Gracias a la lencería

Joder que caliente me has puesto, tu si que eres no un puto cornudo, sino puto y cornudo, que bien te lo pasas, tengo un amigo por aqui que me conto que nunca se imagino lo que se sentia, pero hace poco, en un trio con una pareja, cuando el se la estaba follando, el marido empezo por meterle un dedo en el culo, despues de salibarselo bien, luego dos, y me decia que se puso aun mas caliente y entonces el tio cuando vio lo que habia, saco un tubo de vaselina, le metio mas en el culo, se embadurno la polla y se lo follo, y me decia que habia sido el mejor polvo de su vida, habra que probar.
 
Prueba y verás! lo querras seguir haciendo! Mi
mujer ahora no quiere tríos, pero me deja follarla con algo adentro, hasta a veces me lo ha metido ella.
 
Como cuando fui al cine con lencería tuve mucho éxito, como conté en "En el cine", pensé en hacer lo mismo en la sauna.
Al sauna que voy hay que estar desnudo, pero se puede estar en lencería.
Esa tarde fui con una tanga colaless que me compré hace muchos años en Paris.
Es negra, con un triángulo chiquito que con dificultad me cubre la polla y lo demás son hilos. Queda el culo desnudo con las dos tiras que lo cruzan, una por arriba y la otra en el medio, desapareciendo en el surco. Es muy de puto. Y como tengo un culo bien formado, lo destaca.
Me gusta.
Ya me gustó en el vestuario, cuando me sacaba la ropa, quedar a la vista de los que ahí estaban vestido sólo con esa tanga.
Creo que me miraban más.
Cuando entré lo hice con la toalla en la mano, mostrándome.
Me duché y me fui al sauna seco. Mi rutina es sauna seco, sauna húmedo y luego pasear a ver que pasa. A veces ya pasa en las mismas saunas.
Así fue esta vez, la fiesta empezó apenas entré al sauna seco.
 
Como cuando fui al cine con lencería tuve mucho éxito, como conté en "En el cine", pensé en hacer lo mismo en la sauna.
Al sauna que voy hay que estar desnudo, pero se puede estar en lencería.
Esa tarde fui con una tanga colaless que me compré hace muchos años en Paris.
Es negra, con un triángulo chiquito que con dificultad me cubre la polla y lo demás son hilos. Queda el culo desnudo con las dos tiras que lo cruzan, una por arriba y la otra en el medio, desapareciendo en el surco. Es muy de puto. Y como tengo un culo bien formado, lo destaca.
Me gusta.
Ya me gustó en el vestuario, cuando me sacaba la ropa, quedar a la vista de los que ahí estaban vestido sólo con esa tanga.
Creo que me miraban más.
Cuando entré lo hice con la toalla en la mano, mostrándome.
Me duché y me fui al sauna seco. Mi rutina es sauna seco, sauna húmedo y luego pasear a ver que pasa. A veces ya pasa en las mismas saunas.
Así fue esta vez, la fiesta empezó apenas entré al sauna seco.
Cuenta,no nos dejes así
 
Estaba lleno.
Me paré contra la pared, al lado del fin del banco bajo, donde había uno sentado
El que estaba ahí sentado era de raza negra, de unos 30/35 años. Facciones agradables y buen físico, sin ser de gimnasio total. Se cubría con la toalla.
Cuando me paré a su lado me miró a la cara y sonrió, saludando con un gesto de su cabeza, saludo al que correspondí, también sonriendo.
Yo seguía con la toalla en a mano, mostrando mi lencería.
El separó más sus piernas, apoyando su rodilla en mi muslo, como sin querer. Yo hice como que no me daba cuenta.
Los que estaban a su lado en el banco se estaban besando y masturbandose mutuamente. No pude evitar empalmarme, lo que era imposible ocultar con mi ropa.
Uno de ellos dos tenía una gruesa verga, linda. El otro se agachó sobre él y se la metió en la boca. El chupado se recostó hacia atrás, cerró los ojos y se dejó hacer.
Pasados unos minutos le cortó la mamada y le dijo algo en el oído. Se rio y se levantó. Agarraron sus cosas y se fueron, lo que me permitió sentarme al lado del morocho.
Empezamos a hablar, y me explicó que no hablaba español, que era de Guayana, si podíamos hablar en inglés o francés.
 
Así estuvimos unos 10 minutos, hablando de nada.
Miro el reloj, me dijo que para él ya estaba y salió.
Quedé algo cortado y medio frustrado. Pensé que podía pasar algo con el.
Me quedé un poco más, pero como no pasaba nada salí.
Me paré en un corredor a enfriarme un poco antes de entrar al sauna húmedo. Ahí estaba cuando lo veo venir hacia mi. Se para a mi lado y reiniciamos nuestra charla, pero el tema fue otro.
- siempre es tan tranquilo acá? No pasa nada!
- depende, hay días y horas que puede haber más actividad.
- que te gusta? Arriba o abajo? me soltó, así de pronto. En realidad dijo; top or bottom?
- abajo, -respondí, cuando pude imaginar a qué se refería, - y a ti?
- arriba, me lo imaginé por tu tanga! vamos a tu cuarto?
 
Otra vez gracias a la lencería!

Cuando cerró la puerta del cuarto, después de hacerme pasar primero, -como a una dama- hehehe, se sacó la toalla y la tendió sobre la cama.

El asombrado fui yo ahora. Su verga era muy grande y gorda, ancha en el medio y más delgada en la punta y en la base. La adornaban dos o tres gruesas venas. La piel del prepucio no cubría todo su glande, que asomaba rojo y brillante de jugos. Estaba medio morcillona, lejos de dura del todo.

Me apoyo las manos en los hombros y me hizo sentar en la cama, se paró frente a mí, poniendome su polla frente a mi cara. Era claro lo que pretendía. No me hice rogar, abrí la boca, todo lo que pude y me la tragué.
Estaba sabrosa! caliente y no dura del todo entraba sin dificultad, pero no llegué a tragarla toda, pese a estar medio blanda. La sentía apoyada en mi garganta, buscando entrar aún más. Me provocó náuseas leves, que busqué contener, disfrutando la penetración. Moví mi cara, follándome la boca. No demoró en ponerse grande y dura. No conseguía comerla toda, lo más adentro que podía todavía quedaba afuera tanto como para poder agarrarla con toda mi mano y pajearla al mismo tiempo que la tragaba al fondo de mi garganta.
Además era gorda. Un pollon!

Me pide que me ponga de costado, sobre la cama, el culo hacia el. Lo hago. Le pido que vaya despacio, que es muy grande.
Se ríe y me dice que me quede tranquilo. Me lubrica bien y empieza jugando con sus dedos. Mete uno, luego dos y sigue con más.
Siento que me abre y me aflojo.
Me pone algo nervioso. La siento que me la apoya, la frota y empuja en el agujero. Está muy mojada y se desliza fácilmente.
Hasta que duele! Y mucho! Me quejo y se queda quieto, sin sacarla. El dolor va cediendo, y entonces él retoma la penetración.

- te quiero ver la cara, - me dice, - date vuelta, - ordena .
 
Me acuesto, separo los muslos, las rodillas dobladas.
Sube a la cama y se arrodilla delante mío. Lo veo todo. Su cuerpo entero y su cara que sonríe maliciosamente.

Se ve lindo y amenazante, con esa gruesa pija tan dura, apuntándome.
Me separa más las rodillas, las empuja y pone mis muslos contra mi pecho. Me siento muy expuesto y vulnerable.

Adelanta su cuerpo y siento la punta de su verga buscando por donde entrar. Se baja y me besa, sus labios gruesos se sienten húmedos y calientes. Abro mi boca y me penetra con su lengua. Me entrego todo a él.
El macho.

Mi pija está muy dura y late. Siento que la suya se va introduciendo adentro mío. Su verga me abre y me invade. No duele.
Se retira y me mira, sonríe y disfruta, dominante. Otra vez adentro. Al final duele. Se detiene. Me besa, y a la vez que me mete la lengua, me clava profundamente, con un golpe de riñón, como un toro cubriendo a su vaca.
Su cuerpo se pega al mío cuando su miembro termina de invadirme.
Grito de dolor ante la sorpresiva y violenta empotrada. Mi grito sale apagado por su boca que cubre la mía.
Se queda quieto, completa su invasión y la toma de mi cuerpo.

Me acaricia la mejilla, tierno, posesivo.

- ahora ya eres mío, tienes todo adentro, bien cogido, - y me beso otra vez

Cuando dejo de quejarme, empieza a follarme, entra y sale, y ya no duele. Es muy excitante, me siento tan ocupado, tan abierto, tan lleno de verga. Es muy distinto a una polla normal.
Una vez que logro mi entrega total, que tomo posesión completa de mi culo y de mi cuerpo con esa arma portentosa empezó la fiesta.

Me follo de distintas formas y posiciones. De espalda, en cuatro, de costado. Era infatigable! A mi como más me gustaba era misionero, mirando como me tomaba.

Descansaba un poco y volvía al ataque. - un poco más? Vamos? Me pedía y yo asentía.
No sé cuánto estuvimos, y siempre en pelo. No le servía ningún forro!
Fue glorioso!
 
En un momento, en misionero, aceleró la follada, empujaba fuerte y duro, bien adentro, me sacudía. Puso cara seria, apretó lo labios, cerró los ojos y la sacó, rápidamente la tomó y acercándose descargó en mi pecho y cara, varios trallazos de leche espesa y caliente.
Yo me agarré mi verga y también me masturbe acabando en pocos segundos. Mi
leche se juntó con la de el en mi barriga y pecho.
Se acostó arriba mío, sobre nuestras leches, y besó mi cara sin importarle los lechazos que la cruzaban. Nos besamos compartiendo su leche de mi cara.
Se despidió cariñosamente y se fue. Ambos sabíamos que no volveríamos a vernos.

Fue muy morboso y perverso al ir a ducharme por los corredores, a la vista de todos, cubierto de leche. Sentía además que tenía que caminar con las piernas separadas!
Todos me miraban y algunos se sonreían al verme así.

Por varias horas me parecía que no podía cerrar el culo, de tan abierto que me lo había dejado. No dolía nada.
Me duró varias horas también una sensación de vacío, como de que me faltaba algo ahí!

Todo el tiempo estuve con mi lencería puesta.

Me dejó un muy buen recuerdo y un vicio por las pollas grandes.
 
Cuando llego mi mujer del trabajo le conté todo. Se puso furiosa.
Me dijo de todo y después de los insultos decidió no hablarme. Una bendición! Jajaja
Al día siguiente seguía enojada. No me preparo el desayuno ni me hablo, se había vestido y desayunado ella sola.
Se fue a trabajar dando un portazo, sin saludar.

Yo no estaba preocupado. Ya se le iba a pasar. Donde iba a encontrar otro marido que le aguantara lo mismo que yo?

Llame a Esteban ( el vecino), y no me atendió el teléfono. Estaria aun durmiendo? Yo estaba muy cachondo, recordando la tarde anterior. El culo me dolía un poquito. Me gustaba, me traía recuerdos y la polla se me ponía morcillona recordando todo lo que habíamos hecho.
Me desnude, me di una ducha y me vestí con una buena tanga de puta. Estaba muy cachondo.
Asi preparado lave la vajilla y arregle la cocina. No vi ningún movimiento en la cocina de Esteban.
Me demoré a propósito, exhibiéndome. La polla dura levantaba la tanguita.
No vi a nadie.
Me fui al dormitorio, busqué un buen dildo, mi preferido, que es grande y muy suavecito. Le puse un forro y lo lubriqué asi como puse gel en mi culo.
Busqué una buena historia, me ensarte con la “polla” y me hice una buena paja. Después de echarme la leche en la mano me chupe los dedos, literal! Y luego me dormí. Estuvo bueno!
Me despertó el teléfono a las 11.
Mire y era mi mujer. Pensé, que te den! No atendí y lo dejé sin sonido.
Me vestí y salí a pasear con mi perro. Iba bien contento.
Volví una hora después y mi mujer había llamado 5 veces! Esteban una. Le devolví la llamada a Esteban y quedamos para almorzar juntos en un lugar del barrio.
muy cachondo me esas poniendo
 
- si, estuve follando con el vecino, si, y vos no coges con quien se te ocurre? por qué yo no voy a poder hacer lo mismo?
- ah, y todavía me contestas! si serás atrevido...ya vas a ver

y separándome con las manos los cachetes del culo, sentí que su polla (o la de Pierre, hahaha) me buscaba para follarme.

La sentía recorrer el surco, guiada por su mano hasta que la apoyó en el agujero. Estaba como dije, abierto y lubricado, por lo que no tuvo dificultades en empezar la penetración. Lo sentía como me abría y se metía dentro mío, sin dolor, ¡pero con placer!
Eso no era lo que mi mujer quería, seguía enojada. Cuando vio que me gustaba, empujó más fuerte, dilatándome más rápido.

Era mucho más grande que la polla del vecino, y en un momento empezó a doler.
La sentía como entraba a lugares vírgenes de mi culo, abriéndolo mucho más que nadie antes. Era un dolor que no molestaba, diría que hasta era agradable. Yo estaba ya con mi polla bien dura, sin tocarme. Gemí, bajito, gozando la follada que me daba mi mujer, la segunda del día. ¡Una gloria!
Yo hacía fuerza hacia afuera con mi culo para dilatar más y que entrara toda, como le entraba a mi esposa. Finalmente sentí que su cuerpo se apoyaba en mi espalda. Estiró las manos hacia adelante, con una me pellizcó fuerte una tetilla mientras que con la otra me masturbaba. Yo no iba a durar mucho así.

- toma, la tienes toda adentro, que marido más puto que tengo! cómo no voy a follar con otros con el maricón que tengo en casa!

y empezó un mete y saca que me sacudía todo, haciendo gemir nuestra cama, que acompañaba nuestros quejidos y suspiros mientras follábamos. Ella se acabó rápidamente, siempre lo hace así, y tiene luego varios orgasmos encadenados. Me empujó fuerte, bien profundo cuando se vino y desencadenó mi segundo orgasmo del día, que se vació todo en la sábana.

Me la dejó adentro y me besó en la nuca, cariñosa.

- y cuando me vas a presentar a tu amante? susurró en mi oreja, mordiéndome el lóbulo, -si me gusta voy a dejar que me folle también, sabes?

¡Yo seguía disfrutando del placer que me había traído la lencería!
uf que morbazo me acabo de correrrr
 
Le propuse a mi mujer salir con la ropa cambiada, ella con un boxer mío y yo con una tanguita de ella.
El boxer al revés, que la parte abierta quedara hacia atrás. Por si yo o alguien quería follarla solo levantándole la mini. Pero eso no quiso, dice que le resulta incómodo puesto al revés. Quedó la abertura hacia adelante, facilitando sí la entrada de una mano.

En la ruta a una disco liberal que vamos frecuentemente hay una zona de descanso muy activa, con muchos camioneros y autos de turistas. Entramos para ver si había ambiente o no.

Hay un restaurante de comidas rápidas, baños y una amplia zona de estacionamiento, con poca luz y tranquila como para poder echarse un sueñito, si se necesita. También es buena, por las mismas razones, para echarse un polvito! jejeje!
Incluso en la parte más lejana, el estacionamiento tiene muchos árboles, por lo que se presta para dogging. Pero no siempre se da.

Con esa expectativa nos dirigimos a esa zona y estacioné cerca de los árboles, en una zona oscura. Encendí la luz interior del auto, señalando nuestro interés en ser vistos. Había otros autos, separados unos de otros.
Me saqué los pantalones, quedando vestido con una tanga de mi mujer. Era roja, colaless y con encajes. Muy de puto en un hombre! Solo eso ya me tenía morcillon!

Mi esposa se desprendió la camisa y se levantó la mini, metiendo la mano entre las piernas para acariciarse un poco. No tenía sostén.
Decidimos pasar al asiento trasero para enrollarnos más cómodos. Las ventanas las dejamos abiertas, ya que no hacía frío y facilitaba el juego.
Nos besamos y acaricie sus tetas. Estaban tan suaves, frescas, con los pezones duros y largos. Son muy sensibles. No demoro en empezar a gemir y abrir las piernas, tocándose. Le saqué la camisa y me metí un pezon en la boca, mordiéndolo suavemente, lo que provocó gemidos y suspiros más fuertes de mi esposa.
Mi polla ya estaba dura, saliendo por el borde superior de la tanga.

No se veía a nadie en la vuelta, aunque me pareció ver algún movimiento cerca entre los árboles. Serían solo mirones? O alguien con ganas de jugar un poco?
Mi esposa estaba chupándome con su habitual habilidad, con esa boca tan caliente y húmeda, manejando esa lengua como solo ella sabe. Sus mamadas son incomparables.
Antes de venirme la detuve y decidí salir del auto y ponerme yo en la ventana, para ver si con eso lográbamos atraer a alguien.
Di la vuelta al auto para quedar en la ventana que daba a los árboles.
Estaba vestido solo con mi tanga. Una clara indicación de deseos! Jejeje!

Metí la pija en la ventana y mi esposa se apuró a tragársela de nuevo mientras se acariciaba las tetas desnudas. Con su otra mano rodeó mi cuerpo y la metió bajo el elástico de la tanga, buscando mi culo y penetrándolo cuando lo encontró. Siempre mi "concha" sale de casa lubricada y flojita.
No se si vendría alguien pero esto estaba muy bueno igual!
Sin duda muchos nos veían desde los camiones y autos vecinos.
Sin poder ver los detalles por la oscuridad y la distancia, era evidente lo que estábamos haciendo. Y también era clara mi desnudez!
 
Le propuse a mi mujer salir con la ropa cambiada, ella con un boxer mío y yo con una tanguita de ella.
El boxer al revés, que la parte abierta quedara hacia atrás. Por si yo o alguien quería follarla solo levantándole la mini. Pero eso no quiso, dice que le resulta incómodo puesto al revés. Quedo la abertura hacia adelante, facilitando la entrada a una mano.

En la ruta a una disco liberal que vamos frecuentemente hay una zona de descanso muy activa, con muchos camioneros y autos de turistas. Entramos para ver si había ambiente o no.

Hay un restaurante de comidas rápidas, baños y una amplia zona de estacionamiento, con poca luz y tranquila como para poder echarse un sueñito, si se necesita. También es buena, por las mismas razones, para echarse un polvito! jejeje!
Incluso en la parte más lejana, el estacionamiento tiene muchos árboles, por lo que se presta para dogging. Pero no siempre se da.

Con esa expectativa nos dirigimos a esa zona y estacione cerca de los árboles, en una zona oscura. Encendí la luz interior del auto, señalando nuestro interés en ser vistos. Había otros autos, separados unos de otros.
Me saque los pantalones, quedando vestido con una tanga de mi mujer. Era roja, colaless y con encajes. Muy de puto en un hombre! Solo eso ya me tenía morcillon!

Mi esposa se desprendió la camisa y se levantó la mini, metiendo la mano entre las piernas para acariciarse un poco. No tenía sostén.
Decidimos pasar al asiento trasero para enrollarnos más cómodos. Las ventanas las dejamos abiertas, ya que no hacía frío y facilitaba el juego. Nos besamos y acaricie sus tetas. Estaban tan suaves, frescas, con los pezones duros y largos. Son muy sensibles. No demoro en empezar a gemir y abrir las piernas, tocándose. Le saqué la camisa y me metí un pezon en la boca, mordiéndolo suavemente, lo que provocó gemidos y suspiros más fuertes de mi esposa. Mi polla ya estaba dura, saliendo por el borde superior de la tanga.

No se veía a nadie en la vuelta, aunque me pareció ver algún movimiento cerca entre los árboles. Serían solo mirones? O alguien con ganas de jugar un poco?
Mi esposa estaba chupándome con su habitual habilidad, con esa boca tan caliente y húmeda, manejando esa lengua como solo ella sabe. Sus mamadas son incomparables.
Antes de venirme la detuve y decidí salir del auto y ponerme yo en la ventana, para ver si con eso lográbamos atraer a alguien.
Di la vuelta al auto para quedar en la ventana que daba a los árboles.
Estaba vestido solo con mi tanga. Una clara indicación de deseos! Jejeje!

Metí la pija en la ventana y mi esposa se apuró a tragársela de nuevo mientras se acariciaba las tetas desnudas. Con su otra mano rodeó mi cuerpo y la metió bajo el elástico de la tanga, buscando mi culo y penetrándolo cuando lo encontró. Siempre sale de casa lubricado y flojito.
No se si vendría alguien, pero esto estaba muy bueno igual!
Sin duda muchos nos veían desde los camiones y autos vecinos.
Sin poder ver los detalles por la oscuridad y la distancia, era evidente lo que estábamos haciendo. Y también era clara mi desnudez!
 
Última edición:
La verdad era que estaba un poco distraído, tratando de ver si había alguien alrededor nuestro. Como consecuencia directa la polla se me entró a ablandar. Pese a la excelente chupada de mi mujer y a su dedo expertamente metido en mi culo, se me estaba bajando!
Todos sabemos que cuando nos pasa eso y nos preocupamos, más se nos baja! Y eso pasó.
Mi esposa la escupió y me rezongó:

- qué le pasa a esa pija de mierda? ahora se te baja? qué más quieres, en público, al aire libre, observado por muchos, seguramente, mi boca y mi dedo para tu goce, y se te baja? no te da vergüenza?
- si, no sé qué me pasa, mi amor, no me rezongues que es peor, por favor, - pedí, desconsolado, - no pares, que ya va a volver, vas a ver...

Y Fernanda insistía, con la mejor buena voluntad, con toda su experiencia y habilidad, pero no podía levantarla.

Y entonces apareció alguien a salvarme! Oí ruido entre las hojas, detrás nuestro, a mi izquierda. Miré, y había dos hombres, mirando y haciéndose la paja, pollas en mano. Sin hablar, me pidieron permiso para acercarse, solo con señas.

Les hice señas con los brazos de que se acercaran, sin temor.
 
Se acercaron, tímidamente al principio, y, al ver que mi mujer no decía nada, se arrimaron con más decisión.
Se pararon uno a cada lado de mí, bien cerca y se bajaron pantalones y gayumbos. Eran normales, de unos 30 o 40 años, con algo de barriga y ropa normal. Ni ricos, hahaha, ni pobres, normales. Estaban prolijos, aspecto limpio y cuidado. El de mi derecha tenía una polla norma, pero la verga de el de la izquierda era chiquita, fina y corta. La masturbaba con dos dedos. se veía muy dura. Él era delgado y bajito, con pelo negro largo y algo afeminado en sus gestos.

Mi mujer los miró, y cuando vio al de la pijita, casi larga la carcajada. Por suerte se contuvo y disimuló, divertida, lo llamó que se acercara a ella, pero el tío dijo que no con la cabeza y se quedó ahí mirando. Veía a mi mujer en el asiento, tetas al aire, que son chicas pero muy lindas, con largos pezones, duros por la excitación y el fresco de la noche. A mí, en lencería de mujer, con mi polla ahora bien dura, y a su amigo, de buena polla, del otro lado.

-acércate, prometo no morder, solo déjame una chupadita, - le pidió mi mujer, pero él parecía algo tonto porque volvió a decir que no con la cabeza y se quedó ahí, masturbándose.

El otro era bien distinto, se acercó bien, metiendo su polla en la ventana del auto, para lo que tuvo que pararse muy cerca mío. Le pidió que le diera a él la "chupadita", por favor. Muy amable y educado, hahaha. Mientras apoyó su mano en mi hombro desnudo para sostenerse. Sentí su mano grande, cálida y suave. Me gustó.
Mi esposa se encogió de hombros, tomó la polla del desconocido con su mano y la pajeó un poquito, mirándola bien y apretándola un poco, viendo si no había algo raro. Satisfecha con su examen se la pasó por la mejilla y se la metió en la boca.
La fue lamiendo e introduciéndola de a pedacitos, cada vez más adentro, hasta que su boca se apoyó en su vello. El tío suspiró y bajó su mano de mi hombro a mi espalda y a mi culo, despacio, acariciando.

- qué bien la chupa tu mujer! es una genia, como juega con esa lengua, mmmmm, y qué suave está tu culo! lo depilas? a ti también te gusta la polla, no? con esa tanga que tienes, queda muy lindo tu culito mmmm.

Siento entonces otra mano acariciándome el culo, desde el otro lado. Era el pollita, que metió su mano bajo la tanga buscando mi culo. Cuando lo encontró, lubricado y dilatado, introdujo sus dedos en mi interior. Los movía muy bien.

- te lo voy a abrir bien, vale? para que Cacho te folle, le gusta follarse a los maridos cornudos, sabes? y tú tienes aspecto de marido, no me equivoco, verdad? eres el marido de la rubia, no?
 
- vamos, reconócelo, es tu mujer? No parecen novios ni amantes…eres su marido! Si?

Y mientras hurgaba en mi culo, metía más dedos y más hondo. Lo hacía muy bien. Me daba mucho placer.
Le agarré la pollita, estaba muy dura y caliente, chorreaba líquido por la punta. Lo masturbé un poco y él me agarró la polla que mi mujer había soltado para tragarse la verga de su amigo.
Éste suspiraba y sostenía la cabeza de mi mujer mientras ella se tragaba su pija. Le marcaba el ritmo de chupada que prefería, acompañándola con movimientos de su pelvis. Por la forma en que resoplaba no parecía que fuera a durar mucho.
Finalmente la sacó de su boca y le pidió que saliera del auto, que se la quería follar. Mi mujer, obediente para variar, jejeje, salió y se puso de espaldas al hombre, levantándose la minifalda. El tío la tocó,, buscando por donde penetrarla y, dirigiendo la polla con su mano, se la metió de un golpe. Mi esposa suspiró al sentirse cogida y empujó con el culo para atrás, para que fuera más adentro.
Yo me agaché y me tragué la pollita del amigo, me cabía fácilmente toda en la boca. Le dí dos pasadas de lengua y se acabó, llenándome la boca de leche tibia, espesa y dulce. Sin tragarla me paré y busqué la boca de mi mujer para besarla, compartiendo el premio ganado. Se me prendió, hambriente, y se la pasé, de boca a boca. Jugamos con ella antes de tragar los dos.

- follátelo Cacho, es reputo, ya le abrí el culito, te va a entrar bien adentro. Dale, así te follas a los dos, marido y mujer, ya le di toda la leche en la boca, - insistía el flaco para que el otro me cogiera

A mi no me importaba mucho, me gustaba mucho ver a mi mujer así emputecida, follando al aire libre, en tetas y con la falda en la cintura. Habían aparecido otros dos hombres, no sé si venían de autos o camiones o del monte. Pero nos miraban y se pajeaban, acercándose despacio, tal vez esperanzados de poder mojarla ellos también. A mí no me molestaba. Sabía que a mi mujer tampoco, le encantaba follar y mostrarse bien puta, calentando a todos.
 
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