Videos Cornudos pajilleros - Hilo Temático y No para Contactar.

Sacar tu pollita de cornudo y cascartela, aunque al menos en mi caso no me corro hasta que la faena de los amantes ha acabado, si te corres pierdes la tensión necesaria para asistir, servir, lamer....si se puede..grabar.
La automasturbacion del Cornudo es un acto simbólico de tu mansa complacencia a los amantes.
La esposa ríe contenta de verte excitado mientras es atendida por su Macho. Y el Macho se empodera viendo tu pajita mientras asalta y domina a la mujer del Cornudo onanista.
Lo dicho, un placer imprescindible.
Siiiii
 
Me encanta correrme en la mujer y que el marido la limpie y me la limpies mi, incluso volviéndola a poner dura para seguir yo con su mujer.
Cuando tengo confianza con la pareja siempre acabamos haciéndolo a pelo. Es impresionante cuando la mujer te pide que te corras dentro y el marido esta delante
¿Qué envidia me dan los maridos a los que les hacen limpiar también el aparato del corneador, recién usado para dar placer a su mujer! La mía hace tiempo que disfruta cuando se lo limpio lleno de leche de alguno de los pocos privilegiados que se lo hacen a pelo... Me encanta que me diga de todo mientras la limpio (al principio sólo se atrevía a llamarme cornudo en alto cuando la estaba follando algún negro que no entendía español, me encantó cuando empezó a hacerlo también delante de sus folladores españoles, y también me encanta cuando es el macho el que me ordena: "Cornudo, límpialo" aunque tiene que decirlo primero mi mujer... Ella sabe perfectamente que estoy deseando dar el siguiente paso para ser aún más cornudo, preparar y limpiar con mi boca el pollón que me hace el honor de darle a mi esposa lo que yo no puedo darle... Ella, que siempre ha entendido muy bien mi papel como cornudo y cómo disfruto haciéndolo, va comprendiendo que no es por "mariconismo", como ella dice de broma, y yo le explico que, como decía el gran Delfy, es aún más excitante cuando el cornudo es totalmente hetero y no disfruta con ello, pero lo hace porque sabe que es su obligación poner bien duro ese rabo para que se folle a su querida esposa... Lo malo, -o bueno, no sé-, es, de tanto desearlo, ahora me vuelve loco comerme una buena polla, ¡voy a disfrutar doblemente cuando ella vea por fin el pedazo de puta que es su marido!
 
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