El Club

CAPITULO 34

-Pueeees… la verdad es que no mucho…pero lo que me ha ido contando me ha resultado interesante… es una historia sorprendente la vuestra… - dijo ella.
-¿Qué es lo te resulta tan sorprendente? – pregunté
-Pues sobre todo que lleve durando tanto tiempo…eso es lo que más me llama la atención…es algo muy sorprendente que una relación de ese tipo dure tanto, ya me parece raro que dure más de un par de días, un fin de semana o poco más… no sé.
-Jajaja… eso es porque JuanPe no te ha debido contar mucho jajaja… - me reí – o que tampoco nosotros nos hemos extendido mucho…
-Bueno, ya iremos conociéndonos poco a poco – añadió JuanPe.

Normalmente Sonia hubiese soltado algún chascarrillo pero no dijo nada. La miré y no estaba igual que otras veces, estaba como absorta en sus pensamientos…me llamó la atención. Había hablado mucho con Alba pero apenas cuatro cosas con JuanPe y eso era raro en ella, una persona acostumbrada a interactuar por igual con todos.

Ellas se salieron de la piscina y se pusieron a tomar el sol, mientras JuanPe y yo seguimos charlando de aviones, viajes y otras cosas.
Se acercaba la hora de comer y me metí dentro para cambiarme, subí arriba al servicio y al salir me topé con Sonia.

-Te veo un tanto apagada, cariño ¿te pasa algo? – le pregunté
-Le estoy dando vueltas y la verdad es que no me apetece mucho…– dijo en voz baja.
-¿El que no te apetece, cariño?
-Seguir con esto… - respondió.
-No hay problema, no te apetece y no hay más que decir – respondí yo.
-Y no es que me encuentre mal ni nada, es que no me apetece…no sé...tal vez es la hora, el día, el ambiente… no sé…y no es por Alba, que me parece encantadora y me encanta charlar con ella…pero me he dado cuenta de que no detecto la afinidad que esperaba con JuanPe… y ya sabes que yo…en fin…
-Ya me parecía…me he fijado que apenas has hablado hoy con él…
-Y que conste que me parece buen tío y me he reído con él otras veces…pero es que no…me apetece…igual es hoy y otro día en un ambiente más cálido o si quieres llamarlo íntimo o incluso morboso, un bar de copas, un club no sé… pensaría otra cosa…o tal vez es que hoy no estoy animada en ese sentido…
-Pues nada, después de comer les decimos algo, ya se nos ocurrirá y nos vamos para casa…no lo pienses más, de verdad – le dije antes de abrazarla.
-Lo sé – sonrió ella – y puede que esto haya ido demasiado deprisa, no se…
-No le demos más vueltas, bajamos y vamos a comer.

Como ya he relatado otras veces, si una cosa hemos llevado a rajatabla durante todos estos años es que, aunque estamos abiertos a experiencias nuevas y nos gusta la juerga y el cachondeo, ellas deciden siempre. Coque y yo jamás hemos forzado nada.
Cuando bajamos ellos ya estaban vestidos, y salimos enseguida para el bar. Durante la comida y como si se hubiese quitado un peso de encima, Sonia estaba más animada y hablando más con JuanPe.

La idea inicial era volver a casa y calentar el ambiente un poco a ver que pasaba, porque aunque ya no importaba al cambiar Sonia de opinión, no era seguro que fuéramos a acabar enrollándonos.
Mientras dábamos el paseo para bajar la comida Sonia se sinceró con ellos.

-Chicos, tengo que deciros una cosa…y como somos ya muy adultos no me voy a andar con rodeos…ya se que el encuentro de hoy era para conocernos mejor y de alguna manera ver hacia donde nos llevaba…y no hace falta que especifique a que me refiero…Vosotros ya sabéis que somos una pareja muy abierta a buscar nuevas experiencias…y la verdad es que sí, nos hemos conocido mejor y sois gente encantadora, hemos hablado mucho y tal…pero la verdad es que en estos momentos no me apetece seguir adelante…no estoy en ese plan por ahora…tampoco se deciros si más adelante lo voy a estar o no, esto no es algo matemático…

-No pasa nada, por mi parte me lo he pasado estupendamente, hemos paseado, comido más que bien, hemos tomado el sol, respirado aire limpio y ya está…lo que más aprecio es la compañía… - contestó Alba con una sonrisa que remarcaba sus hoyuelos. JuanPe asintió con la cabeza.

Al llegar a la casita, Alba le pidió el teléfono a Sonia y se lo intercambiaron. Le interesaba también por temas profesionales. No hablamos más del tema.

Total, que un cuarto de hora después estábamos de camino a casa. En el coche apenas hablamos, tan solo Alba y Sonia, que iban detrás hablaban de temas profesionales. Alba nos dijo que la podíamos dejar en casa y luego al despedirnos de JuanPe en nuestro rellano le noté algo desilusionado pero manteniendo la compostura.

Pasaron los días y las semanas y nuestra vida seguía. Sonia echaba mucho de menos a Lore y a Coque, pero nos fue imposible organizar un encuentro a medio camino con ellos. Por parte de Isa, de vez en cuando quedaba con Luz entre semana al salir del gimnasio y muchos fines de semana lo pasaba con nosotros. Y cada día la veíamos más feliz.

Poco antes de finales de noviembre JuanPe se despidió definitivamente. Tenía vacaciones y se despedía de nosotros porque se marchaba a Madrid para preparar un curso de adaptación a un nuevo avión con el que iba a empezar a volar en su nueva compañía. Era improbable que le volviéramos a ver, al menos como hasta entonces.

Poco después, un día tras llegar a casa me llamó Sonia.

-Llegaré un poco tarde ¿a qué no sabes con quién he quedado? – me dijo.

Si decía eso es que no era una de las habituales, ni siquiera Mónica, para la que siempre hacía un chascarrillo.

-Vete a saber ¿con quién? – pregunté sin muchas ganas
-Con Alba, me ha llamado para ver si nos podíamos ver porque quiere ver si hay alguna forma de colaborar con nuestra empresa…ya sabes que es diseñadora gráfica… - se explayó.
-Ostras! – exclamé.
-He quedado para tomar algo y que me explique, no creo que sea mucho tiempo.
-Muy bien, mándale saludos de mi parte, haré la cena, un beso – terminé.

Un rato después mientras preparaba las cosas para cocinar sonó un mensaje.

“Estoy con Alba. Está guapísima”. Y una foto de las dos adjunta.

***continuará***
 
CAPITULO 34

-Pueeees… la verdad es que no mucho…pero lo que me ha ido contando me ha resultado interesante… es una historia sorprendente la vuestra… - dijo ella.
-¿Qué es lo te resulta tan sorprendente? – pregunté
-Pues sobre todo que lleve durando tanto tiempo…eso es lo que más me llama la atención…es algo muy sorprendente que una relación de ese tipo dure tanto, ya me parece raro que dure más de un par de días, un fin de semana o poco más… no sé.
-Jajaja… eso es porque JuanPe no te ha debido contar mucho jajaja… - me reí – o que tampoco nosotros nos hemos extendido mucho…
-Bueno, ya iremos conociéndonos poco a poco – añadió JuanPe.

Normalmente Sonia hubiese soltado algún chascarrillo pero no dijo nada. La miré y no estaba igual que otras veces, estaba como absorta en sus pensamientos…me llamó la atención. Había hablado mucho con Alba pero apenas cuatro cosas con JuanPe y eso era raro en ella, una persona acostumbrada a interactuar por igual con todos.

Ellas se salieron de la piscina y se pusieron a tomar el sol, mientras JuanPe y yo seguimos charlando de aviones, viajes y otras cosas.
Se acercaba la hora de comer y me metí dentro para cambiarme, subí arriba al servicio y al salir me topé con Sonia.

-Te veo un tanto apagada, cariño ¿te pasa algo? – le pregunté
-Le estoy dando vueltas y la verdad es que no me apetece mucho…– dijo en voz baja.
-¿El que no te apetece, cariño?
-Seguir con esto… - respondió.
-No hay problema, no te apetece y no hay más que decir – respondí yo.
-Y no es que me encuentre mal ni nada, es que no me apetece…no sé...tal vez es la hora, el día, el ambiente… no sé…y no es por Alba, que me parece encantadora y me encanta charlar con ella…pero me he dado cuenta de que no detecto la afinidad que esperaba con JuanPe… y ya sabes que yo…en fin…
-Ya me parecía…me he fijado que apenas has hablado hoy con él…
-Y que conste que me parece buen tío y me he reído con él otras veces…pero es que no…me apetece…igual es hoy y otro día en un ambiente más cálido o si quieres llamarlo íntimo o incluso morboso, un bar de copas, un club no sé… pensaría otra cosa…o tal vez es que hoy no estoy animada en ese sentido…
-Pues nada, después de comer les decimos algo, ya se nos ocurrirá y nos vamos para casa…no lo pienses más, de verdad – le dije antes de abrazarla.
-Lo sé – sonrió ella – y puede que esto haya ido demasiado deprisa, no se…
-No le demos más vueltas, bajamos y vamos a comer.

Como ya he relatado otras veces, si una cosa hemos llevado a rajatabla durante todos estos años es que, aunque estamos abiertos a experiencias nuevas y nos gusta la juerga y el cachondeo, ellas deciden siempre. Coque y yo jamás hemos forzado nada.
Cuando bajamos ellos ya estaban vestidos, y salimos enseguida para el bar. Durante la comida y como si se hubiese quitado un peso de encima, Sonia estaba más animada y hablando más con JuanPe.

La idea inicial era volver a casa y calentar el ambiente un poco a ver que pasaba, porque aunque ya no importaba al cambiar Sonia de opinión, no era seguro que fuéramos a acabar enrollándonos.
Mientras dábamos el paseo para bajar la comida Sonia se sinceró con ellos.

-Chicos, tengo que deciros una cosa…y como somos ya muy adultos no me voy a andar con rodeos…ya se que el encuentro de hoy era para conocernos mejor y de alguna manera ver hacia donde nos llevaba…y no hace falta que especifique a que me refiero…Vosotros ya sabéis que somos una pareja muy abierta a buscar nuevas experiencias…y la verdad es que sí, nos hemos conocido mejor y sois gente encantadora, hemos hablado mucho y tal…pero la verdad es que en estos momentos no me apetece seguir adelante…no estoy en ese plan por ahora…tampoco se deciros si más adelante lo voy a estar o no, esto no es algo matemático…

-No pasa nada, por mi parte me lo he pasado estupendamente, hemos paseado, comido más que bien, hemos tomado el sol, respirado aire limpio y ya está…lo que más aprecio es la compañía… - contestó Alba con una sonrisa que remarcaba sus hoyuelos. JuanPe asintió con la cabeza.

Al llegar a la casita, Alba le pidió el teléfono a Sonia y se lo intercambiaron. Le interesaba también por temas profesionales. No hablamos más del tema.

Total, que un cuarto de hora después estábamos de camino a casa. En el coche apenas hablamos, tan solo Alba y Sonia, que iban detrás hablaban de temas profesionales. Alba nos dijo que la podíamos dejar en casa y luego al despedirnos de JuanPe en nuestro rellano le noté algo desilusionado pero manteniendo la compostura.

Pasaron los días y las semanas y nuestra vida seguía. Sonia echaba mucho de menos a Lore y a Coque, pero nos fue imposible organizar un encuentro a medio camino con ellos. Por parte de Isa, de vez en cuando quedaba con Luz entre semana al salir del gimnasio y muchos fines de semana lo pasaba con nosotros. Y cada día la veíamos más feliz.

Poco antes de finales de noviembre JuanPe se despidió definitivamente. Tenía vacaciones y se despedía de nosotros porque se marchaba a Madrid para preparar un curso de adaptación a un nuevo avión con el que iba a empezar a volar en su nueva compañía. Era improbable que le volviéramos a ver, al menos como hasta entonces.

Poco después, un día tras llegar a casa me llamó Sonia.

-Llegaré un poco tarde ¿a qué no sabes con quién he quedado? – me dijo.

Si decía eso es que no era una de las habituales, ni siquiera Mónica, para la que siempre hacía un chascarrillo.

-Vete a saber ¿con quién? – pregunté sin muchas ganas
-Con Alba, me ha llamado para ver si nos podíamos ver porque quiere ver si hay alguna forma de colaborar con nuestra empresa…ya sabes que es diseñadora gráfica… - se explayó.
-Ostras! – exclamé.
-He quedado para tomar algo y que me explique, no creo que sea mucho tiempo.
-Muy bien, mándale saludos de mi parte, haré la cena, un beso – terminé.

Un rato después mientras preparaba las cosas para cocinar sonó un mensaje.

“Estoy con Alba. Está guapísima”. Y una foto de las dos adjunta.

***continuará***
Huy, huy, Sonia no se si se enrollo por primera vez con Alba sin tu presencia; siempre hay una primera vez ¿o no?
 
JuanPe debe haber quedado con la bala pasada, pero creo que Sonia fue bien sincera y dijo lo que ella pensaba y sentía, muy bien por ella y bien por ti JiuYacman por apoyar lo que ella sentía, por lo que cuentas al final me parece que las chicas se van a enrollar a lo mejor en esta salida y a Sonia debe haberle gustado como se veía Alba por algo mando una foto de ellas juntas diciendo que se veía espectacular, será o no ?. :unsure::unsure::unsure:
 
CAPITULO 34

-Pueeees… la verdad es que no mucho…pero lo que me ha ido contando me ha resultado interesante… es una historia sorprendente la vuestra… - dijo ella.
-¿Qué es lo te resulta tan sorprendente? – pregunté
-Pues sobre todo que lleve durando tanto tiempo…eso es lo que más me llama la atención…es algo muy sorprendente que una relación de ese tipo dure tanto, ya me parece raro que dure más de un par de días, un fin de semana o poco más… no sé.
-Jajaja… eso es porque JuanPe no te ha debido contar mucho jajaja… - me reí – o que tampoco nosotros nos hemos extendido mucho…
-Bueno, ya iremos conociéndonos poco a poco – añadió JuanPe.

Normalmente Sonia hubiese soltado algún chascarrillo pero no dijo nada. La miré y no estaba igual que otras veces, estaba como absorta en sus pensamientos…me llamó la atención. Había hablado mucho con Alba pero apenas cuatro cosas con JuanPe y eso era raro en ella, una persona acostumbrada a interactuar por igual con todos.

Ellas se salieron de la piscina y se pusieron a tomar el sol, mientras JuanPe y yo seguimos charlando de aviones, viajes y otras cosas.
Se acercaba la hora de comer y me metí dentro para cambiarme, subí arriba al servicio y al salir me topé con Sonia.

-Te veo un tanto apagada, cariño ¿te pasa algo? – le pregunté
-Le estoy dando vueltas y la verdad es que no me apetece mucho…– dijo en voz baja.
-¿El que no te apetece, cariño?
-Seguir con esto… - respondió.
-No hay problema, no te apetece y no hay más que decir – respondí yo.
-Y no es que me encuentre mal ni nada, es que no me apetece…no sé...tal vez es la hora, el día, el ambiente… no sé…y no es por Alba, que me parece encantadora y me encanta charlar con ella…pero me he dado cuenta de que no detecto la afinidad que esperaba con JuanPe… y ya sabes que yo…en fin…
-Ya me parecía…me he fijado que apenas has hablado hoy con él…
-Y que conste que me parece buen tío y me he reído con él otras veces…pero es que no…me apetece…igual es hoy y otro día en un ambiente más cálido o si quieres llamarlo íntimo o incluso morboso, un bar de copas, un club no sé… pensaría otra cosa…o tal vez es que hoy no estoy animada en ese sentido…
-Pues nada, después de comer les decimos algo, ya se nos ocurrirá y nos vamos para casa…no lo pienses más, de verdad – le dije antes de abrazarla.
-Lo sé – sonrió ella – y puede que esto haya ido demasiado deprisa, no se…
-No le demos más vueltas, bajamos y vamos a comer.

Como ya he relatado otras veces, si una cosa hemos llevado a rajatabla durante todos estos años es que, aunque estamos abiertos a experiencias nuevas y nos gusta la juerga y el cachondeo, ellas deciden siempre. Coque y yo jamás hemos forzado nada.
Cuando bajamos ellos ya estaban vestidos, y salimos enseguida para el bar. Durante la comida y como si se hubiese quitado un peso de encima, Sonia estaba más animada y hablando más con JuanPe.

La idea inicial era volver a casa y calentar el ambiente un poco a ver que pasaba, porque aunque ya no importaba al cambiar Sonia de opinión, no era seguro que fuéramos a acabar enrollándonos.
Mientras dábamos el paseo para bajar la comida Sonia se sinceró con ellos.

-Chicos, tengo que deciros una cosa…y como somos ya muy adultos no me voy a andar con rodeos…ya se que el encuentro de hoy era para conocernos mejor y de alguna manera ver hacia donde nos llevaba…y no hace falta que especifique a que me refiero…Vosotros ya sabéis que somos una pareja muy abierta a buscar nuevas experiencias…y la verdad es que sí, nos hemos conocido mejor y sois gente encantadora, hemos hablado mucho y tal…pero la verdad es que en estos momentos no me apetece seguir adelante…no estoy en ese plan por ahora…tampoco se deciros si más adelante lo voy a estar o no, esto no es algo matemático…

-No pasa nada, por mi parte me lo he pasado estupendamente, hemos paseado, comido más que bien, hemos tomado el sol, respirado aire limpio y ya está…lo que más aprecio es la compañía… - contestó Alba con una sonrisa que remarcaba sus hoyuelos. JuanPe asintió con la cabeza.

Al llegar a la casita, Alba le pidió el teléfono a Sonia y se lo intercambiaron. Le interesaba también por temas profesionales. No hablamos más del tema.

Total, que un cuarto de hora después estábamos de camino a casa. En el coche apenas hablamos, tan solo Alba y Sonia, que iban detrás hablaban de temas profesionales. Alba nos dijo que la podíamos dejar en casa y luego al despedirnos de JuanPe en nuestro rellano le noté algo desilusionado pero manteniendo la compostura.

Pasaron los días y las semanas y nuestra vida seguía. Sonia echaba mucho de menos a Lore y a Coque, pero nos fue imposible organizar un encuentro a medio camino con ellos. Por parte de Isa, de vez en cuando quedaba con Luz entre semana al salir del gimnasio y muchos fines de semana lo pasaba con nosotros. Y cada día la veíamos más feliz.

Poco antes de finales de noviembre JuanPe se despidió definitivamente. Tenía vacaciones y se despedía de nosotros porque se marchaba a Madrid para preparar un curso de adaptación a un nuevo avión con el que iba a empezar a volar en su nueva compañía. Era improbable que le volviéramos a ver, al menos como hasta entonces.

Poco después, un día tras llegar a casa me llamó Sonia.

-Llegaré un poco tarde ¿a qué no sabes con quién he quedado? – me dijo.

Si decía eso es que no era una de las habituales, ni siquiera Mónica, para la que siempre hacía un chascarrillo.

-Vete a saber ¿con quién? – pregunté sin muchas ganas
-Con Alba, me ha llamado para ver si nos podíamos ver porque quiere ver si hay alguna forma de colaborar con nuestra empresa…ya sabes que es diseñadora gráfica… - se explayó.
-Ostras! – exclamé.
-He quedado para tomar algo y que me explique, no creo que sea mucho tiempo.
-Muy bien, mándale saludos de mi parte, haré la cena, un beso – terminé.

Un rato después mientras preparaba las cosas para cocinar sonó un mensaje.

“Estoy con Alba. Está guapísima”. Y una foto de las dos adjunta.

***continuará***
Siempre de buen rollo.

A ver qué pasa con Alba!
 
CAPITULO 34

-Pueeees… la verdad es que no mucho…pero lo que me ha ido contando me ha resultado interesante… es una historia sorprendente la vuestra… - dijo ella.
-¿Qué es lo te resulta tan sorprendente? – pregunté
-Pues sobre todo que lleve durando tanto tiempo…eso es lo que más me llama la atención…es algo muy sorprendente que una relación de ese tipo dure tanto, ya me parece raro que dure más de un par de días, un fin de semana o poco más… no sé.
-Jajaja… eso es porque JuanPe no te ha debido contar mucho jajaja… - me reí – o que tampoco nosotros nos hemos extendido mucho…
-Bueno, ya iremos conociéndonos poco a poco – añadió JuanPe.

Normalmente Sonia hubiese soltado algún chascarrillo pero no dijo nada. La miré y no estaba igual que otras veces, estaba como absorta en sus pensamientos…me llamó la atención. Había hablado mucho con Alba pero apenas cuatro cosas con JuanPe y eso era raro en ella, una persona acostumbrada a interactuar por igual con todos.

Ellas se salieron de la piscina y se pusieron a tomar el sol, mientras JuanPe y yo seguimos charlando de aviones, viajes y otras cosas.
Se acercaba la hora de comer y me metí dentro para cambiarme, subí arriba al servicio y al salir me topé con Sonia.

-Te veo un tanto apagada, cariño ¿te pasa algo? – le pregunté
-Le estoy dando vueltas y la verdad es que no me apetece mucho…– dijo en voz baja.
-¿El que no te apetece, cariño?
-Seguir con esto… - respondió.
-No hay problema, no te apetece y no hay más que decir – respondí yo.
-Y no es que me encuentre mal ni nada, es que no me apetece…no sé...tal vez es la hora, el día, el ambiente… no sé…y no es por Alba, que me parece encantadora y me encanta charlar con ella…pero me he dado cuenta de que no detecto la afinidad que esperaba con JuanPe… y ya sabes que yo…en fin…
-Ya me parecía…me he fijado que apenas has hablado hoy con él…
-Y que conste que me parece buen tío y me he reído con él otras veces…pero es que no…me apetece…igual es hoy y otro día en un ambiente más cálido o si quieres llamarlo íntimo o incluso morboso, un bar de copas, un club no sé… pensaría otra cosa…o tal vez es que hoy no estoy animada en ese sentido…
-Pues nada, después de comer les decimos algo, ya se nos ocurrirá y nos vamos para casa…no lo pienses más, de verdad – le dije antes de abrazarla.
-Lo sé – sonrió ella – y puede que esto haya ido demasiado deprisa, no se…
-No le demos más vueltas, bajamos y vamos a comer.

Como ya he relatado otras veces, si una cosa hemos llevado a rajatabla durante todos estos años es que, aunque estamos abiertos a experiencias nuevas y nos gusta la juerga y el cachondeo, ellas deciden siempre. Coque y yo jamás hemos forzado nada.
Cuando bajamos ellos ya estaban vestidos, y salimos enseguida para el bar. Durante la comida y como si se hubiese quitado un peso de encima, Sonia estaba más animada y hablando más con JuanPe.

La idea inicial era volver a casa y calentar el ambiente un poco a ver que pasaba, porque aunque ya no importaba al cambiar Sonia de opinión, no era seguro que fuéramos a acabar enrollándonos.
Mientras dábamos el paseo para bajar la comida Sonia se sinceró con ellos.

-Chicos, tengo que deciros una cosa…y como somos ya muy adultos no me voy a andar con rodeos…ya se que el encuentro de hoy era para conocernos mejor y de alguna manera ver hacia donde nos llevaba…y no hace falta que especifique a que me refiero…Vosotros ya sabéis que somos una pareja muy abierta a buscar nuevas experiencias…y la verdad es que sí, nos hemos conocido mejor y sois gente encantadora, hemos hablado mucho y tal…pero la verdad es que en estos momentos no me apetece seguir adelante…no estoy en ese plan por ahora…tampoco se deciros si más adelante lo voy a estar o no, esto no es algo matemático…

-No pasa nada, por mi parte me lo he pasado estupendamente, hemos paseado, comido más que bien, hemos tomado el sol, respirado aire limpio y ya está…lo que más aprecio es la compañía… - contestó Alba con una sonrisa que remarcaba sus hoyuelos. JuanPe asintió con la cabeza.

Al llegar a la casita, Alba le pidió el teléfono a Sonia y se lo intercambiaron. Le interesaba también por temas profesionales. No hablamos más del tema.

Total, que un cuarto de hora después estábamos de camino a casa. En el coche apenas hablamos, tan solo Alba y Sonia, que iban detrás hablaban de temas profesionales. Alba nos dijo que la podíamos dejar en casa y luego al despedirnos de JuanPe en nuestro rellano le noté algo desilusionado pero manteniendo la compostura.

Pasaron los días y las semanas y nuestra vida seguía. Sonia echaba mucho de menos a Lore y a Coque, pero nos fue imposible organizar un encuentro a medio camino con ellos. Por parte de Isa, de vez en cuando quedaba con Luz entre semana al salir del gimnasio y muchos fines de semana lo pasaba con nosotros. Y cada día la veíamos más feliz.

Poco antes de finales de noviembre JuanPe se despidió definitivamente. Tenía vacaciones y se despedía de nosotros porque se marchaba a Madrid para preparar un curso de adaptación a un nuevo avión con el que iba a empezar a volar en su nueva compañía. Era improbable que le volviéramos a ver, al menos como hasta entonces.

Poco después, un día tras llegar a casa me llamó Sonia.

-Llegaré un poco tarde ¿a qué no sabes con quién he quedado? – me dijo.

Si decía eso es que no era una de las habituales, ni siquiera Mónica, para la que siempre hacía un chascarrillo.

-Vete a saber ¿con quién? – pregunté sin muchas ganas
-Con Alba, me ha llamado para ver si nos podíamos ver porque quiere ver si hay alguna forma de colaborar con nuestra empresa…ya sabes que es diseñadora gráfica… - se explayó.
-Ostras! – exclamé.
-He quedado para tomar algo y que me explique, no creo que sea mucho tiempo.
-Muy bien, mándale saludos de mi parte, haré la cena, un beso – terminé.

Un rato después mientras preparaba las cosas para cocinar sonó un mensaje.

“Estoy con Alba. Está guapísima”. Y una foto de las dos adjunta.

***continuará***
Me ha enganchado totalmente este relato por capítulos.... Me parece fantástico!!! Estaré expectante para ver como sigue la historia, aunque realmente creo que el Club promete....
Uyuuuuyuuuuuuuuuuuyyyyyyy.... esa Alba creo que nos va a dar mucho juego!!!
 
Aún tardaré al menos una semana en poder publicar algo. Está siendo un mes un tanto movido en todos los sentidos, entre el trabajo y algunos viajes no he tenido tiempo.
Saludetes!
 
Aún tardaré al menos una semana en poder publicar algo. Está siendo un mes un tanto movido en todos los sentidos, entre el trabajo y algunos viajes no he tenido tiempo.
Saludetes!
Tranquilo que acá estaremos. (y)(y)(y)
 
CAPITULO 35

Sonia se retrasaba más de la cuenta y me envió un mensaje: “recuerda que esta noche viene Isa a pasar el fin de semana, estate atento, vosotros cenad que yo me he entretenido y estamos picando algo por aquí. un beso”.

A los pocos minutos sonó el interfono. Era Isa. Como ya conté, de vez en cuando pasaba el fin de semana con nosotros y ese iba a ser uno de ellos. Siempre era un placer verla, teníamos buenas conversaciones, muchas risas, a veces salíamos a comer o a un pequeña excursión si hacia buen tiempo y por supuesto estaban los ratos de buen sexo en compañía como nos gusta. Las formalidades con ella habían quedado muy atrás. Pero lo que no había hecho nunca era enrollarme con ella estando solos, ni se me había pasado por la cabeza.

No hubiera tenido problema con Lore, es más, estoy seguro de que hubiera salido de ella si se hubiese dado la situación, pero con Isa no, no sé muy bien por qué, probablemente debido a la diferente manera en que entró en nuestras vidas.

-Hola – saludó al abrirle la puerta.
-Hola cariño ¿cómo estás? – respondí antes de darle dos besos.
-He traído una de tus tartas favoritas – dijo sonriendo.

Siempre se presentaba con un postre porque le encanta la repostería.

-Mmm… me encanta – contesté al ver que era una tarta de tres chocolates.
-Ponte cómoda, Sonia no ha llegado todavía, ha quedado con Alba para una posible colaboración y hoy ya no vamos a salir.
-Vale… voy a ponerme algo más cómodo – dijo antes de ir a la habitación a cambiarse.
-Voy preparando algo para cenar – dije yo

Isa sabía la historia con Alba y lo que había pasado, por supuesto también lo sabían Lore y Coque . Como también sabían lo de Luz. En asuntos de ese tipo no había secretos entre nosotros.
Al cabo de unos minutos entró en la cocina con un pantalón tipo pijama y una camiseta de andar por casa.

-¿Te ayudo? – preguntó.
-Saca los vasos por favor, está todo listo, es casi todo picoteo… – respondí.

Y ahí estábamos los dos tranquilamente cenando y hablando de cualquier cosa, sobre todo de los hijos sabiendo ambos que probablemente un par de horas después estaríamos revolcándonos en la cama y montándonos otra vez un trío sin ningún pudor, cuando le entró un mensaje al móvil que tenía en la mesa. Lo miró y levantó las cejas en señal de sorpresa.

-Es Luz – dijo – me pregunta que qué hago que al final no se fue el fin de semana.
-¿Sabe que estás aquí?
-No.
-¿No le respondes? – le pregunté viendo que no escribía.
-Buff, es que no sé qué decirle…
-¿No quieres quedar con ella? – le respondí con una sonrisa. Isa escribió de nuevo.
-Le he dicho que estoy muy cansada y que me iba a meter en la cama pronto…- dijo ella.

En ese momento se escuchó la puerta, y era Sonia entrando en casa.

-Estamos en la cocina, cariño – le grité. Enseguida apareció. Le hizo una carantoña a Isa y me dio un beso.
-Voy a cambiarme, y a llamar a mi madre – dijo Sonia. Cada dos días llamaba a su madre, ya mayor, para ver como estaba. Y podía pasarse media hora.

-¿Quieres un café? – le pregunté a Isa mientras me levantaba para dejar los platos en la encimera de la cocina.
-Sí, gracias…
-¿Por qué no has querido quedar con Luz, pasa algo con ella? – insistí.
-No, no pasa nada jajaja, pero… - hizo una leve pausa - …me apetecía mucho estar con vosotros – añadió sonriente.

Al cabo de un par de minutos me senté de nuevo con un café para cada uno. Lo cierto es que había tenido pocas oportunidades de hablar con Isa a solas, casi siempre estaba Sonia o más gente. Y había sido una agradable conversación mientras cenábamos, pero ahora quería empezar a pincharla un poco.

-¿Te ves mucho con Luz? – le pregunté directamente.
-Todas las semanas en el gimnasio, pero imagino que te refieres a otra cosa, ¿no? – respondió sonriendo irónicamente - ¿no te cuenta nada Sonia?
-No me cuenta tanto como piensas jajaja… - respondí.
-Ya… pues no creas que nos hemos visto mucho, no. En estos meses solo un par de veces.
-Yyyy….¿qué tal? – me miró, dio un sorbo al café y se sonrió. Mantuvo la tensión unos segundos, como pensando que responder.
-¿Quieres saber… si me lo paso bien en la cama con ella?...Pues no está mal… - respondió con una pícara sonrisa.
-Me alegro…
-Que conste que me lo paso mejor con vosotros, eh! Jajajaja – se rio.
-Jajajaja.

Entró Sonia en la cocina y se hizo un café, luego se sentó con nosotros.

-¿Qué tal con Alba? ¿algo que reseñar? Habéis estado mucho tiempo…
-Uy uy uy … lo que me ha contado… ay ay ay… - contestó moviendo las manos mientras se reía - Pues mira, una cosa es cierta, lo que me ha contado coincide perfectamente con lo que te contó JuanPe… me contó como le había conocido, como le había tirado la caña en un bar, ya te digo, lo que te había contado a ti JuanPe…bueno, antes de todo eso, primero estuvimos hablando un buen rato de trabajo y luego de otras cosas y se fue relajando y la verdad es que me sorprendió lo mucho que se abrió…
-Es que contigo es fácil, Sonia – interrumpió Isa – Tienes un arte en el manejo de las situaciones que me da envidia jejeje jajajaja…- se rieron las dos.
-Bueno, que más - añadí yo.
-Creo que no se atrevió a preguntarme por lo que pasó aquel día en la casita, pero tampoco yo le expliqué nada, aunque ella es muy lista y lo debe imaginar…luego, y esto es lo más jugoso, cuando le pregunté si tenía pareja no tuvo reparo en contarme la especial y peculiar relación que tiene con su compañero de piso, un amigo dijo…
-Un amigo, ya ya - exclamó Isa interrumpiendo.
-Jajaja…nos reímos mucho mientras me contaba cosas…es muy divertida y… como diría…más explícita de lo que creía…y mira que parecía introvertida al principio, pero con confianza es que te partes con ella, te cuenta las cosas de una manera muy directa pero muy graciosa…Dice que ella no está para relaciones serias por ahora pero que no está dispuesta a perderse la “salsa de la vida”, como dijo textualmente…y con este chico se ve que ha encontrado lo que quería por ahora...además dice que cocina estupendamente… así que qué más se puede pedir.
-Uf, si yo hubiese encontrado uno así no lo dejo escapar jajajajaja – se rió Isa – que me lo presente si no le quiere jajajaja – añadió todavía riéndose.
-Jajaja, por lo visto el chaval tiene que viajar mucho, trabaja en una consultora y le mandan a muchos sitios, así que cada día que está en casa lo aprovechan bien jajaja…aunque muchos fines de semana sí que dice que se queda sola porque él se marcha al pueblo a ver a los padres…debía ser cuando se veía con JuanPe…
-¡Pues sí, que coño, que la vida son dos días! – apostillé – Vamos al salón – añadí.

Nos sentamos en el sofá y continuamos charlando un buen rato, hasta que Sonia se levantó un momento para regresar enseguida bebiendo un vaso de agua.

-Vamos a la cama – dijo sin sentarse y con enternecedora naturalidad.

Nos levantamos, dejé que ellas usaran el baño de la habitación y yo me fui al otro. Tras lavarme los dientes y asearme un poco regresé a la habitación justo cuando Isa salía del baño sonriente. Algún chascarrillo habría estado comentando porque las había escuchado reírse pero bien. Se había quitado los pantalones, quedándose sólo con las braguitas y la camiseta. Sabíamos perfectamente a lo que estábamos y lo que iba a pasar, me quité los pantalones y la camiseta y me acerqué a ella. Le rodeé la cintura con un brazo mientras le apartaba un poco el pelo con la otra mano.

-Estás muy guapa – le dije.

Ante mi sorpresa esta vez no se puso colorada inmediatamente, que era lo que siempre hacía solo cuando le echaba un piropo de ese estilo. Solo sonrió. La besé en los labios levemente justo cuando Sonia apareció por la puerta del baño, se quitó las bragas, las tiró sobre una silla y se subió a la cama. Ambos la seguimos y nos subimos a la cama, formando un triangulo. Nos empezamos a acariciar y besar entre los tres, como tantas otras veces. No tardé en sentir la mano de Isa metiéndose por dentro de mis calzoncillos buscando mi polla. Sonia, a su vez, acabó de desnudarla.

Esa noche fue un solo polvo, largo pero muy pausado, con casi todo el tiempo ellas encima de mí, contoneándose grácilmente, disfrutando conmigo y entre ellas. Después de que ambas se corrieran les dije que no me apetecía levantarme y Sonia fue a por una toalla. Me la puso sobre el pecho y el vientre y me pajearon hasta que me vacié sobre la misma. Tras limpiarme un poco la llevó de vuelta al baño y nos metimos los tres en la cama a dormir.

***continuará***
 
CAPITULO 35

Sonia se retrasaba más de la cuenta y me envió un mensaje: “recuerda que esta noche viene Isa a pasar el fin de semana, estate atento, vosotros cenad que yo me he entretenido y estamos picando algo por aquí. un beso”.

A los pocos minutos sonó el interfono. Era Isa. Como ya conté, de vez en cuando pasaba el fin de semana con nosotros y ese iba a ser uno de ellos. Siempre era un placer verla, teníamos buenas conversaciones, muchas risas, a veces salíamos a comer o a un pequeña excursión si hacia buen tiempo y por supuesto estaban los ratos de buen sexo en compañía como nos gusta. Las formalidades con ella habían quedado muy atrás. Pero lo que no había hecho nunca era enrollarme con ella estando solos, ni se me había pasado por la cabeza.

No hubiera tenido problema con Lore, es más, estoy seguro de que hubiera salido de ella si se hubiese dado la situación, pero con Isa no, no sé muy bien por qué, probablemente debido a la diferente manera en que entró en nuestras vidas.

-Hola – saludó al abrirle la puerta.
-Hola cariño ¿cómo estás? – respondí antes de darle dos besos.
-He traído una de tus tartas favoritas – dijo sonriendo.

Siempre se presentaba con un postre porque le encanta la repostería.

-Mmm… me encanta – contesté al ver que era una tarta de tres chocolates.
-Ponte cómoda, Sonia no ha llegado todavía, ha quedado con Alba para una posible colaboración y hoy ya no vamos a salir.
-Vale… voy a ponerme algo más cómodo – dijo antes de ir a la habitación a cambiarse.
-Voy preparando algo para cenar – dije yo

Isa sabía la historia con Alba y lo que había pasado, por supuesto también lo sabían Lore y Coque . Como también sabían lo de Luz. En asuntos de ese tipo no había secretos entre nosotros.
Al cabo de unos minutos entró en la cocina con un pantalón tipo pijama y una camiseta de andar por casa.

-¿Te ayudo? – preguntó.
-Saca los vasos por favor, está todo listo, es casi todo picoteo… – respondí.

Y ahí estábamos los dos tranquilamente cenando y hablando de cualquier cosa, sobre todo de los hijos sabiendo ambos que probablemente un par de horas después estaríamos revolcándonos en la cama y montándonos otra vez un trío sin ningún pudor, cuando le entró un mensaje al móvil que tenía en la mesa. Lo miró y levantó las cejas en señal de sorpresa.

-Es Luz – dijo – me pregunta que qué hago que al final no se fue el fin de semana.
-¿Sabe que estás aquí?
-No.
-¿No le respondes? – le pregunté viendo que no escribía.
-Buff, es que no sé qué decirle…
-¿No quieres quedar con ella? – le respondí con una sonrisa. Isa escribió de nuevo.
-Le he dicho que estoy muy cansada y que me iba a meter en la cama pronto…- dijo ella.

En ese momento se escuchó la puerta, y era Sonia entrando en casa.

-Estamos en la cocina, cariño – le grité. Enseguida apareció. Le hizo una carantoña a Isa y me dio un beso.
-Voy a cambiarme, y a llamar a mi madre – dijo Sonia. Cada dos días llamaba a su madre, ya mayor, para ver como estaba. Y podía pasarse media hora.

-¿Quieres un café? – le pregunté a Isa mientras me levantaba para dejar los platos en la encimera de la cocina.
-Sí, gracias…
-¿Por qué no has querido quedar con Luz, pasa algo con ella? – insistí.
-No, no pasa nada jajaja, pero… - hizo una leve pausa - …me apetecía mucho estar con vosotros – añadió sonriente.

Al cabo de un par de minutos me senté de nuevo con un café para cada uno. Lo cierto es que había tenido pocas oportunidades de hablar con Isa a solas, casi siempre estaba Sonia o más gente. Y había sido una agradable conversación mientras cenábamos, pero ahora quería empezar a pincharla un poco.

-¿Te ves mucho con Luz? – le pregunté directamente.
-Todas las semanas en el gimnasio, pero imagino que te refieres a otra cosa, ¿no? – respondió sonriendo irónicamente - ¿no te cuenta nada Sonia?
-No me cuenta tanto como piensas jajaja… - respondí.
-Ya… pues no creas que nos hemos visto mucho, no. En estos meses solo un par de veces.
-Yyyy….¿qué tal? – me miró, dio un sorbo al café y se sonrió. Mantuvo la tensión unos segundos, como pensando que responder.
-¿Quieres saber… si me lo paso bien en la cama con ella?...Pues no está mal… - respondió con una pícara sonrisa.
-Me alegro…
-Que conste que me lo paso mejor con vosotros, eh! Jajajaja – se rio.
-Jajajaja.

Entró Sonia en la cocina y se hizo un café, luego se sentó con nosotros.

-¿Qué tal con Alba? ¿algo que reseñar? Habéis estado mucho tiempo…
-Uy uy uy … lo que me ha contado… ay ay ay… - contestó moviendo las manos mientras se reía - Pues mira, una cosa es cierta, lo que me ha contado coincide perfectamente con lo que te contó JuanPe… me contó como le había conocido, como le había tirado la caña en un bar, ya te digo, lo que te había contado a ti JuanPe…bueno, antes de todo eso, primero estuvimos hablando un buen rato de trabajo y luego de otras cosas y se fue relajando y la verdad es que me sorprendió lo mucho que se abrió…
-Es que contigo es fácil, Sonia – interrumpió Isa – Tienes un arte en el manejo de las situaciones que me da envidia jejeje jajajaja…- se rieron las dos.
-Bueno, que más - añadí yo.
-Creo que no se atrevió a preguntarme por lo que pasó aquel día en la casita, pero tampoco yo le expliqué nada, aunque ella es muy lista y lo debe imaginar…luego, y esto es lo más jugoso, cuando le pregunté si tenía pareja no tuvo reparo en contarme la especial y peculiar relación que tiene con su compañero de piso, un amigo dijo…
-Un amigo, ya ya - exclamó Isa interrumpiendo.
-Jajaja…nos reímos mucho mientras me contaba cosas…es muy divertida y… como diría…más explícita de lo que creía…y mira que parecía introvertida al principio, pero con confianza es que te partes con ella, te cuenta las cosas de una manera muy directa pero muy graciosa…Dice que ella no está para relaciones serias por ahora pero que no está dispuesta a perderse la “salsa de la vida”, como dijo textualmente…y con este chico se ve que ha encontrado lo que quería por ahora...además dice que cocina estupendamente… así que qué más se puede pedir.
-Uf, si yo hubiese encontrado uno así no lo dejo escapar jajajajaja – se rió Isa – que me lo presente si no le quiere jajajaja – añadió todavía riéndose.
-Jajaja, por lo visto el chaval tiene que viajar mucho, trabaja en una consultora y le mandan a muchos sitios, así que cada día que está en casa lo aprovechan bien jajaja…aunque muchos fines de semana sí que dice que se queda sola porque él se marcha al pueblo a ver a los padres…debía ser cuando se veía con JuanPe…
-¡Pues sí, que coño, que la vida son dos días! – apostillé – Vamos al salón – añadí.

Nos sentamos en el sofá y continuamos charlando un buen rato, hasta que Sonia se levantó un momento para regresar enseguida bebiendo un vaso de agua.

-Vamos a la cama – dijo sin sentarse y con enternecedora naturalidad.

Nos levantamos, dejé que ellas usaran el baño de la habitación y yo me fui al otro. Tras lavarme los dientes y asearme un poco regresé a la habitación justo cuando Isa salía del baño sonriente. Algún chascarrillo habría estado comentando porque las había escuchado reírse pero bien. Se había quitado los pantalones, quedándose sólo con las braguitas y la camiseta. Sabíamos perfectamente a lo que estábamos y lo que iba a pasar, me quité los pantalones y la camiseta y me acerqué a ella. Le rodeé la cintura con un brazo mientras le apartaba un poco el pelo con la otra mano.

-Estás muy guapa – le dije.

Ante mi sorpresa esta vez no se puso colorada inmediatamente, que era lo que siempre hacía solo cuando le echaba un piropo de ese estilo. Solo sonrió. La besé en los labios levemente justo cuando Sonia apareció por la puerta del baño, se quitó las bragas, las tiró sobre una silla y se subió a la cama. Ambos la seguimos y nos subimos a la cama, formando un triangulo. Nos empezamos a acariciar y besar entre los tres, como tantas otras veces. No tardé en sentir la mano de Isa metiéndose por dentro de mis calzoncillos buscando mi polla. Sonia, a su vez, acabó de desnudarla.

Esa noche fue un solo polvo, largo pero muy pausado, con casi todo el tiempo ellas encima de mí, contoneándose grácilmente, disfrutando conmigo y entre ellas. Después de que ambas se corrieran les dije que no me apetecía levantarme y Sonia fue a por una toalla. Me la puso sobre el pecho y el vientre y me pajearon hasta que me vacié sobre la misma. Tras limpiarme un poco la llevó de vuelta al baño y nos metimos los tres en la cama a dormir.

***continuará***
Este es el mejor libro del verano
 
Última edición:
Va lento pero seguro que es lo importante, que habrán hablado las chicas en el baño que JiuYacman no se enteró ?. :unsure::unsure::unsure:
 
CAPITULO 36

Por la mañana al despertar, me levanté con cuidado y al mirar hacia ellas vi que Sonia estaba abrazada a Isa, aún dormiditas. Las dejé ahí y me salí con cuidado del dormitorio. Isa apareció la primera como siempre en la cocina dónde estaba yo leyendo en la tablet.

Se hizo el desayuno y se sentó delante de mí.

-¿Qué tal has dormido? – le pregunté.
-Bien – respondió ella. Se quedó pensativa mientras masticaba la tostada – Siempre duermo bien en esta cama, mejor que en la mía jajaja…
-Jajajaja, ¿y no será porque te vas a dormir más cansada? – la pinché un poquito.
-También, también jajajaja – se rio y yo con ella – pero la verdad es que el colchón es muy bueno…

Dejé que empezara a desayunar y luego le seguí preguntando.

-Bueno, ¿y tú cómo estás? Ha pasado ya un tiempo desde… - le pregunté. Me refería a su segunda separación pero no hacía falta explicitarlo.
-Bien…estoy bien, en serio, estoy bien… hacía tiempo que no estaba tan bien…
-Me alegro, de verdad…
-Gracias, me habéis ayudado bastante, probablemente sin vuestra ayuda y de los otros pocos amigos de verdad me hubiera costado más salir del hoyo… pero seguro que al final hubiera salido… - acabó esbozando una sonrisa.
-Claro que sí, eres una mujer fuerte – apostillé – se te ve mucho más alegre…
-Ahora estoy feliz, tengo tres buenos hijos, alguno un poco revoltoso, pero bueno jeje… son mis hijos y les quiero mucho y sobre todo me puedo dedicar a mí misma más que antes… - hizo una ligera pausa – echo de menos algunas cosas, es cierto…pero…voy apañándome…
-Bien…
-Y te voy a decir algo, y no te rías…
-No pienso reírme…
-En mi fuero interno no descarto encontrar a alguien, algún día, con quien compartir mi vida… aunque te juro una cosa, no me volveré a casar, eso tenlo por seguro jajaja…
-Seguro que encuentras a alguien…te lo mereces… - le dije sonriendo.
-Me lo merezco, ¿verdad? – dijo ella también sonriendo.
-Claro que sí…

Isa se quedó como pensativa unos largos segundos mirándome.

-A veces he pensado en una cosa…me da algo de vergüenza decirlo en voz alta…
-¿Te vas a poner colorada? – respondí con intención y sonriendo de nuevo.
-¡Idiota! – exclamó.

Me levanté y tras dejar su taza y su plato en la pila, volví y le di un beso en la frente.

-No, en serio – continuó – bueno ya lo sabes… me cambiasteis la manera de ver las cosas…de una manera que no me podía ni imaginar…
-Tú también fuiste muy curiosa y tuviste mucho arrojo…
-Pero porque de repente casi sin pretenderlo me encontré muy a gusto…recuerdo bien aquellos años, el principio, y me sorprendí a mí misma de lo a gusto que me sentía… a lo que iba… a veces me he preguntado que hubiera pasado si yo hubiese tenido una pareja con la misma mentalidad que vosotros… - se ruborizó un poco al decirlo – ya me entiendes…
-Si hubiésemos sido seis en vez de cuatro…
-Sí…- susurró tímidamente.
-Pues la verdad no lo sé, probablemente habría ayudado, aunque al final depende de cada uno, de su mentalidad. Yo también lo he pensado y se lo he comentado a Sonia algunas veces, y creo que a nosotros el compartir…bueno… ya sabes…el sexo, ha sido muy positivo. También es cierto que tuvimos la suerte de encontrar a otras personas con nuestra misma mentalidad…y también creo y fíjate lo que te voy a decir, que nos ha ayudado como pareja, nos ayudó a eludir la rutina…y mira que le ponemos imaginación al tema, ¿eh? jajajaja…
-Jajajajajajaja – se rio conmigo – vaya si se la ponéis…
-Es una de las cosas que acaban un matrimonio si no hay nada más que lo compense, la rutina…lo he experimentado en mis carnes…
-Sí, lo sé…
-Me estoy acordando de una comparación que hizo Coque un día: El sexo es como el comer. Si comes todas las semanas lo mismo, los mismos platos, aunque introduzcas pequeños cambios en las recetas, semana tras semana, mes tras mes, pero básicamente lo mismo, acabas aburrido. Porque al final en una casa siempre se suelen hacer las mismas recetas. Si sales una o dos veces al mes a comer algo diferente fuera, o a casa de amigos, eso ayuda a salir de la rutina…pues es algo parecido.
-Buena comparación sí…jajajaja. La rutina es el enemigo de muchas cosas.

Isa se levantó.

-¿Me puedes dar un abrazo? – susurró.
-Claro – me levanté y la rodeé con mis brazos. Ella apoyó su cabecita en mi pecho y permaneció así unos segundos.
-Gracias – volvió a susurrar al separarse. Le sonreí.
-Voy a despertar a Sonia que si no se le va a juntar el desayuno con la comida jajajaa…- dije yo.
-No sé como puede dormir tanto – exclamó Isa a su vez.
-Fíjate, todo lo contrario que Lore, que no sé como puede dormir tan poco jajajaja.
-En eso son polos opuestos, sí… jajaja.
-¿Qué estabais hablando de mí? – dijo de repente Sonia apareciendo por la puerta.
-Jajajaja – se rio Isa – Buenos días dormilona…
-De eso, de que eres como una marmota…buenos días cariño.
-Que es sábadoooo! – se quejó todavía adormilada – Necesito café…mucho café…

Después de que Sonia desayunara pasamos la mañana holgazaneando en el sofá porque aunque habíamos pensado en salir a dar una vuelta y comer fuera no paraba de llover. Se nos hizo la hora de comer y al final nos quedamos en casa. Después, medio amodorrados pasamos otro par de horas en los sofás viendo la tele. Tras tomarnos otro café a media tarde parece que paraba de llover.

-Bueno, ¿nos duchamos y salimos a dar una vuelta? Parece que ha parado de llover – sugirió por fin Sonia.
-Duchaos primero, que luego iré yo… - dije.
-¡Venga! – exclamó Isa levantándose.

Se fueron las dos hacia el pasillo y me quedé todavía un rato. Cuando me dirigí hacia el baño pensando que ya se habían duchado resultó que todavía estaban dentro las dos.

-Pero bueno, ¿todavía ahí? – exclamé.
-Mmm…es que se está tan calentita que no queremos salir jijijiji… - dijo Sonia – Va, venga que ya salimos.
-Pero si todavía estáis enjabonadas…¡mira!…anda queeee… ya os vale…
-Sí, nos hemos entretenido fuera, ¿qué pasa? – respondió Sonia.
-También me podéis hacer sitio - respondí con pillería mientras me quitaba la camiseta.
-No que nos lías y hay que salir – respondió Sonia con Isa riéndose a su lado.
-Vengaaaa – dije suplicando mientras me quitaba el pantalón. Antes de que reaccionaran me había metido dentro con ellas – Hola chicas… - dije con voz seductora – mmm, que bien se está…

Empecé a enjabonarme y a lavarme bien, luego me arrimé a ellas y agarré a Sonia, que estaba más cerca, por la cintura. La abracé por detrás y empecé a acariciarla mientras ella seguía pasándose la esponja. En cuanto me apreté un poco mientras le sobaba sus enjabonas tetas empecé a excitarme. Isa estaba delante lavándose con una esponja también, mientras nos miraba riendo divertida.

-¡Pero bueno! – exclamó Sonia escabulléndose y dándose la vuelta para descubrir mi polla a media asta. Isa no paraba de reir.

Volví a agarrar a Sonia y la apreté de nuevo contra mí, le sujeté la cara con una mano y la besé con fuerza. Intentó escabullirse pero poco a poco fue cediendo hasta que empezó a sondearme con su lengua, luego fue ella la que me agarró a mí de la cabeza y nos morreamos con pasión. Mi polla ya estaba a tope y enseguida noté su otra mano agarrándomela y acariciándomela suavemente.

-Eres un cabrito – me susurró al oído.
-Sí – le respondí.

Tendí la mano hacia Isa y la atraje hacia nosotros, la rodee con el brazo y empecé a besarla también mientras le acariciaba el culo. Con la otra mano empecé a acariciarle suavemente el coño a Sonia. Ella no dejaba de acariciarme a mí.

-Mmm…cómo me gustan estas cosas… – me susurró esta vez Isa al oído.
-Espera… - dije.

Cogí la ducha y empecé a aclararlas, eliminando el jabón que resbalaba por sus cuerpos. Hice yo lo mismo rápidamente y dejé de nuevo la ducha en su soporte. Las volví a atraer contra mí y a besarlas alternativamente mientras ellas me acariciaban de nuevo la polla. Sonia se arrodilló para empezar a lamerme los huevos, metiéndoselos alternativamente en la boca y tirando suavemente de ellos porque sabe lo mucho que me excita.

Mientras, Isa, se puso casi detrás de mí para acariciarme la espalda y luego ir bajando por todo mi cuerpo hasta agarrármela y empezar a pajearme. De vez en cuando giraba la cabeza y nos besábamos. Empecé a excitarme mucho, pero mucho, de una manera diferente a la noche anterior. Lo que iba a venir iba a ser bastante más tórrido.

Sonia se levantó y yo me agaché, parece que nos hubiésemos leído la mente porque inmediatamente levantó una pierna para apoyarla en la pared opuesta. Empecé a comerle el coño en esa posición y ella a gemir y a apretarme la cabeza contra su entrepierna. Me volví a levantar, le di la vuelta y flexionando un poco las piernas se la metí de un golpe. Empecé a follarla fuerte desde el principio. Isa nos miraba apoyada en la pared mientras se tocaba.

-Vamos a la cama – sugirió Sonia tras medio resbalar un par de veces.

Enseguida salimos y nos secamos lo más rápido que pudimos. Estaba empalmadísimo. Sonia se puso enseguida a cuatro patas en el borde y se la metí de nuevo, no sin antes darle un par de azotes. Empezó a gemir de nuevo mientras le daba con fuerza. Isa estaba justo al lado, sentada medio de lado en la cama y continuaba tocándose. Hasta que de repente se levantó y se acercó a la mesita de noche y abrió la puerta inferior. Sabía dónde estaban las cosas, claro. Sacó uno de los vibradores de Sonia y me miró como pidiendo opinión. Negué con la cabeza.

-El grande – le ordené.

Regresó al lado nuestro con un “pollón” de goma, no el más grande que tenía, pero sí el segundo más grande. El otro, con ventosa de fijación debía de estar en la caja en el armario. En cuando se echó en la cama apoyada en un codo, y tras ensalivarlo un poco empezó a follarse con él. El verla así redobló mi excitación y aumenté el ritmo un poco más. Tras cuatro o cinco embestidas bien fuertes me salí repentinamente, agarré a Isa y la tumbé boca arriba sobre la cama, separé bien sus piernas y hundí mi boca en su coño. Instantáneamente me agarró con fuerza de un brazo y empezó a gemir cada vez más fuerte según iba comiéndoselo. Sonia, al lado agarró la polla de goma, se sentó sobre ella y se la metió entera, para empezar a cabalgarla mientras se masturbaba.

-DIOOOSS…JODEEERR…ASI…ASIIIII…DIOOSSS…AAAH…AAAAH – gritaba Isa

Estaba empapada y lo notaba en mis labios y en mi barbilla toda cubierta con sus jugos. Me levanté por fin.

-FÓLLAME – gritó poniéndose a cuatro patas.

Me incliné de nuevo sobre ella, para sobarle y separarle las nalgas varias veces. Luego le di un par de azotes.

-OOOH…DIOS… - exclamó gritando al recibirlos. “PLAS, PLAS” - otros dos más fuertes.
-UMMM…POR DIOOSSS – volvió a gritar. Estaba realmente muy excitada. Había descubierto hacía tiempo que le excitaban mucho los azotes, incluso fuertes.

Me la acomodé bien ensalivada y se la metí de un golpe.

-Asíii…ummmm…dame… - exclamaba.

Sonia se levantó como un resorte de la cama y se puso junto a ella en la misma postura. Empecé a acariciar su culo en cuanto se me puso a mano. Sabía lo que quería. Me cambié a ella y a partir de ahí fui alternando entre las dos aunque bajando el ritmo bastante. Quería saborear bien las vistas de los culos de ambas a la vez que contemplar como disfrutaban.

-¡No! ¡Prohibido! jijiji – exclamó Isa entre risas cuando dejé resbalar mi dedo pulgar por su agujerito trasero.
-¡Cachis! No ha colado…jajaja… - le respondí.
-Sabes que me gusta…pero otro día… ummm… me encanta…– siguió ella.

Al cabo de unos minutos de ir alternando empecé a darles un poco más fuerte pero pronto comencé a notar que me sofocaba. Teníamos la calefacción un poco alta, así que me fui parando poco a poco.

-Ni os mováis – dije antes de acercarme a la ventana para abrirla un poco y que bajara rápido la temperatura y corrí a la cocina a por agua.

Al regresar me lo pensé mejor y me tumbé en la cama boca arriba.

-Dejadme descansar un poco – les dije.

-Ni de coña – exclamó Sonia, se subió encima de mí y empezó a cabalgarme. Pero por lo menos ya no me agotaba tanto. Alargué la mano para atraer a Isa cerca, pero no pensaba que fuera a hacer lo que hizo. Se sentó sobre mi pecho y me puso el coño en la boca mientras se apoyaba en el cabecero de la cama. La sujeté por las nalgas mientras se frotaba despacio contra mi cara. Su tupido vello púbico me hacia un poco de cosquillas en la cara y en la nariz pero me encantaba esa sensación. Apreté más sus caderas contra mí para meterle más la lengua. Todo eso con Sonia sin dejar de mover sus caderas. De vez en cuando podía ver las manos de Sonia masajeando y estrujando las tetas de Isa y besando su cuello. Esta no paraba de gemir.

-ME VOY A CORREEEER – gritó. De pronto una explosión de fluidos inundó mi cara como no me había pasado nunca antes con ella. Y empezó a estremecerse tanto que tenía que sujetarse bien en el cabecero.
-OOOHH…OOOHH...DIOOOSSS…AH…AAH…AAAAH…AAAAH – gritaba sin parar.

Todavía tuvo varias sacudidas más antes de calmarse. Cuando dejó de apoyarse y se irguió un poco me di cuenta de que tenía lágrimas en los ojos. Me miró y se las limpió con una mano, me volvió a mirar y sonrió.

-Son de placer… - dijo – Madre mía, hacía tiempo que no tenía uno así.

Con cierta dificultad se quitó de encima y se recostó a un lado con una gran sonrisa de felicidad en su rostro. Sonia continuaba cabalgándome aumentando su ritmo lentamente pero sin pausa. Hasta que empezó a tocarse al tiempo que apretaba la mandíbula y me miraba fijamente.

-Córrete conmigo – susurró.

Se puso bien derecha y apoyándose con una mano en mi pecho mientras se tocaba el coño con la otra empezó a temblar sacudiendo enérgicamente las caderas. Sus temblores se convirtieron en espasmos y en ese momento me dejé ir, la agarré por los muslos y empecé a empujar hacia arriba descargando todo mi semen dentro de ella. No gritó apenas esta vez, se inclinó sobre mí y nos besamos tiernamente. Luego se quedó unos segundos así con su cara pegada a la mía mientras se recuperaba.

Tras apartarse se estiró en la cama boca arriba junto a Isa para seguir recuperando el aliento.

Me levanté de la cama, pasé por detrás para darles un beso en la frente a cada una y fui al baño a lavarme un poco y refrescarme dándome una ducha rápida.

-¿No se suponía que íbamos a salir? – dijo Sonia con ironía.
-Jajajaja… - se rio Isa
-Aún podemos, es pronto…¿o preferís que pidamos algo a domicilio?
-A mí lo que querías, después de esto, cualquier cosa me parecerá bien… – se rio Isa con ganas y nosotros con ella.

Al final pedimos comida y cenamos en casa. Al día siguiente, Isa se fue por la mañana a su casa.

Un par de sábados más tarde quedaron para ir de compras y se tiraron hasta muy tarde, tanto que llamé a Sonia ya preocupado. Me dijo que ya volvía y que tenía muchas noticias frescas.

***continuará***
 
Gran fin de semana tuvieron y ahora al parecer se viene mejor, hay que esperar qué es lo que le dirá Sonia JiuYacman. :unsure::unsure::unsure:
 
CAPITULO 37

-Hola cariño – saludó Sonia al entrar.
-La habéis echado larga…ya empezaba a preocuparme, como no me mandabas ningún mensaje… - respondí.
-Lo siento…no escuché los mensajes y me entretuve mucho con Alba… - respondió inclinándose para darme un beso.
-Eh, ¿cómo? ¿con Alba? ¿pero no habías salido con Isa?
-Jajaja, sí…pero cuando Isa se fue y ya estaba en el coche para volver me llamó y me entretuvo al teléfono, quería hablar de temas de la posible colaboración, ya sabes…total que al final quedamos que se pasaría el viernes que viene por la oficina y hablaríamos…
-Ah, pues bien, ¿no?
-A ver que tal, quiere enseñarnos sus diseños…
-¿Y qué tal con Isa? – le seguí preguntando mientras ella se dirigía al pasillo.
-Luego te cuento jejeje, deja que me cambie y me dé una ducha rápida…puedes ir haciendo algo para cenar, no tengo mucha hambre pero algo picaré.
-Claro, ahora preparo algo.

Diez minutos más tarde estábamos sentados uno frente al otro empezando a cenar. No podíamos imaginar lo que nos iba a deparar lo que quedaba del año y el principio del siguiente.

-Lo primero de todo, me ha llamado Lore…
-¿Qué tal están? – le pregunté. Hacía varios meses que, por una razón u otra, no habíamos podido quedar.
-Bien, se van adaptando poco a poco pero echan de menos esto…el mar, la compañía…ya sabes.
-No me extraña...
-Nos ha propuesto una escapada para el puente de la Constitución, que este año cae en miércoles y viernes, serían cuatro o cinco días…quieren ir al norte, a Asturias o Cantabria. Están mirando viviendas en Airbnb…que si nos apuntamos…porque ellos van a ir igual. ¿qué te parece?
-Genial – respondí inmediatamente
-Menos mal, porque les he dicho que sí jajajaja – respondió riéndose.
-Jajajaja, creo que tienes muchas ganas de verles…eh?! Jejejeje.
-Aiiiisshh, les hecho mucho de menos…- suspiró.
-Por cierto, ¿le habéis dicho algo a Isa sobre eso?
-Sí, Lore la llamó pero esa semana tiene a los chicos en casa y no puede.
-Vaya! Otra vez será…¿y cómo has quedado para ir?
-Que nos veremos directamente allí, mañana me confirmará donde han reservado y sacamos los billetes.
-El único inconveniente es que estamos en otoño y en el norte no sé yo…lluvia y frío.
-Y qué más da… no hemos estado todavía y si llueve…paraguas – respondió encogiéndose de hombros.
-Bueno, recemos para que no llueva mucho…¿qué más?
-¿Qué más de qué?
-¿No habías hablado con Alba?
-Ah, ya, pues lo que te dije que se pasará por la oficina el viernes…lo jugoso es lo de Isa.
-¡Uy, miedo me da! – exclamé.
-Jajajajaja…pues resulta que tiene encandilado a un chico del gimnasio…bueno, un chico no, un tío más joven que ella pero no un chaval, cree que tendrá entre cuarenta y cuarenta y cinco y dice que está buenorro… la invitó ayer a tomar algo al salir del gimnasio y mañana la ha invitado a cenar.
-No tropezará otra vez en la misma piedra…espero…
-No, que va, he hablado seriamente con ella y no… vamos, no creo…Ya le he dicho que quiero todos los detalles jijijiji – se rio.
-¿Y Luz?
-Jajaja, Luz… de hecho fue la que les presentó…y la que la ha animado a que saliera con él…Se han hecho muy amigas y en el fondo sabe que le gustan…
-¡Las pollas! – rematé yo.
-¡Animal!...jajajaja, que burro eres…cada día te pareces más a Coque soltando burradas…
-¡Anda que no os gusta! – me reí. Ella meneó la cabeza graciosamente contenido la risa.

Al día siguiente Lore nos confirmó la reserva de un piso en Gijón y sacamos los billetes para volar a Asturias.
Cómo sabíamos que Isa había salido con ese tío, Sonia no la llamó por si quería quedar. El domingo mientras yo había salido a media mañana a correr un poco, recibió una llamada de Isa.

-Me ha llamado Isa al poco de irte – fue lo primero que me dijo al regresar y esbozando una pícara sonrisita.
-Y por la cara que pones la conversación ha sido jugosa…
-Jijiji
-Cuenta, cuenta…¿qué tal le fue?
-¡Pues que se lo folló! – exclamó Sonia.
-¿En serio? – exclamé también yo, sorprendido.
-Como lo oyes…fueron a cenar, se lo pasaron bien, y cuando él le propuso ir a tomar una copa ella directamente le vino a decir que se dejara de tonterías, y que la acompañara a casa. Luego, mientras se tomaban la copa le explicó claramente la situación y se lo dejó claro. Total, que aclaradas las cosas, se pasaron follando hasta altas horas de madrugada.
-Caray con Isa, jajajaja – exclamé otra vez – Me encanta que se lo pase bien…
-Espera, espera…por lo visto el tío gasta un pistolón más que importante jajaja…¡para que lo diga Isa! – añadió Sonia.
-¡Joder, encima eso!
-Ya te digo…
-¿Y perspectivas de futuro?
-Han quedado para después del gimnasio el próximo día que coincidan. “Ya se verá”, me ha dicho.

A la semana siguiente quedamos con Isa para tomar algo porque quería contarnos algo. Así, que después de que Sonia se entrevistara con Alba quedamos con ella para picar algo.

-Antes de que se me olvide – me dijo Sonia mientras esperábamos a Isa – mañana he invitado a Alba a cenar a casa…hablando me dijo que el fin de semana su compi de piso se iba a ver a la familia y que se quedaba sola y aproveché para invitarla ¿te parece?
-Por mí perfecto – respondí – hace mucho que no la veo.

Isa apareció, me levanté y la abracé tras darle dos besos.

-¿Cómo estás cariño?
-Bien, muy bien… - respondió sonriendo.

Nos sentamos de nuevo y tras pedir al camarero nos pusimos a hablar.

-Bueno, os quería hablar de un cosa…como ya sabéis estoy…digamos…jejeje…tonteando con un tío que he conocido… - empezó a decir – el tío me gusta, me gusta bastante…quiero decir, físicamente…y aunque todavía no le conozco bien…ni quiero, ni me apetece que el asunto siga más allá de… lo que puede llamarse un “follamigo”… al menos de momento… no se lo que puede ocurrir de aquí a unos meses…sinceramente. Lo que os quería decir es que…- hizo una leve pausa - por mi parte no me gustaría que afectara a lo nuestro, no quiero perderlo, no quiero marcharme de este club, jajaja – volvió a hacer una pausa y nos miró con esa carita suya rebosante de ternura y timidez, pero que también reflejaba seguridad en lo que decía – quiero poder seguir manteniendo esta increíble relación con vosotros ste club, que durante todos estos años ha logrado que en los momentos bajos me mantuviera viva…no sé si me explico…

Sonia alargó su mano y le cogió la suya, dándole un cariñoso apretón.

-Por supuesto cariño – le dijo al mismo tiempo – mientras tú quieras, aquí estaremos.

Isa sonrió de nuevo, y yo le guiñe un ojo.

Después de estar un rato, se disculpó por irse tan rápido pero había quedado con el tío.

-Bueno, chicos, sintiéndolo mucho, me tengo que ir que he quedado con Miguel – así se llamaba el nuevo ligue – si no nos vemos, que lo paséis muy bien en Asturias. Ya me contaréis, me sabe mal no ver a los otros, espero que para Navidad lo pueda hacer.

Nos levantamos para despedirnos. La abracé y ella sorpresivamente me dio un leve piquito acompañado de una tierna sonrisa.

-Que lo pases bien, cariño – me despedí de ella – nos vemos pronto.

Sonia y ella se dieron un largo abrazo.

Al día siguiente Alba tenía que venir a cenar, y se presentó justo a la hora indicada. Yo ya había puesto la mesa y Sonia estaba acabando de preparar la cena cuando sonó el timbre. Abrí abajo y la recibí con la puerta abierta.

-Hola! – saludó sonriente marcando sus atractivos hoyuelos.
-Hola guapa! Cuanto tiempo, ¿cómo estás? Pasa, pasa… - saludé invitándola a entrar.
-Muy bien, sí hacía mucho que no nos veíamos… bueno, con Sonia sí jejeje…
-Lo sé, lo sé…jejeje.

Tras cerrar la puerta nos dimos dos besos. Le cogí la chaqueta que llevaba y se la colgué en el armario de la entrada. Debajo llevaba una blusa haciendo juego con un pantalón, una blusa con bastante escote. Al principio no me fijé bien pero luego claramente me di cuenta de que no llevaba sujetador.

Sonia apareció y se dieron un abrazo y dos besos.

-Jiu, sírvele algo mientras acaba de hacerse la cena, ya casi está. Voy a cambiarme.
-Claro, ven, siéntate ¿qué quieres tomar?
-Una cerveza me vale, si tienes.

Regresé con dos cervezas y no pude evitar echarle otro vistazo al escote. Estaba muy atractiva con ese vestido tan sugerente. Charlamos de temas intrascendentes mientras esperábamos a Sonia.

-¡Qué guapa estás, estás de rechupete! – le soltó Alba cuando apareció de nuevo.

Sonia en efecto se había arreglado para la cena, en su caso, como estaba en casa con la calefacción encendida y buena temperatura, un vestido también bastante escotado. Pero ese halago de Alba me sonó a una especie de declaración de intenciones. Me acordé de las palabras de JuanPe sobre ella, de cómo tras esa carita dulce y simpática de “rata de biblioteca” se ocultaba una chica con una sexualidad salvaje e insaciable y de cómo con ella había satisfecho la mayoría de sus fantasías. Igual se ponía interesante la noche, pensé.

-Tú sí que estás guapa – le respondió Sonia antes de volver a darle otro abrazo.

***continuará***
 
Última edición:
Por lo que leo, la cosa se va ir colocando más que interesante y si Sonia además se arregló muy bien, quiere decir que a Sonia también le gusta Alba, además Isa se lo va a pasar muy bien con su follamigos, creo que mal no lo van a pasar. :unsure::unsure::unsure:
 
Siento la tardanza, ha sido un verano muy intenso, con bastante movida tanto en lo cotidiano como en viajes y encuentros, y con poco tiempo para escribir. Espero hacerlo con mayor frecuencia.

CAPITULO 39

Alba sonrió.

-Voy a ver si ya está la cena – dijo Sonia antes de desaparecer por la puerta de la cocina.
-¿Eso de ahí es para lo que creo que es? – preguntó Alba señalando el sillón anatómico.

Desde que los chicos se fueron a estudiar fuera lo teníamos en el salón. Sólo lo retirábamos a la habitación cuando venía alguna visita que no era del círculo íntimo. Y ahí se quedó esta vez.

-¡Ah, ese sillón! - exclamé – Es para echarme la siesta – añadí entre risas.
-La siesta…jejeje…ya…¿Y a parte de para la siesta, es cómodo? – preguntó sin cortarse. Total, semanas atrás estuvimos a punto de follar con ella o sea que no iba a cortarse ahora por una nadería.
-¿Quieres probarlo o qué? – la provoqué sin pensarlo.
-¿No se romperá, no?
-¿Romperse? ¿por qué iba a romperse?
-Porque a mí me gusta entre fuerte y muy fuerte...
-Caray, eso es ser directa jajaja – contesté
-¿Te sorprende?
-Bueno, hace poco estuvimos a punto de… así que no - insinué
-De follar, lo sé – completó la frase sin cortarse un pelo. En ese momento entró Sonia con una bandeja en la mano.
-Veo que estáis teniendo una conversación interesante – dijo mientras la dejaba en la mesa.
-Jajajajaja – nos reímos los tres a la vez.

Empezamos a cenar y al principio la conversación transcurrió por otros derroteros pero yo no paraba de pensar en que, como ya me contó JuanPe, Alba en la intimidad era lo contrario a lo que su aspecto de modosita con rostro simpático pudiera parecerle a quien no la conociera. Ella sabía nuestra historia, evidentemente, porque tanto JuanPe como Sonia le habían contado cosas y nosotros, más o menos la suya.

-¿Has sabido algo de JuanPe? – le pregunté inopinadamente.
-No mucho, de vez en cuando intercambiamos algún mensaje, pero no de una manera muy frecuente…supongo que sabéis que lo nuestro no era nada serio, ¿verdad? Le tenía cierto cariño, pero nada más. Bueno, le sigo teniendo cariño…
-Lo suponía – respondí.
-¿Sabéis que estaba al tanto de todos sus ligues? El mismo me lo contaba y hablaba siempre bien de ellas, de sus compañeras azafatas…
-¡¿En serio?! – exclamó Sonia
-Sí…siempre fuimos muy francos el uno con el otro…desde el principio yo le dije que no tenía intención de engancharme y él me dijo lo mismo, sólo queríamos pasar un buen rato de tanto en tanto…así que nos podíamos contar las cosas sin tapujos…incluso nos servía para… bueno…para excitarnos jajaja… - acabó riendo.
-Es importante siempre la sinceridad y dejar las cosas claras… - rematé yo.

Pasamos al salón y Sonia y yo no sentamos en el sofá y Alba en una de las butacas. Preparé unas copas y la conversación siguió un buen rato, a veces de cosas intrascendentes y otras de nuestras propias relaciones y sobre sexo.

Sonia acabó echada sobre mí, reposando su cabeza en mi pierna y yo acariciándole el vientre, como hacíamos muchas noches, sólo que esta vez, estábamos acompañados.

Y a Alba se la veía muy a gusto. Tanto que se repantingó en el sillón. Estaba un tanto alegre y desinhibida por el alcohol, pero para nada bebida.

-¿Has estado con alguna chica? – le pregunté.

-Eh…pues…jajaja… - pareció un tanto sorprendida, o se hizo la sorprendida – estooo… un par de veces jeje…a ver… no soy lesbiana…fue para probar…bueno la primera vez ya sabéis… de adolescente con una amiga para ver cómo era un beso y eso…sobarnos un poco nada más…y luego una única vez con una amiga de JuanPe jajaja... no estuvo mal jajaja – se acabó explayando.

Sonia levantó la cabeza hacia mí y sonrió.

Tras un breve silencio, de esos que aparecen a veces cuando no se te ocurre que decir,

-Bueno, creo que va siendo hora de irme – dijo Alba – Ya es algo tarde.
-Quédate – le pidió Sonia de una forma muy natural y hasta sensual.
-¿Queréis que me quede? – preguntó a su vez con una voz dulce y firme. Nada nerviosa.
-Si te apetece, nos gustaría – añadí.
-Sí – dijo escuetamente.

Sonia se incorporó y se acercó a ella. Le tendió la mano y Alba, agarrándosela, se levantó del sillón. La habilidad de Sonia para sintonizar con alguien cuando ella quiere, había dejado de sorprenderme hacía muchísimo tiempo. Alba estaba engatusada.
Sonia le acarició levemente el pelo y le pasó los dedos por su rostro.

-Me encantan esos hoyuelos – le susurró – me resultan muy atractivos…

Acercó su cara a la de Alba muy lentamente, sin dejar de mirarle a los ojos y la besó suavemente en los labios. En ese momento empecé a excitarme un poco. Las tenía de perfil y con el segundo beso vi perfectamente como Alba ofrecía su boca entreabierta. No fue un beso muy largo pero sí muy húmedo. Sonia me miró y se llevó a Alba por el pasillo hacia el dormitorio, mientras yo me levanté y tras recoger los vasos y apagar la luz, me dirigí al servicio. Mientras me lavaba las manos tras orinar escuché el ruido del agua de la ducha del baño grande. Conociendo a Sonia, sabía que lo primero era ducharse. Me las imaginé ya desnudas y volví a excitarme levemente.

En el dormitorio me desnudé rápidamente antes de entrar en el baño.

-Ya estabas tardando – soltó Sonia. Alba sonrió.

Me metí en la ducha con ellas bajo el agua de cascada de la alcachofa del techo. Enseguida las abracé, y no tardé en bajar mi mano buscando el culo de Alba. Tenía un culo todavía más jugoso y redondo que Isa, de hecho es más rellenita. Mi polla empezó a levantarse, Sonia lo notó enseguida y puso la mano de Alba sobre ella. Alba me miró y la besé, me ofreció su boca y su lengua en cuanto mis labios contactaron con los suyos. Mientras, lentamente empezaba a masajeármela y yo apretaba sus nalgas con mi mano. Empezó a suspirar y me sorprendí, miré abajo y vi como la mano de Sonia estaba en su entrepierna. Su coño apenas estaba decorado por una leve tira de vello.

-Y bien…¿qué te gusta? – le pregunté.
-Oooh.. todo… me gusta to…do…ooooh – dijo ella entrecortadamente.
-Podemos ir descubriéndolo poco a poco… - añadí yo.
-Oh, sí… me encanta que me sorprendan...

Sonia la miró sin dejar de acariciarla.

-Te aseguro que vas a disfrutar – le dijo con una brutal carga morbosa – Vamos fuera a secarnos.

Sonia salió y empezó a secarse rápidamente. La seguimos enseguida y en unos minutos estábamos los tres sobre la cama de nuestro dormitorio.

***continuará***

P.D.
Por cierto, hace unos días mientras Sonia me estaba excitando me preguntó que por qué no escribía sobre algo que ella no vivió. Durante tantos años se han dado varias ocasiones, aunque no muchas, y por distintas causas, de quedar sólo tres de nosotros, sobre todo cuando éramos más jóvenes. Ya escribí sobre aquella noche en la que nos quedamos solos Sonia, Lore y yo, una noche increíblemente preciosa con ellas dos. Pero hubo una ocasión, años después en la que pasamos un fin de semana en la casa del pueblo Lore, Coque y yo. Y lo recuerdo como algo muy intenso, de sexo puro y duro con una Lore insaciable y muy salvaje.

A ver si cuando termine con esto último me pongo con ello.
 
Última edición:
Me parece que pasaron una muy buena noche y lo que te propuso Sonia sería muy interesante, esperaremos las próximas entregas. (y)(y)(y)
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo