Fotos y Videos Meadas, lluvia dorada

Hace unos años descubrí que me excitaba muchísimo la orina. Un verano había preparado una garrafa de agua abierta junto a la cama para no tener que levantarme a mear por la noche. Tenía casi un litro de orina dorada y transparente y al ir a tirarla me dio por meter la polla y la sensación fue brutal. A partir de entonces, mearme encima en la ducha es un favorito y tengo múltiples fantasías con la lluvia dorada. Eso sí, no me interesa nada ingerir, si estoy muy cachondo a lo mejor dejo caer algo en la boca, pero la idea de que me meen en la polla y los huevo y el culo y el cuerpo, me pone como una moto. A mi pareja esas cosas no le van, así que, por el momento, todo es fantasía y mearme a mí mismo en la ducha, pero a veces me corroe la necesidad de montármelo con alguien e incluirlo en nuestro juego erótico.
 
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