Gracias a la lencería

Pedromiguel

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Me he acostumbrado a usar lencería femenina en lugar de los habituales calzoncillos boxer o slips masculinos.

Fue de casualidad, en una escapada de fin de semana, cuando olvidé llevar los míos. Cuando le comenté a mi mujer me dijo que me pusiera uno de ella, y me tiró una bombacha rosada, con encaje, no muy chica. Me la puse, divertido, y se me puso dura la polla. Me gustó.

Después compré algunas para mí y me excita usarlas y comprarlas. Me gustan los CK, ni tangas ni grandes de vieja. Es muy cómodo.
En mi casa ando muchas veces desnudo o con tangas. Cuando me cocino o cuando lavo la cocina me excita especialmente hacerlo solo vestido con lencería femenina.

Un día salgo de mi casa y me cruzo en la calle con un vecino, del edificio de al lado. Me saluda, amable. No tenemos amistad, pero hemos intercambiado algunas palabras de vez en cuando, sobre todo cuando salgo a pasear a mi perro.
Ese día me para y me dice:

- Ud. perdone vecino, le puedo hacer una pregunta?
- sí, desde luego, no sé si se la contesto, - él se rio también y siguió preguntando:
- No sé si Ud. sabe, pero desde mi cocina en casa yo veo la suya. Ud vive en el 2do, ¿verdad? Yo estoy en el 3ero y lo veo bien claro.
- entiendo, y entonces?
- bueno, que yo veo que Ud. anda mucho desnudo o en lencería femenina, no le importa que lo vean así de todos lados? y perdone mi atrevimiento, por qué usa lencería femenina? le gusta vestirse así, de mujer?
 
- perdone Ud. , pero a Ud que le importa? - le respondí, algo molesto, pero también me gustó que lo notara y me lo dijera.
- no se enoje, por favor, solo quería que supiera que se lo ve claramente, y que asi como lo veo yo lo debe ver mucha gente.
- está bien, si, me gusta usar ropa de mujer y también me gusta hacer algunas tareas de la casa, en general femeninas, como lavar la vajilla. Lamento si le molesto, la próxima vez puede no mirar. - le dije, seco y, dándome vuelta, seguí mi camino.
 
Pasaron varios días sin que volviera a encontrarme con el vecino. Sin embargo, lo sucedido no dejaba de darme vueltas por la cabeza.

Era inevitable cuando estaba en la cocina dirigir frecuentes miradas a la cocina de mi vecino en el edificio de al lado. Lo vi un par de veces, pero no parecía estar él mirando hacia mi casa. Igual iba de tanga y a veces desnudo, confiando en que alguien estaría mirando en alguno de los edificios que me rodeaban.

Como a la semana o los diez días del episodio del encuentro cuando salgo con el perro me encuentro de frente con él que caminaba hacia su casa. Me saludó muy amable y yo respondí pero seco, contenido. Después que nos cruzamos se dio vuelta y me llamó:

-Vecino, venga que quiero hablar con Ud.

Me detuve y me di vuelta. Se acercó, sonriente, acarició a mi perro y luego me dice:

- primero quiero pedirle disculpas por el malentendido del otro día, no pretendía de ninguna manera ofenderlo, todo lo contrario, quería señalarle algo que tal vez Ud. no había tomado conciencia.

- está bien, -respondí- no tiene importancia. está disculpado.

- por otra parte, si es algo que a Ud. le divierta lavar la vajilla, tengo un montón, hahaha, y no tengo a nadie que la lave por mí. Si quiere venir a lavarla, a divertirse, -por favor- le invito con una cerveza o el que sea su veneno favorito, vino, whisky, hahaha Quiere? como señal de paz? y charlamos un poco y nos conocemos. Me cae muy bien Ud. me gusta la gente original, que hace y dice lo que quiere, sin timideces.

Entonces el que se rio fui yo, y acepté su oferta, le dije que iba a pasear media hora al perro y que después pasaba por mi cerveza.

- me da una alegría, es el 302, Lo espero.
- estaremos solos? Su esposa no esta?
- estaremos solos, tranquilo, vivo solo.- y me palmeo el hombro.

Media hora después había dejado al Negro en casa y llamaba en su apartamento. Me abrió la puerta principal y subi.
Estaba la puerta abierta y entré, cerrando detrás mio. Vino a saludarme y me llevó a la cocina. No era chiste, tenía una montaña de vajilla, ollas, sartenes y cubiertos, etc para lavar.

- no le importaría lavar en lencería femenina? Como haces en su casa? Me gusta verte, hahaha, - ya se le había escapado un tuteo. Yo lo iba a seguir tratando de Ud.
- claro que no, - respondí, mientras sentía que se me ponía dura la polla. Me había cambiado poniéndome una de las más femeninas y putas que tenía, previendo algo así.

Me llevó al dormitorio, que era otro desorden de ropa de vestir y de cama. Era evidente que allí no había mujer!

-y cuando esté listo lo espero en la cocina con la cerveza.

Parecía broma. Pero hice eso. Quedé solo vestido con una bombachita roja, de encajes, que me quedaba perfecta. El culo quedaba medio descubierto. Tuve problema con la polla porque la situación había hecho que se pusiera morcillona. Pero finalmente la pude acomodar.

En la cocina me esperaba con las cervezas y otra sorpresa: él estaba también vestido solo con calzoncillos. Unos boxer grandes, bien masculinos.
Brindamos con las cervezas, tomé unos tragos y me puse a trabajar. Soy muy eficiente y como me gusta ordenar y limpiar la cocina lo hago muy bien.
En un rato había terminado con la limpieza y puesto todo a secar.

Todo el tiempo el vecino tomaba cerveza y me hablaba de sexo, mientras se tocaba la polla a través de la ropa. Era evidente que estaba en erección, formaba una buena carpa en su ropa.

- y por qué te gusta tanto hacer esto? Te excita sexualmente?
- no sé por qué, solo sucede.
- y a tu mujer no le importa que seas medio marica?
 
Ya había abandonado totalmente el Ud., me tuteaba todo el tiempo. Yo, a la inversa, lo seguía tratando de Ud.

- No, no le importa, ¿y por qué le parece tan raro? No es que sea marica, solo me gusta la lencería.
- Solo eso? sabes que no te creo? Se nota, por ej., que estás con la pija dura de exhibirte frente a mí en tanga y haciendo trabajo de mujer, como lavar la cocina.
- Ud. puede pensar lo que quiera, ya le expliqué que me excita la lencería.
- una lástima, mira que buena herramienta para que juegues tengo, - y mientras me decía eso, sacó su polla por la abertura de su calzoncillo y me la mostró.
Estaba dura, como se adivinaba y era grande. Oscura, larga y gorda, le desnudaba el glande, mostrándomelo hinchado y brillante de jugos. Se pajeaba, deleitándose en mostrarme como lo hacía.

Lo miré, asombrado.
Era de unos 50 años, con una buena barriga de cerveza, pocos pelos en el cuerpo. Brazos y piernas delgadas, mostrando ausencia casi total de actividad física. De facciones agradables, cabeza casi totalmente calva, bien afeitado, sonreía fácilmente y era simpático, me decía de todo y no ofendía. Su carácter más destacado físicamente era, sin duda, su buena verga.

Mientras lo miraba se dio cuenta de mi estudio, se paró y se sacó los calzones, quedando totalmente desnudo. Debajo de su polla colgaban dos grandes huevos. Los pelos del pubis eran desprolijos y entrecanos. La pija parecía más grande al mostrarse desnudo

- para mí que el marica es Ud., no está queriendo ligar conmigo?

- sabes que si, me tienes obsesionado, desde que hablamos el otro día, te espío todos los días cuando vas a la cocina en tanga y me he hecho buenas pajas pensando en vos, tengo unas ganas enormes de follarte ese culo, - dijo mientras se paraba y se acercaba a mí, poniéndome la mano en la nalga más próxima.
Se sentía áspera y caliente, la metió por debajo de la tanga y exploró con sus gruesos dedos el surco, buscando mi ojete, sin ninguna delicadeza.
 
Nunca había sido follado por un tío.

Mi mujer si me lo había hecho muchas veces. Empezó con los dedos a darme placer mientras follábamos.
De a poco me fue gustando cada vez más. Un dedo, dos dedos y de ahí pasó ya a hacerlo cuando me chupaba o cuando me hacía la paja contándome algo. Me venía cómo un cerdo cuando lo hacía. Me encantaba, y a ella también.

Fue aumentando la cantidad de dedos hasta meterme 4, empujando con la parte más gruesa de la mano, abriéndome. Entonces le regalé un arnés y varias pollas de silicona de distintos tamaños. Ya me follaba con la más gruesa que era como mi polla. Era más chica que la verga de mi vecino.

Mi mujer me ponía en 4 y me enculaba, dejándome que yo me hiciera la paja. Ahora usaba una polla ella también en el coño mientras me follaba, decía que era un tercero que nos follaba a los dos. Así que la fantasía ya estaba en nosotros.

Pero ahora no sabía qué hacer.
Nunca hablamos con mi mujer sobre qué hacer si surgía esta posibilidad. Ella me insistía que un dildo no era una verdadera polla, que una polla de hombre era mucho mejor y que un día tenía que probar una de verdad.

Era algo que estaba en la carpeta de cosas a hacer. Siempre pensé que el macho lo iba a poner ella y que sería en un trío con alguno de los que la follaban.
Pero ahora había surgido otra posibilidad, gracias a mi hábito de usar lencería.

Mientras el vecino seguía tocándome el culo, había encontrado mi agujero y lo exploraba con los dedos. Yo lo dejaba hacer mientras decidía si dejarme tocar o irme. ¡Me estaba dando mucho gusto! Se chupó un dedo y, bien lubricado con saliva, me lo metió bien adentro. ¡Era gordo!

- pero este culito está muy bien trabajado, mi amor, no tiene nada de virgen, no te decía yo que eras puto? No me mientas, ¡no me gusta eso!
- no te mentí, nunca follé con un hombre, dale con cuidado, sólo cogí con dildos.

Tampoco olvidaba yo que estábamos en la cocina, a la vista de toda la urbanización vecina. Una cosa es pasearse desnudo, otra muy distinta es hacer un espectáculo pornográfico y homosexual, sin saber quién te puede estar mirando.

Pensé que debía irme, ¡pero era tan lindo lo que sentía! Me metió todo el dedo, muy adentro. Con la otra mano lo veía masturbar esa pija suya, muy linda sí, pero tan grande que me asustaba. No creía que la pudiera aguantar. Se veía tan potente, tan fuerte.

Y si lo dejara, ¿qué irá a decir mi mujer cuando le cuente? se enojará? o le gustará?
 
Sacó su dedo de mi culo, me tomo de la mano y me llevo al dormitorio. Tal vez pensó lo mismo que yo, que podíamos ser vistos.

Parecía que mis dudas estaban resueltas, sin pensarlo más, dejé que me llevara de la mano.

Tiro al suelo unas ropas que estaban sobre la cama, se dio vuelta y sonriendo, me abrazo. Sentía su verga dura que se apoyaba, desnuda, en mi barriga. Era más alto que yo.

Me miro a los ojos y busco mi boca con la suya. Nunca me había besado con un hombre. Sentí sus labios húmedos y blandos sobre los míos. Me dio mucho morbo. Me deje besar. Entreabrí los labios, dejando entrar su lengua que me buscaba penetrar la boca, la busqué con la mía y nuestras lenguas se enredaron en un morreo apasionado.

Sus manos me agarraron del culo y me apretaron contra su erección, casi levantándome del piso. Era fuerte, pese a su apariencia descuidada. Tomó me tanga de los bordes y la bajó a medio muslos. Nuestras pollas se encontraron en el abrazo y se frotaron entre ellas. Ambas estaban duras y soltaban un líquido transparente y espeso.
Sentí que me mojaba la barriga.
Lo busqué con mi mano y me asombró su dureza y tu tamaño. Era caliente y muy suave. Lo masturbé, dándole placer.
Me dio vuelta y lo sentí apoyándomela en el culo. La frotó por las nalgas y luego la metió en el surco, recorriéndolo de arriba a abajo y viceversa, mojándome y pasando por el agujero del culo. Era delicioso.

- Te gusta, puto? Verdad que sí? No te atrevas ahora a decirme que no te gustaría que te follara, bien follado?
 
Sacó su dedo de mi culo, me tomo de la mano y me llevo al dormitorio. Pensó lo mismo que yo, que podíamos ser vistos.
Tiro al suelo unas ropas que estaban sobre la cama, se dio vuelta y me abrazo. Su verga dura se apoyaba en mi barriga. Era más alto que yo.

Me miro a los ojos y busco mi boca con la suya. Nunca me había besado con un hombre. Sentí sus labios húmedos y blandos sobre los míos, me dominaba, firme, metió mis labios en su boca, sentí su lengua dura empujando. Me dio mucho morbo. Me deje besar. Entreabrí los labios, dejando entrar su lengua que me buscaba penetrar la boca, la busqué con la mía y nuestras lenguas se enredaron en un morreo apasionado.

Sus manos me agarraron del culo y me apretaron contra su ereccion. Volvió a meter un dedo buscando mi agujero. Eran dedos gruesos y ásperos, duros, nada delicados. Encontró por donde penetrarme y lo hizo.

- asi puto, afloja ese culo, déjame entrar, siii, eso! Ahi va… y con otro, jajaja

Me metía más dedos, asi, a lo bruto, sin otro lubricante que mojar los dedos con su saliva.

- se te abre fácil, los sientes? Ya te metí tres deditos, jajaja, te gusta, maricon? A la cama, vamos, - y me dio una palmada fuerte en la nalga, - ponte en 4, que vas a gozar…eso, muy obediente, me gusta…que linda nena tengo acá hoy!

Me puse como en cuatro patas pero me hizo doblar los brazos, con lo que mi culo quedó apuntando para arriba, totalmente expuesto, entregado. Estaba muy curioso y caliente, con muchas ganas de sentir una polla de verdad, de carne, como decía mi mujer. También tenía un poco de miedo de que me doliera.

- por favor se suave, la tienes muy grande, - le pedí-

Me respondió con otra nalgada fuerte.

- Ud. se calla y se lo banca, no te hagas la virgencita! Si por ahi ha entrado de todo, jajaja



-
 
Última edición:
- y ahora te vas a poner otra vez tu tanga, te voy a follar con ella puesta, me gusta mucho como te queda!

Me hizo levantarme, ir a buscar la tanga y ponérmela. Volví a mi posición. Me sacó una foto en posición con tanga, para hacerme la paja cuando no estés, me dijo.

Se paró detrás mío, corrió la tira de la tanga, me puso bastante lubricante en el culo y en su pija. Aprovechó para seguir metiéndome dedos y lubricante adentro. Luego apoyó la punta de la verga en mi ojete abierto y la empujó hacia adentro. No dolió nada todavía y ya se sentía rico.

- Esto está apretadito, mi nena, pero ya va a entrar toda, no te preocupes, que hoy te vas de acá bien folladita, hahaha, adentro un poquito más, - y empujó fuerte, ahí si me dolió y grité, entonces paró y se quedó quieto, la verga metida un pedazo más. Mis músculos se fueron adaptando a la intromisión y gradualmente dejó de doler, - ya estás bien putita? aflojó? no queda mucho más y es más fina ahora, un empujoncito más, asiiiii y ya está adentro, todita mi amor, todita - aguanté como un verdadero macho, ya no dolía y me sentía abierto. Era una sensación muy excitante.

Tenia razón mi mujer, una verga de verdad es mucho más lindo que un dildo, muy distinto. Es difícil describir la diferencia, es una dureza distinta? es más suave? más cálido? El roce al entrar y salir me gustaba mucho y sentí que me iba a venir sin tocarme. Quise aguantar, pero entonces él se acabó, sujetándome de las caderas mientras me follaba con fuerza y me decía de todo, echándome toda la leche adentro. No puede contenerme más y me acabé yo también, derramando toda mi lefa en las sábanas revueltas de su cama.
Me dejé caer, boca abajo en la cama. Él se salió y se acostó, suspirando y respirando fuerte a mi lado, boca arriba. su polla aún dura, apuntando al techo.
 
Cuando llego mi mujer del trabajo le conté todo. Se puso furiosa.
Me dijo de todo y después de los insultos decidió no hablarme. Una bendición! Jajaja
Al día siguiente seguía enojada. No me preparo el desayuno ni me hablo, se había vestido y desayunado ella sola.
Se fue a trabajar dando un portazo, sin saludar.

Yo no estaba preocupado. Ya se le iba a pasar. Donde iba a encontrar otro marido que le aguantara lo mismo que yo?

Llame a Esteban ( el vecino), y no me atendió el teléfono. Estaria aun durmiendo? Yo estaba muy cachondo, recordando la tarde anterior. El culo me dolía un poquito. Me gustaba, me traía recuerdos y la polla se me ponía morcillona recordando todo lo que habíamos hecho.
Me desnude, me di una ducha y me vestí con una buena tanga de puta. Estaba muy cachondo.
Asi preparado lave la vajilla y arregle la cocina. No vi ningún movimiento en la cocina de Esteban.
Me demoré a propósito, exhibiéndome. La polla dura levantaba la tanguita.
No vi a nadie.
Me fui al dormitorio, busqué un buen dildo, mi preferido, que es grande y muy suavecito. Le puse un forro y lo lubriqué asi como puse gel en mi culo.
Busqué una buena historia, me ensarte con la “polla” y me hice una buena paja. Después de echarme la leche en la mano me chupe los dedos, literal! Y luego me dormí. Estuvo bueno!
Me despertó el teléfono a las 11.
Mire y era mi mujer. Pensé, que te den! No atendí y lo dejé sin sonido.
Me vestí y salí a pasear con mi perro. Iba bien contento.
Volví una hora después y mi mujer había llamado 5 veces! Esteban una. Le devolví la llamada a Esteban y quedamos para almorzar juntos en un lugar del barrio.
 
Como siempre muy morbosos tus relatos, espero seguir leyendo esta historia.

Por cierto, hipotéticamente, yo sería tu vecino jeje

El culo que se ve en ti foto eres tu con peluca?
 
Ojalá tuviera ese culo!!!. No soy yo.
Me gusta que seas mi vecino! 😄😉😜 juguemos!
 
Fuimos a almorzar a una pizzería cerca.
Todo fue muy cómodo y relajado. Nadie me rezongaba. Me sentía muy libre.
En público todo era como dos amigos que salen a comer algo juntos. Nadie podía imaginarse nuestra verdadera relación.
Unicamente que se sorprenderían si nos hubieran oido!

- te gusto ayer que te cogiera? No es cierto que una pija de verdad es distinto?
- me gusto, claro que fue bien distinto a un consolador! La que no está contenta es mi mujer!
- no? No me digas que le contaste!
- Le conté, si, por que no? Además es un placer recibir la leche adentro! Hoy de mañana todavía salía!jejeje
 
Última edición:
Morbazo total. Ya me gustaría tener un vecino así.
Fuimos a almorzar a una pizzería cerca.
Todo fue muy cómodo y relajado. Nadie me rezongaba. Me sentía muy libre.
En público todo era como dos amigos que salen a comer algo juntos. Nadie podía imaginarse nuestra verdadera relación.
Unicamente que se sorprenderían si nos hubieran oido!

- te gusto ayer que te cogiera? No es cierto que una pija de verdad es distinto?
- me gusto, claro que fue bien distinto a un consolador! La que no está contenta es mi mujer!
- no? No me digas que le contaste!
- Le conté, si, por que no? Además es un placer recibir la leche adentro! Hoy de mañana todavía salía!jejeje
 
Todavía estaba asombrado.

- no te puedo creer que le hayas contado! estás loco?
- no, nosotros normalmente nos contamos todo. Siempre le conté de las amantes que tuve, también sabe que me gusta sentir algo adentro del culo.
- claro, eso entiendo, pero de que estuviste con un hombre? me asombra!
- si ella me cuenta cuando folla con otros, por qué no puedo yo hacer lo mismo? Además, siempre me dijo que una verga de verdad era otra cosa, que un día tenía que probar una.
- entonces no entiendo, por qué se enoja?
- yo creo que está celosa, ya se le va a pasar. Ya me llamó varias veces después de la pelea de la mañana.
- y, que te dijo?
- no le atendí, que se enfríe y esta noche hablaremos. Bueno, basta con mi mujer, hablemos de nostros. ¿Vamos ahora a follar?, ¡me encanta coger en la siesta!
- no, no podemos, está la Sra. que limpia mi casa, Se queda toda la tarde.
- vamos a mi casa, no hay nadie hasta las 7, que vuelve mi mujer. Tenemos tiempo.
- y si viene antes?
- no importa, la invitamos jajajaj
- sí??? la invitarías? -no te importaría que yo la cogiera?
- no, no solo no me importaría, sería divertido, hacer un trío así. Hemos hecho con dos mujeres, pero nunca con dos hombres.

Y entonces fuimos a mi casa y volvimos a follar. Estuvo muy bien, mejor que el día antes. Hizo que se la chupara y luego me folló.
Se tenía que ir antes de que se fuera su empleada. Hubiera sido divertido esperar a mi esposa en la cama con él.

Esperé desnudo a que volviera mi mujer, vestido con tanga y con el culo lleno otra vez de leche del vecino.

Confiaba en que le gustaría encontrarme así y que echaríamos un buen polvo de reconciliación. Así fue la primera vez que supe que me metía cuernos con un exnovio.

¡Y todo esto gracias a la lencería!
 
Finalmente, cansado, me quedé dormido

No oí cuando llegó mi mujer del trabajo.

Me despertó acariciándome, acostada atrás mío, desnuda, adornada con el arnés con la verga de silicona más grande que tenemos.

- sabes quién está atrás tuyo, no? Es Pierre, lo sentís?

Esa polla es negra, larga y gorda. Yo no la uso normalmente porque es demasiado grande para mi.

Ella si la usa y le encanta metérsela. Fantasea con que es la de un amante negro, Pierre, un macho que tuvo antes de casarnos.
Ahora la sentía apoyada entre mis nalgas. Me dio miedo!

- así que quieres polla? Yo te voy a dar polla, vamos a ver si seguís buscando por ahí! Te queda linda esa tanga roja! Córrela para ofrecerle a Pierre ese culito puto tuyo. Vas a aprender que tu mujer decide quien te coge!

Corrí la tira de la cola y ella metió los dedos, buscando el lugar. Cuando lo encontró abierto y chorreando leche se enojó de nuevo.

- como lo tienes, hijo de puta! Estuviste cogiendo en mi cama con el vecino? Yo te voy a dar pija!!! Vas a quedar llorando! Puto de mierda!!!
 
- si, estuve follando con el vecino, si, y vos no coges con quien se te ocurre? por qué yo no voy a poder hacer lo mismo?
- ah, y todavía me contestas! si serás atrevido...ya vas a ver

y separándome con las manos los cachetes del culo, sentí que su polla (o la de Pierre, hahaha) me buscaba para follarme.

La sentía recorrer el surco, guiada por su mano hasta que la apoyó en el agujero. Estaba como dije, abierto y lubricado, por lo que no tuvo dificultades en empezar la penetración. Lo sentía como me abría y se metía dentro mío, sin dolor, ¡pero con placer!
Eso no era lo que mi mujer quería, seguía enojada. Cuando vio que me gustaba, empujó más fuerte, dilatándome más rápido.

Era mucho más grande que la polla del vecino, y en un momento empezó a doler.
La sentía como entraba a lugares vírgenes de mi culo, abriéndolo mucho más que nadie antes. Era un dolor que no molestaba, diría que hasta era agradable. Yo estaba ya con mi polla bien dura, sin tocarme. Gemí, bajito, gozando la follada que me daba mi mujer, la segunda del día. ¡Una gloria!
Yo hacía fuerza hacia afuera con mi culo para dilatar más y que entrara toda, como le entraba a mi esposa. Finalmente sentí que su cuerpo se apoyaba en mi espalda. Estiró las manos hacia adelante, con una me pellizcó fuerte una tetilla mientras que con la otra me masturbaba. Yo no iba a durar mucho así.

- toma, la tienes toda adentro, que marido más puto que tengo! cómo no voy a follar con otros con el maricón que tengo en casa!

y empezó un mete y saca que me sacudía todo, haciendo gemir nuestra cama, que acompañaba nuestros quejidos y suspiros mientras follábamos. Ella se acabó rápidamente, siempre lo hace así, y tiene luego varios orgasmos encadenados. Me empujó fuerte, bien profundo cuando se vino y desencadenó mi segundo orgasmo del día, que se vació todo en la sábana.

Me la dejó adentro y me besó en la nuca, cariñosa.

- y cuando me vas a presentar a tu amante? susurró en mi oreja, mordiéndome el lóbulo, -si me gusta voy a dejar que me folle también, sabes?

¡Yo seguía disfrutando del placer que me había traído la lencería!
 
- si, estuve follando con el vecino, si, y vos no coges con quien se te ocurre? por qué yo no voy a poder hacer lo mismo?
- ah, y todavía me contestas! si serás atrevido...ya vas a ver

y separándome con las manos los cachetes del culo, sentí que su polla (o la de Pierre, hahaha) me buscaba para follarme.

La sentía recorrer el surco, guiada por su mano hasta que la apoyó en el agujero. Estaba como dije, abierto y lubricado, por lo que no tuvo dificultades en empezar la penetración. Lo sentía como me abría y se metía dentro mío, sin dolor, ¡pero con placer!
Eso no era lo que mi mujer quería, seguía enojada. Cuando vio que me gustaba, empujó más fuerte, dilatándome más rápido.

Era mucho más grande que la polla del vecino, y en un momento empezó a doler.
La sentía como entraba a lugares vírgenes de mi culo, abriéndolo mucho más que nadie antes. Era un dolor que no molestaba, diría que hasta era agradable. Yo estaba ya con mi polla bien dura, sin tocarme. Gemí, bajito, gozando la follada que me daba mi mujer, la segunda del día. ¡Una gloria!
Yo hacía fuerza hacia afuera con mi culo para dilatar más y que entrara toda, como le entraba a mi esposa. Finalmente sentí que su cuerpo se apoyaba en mi espalda. Estiró las manos hacia adelante, con una me pellizcó fuerte una tetilla mientras que con la otra me masturbaba. Yo no iba a durar mucho así.

- toma, la tienes toda adentro, que marido más puto que tengo! cómo no voy a follar con otros con el maricón que tengo en casa!

y empezó un mete y saca que me sacudía todo, haciendo gemir nuestra cama, que acompañaba nuestros quejidos y suspiros mientras follábamos. Ella se acabó rápidamente, siempre lo hace así, y tiene luego varios orgasmos encadenados. Me empujó fuerte, bien profundo cuando se vino y desencadenó mi segundo orgasmo del día, que se vació todo en la sábana.

Me la dejó adentro y me besó en la nuca, cariñosa.

- y cuando me vas a presentar a tu amante? susurró en mi oreja, mordiéndome el lóbulo, -si me gusta voy a dejar que me folle también, sabes?

¡Yo seguía disfrutando del placer que me había traído la lencería!
Ahora a por el trio y a disfrutar todos juntos!!
 
Ahora a por el trio y a disfrutar todos juntos!!
Y todo gracias a la lencería!
Un paréntesis en la historia.
No solo me gusta usarla, me excita comprarla. Cuando lo hago he llegado a tener erecciones! Al principio me daba vergüenza que la vendedora lo notara y trataba de disimularlo. Pero ahora es a la inversa, me gusta que se note y la muestro levantando al pantalón!
Supongo que piensa que es porque me imagino a mi pareja con ella. Si supiera que son para mi!
 
Y todo gracias a la lencería!
Un paréntesis en la historia.
No solo me gusta usarla, me excita comprarla. Cuando lo hago he llegado a tener erecciones! Al principio me daba vergüenza que la vendedora lo notara y trataba de disimularlo. Pero ahora es a la inversa, me gusta que se note y la muestro levantando al pantalón!
Supongo que piensa que es porque me imagino a mi pareja con ella. Si supiera que son para mi!
seria un placer el poder ir contigo a comprarla, y comentar ambos la elección y el porque de esa elección... te gusta la ropa interior transparente?
 
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