No llegué a tanto, pero cuando falleció su hermana hace bastantes años ya y recién habíamos tenido nuestra hija se le vino el libido abajo. A eso se le sumaba que tenía un trabajo bastante estresante, osea se juntó todo. Casi 4 o 5 años sin hacerlo yo al principio lo intentaba pero no soporto que una mujer no ponga interés y en plan estrella de mar. Sé que lo hacía para que yo me desfogase pero no soy capaz así que pasé de pedirle nada. No tuve más remedio que armarme de paciencia y aguantar porque la quiero muchísimo. Le hacía y le hago regalos, viajes, flores, cenas...pero la cosa apenas mejoró y es que ahora no es que sea mucho más y ya pasaron 20 años.
Al segundo o tercer año, en un viaje de trabajo a la vuelta tuve que hacer una escala larguísima en Barcelona por problemas de la aerolínea, así que cogí un hotel, bueno me lo pagaron. Salí a cenar y paseando ví un anuncio de un centro de masajes eróticos con final feliz. No me digáis porqué pero me quedé mirándome a una especie de espejo-escaparate y me dije: "tira para adentro que solo tenemos una vida". Entré y tuve la inmensa suerte de dar con una chica encantadora, jovencita y algo chubby como me gusta a mí. Los servicios de estas personas deberían estar incluidos en las prestaciones de la Seguridad Social, ni psicólogos ni gaitas. Aparte del trabajo que me hizo, estuvimos hablando, de hecho nos pasamos de largo del tiempo, no tenían muchos clientes ese día, y conecté con ella de tal manera que fue algo más del final feliz.
No volví a tener sexo de pago, aunque los masajes me encantan y voy tres o cuatro veces al año, pero sin final feliz, solo erotismo. Lo que sí es que pocos meses después empecé a tener una amante, luego otra y luego otra y ahí me quedé, de momento, que tampoco soy Casanova y la edad no ayuda. Visto lo visto, cada pareja es un mundo. Tengo un amigo que me confesó una vez que desde que tuvieron el segundo hijo y último, nunca más lo volvieron a hacer. De eso 15 años.