Pues resulta que tengo un elenco de vecinas bastante interesante, todas ellas entre los veinticinco y los cuarenta años, varias parejas de gente joven, recién casadas jóvenes, mamás, son varios edificios en el complejo en el que vivo y está lleno de mujeres con esa edad, , etc... hay un par de ellas que se nota claramente que no están bien atendidas en cuanto a su intimidad doméstica concierne. Entrar a los ascensores es una gozada, se percibe claramente el aroma a hembra fértil y hormonada.
Así las cosas, no es de extrañar que algún tanga roto me haya encontrado en el ascensor, condones sueltos e incluso prendas íntimas tiradas por ahí, o que a una de ellas directamente me la haya encontrado por las escaleras de emergencia follando de madrugada.
La cuestión es que tengo dos ideas, la primera, la de ligarme a alguna de ellas (me da igual cuál de todas) y follar a escondidas, típica de tener una amiga cómplice en el edificio para follar y cumplir todas nuestras perversiones... me da morbo luego vernos con nuestras parejas e hijos como si nada.
Y luego la segunda, más retorcida, pillar a alguna de ellas a oscuras por los bajos del edificio donde está el aparcamiento y sin miramientos abordarla por detrás, empotrarla contra algún coche y follarla sin mediar palabra, levantarle la falda o bajar el pantalón, apartar las bragas o tanga (en su caso), follarla aplastada contra el coche (tengo una envergadura y peso corporal importante) y así hasta estallar y dejarle el coño a rebosar, descargar mis testículos y seguir como si no hubiera pasado nada...