Familia sumisa de un Amo (1): El inicio

Familia sumisa de un amo (6)

Nos pedimos un par de copas mientras veíamos a las parejas bailar y sobarse, mi mujer sonreía y miraba, parecía estar disfrutando. Yo sólo podía pensar en que la polla que debía tener el portero le tuvo que recordar la que tenía ella de goma.
Al poco se nos acercó a la mesa Alberto, iba vestido impecable como siempre, con un toque de fucker moderno, le acompañaba una rubia de europa del este, bastante joven, apenas tendría veinte años, tenía un tatuaje en el cuello y una pinta de viciosa impresionante. Se sentaron a la mesa los dos después de los perceptivos saludos, se pidieron una copa cada uno.

-"Que tal? Os gusta?"- preguntó Alberto subiendo la voz para que pudiéramos oírlo por encima de la música.
Si, afirmamos los dos. A mi mujer el alcohol empezaba a hacer efecto y tenía una sonrisa fija en su cara mientras miraba aquí y allí.
-"Pero todavía os queda mucho por ver" -continuó Alberto. Se levantó de la mesa extendiendo la mano a mi mujer -"Vienes? te voy a enseñar el local" -le dijo.
Ella me miró y yo la miré. Antes de que pudiera decir nada se levantó y se fue de la mano de Alberto, dejándome sólo con la polaca.

La chica se acercó a mi deslizándose por el banco de cuero. Sin mirarme empezó a sobarme la bragueta por encima del pantalón.
Se abrió las piernas, llevaba un vestido corto color azul, no llevaba bragas. Me cogió la mano y la puso encima de su coño.
Iba depilado, tenía un piecing en el clitorís. Empecé a tocarla. Al momento me paró la mano.
-"No quiero que me corrás, solo que me acaricies. Hazlo despacio"-
Le hice caso, estaba mojada, le empecé a masturbar despacio, muy despacio.
Ella me sacó la polla del pantalón y empezó a sobarla, también despacio. Mientras tomabamos la copa.

Se acercó la camarera, sin dejar de tocarnos nos pedimos otras dos copas.

"Sabes donde esta tu mujer?" - me dijo al oido con su acento extranjero. Sin esperar que contestara ella misma se respondió "probablemente en el cuarto oscuro, a Alberto le encanta".
Me puse todavía mas cachondo y empecé inevitablemente a mojarle la mano con mi liquido seminal, ella al notarlo soltó la polla. Cerró las piernas y me quitó la mano de su coño.

"Guardate la polla y sígueme" -me dijo levantandose. Atropelladamente me la metí en el pantalón, aunque se notaba el bulto y la seguí por un pasillo a un lado de la barra.

Esa era la parte del club mas selecta. Paredes rojas tenuamente illuminadas y el ruido de los gemidos hicieron que fuera fácil seguir a la chica por el pasillo, había diferentes cuartos, en todos se veían formas moviéndose, era imposible saber donde estaría mi mujer y era imposible que fuera cuarto por cuarto preguntando, no me atrevía.

La chica me indicó uno de los cuartos. Me acerqué a la puerta.

En el cuarto estaba mi mujer de cuclillas, era una habitación en la que estaba Alberto con su polla fuera y había agujeros en las paredes, tres. En cada uno de ellos había una polla, mi mujer tenía una en cada mano mientras mamaba la otra que salía de la pared. Parecía hipnotizada mientras mamaba.

-"Mira quien ha venido a verte mami"- dijo Alberto.

Ella sin dejar de mamar me miró con cara de culpable y de viciosa al mismo tiempo. Me acerqué.

Alberto me ordenó "agachate tu también" le hice caso como siempre y me puse de cuclillas delante de el.

"Tu maridito te va a ayudar, te parece? cuantas pollas has vaciado ya?"-

Ella se sacó la polla de la boca que babeaba y dijo "tres".

"Muy bien putita" dijo, mientras acercaba su polla a mi boca, empecé a mamarsela. Ella siguió con la polla hasta que empezó a bombear lefa, que se tragó y dejo totalmente limpia. Cuando acabó fue a por la que tenía a la izquierda y siguió mamando. No tardó mucho en correrse tambien en su boca, mientras que la otra que pajeaba empezó a soltar chorros de lefa que le resbalaron por la mano,

Yo seguía mamando despacio a Alberto, como sabía que le gustaba, ella al acabar se acercó como preguntando si debía acompañarme, me saqué la polla con la mano y se la metí en la boca. Tenía la cara llena de la lefa que no había podido tragarse, estaba totalmente fuera de si.

"Voy a correrme, abrid la boca los dos "-dijo Alberto. Le obedecimos y recibimos ambos en nuestras bocas abiertas los chorros de leche caliente de Alberto.

"Muy bien perritos" -dijo subiendose la bragueta. La chica polaca joven había grabado todo en su movil.

Ahora podéis iros a casa, estaremos en contacto.

Nos pusimos de pie, adecentándonos como pudimos, yo llevaba a mi mujer casi en volandas porque estaba bastante borracha, salimos del local y llegamos al parking.

Cuando entremos en el coche la metí en la parte de atrás a cuatro patas, con la puerta abierta y le eché a un lado el tanga mientras la follaba, yo de pie fuera, ella dentro del coche.
Algunos curiosos se acercaron a mirar mientras la follaba salvajemente y ella gemía en voz alta, estaba supermojada.
Me corrí en su coño mientras veía a dos tios pajeandose viendo a mi mujercita con la cara llena de lefa disfrutar de su calentón.
Cuando terminé conduje hasta casa, y sin ducharnos nos acostamos.
(Continuará)
 
Me gustaría ver como ka hija folla con el padre y Alberto jeje, como sea pero continua
 
Familia sumisa de un amo (7)

Ni que decir tiene que las semanas siguientes fueron extrañas. Volvimos a la normalidad sin hablar de los últimos acontecimientos.

Pero... La realidad siguió su inevitable curso.

Pocas semanas después descubrimos que mi mujer estaba embarazada, imposible saber de quién dado el número de machos que se habían corrido dentro de ella.

Ella no quería abortar, y sinceramente me ponía muy cachondo pensar en que tuviera una niña de otro dentro de ella.

Mi hijo a su vez empezó a hormonarse para que le crecieran los pechos, estaba claro que quería ser transexual, empezó a vestirse de chica y se cambió el nombre a Erika.

Mi hija cada vez desaparecía por más tiempo, ahora llevaba un nivel de ropa y coche de lujo, era toda una mujer, todavía se parecía a una versión mas joven de su madre, aunque mas delgada y con menos pecho.

A mí echaron del trabajo. La jefa de zona enchochada con Alberto al final se había enterado de las mamadas en el baño, y me puso en la puta calle.

Había perdido el control de mi vida.

Me pajeaba todos los días recordando días mejores, más morbosos.



Hasta que un día mi nueva hija trans Erika, se presentó con su novio, Alí.

Ya le estaban creciendo los pechos y parecía totalmente una mujer, morena a diferencia de su hermana.

Alí era marroquí, era un joven alto de pelo negro y piel azabache, con grandes ojos verdes, nos sacaba una cabeza a todos.

El día que vino a casa se presentaron por sorpresa, era sábado por la tarde, hacía calor.

Mi mujer estaba en el sofá, era verano, con su barriga de preñada abultando una camiseta ajada, en tanga y sin sujetador, yo estaba tomando cafe en la barra de nuestra cocina que da al salón.

Cuando de repente entraron Erika y Ali nos presentamos amigablemente, mi mujer se levantó a saludar naturalmente dándole dos besos, poniendose de puntillas, el hizo un comentario amable sobre su embarazo.

Yo después de saludar y ofrecerle café, que aceptó...me puse a prepararlo en la cocina, mi mujer, lejos de irse a cambiarse de ropa se sentó en el sofá y empezó a charlar con Ali y Erika, como si nada; preguntándole de donde era y cuanto tiempo llevaba en España.

Le llevé el café a Ali, se veía que tenía una buena erección que trataba de ocultar cruzando una pierna sobre su rodilla, pero los pantalones de lino que llevaba revelaban una herramienta descomunal, dificil de ocultar.

Le dejé el café y volví a mí sitio en la barra de la cocina a seguir con mi café.

Mi hija Erika, al lado de Alí, mientras hablaban empezó a acariciarle el paquete disimuladamente, mi mujer hacia como que no se daba cuenta de las caricias al bulto de macho, mientras hablaba de lo exótica que es Marrakech, pero ya tenía los pezones tiesos que se marcaban a la par que la barriga, claramente a traves de la camiseta, aprovechó entonces para abrirse de piernas y que pudiera ver el minúsculo tanga que apenas tapaba su coñito depilado, ahora húmedo.

Eso hizo que Ali ya no aguantará más...y se quedase fijo mirando la entrepierna de mi mujer.

"Pensaba que no te gustaban las almejitas...yerno" -le dijo ella mientras lo miraba de manera lujuriosa.

El apenas pudo balbucear..."me gusta...todo".

"Quieres que comparemos?" -dijo mi mujer.

Sin esperar respuesta, ella se levantó y se quitó el tanga, arrojándolo a un lado.

Mi hija Erika se levantó, se quitó los leggins que llevaba y un tanga, dejando ver su pene, pequeño como el de un niño, perfectamente depilado.

"Cuál te gusta más?" -insistió.

"No sé, me gustan los dos"-contestó.

"A ver cuánto" -dijo mi hija mientras le bajaba la cremallera por fin y bajaba el short de Alí, que seguía sentado con los pantalones en los tobillos, dejando al descubierto un pollón caoba mojado por la excitación, que Erika sacudió arriba y abajo un par de veces arrancandole un suspiro a Ali.

"Papá ven" - me dijo mi hija.

Yo obedecí saliendo detrás de la barra, también presentaba una erección y había mojado parte del chándal de lo cerdo que estaba.

"Sólo faltas tú" -dijo divertida, y me bajo el pantalón del chándal y calzoncillos de golpe, dejando mi polla al descubierto, ridícula en comparación con la de Alí.

"Jugamos a ver quien se corre primero?" -dijo mi mujer, "para variar un poco yo juego con Ali y Erika con su papá, vale?"

Sin perder un instante Erika se puso de rodillas y empezó a chuparme la polla, se la podía meter hasta el fondo, hasta chuparme los huevos con la lengua.

Mi mujer se arrodilló delante del sorprendido pero cachondo Alí y empezó a chuparle la polla, sólo podía metersela hasta la mitad porque era grandísima.

Con lo cachondo que estaba y viendo a mi mujer preñada a cuatro patas mamando ese pollón, mientras mi hija que era una experta chupapollas intentaba correrme primero no duré ni un minuto.

Agarre la cabeza de mi hija y vacíe mis huevos en su garganta mientras me corría a gritos.

A Alí pareció gustarle, o estaba aguantando hasta ese momento, porque empezó a correrse también, mi mujer retiro la cara dejando que los chorros de semen caliente le cayeran por la cara, pelo y camiseta.

Toda una lluvia de lefa que agradeció con la boca abierta, con su lengua limpió con esmero todo el pollón del yerno.

Cuando acabamos, nos despedimos cordialmente, cómo si nada hubiera pasado, mi mujer dijo que iba a ducharse y se fué, asegurando que estaba encantada con el nuevo yerno, yo les pregunte si querían tomar algo más , a lo que dijeron que no, que habian quedado.

La última imagen de mi hija que vi fue a Ali agarrandole él culo a Erika sin cortarse mientras le susurraba algo al oído que la hizo reir.

Pocos días después, recibiríamos la carta con la noticia de que Erika había desaparecido en Marruecos...

(Continuará...?)
 
En el segundo, deje de leer cuando el otro le enseño el video y era su hija... lo siento es tan poco creíble... pero bueno para gustos..
 
En el segundo, deje de leer cuando el otro le enseño el video y era su hija... lo siento es tan poco creíble... pero bueno para gustos..
Viendo los comentarios que haces tampoco me extraña nada, no te preocupes, como tú dices no todo el mundo tiene buen gusto.
 
Familia sumisa de un amo (7)

Ni que decir tiene que las semanas siguientes fueron extrañas. Volvimos a la normalidad sin hablar de los últimos acontecimientos.

Pero... La realidad siguió su inevitable curso.

Pocas semanas después descubrimos que mi mujer estaba embarazada, imposible saber de quién dado el número de machos que se habían corrido dentro de ella.

Ella no quería abortar, y sinceramente me ponía muy cachondo pensar en que tuviera una niña de otro dentro de ella.

Mi hijo a su vez empezó a hormonarse para que le crecieran los pechos, estaba claro que quería ser transexual, empezó a vestirse de chica y se cambió el nombre a Erika.

Mi hija cada vez desaparecía por más tiempo, ahora llevaba un nivel de ropa y coche de lujo, era toda una mujer, todavía se parecía a una versión mas joven de su madre, aunque mas delgada y con menos pecho.

A mí echaron del trabajo. La jefa de zona enchochada con Alberto al final se había enterado de las mamadas en el baño, y me puso en la puta calle.

Había perdido el control de mi vida.

Me pajeaba todos los días recordando días mejores, más morbosos.



Hasta que un día mi nueva hija trans Erika, se presentó con su novio, Alí.

Ya le estaban creciendo los pechos y parecía totalmente una mujer, morena a diferencia de su hermana.

Alí era marroquí, era un joven alto de pelo negro y piel azabache, con grandes ojos verdes, nos sacaba una cabeza a todos.

El día que vino a casa se presentaron por sorpresa, era sábado por la tarde, hacía calor.

Mi mujer estaba en el sofá, era verano, con su barriga de preñada abultando una camiseta ajada, en tanga y sin sujetador, yo estaba tomando cafe en la barra de nuestra cocina que da al salón.

Cuando de repente entraron Erika y Ali nos presentamos amigablemente, mi mujer se levantó a saludar naturalmente dándole dos besos, poniendose de puntillas, el hizo un comentario amable sobre su embarazo.

Yo después de saludar y ofrecerle café, que aceptó...me puse a prepararlo en la cocina, mi mujer, lejos de irse a cambiarse de ropa se sentó en el sofá y empezó a charlar con Ali y Erika, como si nada; preguntándole de donde era y cuanto tiempo llevaba en España.

Le llevé el café a Ali, se veía que tenía una buena erección que trataba de ocultar cruzando una pierna sobre su rodilla, pero los pantalones de lino que llevaba revelaban una herramienta descomunal, dificil de ocultar.

Le dejé el café y volví a mí sitio en la barra de la cocina a seguir con mi café.

Mi hija Erika, al lado de Alí, mientras hablaban empezó a acariciarle el paquete disimuladamente, mi mujer hacia como que no se daba cuenta de las caricias al bulto de macho, mientras hablaba de lo exótica que es Marrakech, pero ya tenía los pezones tiesos que se marcaban a la par que la barriga, claramente a traves de la camiseta, aprovechó entonces para abrirse de piernas y que pudiera ver el minúsculo tanga que apenas tapaba su coñito depilado, ahora húmedo.

Eso hizo que Ali ya no aguantará más...y se quedase fijo mirando la entrepierna de mi mujer.

"Pensaba que no te gustaban las almejitas...yerno" -le dijo ella mientras lo miraba de manera lujuriosa.

El apenas pudo balbucear..."me gusta...todo".

"Quieres que comparemos?" -dijo mi mujer.

Sin esperar respuesta, ella se levantó y se quitó el tanga, arrojándolo a un lado.

Mi hija Erika se levantó, se quitó los leggins que llevaba y un tanga, dejando ver su pene, pequeño como el de un niño, perfectamente depilado.

"Cuál te gusta más?" -insistió.

"No sé, me gustan los dos"-contestó.

"A ver cuánto" -dijo mi hija mientras le bajaba la cremallera por fin y bajaba el short de Alí, que seguía sentado con los pantalones en los tobillos, dejando al descubierto un pollón caoba mojado por la excitación, que Erika sacudió arriba y abajo un par de veces arrancandole un suspiro a Ali.

"Papá ven" - me dijo mi hija.

Yo obedecí saliendo detrás de la barra, también presentaba una erección y había mojado parte del chándal de lo cerdo que estaba.

"Sólo faltas tú" -dijo divertida, y me bajo el pantalón del chándal y calzoncillos de golpe, dejando mi polla al descubierto, ridícula en comparación con la de Alí.

"Jugamos a ver quien se corre primero?" -dijo mi mujer, "para variar un poco yo juego con Ali y Erika con su papá, vale?"

Sin perder un instante Erika se puso de rodillas y empezó a chuparme la polla, se la podía meter hasta el fondo, hasta chuparme los huevos con la lengua.

Mi mujer se arrodilló delante del sorprendido pero cachondo Alí y empezó a chuparle la polla, sólo podía metersela hasta la mitad porque era grandísima.

Con lo cachondo que estaba y viendo a mi mujer preñada a cuatro patas mamando ese pollón, mientras mi hija que era una experta chupapollas intentaba correrme primero no duré ni un minuto.

Agarre la cabeza de mi hija y vacíe mis huevos en su garganta mientras me corría a gritos.

A Alí pareció gustarle, o estaba aguantando hasta ese momento, porque empezó a correrse también, mi mujer retiro la cara dejando que los chorros de semen caliente le cayeran por la cara, pelo y camiseta.

Toda una lluvia de lefa que agradeció con la boca abierta, con su lengua limpió con esmero todo el pollón del yerno.

Cuando acabamos, nos despedimos cordialmente, cómo si nada hubiera pasado, mi mujer dijo que iba a ducharse y se fué, asegurando que estaba encantada con el nuevo yerno, yo les pregunte si querían tomar algo más , a lo que dijeron que no, que habian quedado.

La última imagen de mi hija que vi fue a Ali agarrandole él culo a Erika sin cortarse mientras le susurraba algo al oído que la hizo reir.

Pocos días después, recibiríamos la carta con la noticia de que Erika había desaparecido en Marruecos...

(Continuará...?)
Si hombre sigue contando.
Es poco creíble, pero puede ser cierto.
Yo solo se que me pone cachondo y es de lo que se trata. De eso va esta página.
A quien no le guste que vaya a ver bob esponja.
 
Si entráis aquí pensando que algo de los relatos es cierto, es que de verdad os falta un hervor amigos.
Evidentemente es fantasía, o es que esperáis al final de la peli porno para ver si se casan?
 
Sigue que lo importante es que nos pone muy burros y nos da para pajote
 
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