FranRel
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Carlos
Escuché como llamaban al timbre de la calle, seguro que eran Héctor y su familia.
Salí para abrirles y, en cuanto Héctor aparcó, los niños empezaron a dar gritos y saltar dentro del coche, llamándome:
- Tito, tito, tito
Cuando Héctor apagó el motor y abrió las puertas, los niños salieron en tropel para abrazarme y besarme, mientras yo reía. Mientras, Héctor ayudaba a salir a Cris, que estando ya de casi ocho meses, estaba enorme.
En ese momento salieron Silvia, Gema, Fer y Cristi y los niños corrieron hacia ellos, y aproveché para ir a ayudar a Cris. Le di un apretón cariñoso en el hombro a Héctor y luego dos besos a Cris:
- Que guapísima estás, Cris
- Dirás “que gordísima estás” jajaja
- Eso también jajaja ¿Cómo estás?
- Hoy me he levantado mejor, por las ganas de venir aquí
- ¿Sí? Bien, bien
Entonces Héctor dijo:
- A ver, Carlos, Silvia, David, dejad a la tita y a los primos y venid a ayudar a mamá
Y los niños de 5, 3 y 2 años respectivamente llegaron rápido rodeando a su madre y siguiéndola con cuidado cuando Cris empezó a andar hacia Silvia. Las dos se besaron y abrazaron, y luego hizo lo mismo con Gema, Fer y Cristi. Me quedé con Héctor mientras los demás iban hacia el jardín, y lo ayudé a sacar sus cosas del coche. Le pregunté:
- ¿Todo bien en la revisión de ayer, Héctor?
- Sí, todo bien pero ya sabes, está asustada, con 39 años y que le han recomendado reposo y cuidado, teme que pase algo
- ¿El médico dice que hay riesgo?
- No, no, dice que todo va bien, solo que guarde reposo y se tome todo con calma
- Yo la veo estupenda
- Sí, es solo eso, que tiene miedo y ese dolor de espalda que la deja fuera de juego muchos días
- Claro pero hoy la animaremos, ya verás
- Lo sé, lo sé, gracias por invitarnos, le hacía falta salir de casa y estar rodeaba por la gente que más quiere
- ¿Me vas a dar las gracias? Anda, anda...
- Jeje, y menos mal que te tenemos de niñero, nos estás salvando la vida
Como ya estaba jubilado, todos los días iba a recoger a los niños de los colegios y guarderías ya que Héctor trabajaba y Cris no podía salir sola. Luego, recogía a Silvia del trabajo y nos pasábamos la tarde con Cris y los niños. Me reí y dije:
- A este viejo le viene bien estar ocupado
- Viejo dice, ya me gustaría a mí tener tu energía, que ahora siempre me siento cansado
- Eso son rachas, Héctor, en cuanto nazca la nenita verás como todo se normaliza
- Ya, supongo
Lo miré con cariño. Los dos estaban muy estresados y acojonados desde el susto de Cris en el sexto mes de embarazo cuando sangró repentinamente y había estado con peligro de abortar. Los había traumatizado porque en los otros tres embarazos no habían tenido ni un solo problema. Encima Cris se había culpado porque pensaba que había sido muy descuidada y confiada con lo que había comido y con el estrés del trabajo.
Gema
Escuché como sonaba mi móvil y salí de la piscina escuchando a los niños protestar:
- Noooo, primaaaaa, no te vayas
- Ahora vengo, ahora vengo, que me están llamando
Cogí el móvil sabiendo quien debía ser, y acerté. Descolgué diciendo:
- ¿Ya estás aquí?
- Sí, en la puerta
- Voy
Me calcé y corrí fuera. Abrí la cancela para dejar entrar a mi prima Ali, que me miró sonriendo para luego darme dos besos diciendo:
- Vaya, ya estabas en el agua
- Claro, con los niños
- ¿Quién está?
- Tus jefes y su jauría jeje
Ali estaba haciendo prácticas en la empresa de Héctor y Cris. Vi que tenía una mochila en el hombro y le pregunté:
- ¿Te quedas a dormir?
- No mmmm pero me tienes que cubrir con mi madre
- Ahhhh, otra vez has quedado con tu folla friki jijij
- Jajaja, sí, Juan me ha invitado, tenemos quedada para jugar unas partiditas
- Ya, ya, primero jugar sentada y luego en horizontal jajaja
Ali se puso colorada pero dijo sonriendo tímidamente:
- Algo así
- Tía, cada vez quedas más con él, a ver si de ahí va a surgir algo jeje
- Que va, es solo que ha coincidido y…
La miré. Ali era una chica introvertida y callada. Tenía pinta de empollona, con gafas y cara de buena chica. Le gustaban los ordenadores y jugar a la consola, eran su pasión. Tras romper con su novio hacía meses, había empezado a acostarse con su amigo de quedadas videojueguiles, y aunque ella decía que solo era sexo, cada vez quedaba más con él. La abracé cogiéndole el brazo y le dije:
- Buenooooo, vaaaaaale, te cuuuuubrooooo, ooooootraaaaaa veeeeeezzzzzzz, y si estuviera aquí Sofi te diría “todo para que tengas el chichi feliz” jajajaja
- Que tonta eres jajajaja
- A ver si nos lo presentas un día de estos
- No le gusta salir, es un soso
- No será tan soso si repites tanto con él jajaja
- En eso no es soso, no jiji
La llevé a la piscina mientras no paraba de ponerla colorada lanzándole bromas sexuales con su amigo. Allí besó a todos, los conocía bien, éramos primas porque su madre y mi padre eran hermanos, y aunque mis padres se divorciaron, mi madre seguía llevándome con la familia de mi padre y las dos éramos muy amigas. Y en verano pasaba mucho tiempo en casa.
Silvia
Entré en la cocina y puse a calentar el agua. Mientras esperaba me acerqué a la ventana y me reí viendo la que tenían montada en la piscina con los niños. Carlos se volvía tan niño como los pobres críos mientras les daba juego, al igual que Héctor, que se partía de risa. Ellos dos, junto a los tres niños, Cristi y Fer, estaban metidos en el agua, mientras Gema y Ali, en el bordillo, les lanzaba balones que ellos tenían que esquivar. Las risas y gritos de los nueve se tenían que estar escuchando por todo el barrio.
Cuando el agua estuvo lista, serví dos tazas y cogí la mía para volver a acercarme a la ventana donde empecé a reírme por otra nueva ocurrencia de Carlos y Héctor para entretener a los niños. Entonces escuché llegar a Cris, que salía del baño, y le dije:
- Ahí tienes tu té raro sin teína
Ella sonrió y al poco, estaba al lado mía riéndose mientras miraba por la ventana. Le dije:
- Tenemos dos maridos que podrían ganarse la vida en el circo
- Jiji, sí, son un poquito payasos con los nenes
- Ya te digo
Pero nos encantaba que fueran así. Entonces la miré y le pregunté:
- ¿Cansada?
- Sí, este barrigón me tiene…
- Ya
- Pero me lo estoy pasando genial, necesitaba esto, Silvi
- Lo necesitábamos todos
Y Cris apoyó su cabeza en mi hombro. Entonces dijo:
- Que guapísima está Gema
La miré, estaba magnífica en bikini, con un cuerpo joven, esbelto y atlético porque Gema corría a diario. Además, no había heredado mi poco pecho y eso me alegraba muchísimo. Junto a ella, Ali era todo lo contrario, bajita, algo rellenita y tenía mucho más pecho. Además, no tenía la belleza de mi Gema, Ali no era fea pero no tenía nada que llamara especialmente la atención, no como Gema que tenía una mirada intensa y franca, una sonrisa que rompía corazones y unos labios sensuales. Nunca tendría problema para atraer a los hombres que quisiera. Asentí con la cabeza mientras decía:
- Sí
- Hay hombres que no saben la suerte que tienen y pierden lo mejor que van a conseguir nunca ¿Eh?
Se refería al ex novio de Gema, un estadounidense rubio, guapo, fuerte, de ojos azules pero gilipollas. Le había puesto los cuernos con una de las compañeras de Gema. Le dije a Cris:
- Nosotras de eso sabemos, Cris, sabemos de hombres que no nos valoraron
- Ya te digo, y lo mal que lo pasamos en aquel momento ¿eh, Silvi?
- Sí, no se merecían nuestras lágrimas, pero sí, lo pasamos mal
- Pero gracias a eso encontramos a nuestros hombres, a mi Héctor y a tu Carlos
- Sí
Y las dos nos callamos recordando el pasado. Entonces Cris dijo:
- Pero Gema es más fuerte que nosotras, mira como se ha repuesto de su ruptura y ni le ha afectado en sus estudios ni nada, ha terminado el curso con notazas y siempre está sonriente y de buen humor aunque… no sé…
La miré. Sabía que me iba a decir y me lo confirmó cuando dijo:
- Creo que está un poco decaída ¿No crees?
- Sí, lo está, aparenta que no le pasa nada pero también me he dado cuenta
- ¿Y no te ha dicho nada?
- No, pero supongo que quiere aparentar ser fuerte y que todo va bien aunque creo que en realidad lleva regular la ruptura
- Ya, será eso
- Sí, por eso quiero que salga con su prima y Sofi, a ver si se divierte… eso se arregla conociendo a otro chico jeje
Recordé cuando Gema me llamó para contarme lo que había pasado con su novio. Me llamó llorando, pero decía que era más por rabia que por otra cosa, que estaba más indignada que triste. Carlos y yo nos habíamos sentido impotentes para consolarla desde tan lejos. Carlos había querido coger un avión para ir a verla, pero le dije que mejor no, que Gema nos pediría ayuda de ese tipo si realmente lo necesitaba, que la íbamos a descentrar más si íbamos, así que la apoyamos a distancia, por videoconferencia diaria, y fue lo mejor. Sin nosotros allí, Gema se repuso sin dificultad y se centró en sus estudios. Entonces Cris me sacó de mis recuerdos diciendo:
- Mira mi Héctor que carita tiene de felicidad
Lo miré, y era verdad, reía mientras jugaba con los niños.
- Sí
- Me entra de todo por dentro por lo mal que lo está pasando por mi culpa
- ¿Por tu culpa? Cris, no seas…
- Bueno, por mi causa. Siempre está con buena cara, bromeando, atento a todo lo mío, haciéndose cargo de los niños, con su trabajo y yo solo hago molestar y…
- ¡¡¡CRIS!!! no digas eso, sabes que él no…
- Él no, mi Héctor es lo más bueno del mundo, pero sé que le estoy fallando, yo…
Y empezó a llorar. Cris tenía bajonas de ese tipo cada dos por tres. Este embarazo se le estaba haciendo muy cuesta arriba, ella era una mujer activa, siempre haciendo cosas, y ahora casi no podía hacer nada, todo se lo hacían, y eso lo llevaba fatal. Le dije:
- Cris, sabes que no fallas a nadie, es solo tu estado de ánimo, solo eso…
- Silvi, lo quiero más que nunca, no te puedes imaginar, y ni siquiera puedo demostrárselo con un poquito de sexo, ni siquiera eso, no puedo ni eso, ni siquiera sexo oral, ni…
- Cris, eso ahora no importa, y a él tampoco, ahora lo importante eres tú y ese bebé
- Lo sé, lo sé, pero me gustaría… Mi Héctor…
Lloró un poco más hasta que consiguió reponerse y entonces me miró avergonzada diciendo:
- Lo siento, me dan estas neuras y…
- No pasa nada
- Sí pasa, un día tan bueno y yo estropeándolo otra vez y…
- Chisstttt, Cris, no pienses así, aquí nada se ha estropeado, y ven, que como te vea así Héctor, sale como una bala de esa piscina y es capaz de matarse jeje
Nos sentamos en las sillas de la cocina y dijo:
- Que tonta estoy, Silvi, llorando por cualquier cosa, no me puedo creer que esté así
- Ya sabes que todo es por el embarazo y…
- Lo sé, pero en los otros tres fue todo tan distinto, jo, es que hasta el día de parir estaba con ganas de sexo, y ni te imaginas el sexo tan potente que tenía con mi Héctor, a él no le importaba mi barrigón como les pasa a otros hombres, me follaba como siempre o mejor, no sé, y yo todo el día cachonda, que casi siempre era yo la que lo cogía y…. pero ahora no, ahora es solo pensar en sexo y me siento mal… que mierda
Y recordé mis embarazos. Durante el de Gema, con Antonio, había tenido algo de sexo, no demasiado. Luego, ya con Carlos, Fer llegó relativamente pronto, en cuanto nos pusimos a ello. Y durante el embarazo, no paramos de hacerlo, Carlos siempre estaba dispuesto y con ganas y yo super animada y feliz. Y luego pasaron cinco años intentando tener a Cristina. No conseguía quedarme embarazada pero no me agobié gracias a Carlos. A diferencia de Antonio, Carlos se desvivía por mí, me sentía super apoyada y querida y no entré en una depresión como tras el nacimiento de Gema y mi imposibilidad de quedarme embarazada por segunda vez de Antonio.
Pero fue demasiado tiempo intentándolo, tanto que ya abandoné toda esperanza. Pero gracias a lo mucho que lo hacíamos, un día me llevé la gran sorpresa, estaba embarazada de Cristina. Y aunque ya pasaba de los cuarenta y estaba asustada por si había problemas, fue un embarazo perfecto, sin ningún percance y, aunque al principio Carlos estaba asustado y le costaba pedirme sexo, pronto se nos pasó ese susto y tuvimos muchísimo sexo, un sexo increíblemente bueno e intenso, un sexo fantástico.
Oculté mi sonrisa al recordarlo, Cris estaba desanimada y no era cosa de mostrarme sonriente. Cris me dijo:
- Que esta semana se vaya al evento ese en Barcelona está bien, le viene bien desconectar un poco de mí y de los niños
La miré algo escéptica. Le dije:
- ¿Seguro que quieres que se vaya?
- Sí
- No sé Cris, conociendo a Héctor, dudo que realmente vaya
- Sí, sí va a ir. Sé que no quiere dejarme sola, pero es que no lo voy a estar, estaré aquí con los niños y con Gema y Ali así que voy a estar bien acompañada, y él necesita desconectar unos días, y ese evento le gusta, es de trabajo pero siempre vamos, ya lo teníamos apalabrado como todos los años, pensábamos ir los dos pero así no puedo
Era verdad que Gema, al enterarse, rápidamente se había ofrecido voluntaria para quedarse con su tía Cris, y Ali también se había apuntado, las dos se llevaban genial con Cris. Carlos y yo no podíamos porque teníamos un viaje planificado desde hacía meses para ir a ver a Laira. La idea era que Cris y sus niños se vinieran aquí esos días para estar todos acompañados. Lo de que Héctor se fuera al evento me parecía una buena idea, a Héctor y Cris les vendría bien no estar tan pendientes el uno del otro aunque fuera por cinco días. Le dije:
- Ya, también creo que le vendrá bien para recargar las pilas, y si te vuelve a decir que no va, mándamelo y yo lo llevo al avión arrastrándolo por las orejas jeje
- Ya se lo dije y él se rio, pero te cree capaz de hacerlo
- Pues claro jajajaja
Carlos
Vimos alejarse el coche de Héctor y Cris mientras nos despedíamos de ellos. Habíamos pasado un día magnífico pero me sentía reventado. Abracé a Silvia por la cintura y le di un beso. Entonces les dije:
- Bueno, esta noche os invito a cenar fuera ¿Dónde queréis ir?
Pero Silvia dijo:
- Yo esta noche no salgo, estoy cansadísima
- Por eso mismo, cariño, salimos y que nos hagan de comer
- ¿Comer más? No, gracias, estoy llenísima. Esta noche algo ligerito y tele
Entonces Gema dijo:
- Pues yo me llevo a mis hermanos a cenar fuera ¿Quién quiere hamburguesa?
Fer levantó la mano pero Cristi dijo:
- Yo me quedo
- No, no, tú te vienes
- No tengo ganas y…
- Y quieres ponerte con tu ordenador y llamar al tito y acostarte a las tantas y no dejar al tito dormir que estará destrozado
- Pero es que tenemos que…
- Ya has estado antes con él, que te vi secuestrándolo para llevarlo a tu ordenador
- Ha sido un ratito minúsculo, no lo habéis dejado, con lo que podríamos haber avanzado los dos si…
- Suficiente ordenador por hoy, te vienes, te comes un hamburguesón que te estás quedando muy canija y luego vamos al cine
Aquí se le iluminó la cara a Cristi:
- ¿Al cine? ¿Qué peli?
- Ya veremos
- Elijo yo, hay una de ciencia ficción que…
Entonces Fer intervino:
- Nooooo, una de tus frikadas nooooo
- Idiota, no es una frikada, es de una nave que…
- Me abuuuurroooooooo
Entonces intervino Gema:
- Ya veremos allí que peli nos puede gustar a todos. Ahora nos vamos a duchar Ali y yo y luego vosotros y nos vamos
Fer intervino:
- Noooo, que vosotras tardáis años en ducharos, vais a tener ocupados los dos baños durante un siglo
Ali se rio y dijo:
- Bueno, pues os ducháis primero Silvia, Cristi y tú, y mientras, Carlos, Gema y yo vamos recogiendo el jardín
Y Fer salió corriendo a meterse dentro, mientras Cristi le gritaba que ella quería el baño grande.
Gema
Llegué a la mesa con la bandeja de la comida. Cristi y Fer discutían mirando en el teléfono la cartelera del cine. Sonreí, éstas eran las cosas que más echaba de menos por culpa de estudiar en el extranjero. Dije:
- Venga, dejad eso y a comer
Fer ni se lo pensó y atacó su hamburguesa con ferocidad. Cristi cogió una patata y se la comió. Estaba muy delgada, era de poco comer. Le dije:
- La hamburguesa también, Cristi
Ella puso los ojos en blanco y dijo:
-Sí, “mamá”
Cogí una patata y se la tiré a la cabeza. Ella dijo:
- ¡¡Idiota!! que eso tiene pringue y mancha
Me reí. Ella, mirándome enfadada, dijo:
- Y la comida no se tira, es lo que siempre me decís
Entonces, Fer recibió un mensaje en su móvil, lo leyó y sonrió. Le iba a preguntar pero entonces vi a Sofi entrar en el local, buscándonos. Iba con su larga melena rubia teñida suelta, una camiseta que le dejaba el ombligo al aire y unos shorts. Era una chica delgada y muy llamativa aunque no era especialmente guapa, pero tenía unos ojos grandes marrones que era lo más llamativo de ella. Levanté la mano y le hice gestos. Me vio y vino sonriendo. Le puso una mano en la cabeza a Cristi y le revoleó el pelo diciendo:
- Hola, enana
- Idiota, no me despeines
Sofi se rio y, mirando a Fer, le dijo:
- Hola, feo
Fer, sin dejar de comer, le levantó un dedo. Sofi rio y dijo:
- Feo y maleducado, menuda joyita el niñito
Entonces se inclinó y me dio un beso en la mejilla, para luego sentarse a mi lado:
- ¿Y Ali?
- Ha quedado
Y le hice un gesto con las cejas. Sofi puso los ojos en blanco y dijo:
- ¿Otra vez con el friki ese?
Reí. A Sofi le desesperaba que Ali “se conforme con un puto friki”, palabras textuales. Viendo que iba a empezar a despotricar sobre Ali, el sexo y su amigo, le pregunté:
- ¿Qué quieres comer?
- Mmmm no sé… Me comeré algunas de tus patatas y esto…
Y cogió mi bebida y se tomó más de la mitad de un tirón. Dejó el vaso y soltó un sonoro eructo diciendo:
- Perdón, perdón, estaba seca y… (poniéndose colorada)
Cristi abrió la boca sorprendida por el eructo y Fer dijo:
- Que fina eres, tía
- Bueno, tampoco pasa nada, ha sido sin querer, pero de todos modos ¿Tengo que ser fina con dos pringaos mocosos como vosotros? Anda ya
A Sofi le encantaba meterles caña a mis hermanos, que corriendo saltaban. Los tres siempre discutían pero sin enfadarse, conocían a Sofi y sus ganas de guasa. Fer dijo:
- Si quieres les digo que te preparen una pocilga ahí detrás para que comas tranquila y a gusto
- Mira, niño, llevo todo el puto día currando, estoy reventada de los putos tacones y de estar todo el día de pie, si se me escapa un pequeño eructo, si te ofende te aguantas, princesita (y le sacó la lengua a Fer)
Yo me partía de risa viéndolos tirarse pullas. Lo hacían riéndose y de buen humor, siempre estaban igual. Los dejé estar así durante un rato, los tres enzarzados en pullas y gracietas pero todo con buen rollo y risas. Entonces, Sofi preguntó:
- ¿Qué peli vais a ver?
Pero Fer dijo:
- Yo paso de cine, he quedado
Le pregunté:
- ¿Qué? Pero si ibas a venir
- Ya, pero antes me han dicho de quedar y prefiero eso al cine
Sofi no dejó pasar la ocasión:
- Con una tía seguro que no has quedado
- Pues sí, lista, con una amiga
- ¿La pobre está ciega? Pobrecilla
- No, no está ciega y está muy buena
- Ahhh
Entonces Sofi me miró sonriendo y dijo en tono confidencial pero bien alto:
- Novia imaginaria, ya sabes
E hizo un gesto de masturbación con la mano. Solté una carcajada y ella miró a Fer que se había puesto colorado y dijo:
- Pobre, inventándote novias para luego cascártela en la cama
Aquí ya me puse seria y le dije:
- Tía, córtate, que está Cristi
- ¿La enana? Pero si ésta es muy lista, ya sabe de todo esto ¿Verdad, mocosa?
Cristi me miró apurada y dijo:
- Intuyo algo… creo
Dije:
- Se acabó el tema, Sofi
- Vale, vale… pero que conste que no me creo lo del feo… que tiene novia, ya, claro
Fer, sonriendo, dijo:
- Y más de una si quisiera
- Yo sé bien lo que tú quieres, pero las novias imaginarias no te la chup...
Dije:
- A callar, ahora sí os estáis pasando… Fer, ve y compra helados para ti y Cristi… Tú, Sofi, ven fuera
- Vale, necesito fumar
Salimos fuera y le dije:
- Tía, como te pasas con mis hermanos
- ¿Qué? No he dicho nada raro
- Que Cristi tiene once años
- Ya, vale, perdona, pero Fer no, está en pleno apogeo de sus hormonas, ese se mata a pajas todos los días, eso seguro
- Me da igual eso, pero córtate con los temas sexuales delante de Cristi, que es muy cría aún
- Vale, vale, lo siento, ya sabes que me gusta picar a feo jeje, lo siento
Y encendió un cigarrillo y le dio una calada. Nos callamos y entonces dijo:
- Tu hermanito hoy debe estar bien cargadito
- ¿Qué?
- Seguro que ha estado bizco todo el día con Ali y sus tetorras, que mira que es poco disimulado el jodío
Me reí. Le dije:
- Tía ¿Ves como te pasas?
- Pero si es la verdad, y es normal, Ali tiene un par que ya quisiera yo, y es tu prima, no la suya así que no es ni raro ni nada que se la casque pensando en esas dos tetas
Le cogí el cigarrillo y le di una calada. Casi nunca fumaba pero de vez en cuando le daba una calada a alguno. Se lo devolví mientras ella decía:
- La tonta de mi prima… Es que no sé en qué piensa Ali, con esas tetas que tiene podría tirarse a muchos tíos buenos... Que desperdicio de tetas, y yo con estos melocontoncillos… que mierda
Me reí. A Sofi le molestaba mucho tener un pecho pequeño. Sofi continuó:
- En fin, que teniendo esas tetas va y se conforma con un puto friki
- Lo dices como si fuera malo
- A ver, un friki que ni sale… Pues tú me dirás, seguro que un tío bueno no es
Me reí, Sofi era muy de prejuzgar sin conocer. Ella continuó:
- Esto es culpa vuestra, se junta tanto con vosotros que se le ha pegado
La miré extrañada. Ella siguió:
- A ver, tu madre casada con un friki, Cris con otro frikazo, pues normal que Ali se haya buscado otro friki y…
- Oye, oye, que mi padre y Héctor son tíos guapos
- Excepciones, la mayoría de los frikis son raros, gordos, calvos y feos, y seguro que el de Ali es todo eso y más
- Que idiota eres, tía (riéndome)
- Sí, tú ríete, pero la enana va camino de eso ¿O te crees que Cristi no va a acabar con un frikazo de nivel ultra no sé cuantos? En esa familia, la única normal eres tú, empollona pero con buen gusto para los tíos
Me reí con desgana. Mi gusto para con los tíos no era nada bueno, todos me habían salido ranas. Sofi fumó y luego dijo:
- Y el pajillero de tu hermano aún está por ver que gusto tiene, pero vamos, que habrá que ver con la que sale, la primera tetona que le habrá hecho caso, eso seguro
Volví a reír. Sofi y su obsesión con las tetas por su poco busto. Para cambiar de tema, le pregunté:
- ¿Y hoy bien en el trabajo?
Sofi trabajaba como azafata de congresos y eventos. Iba a eventos donde tenía que estar de pie, sonreír todo el rato, reír gracias sin gracia, y, como ella decía, hacer de mujer florero pero en realidad le gustaba ese trabajo. Había dejado los estudios en cuanto pudo, poniéndose a trabajar en tiendas o restaurantes.
Sofi suspiró y dijo:
- Un aburrimiento, una puta feria de productos de farmacia
- Ya
- Tengo los pies destrozados, el uniforme era con taconazos y estar así de pie más de ocho horas me mata
- Normal
- Y me han tocado el culo varias veces, cerdos
- Vaya
- Pero vamos, normal, la falda me hacía un culo fantástico, si no me lo llegan a tocar, me hubiera preocupado jajaja
La miré sin estar segura de si estaba de coña o no porque siempre estaba bromeando. Entonces dijo:
- Oye, estoy pensando…
- ¿Qué?
- ¿Por qué no llevas a la enana a casa y salimos las dos? Tengo ganas de divertirme, y nos buscamos a dos tíos buenos y…
- Jajaja, pero si acabas de decir que estás destrozada
- Joder, claro, pero necesito desconectar de la mierda de día que he tenido, y nunca estoy tan destrozada como para no querer que me echen un buen polvo jajaja
- Jajaja
- Venga, lleva a Cristi a casa y mientras, yo voy a la mía y me pongo algo para ir de caza… Tú así vas genial, no te tienes que cambiar
- No, no, paso
- Tía, no me…
- Estoy cansada de estar todo el día en la piscina con los niños, quiero algo tranquilo y le he prometido a Cristi llevarla al cine
- La llevas otro día
- No
- Joder, menudas dos amigas tengo, mi prima que solo quiere follarse a frikis y tú, la monjita, que miedo me da preguntarte cuando fue tu último polvo
- Mejor no preguntes jajaja
- Tía, venga, vamos a salir
- Mañana salimos las tres
Me miró meneando la cabeza y dijo:
- Pues yo voy a salir
- Vale
- A ver si me entra algún tío bueno jejeje
- Eso seguro… Anda, vamos a por mis hermanos, que ya mismo empieza el cine
- Yuju, diversión a tope… Yo me voy, despídeme de los enanos
Y la vi alejarse. Sofi, como siempre, a su bola.
Ali
Llamé a la puerta de Juan. Llegaba un poco apurada de tiempo, había tardado más de lo previsto por culpa del tráfico. Escuché unas risas y pasitos a la carrera. Al poco, una voz infantil me preguntó:
- ¿Eres Ali?
Me reí y dije:
- Se pregunta “¿Quién es?”
- Ah, vale… ¿Quién es?
- Soy Ali
Se abrió la puerta mientras los dos niños reían y se lanzaban a mis piernas para abrazarme. Me agaché, los abracé y besé. Entramos entre risas y cerré la puerta echando la llave. Escuché a Juan:
- Venid a la cocina
Fuimos y vi a Juan con delantal preparando algo en el horno. Me acerqué a él y le di dos besos en las mejillas. Él me dijo:
- Deja tus cosas y os laváis las manos, ésto está listo
Fui a su habitación donde dejé mi mochila. Saqué mi portátil y neceser. Luego fui al salón a dejar el portátil y después al cuarto de baño donde los dos niños se lavaban las manos. Dejé mi neceser y me lavé con ellos.
Llevaba ya un año viniendo a esta casa y todo me era muy familiar. Conocía a Juan desde los quince años cuando entré en el ciclo de formación. Juan fue uno de mis profesores durante el ciclo y, aunque era un hombre de treinta y muchos, casado, con dos niños y una incipiente barriga y alopecia, me sentí atraída por él. Hacía años que estaba enamorada de Héctor en secreto, estaba claro que me atraían los hombres mayores, inteligentes y apasionados con la informática. Juan no era tan guapo como Héctor, pero tenía muchas de sus cualidades, era simpático, gracioso, interesante, sabía escuchar, sabía explicar, apoyar, animar… Tanto lo de Héctor como lo de Juan fueron enamoramientos tontos de niña, lo tenía claro, y jamás me hice ilusiones serias ni intenciones de hacer algo al respecto, me conformaba con admirarlos y desearlos en secreto, la de veces que me había tocado pensando en ellos.
Y todo hubiera seguido así si no llegan a pasar varias cosas casi a la vez. La primera es que rompí con mi novio, mi único novio. No es que me gustara especialmente pero había sido el único tío que me había entrado y me había hecho algo de gracia. Y aunque perdí mi virginidad con él, el sexo no era gran cosa. Cuando lo dejamos, sentí más el quedarme sola que el perderlo. Estaba segura que me quedaría sola mucho tiempo.
La segunda es que terminé el ciclo y me puse a trabajar con Cris y Héctor. Eso me dio ánimos. La tercera es que me enteré que Juan se había divorciado. Y la cuarta, es que de casualidad, me lo encontré en un salón de videojuegos retro. Yo había ido sola, por curiosear. Allí me lo encontré con sus dos hijos y me uní a ellos porque Juan conocía muchas historias de los videojuegos y nos hizo un tour muy didáctico y divertido. Me lo pasé genial con ellos. Y ese día me enteré que Juan jugaba bastante. Intercambiamos nicks y empezamos a jugar casi a diario, por las noches. Y mientras jugábamos, también charlábamos y cada vez me gustaba más. Y un día me inventé que se me había estropeado el portátil, y él, como me esperaba, se ofreció a revisármelo. Fui a su casa un día que no estaba con sus hijos y prácticamente me eché sobre él, besándolo por todos lados. Juan sorprendido intentó calmarme, diciendo que la edad, que si era mi profesor. Le hice callar y me desnudé, sin dejar de observarlo. Soy totalmente consciente de que tengo un cuerpo que no es lo que a los tíos gusta hoy en día, soy algo rellenita y con muchas curvas, muy lejos de los tipazos que tienen Gema y Sofi, pero en los ojos de Juan vi deseo y lujuria, y observé el abultamiento en sus pantalones, y ya no hubo vuelta atrás.
Y desde ese día, venía a esta casa al menos una vez por semana. Lo mantenía en secreto porque si mi madre se enteraba, me mataba. Además, Sofi se reiría de mí, y me echaría la bronca. Gema seguro que no, incluso me apoyaría, estaba segura, Gema era así, pero me parecía que la volvería a decepcionar. Mejor lo mantenía en secreto, al fin y al cabo, solo éramos folla amigos.
La cena fue estupenda. Me llevaba genial con los hijos de Juan, unos pequeños de 6 y 4 años. Les prometimos jugar unas partidas al Mario Kart antes de acostarlos, y así hicimos. Luego, Juan y yo encendimos nuestros portátiles para jugar un rato, pero ese día no me concentraba y sabía la causa. Era por Héctor, estar todo el día con él, bromeando, viéndolo en bañador, riéndonos… eso me alteraba, ya no estaba enamorada de él pero seguía provocándome sensaciones, o como diría Sofi “me hace agua el chichi”. Así que cerré el portátil y me senté sobre Juan tras cerrar también el suyo y lo besé, metiéndole con ansia la lengua en la boca. Él me devolvió el morreo pero cuando paramos, me dijo:
- Huy, alguien está con ganas ¿eh?
- Muchas
Me quité la camiseta y luego el sujetador. Él se abalanzó sobre mis tetas y las chupó y mordisqueó. Disfruté de su boca unos minutos, pero luego me levanté y le dije:
- Mejor vamos a tu cama
Con los niños en casa, me daba miedo que se presentaran de improvisto. Él rio y dijo:
- Sí, mejor
Le cogí de la mano y lo llevé a su dormitorio. Le empujé a la cama y cerré la puerta. Luego lo desnudé. Su polla saltó bien dura. Era una polla normal, ni grande ni pequeña, o eso me parecía a mí, pero a mí siempre me servía estupendamente.
Se la chupé un poco. Normalmente me gustaba jugar con ella, lamiéndola, poniéndomela entre las tetas, chupando alternando lentitud con rapidez, pero ese día no, estaba demasiado ansiosa. Me incorporé y me desnudé del todo, para luego sentarme sobre él. Me la metí despacio, disfrutando de ese momento. Luego, comencé a moverme lentamente.
A Juan le encantaba tenerme sobre él, ver y tocar mis tetas mientras yo me lo follaba a mi ritmo. Pero ese día no iba a disfrutar mucho de las vistas, estaba demasiado cachonda y comencé a moverme rápido, notando mi orgasmo a punto de llegar. Le dije:
- Córrete pronto, yo estoy a punto
Y comencé a gemir en voz alta porque de verdad me iba a correr en pocos segundos. Aguanté todo lo que pude hasta que vi la cara que ponía y supe que se iba a correr y me dejé ir. En cuanto sentí como él se corría dentro de mí, llegó mi orgasmo. Solté un grito y me quedé quieta mientras él se convulsionaba. Luego, me eché sobre Juan y lo besé. Tras unos segundos, me dijo:
- Vaya, sí que tenías ganas
- Sí, jiji
Nos quedamos así unos minutos. Luego le dije:
- ¿Volvemos al salón y jugamos un rato?
- Ehhh, bueno
- Es temprano, no son ni las once
- Ya
- Y luego, si quieres, un segundo asalto con más tranquilidad
- Jajaja, buen plan
Y nos levantamos riendo. Juan era el tipo de hombre del que Sofi se reiría y jamás se acostaría con él, pero a mí me parecía un hombre muy, muy atractivo, y en la cama me funcionaba perfectamente, siempre me dejaba satisfecha y contenta. Y era muy divertido.
Carlos
Salí al jardín llevando en cada mano nuestras bebidas. Silvia me esperaba en las tumbonas. Me acerqué a ella pero me paré a unos metros. Silvia miraba al cielo cubierto de estrellas. Estaba descalza, con unos pantalones cortos y una camiseta holgada. Admiré su cara, serena, mirando al cielo. Seguía siendo una mujer muy guapa, eso sin duda. No había engordado nada y sus piernas eran fuertes y delgadas, muy morenas por los días en la piscina.
Y como siempre, me preguntaba que hacía una mujer así con un viejo como yo. Por el dinero no era, ella podría vivir perfectamente solo con su sueldo, no era una mujer de lujos ni caprichos. Era por amor, eso lo tenía clarísimo pero ¿Por qué me quería así? Llevábamos casi veinte años juntos y aún me lo preguntaba.
Entonces ella giró su cabeza y me vio. Preguntó extrañada:
- ¿Qué haces ahí parado?
- Admirarte
Silvia soltó una carcajada y dijo:
- Anda, ven, tonto
Me acerqué a ella sonriendo y le fui a dar el vaso pero ella se incorporó y me dio un beso en los labios. Luego, nos tumbamos los dos y bebimos en silencio, mirando el cielo estrellado. No dijimos nada durante unos minutos, pero no estábamos incómodos, aunque no habláramos, estábamos muy bien juntos. Ella buscó mi mano con la suya y seguimos así un rato más, solo cogidos de la mano, mirando hacia arriba. Entonces dijo:
- Que bien nos lo hemos pasado hoy
Reí y dije:
- Sí, pero estoy mayor ya para esos niños, tienen energía infinita
- ¿No será que tú no paras de darles juego?
Sonreí y dije:
- He visto bien a Cris, mejor de ánimo ¿No?
- Sí, en general sí, pero sigue con sus lloreras
- Ah, vaya, pensé que hoy no…
- Sí, en la cocina cuando nos estábamos tomando un té
- Vaya
- Ya sabes “mi Héctor esto, mi Héctor aquello,… y yo solo molesto, no lo ayudo”
- Molestar a Héctor… Ayyyy, esta mujer
- Y sabe que no es así, pero se siente culpable, y lleva muy mal la falta de sexo, ya sabes lo importante que es para ella demostrarle lo mucho que lo quiere, cree que él puede pensar que ya no lo quiere tanto por no tener sexo con él
- Menuda tontería, Héctor en lo último que piensa ahora es en el sexo, se desvive por su mujer, solo piensa en que ella esté bien
- Y eso lo sabe Cris pero no puede evitar sentirse mal
- Menos mal que le queda poco del embarazo y volverá a ser la Cris de siempre, tan activa y tan animosa como siempre
- Sí, eso seguro
Nos volvimos a callar, los dos pensativos. Entonces Silvia se rio y dijo:
- Me ha dicho que ella, en los otros tres embarazos, estaba siempre cachonda
- ¿Sí?
- Y he recordado mis embarazos ¿Te acuerdas?
- Claro
- Con Fer lo hacíamos mucho, pero con Cristi, madre mía jajaja
Me reí con ella. Era verdad, no sé que nos dio durante ese embarazo. Le dije:
- Es que estabas guapísima y se me iban las manos
- Las manos y otras cosas jajaja
- Jejeje
- Estaba gordísima y me dolía todo el cuerpo pero veía como me mirabas y se me olvidaba todo y me sentía hasta sexy
- Es que estabas muy sexy
Silvia me sonrió y entonces, dejó su vaso en el suelo y se levantó. Se echó a mi lado y me acarició una pierna diciendo:
- Me mirabas como hace un momento
- Siempre te miro así
- Lo sé, y sé también lo que pensabas
- ¿El qué?
Y poniendo voz ronca, me dijo:
- “Qué hace una mujer así con un viejo como yo”
- Jajaja
- Cariño, que nos conocemos desde hace ya treinta años
- Es que no puedo evitar pensarlo
Entonces Silvia metió la mano por dentro de mi pantalón corto, acariciándome el paquete, y dijo poniendo cara de lascivia:
- Quizás es por esto
- Ahhhh, entiendo, lo más interesante de mí es ese pellejo arrugado
- Creo que eso de arrugado lo arreglo yo en un momento
Entonces me desabrochó el pantalón, me la sacó y se la metió en la boca. Al poco, paró y dijo:
- ¿Ves? Ya no está arrugada
- Jajaja, pero Silvia, que soy un pobre jubilado que ya cumplió esta mañana y no ha parado en todo el día
- Tú lo has dicho, cumpliste esta mañana, ahora toca trabajar de verdad ¿O crees que me voy a conformar con un solo orgasmo como esta mañana?
- ¿No?
- No, no, al menos dos en cada polvo
- Ya, claro jeje
- Te lo he puesto fácil, facilísimo, eso lo haces sin pestañear, cariño
Y siguió con la mamada, tomándoselo con calma, sin dejar de mirarme. Luego, se levantó y se quitó la camiseta, no llevaba sujetador. Se giró, se bajó los pantaloncitos y las bragas, mostrándome su culo. Luego dijo:
- Vamos al agua
- ¿Al agua? Pero los niños pueden llegar en cualquier momento y…
- Aún queda una hora de peli, venga, vamos
Y se tiró a la piscina. Me reí y me desnudé. También me tiré y rápidamente ella se me acercó y entrelazó sus piernas alrededor mía para luego darme un largo morreo. La apoyé contra la pared de la piscina y la penetré, follándola despacio hasta que se corrió gimiendo en mi boca. Nos quedamos abrazados unos minutos y entonces ella dijo:
- Vale, los siguientes en la cama
- ¿Siguientes? Eran dos, será el siguiente
- He cambiado de opinión, esta noche no va a ser solo un par, te lo digo yo
Y me miró sonriendo sensualmente. Me reí y Silvia salió de la piscina. Se secó con una toalla, dándome la espalda. Admiré su culo, seguía teniéndolo bien puesto, me encantaba mirárselo. Entonces ella, sin girarse y sin dejar de secarse, dijo:
- Y deja de mirarme el culo
- Jajaja, es que es magnífico
- Y es todo tuyo, a ver que se te ocurre hacer con él
Y giró la cabeza para mirarme con esa sonrisa seductora que tanto me ponía. Me reí y salí. Ella vino a mí y me secó mientras me besaba. Y dijo:
- ¿Cómo no voy a seguir contigo si me tienes loquita, mi amor?
Y nos fuimos hacia nuestra habitación.
Carlos
Escuché como llamaban al timbre de la calle, seguro que eran Héctor y su familia.
Salí para abrirles y, en cuanto Héctor aparcó, los niños empezaron a dar gritos y saltar dentro del coche, llamándome:
- Tito, tito, tito
Cuando Héctor apagó el motor y abrió las puertas, los niños salieron en tropel para abrazarme y besarme, mientras yo reía. Mientras, Héctor ayudaba a salir a Cris, que estando ya de casi ocho meses, estaba enorme.
En ese momento salieron Silvia, Gema, Fer y Cristi y los niños corrieron hacia ellos, y aproveché para ir a ayudar a Cris. Le di un apretón cariñoso en el hombro a Héctor y luego dos besos a Cris:
- Que guapísima estás, Cris
- Dirás “que gordísima estás” jajaja
- Eso también jajaja ¿Cómo estás?
- Hoy me he levantado mejor, por las ganas de venir aquí
- ¿Sí? Bien, bien
Entonces Héctor dijo:
- A ver, Carlos, Silvia, David, dejad a la tita y a los primos y venid a ayudar a mamá
Y los niños de 5, 3 y 2 años respectivamente llegaron rápido rodeando a su madre y siguiéndola con cuidado cuando Cris empezó a andar hacia Silvia. Las dos se besaron y abrazaron, y luego hizo lo mismo con Gema, Fer y Cristi. Me quedé con Héctor mientras los demás iban hacia el jardín, y lo ayudé a sacar sus cosas del coche. Le pregunté:
- ¿Todo bien en la revisión de ayer, Héctor?
- Sí, todo bien pero ya sabes, está asustada, con 39 años y que le han recomendado reposo y cuidado, teme que pase algo
- ¿El médico dice que hay riesgo?
- No, no, dice que todo va bien, solo que guarde reposo y se tome todo con calma
- Yo la veo estupenda
- Sí, es solo eso, que tiene miedo y ese dolor de espalda que la deja fuera de juego muchos días
- Claro pero hoy la animaremos, ya verás
- Lo sé, lo sé, gracias por invitarnos, le hacía falta salir de casa y estar rodeaba por la gente que más quiere
- ¿Me vas a dar las gracias? Anda, anda...
- Jeje, y menos mal que te tenemos de niñero, nos estás salvando la vida
Como ya estaba jubilado, todos los días iba a recoger a los niños de los colegios y guarderías ya que Héctor trabajaba y Cris no podía salir sola. Luego, recogía a Silvia del trabajo y nos pasábamos la tarde con Cris y los niños. Me reí y dije:
- A este viejo le viene bien estar ocupado
- Viejo dice, ya me gustaría a mí tener tu energía, que ahora siempre me siento cansado
- Eso son rachas, Héctor, en cuanto nazca la nenita verás como todo se normaliza
- Ya, supongo
Lo miré con cariño. Los dos estaban muy estresados y acojonados desde el susto de Cris en el sexto mes de embarazo cuando sangró repentinamente y había estado con peligro de abortar. Los había traumatizado porque en los otros tres embarazos no habían tenido ni un solo problema. Encima Cris se había culpado porque pensaba que había sido muy descuidada y confiada con lo que había comido y con el estrés del trabajo.
Gema
Escuché como sonaba mi móvil y salí de la piscina escuchando a los niños protestar:
- Noooo, primaaaaa, no te vayas
- Ahora vengo, ahora vengo, que me están llamando
Cogí el móvil sabiendo quien debía ser, y acerté. Descolgué diciendo:
- ¿Ya estás aquí?
- Sí, en la puerta
- Voy
Me calcé y corrí fuera. Abrí la cancela para dejar entrar a mi prima Ali, que me miró sonriendo para luego darme dos besos diciendo:
- Vaya, ya estabas en el agua
- Claro, con los niños
- ¿Quién está?
- Tus jefes y su jauría jeje
Ali estaba haciendo prácticas en la empresa de Héctor y Cris. Vi que tenía una mochila en el hombro y le pregunté:
- ¿Te quedas a dormir?
- No mmmm pero me tienes que cubrir con mi madre
- Ahhhh, otra vez has quedado con tu folla friki jijij
- Jajaja, sí, Juan me ha invitado, tenemos quedada para jugar unas partiditas
- Ya, ya, primero jugar sentada y luego en horizontal jajaja
Ali se puso colorada pero dijo sonriendo tímidamente:
- Algo así
- Tía, cada vez quedas más con él, a ver si de ahí va a surgir algo jeje
- Que va, es solo que ha coincidido y…
La miré. Ali era una chica introvertida y callada. Tenía pinta de empollona, con gafas y cara de buena chica. Le gustaban los ordenadores y jugar a la consola, eran su pasión. Tras romper con su novio hacía meses, había empezado a acostarse con su amigo de quedadas videojueguiles, y aunque ella decía que solo era sexo, cada vez quedaba más con él. La abracé cogiéndole el brazo y le dije:
- Buenooooo, vaaaaaale, te cuuuuubrooooo, ooooootraaaaaa veeeeeezzzzzzz, y si estuviera aquí Sofi te diría “todo para que tengas el chichi feliz” jajajaja
- Que tonta eres jajajaja
- A ver si nos lo presentas un día de estos
- No le gusta salir, es un soso
- No será tan soso si repites tanto con él jajaja
- En eso no es soso, no jiji
La llevé a la piscina mientras no paraba de ponerla colorada lanzándole bromas sexuales con su amigo. Allí besó a todos, los conocía bien, éramos primas porque su madre y mi padre eran hermanos, y aunque mis padres se divorciaron, mi madre seguía llevándome con la familia de mi padre y las dos éramos muy amigas. Y en verano pasaba mucho tiempo en casa.
Silvia
Entré en la cocina y puse a calentar el agua. Mientras esperaba me acerqué a la ventana y me reí viendo la que tenían montada en la piscina con los niños. Carlos se volvía tan niño como los pobres críos mientras les daba juego, al igual que Héctor, que se partía de risa. Ellos dos, junto a los tres niños, Cristi y Fer, estaban metidos en el agua, mientras Gema y Ali, en el bordillo, les lanzaba balones que ellos tenían que esquivar. Las risas y gritos de los nueve se tenían que estar escuchando por todo el barrio.
Cuando el agua estuvo lista, serví dos tazas y cogí la mía para volver a acercarme a la ventana donde empecé a reírme por otra nueva ocurrencia de Carlos y Héctor para entretener a los niños. Entonces escuché llegar a Cris, que salía del baño, y le dije:
- Ahí tienes tu té raro sin teína
Ella sonrió y al poco, estaba al lado mía riéndose mientras miraba por la ventana. Le dije:
- Tenemos dos maridos que podrían ganarse la vida en el circo
- Jiji, sí, son un poquito payasos con los nenes
- Ya te digo
Pero nos encantaba que fueran así. Entonces la miré y le pregunté:
- ¿Cansada?
- Sí, este barrigón me tiene…
- Ya
- Pero me lo estoy pasando genial, necesitaba esto, Silvi
- Lo necesitábamos todos
Y Cris apoyó su cabeza en mi hombro. Entonces dijo:
- Que guapísima está Gema
La miré, estaba magnífica en bikini, con un cuerpo joven, esbelto y atlético porque Gema corría a diario. Además, no había heredado mi poco pecho y eso me alegraba muchísimo. Junto a ella, Ali era todo lo contrario, bajita, algo rellenita y tenía mucho más pecho. Además, no tenía la belleza de mi Gema, Ali no era fea pero no tenía nada que llamara especialmente la atención, no como Gema que tenía una mirada intensa y franca, una sonrisa que rompía corazones y unos labios sensuales. Nunca tendría problema para atraer a los hombres que quisiera. Asentí con la cabeza mientras decía:
- Sí
- Hay hombres que no saben la suerte que tienen y pierden lo mejor que van a conseguir nunca ¿Eh?
Se refería al ex novio de Gema, un estadounidense rubio, guapo, fuerte, de ojos azules pero gilipollas. Le había puesto los cuernos con una de las compañeras de Gema. Le dije a Cris:
- Nosotras de eso sabemos, Cris, sabemos de hombres que no nos valoraron
- Ya te digo, y lo mal que lo pasamos en aquel momento ¿eh, Silvi?
- Sí, no se merecían nuestras lágrimas, pero sí, lo pasamos mal
- Pero gracias a eso encontramos a nuestros hombres, a mi Héctor y a tu Carlos
- Sí
Y las dos nos callamos recordando el pasado. Entonces Cris dijo:
- Pero Gema es más fuerte que nosotras, mira como se ha repuesto de su ruptura y ni le ha afectado en sus estudios ni nada, ha terminado el curso con notazas y siempre está sonriente y de buen humor aunque… no sé…
La miré. Sabía que me iba a decir y me lo confirmó cuando dijo:
- Creo que está un poco decaída ¿No crees?
- Sí, lo está, aparenta que no le pasa nada pero también me he dado cuenta
- ¿Y no te ha dicho nada?
- No, pero supongo que quiere aparentar ser fuerte y que todo va bien aunque creo que en realidad lleva regular la ruptura
- Ya, será eso
- Sí, por eso quiero que salga con su prima y Sofi, a ver si se divierte… eso se arregla conociendo a otro chico jeje
Recordé cuando Gema me llamó para contarme lo que había pasado con su novio. Me llamó llorando, pero decía que era más por rabia que por otra cosa, que estaba más indignada que triste. Carlos y yo nos habíamos sentido impotentes para consolarla desde tan lejos. Carlos había querido coger un avión para ir a verla, pero le dije que mejor no, que Gema nos pediría ayuda de ese tipo si realmente lo necesitaba, que la íbamos a descentrar más si íbamos, así que la apoyamos a distancia, por videoconferencia diaria, y fue lo mejor. Sin nosotros allí, Gema se repuso sin dificultad y se centró en sus estudios. Entonces Cris me sacó de mis recuerdos diciendo:
- Mira mi Héctor que carita tiene de felicidad
Lo miré, y era verdad, reía mientras jugaba con los niños.
- Sí
- Me entra de todo por dentro por lo mal que lo está pasando por mi culpa
- ¿Por tu culpa? Cris, no seas…
- Bueno, por mi causa. Siempre está con buena cara, bromeando, atento a todo lo mío, haciéndose cargo de los niños, con su trabajo y yo solo hago molestar y…
- ¡¡¡CRIS!!! no digas eso, sabes que él no…
- Él no, mi Héctor es lo más bueno del mundo, pero sé que le estoy fallando, yo…
Y empezó a llorar. Cris tenía bajonas de ese tipo cada dos por tres. Este embarazo se le estaba haciendo muy cuesta arriba, ella era una mujer activa, siempre haciendo cosas, y ahora casi no podía hacer nada, todo se lo hacían, y eso lo llevaba fatal. Le dije:
- Cris, sabes que no fallas a nadie, es solo tu estado de ánimo, solo eso…
- Silvi, lo quiero más que nunca, no te puedes imaginar, y ni siquiera puedo demostrárselo con un poquito de sexo, ni siquiera eso, no puedo ni eso, ni siquiera sexo oral, ni…
- Cris, eso ahora no importa, y a él tampoco, ahora lo importante eres tú y ese bebé
- Lo sé, lo sé, pero me gustaría… Mi Héctor…
Lloró un poco más hasta que consiguió reponerse y entonces me miró avergonzada diciendo:
- Lo siento, me dan estas neuras y…
- No pasa nada
- Sí pasa, un día tan bueno y yo estropeándolo otra vez y…
- Chisstttt, Cris, no pienses así, aquí nada se ha estropeado, y ven, que como te vea así Héctor, sale como una bala de esa piscina y es capaz de matarse jeje
Nos sentamos en las sillas de la cocina y dijo:
- Que tonta estoy, Silvi, llorando por cualquier cosa, no me puedo creer que esté así
- Ya sabes que todo es por el embarazo y…
- Lo sé, pero en los otros tres fue todo tan distinto, jo, es que hasta el día de parir estaba con ganas de sexo, y ni te imaginas el sexo tan potente que tenía con mi Héctor, a él no le importaba mi barrigón como les pasa a otros hombres, me follaba como siempre o mejor, no sé, y yo todo el día cachonda, que casi siempre era yo la que lo cogía y…. pero ahora no, ahora es solo pensar en sexo y me siento mal… que mierda
Y recordé mis embarazos. Durante el de Gema, con Antonio, había tenido algo de sexo, no demasiado. Luego, ya con Carlos, Fer llegó relativamente pronto, en cuanto nos pusimos a ello. Y durante el embarazo, no paramos de hacerlo, Carlos siempre estaba dispuesto y con ganas y yo super animada y feliz. Y luego pasaron cinco años intentando tener a Cristina. No conseguía quedarme embarazada pero no me agobié gracias a Carlos. A diferencia de Antonio, Carlos se desvivía por mí, me sentía super apoyada y querida y no entré en una depresión como tras el nacimiento de Gema y mi imposibilidad de quedarme embarazada por segunda vez de Antonio.
Pero fue demasiado tiempo intentándolo, tanto que ya abandoné toda esperanza. Pero gracias a lo mucho que lo hacíamos, un día me llevé la gran sorpresa, estaba embarazada de Cristina. Y aunque ya pasaba de los cuarenta y estaba asustada por si había problemas, fue un embarazo perfecto, sin ningún percance y, aunque al principio Carlos estaba asustado y le costaba pedirme sexo, pronto se nos pasó ese susto y tuvimos muchísimo sexo, un sexo increíblemente bueno e intenso, un sexo fantástico.
Oculté mi sonrisa al recordarlo, Cris estaba desanimada y no era cosa de mostrarme sonriente. Cris me dijo:
- Que esta semana se vaya al evento ese en Barcelona está bien, le viene bien desconectar un poco de mí y de los niños
La miré algo escéptica. Le dije:
- ¿Seguro que quieres que se vaya?
- Sí
- No sé Cris, conociendo a Héctor, dudo que realmente vaya
- Sí, sí va a ir. Sé que no quiere dejarme sola, pero es que no lo voy a estar, estaré aquí con los niños y con Gema y Ali así que voy a estar bien acompañada, y él necesita desconectar unos días, y ese evento le gusta, es de trabajo pero siempre vamos, ya lo teníamos apalabrado como todos los años, pensábamos ir los dos pero así no puedo
Era verdad que Gema, al enterarse, rápidamente se había ofrecido voluntaria para quedarse con su tía Cris, y Ali también se había apuntado, las dos se llevaban genial con Cris. Carlos y yo no podíamos porque teníamos un viaje planificado desde hacía meses para ir a ver a Laira. La idea era que Cris y sus niños se vinieran aquí esos días para estar todos acompañados. Lo de que Héctor se fuera al evento me parecía una buena idea, a Héctor y Cris les vendría bien no estar tan pendientes el uno del otro aunque fuera por cinco días. Le dije:
- Ya, también creo que le vendrá bien para recargar las pilas, y si te vuelve a decir que no va, mándamelo y yo lo llevo al avión arrastrándolo por las orejas jeje
- Ya se lo dije y él se rio, pero te cree capaz de hacerlo
- Pues claro jajajaja
Carlos
Vimos alejarse el coche de Héctor y Cris mientras nos despedíamos de ellos. Habíamos pasado un día magnífico pero me sentía reventado. Abracé a Silvia por la cintura y le di un beso. Entonces les dije:
- Bueno, esta noche os invito a cenar fuera ¿Dónde queréis ir?
Pero Silvia dijo:
- Yo esta noche no salgo, estoy cansadísima
- Por eso mismo, cariño, salimos y que nos hagan de comer
- ¿Comer más? No, gracias, estoy llenísima. Esta noche algo ligerito y tele
Entonces Gema dijo:
- Pues yo me llevo a mis hermanos a cenar fuera ¿Quién quiere hamburguesa?
Fer levantó la mano pero Cristi dijo:
- Yo me quedo
- No, no, tú te vienes
- No tengo ganas y…
- Y quieres ponerte con tu ordenador y llamar al tito y acostarte a las tantas y no dejar al tito dormir que estará destrozado
- Pero es que tenemos que…
- Ya has estado antes con él, que te vi secuestrándolo para llevarlo a tu ordenador
- Ha sido un ratito minúsculo, no lo habéis dejado, con lo que podríamos haber avanzado los dos si…
- Suficiente ordenador por hoy, te vienes, te comes un hamburguesón que te estás quedando muy canija y luego vamos al cine
Aquí se le iluminó la cara a Cristi:
- ¿Al cine? ¿Qué peli?
- Ya veremos
- Elijo yo, hay una de ciencia ficción que…
Entonces Fer intervino:
- Nooooo, una de tus frikadas nooooo
- Idiota, no es una frikada, es de una nave que…
- Me abuuuurroooooooo
Entonces intervino Gema:
- Ya veremos allí que peli nos puede gustar a todos. Ahora nos vamos a duchar Ali y yo y luego vosotros y nos vamos
Fer intervino:
- Noooo, que vosotras tardáis años en ducharos, vais a tener ocupados los dos baños durante un siglo
Ali se rio y dijo:
- Bueno, pues os ducháis primero Silvia, Cristi y tú, y mientras, Carlos, Gema y yo vamos recogiendo el jardín
Y Fer salió corriendo a meterse dentro, mientras Cristi le gritaba que ella quería el baño grande.
Gema
Llegué a la mesa con la bandeja de la comida. Cristi y Fer discutían mirando en el teléfono la cartelera del cine. Sonreí, éstas eran las cosas que más echaba de menos por culpa de estudiar en el extranjero. Dije:
- Venga, dejad eso y a comer
Fer ni se lo pensó y atacó su hamburguesa con ferocidad. Cristi cogió una patata y se la comió. Estaba muy delgada, era de poco comer. Le dije:
- La hamburguesa también, Cristi
Ella puso los ojos en blanco y dijo:
-Sí, “mamá”
Cogí una patata y se la tiré a la cabeza. Ella dijo:
- ¡¡Idiota!! que eso tiene pringue y mancha
Me reí. Ella, mirándome enfadada, dijo:
- Y la comida no se tira, es lo que siempre me decís
Entonces, Fer recibió un mensaje en su móvil, lo leyó y sonrió. Le iba a preguntar pero entonces vi a Sofi entrar en el local, buscándonos. Iba con su larga melena rubia teñida suelta, una camiseta que le dejaba el ombligo al aire y unos shorts. Era una chica delgada y muy llamativa aunque no era especialmente guapa, pero tenía unos ojos grandes marrones que era lo más llamativo de ella. Levanté la mano y le hice gestos. Me vio y vino sonriendo. Le puso una mano en la cabeza a Cristi y le revoleó el pelo diciendo:
- Hola, enana
- Idiota, no me despeines
Sofi se rio y, mirando a Fer, le dijo:
- Hola, feo
Fer, sin dejar de comer, le levantó un dedo. Sofi rio y dijo:
- Feo y maleducado, menuda joyita el niñito
Entonces se inclinó y me dio un beso en la mejilla, para luego sentarse a mi lado:
- ¿Y Ali?
- Ha quedado
Y le hice un gesto con las cejas. Sofi puso los ojos en blanco y dijo:
- ¿Otra vez con el friki ese?
Reí. A Sofi le desesperaba que Ali “se conforme con un puto friki”, palabras textuales. Viendo que iba a empezar a despotricar sobre Ali, el sexo y su amigo, le pregunté:
- ¿Qué quieres comer?
- Mmmm no sé… Me comeré algunas de tus patatas y esto…
Y cogió mi bebida y se tomó más de la mitad de un tirón. Dejó el vaso y soltó un sonoro eructo diciendo:
- Perdón, perdón, estaba seca y… (poniéndose colorada)
Cristi abrió la boca sorprendida por el eructo y Fer dijo:
- Que fina eres, tía
- Bueno, tampoco pasa nada, ha sido sin querer, pero de todos modos ¿Tengo que ser fina con dos pringaos mocosos como vosotros? Anda ya
A Sofi le encantaba meterles caña a mis hermanos, que corriendo saltaban. Los tres siempre discutían pero sin enfadarse, conocían a Sofi y sus ganas de guasa. Fer dijo:
- Si quieres les digo que te preparen una pocilga ahí detrás para que comas tranquila y a gusto
- Mira, niño, llevo todo el puto día currando, estoy reventada de los putos tacones y de estar todo el día de pie, si se me escapa un pequeño eructo, si te ofende te aguantas, princesita (y le sacó la lengua a Fer)
Yo me partía de risa viéndolos tirarse pullas. Lo hacían riéndose y de buen humor, siempre estaban igual. Los dejé estar así durante un rato, los tres enzarzados en pullas y gracietas pero todo con buen rollo y risas. Entonces, Sofi preguntó:
- ¿Qué peli vais a ver?
Pero Fer dijo:
- Yo paso de cine, he quedado
Le pregunté:
- ¿Qué? Pero si ibas a venir
- Ya, pero antes me han dicho de quedar y prefiero eso al cine
Sofi no dejó pasar la ocasión:
- Con una tía seguro que no has quedado
- Pues sí, lista, con una amiga
- ¿La pobre está ciega? Pobrecilla
- No, no está ciega y está muy buena
- Ahhh
Entonces Sofi me miró sonriendo y dijo en tono confidencial pero bien alto:
- Novia imaginaria, ya sabes
E hizo un gesto de masturbación con la mano. Solté una carcajada y ella miró a Fer que se había puesto colorado y dijo:
- Pobre, inventándote novias para luego cascártela en la cama
Aquí ya me puse seria y le dije:
- Tía, córtate, que está Cristi
- ¿La enana? Pero si ésta es muy lista, ya sabe de todo esto ¿Verdad, mocosa?
Cristi me miró apurada y dijo:
- Intuyo algo… creo
Dije:
- Se acabó el tema, Sofi
- Vale, vale… pero que conste que no me creo lo del feo… que tiene novia, ya, claro
Fer, sonriendo, dijo:
- Y más de una si quisiera
- Yo sé bien lo que tú quieres, pero las novias imaginarias no te la chup...
Dije:
- A callar, ahora sí os estáis pasando… Fer, ve y compra helados para ti y Cristi… Tú, Sofi, ven fuera
- Vale, necesito fumar
Salimos fuera y le dije:
- Tía, como te pasas con mis hermanos
- ¿Qué? No he dicho nada raro
- Que Cristi tiene once años
- Ya, vale, perdona, pero Fer no, está en pleno apogeo de sus hormonas, ese se mata a pajas todos los días, eso seguro
- Me da igual eso, pero córtate con los temas sexuales delante de Cristi, que es muy cría aún
- Vale, vale, lo siento, ya sabes que me gusta picar a feo jeje, lo siento
Y encendió un cigarrillo y le dio una calada. Nos callamos y entonces dijo:
- Tu hermanito hoy debe estar bien cargadito
- ¿Qué?
- Seguro que ha estado bizco todo el día con Ali y sus tetorras, que mira que es poco disimulado el jodío
Me reí. Le dije:
- Tía ¿Ves como te pasas?
- Pero si es la verdad, y es normal, Ali tiene un par que ya quisiera yo, y es tu prima, no la suya así que no es ni raro ni nada que se la casque pensando en esas dos tetas
Le cogí el cigarrillo y le di una calada. Casi nunca fumaba pero de vez en cuando le daba una calada a alguno. Se lo devolví mientras ella decía:
- La tonta de mi prima… Es que no sé en qué piensa Ali, con esas tetas que tiene podría tirarse a muchos tíos buenos... Que desperdicio de tetas, y yo con estos melocontoncillos… que mierda
Me reí. A Sofi le molestaba mucho tener un pecho pequeño. Sofi continuó:
- En fin, que teniendo esas tetas va y se conforma con un puto friki
- Lo dices como si fuera malo
- A ver, un friki que ni sale… Pues tú me dirás, seguro que un tío bueno no es
Me reí, Sofi era muy de prejuzgar sin conocer. Ella continuó:
- Esto es culpa vuestra, se junta tanto con vosotros que se le ha pegado
La miré extrañada. Ella siguió:
- A ver, tu madre casada con un friki, Cris con otro frikazo, pues normal que Ali se haya buscado otro friki y…
- Oye, oye, que mi padre y Héctor son tíos guapos
- Excepciones, la mayoría de los frikis son raros, gordos, calvos y feos, y seguro que el de Ali es todo eso y más
- Que idiota eres, tía (riéndome)
- Sí, tú ríete, pero la enana va camino de eso ¿O te crees que Cristi no va a acabar con un frikazo de nivel ultra no sé cuantos? En esa familia, la única normal eres tú, empollona pero con buen gusto para los tíos
Me reí con desgana. Mi gusto para con los tíos no era nada bueno, todos me habían salido ranas. Sofi fumó y luego dijo:
- Y el pajillero de tu hermano aún está por ver que gusto tiene, pero vamos, que habrá que ver con la que sale, la primera tetona que le habrá hecho caso, eso seguro
Volví a reír. Sofi y su obsesión con las tetas por su poco busto. Para cambiar de tema, le pregunté:
- ¿Y hoy bien en el trabajo?
Sofi trabajaba como azafata de congresos y eventos. Iba a eventos donde tenía que estar de pie, sonreír todo el rato, reír gracias sin gracia, y, como ella decía, hacer de mujer florero pero en realidad le gustaba ese trabajo. Había dejado los estudios en cuanto pudo, poniéndose a trabajar en tiendas o restaurantes.
Sofi suspiró y dijo:
- Un aburrimiento, una puta feria de productos de farmacia
- Ya
- Tengo los pies destrozados, el uniforme era con taconazos y estar así de pie más de ocho horas me mata
- Normal
- Y me han tocado el culo varias veces, cerdos
- Vaya
- Pero vamos, normal, la falda me hacía un culo fantástico, si no me lo llegan a tocar, me hubiera preocupado jajaja
La miré sin estar segura de si estaba de coña o no porque siempre estaba bromeando. Entonces dijo:
- Oye, estoy pensando…
- ¿Qué?
- ¿Por qué no llevas a la enana a casa y salimos las dos? Tengo ganas de divertirme, y nos buscamos a dos tíos buenos y…
- Jajaja, pero si acabas de decir que estás destrozada
- Joder, claro, pero necesito desconectar de la mierda de día que he tenido, y nunca estoy tan destrozada como para no querer que me echen un buen polvo jajaja
- Jajaja
- Venga, lleva a Cristi a casa y mientras, yo voy a la mía y me pongo algo para ir de caza… Tú así vas genial, no te tienes que cambiar
- No, no, paso
- Tía, no me…
- Estoy cansada de estar todo el día en la piscina con los niños, quiero algo tranquilo y le he prometido a Cristi llevarla al cine
- La llevas otro día
- No
- Joder, menudas dos amigas tengo, mi prima que solo quiere follarse a frikis y tú, la monjita, que miedo me da preguntarte cuando fue tu último polvo
- Mejor no preguntes jajaja
- Tía, venga, vamos a salir
- Mañana salimos las tres
Me miró meneando la cabeza y dijo:
- Pues yo voy a salir
- Vale
- A ver si me entra algún tío bueno jejeje
- Eso seguro… Anda, vamos a por mis hermanos, que ya mismo empieza el cine
- Yuju, diversión a tope… Yo me voy, despídeme de los enanos
Y la vi alejarse. Sofi, como siempre, a su bola.
Ali
Llamé a la puerta de Juan. Llegaba un poco apurada de tiempo, había tardado más de lo previsto por culpa del tráfico. Escuché unas risas y pasitos a la carrera. Al poco, una voz infantil me preguntó:
- ¿Eres Ali?
Me reí y dije:
- Se pregunta “¿Quién es?”
- Ah, vale… ¿Quién es?
- Soy Ali
Se abrió la puerta mientras los dos niños reían y se lanzaban a mis piernas para abrazarme. Me agaché, los abracé y besé. Entramos entre risas y cerré la puerta echando la llave. Escuché a Juan:
- Venid a la cocina
Fuimos y vi a Juan con delantal preparando algo en el horno. Me acerqué a él y le di dos besos en las mejillas. Él me dijo:
- Deja tus cosas y os laváis las manos, ésto está listo
Fui a su habitación donde dejé mi mochila. Saqué mi portátil y neceser. Luego fui al salón a dejar el portátil y después al cuarto de baño donde los dos niños se lavaban las manos. Dejé mi neceser y me lavé con ellos.
Llevaba ya un año viniendo a esta casa y todo me era muy familiar. Conocía a Juan desde los quince años cuando entré en el ciclo de formación. Juan fue uno de mis profesores durante el ciclo y, aunque era un hombre de treinta y muchos, casado, con dos niños y una incipiente barriga y alopecia, me sentí atraída por él. Hacía años que estaba enamorada de Héctor en secreto, estaba claro que me atraían los hombres mayores, inteligentes y apasionados con la informática. Juan no era tan guapo como Héctor, pero tenía muchas de sus cualidades, era simpático, gracioso, interesante, sabía escuchar, sabía explicar, apoyar, animar… Tanto lo de Héctor como lo de Juan fueron enamoramientos tontos de niña, lo tenía claro, y jamás me hice ilusiones serias ni intenciones de hacer algo al respecto, me conformaba con admirarlos y desearlos en secreto, la de veces que me había tocado pensando en ellos.
Y todo hubiera seguido así si no llegan a pasar varias cosas casi a la vez. La primera es que rompí con mi novio, mi único novio. No es que me gustara especialmente pero había sido el único tío que me había entrado y me había hecho algo de gracia. Y aunque perdí mi virginidad con él, el sexo no era gran cosa. Cuando lo dejamos, sentí más el quedarme sola que el perderlo. Estaba segura que me quedaría sola mucho tiempo.
La segunda es que terminé el ciclo y me puse a trabajar con Cris y Héctor. Eso me dio ánimos. La tercera es que me enteré que Juan se había divorciado. Y la cuarta, es que de casualidad, me lo encontré en un salón de videojuegos retro. Yo había ido sola, por curiosear. Allí me lo encontré con sus dos hijos y me uní a ellos porque Juan conocía muchas historias de los videojuegos y nos hizo un tour muy didáctico y divertido. Me lo pasé genial con ellos. Y ese día me enteré que Juan jugaba bastante. Intercambiamos nicks y empezamos a jugar casi a diario, por las noches. Y mientras jugábamos, también charlábamos y cada vez me gustaba más. Y un día me inventé que se me había estropeado el portátil, y él, como me esperaba, se ofreció a revisármelo. Fui a su casa un día que no estaba con sus hijos y prácticamente me eché sobre él, besándolo por todos lados. Juan sorprendido intentó calmarme, diciendo que la edad, que si era mi profesor. Le hice callar y me desnudé, sin dejar de observarlo. Soy totalmente consciente de que tengo un cuerpo que no es lo que a los tíos gusta hoy en día, soy algo rellenita y con muchas curvas, muy lejos de los tipazos que tienen Gema y Sofi, pero en los ojos de Juan vi deseo y lujuria, y observé el abultamiento en sus pantalones, y ya no hubo vuelta atrás.
Y desde ese día, venía a esta casa al menos una vez por semana. Lo mantenía en secreto porque si mi madre se enteraba, me mataba. Además, Sofi se reiría de mí, y me echaría la bronca. Gema seguro que no, incluso me apoyaría, estaba segura, Gema era así, pero me parecía que la volvería a decepcionar. Mejor lo mantenía en secreto, al fin y al cabo, solo éramos folla amigos.
La cena fue estupenda. Me llevaba genial con los hijos de Juan, unos pequeños de 6 y 4 años. Les prometimos jugar unas partidas al Mario Kart antes de acostarlos, y así hicimos. Luego, Juan y yo encendimos nuestros portátiles para jugar un rato, pero ese día no me concentraba y sabía la causa. Era por Héctor, estar todo el día con él, bromeando, viéndolo en bañador, riéndonos… eso me alteraba, ya no estaba enamorada de él pero seguía provocándome sensaciones, o como diría Sofi “me hace agua el chichi”. Así que cerré el portátil y me senté sobre Juan tras cerrar también el suyo y lo besé, metiéndole con ansia la lengua en la boca. Él me devolvió el morreo pero cuando paramos, me dijo:
- Huy, alguien está con ganas ¿eh?
- Muchas
Me quité la camiseta y luego el sujetador. Él se abalanzó sobre mis tetas y las chupó y mordisqueó. Disfruté de su boca unos minutos, pero luego me levanté y le dije:
- Mejor vamos a tu cama
Con los niños en casa, me daba miedo que se presentaran de improvisto. Él rio y dijo:
- Sí, mejor
Le cogí de la mano y lo llevé a su dormitorio. Le empujé a la cama y cerré la puerta. Luego lo desnudé. Su polla saltó bien dura. Era una polla normal, ni grande ni pequeña, o eso me parecía a mí, pero a mí siempre me servía estupendamente.
Se la chupé un poco. Normalmente me gustaba jugar con ella, lamiéndola, poniéndomela entre las tetas, chupando alternando lentitud con rapidez, pero ese día no, estaba demasiado ansiosa. Me incorporé y me desnudé del todo, para luego sentarme sobre él. Me la metí despacio, disfrutando de ese momento. Luego, comencé a moverme lentamente.
A Juan le encantaba tenerme sobre él, ver y tocar mis tetas mientras yo me lo follaba a mi ritmo. Pero ese día no iba a disfrutar mucho de las vistas, estaba demasiado cachonda y comencé a moverme rápido, notando mi orgasmo a punto de llegar. Le dije:
- Córrete pronto, yo estoy a punto
Y comencé a gemir en voz alta porque de verdad me iba a correr en pocos segundos. Aguanté todo lo que pude hasta que vi la cara que ponía y supe que se iba a correr y me dejé ir. En cuanto sentí como él se corría dentro de mí, llegó mi orgasmo. Solté un grito y me quedé quieta mientras él se convulsionaba. Luego, me eché sobre Juan y lo besé. Tras unos segundos, me dijo:
- Vaya, sí que tenías ganas
- Sí, jiji
Nos quedamos así unos minutos. Luego le dije:
- ¿Volvemos al salón y jugamos un rato?
- Ehhh, bueno
- Es temprano, no son ni las once
- Ya
- Y luego, si quieres, un segundo asalto con más tranquilidad
- Jajaja, buen plan
Y nos levantamos riendo. Juan era el tipo de hombre del que Sofi se reiría y jamás se acostaría con él, pero a mí me parecía un hombre muy, muy atractivo, y en la cama me funcionaba perfectamente, siempre me dejaba satisfecha y contenta. Y era muy divertido.
Carlos
Salí al jardín llevando en cada mano nuestras bebidas. Silvia me esperaba en las tumbonas. Me acerqué a ella pero me paré a unos metros. Silvia miraba al cielo cubierto de estrellas. Estaba descalza, con unos pantalones cortos y una camiseta holgada. Admiré su cara, serena, mirando al cielo. Seguía siendo una mujer muy guapa, eso sin duda. No había engordado nada y sus piernas eran fuertes y delgadas, muy morenas por los días en la piscina.
Y como siempre, me preguntaba que hacía una mujer así con un viejo como yo. Por el dinero no era, ella podría vivir perfectamente solo con su sueldo, no era una mujer de lujos ni caprichos. Era por amor, eso lo tenía clarísimo pero ¿Por qué me quería así? Llevábamos casi veinte años juntos y aún me lo preguntaba.
Entonces ella giró su cabeza y me vio. Preguntó extrañada:
- ¿Qué haces ahí parado?
- Admirarte
Silvia soltó una carcajada y dijo:
- Anda, ven, tonto
Me acerqué a ella sonriendo y le fui a dar el vaso pero ella se incorporó y me dio un beso en los labios. Luego, nos tumbamos los dos y bebimos en silencio, mirando el cielo estrellado. No dijimos nada durante unos minutos, pero no estábamos incómodos, aunque no habláramos, estábamos muy bien juntos. Ella buscó mi mano con la suya y seguimos así un rato más, solo cogidos de la mano, mirando hacia arriba. Entonces dijo:
- Que bien nos lo hemos pasado hoy
Reí y dije:
- Sí, pero estoy mayor ya para esos niños, tienen energía infinita
- ¿No será que tú no paras de darles juego?
Sonreí y dije:
- He visto bien a Cris, mejor de ánimo ¿No?
- Sí, en general sí, pero sigue con sus lloreras
- Ah, vaya, pensé que hoy no…
- Sí, en la cocina cuando nos estábamos tomando un té
- Vaya
- Ya sabes “mi Héctor esto, mi Héctor aquello,… y yo solo molesto, no lo ayudo”
- Molestar a Héctor… Ayyyy, esta mujer
- Y sabe que no es así, pero se siente culpable, y lleva muy mal la falta de sexo, ya sabes lo importante que es para ella demostrarle lo mucho que lo quiere, cree que él puede pensar que ya no lo quiere tanto por no tener sexo con él
- Menuda tontería, Héctor en lo último que piensa ahora es en el sexo, se desvive por su mujer, solo piensa en que ella esté bien
- Y eso lo sabe Cris pero no puede evitar sentirse mal
- Menos mal que le queda poco del embarazo y volverá a ser la Cris de siempre, tan activa y tan animosa como siempre
- Sí, eso seguro
Nos volvimos a callar, los dos pensativos. Entonces Silvia se rio y dijo:
- Me ha dicho que ella, en los otros tres embarazos, estaba siempre cachonda
- ¿Sí?
- Y he recordado mis embarazos ¿Te acuerdas?
- Claro
- Con Fer lo hacíamos mucho, pero con Cristi, madre mía jajaja
Me reí con ella. Era verdad, no sé que nos dio durante ese embarazo. Le dije:
- Es que estabas guapísima y se me iban las manos
- Las manos y otras cosas jajaja
- Jejeje
- Estaba gordísima y me dolía todo el cuerpo pero veía como me mirabas y se me olvidaba todo y me sentía hasta sexy
- Es que estabas muy sexy
Silvia me sonrió y entonces, dejó su vaso en el suelo y se levantó. Se echó a mi lado y me acarició una pierna diciendo:
- Me mirabas como hace un momento
- Siempre te miro así
- Lo sé, y sé también lo que pensabas
- ¿El qué?
Y poniendo voz ronca, me dijo:
- “Qué hace una mujer así con un viejo como yo”
- Jajaja
- Cariño, que nos conocemos desde hace ya treinta años
- Es que no puedo evitar pensarlo
Entonces Silvia metió la mano por dentro de mi pantalón corto, acariciándome el paquete, y dijo poniendo cara de lascivia:
- Quizás es por esto
- Ahhhh, entiendo, lo más interesante de mí es ese pellejo arrugado
- Creo que eso de arrugado lo arreglo yo en un momento
Entonces me desabrochó el pantalón, me la sacó y se la metió en la boca. Al poco, paró y dijo:
- ¿Ves? Ya no está arrugada
- Jajaja, pero Silvia, que soy un pobre jubilado que ya cumplió esta mañana y no ha parado en todo el día
- Tú lo has dicho, cumpliste esta mañana, ahora toca trabajar de verdad ¿O crees que me voy a conformar con un solo orgasmo como esta mañana?
- ¿No?
- No, no, al menos dos en cada polvo
- Ya, claro jeje
- Te lo he puesto fácil, facilísimo, eso lo haces sin pestañear, cariño
Y siguió con la mamada, tomándoselo con calma, sin dejar de mirarme. Luego, se levantó y se quitó la camiseta, no llevaba sujetador. Se giró, se bajó los pantaloncitos y las bragas, mostrándome su culo. Luego dijo:
- Vamos al agua
- ¿Al agua? Pero los niños pueden llegar en cualquier momento y…
- Aún queda una hora de peli, venga, vamos
Y se tiró a la piscina. Me reí y me desnudé. También me tiré y rápidamente ella se me acercó y entrelazó sus piernas alrededor mía para luego darme un largo morreo. La apoyé contra la pared de la piscina y la penetré, follándola despacio hasta que se corrió gimiendo en mi boca. Nos quedamos abrazados unos minutos y entonces ella dijo:
- Vale, los siguientes en la cama
- ¿Siguientes? Eran dos, será el siguiente
- He cambiado de opinión, esta noche no va a ser solo un par, te lo digo yo
Y me miró sonriendo sensualmente. Me reí y Silvia salió de la piscina. Se secó con una toalla, dándome la espalda. Admiré su culo, seguía teniéndolo bien puesto, me encantaba mirárselo. Entonces ella, sin girarse y sin dejar de secarse, dijo:
- Y deja de mirarme el culo
- Jajaja, es que es magnífico
- Y es todo tuyo, a ver que se te ocurre hacer con él
Y giró la cabeza para mirarme con esa sonrisa seductora que tanto me ponía. Me reí y salí. Ella vino a mí y me secó mientras me besaba. Y dijo:
- ¿Cómo no voy a seguir contigo si me tienes loquita, mi amor?
Y nos fuimos hacia nuestra habitación.