Pensar que mi presencia puede resultar erótica hasta me abruma.
En el cole y más tarde en la adolescencia soporté las bromas pesadas, ahora lo llaman bullying (esa manía que tenemos por los anglicismos), ya sabes... Demasiado bajita, demasiado delgada, demasiado poco pecho...
Crecí escondida detrás de mis libros... Cuando no estaba estudiando, estaba leyendo literatura erótica.
Soñaba con tener ese magnetismo que las protagonistas tenían con los hombres...
Así que.... Puede que me estéis curando los traumas de la infancia

...
Me encanta erotizar el ambiente



(Por favor no me dejéis escribir tanto que se me va la lengua

).