Todo lo que nos das, y es mucho, es un regalo. Los regalos son siempre bienvenidos, podemos sujerir lo que nos gusta, pero al final la decisión es tuya. Confiamos plenamente en tí, sabedores de tu tu excelente buen gusto, de tu siempre deseable cuerpo, y tu gran y sensible corazón.
Ponte un disco de musica tontorrona, de esa que te llega al alma, y te dan ganas de amar disfrutando de un buen polvo (ahora mismo pienso en Ivan Ferreiro), deja el móvil o la cámara en la mesita, y que sea tu pareja la que decida que y como hacer la foto, y sino lo hace no pasa nada, lo importante es el disfrute.
(Dinos donde aparca, que le pincharemos las ruedas)