Mi primera vez con un chico fue cuando éramos muy pero que muy pequeños, no sé si atreverme a decir la edad, pero bueno creo que se trata de contar la verdad al fin y al cabo. Verano del 90, yo tenía 10años, y mi vecino y mejor amigo 8. Yo vivo en un chalet con piscina y él siempre estaba en mi casa, nos bañábamos juntos, jugábamos al fútbol juntos y a mí mirar su cuerpo me ponía muy cachondo desde pequeño. Le deseaba pero a la vez me daba muchísimo corte dar el primer paso. Esa Noche calurosa, Alberto, mi mejor amigo de 8 años se quedaba a dormir conmigo, pero antes de dormir nos sentamos a ver la tele, y era el verano que estrenaron los canales de tele 5, antena 3 y canal plus. En tele 5 había una película italiana dónde salían muchas tías en tetas y Alberto comenzó a ponerse muy cachondo y se sentó encima mía. los dos estábamos solo con pantalones cortos. Alberto con su culo apoyado en mi polla, yo estaba totalmente cachondo y empalmado, me preguntaba cómo era hacerse una paja y el gusto que daba, yo se lo explicaba. Él se puso de pie se bajó el pantalón corto, y se sacó su pollita de 8 años empalmada y se tiró encima mía moviéndose como si me estuviera follando, yo seguía con el pantalón puesto.
- te da gusto? - me preguntó
- Yo creo q si nos desnudamos los dos nos va a dar más gusto- le dije yo
Así que procedí a desnudarme y él me dijo que la tenía muy grande, yo l expliqué que era por la edad. Seguidamente yo me tumbé en el sofá desnudo y el se tumbó encima mía tocándonos polla con polla, a lo q yo le agarraba del culo y lo frotaba contra mi polla notando la suya muy empalmada. Él se incorporó, cogió mi polla, me sacó el glande, cogió su polla, y comenzó a rozar glande con glande ummmmmmmmmmm un verdadero placer. le dijo de irnos a la habitación de arriba a mi cuarto que le iba a hacer una paja, a lo que él muy cachondo accedió. Fuímos a mi habitación, nos tumbamos desnudos y no pude evitar ni 2 segundos meter mi boca en su polla y comenzar a mamar esa rica y pequeña polla...no os imagináis que polla más rica. Intercaraba mamazos con pajearle, Alberto no paraba de gemir hasta q se corrió en mi boca, y yo de lo cachondo que estaba también me corri. A partir de ese día comenzamos a tener experiencias gays que cada vez fueron a más.
Espero que os haya gustado