he convencido para seguir así. Para qué estropearlo?? Tenemos sexo, amistad y ella tiene un marido que, por otra parte es una excelente persona, un 10 en todo, salvo en la cama (según ella).
Al cornudo le conozco, por supuesto, y me cae bien.
Como he dicho solemos tener nuestros encuentros por las mañanas pero en los veranos ella siempre se apaña para pasar algunos días de Rodríguez en la ciudad y pasar noches enteras conmigo.
El anticonceptivo que usamos es la píldora aunque los primeros encuentros fueron con goma. Empezó a tomar la píldora después de un buen susto después de que en una noche se rompiera el condón y ya siguesemos toda la noche y la mañana siguiente sin. De hecho se quedó preñada pero finalmente tuvo un aborto natural.
Espero no haberos aburrido
Las casadas son una pasada,de un más de un nacimiento por romperse el condon o por no sacarla a tiempo jaja,buena historia
 
Pues yo en mi caso, sobre todo cuando he estado tonteando y así por WhatsApp, el tema marido ni se menciona. Yo creo q corta el rollo más que otra cosa.
Lo decía porque eso es un clásico en el porno y pelis eróticas :carcajadas1::carcajadas1:
 
Tengo varias experiencias con mujeres casadas de este tipo, es decir, no consentidas, adúlteras, infieles, como quieras llamarlas.
También he estado con varias del otro tipo, es decir, consentidas, con el marido mirando o sabedor de la situación, pero las no consentidas tienen el morbo de lo prohibido. Lo otro lo veo más como un juego de pareja.
La mujer con la que estoy ahora, P., es la madre de unos compañeros de mis hijas. Nos conocemos desde hace bastantes años pero no fue hasta 2019 cuando empezamos a follar.
¿Como surgió? Pues hicimos mucha amistad desayunando juntos muchas mañanas después de dejar a los críos en el cole. Siempre íbamos con otr@s padres y madres pero cuando surgía que los demás no podían e íbamos nosotros solos había muy buen rollo, miradas, risas....
Una semana que yo había estado de viaje y no pude ir ella me mandó un WhatsApp diciendome que me había echado de menos y yo lo empecé a ver claro... dos semanas después estábamos desayunando los dos en mi casa, ella nerviosa perdida , pero segura de lo que hacía.
Desde entonces tenemos encuentros semanales generalmente por las mañanas. Unas semanas solo puede ser un día a la semana. Otras tres o cuatro. Normalmente en mi casa, salvo si su marido está de viaje, que me gusta follarmela en su cama con la foto de boda en una de las estanterías 😉
Me gusta que se ponga el vestido de novia, que todavía le vale, las medias y los zapatos de ese día. Es un fetiche que tengo y me pone a 1000 tenerla así.
Que por qué engaña a su marido?? Supongo que un poco por todo... Se quiere sentir viva, atractiva , deseada. Hasta que empezó conmigo solo se había acostado con su marido así que, imagino que tenia también curiosidad por tener otra experiencia.
Me dice a veces q está enamorada de mi y que ha pensado en dejar a su marido por mí, pero yo la he quitado la idea de la cabeza y la he convencido para seguir así. Para qué estropearlo?? Tenemos sexo, amistad y ella tiene un marido que, por otra parte es una excelente persona, un 10 en todo, salvo en la cama (según ella).
Al cornudo le conozco, por supuesto, y me cae bien.
Como he dicho solemos tener nuestros encuentros por las mañanas pero en los veranos ella siempre se apaña para pasar algunos días de Rodríguez en la ciudad y pasar noches enteras conmigo.
El anticonceptivo que usamos es la píldora aunque los primeros encuentros fueron con goma. Empezó a tomar la píldora después de un buen susto después de que en una noche se rompiera el condón y ya siguesemos toda la noche y la mañana siguiente sin. De hecho se quedó preñada pero finalmente tuvo un aborto natural.
Espero no haberos aburrido

No sólo no es aburrido, sino que me gustaría conocer más historias tuyas :devilish:
 
Esta es una historia de hace ya bastante años. La supe de primera mano porque conocía a todos los protagonistas, especialmente a uno de ellos que fue quien me dio todos los detalles. Fue dentro de la pandilla de amigos que formábamos cuando yo tenía dieciocho años. Uno de los chicos se echó novia. La chica no cayó demasiado bien en la pandilla por motivos que no vienen al caso pero que podía explicar más detalladamente. Solo había un par de chavales con quien pudo congeniar, especialmente con uno de ellos con quien tuvo una buena conexión, en principio solo como amigos. Al final la cosa fue a más y acabaron enrollados mientras ella mantenía su noviazgo y posteriormente después de casada. Tuvieron una relación que se prolongó varios años justo hasta que ella tuvo su primer hijo.

Como Surgió:

La chica esta era un poco particular. Se había criado en una aldeíta pequeña donde todos se conocían y el ambiente era más bien aburrido y conservador. Allí con catorce o quince años ya se echaban novio básicamente porque se aburrían y porque se tenían todos muy vistos. Con dieciocho o diecinueve años estaban casadas (a menos que se hubieran ido fuera a estudiar o a trabajar). Con 21 o 22 años ya habían tenido su primer hijo. La chica en este aspecto, aunque muy alegre, era de mentalidad bastante clásica, así que cuando sus padres se trasladaron a la capital, con 18 años y tras una mala experiencia de noviazgo en el pueblo, pensaba que ya se le pasaba el arroz. Digamos que una de sus prioridades en la vida era echarse novio porque se veía muy mayor para estar sola. Eso de echarse novio incluía todo el paquete clásico, donde entraba por supuesto el matrimonio y tener hijos lo más joven posible. La chavala no era un pibonazo, ni de las que llaman la atención, aunque era bastante mona y tenía unos pechos impresionantes, era bajita, más bien tirando a regordeta. Tenía la autoestima un poco regular así que pensaba que le iba a costar encontrar novio.

Cuando se enrolló con el chaval este dio el cielo abierto porque el chico era también muy simpático agradable y divertido aunque tampoco era un chaval que llamara mucho la atención físicamente.

Al principio todo muy bien y muy bonito, lo cierto es que realmente se gustaban y parecían que estaban hechos el uno para el otro, pero luego ella descubrió que no era oro todo lo que relucía. Le surgieron dudas porque el chico trabajaba en el ámbito de la noche, le gustaba demasiado la bebida y luego era lo más simple que podía haber en hombre. La parte buena es que le hacía caso en todo lo que ella decía y planeaba, la parte mala es que más allá de su trabajo (donde era muy competente) en todo lo demás no tenía apenas iniciativa y le tocaba a ella tomar todas y asumir todas las decisiones en la pareja. La cosa también se complicó porque ella sospechaba que de vez en cuando y debido a su trabajo aprovechaba alguna oportunidad para echar una canita al aire. Para nosotros no era una sospecha, era certeza porque a él cuando bebía se le soltaba la lengua y nos contaba sus aventuras. La verdad es que mucho más raras y esporádicas desde que tenía novia, pero a veces la mala combinación de bebida y calentón era demasiado irresistible.

Ella se había hecho muy amiga del chico este, que era de los pocos amigos de la pandilla con la que aún frecuentaban como pareja y se había convertido en su confesor, con él hablaba todo lo que con su novio no. El tipo era básico hasta para eso. De la intimidad de las confianzas pasaron a hablar de sexo, a contarse sus historias de cama e incluir estas en los temas de conversación. Ahí fue donde empezó a crearse una cierta tensión sexual entre ambos. Esto se combinaba con los cabreos que la chica pillaba de vez en cuando con su novio por su falta de madurez e iniciativa y también por alguna que otra pelea que tenían. De hecho fue en una de estas peleas donde acabó besándose en el coche y metiéndose mano con el amigo de su novio. No pasaron de ahí porque el chaval no quiso pero ella estaba dispuesta.



Motivación ¿Por qué lo hacía?

La primera motivación fue cambiar de pareja. Ella llegó a la conclusión de que el otro chaval le gustaba más, no solo físicamente, sino que era mucho más responsable, maduro y mejor partido. Así que le propuso sin más dejar a su novio e irse con él.

El chico dijo que no. Le caía bien la nena, le tenía cariño y le atraía sexualmente pero no estaba ni mucho menos enamorado de ella, ni tampoco quería una relación a esa edad, tan clásica, de esas de hacerte novio y casarte lo antes posible. Simplemente tuvo claro que aquella no era la pareja con la que él había soñado ni tampoco era el momento, así que la cosa quedó ahí aparcada.

La chica asumió esto y ahí vino la segunda motivación.

Después de algo más de un año donde la cosa se suponía que había quedado en suspenso, por casualidad del destino, volvieron a encontrarse y todo volvió al punto de partida. No se habían olvidado el uno del otro, especialmente ella que ya había tomado la decisión de casarse con su novio, de hecho, estaban incluso reformando un piso que habían comprado.

Sí mi amigo creía que lo de aquella ocasión en que se besaron y se metieron mano en el coche y solo pararon porque él no quiso seguir, había sido algo fuerte, le esperaban todavía más sorpresas y la primera de ellas es que ella le dijo abiertamente que lo quería en su cama; que quería acostarse con él; que asumía que no iban a ser pareja y que ya había decidido continuar con su novio y casarse; que no tenía muy claro si la cosa iba a funcionar o no pero que ella quería casarse y establecer un hogar; que hubiera preferido que fuera con él pero que si no podía ser, que se conformaba simplemente con acostarse juntos; que le tenía muchas ganas y que quería quitarse esa espinita que tenía clavada porque muchas veces había pensado en cómo sería tener sexo con él. Básicamente le dijo: aquí me tienes para cuando tú quieras si te decides, sin ningún compromiso y solo para sexo, me tienes a tu disposición.

A mi colega no le agradaba la idea sabía que aquello no estaba bien, pero era un chaval con 19 años, deseando tener sexo y que en esa época pasaba por una sequía de chicas. Os podéis imaginar la comedura de tarro sabiendo que aquella chica (que además le caía bien y le atraía) le había puesto las cosas tan fáciles. Se resistió durante un tiempo y ella al final acabó dándole un pequeño empujón, preparándole una encerrona en el piso que estaba reformando con su novio. Al final él acabó claudicando.

Era una tensión sexual muy fuerte, no se la quitaba de la cabeza y pasó lo peor que podía pasar: que se extendieron a la perfección en la cama. Aquella primera vez fue una sucesión de polvos épicos porque estuvieron follando cuatro horas casi sin parar, haciendo de todo y en todas las posiciones que se les ocurrieron. Fue un encuentro de tal de morbo y de placer que él ya no se pudo seguir negando. A partir de ahí, aunque él no solía tomar la iniciativa, siempre acudía cuando ella le planteaba la posibilidad. La motivación para ella en este caso era clara: el morbo, el deseo y sobre todo que como ella decía, él era su válvula de escape cuando estaba hasta el coño de su novio. Cuando tenía un cabreo gordo con él o cuando simplemente se desesperaba por su falta de ayuda o iniciativa, buscaba a este chico y era como hacerse un reset. El sexo era bueno, intenso y morboso y ella decía que se quedaba como nueva y así podía aguantar seguir adelante con su relación. Que por otro lado tampoco le iba tan mal si exceptuaba esas crisis.

Así pues sus motivaciones se resumían básicamente, primero en “me quedo con lo que tengo hasta que encuentre algo mejor y si no encuentro, me busco alguien para desfogar de vez en cuando”. Lo cierto es que estoy convencido de que tampoco se hubiera acostado con cualquiera, lo hizo con este chico porque conectaba muy bien y estaba seguro de que no la iba a delatar. Posiblemente con cualquier otro no sabría arriesgado.

Logística.

El primer encuentro donde tuvieron sexo completo fue como ya digo en el piso que ella estaba preparando para casarse. Una vez estuvieron casados ya lo hicieron menos veces ahí. Normalmente quedaban cuando su marido tenía turno de tarde o noche en el local o cuando participaba en eventos para ganarse un extra, que generalmente eran bodas en pueblos de la provincia, lo cual le daba un margen mucho más amplio para verse.

Tuvieron encuentros sexuales también en el coche, en la furgoneta que él utilizaba para el trabajo y en el almacén de la tienda donde trabajaba ella como dependienta, ya que muchas veces cerraba sola y también en varias ocasiones en hoteles. La frecuencia era aleatoria y siempre dependía de ella porque su amante no acababa de estar del todo conforme ni a gusto con aquel tipo de relación. Casi siempre se arrepentía detrás de cada encuentro, intentando cortar la relación, pero conforme iban pasando los días y la temperatura subía de nuevo, y en vista de que él no tenía novia ni le salía ningún rollete apetecible, acababa claudicando y volviendo a quedar con ella. Cuando pasó un tiempo ya directamente ni siquiera intentaba resistirse sino que se limitaba a acudir a las citas que ella le proponía. El ritmo de sus encuentros pues, lo marcaba la chica y generalmente coincidía con periodos de especial calentura por su parte y sobre todo, cuando se veía muy estresada o muy agobiada o tenía una broca con el marido por cualquier motivo. A veces pasaban muchas semanas sin verse y otras veces coincidían un par de días en la misma semana. Lo normal era una media de unos 12 encuentros al año.

Precauciones.

Respecto a precauciones en aquella primera cita me comenta que se les fue bastante la olla. Llevaban casi dos años de tonteo con una tensión sexual no resuelta y aquello se les fue de las manos. No llegaron a usar preservativo y eso tuvo rayado a mi amigo durante unos días hasta que por fin ella le confirmó que le había bajado la regla. Por su parte la chica estaba bastante tranquila, afirmaba que según sus cuentas no le tocaba ovular, como si lo hubiera calculado todo. Lo cierto es que suerte o cálculo no pasó nada.

A partir de ahí jugueteaban en alguna ocasión que se les iba demasiado la líbido por las nubes, sin llegar a eyacular dentro, pero la regla general era que usaban el preservativo para la penetración vaginal. Al final volvieron a cometer un desliz y ese fue el motivo de que acabara la relación como contaré más adelante.

La historia.

Bueno la historia más o menos sabéis cómo empieza. Lo cierto es que ella lo tenía claro, en ningún momento mostró remordimientos mi intención de cortar con su amante. Es como la condición que le ponía su marido sin que este lo supiera para seguir funcionando: tener esa válvula de escape según ella al matrimonio.

El chico era otro tema y nunca se encontró del todo cómodo con esa relación según me explicó. Es como si fuera una especie de dependencia, como una adicción que tenía con esta chica.

Cada vez que había un hito más o menos extraordinario, como cuando ella se casó o cuando se quedó embarazada, intentaba cortar la relación, pero la muchacha siempre se salía con la suya. Mi amigo me comentaba que simplemente no podía resistirse. No era su prototipo de mujer y físicamente había tenido encuentros con chicas mucho más atractivas, aunque no había llegado a cuajar con ninguna, pero la conexión que tenía con esta a nivel personal y sexual (que no sentimental) era tremenda. Sus encuentros eran muy morbosos, ya se sabe que lo prohibido da más placer. En fin, que como ya hemos dicho, era una especie de adición en la que él siempre fue consciente de que lo que hacía no era correcto pero no tenía fuerza de voluntad para acabar con ella.

Cosas fuertes que pasaron.

Algunos de los momentos más intensos que me contó que habían sucedido. Ese primer encuentro en el que estuvieron follando de forma ininterrumpida casi cuatro horas y él se tuvo que ir casi a la carrera porque temía que volviera de turno el novio, mientras que ella, desnuda, todavía le tiraba del brazo intentando retenerlo un rato más, solo fue el primero de unos cuantos. La siguiente que él recuerda como destacada fue cuando ella se casó a los pocos meses. Tuvo una movida en su boda que básicamente consistió en una borrachera tremenda del novio con el consiguiente cabreo, no solo por haberse quedado sin noche de bodas (eso no deja de ser algo bastante común porque después de la celebraciones el cuerpo igual pide descanso y se deja el sexo para más adelante), sino porque la cogorza había sido tal que estuvieron a punto de ingresar a su novio en el hospital y ellos, al día siguiente tenían ya contratado un viaje con todo incluido a la costa. Estuvieron a punto de perderlo y él tardó los primeros días en recuperarse, a base de sopas y de zumos. Ella le comentó a su amante enfadada que estuvo dos días yendo sola a la playa y bajando sola a la piscina porque su marido apenas se podía levantar de la cama.

Habían pasado un par de meses desde la boda y el chico se resistía a quedar con la excusa de que, al estar ya casada, tenían que aprovechar para poner fin a aquello. Pero como siempre, al final tiran más dos tetas que dos carretas y volvió a caer. Ella aprovechó que su marido se iba a hacer catering al pueblo un par de días, celebraciones de boda del fin de semana. Fue de las pocas veces que pudieron pasar una noche juntos. No se quisieron arriesgar a pasarla en el piso y contrataron para la ocasión una especie de apartamento en las afueras, con una piscina privada. No era mucho mayor que un jacuzzi pero tenían toda la tarde y parte de la noche.



El plan era cena íntima y luego al lío.

La sorpresa fue que ella se metió en la habitación y salió vestida de novia. Llevaba una maleta grande con ruedas y mi amigo se preguntaba porque narices llevaba tanto equipaje. Se había puesto el vestido que había llevado en su boda y debajo la misma ropa interior de su noche de bodas que no llegó a disfrutar.

Le dijo algo así como que la vida le debía esa noche de bodas que no había podido disfrutar y que se la iba a cobrar. Sin ni siquiera haber abierto la botella de champán echaron el primer polvo encima de la cama, con el vestido puesto. Ella quiso que la follara así.

Aquello fue como una repetición más tranquila de su primera cita. Exceptuando la parada para la cena y tomar unas copas, estuvieron manteniendo sexo durante todo la noche hasta que de madrugada la llevó a su casa.

El siguiente tema que tuvieron digno de señalar fue cuando ella quedó embarazada. Una vez más, una oportunidad para reconducir el asunto y cortar relaciones. Esta vez mi amigo parecía decidido y más teniendo en cuenta que llevaban casi tres meses sin tener ningún encuentro.

Ella lo convenció porque estaba pasando una mala racha y estaba muy deprimida. Ya se le notaba bastante la barriguita, había cogido más peso y se veía bastante poco atractiva. Para colmo, su marido a partir del tercer mes le indicó que lo mejor era no hacer penetración, y como en todo lo demás no se daba mucha maña, ella quedaba bastante insatisfecha. No se explicaba este tema de su marido porque el médico le había dicho que podían seguir teniendo relaciones sin ningún problema hasta el último o los últimos dos meses de gestación, siempre que no hubiera molestias o sangrado. Empezó a sospechar que le resultaba poco apetecible en ese estado o que incluso este había vuelto a las andadas y se consolaba fuera de casa.

También coincidió con un bajón anímico porque hasta entonces ella había llevado todo el peso de la toma de decisiones y de la organización de la casa además de trabajar. Su marido no le ponía pegas a nada pero también es verdad que en casa no hacía ni el huevo. En ese momento fue consciente de que tener un hijo le iba a suponer un peso que iba a tener que afrontar ella también casi exclusivamente y a pesar de contar con la ayuda de la madre y la hermana que vivían cerca, no pudo evitar plantearse si había sido una buena idea.

Por último y para poner la guinda, el embarazo le había disparado las ganas y de repente le entraba una necesidad urgente de satisfacerse con lo cual le echaba mucho de menos a su amante.

Mi amigo accedió a tener una nueva cita porque la vio bastante mal y después de todo, aunque no estaba enamorado ni se planteaba tener una relación seria con ella, no dejaba de tenerle cariño.

Naturalmente acabaron en la cama como era de esperar. Y repitieron durante varios meses casi hasta el final de su embarazo. Fue una época en que ella tenía muchas ganas y trataba de quedar con toda frecuencia que podía. Sus encuentros siempre habían sido de alto nivel sexual muy intensos, pero esta época la recuerda como una auténtica locura. Como ella ya estaba embarazada follaban a pelo. En todas las ocasiones ella le exigía que se corriera dentro al menos una vez. Cambió incluso el lenguaje volviéndose más salvaje con expresiones más guarras y más explícitas, donde le pedía que le hiciera casi de todo. Era un poco como el adicto al alcohol que ya no le vale una cerveza ni una copa de vino, que necesita licores más fuertes y beber mucho más para mantener la sensación de euforia y conseguir el mismo efecto sobre su acostumbrado cuerpo.

El último mes y medio dejaron de tener sexo porque ya estaba ella muy gorda y muy molesta, incluso le dijeron que había riesgo de adelanto del parto porque le daban contracciones, así que decidió tomárselo con tranquilidad.

Y así llegó el último episodio. Una vez más, mi amigo decidido aprovechar la paternidad para poner fin a la relación. Se había acostumbrado a estar con ella y había perdido la motivación para salir a ligar y conocer a otras chicas. Aquello ya duraba demasiado y, tarde o temprano estaba claro que, aunque siempre habían sido muy discretos y solo la hermana de la chica era conocedora de la infidelidad, algún día cometerían algún error y la cosa acabaría mal.

Ella estaba lidiando con su recién estrenada maternidad y tampoco lo reclamó demasiado los dos primeros meses. Pasó la cuarentena y volvió a tener sexo con su marido. Cuando se le acabó la baja maternal fue cuando le dio de nuevo el bajón y recurrió a su ya consabida válvula de escape. Mi amigo al principio se negó y consiguió esta vez aguantar otro mes sin quedar, hasta que por fin, como siempre, volvió a claudicar.

Fue como una repetición de su primera vez porque quedaron en su piso. Ella le había dejado la niña a su hermana y aprovecharon esas dos horas, bajo la cobertura una vez más de que iba a hacerle una reparación en casa.

Se cogieron con muchas ganas y como aquella primera vez se les fue la olla. Se habían acostumbrado a follar sin condón y ahora ella lo reclamaba dentro sin protección. En el punto que más calientes estaban, como en aquella primera ocasión, ella se subió encima y se negó a sacarla en pleno clímax, cuando los dos estaban más locos y encendidos. Él todavía encontró algo de voluntad para decirle que es mejor que no hicieran locuras y ella le respondió algo así como “córrete dentro que el próximo hijo que tenga va a ser tuyo”.

Fue un pasote, con el morbo alcanzando un nivel ya estratosférico y con las ganas al límite. Pero luego vino el bajón.

Mi amigo no paraba de comerse la cabeza con aquella frase que ella le había dicho y consideró que habían llegado demasiado lejos, que no se podía jugar con fuego de esa manera porque si se quedaba embarazada de él, le arruinaba la vida. No sería capaz de mirar a otro lado o fingir que aquel dijo no era suyo. Meter un hijo de por medio ya eran palabras mayores y fue la gota que colmó el vaso.

No volvió a follar con ella. Estuvo mucho tiempo sin atender sus llamadas y cuando por fin ella fue a buscarlo y tuvieron una charla, él le puso las cosas claras.

La chica trató de quitarle hierro al asunto. Sólo había sido una ida de olla, por el calor del momento, como otras veces cuando había estado juntos especialmente la primera. Que aquello lo dijo solo por el subidón y como a lo largo de su embarazo se había acostumbrado a decir cosas para aumentar la tensión sexual durante sus encuentros, pues lo soltó sin más intención que ponerlo cachondo, pero que para nada tenía pensado quedarse embarazada. Que lo tenía controlado y que si él quería, a partir de entonces solo lo harían con condón.

Pero esta vez en mi conocido no se echó atrás. Aprovechó el susto y el tirón para mantener su decisión de no verse. Y lo logró. Seguramente ella pensó que debía dejarle tiempo, lo vio por primera vez tan agobiado y tan firme que creyó que sería mala idea forzar la máquina y lo dejó reposar una semanas antes de volver a intentarlo, confiada en que como otras veces, él volvería.

Pero esta vez no fue así. Precisamente en esas semanas la suerte se puso de su lado y además de su determinación conoció a una chica. Esta fue su primera novia de verdad, la primera chica con la que él sintió desde el primer momento que podían hacer pareja estable.

Y poco después consiguió aprobar una oposición. Se tuvo que trasladar de ciudad para ocupar plaza y esto supuso ya la desconexión total de su antigua amante.

Bueno, espero que os haya resultado interesante. Tengo previsto usar la historia como base para un relato de mi serie “Fantasías sexuales de las españolas”, como otras veces partiendo de una base real pero adaptando y desarrollando la trama a mi gusto. Estoy con la segunda entrega de esta serie que espero compartir pronto en la página de TR.

Gracias por leer.
Y el cornudo nunca se enteró?
 
Tengo varias experiencias con mujeres casadas de este tipo, es decir, no consentidas, adúlteras, infieles, como quieras llamarlas.
También he estado con varias del otro tipo, es decir, consentidas, con el marido mirando o sabedor de la situación, pero las no consentidas tienen el morbo de lo prohibido. Lo otro lo veo más como un juego de pareja.
La mujer con la que estoy ahora, P., es la madre de unos compañeros de mis hijas. Nos conocemos desde hace bastantes años pero no fue hasta 2019 cuando empezamos a follar.
¿Como surgió? Pues hicimos mucha amistad desayunando juntos muchas mañanas después de dejar a los críos en el cole. Siempre íbamos con otr@s padres y madres pero cuando surgía que los demás no podían e íbamos nosotros solos había muy buen rollo, miradas, risas....
Una semana que yo había estado de viaje y no pude ir ella me mandó un WhatsApp diciendome que me había echado de menos y yo lo empecé a ver claro... dos semanas después estábamos desayunando los dos en mi casa, ella nerviosa perdida , pero segura de lo que hacía.
Desde entonces tenemos encuentros semanales generalmente por las mañanas. Unas semanas solo puede ser un día a la semana. Otras tres o cuatro. Normalmente en mi casa, salvo si su marido está de viaje, que me gusta follarmela en su cama con la foto de boda en una de las estanterías 😉
Me gusta que se ponga el vestido de novia, que todavía le vale, las medias y los zapatos de ese día. Es un fetiche que tengo y me pone a 1000 tenerla así.
Que por qué engaña a su marido?? Supongo que un poco por todo... Se quiere sentir viva, atractiva , deseada. Hasta que empezó conmigo solo se había acostado con su marido así que, imagino que tenia también curiosidad por tener otra experiencia.
Me dice a veces q está enamorada de mi y que ha pensado en dejar a su marido por mí, pero yo la he quitado la idea de la cabeza y la he convencido para seguir así. Para qué estropearlo?? Tenemos sexo, amistad y ella tiene un marido que, por otra parte es una excelente persona, un 10 en todo, salvo en la cama (según ella).
Al cornudo le conozco, por supuesto, y me cae bien.
Como he dicho solemos tener nuestros encuentros por las mañanas pero en los veranos ella siempre se apaña para pasar algunos días de Rodríguez en la ciudad y pasar noches enteras conmigo.
El anticonceptivo que usamos es la píldora aunque los primeros encuentros fueron con goma. Empezó a tomar la píldora después de un buen susto después de que en una noche se rompiera el condón y ya siguesemos toda la noche y la mañana siguiente sin. De hecho se quedó preñada pero finalmente tuvo un aborto natural.
Espero no haberos aburrido
Cuentanos más historias de esas con casadas. Yo a ver si tengo tiempo y me animo contar las mías, que también tengo unas cuantas
En tu caso, entiendo que tu no tienes pareja, no? Así lo teneis facil para encontrar sitio, jeje
 
Pues yo en mi caso, sobre todo cuando he estado tonteando y así por WhatsApp, el tema marido ni se menciona. Yo creo q corta el rollo más que otra cosa.
Lo único q me han dicho a mí es: esto con mi marido no lo hago. Fue una casada que me follé varios meses y me lo decía cuando se la metía por el culo. Personalmente creo que era mentira porque le entró fácil desde el primer principio así que pienso q estaba acostumbrada. Un culo muy follable por cierto.
 
Tengo varias experiencias con mujeres casadas de este tipo, es decir, no consentidas, adúlteras, infieles, como quieras llamarlas.
También he estado con varias del otro tipo, es decir, consentidas, con el marido mirando o sabedor de la situación, pero las no consentidas tienen el morbo de lo prohibido. Lo otro lo veo más como un juego de pareja.
La mujer con la que estoy ahora, P., es la madre de unos compañeros de mis hijas. Nos conocemos desde hace bastantes años pero no fue hasta 2019 cuando empezamos a follar.
¿Como surgió? Pues hicimos mucha amistad desayunando juntos muchas mañanas después de dejar a los críos en el cole. Siempre íbamos con otr@s padres y madres pero cuando surgía que los demás no podían e íbamos nosotros solos había muy buen rollo, miradas, risas....
Una semana que yo había estado de viaje y no pude ir ella me mandó un WhatsApp diciendome que me había echado de menos y yo lo empecé a ver claro... dos semanas después estábamos desayunando los dos en mi casa, ella nerviosa perdida , pero segura de lo que hacía.
Desde entonces tenemos encuentros semanales generalmente por las mañanas. Unas semanas solo puede ser un día a la semana. Otras tres o cuatro. Normalmente en mi casa, salvo si su marido está de viaje, que me gusta follarmela en su cama con la foto de boda en una de las estanterías 😉
Me gusta que se ponga el vestido de novia, que todavía le vale, las medias y los zapatos de ese día. Es un fetiche que tengo y me pone a 1000 tenerla así.
Que por qué engaña a su marido?? Supongo que un poco por todo... Se quiere sentir viva, atractiva , deseada. Hasta que empezó conmigo solo se había acostado con su marido así que, imagino que tenia también curiosidad por tener otra experiencia.
Me dice a veces q está enamorada de mi y que ha pensado en dejar a su marido por mí, pero yo la he quitado la idea de la cabeza y la he convencido para seguir así. Para qué estropearlo?? Tenemos sexo, amistad y ella tiene un marido que, por otra parte es una excelente persona, un 10 en todo, salvo en la cama (según ella).
Al cornudo le conozco, por supuesto, y me cae bien.
Como he dicho solemos tener nuestros encuentros por las mañanas pero en los veranos ella siempre se apaña para pasar algunos días de Rodríguez en la ciudad y pasar noches enteras conmigo.
El anticonceptivo que usamos es la píldora aunque los primeros encuentros fueron con goma. Empezó a tomar la píldora después de un buen susto después de que en una noche se rompiera el condón y ya siguesemos toda la noche y la mañana siguiente sin. De hecho se quedó preñada pero finalmente tuvo un aborto natural.
Espero no haberos aburrido
Gran historia. Gracias y espero que cuentes más 🤟👏👏👏
 
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