somosdos
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Voy a intentar relatar pasó hace apenas 3 semanas, es totalmente verídico, sin una sola línea de invención, para alguno no será gran cosa, pero es nuestra historia y espero sea el principio de más.
Antes de nada, pedir disculpas por la forma de relatar, a veces la mente me hace saltos en el tiempo, y digamos que soy más lector de relatos, que escritor.
Capítulo 1. La oportunidad.
Ya habíamos intentado ir en alguna que otra ocasión, pero por uno u otro, siempre se nos torcía.
Esta vez nos pilló de sorpresa, nos quedábamos sin peques el fin de semana, era el momento de aprovechar el fin de semana y dar rienda suelta a todas esas ideas morbosas y locas que se nos pasaban por la cabeza.
Somos un matrimonio de 44 y46 años, que llevamos prácticamente toda la vida juntos, no tenemos cuerpos fit, pero que cojones, no estamos tan mal.
Astrid 163 de altura y 62 kg tiene una talla 100 de pecho, y un culito redondito, me encanta su culo.
Yo, David, 171 de altura y 82 kg, aunque aun me sobra algún kilito, no me veo del todo mal. Estoy fuertote comdise suele decir.
Como decía, esta vez se nos presento la ocasión sin esperarla y hacia un par de meses que habíamos intentado quedar con una pareja para que nos enseñaran un local en la zona alta de Barcelona. Pero una mala jugada se nos cruzó y tuvimos que cancelar en el último momento.
Esta vez, no había vuelta atrás. Puse un anuncio en una pagina donde estamos registrado como pareja.
“Estamos libres y queremos ir por primera vez a un local, no sabemos si ir a XXXX o a XXXX. Se aceptan sugerencias”
Solo con eso ya estábamos excitados, y decidimos ir a comprarnos algo de ropita, ya que uno de los consejos era de ir en pantalón largo, en pleno agosto…. Me compre un pantalón fino para intentar pasar el menos calor posible y una camisa blanca.
Astrid se compro un conjunto nuevo y un vestidito que hacia resaltar sus pechos de una manera...
Enseguida nos llegaron algunos mensajes, unos con consejos y otros con propuestas. Agradecimos las primeros y filtramos los segundos, de todos ellos, nos cuadro una pareja que ya tenían algo de experiencia, y estuvimos chateando, viendo gustos , limites y demás.
Era todo tan precipitado, que apenas nos dio tiempo de ponernos nerviosos, cachondos si, fue llegar a casa y dijimos…..nos tendremos que arreglar un poco los pelitos no?
Y me puse a ello, arreglar el coño de tu mujer, para que quizás luego sea disfrutado por otro, era algo que me ponía muy cachondo, ella lo sabia por que ya lo habíamos hecho en alguna otra ocasión que habíamos quedado con alguna pareja, aunque no llegase a mas, solo con pensarlo…
tengo que decir que somos algo tímidos, y que ya llevábamos algún tiempo con esta idea en la cabeza, a mi personalmente me llamaba mas la atención conocer a alguna pareja, conocernos y ver que surgía en un ambiente mas intimo, pero a Astrid le da mas curiosidad ver como era un local de este tipo. Así que después de algunos chascos, empezamos a informarnos y pedir referencias, opiniones y si alguno se ofrecía, experiencias, tanto en la otra página, como en pajis.
Llegó la hora de arreglarnos, ahora si que empezaban a hacerse notar los nervios.
Astrid dudaba si ponerse un vestido u otro, un conjunto u otro, luego, nos dimos cuenta que no tiene ninguna importancia, pero es por el desconocimiento.
Apenas cenamos, algo ligero y en marcha.
Estaba espectacular, le decía que se la iban a comer nada mas entrar. Se reía y se dejaba halagar.
Imagen
Antes de nada, pedir disculpas por la forma de relatar, a veces la mente me hace saltos en el tiempo, y digamos que soy más lector de relatos, que escritor.
Capítulo 1. La oportunidad.
Ya habíamos intentado ir en alguna que otra ocasión, pero por uno u otro, siempre se nos torcía.
Esta vez nos pilló de sorpresa, nos quedábamos sin peques el fin de semana, era el momento de aprovechar el fin de semana y dar rienda suelta a todas esas ideas morbosas y locas que se nos pasaban por la cabeza.
Somos un matrimonio de 44 y46 años, que llevamos prácticamente toda la vida juntos, no tenemos cuerpos fit, pero que cojones, no estamos tan mal.
Astrid 163 de altura y 62 kg tiene una talla 100 de pecho, y un culito redondito, me encanta su culo.
Yo, David, 171 de altura y 82 kg, aunque aun me sobra algún kilito, no me veo del todo mal. Estoy fuertote comdise suele decir.
Como decía, esta vez se nos presento la ocasión sin esperarla y hacia un par de meses que habíamos intentado quedar con una pareja para que nos enseñaran un local en la zona alta de Barcelona. Pero una mala jugada se nos cruzó y tuvimos que cancelar en el último momento.
Esta vez, no había vuelta atrás. Puse un anuncio en una pagina donde estamos registrado como pareja.
“Estamos libres y queremos ir por primera vez a un local, no sabemos si ir a XXXX o a XXXX. Se aceptan sugerencias”
Solo con eso ya estábamos excitados, y decidimos ir a comprarnos algo de ropita, ya que uno de los consejos era de ir en pantalón largo, en pleno agosto…. Me compre un pantalón fino para intentar pasar el menos calor posible y una camisa blanca.
Astrid se compro un conjunto nuevo y un vestidito que hacia resaltar sus pechos de una manera...
Enseguida nos llegaron algunos mensajes, unos con consejos y otros con propuestas. Agradecimos las primeros y filtramos los segundos, de todos ellos, nos cuadro una pareja que ya tenían algo de experiencia, y estuvimos chateando, viendo gustos , limites y demás.
Era todo tan precipitado, que apenas nos dio tiempo de ponernos nerviosos, cachondos si, fue llegar a casa y dijimos…..nos tendremos que arreglar un poco los pelitos no?
Y me puse a ello, arreglar el coño de tu mujer, para que quizás luego sea disfrutado por otro, era algo que me ponía muy cachondo, ella lo sabia por que ya lo habíamos hecho en alguna otra ocasión que habíamos quedado con alguna pareja, aunque no llegase a mas, solo con pensarlo…
tengo que decir que somos algo tímidos, y que ya llevábamos algún tiempo con esta idea en la cabeza, a mi personalmente me llamaba mas la atención conocer a alguna pareja, conocernos y ver que surgía en un ambiente mas intimo, pero a Astrid le da mas curiosidad ver como era un local de este tipo. Así que después de algunos chascos, empezamos a informarnos y pedir referencias, opiniones y si alguno se ofrecía, experiencias, tanto en la otra página, como en pajis.
Llegó la hora de arreglarnos, ahora si que empezaban a hacerse notar los nervios.
Astrid dudaba si ponerse un vestido u otro, un conjunto u otro, luego, nos dimos cuenta que no tiene ninguna importancia, pero es por el desconocimiento.
Apenas cenamos, algo ligero y en marcha.
Estaba espectacular, le decía que se la iban a comer nada mas entrar. Se reía y se dejaba halagar.
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