En mi caso fui bastante precoz en edad. Para aquel entonces ya sabía qué me llamaba la atención. Ocurrió un domingo en el campo de mis tíos, celebrando el cumple de mi primo pequeño.
Uno de los sobrinos de la familia de mi tío y yo estábamos charlando y jugando a las palas al lado de una piscina que tienen mis tíos en su campo, cuando me pidió que lo acompañase un momento a buscar una cosa. Yo no pensé nada raro, por lo que le seguí.
Me llevo, irónicamente, al huerto. Allí no había familiares pululando, estábamos solos.
Me habló que quería mear, se bajó los pantalones y me enseñó su polla, vió que me quedé mirando fijamente y me dijo que se la agarrase. No me lo pensé mucho, y me acerqué, le agarre el rabo para sentirlo bien, y me preguntó si había chupado polla antes, le dije que no pero que quería probar.
Se sentó donde pudo, y me puse de rodillas.
No tenía ni idea, así que fui improvisando como pude, aunque recuerdo todavía su cara y tenía pinta que le estaba gustando.
Seguí un buen rato y se corrió en mi boca. Se me hizo raro el sabor de su corrida, pero aun así me lo tragué.
Fue muy repentino todo, pero ese día me marcó.
Desde ese día, hubo más veces con el sobrino de mi tío. Aprendíamos los dos jajaj.