PussyDriller
Miembro muy activo
Buenas compañeros,
Hoy vengo a contaros una reciente experiencia que se ha consagrado como la más especial que he tenido en cuanto a chicas trans se refiere. En parte es algo reivindicativa, ya que nunca he sido partidario de pagar a alguien para tener sexo (que en este mundillo parece ser lo normal para tener contactos) y me resulta una experiencia bastante fría que no lleva a establecer una conexión más “emocional” (por así decirlo). En este caso, aunque el sexo de pago puede ser la vía fácil para conocer chicas de tu zona, yo me incliné por descargar cierta app de citas, que no son muy comunes todo sea dicho, y probar suerte…
Pero antes de ir al turrón del asunto, cabe mencionar el contexto o mejor dicho, mis gustos sobre las chicas: Soy de los que le encanta una trans femenina, a preferir con muchas curvas, de esas que podría llegar incluso a confundirte o querer confundirte llegado el caso, ya me entendéis. Y en lo personal no buscaba ninguna relación “estrecha” así que me declinaba por un encontronazo y como mucho mantener el contacto para salir de fiesta y llegar a conocer futuras amigas.
Pues bien, conocido el contexto, mi idea en esta aplicación era encontrar algo así, a sabiendas de que no iba a ser fácil (y su tiempo a llevado) ya que lo que prima ahí son hombres gays. Después de un tiempo en la app veo conectada a la protagonista de nuestra historia, a 1km de distancia, un mujerón de 25 años, 1,70m , rubia, con un pelo largo y unas facciones muy muy femeninas, pecho bastante grande y un culo de infarto. Todas sus fotos eran un reportaje en la piscina y la playa, las típicas fotos que te ponen más caliente que el palo de un churrero. Me dispongo pues a lanzar un “fueguito” y le escribo por privado sin más dilación presentándome con una foto semidesnudo. Pasan varias horas y me escribe, empezamos a chatear con una conversación bastante normalita: De donde eres?, Qué te gusta hacer?, etc…
Al rato ella me pregunta por una foto más nítida donde poder verme mejor, le envío varias fotos típicas de un chulo playa para ver si le termino de convencer… Para mi sorpresa le gusta lo que ve y continuamos conversando sobre viajes, sitios por nuestra zona y su situación personal. Aquí es cuando mejor dice el temido “Te ves muy guapo amor, pero yo es que cobro”. Mierda, sueño frustrado porque me estaba gustando tanto la chica como el tono que estaba cogiendo la conversación. Los siguientes mensajes fueron algo así como:
- Lo siento pero no acostumbro a pagar por verme con alguien. Me gustaste mucho pero si pides eso… no sé.
- Ay amor lo sé pero es que es trabajo.
- Te entiendo, solo que no me cuadra que me pidas foto si luego me comentas esto jaja
Tras mi decepción dejé la app de folleteo por unas horas y tras una jornada de trabajo intensa, veo 5 notificaciones. Encuentro varios mensajes y dos fotos “bomba”. La chica parecía haberse arrepentido de sus palabras y me dice en un tono chistoso que no me enfade, que no era su intención y que podríamos quedar si estaba dispuesto a disfrutar, pues le había gustado lo que veía en mis imágenes. Sus fotos, para mi grata sorpresa era un desnudo donde aparecía de cuerpo entero y con la lengua fuera, y otra desde abajo, mostrando un miembro del tamaño de una lata de red bull. Aquí la cosa se empezó a poner interesante y la única forma que vi para contestarle fue devolviendo los mensajes en forma de fotos, un álbum explícito sobre mis mejores cualidades, ya sabéis
Después de esto, nos limitamos a hablar sobre tema sexo y a compartirnos la ubicación y quedar en persona para lo que sería el mejor polvo que he echado nunca…
Continuaré el relato si veo que os gusta
Hoy vengo a contaros una reciente experiencia que se ha consagrado como la más especial que he tenido en cuanto a chicas trans se refiere. En parte es algo reivindicativa, ya que nunca he sido partidario de pagar a alguien para tener sexo (que en este mundillo parece ser lo normal para tener contactos) y me resulta una experiencia bastante fría que no lleva a establecer una conexión más “emocional” (por así decirlo). En este caso, aunque el sexo de pago puede ser la vía fácil para conocer chicas de tu zona, yo me incliné por descargar cierta app de citas, que no son muy comunes todo sea dicho, y probar suerte…
Pero antes de ir al turrón del asunto, cabe mencionar el contexto o mejor dicho, mis gustos sobre las chicas: Soy de los que le encanta una trans femenina, a preferir con muchas curvas, de esas que podría llegar incluso a confundirte o querer confundirte llegado el caso, ya me entendéis. Y en lo personal no buscaba ninguna relación “estrecha” así que me declinaba por un encontronazo y como mucho mantener el contacto para salir de fiesta y llegar a conocer futuras amigas.
Pues bien, conocido el contexto, mi idea en esta aplicación era encontrar algo así, a sabiendas de que no iba a ser fácil (y su tiempo a llevado) ya que lo que prima ahí son hombres gays. Después de un tiempo en la app veo conectada a la protagonista de nuestra historia, a 1km de distancia, un mujerón de 25 años, 1,70m , rubia, con un pelo largo y unas facciones muy muy femeninas, pecho bastante grande y un culo de infarto. Todas sus fotos eran un reportaje en la piscina y la playa, las típicas fotos que te ponen más caliente que el palo de un churrero. Me dispongo pues a lanzar un “fueguito” y le escribo por privado sin más dilación presentándome con una foto semidesnudo. Pasan varias horas y me escribe, empezamos a chatear con una conversación bastante normalita: De donde eres?, Qué te gusta hacer?, etc…
Al rato ella me pregunta por una foto más nítida donde poder verme mejor, le envío varias fotos típicas de un chulo playa para ver si le termino de convencer… Para mi sorpresa le gusta lo que ve y continuamos conversando sobre viajes, sitios por nuestra zona y su situación personal. Aquí es cuando mejor dice el temido “Te ves muy guapo amor, pero yo es que cobro”. Mierda, sueño frustrado porque me estaba gustando tanto la chica como el tono que estaba cogiendo la conversación. Los siguientes mensajes fueron algo así como:
- Lo siento pero no acostumbro a pagar por verme con alguien. Me gustaste mucho pero si pides eso… no sé.
- Ay amor lo sé pero es que es trabajo.
- Te entiendo, solo que no me cuadra que me pidas foto si luego me comentas esto jaja
Tras mi decepción dejé la app de folleteo por unas horas y tras una jornada de trabajo intensa, veo 5 notificaciones. Encuentro varios mensajes y dos fotos “bomba”. La chica parecía haberse arrepentido de sus palabras y me dice en un tono chistoso que no me enfade, que no era su intención y que podríamos quedar si estaba dispuesto a disfrutar, pues le había gustado lo que veía en mis imágenes. Sus fotos, para mi grata sorpresa era un desnudo donde aparecía de cuerpo entero y con la lengua fuera, y otra desde abajo, mostrando un miembro del tamaño de una lata de red bull. Aquí la cosa se empezó a poner interesante y la única forma que vi para contestarle fue devolviendo los mensajes en forma de fotos, un álbum explícito sobre mis mejores cualidades, ya sabéis
Después de esto, nos limitamos a hablar sobre tema sexo y a compartirnos la ubicación y quedar en persona para lo que sería el mejor polvo que he echado nunca…
Continuaré el relato si veo que os gusta