El Fruto Prohibido. ( Continuación - 378 )
Al día siguiente me desperté con la alarma del reloj que sonó a la hora programada; abrí los ojos

y tras estirarme me di cuenta de que había dormido de tirón...



que no me enteré de nada del cansancio que llevaba encima. Pero me despertaba con nuevas energías para afrontar el nuevo día que se presentaba.
Alargué mi mano y comprobé que Carmen estaba a mi lado, de espaldas a mi y durmiendo aún...

La agité suavemente y le dije:
----- Venga, hay que ponerse en marcha que ya es hora.
Se estiró y soltó un gran bostezo, tras el cual me respondió:
----- Joder que putada, con lo bien que se está en la cama.
----- Yaaaa... pero no vivimos del aire y el deber nos llama. ----- le respondí.
Ella se acercó y pegándose a mi agarró mi brazo y me dijo:
----- Ayer cuando vine a acostarme, estabas tan dormidito que parecías un angelito.
Me reí...



mientras que ella continuó:
----- Se te veía con una paz y un placer que hice todo muy sigiliósamente para no despertarte.
Me acerqué y tras besar sus labios...
----- Se agradece. ----- le dije.
Tras ello me eché hacia mi lado y me quedé sentado sobre el borde de la cama, luego me fui estirando hasta alcanzar la lámpara que tenía sobre la mesilla, la cual encendí e iluminó la estancia con su tenue luz.
Acto seguido me puse en pié y le dije que me iba al baño. Y una vez allí me fui aseando y me un afeitado bastante apurado con la maquina eléctrica. Después y tras perfumarme con mi colonia habitual, regresé de nuevo al cuarto para empezar a vestirme.
Justo en la entyrada me crucé con Carmen que ya se había puesto una minifalda en color negro y con algo de vuelo que le quedaba espectacular y con la que lucía sus hermosos muslos. Por arriba aún no se había puesto nada y andaba con sus hermosas tetas

al aire, que se iban bamboleando con su caminar.
Al cruzarnos nos dimos un pico en los labios

a la vez que le decía que se diera prisa.
----- Si, descuida... ----- me respondió.
Y a continuación añadió:
----- Oye, podíamos desayunar aquí en frente en la cafetería; así no tenemos que preparar nada y ganamos tiempo. ¿ Te parece ?
Hice un gesto y le respondí:
----- No es mala idea.
----- ¿ Eso es un si ?
----- Es un si.
Entré al cuarto y me fui vistiendo con el mismo atuendo informal que había utilizado el día anterior. Y cuando ya casi había terminado, fue que regresó Carmen del baño; y al verme sonrió y me dijo con cierta sorna:
----- Anda que si te viese David entrando así al curro.
Me reí


y le respondí:
----- Calla, calla.. no me seas malvada.
Entonces me miró torciendo el gesto y me dijo:
----- Es que tiene razón; con traje y corbata se te ve más elegante y das una imagen de autoridad.
Me reí aún con más ganas...



y le respondí:
----- Lo que digas, pero ahora David no está y las normas las pongo yo porque tengo toda la autoridad suprema.
Comenzó a vestirse y observé que se ponía una blusa en color azul deujando sueltas por dentro sus hermosas tetas...
Una vez que estuvimos listos, yo me puse por encima un anorak de plumas y un gorro de lana ya que se notaba frío en el ambiente, al mismo tiempo que agarraba mi maletín y mi trolley. Ella se puso un abrigo de lana, también en color azul, y agarró su carpeta... Sin más salimos del apartamento.
Mientras yo cerraba la puerta con la llave ella llamaba al ascensor... Una vez que lo tomamos miró al espejo que había dentro y comentó:
----- Hay que ver...
----- ¿ Que hay que ver ? ----- le pregunté.
----- Mira el espejo, yo voy como una señora y en cambio tu...
----- ¿ Yo que ?
Y negando con gestos me respondió:
----- Que pareces un rockero más que un jefe.
Me reí con ganas...




y le respondí:
----- Es que lo soy.
----- Vaya, lol que te faltaba; ser un jefe rockero.
Justo en ese momento se detuvo el ascensor ya que habíamos llegado al hall. Salimos según se abrieron las puertas y fuimos directos a la calle, la cual cruzamos y nos metimos en esa cafetería que teníamos en frente.
Al entrar observé que el interior estaba adornado con motivos navideños, luces, guirnaldas, el árbol de navidad, un Papá Noel por aquí y otro por allá; una impresionante cesta que se sorteaba y el cuadro de una porra navideña en la pared.
Nos sentamos en una mesa que estaba libre y allí decidimos lo que íbamos a pedir. Después fui yo a encargarlo en la barra; para mi un té con dos tostadas con mantequilla y mermelada, mientras que ella optó por un café con una ración de churros recién hechos.
Enseguida nos sirvieron y nos pusimos a desayunar; y según desayunábamos fue que me comentó:
----- Los churros son mi perdición; es que me encantan.
----- Ya veo, ya.
Sonrió y continuó...
----- Pero debo contenerme porque después se quedan aquí.
Y se dió unos golpecitos en la cintura.
Tras ello la veía sonreír de una manera sugerente mientras me miraba.
----- ¿ Que ocurre ? ----- le pregunté.
----- Me estaba acordando del día en que hicimos la fiesta de la minifalda... ¿ Te acuerdas ?
Puse cara de circunstancias


y le respondí:
----- Como para no acordarse.
Y riendo



me dijo:
----- Menuda toña que pillaste.
----- Buuuffff... no me lo recuerdes.
----- Nunca te había imaginado así.
Y se rió aún con más ganas...



Después puso su mano sobre la mía y me dijo:
----- Cuando me desperté y fui a verte, al ver que no estabas en el sofá ni en ningún otro lado, creí que te habías marchado.
----- Me llamaste por teléfono y me pillaste desayunando.
----- Siiiii... y cuando me dijiste que estabas en la churrería al lado de casa, no me pude contener y te pedí que nos subieras unos churros.
----- Me acuerdo... y ese día también entendí lo amigas que sois Inma y tú.
----- Que nadie me toque a Inma porque mato y muerdo.
----- Uuuuoooohhhh....!!!! ----- exclamé.
Terminamos de desayunar y tras pagar la correspondiente factura, cruzamos de nuevo la calle y entramos al portal. Nuevamente tomamos el ascensor, pero esta vez bajamos al garaje donde tomamos el coche; mientras que Carmen se acomodaba en su asiento, yo colocaba mi trolley en el maletero. Y una vez preparados nos pusimos en marcha; salimos a la calle y tomamos rumbo al trabajo.
Llegamos sin mayor novedad, y una vez que estacionamos el coche nos fuimos directos para dentro donde ya estaba Arantxa en su mesa a quien saludamos y nos respondió toda sonriente.
Sin más nos fuimos a nuestros respectivos puestos y fuimos iniciando la jornada con nuestra rutina habitual, la verdad es que era un día relajado en el que no se esperaba una gran actividad... Así solo tuve que atender algunos asuntos menores y encaminar otros para cuando regresasen David y Celia. No hubo nada que destacar de aquella jornada, excepto que poco antes del medio día sonó mi móvil...
Al mirar la pantalla vi que era Rosa, mi antigua compañera de universidad, lo cual me sorprendió en cierta manera

porque ya hacía un par de días que habían finalizado las clases y estaban en pleno parón navideño.
Dejé que sonará un par de veces más y respondí...
----- Si, Rosa... ¿ Dime ?
----- Hola Danny.
----- Hola.
----- ¿ Estás ocupado ?
----- A ver, ocupado estoy siempre, pero hoy el día está más relajado.
----- Pues te llamo en otro momento.
----- No, no... puedo hablar un momento... Dime que quieres.
----- ¿ Puedes hablar ?
----- Que si, que puedo.
----- Es que quería felicitarte las fiestas ya que el otro día no nos vimos y no me despedí de ti.
----- Pues muchas gracias, lo mismo te digo.
----- Creo que me comentaste que te ibas a Santander.
----- Si, hoy según termine aquí me voy directo a tomar un avión y me voy con la familia... ¿ Y que haces tu ?
----- Pues lo mismo, con la familia; ya sabes... Disimulando lo que cada vez cuesta más disimular, y aguantar a la bruja de mi suegra.
Me reí...



y ella me lo recriminó.
----- Ayyy... no te rías. No sabes la tensión que se crea y la madre conspirando con el hijo.
----- Me lo imagino.
----- No sabes como me gustaría poder ir contigo a Santander...
Uffff....!!!!!



eso me dejó como en fuera de juego, pues una confesión así no me la podía esperar.
Y tras unos segundos traté de responderle:
----- Bueno, ya sabes que eso es...
----- Si, ya se que no da lugar a ello... ----- me interrumpió.
Y a continuación añadió:
----- Aunque puestos a elegir, mejor me iba a Londres contigo.
----- Ya, pero sabes que eso tampoco es posible.
----- Si, lo sé; pero me encantaría recorrer Londres contigo... No sabes como envidio a Carmen.
Como la conversación tomaba unos derroteros que me resultaban incómodos, fue que decidí cortarla poniendo como excusa que me estaban reclamando para atender a unos clientes, lo cual no era verdad...

----- Que pases unas felices fiestas. ----- me dijo.
----- Lo mismo te digo. ----- le respondí.
----- Gracias Danny, ya nos vemos en enero.
----- Nos vemos.
Y tras cortar me sentí aliviado, porque ya no sabía que pretendía Rosa ni que juego quería establecer. Justo en ese momento llegó Carmen que dio un par de golpes en la puerta.
----- ¿ Puedo pasar ?
----- Si claro, pasa. ----- le dije.
me miró toda sonriente y me dijo:
----- Oye, que he hablado con Inma y tras preguntar a Konrad todo solucionado.
----- ¿ Solucionado el que ?
----- Que me vuelvo con ellos, me dejan en Atocha.
Hice un gesto positivo...

y dije:
----- Genial...
Y sin dejar de sonreír me dijo:
----- Si es que tengo una amiga que vale su peso en oro.
----- Desde luego que si.
Y a continuación le comenté:
----- Pero recuerda que la moto la tienes en el garaje.
----- Si, no importa. Dejala ahí porque no tengo planes de usarla.
----- Bueno, como veas.
Y entonces me comentó:
----- Además si me hiciera falta le pediría a Marisa que me abriese la puerta.
----- ¿ Marisa ?
----- Si, tu vecina.
----- Yaaaa... ¿ pero que puerta te tiene que abrir ?
----- la del garaje, para que pueda salir.
----- Ah. claro.
----- Ay cariño, que despistado estás. Necesitas terminar ya.
Y haciendo un gesto le respondí:
----- Debe ser eso.
Pero la verdad era otra; no me gustaba que tuviese contacto con Marisa sin estar yo presente...


Continuará.................................................................