Dale al Play

¿Por qué la música electrónica de ahora me parece malísima comparada con la música electrónica de los 80?


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☝️Buenas noches mí querida @Nadie_

Disculpe está intromisión taciturna pero me veo en la obligación moral y a su vez científica de darle una respuesta a su incertidumbre.

bebe-auriculares.gif


La ciencia explica por qué no nos gusta la música nueva cuando envejecemos.


Es probable que cuando éramos adolescentes, nuestros padres nos dijeran que la música que escuchábamos era “ruidosa”. No les gustaba. Y no entendían cómo podía gustarnos. Con el tiempo, a medida que nos acercamos a los 40 años, comenzamos a pensar que “ya no se hace buena música” y nos apegamos más a los cantantes y canciones conocidos.


Nuestros gustos musicales comienzan a cristalizarse en la adolescencia, cuando tenemos entre 13 o 14 años, según reveló un análisis realizado por The New York Times en base a la música que escuchan los usuarios en Spotify.
grafico-gustos-musicales-1024x568.png

Cuando llegamos a los 20 años nuestros gustos musicales prácticamente se bloquean con bastante firmeza y a los 33 años la mayoría de las personas han dejado de escuchar y buscar música nueva. A partir de esa edad, preferimos revivir la banda sonora de las dos décadas anteriores de nuestra vida. Eso significa que es probable que las canciones más populares de nuestra adolescencia y juventud sigan siendo las preferidas durante el resto de nuestra vida o, al menos, les dediquemos un lugar especial en nuestra memoria musical.

A partir de los 40 años, para nuestro cerebro todo comienza a sonar más o menos igual.
Existe una explicación neurocientífica para nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester reveló que la capacidad del cerebro para distinguir entre ciertos sonidos disminuye a medida que envejecemos.
Estos investigadores reclutaron a dos grupos de personas: uno compuesto por personas mayores de 40 años y otro por personas más jóvenes. Cada grupo debía describir cuán agradable les parecían varios pares de notas tocadas en una escala, mientras se registraban sus respuestas neuronales.
Las personas mayores encontraron que los acordes consonantes (aquellos que tienen tonos que coinciden y resultan más confortables) eran menos agradables y los acordes disonantes (aquellos que suenan más irritantes y desordenados) eran más agradables, en comparación con los jóvenes.


El hecho de que la percepción de la consonancia y la disonancia se reduzca considerablemente significa que tienen un rango medio más restringido de escucha. En resumen, a medida que envejecemos, las canciones nuevas y menos familiares comienzan a sonarnos igual, y por eso somos más reacios a ellas.

Efecto exposición: Dime cuánto has oído una canción y te diré cuánto te gustará.

Por supuesto, no podemos culpar únicamente al cerebro de nuestra “aversión” por la música nueva. El efecto de mera exposición es otra razón de peso. Se trata de un fenómeno que explica que, cuanto más nos exponemos a una situación, más familiar nos resulta y más nos gusta.


Cuando estamos en la adolescencia y la juventud, escuchamos mucha música, de manera que algunos cantantes, grupos y canciones pasan a formar parte de la banda sonora de esos años, se vuelven familiares y hasta reconfortantes a fuerza de escucharlos una y otra vez.


Sin embargo, cuando entramos en los 30 años, las nuevas obligaciones laborales y familiares reducen nuestro tiempo de ocio, de manera que podemos dedicar menos horas a descubrir música nueva y no podemos exponernos tanto a ella como para que llegue a resultarnos tan familiar como las canciones de nuestra adolescencia y juventud.


Eso puede hacer que, si tenemos que elegir entre escuchar música nueva o los viejos conocidos, apostemos por estos últimos.


PARA TI: ¿Cuántos tipos de arrepentimientos hay y cuál es el más doloroso?
Lo que la música nos hace sentir también cuenta.
Por último, pero no menos importante, las emociones desempeñan un papel esencial en nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad McGill comprobó que nuestras canciones favoritas activan las zonas del placer del cerebro liberando neurotransmisores que nos hacen sentir muy bien, como la dopamina, serotonina y oxitocina. Y cuanto más nos guste la canción, más intenso será ese efecto.


De hecho, se ha apreciado que cuando conocemos una canción, nuestro cerebro se anticipa algunos milisegundos a los puntos álgidos de la melodía, desencadenando ese cóctel de neurotransmisores que nos inunda. Es una especie de “nostalgia neuronal” que nos hace sentir bien, activando recuerdos positivos. Así que, si tenemos poco tiempo para escuchar música, es probable que no lo dudemos: elegiremos aquellas canciones conocidas que generan esa oleada de sensaciones agradables.


Todo no está perdido
Toda regla tiene su excepción. Si bien es cierto que con el paso del tiempo exploramos menos el panorama musical, eso no significa que estemos condenados a escuchar las mismas canciones del pasado una y otra vez. Si nos exponemos a nueva música, mantendremos nuestro cerebro activo y seremos capaces de discriminar mejor los sonidos. Cuanto más música escuchas, más receptivas serán nuestras neuronas.


Fuentes:
Rincón de la Psicología
McAndrew, F. T. (2019) Psychology tells us why older people don’t enjoy new music. En: QZ.
Bones, O. & Plack, C. (2015) Losing the Music: Aging Affects the Perception and Subcortical Neural Representation of Musical Harmony. The Journal of Neuroscience; 35(9): 4071-4080.


Blood, A. J. & Zatorre, R. J. (2001) Intensely pleasurable responses to music correlate with activity in brain regions implicated in reward and emotion. Proc Natl Acad Sci U S A; 98(20): 11818–11823
.


Espero sea de ayuda y le aporte serenidad
😉🍻
 
Buenas madrugadas por aquí dejo un temazo de mi admirado el gran Fito y su fantástica banda Los Fitipaldis

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“ Sigamos el viaje aunque algunas veces nos toque... Derrapar…”
 
Hace ya unos años la artista de soul Mary J Blige* fue bastante conocida por cantar el tema "one" de U2 y darle un toque más fresco.

Pero está versión de Lez Zepelín también suena muy chula con su toque soul discotequero o tal vez no para los más puritanos...😅


Mary J Blige*
"Whole Lotta Love"


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Paro los amantes de The Cure,
buenas noticias!!!!!

Después de más de 16 años sin nada anuncian nuevo disco y presentan este tema para abrir boca.

The Cure
"Alone"

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Espero que os guste 😉 🍻
 
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La ciencia explica por qué no nos gusta la música nueva cuando envejecemos.


Es probable que cuando éramos adolescentes, nuestros padres nos dijeran que la música que escuchábamos era “ruidosa”. No les gustaba. Y no entendían cómo podía gustarnos. Con el tiempo, a medida que nos acercamos a los 40 años, comenzamos a pensar que “ya no se hace buena música” y nos apegamos más a los cantantes y canciones conocidos.


Nuestros gustos musicales comienzan a cristalizarse en la adolescencia, cuando tenemos entre 13 o 14 años, según reveló un análisis realizado por The New York Times en base a la música que escuchan los usuarios en Spotify.
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Cuando llegamos a los 20 años nuestros gustos musicales prácticamente se bloquean con bastante firmeza y a los 33 años la mayoría de las personas han dejado de escuchar y buscar música nueva. A partir de esa edad, preferimos revivir la banda sonora de las dos décadas anteriores de nuestra vida. Eso significa que es probable que las canciones más populares de nuestra adolescencia y juventud sigan siendo las preferidas durante el resto de nuestra vida o, al menos, les dediquemos un lugar especial en nuestra memoria musical.

A partir de los 40 años, para nuestro cerebro todo comienza a sonar más o menos igual.
Existe una explicación neurocientífica para nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester reveló que la capacidad del cerebro para distinguir entre ciertos sonidos disminuye a medida que envejecemos.
Estos investigadores reclutaron a dos grupos de personas: uno compuesto por personas mayores de 40 años y otro por personas más jóvenes. Cada grupo debía describir cuán agradable les parecían varios pares de notas tocadas en una escala, mientras se registraban sus respuestas neuronales.
Las personas mayores encontraron que los acordes consonantes (aquellos que tienen tonos que coinciden y resultan más confortables) eran menos agradables y los acordes disonantes (aquellos que suenan más irritantes y desordenados) eran más agradables, en comparación con los jóvenes.


El hecho de que la percepción de la consonancia y la disonancia se reduzca considerablemente significa que tienen un rango medio más restringido de escucha. En resumen, a medida que envejecemos, las canciones nuevas y menos familiares comienzan a sonarnos igual, y por eso somos más reacios a ellas.

Efecto exposición: Dime cuánto has oído una canción y te diré cuánto te gustará.

Por supuesto, no podemos culpar únicamente al cerebro de nuestra “aversión” por la música nueva. El efecto de mera exposición es otra razón de peso. Se trata de un fenómeno que explica que, cuanto más nos exponemos a una situación, más familiar nos resulta y más nos gusta.


Cuando estamos en la adolescencia y la juventud, escuchamos mucha música, de manera que algunos cantantes, grupos y canciones pasan a formar parte de la banda sonora de esos años, se vuelven familiares y hasta reconfortantes a fuerza de escucharlos una y otra vez.


Sin embargo, cuando entramos en los 30 años, las nuevas obligaciones laborales y familiares reducen nuestro tiempo de ocio, de manera que podemos dedicar menos horas a descubrir música nueva y no podemos exponernos tanto a ella como para que llegue a resultarnos tan familiar como las canciones de nuestra adolescencia y juventud.


Eso puede hacer que, si tenemos que elegir entre escuchar música nueva o los viejos conocidos, apostemos por estos últimos.


PARA TI: ¿Cuántos tipos de arrepentimientos hay y cuál es el más doloroso?
Lo que la música nos hace sentir también cuenta.
Por último, pero no menos importante, las emociones desempeñan un papel esencial en nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad McGill comprobó que nuestras canciones favoritas activan las zonas del placer del cerebro liberando neurotransmisores que nos hacen sentir muy bien, como la dopamina, serotonina y oxitocina. Y cuanto más nos guste la canción, más intenso será ese efecto.


De hecho, se ha apreciado que cuando conocemos una canción, nuestro cerebro se anticipa algunos milisegundos a los puntos álgidos de la melodía, desencadenando ese cóctel de neurotransmisores que nos inunda. Es una especie de “nostalgia neuronal” que nos hace sentir bien, activando recuerdos positivos. Así que, si tenemos poco tiempo para escuchar música, es probable que no lo dudemos: elegiremos aquellas canciones conocidas que generan esa oleada de sensaciones agradables.


Todo no está perdido
Toda regla tiene su excepción. Si bien es cierto que con el paso del tiempo exploramos menos el panorama musical, eso no significa que estemos condenados a escuchar las mismas canciones del pasado una y otra vez. Si nos exponemos a nueva música, mantendremos nuestro cerebro activo y seremos capaces de discriminar mejor los sonidos. Cuanto más música escuchas, más receptivas serán nuestras neuronas.


Fuentes:
Rincón de la Psicología
McAndrew, F. T. (2019) Psychology tells us why older people don’t enjoy new music. En: QZ.
Bones, O. & Plack, C. (2015) Losing the Music: Aging Affects the Perception and Subcortical Neural Representation of Musical Harmony. The Journal of Neuroscience; 35(9): 4071-4080.


Blood, A. J. & Zatorre, R. J. (2001) Intensely pleasurable responses to music correlate with activity in brain regions implicated in reward and emotion. Proc Natl Acad Sci U S A; 98(20): 11818–11823
.


Espero sea de ayuda y le aporte serenidad
😉🍻
Ostras tío, ese estudio es muy bueno ha dado en el clavo. Muchas gracias por tomarte tu tiempo en enseñarlo. Eres muy crack jeje

Para intentar responder a la duda de la forera @Nadie_ le puedo dar una opinión no científica, basándome en mi poca experiencia con las bandas actuales y lo intentamos pasar al terreno electrónico, el cual desconozco en materia de producción y composición.
La música actual está hecha rápida para poder ser consumida por un público al cuál no aprecia todo el trabajo que hay detrás. La tecnología ha avanzado tanto que hoy en día que cualquiera con un minimo de conocimiento en esa tecnologia (que no en música) puede grabarse una Demo o una idea en su habitación. También es cierto que esa rapidez en "crear" nace como un proyecto o producto vacío en emociones.
Anteriormente una canción se cocia en un local de ensayo, composiciones donde todos los componentes aportaban ideas, puntos de vista y tiempo. Poniendo esfuerzo, pasión y dedicación
Luego había una compañía multinacional detrás que invertían mucho dinero y empleaban a profesionales los cuales pulian y dedicaban mucho esfuerzo para intentar conseguirle al artista una carrera con miras a un futuro. Todo ello para retroalimentarse consiguiendo ellos la mayor porción del pastel.
Me explico como el culo pero yo me he entendido jajajajaja
Desviando el tema hacia mi terreno, para muestra un botón. Intentad explicarle a la juventud como una banda consolidada como eran Red Hot Chili Peppers en los 90 se jugaron su salud mental y Warner su patrimonio para crear esa maravilla llamada Blood Sugar Sex Magik
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Última edición:
Ostras tío, ese estudio es muy bueno ha dado en el clavo. Muchas gracias por tomarte tu tiempo en enseñarlo. Eres muy crack jeje

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La música actual está hecha rápida para poder ser consumida por un público al cuál no aprecia todo el trabajo que hay detrás. La tecnología ha avanzado tanto que hoy en día que cualquiera con un minimo de conocimiento en esa tecnologia (que no en música) puede grabarse una Demo o una idea en su habitación. También es cierto que esa rapidez en "crear" nace como un proyecto o producto vacío en emociones.
Anteriormente una canción se cocia en un local de ensayo, composiciones donde todos los componentes aportaban ideas, puntos de vista y tiempo. Poniendo esfuerzo, pasión y dedicación
Luego había una compañía multinacional detrás que invertían mucho dinero y empleaban a profesionales los cuales pulian y dedicaban mucho esfuerzo para intentar conseguirle al artista una carrera con miras a un futuro. Todo ello para retroalimentarse consiguiendo ellos la mayor porción del pastel.
Me explico como el culo pero yo me he entendido jajajajaja
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De acuerdo en todo, el. Estudio una pasada 🤩
 
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Paro los amantes de The Cure,
buenas noticias!!!!!

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The Cure
"Alone"

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Espero que os guste 😉 🍻
Le tendré que dar alguna oída más
 
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La ciencia explica por qué no nos gusta la música nueva cuando envejecemos.


Es probable que cuando éramos adolescentes, nuestros padres nos dijeran que la música que escuchábamos era “ruidosa”. No les gustaba. Y no entendían cómo podía gustarnos. Con el tiempo, a medida que nos acercamos a los 40 años, comenzamos a pensar que “ya no se hace buena música” y nos apegamos más a los cantantes y canciones conocidos.


Nuestros gustos musicales comienzan a cristalizarse en la adolescencia, cuando tenemos entre 13 o 14 años, según reveló un análisis realizado por The New York Times en base a la música que escuchan los usuarios en Spotify.
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Cuando llegamos a los 20 años nuestros gustos musicales prácticamente se bloquean con bastante firmeza y a los 33 años la mayoría de las personas han dejado de escuchar y buscar música nueva. A partir de esa edad, preferimos revivir la banda sonora de las dos décadas anteriores de nuestra vida. Eso significa que es probable que las canciones más populares de nuestra adolescencia y juventud sigan siendo las preferidas durante el resto de nuestra vida o, al menos, les dediquemos un lugar especial en nuestra memoria musical.

A partir de los 40 años, para nuestro cerebro todo comienza a sonar más o menos igual.
Existe una explicación neurocientífica para nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester reveló que la capacidad del cerebro para distinguir entre ciertos sonidos disminuye a medida que envejecemos.
Estos investigadores reclutaron a dos grupos de personas: uno compuesto por personas mayores de 40 años y otro por personas más jóvenes. Cada grupo debía describir cuán agradable les parecían varios pares de notas tocadas en una escala, mientras se registraban sus respuestas neuronales.
Las personas mayores encontraron que los acordes consonantes (aquellos que tienen tonos que coinciden y resultan más confortables) eran menos agradables y los acordes disonantes (aquellos que suenan más irritantes y desordenados) eran más agradables, en comparación con los jóvenes.


El hecho de que la percepción de la consonancia y la disonancia se reduzca considerablemente significa que tienen un rango medio más restringido de escucha. En resumen, a medida que envejecemos, las canciones nuevas y menos familiares comienzan a sonarnos igual, y por eso somos más reacios a ellas.

Efecto exposición: Dime cuánto has oído una canción y te diré cuánto te gustará.

Por supuesto, no podemos culpar únicamente al cerebro de nuestra “aversión” por la música nueva. El efecto de mera exposición es otra razón de peso. Se trata de un fenómeno que explica que, cuanto más nos exponemos a una situación, más familiar nos resulta y más nos gusta.


Cuando estamos en la adolescencia y la juventud, escuchamos mucha música, de manera que algunos cantantes, grupos y canciones pasan a formar parte de la banda sonora de esos años, se vuelven familiares y hasta reconfortantes a fuerza de escucharlos una y otra vez.


Sin embargo, cuando entramos en los 30 años, las nuevas obligaciones laborales y familiares reducen nuestro tiempo de ocio, de manera que podemos dedicar menos horas a descubrir música nueva y no podemos exponernos tanto a ella como para que llegue a resultarnos tan familiar como las canciones de nuestra adolescencia y juventud.


Eso puede hacer que, si tenemos que elegir entre escuchar música nueva o los viejos conocidos, apostemos por estos últimos.


PARA TI: ¿Cuántos tipos de arrepentimientos hay y cuál es el más doloroso?
Lo que la música nos hace sentir también cuenta.
Por último, pero no menos importante, las emociones desempeñan un papel esencial en nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad McGill comprobó que nuestras canciones favoritas activan las zonas del placer del cerebro liberando neurotransmisores que nos hacen sentir muy bien, como la dopamina, serotonina y oxitocina. Y cuanto más nos guste la canción, más intenso será ese efecto.


De hecho, se ha apreciado que cuando conocemos una canción, nuestro cerebro se anticipa algunos milisegundos a los puntos álgidos de la melodía, desencadenando ese cóctel de neurotransmisores que nos inunda. Es una especie de “nostalgia neuronal” que nos hace sentir bien, activando recuerdos positivos. Así que, si tenemos poco tiempo para escuchar música, es probable que no lo dudemos: elegiremos aquellas canciones conocidas que generan esa oleada de sensaciones agradables.


Todo no está perdido
Toda regla tiene su excepción. Si bien es cierto que con el paso del tiempo exploramos menos el panorama musical, eso no significa que estemos condenados a escuchar las mismas canciones del pasado una y otra vez. Si nos exponemos a nueva música, mantendremos nuestro cerebro activo y seremos capaces de discriminar mejor los sonidos. Cuanto más música escuchas, más receptivas serán nuestras neuronas.


Fuentes:
Rincón de la Psicología
McAndrew, F. T. (2019) Psychology tells us why older people don’t enjoy new music. En: QZ.
Bones, O. & Plack, C. (2015) Losing the Music: Aging Affects the Perception and Subcortical Neural Representation of Musical Harmony. The Journal of Neuroscience; 35(9): 4071-4080.


Blood, A. J. & Zatorre, R. J. (2001) Intensely pleasurable responses to music correlate with activity in brain regions implicated in reward and emotion. Proc Natl Acad Sci U S A; 98(20): 11818–11823
.


Espero sea de ayuda y le aporte serenidad
😉🍻
Creo que nunca me habían llamado vieja de una forma tan elegante
 
Ostras tío, ese estudio es muy bueno ha dado en el clavo. Muchas gracias por tomarte tu tiempo en enseñarlo. Eres muy crack jeje

Para intentar responder a la duda de la forera @Nadie_ le puedo dar una opinión no científica, basándome en mi poca experiencia con las bandas actuales y lo intentamos pasar al terreno electrónico, el cual desconozco en materia de producción y composición.
La música actual está hecha rápida para poder ser consumida por un público al cuál no aprecia todo el trabajo que hay detrás. La tecnología ha avanzado tanto que hoy en día que cualquiera con un minimo de conocimiento en esa tecnologia (que no en música) puede grabarse una Demo o una idea en su habitación. También es cierto que esa rapidez en "crear" nace como un proyecto o producto vacío en emociones.
Anteriormente una canción se cocia en un local de ensayo, composiciones donde todos los componentes aportaban ideas, puntos de vista y tiempo. Poniendo esfuerzo, pasión y dedicación
Luego había una compañía multinacional detrás que invertían mucho dinero y empleaban a profesionales los cuales pulian y dedicaban mucho esfuerzo para intentar conseguirle al artista una carrera con miras a un futuro. Todo ello para retroalimentarse consiguiendo ellos la mayor porción del pastel.
Me explico como el culo pero yo me he entendido jajajajaja
Desviando el tema hacia mi terreno, para muestra un botón. Intentad explicarle a la juventud como una banda consolidada como eran Red Hot Chili Peppers en los 90 se jugaron su salud mental y Warner su patrimonio para crear esa maravilla llamada Blood Sugar Sex Magik
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gracias.

habrá que ver ese documental... asi practico el inglés jaja

Red Hot Chili Peppers no es una banda que me atrajera, sin embargo, las cosas como son, gracias a este foro estoy escuchando cosas que antes nunca les había dado una oportunidad.
 
gracias.

habrá que ver ese documental... asi practico el inglés jaja

Red Hot Chili Peppers no es una banda que me atrajera, sin embargo, las cosas como son, gracias a este foro estoy escuchando cosas que antes nunca les había dado una oportunidad.
No voy a hacer spoiler pero hay que contextualizarlo en la época. Es un documental bastante crudo donde hay un trasfondo confuso de como parieron el disco.
Lo primero que me llamó la atención es que el estudio de grabación lo montaron en la mansión donde vivió el mago Houdini,
También le digo que la grabación le produjo alucinaciones (igual la droga también) a su guitarrista que le causó años de problemas mentales todo muy místico
PD lo compré en VHS de importación, sin subtítulos y con mi inglés de Villabotijos de arriba y con todo lo disfruté mucho
Contiene los clásicos
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La ciencia explica por qué no nos gusta la música nueva cuando envejecemos.


Es probable que cuando éramos adolescentes, nuestros padres nos dijeran que la música que escuchábamos era “ruidosa”. No les gustaba. Y no entendían cómo podía gustarnos. Con el tiempo, a medida que nos acercamos a los 40 años, comenzamos a pensar que “ya no se hace buena música” y nos apegamos más a los cantantes y canciones conocidos.


Nuestros gustos musicales comienzan a cristalizarse en la adolescencia, cuando tenemos entre 13 o 14 años, según reveló un análisis realizado por The New York Times en base a la música que escuchan los usuarios en Spotify.
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Cuando llegamos a los 20 años nuestros gustos musicales prácticamente se bloquean con bastante firmeza y a los 33 años la mayoría de las personas han dejado de escuchar y buscar música nueva. A partir de esa edad, preferimos revivir la banda sonora de las dos décadas anteriores de nuestra vida. Eso significa que es probable que las canciones más populares de nuestra adolescencia y juventud sigan siendo las preferidas durante el resto de nuestra vida o, al menos, les dediquemos un lugar especial en nuestra memoria musical.

A partir de los 40 años, para nuestro cerebro todo comienza a sonar más o menos igual.
Existe una explicación neurocientífica para nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester reveló que la capacidad del cerebro para distinguir entre ciertos sonidos disminuye a medida que envejecemos.
Estos investigadores reclutaron a dos grupos de personas: uno compuesto por personas mayores de 40 años y otro por personas más jóvenes. Cada grupo debía describir cuán agradable les parecían varios pares de notas tocadas en una escala, mientras se registraban sus respuestas neuronales.
Las personas mayores encontraron que los acordes consonantes (aquellos que tienen tonos que coinciden y resultan más confortables) eran menos agradables y los acordes disonantes (aquellos que suenan más irritantes y desordenados) eran más agradables, en comparación con los jóvenes.


El hecho de que la percepción de la consonancia y la disonancia se reduzca considerablemente significa que tienen un rango medio más restringido de escucha. En resumen, a medida que envejecemos, las canciones nuevas y menos familiares comienzan a sonarnos igual, y por eso somos más reacios a ellas.

Efecto exposición: Dime cuánto has oído una canción y te diré cuánto te gustará.

Por supuesto, no podemos culpar únicamente al cerebro de nuestra “aversión” por la música nueva. El efecto de mera exposición es otra razón de peso. Se trata de un fenómeno que explica que, cuanto más nos exponemos a una situación, más familiar nos resulta y más nos gusta.


Cuando estamos en la adolescencia y la juventud, escuchamos mucha música, de manera que algunos cantantes, grupos y canciones pasan a formar parte de la banda sonora de esos años, se vuelven familiares y hasta reconfortantes a fuerza de escucharlos una y otra vez.


Sin embargo, cuando entramos en los 30 años, las nuevas obligaciones laborales y familiares reducen nuestro tiempo de ocio, de manera que podemos dedicar menos horas a descubrir música nueva y no podemos exponernos tanto a ella como para que llegue a resultarnos tan familiar como las canciones de nuestra adolescencia y juventud.


Eso puede hacer que, si tenemos que elegir entre escuchar música nueva o los viejos conocidos, apostemos por estos últimos.


PARA TI: ¿Cuántos tipos de arrepentimientos hay y cuál es el más doloroso?
Lo que la música nos hace sentir también cuenta.
Por último, pero no menos importante, las emociones desempeñan un papel esencial en nuestra reticencia a la música nueva. Un estudio realizado en la Universidad McGill comprobó que nuestras canciones favoritas activan las zonas del placer del cerebro liberando neurotransmisores que nos hacen sentir muy bien, como la dopamina, serotonina y oxitocina. Y cuanto más nos guste la canción, más intenso será ese efecto.


De hecho, se ha apreciado que cuando conocemos una canción, nuestro cerebro se anticipa algunos milisegundos a los puntos álgidos de la melodía, desencadenando ese cóctel de neurotransmisores que nos inunda. Es una especie de “nostalgia neuronal” que nos hace sentir bien, activando recuerdos positivos. Así que, si tenemos poco tiempo para escuchar música, es probable que no lo dudemos: elegiremos aquellas canciones conocidas que generan esa oleada de sensaciones agradables.


Todo no está perdido
Toda regla tiene su excepción. Si bien es cierto que con el paso del tiempo exploramos menos el panorama musical, eso no significa que estemos condenados a escuchar las mismas canciones del pasado una y otra vez. Si nos exponemos a nueva música, mantendremos nuestro cerebro activo y seremos capaces de discriminar mejor los sonidos. Cuanto más música escuchas, más receptivas serán nuestras neuronas.


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McAndrew, F. T. (2019) Psychology tells us why older people don’t enjoy new music. En: QZ.
Bones, O. & Plack, C. (2015) Losing the Music: Aging Affects the Perception and Subcortical Neural Representation of Musical Harmony. The Journal of Neuroscience; 35(9): 4071-4080.


Blood, A. J. & Zatorre, R. J. (2001) Intensely pleasurable responses to music correlate with activity in brain regions implicated in reward and emotion. Proc Natl Acad Sci U S A; 98(20): 11818–11823
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Siento disentir en la mayoria de afirmaciones, segurametne seré un bicho raro que se sale de ese estudio o quizás por que no tengo spotify y no entro por ello en el estudio.
A bote pronto...
Mi afíción por la música mucho, pero mucho antes de los 13 años
A los 20 ? bloqueados, ... pero si precisamente fue cuando puede descrubrir todos los nuevos estilos que se creaban, en absoluto se bloquearón ni entonces ni ahora (adelantado spoiler)
A los 33 jajajja, bastantes decadas posteriroes, sigo buscando nueva música, con la dificultads que conlleva que todolo actualemente disponible es regeton y la musica buena .. hay que esforzarse en buscarla y descubrirla
Oigo por igual musica de mi adolescencia como la que actualemente descubro....
En fin ,....
Desde luego bvastatne opuesto a mi pensar y/o actuar, por ese estudio... me sale la vena rebelde de no querer ser catalogado de forma generica y no como ser individual

Pongo un tema para tranquilizarme


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Muchas partes de este ese estudio en concreto dan bastante en la diana... de algunos
En mi caso desde que tengo uso de razón y un hermano mayor siempre he sido guiado por el panorama musical y me fastidia decir que no siempre fui tan abierto de mente.
En mi infancia (con 11 años ya llevaba camisetas y escuchaba Iron Maiden y Led Zeppelin) y adolescencia (15/16 mi grupo favorito eran Depeche Mode) sentía atracción por todo el panorama internacional desde el pop, tecno, rock, punk aunque no entendiera este último, renegando de muchos otros artistas, gran cagada por mi parte.
De los 18 en adelante (obsesión enfermiza por The Doors ) y gracias a unos amigos montamos un grupo donde nos pilló en plena expansión el grunge, trash metal, Britpop etc , etiquetas que inventaron la prensa y multinacionales para vender el producto. Fueron años de descubrimiento ( y demasiada experimentación) benditos 90 , 00. Pero hoy en día, es escuchar una melodía y mis oídos y cerebro necesitan absorber esos matices y a base de años escuchando de todo, sin quererlo, se va haciendo una criba
¿Me quedé estancado en esas décadas? Rotundamente sí, es que no ha habido ningún movimiento en la actualidad que me haga sentir aquellos escalofríos. Puede ser culpa mía y tener mitificado aquellas epocas y bandas
¿Bandas actuales? Muchísimas, cada día descubro algo nuevo y me produce mucha alegría pero no esa continuidad ni necesidad de tener que oír todo lo publicado. Me produce más placer las recomendaciones que se me hacen en este hilo que no la poca o inexistente información que salen en los medios
PD no tengo Spofy ni lo quiero
 
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Sigo relajandome anyway,
Yo?, no se, pero my espiritu,, lo es....

(Invincible Spirit)


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Muchas partes de este ese estudio en concreto dan bastante en la diana... de algunos
En mi caso desde que tengo uso de razón y un hermano mayor siempre he sido guiado por el panorama musical y me fastidia decir que no siempre fui tan abierto de mente.
En mi infancia (con 11 años ya llevaba camisetas y escuchaba Iron Maiden y Led Zeppelin) y adolescencia (15/16 mi grupo favorito eran Depeche Mode) sentía atracción por todo el panorama internacional desde el pop, tecno, rock, punk aunque no entendiera este último, renegando de muchos otros artistas, gran cagada por mi parte.
De los 18 en adelante (obsesión enfermiza por The Doors ) y gracias a unos amigos montamos un grupo donde nos pilló en plena expansión el grunge, trash metal, Britpop etc , etiquetas que inventaron la prensa y multinacionales para vender el producto. Fueron años de descubrimiento ( y demasiada experimentación) benditos 90 , 00. Pero hoy en día, es escuchar una melodía y mis oídos y cerebro necesitan absorber esos matices y a base de años escuchando de todo, sin quererlo, se va haciendo una criba
¿Me quedé estancado en esas décadas? Rotundamente sí, es que no ha habido ningún movimiento en la actualidad que me haga sentir aquellos escalofríos. Puede ser culpa mía y tener mitificado aquellas epocas y bandas
¿Bandas actuales? Muchísimas, cada día descubro algo nuevo y me produce mucha alegría pero no esa continuidad ni necesidad de tener que oír todo lo publicado. Me produce más placer las recomendaciones que se me hacen en este hilo que no la poca o inexistente información que salen en los medios
PD no tengo Spofy ni lo quiero
Siempre,, todo depende de cada individuo, de sus vivencias ,costumbres, ambientes ,educación, clase social o ecónomica (en mi caso, he tenido la suerte ,fortuna o quien sabe desgracia de poder observar una gran cantidad de estas clases sociales /vivencias/ costumbres), por eso , mi rebeldía a pertencer a un grupo genérico de estudio.

Por eso digo que depende de cada uno...

(Lo de Spotiffy o streaming o lo que implique pagar por algo que , si me borro de la suscripción, no lo tengo,, va a ser que conmigo ,no va.. Si me gusta una música, libro, o película, lo compro, y dispongo de ello "pa siempre de mi vida")
 
Y que mejor relajación que el mar,, si es el mediterrráneo , mejor que mejor,, pero lo importante... es el Mar

Esto es el MAR

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Siempre,, todo depende de cada individuo, de sus vivencias ,costumbres, ambientes ,educación, clase social o ecónomica (en mi caso, he tenido la suerte ,fortuna o quien sabe desgracia de poder observar una gran cantidad de estas clases sociales /vivencias/ costumbres), por eso , mi rebeldía a pertencer a un grupo genérico de estudio.

Por eso digo que depende de cada uno...

(Lo de Spotiffy o streaming o lo que implique pagar por algo que , si me borro de la suscripción, no lo tengo,, va a ser que conmigo ,no va.. Si me gusta una música, libro, o película, lo compro, y dispongo de ello "pa siempre de mi vida")
Totalmente de acuerdo mis emociones las quiero en formato físico. Lo malo es que después de tanto tiempo me ocupa mucho sitio y espacio. También me joroba es perder cosas en mudanzas y prestamos olvidadizos
 
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