Morbo con la fisio, la médica, la enfermera, en el metro...

Quedamos una noche de Viernes, la tarde me la pasé arreglándome como si el que se casara fuera yo. Era mi última oportunidad con ella y aún sin saber qué pasaría -por el colegueo que teníamos- yo iba a por todas.

Cuando llegó y por como vino vestida me eché las manos a la cabeza, ya sabéis que cuando una mujer viene a follar se nota. Ella llegó en tejanos y zapatillas y suerte que la bata del hospital se la dejó en el coche xd. Ruina.

Durante la cena más de lo mismo, su retahíla de historias que a mi me importaban una mierda pero la escuché aún sabiendo que sería mi última oportunidad con ella. Tras la segunda copa de vino todo se animó, no paraba de sonreír con sus mejillas rojas y se quitó el suéter quedándose en un top blanco de pico por el cual asomaban sus pequeñas tetas blancas llenas de pecas.

La noche se ponía a favor y le di dos opciones: O ella cambiarse y salir de fiesta o irnos a mi casa de copas y seguir "charlando". Mirando al suelo con una media sonrisa y tocándose el pelo eligió lo segundo. En cuanto a flirteo parecía una quinceañera pese a tener casi 30 y es que aquella chavala se la habían follado muy pocos según me enteré después.

Puse los cubatas y algo de ambiente y se lo acerqué mientras ella miraba mis plantas o vinilos o yoquesé y cogiéndola del culo y dándole el cubata la besé. Pasamos a la terraza y de alguna manera random ella terminó sentada sobre mi, ella con tres botones abiertos y yo con la quinta puesta solo buscaba su coño pero se resistía. Le pregunté que qué pasaba y me dijo que iba sin depilar y con ropa interior cutre porque no esperaba que todo acabase así.

Sin terminar de hablar le comí la boca, despacio, se quitó el sujetador y POR FIN vi aquellos pezones pequeños y rosados que llevaba imaginando tres meses. La calenté hasta que me dijo: Mete la mano pero no mires. Tenía un buen felpudo la colega, pero y que rico... Y de una la llevé a la cama y le ordené que se quitase la ropa, su tanga de mercadillo abultaba su coño mientras yo me sacaba la polla y se la enseñe. Por su expresión supe que era mas grande que la de su marido y después lo corroboré al follarla por sus gritos y palmadas en mi pierna.

Al día siguiente me desperté escuchándola llamar por teléfono y medio discutiendo, me preocupé pero no quise ir. Volvió a la cama y me dijo que saldría un momento pero que volvería. Fue a por ropa y llegó a media tarde.

Cuando volvió yo tenía mi caja de juguetes preparada. Ni ella ni yo dijimos nada, solo eligió una fusta y unas esposas. La desvestí viendo que la cabrona se había depilado en su casa y comiéndome aquellos pezones rosados de niña la amarré boca abajo. Su coño sin pelo y su pequeño ojete me miraban pidiendo atención y le di fuerte con la fusta pensando en su futuro marido y en que tardaría semanas en diluirse aquellas marcas.

No salimos de casa en todo el finde, pedimos pizzas y tiramos de nevera con los móviles parados y corriéndolos como animales hasta que el lunes a primera hora desapareció cuando me desperté.

Desde aquel finde no hubo contacto hasta después de la boda.
Sería muy interesante conocer lo que sucedió tras la boda.
 
Pasaría como un año tras su boda cuando una noche me la encontré poniendo copas en el local yo donde estaba. Tuve que centrar la vista porque no me cuadraba que fuese ella pero si, lo era. Yo iba con un royo y disimulando me acerqué y hablamos apenas unos minutos. Me dijo que necesitaba cash y por eso trabajaba los findes, ni terminó la frase cuando le solté un; nos vemos alguna tarde? A lo que soltó un ok demasiado rápido.

A los pocos días quedamos para un café y actualizar, yo estaba conociendo a alguien lo que me hizo ir muy a saco con ella.
Me dijo que su año de matrimonio perfecto, con muchos proyectos y blabla pero su cara y actitud no decían lo mismo. Seguía estando igual de buena, incluso algo más delgada pero estaba distinta, como más apagada, lo que me recordó aquello que decía Bukowski: No las escuches, miralas!

Aquel finde mis padres estarían fuera lo que me hizo proponerle pasarlo entero en el chalet. A su marido le dijo que tenía una convención médica y llegó con una puta maleta mientras yo iba con lo puesto y un bañador. Me chocó verla tan dispuesta a la proposición cuando con ella siempre todo era... dificil y sin saber qué pasaría.

Los dos días los pasamos de la piscina a la cama practicamente en bolas donde los polvos fueron incontables entre llamadas de su marido y wats que intentaba ocultarme xd.

Estaba MUY distinta. Ya no era la niña de piel blanca con tangas de mercadillo y coño sin depilar que se ruborizaba cuando le comía la boca sin previo aviso y apagaba la luz para desvestirse. Ahora sí actuaba como una casada insatisfecha, despechada o aburrida.

Me contó que su marido la engañaba y seguía follandose a sus rollos "pre matrimonio" pero ahora al convivir se daba cuenta de todo. Ella este tiempo tambien tuvo lios y en fin... todo un desastre el cual entendí el cambio de esta chica.

Con toda la info y el mito caído aproveché a saco y la follé todo lo fuerte que pude, hicimos mucha guarrada, hasta donde me dejó. El Domingo se piró muy bien follada a su vida de mierda y hasta hoy.

Me escribió varias veces pero pasé, ya no había ingenuidad ni aquella incertidumbre de si la follaría aún con la luz apagada ni sus tangas de mercadillo y ni se ponía colorada cuando me sacaba la polla y se la plantaba delante. Sus gemidos ya no eran ahogados o reprimidos, ni me pedía ir despacio en las envestidas a 4 ni le hacía ascos a mi lefa resbalando por sus tetas blancas llenas de pecas.

Lo disfruté, pero para mi ya era un polvo cualquiera.
 

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