Pajas juveniles con amigos

Aquellas maravillosas pajillas con los coleguillas del barrio se hacían por las tardes, pero me imagino que en lugares muy diferentes dependiendo de las posibilidades que existiesen en cada zona.
Por ejemplo, en el mío lo cierto es que teníamos dónde elegir, ya que contábamos por un lao con un ámplio descampao al ser en aquel entonces el último barrio construido de la ciudad y lo que había a partir de ahí era todo campo.
Al estar los contenedores próximos, era habitual aprovechar cualquier sillón, silla, mesa, o pequeño mueble que los vecinos tirasen, para llevarlos a la zona más alejada de la calle en la que habían algunos árboles y arbustos que ofrecían algo de intimidad y en dónde hacíamos nuestras casas para jugar y que hacían de lugares de reunión.

También contábamos con una estructura abandonada a la que llamábamos 'La Casilla Viea'. No era muy grande, solo una planta baja techada y prácticamente llena de escombros y basuras con algún que otro sofá destartalado y muros dónde nos sentábamos. Dependiendo del día y de a lo que se jugase esa tarde usábamos la casilla para nuestras cosas y reuniones.

Por último también teníamos las cocheras de algunos de nosotros. Estában en la zona de atrás de los bloques, pegando al descampao, y había veces que alguno de los chavales cogía la llave y nos invitaba a unos cuántos a jugar y pasar la tarde por allí con sus juguetes y trastos ya que la mayoría más que cocheras eran trasteros y almacenes dónde se guardaban todas las cosas y muebles de casa.

Yo debo decir que en todos esos lugares llegué a hacerme alguna que otra pajilla. Éramos unos cuántos los chavalillos del barrio más los que se sumaban de plazas y calles próximas, aunque no siempre estábamos todos juntos a la vez. Lo normal era juntarnos entre 5 y no más de 10 críos y según a lo que se jugase esa tarde, estábamos en el descampao, la casilla o las cocheras.

Recuerdo perfectamente cómo siempre, se jugase a lo que se jugase, entre medias o al final, siempre surgía el momento pajilla. No era nada planeado pero de una manera u otra, siempre uno de nosotros sacaba el tema y a veces, supongo que por el nivel de hormonas tan revolucionadas que teníamos todos, el tema surgía solo sin que nadie tuviese que insistir mucho.

Competiciones de meadas para ver quién llegaba más lejos con el chorro, o el perder cualquier partida o batalla y tener que cumplir con el castigo de bajarse los pantalones y los calzoncillos y dar una vuelta alrededor nuestra, o el encontrar cualquier tipo de material pseudo erótico en el que se viese a una tía en bikini o bragas y sujetador, ya se aprovechaba para encender la mecha y poner palotes las mini pichas que gastábamos por aquel entonces jejeje.

La pajilla grupal que caía cada tarde, había veces que se acompañaba con alguna que otra maldad creada principalmente por los más mayores. que solían aprovecharse de los más peques para darse gusto.
Eran normales los premios y castigos que se conseguían en cualquier juego y que consistían en hacer si perdías o recibir si ganabas, todo de obligado cumplimiento y que asumíamos todos con más o menos reparos.
Premios como el que te pajearan unos minutos, te besaran la ingle, la picha o los webos, o cosas como dejar tu mano sugetándole los webos del que se estuviese pajeando, solían conseguir siempre los más avispados.
Castigos como el de tener que pajear, ponerte en pompa con el culo al aire para que otro te rozase cómo si te follara o tener que inventarse y contar una historia porno para que los demás la escucharan y se pajearan mientras, eran los que nos podían tocar a cualquiera por cualquier juego o cosa que alguien considerase como castigo.
Y es que todo era una especie de lucha y competición entre nosotros. Si jugábamos a los jefes, uno mandaba y el resto éramos sus trabajadores que terminábamos cumpliendo órdenes sexuales.
Si se jugaba a los médicos, el que hacía de doctor siempre tenía vía libre para meter mano ya que dijeses que te pasaba lo que te pasase, siempre el tratamiento llevaba un magreo de picha, webos, culo y tetillas si estaba alguna niña.

Ya de adolescentes, al salirnos pelos y desarrollarnos, sobre todo las cocheras se aprovechaban no solo para los pajotazos entre nosotros, también para darnos el lote con alguna de las niñas de la calle o la plaza de al lado, para las que llegaba haber colas para de uno en uno, alguna de ellas nos pajeara o mamara...
 
Y vosotros?? cuáles eran vuestros lugares en el barrio para el vicio??
 
Nadie se anima a contar cuáles eran los lugares en los que quedabais con los coleguillas del barrio a hacerse las pajillas??
Erais más de descampao, cochera, edificio abandonao o casa o cuarto de tu amigo??
 
Nadie se anima a contar cuáles eran los lugares en los que quedabais con los coleguillas del barrio a hacerse las pajillas??
Erais más de descampao, cochera, edificio abandonao o casa o cuarto de tu amigo??
Nosotros éramos cuatro amigos y al principio nos íbamos a un pinar un poco lejos de casa, pero merecía la pena, siempre alguno llevaba una revista porno, empezamos a verla, comentarla y poco después todos polla en mano, hasta que un día uno abrió el melón y le hizo una paja a otro amigo, nos pusimos todos muy muy cachondos y a partir de ese día empezamos a pajearnos entre nosotros
 
Nosotros éramos cuatro amigos y al principio nos íbamos a un pinar un poco lejos de casa, pero merecía la pena, siempre alguno llevaba una revista porno, empezamos a verla, comentarla y poco después todos polla en mano, hasta que un día uno abrió el melón y le hizo una paja a otro amigo, nos pusimos todos muy muy cachondos y a partir de ese día empezamos a pajearnos entre nosotros
No era mal sitio el pinar para echar la tarde jejeje.
Como puse en otro post, nosotros también tuvimos nuestro sitio al aire libre, en el descampao del barrio, pero no fue el único jajajaja
 
Nadie se anima a contar cuáles eran los lugares en los que quedabais con los coleguillas del barrio a hacerse las pajillas??
Erais más de descampao, cochera, edificio abandonao o casa o cuarto de tu amigo??
Nosotros nos solíamos ir a una casa abandonada a medio construir. Le faltaba el techo y las ventadas, y las paredes tenían los bloques de ladrillo a la vista, pero servía para nuestro propósito. Además, el monte y la maleza que llevaban años creciendo por ahí ayudaban a camuflarnos y a ocultar nuestras andanzas.

Nosotros éramos tres, un amigo de mi misma edad y otro un par de años más mayor que nos abrió las puertas a este maravilloso mundo. Apenas entrando en nuestra adolescencia nos encontramos con él y entre unas cosas y otras comenzamos a compartir bastante tiempo juntos.

Recuerdo que todo empezó un día en el que terminamos en aquella casa abandonada y nos sentamos a charlar y, como era mayor, solía hablarnos de chicas y de cosas así. Y nosotros, como buenos críos prepuberes, lo escuchábamos como quien escucha a un catedrático y atendíamos a todo lo que nos enseñaba.
 
Nadie se anima a contar cuáles eran los lugares en los que quedabais con los coleguillas del barrio a hacerse las pajillas??
Erais más de descampao, cochera, edificio abandonao o casa o cuarto de tu amigo??
Pues mi caso era con 2 compañeros de clase del colegio y luego instituto, nos turnábamos dependiendo el día en casa de uno u otro. Yo en la mía tenía un par de revistas de la época escondidas con fotos y relatos, mis amigos tenían algún DVD en sus casas. Siempre nos pajeabamos y hablábamos de como sería sentir que una tía nos lo hiciera y así empezamos a experimentar las pajas unos a los otros, a coger tangas de sus madres para sobarlos por nuestras pollas y olerlos. Yo como siempre he sido muy curioso un día les dije de probar a meternosla que eso sería ya la hostia, pues yo me ofrecí el primero y vaya si aprovecharon. Creo que de ahí mi curiosidad de ir descubriendo más cosas.... Un día uno de ellos me follo con un tanga de su madre puesto ☺️☺️ ya que el otro amigo no había podido venir. Vaya tiempos...
 
Yo y un amigo cuando eramos jovenes, nos ibamos por las tardes a su casa ya que sus padres estaban trabajando y asi podiamos estar solos, alli en el salón nos poniamos una peli porno y viendola nos pajeabamos, alguna vez buscabamos en el canasto de la ropa sucia donde se encontraba la lavadora y buscabamos algun tanga o bragas de su hermana, no servia para corrernos en ellas mientras nos pajeabamos, hasta llegamos a pajearnos mutuamente, yo a él y él a mi.
 
Yo y un amigo cuando eramos jovenes, nos ibamos por las tardes a su casa ya que sus padres estaban trabajando y asi podiamos estar solos, alli en el salón nos poniamos una peli porno y viendola nos pajeabamos, alguna vez buscabamos en el canasto de la ropa sucia donde se encontraba la lavadora y buscabamos algun tanga o bragas de su hermana, no servia para corrernos en ellas mientras nos pajeabamos, hasta llegamos a pajearnos mutuamente, yo a él y él a mi.
Si ya s sabe. Siempre han sido muy peligrosas las casas de los amigos cuándo no estaba sus padres y os podíais pasar la tarde solos, sobre todo en los casos en los que el padre solía tener escondida en el armario de su cuarto una cinta VHS porno jejejej
 
Si ya s sabe. Siempre han sido muy peligrosas las casas de los amigos cuándo no estaba sus padres y os podíais pasar la tarde solos, sobre todo en los casos en los que el padre solía tener escondida en el armario de su cuarto una cinta VHS porno jejejej
Exactamente eso..
 
Nosotros nos solíamos ir a una casa abandonada a medio construir. Le faltaba el techo y las ventadas, y las paredes tenían los bloques de ladrillo a la vista, pero servía para nuestro propósito. Además, el monte y la maleza que llevaban años creciendo por ahí ayudaban a camuflarnos y a ocultar nuestras andanzas.

Nosotros éramos tres, un amigo de mi misma edad y otro un par de años más mayor que nos abrió las puertas a este maravilloso mundo. Apenas entrando en nuestra adolescencia nos encontramos con él y entre unas cosas y otras comenzamos a compartir bastante tiempo juntos.

Recuerdo que todo empezó un día en el que terminamos en aquella casa abandonada y nos sentamos a charlar y, como era mayor, solía hablarnos de chicas y de cosas así. Y nosotros, como buenos críos prepuberes, lo escuchábamos como quien escucha a un catedrático y atendíamos a todo lo que nos enseñaba.
Siempre los colegas más mayores y experimentados se han encargado de enseñarnos lo mejor del mundo del sexo jejeje. Qué habría sido de nosotros sin ellos ejjeej
 
Nadie se anima a contar cuáles eran los lugares en los que quedabais con los coleguillas del barrio a hacerse las pajillas??
Erais más de descampao, cochera, edificio abandonao o casa o cuarto de tu amigo??
Algunos de nuestros amigos íbamos al final de la escalera de un bloque de pisos a darnos pajas....casi ni nos salía semen
Uno de nuestros amigos era pelirrojo parecía una nena...se escondia la polla entre las piernas y decía que era una chica y nos chupaba la polla y nos daba pajas
 
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Si ya s sabe. Siempre han sido muy peligrosas las casas de los amigos cuándo no estaba sus padres y os podíais pasar la tarde solos, sobre todo en los casos en los que el padre solía tener escondida en el armario de su cuarto una cinta VHS porno jejejej
El descubrimiento de los vhs guardados por mi padre fue uno de los grandes acontecimientos de mi juventud jaja
 
El descubrimiento de los vhs guardados por mi padre fue uno de los grandes acontecimientos de mi juventud jaja
Yo le tengo que agrader a mi padre, no los vídeos porno en vhs, sino la tele por cable que en mi pueblo se llamada 'El vídeo comunitario' y que fue en dónde pude ver mi primera película porno jejejej
Aquella primera vez no vino acompañada de una paja, pero vaya pajotazos me llegó a regalar durante años. Algún que otro primo o amiguillo llegó a sobornarme para poder quedarse a dormir en mi casa. El porno no se emitía 24 horas, solo a partir de las 12 de la noche en uno de los canales.
Recuerdo perfectamente cómo a diario se ofrecían 3 películas. Primero una hetero, seguida de una lésbica y la tercera una gay para después volver a reemitirlas en ese orden jejeje.
Ya de mayor tuve cierta amistad con una de las hijas del dueño de la empresa de la tele por cable y me contó que había veces que los reproductores no saltaban y la gente llamaba a su casa a las 2 o 3 de la madrugada avisando que la porno no se veía jajajaaj
 
Algunos de nuestros amigos íbamos al final de la escalera de un bloque de pisos a darnos pajas....casi ni nos salía semen
Uno de nuestros amigos era pelirrojo parecía una nena...se escondia la polla entre las piernas y decía que era una chica y nos chupaba la polla y nos daba pajas
El fondo de los portales y la parte final de las escaleras de los bloques, es que suele dar al cuarto del ascensor o a la azotea, siempre se suele quedar el suelo pegajoso de las corriuras de unos y de otros críos del bloque que se han hecho pajillas con los colegas
 
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Última edición por un moderador:
Aquellas maravillosas pajillas con los coleguillas del barrio se hacían por las tardes, pero me imagino que en lugares muy diferentes dependiendo de las posibilidades que existiesen en cada zona.
Por ejemplo, en el mío lo cierto es que teníamos dónde elegir, ya que contábamos por un lao con un ámplio descampao al ser en aquel entonces el último barrio construido de la ciudad y lo que había a partir de ahí era todo campo.
Al estar los contenedores próximos, era habitual aprovechar cualquier sillón, silla, mesa, o pequeño mueble que los vecinos tirasen, para llevarlos a la zona más alejada de la calle en la que habían algunos árboles y arbustos que ofrecían algo de intimidad y en dónde hacíamos nuestras casas para jugar y que hacían de lugares de reunión.

También contábamos con una estructura abandonada a la que llamábamos 'La Casilla Viea'. No era muy grande, solo una planta baja techada y prácticamente llena de escombros y basuras con algún que otro sofá destartalado y muros dónde nos sentábamos. Dependiendo del día y de a lo que se jugase esa tarde usábamos la casilla para nuestras cosas y reuniones.

Por último también teníamos las cocheras de algunos de nosotros. Estában en la zona de atrás de los bloques, pegando al descampao, y había veces que alguno de los chavales cogía la llave y nos invitaba a unos cuántos a jugar y pasar la tarde por allí con sus juguetes y trastos ya que la mayoría más que cocheras eran trasteros y almacenes dónde se guardaban todas las cosas y muebles de casa.

Yo debo decir que en todos esos lugares llegué a hacerme alguna que otra pajilla. Éramos unos cuántos los chavalillos del barrio más los que se sumaban de plazas y calles próximas, aunque no siempre estábamos todos juntos a la vez. Lo normal era juntarnos entre 5 y no más de 10 críos y según a lo que se jugase esa tarde, estábamos en el descampao, la casilla o las cocheras.

Recuerdo perfectamente cómo siempre, se jugase a lo que se jugase, entre medias o al final, siempre surgía el momento pajilla. No era nada planeado pero de una manera u otra, siempre uno de nosotros sacaba el tema y a veces, supongo que por el nivel de hormonas tan revolucionadas que teníamos todos, el tema surgía solo sin que nadie tuviese que insistir mucho.

Competiciones de meadas para ver quién llegaba más lejos con el chorro, o el perder cualquier partida o batalla y tener que cumplir con el castigo de bajarse los pantalones y los calzoncillos y dar una vuelta alrededor nuestra, o el encontrar cualquier tipo de material pseudo erótico en el que se viese a una tía en bikini o bragas y sujetador, ya se aprovechaba para encender la mecha y poner palotes las mini pichas que gastábamos por aquel entonces jejeje.

La pajilla grupal que caía cada tarde, había veces que se acompañaba con alguna que otra maldad creada principalmente por los más mayores. que solían aprovecharse de los más peques para darse gusto.
Eran normales los premios y castigos que se conseguían en cualquier juego y que consistían en hacer si perdías o recibir si ganabas, todo de obligado cumplimiento y que asumíamos todos con más o menos reparos.
Premios como el que te pajearan unos minutos, te besaran la ingle, la picha o los webos, o cosas como dejar tu mano sugetándole los webos del que se estuviese pajeando, solían conseguir siempre los más avispados.
Castigos como el de tener que pajear, ponerte en pompa con el culo al aire para que otro te rozase cómo si te follara o tener que inventarse y contar una historia porno para que los demás la escucharan y se pajearan mientras, eran los que nos podían tocar a cualquiera por cualquier juego o cosa que alguien considerase como castigo.
Y es que todo era una especie de lucha y competición entre nosotros. Si jugábamos a los jefes, uno mandaba y el resto éramos sus trabajadores que terminábamos cumpliendo órdenes sexuales.
Si se jugaba a los médicos, el que hacía de doctor siempre tenía vía libre para meter mano ya que dijeses que te pasaba lo que te pasase, siempre el tratamiento llevaba un magreo de picha, webos, culo y tetillas si estaba alguna niña.

Ya de adolescentes, al salirnos pelos y desarrollarnos, sobre todo las cocheras se aprovechaban no solo para los pajotazos entre nosotros, también para darnos el lote con alguna de las niñas de la calle o la plaza de al lado, para las que llegaba haber colas para de uno en uno, alguna de ellas nos pajeara o mamara...

Nadie se anima a contar cuáles eran los lugares en los que quedabais con los coleguillas del barrio a hacerse las pajillas??
Erais más de descampao, cochera, edificio abandonao o casa o cuarto de tu amigo??
Nosotros empezamos 4 amigos, teníamos unos 13 años o así, y hablo de 1975 ó 76. Nosotros empezamos a "compartir" las pajas en los cines de sesión continua que había entonces, zonas de buhardillas de los edificios donde vivíamos y lo mejor era cuando se iban nuestros padres de visita, y nos dejaban quedarnos con nuestros amigos en el barrio. Así que subamos a casa del que estaba solo y a darle, empezamos cada uno con la suya y pasado algún tiempo, a las pajas cruzadas. ¿Los motivos para calentarnos? bufff todo valía, desde hablar de las mujeres, jóvenes y maduras, que conocíamos del barrio, hablando de sus tetas. culos y lo que las haríamos jajajaja hasta de las profesoras que teníamos en el colegio. Luego se empezó a hablar de las madres y hermanas, normalmente de amigos que teníamos en común los cuatro pero siempre terminabas pensando en la madre de alguno de los otros tres que estaban dándose contigo, aunque nunca se reconoció jajaja, la familia de un amigo era "sagrada".
 
Nosotros empezamos 4 amigos, teníamos unos 13 años o así, y hablo de 1975 ó 76. Nosotros empezamos a "compartir" las pajas en los cines de sesión continua que había entonces, zonas de buhardillas de los edificios donde vivíamos y lo mejor era cuando se iban nuestros padres de visita, y nos dejaban quedarnos con nuestros amigos en el barrio. Así que subamos a casa del que estaba solo y a darle, empezamos cada uno con la suya y pasado algún tiempo, a las pajas cruzadas. ¿Los motivos para calentarnos? bufff todo valía, desde hablar de las mujeres, jóvenes y maduras, que conocíamos del barrio, hablando de sus tetas. culos y lo que las haríamos jajajaja hasta de las profesoras que teníamos en el colegio. Luego se empezó a hablar de las madres y hermanas, normalmente de amigos que teníamos en común los cuatro pero siempre terminabas pensando en la madre de alguno de los otros tres que estaban dándose contigo, aunque nunca se reconoció jajaja, la familia de un amigo era "sagrada".
Nosotros, éramos tres amigos, que a principios de los 80 comenzamos con pajas cada uno con la suya, luego pajas a los otros, incluso juntábamos las pollas y roces con el culo de los otros, bien en el cine, o en casa de algunos cuando nuestros padres estaban fuera, o en un descampado. Se acabó el asunto cuando nos hicimos novios. Fueron apenas dos años, pero disfrutamos a tope, sin ninguna comedura de coco sobre nuestros gustos o identidad y sin necesidad de porno. Saludos
 
Yo tuve un amigo que le gustaba pajearme y ver salir mi leche, una vez nos calentamos mucho y en su coche se la chupé y el me la chupó hasta que nos pusimos tan caliente que terminamos los dos pajeándonos en publico de día.
 
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