La primera polla que tuve en la boca fue la de un tío bastante más mayor que yo que conocí en un chat, con el cual, después de varias conversaciones quedé en un bar para conocernos. Después de un café y un poco de charla tensa aparentando total normalidad, nos subimos a su coche y condujo hasta una zona apartada. Yo estaba que se me salía el corazón de los nervios y la adrenalina por si pasaba algo desagradable, no fue el caso. Él me preguntó que si empezábamos y yo le contesté que no sabía cómo. Así que me cogió la mano y la llevó a su paquete a la vez que con su otra mano empezó a magrear el mio. Yo estaba como en una nube tocando su polla por encima del pantalón y estaba deseando sacarla de su jaula de tela, y eso hice. Le desabroché el pantalón y le saqué el rabo por encima del calzoncillo. No me lo podía creer, estaba tocando una polla de carne y me gustaba. En ese momento él se agachó, sacó mi polla del pantalón y se la metió en la boca. Yo estaba tan cachondo que estaba a punto de correrme y pensé que lo mejor era que me amorrara yo a la suya. Joder que buena estaba, me estaba encantando chupar una polla. No me imaginaba que me iba a gustar tanto. A los dos minutos de estar saboreandola me dijo que parara, que se iba a correr y lo que hice fue metermela más adentro. Deseaba recibir su corrida como una buena putita y así ocurrió. No me la tragué por miedo a las enfermedades pero lo hubiera hecho gustosamente. Después de dejarle la polla bien limpia siguió chupando la mía hasta que me corrí y él sí que se lo tragó todo. Tardé un tiempo en darme cuenta que soy bisexual. Me flipan las pollas y los coños.