Popurrí de mis experiencias!

Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
La espera ha valido la pena vaya relatos siempre te quedas con ganas de más, bienvenida de nuevo
 
Vale, acabo de descubrir esta sección y creo que ya sé cual es mi nuevo lugar favorito en el foro 😘 es increíble esta mujer, que capacidad de redacción, se respira la sensualidad con solo imaginar cada una de las escenas! Y sabiendo como es físicamente Sofía... uno se pone a mil revoluciones
 
Buenisimos relatos. Ojala que sigas con ellos. Pobre Fran en el ultimo, seguro que en otra ocasion hubiese ido con todo...
 
Muy buenas! Pues aquí estamos de vuelta y no, no se me cae la cara de vergüenza (bueno, un poquito). Os dejo con la continuación, espero que os guste!


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Las siguientes semanas a partir del encuentro con Carles fueron mucho más normales de lo que me esperaba en un primer momento. El trato entre nosotros fue el mismo que el que había habido siempre, yo no me sentía incómoda, él tampoco, y alguna vez estando a solas lo comentamos como algo bueno, divertido y que no descartábamos poder repetir en alguna ocasión.


Ya estábamos casi a finales de Diciembre y en uno de los ensayos estábamos hablando sobre nuestros planes para Navidades, Fin de año etc.


Nadia: Yo en nochebuena iré con mi familia y para fin de año… Tenía pensado sacar entradas para el pabellón, pero como el año pasado fue taaaan bodrio… Todavía no sé qué haré.


Marcos: Yo igual, la nochebuena la pasaré con mi madre y para fin de año supongo que me quedaré en casa.


Sofía: Madre mía, ni 25 años tenéis y ya parecéis un grupo de jubilados. Carles? Aarón? Fran? Qué vais a hacer vosotros?


Carles: Pues Aarón y yo para fin de año íbamos a hacer sesión de vicio y cervezas, tampoco nos vamos a pegar la fiesta…


Fran: Ya que ninguno tenéis un planazo, qué os parece si hacemos algo en mi casa para fin de año? Nada exagerado, nosotros 6, cervezas, algo de cena…


Sofía: Ay, sí! Podemos llevar cada uno algo de cena o hacer la cena allí entre todos, me parece muy buen plan.


Fran: Pues perfecto! Mis padres se marchan el 20 y no llegan hasta pasado Reyes.


Marcos: Búscate un piso ya, que tienes casi 30 palos.


Fran: Sí, hombre, con lo bien que estoy yo allí…


Nadia: Hahahahaha tremendo parásito, cría cuervos… Pero sí! Yo me apunto al plan!


Todos estuvimos de acuerdo en el plan para fin de año. La verdad es que me hacía mucha ilusión, habíamos hecho muy buenas migas y me gustaba el ambiente que se respiraba tanto dentro como fuera de los ensayos.

Llegó el día de fin de año y, como siempre tenía a Marcos haciéndome de taxista, ese día fui yo la que fue a recogerle a él. Me llevé una pequeña maleta con la ropa para esa noche, algo para dormir, maquillaje etc, ya que íbamos a estar cocinando y no iba a hacerlo toda emperifollada.

Marcos ya me estaba esperando debajo de su casa y él sí que estaba vestido para la ocasión. Llevaba un tejano negro, una camisa blanca y una americana. Iba muy guapo, pero chocaba verle así estando acostumbrada a verle como un drogadicto exconvicto.

Sofía: Hola! Le puedes decir a Marcos que baje? Es un chico que se parece a ti pero en versión “proyecto hombre”.

Marcos: Tú ni en estas fechas tan señaladas puedes dejar de meterte conmigo, eh?

Sofía: Hahahahaha es que si de primeras te digo que estás muy guapo, te creces.

Marcos: Y tú qué, vas a ir con esas pintas?

Sofía: Poco me meto contigo. Voy así porque si vamos a estar cocinando, no quiero mancharme la única ropa que tengo que no parece sacada de un rastro.

Marcos: Qué idiota, si vas muy guapa hahahahahha

Sofía: Sí, preciosa, vamos… Oye, qué te iba a comentar yo… Cómo se lleva el tema de relaciones internas dentro del grupo?

Marcos: Qué pasa? Ya le has echado el ojo a alguno?

Sofía: A ver, a ti no te voy a mentir, hace poco más de un mes me acosté con Carles y todo ok, pero ya sabes cómo soy y no me gustaría que hubiera malos rollos, roces tontos o cosas similares…

Marcos: Hahhaahahhaha mírala ella, todo precavida… Estate muy tranquila, que tenemos una mente bastante abierta…

Sofía: Explícate.

Marcos: Sé que sabes estarte callada, así que sin rodeos… Nadia se ha acostado con todos, varias veces, hasta Aarón y yo hicimos un trío con ella.

Sofía: Aaaaaaamigo por eso estabas tan suelto en el cámping hahahahaha

Marcos: Calla, que me da vergüenza hahahaha Pues eso, que puedes estar muy tranquila. Igualmente, fue hace bastante tiempo, luego ella empezó una relación con un chico bastante celoso y por lo obvio ya paramos.

Sofía: Madre mía, he ido a parar a un pueblo de degenerados.

Marcos: Pues preséntate a alcaldesa, que tú eres peor…

Llegamos a casa de Fran. Una casa de un par de plantas en una urbanización un poco apartada del resto del pueblo. Nada extravagante, pero muy acogedora. Se entendía perfectamente que no quisiera largarse de ahí.

Los coches de Nadia y Carles estaban ya aparcados fuera, por lo que supongo que ya estaríamos todos. Cogimos las cosas del maletero y fuimos a la entrada dónde nos recibió Fran, también vestido para la ocasión.

Llevaba un pantalón de traje azul marino, camisa blanca y un chaleco. Era un chico bastante delgado y casi siempre todo le queda muy holgado, pero estaba tremendamente guapo vestido así y con el pelo recogido en un moño algo hipster para mi gusto.

Fran: Bienvenidos a mi humilde morada.

Sofía: La de tus padres dirás.

Fran: La heredaré algún día.

Marcos: De tus padres.

Fran: Pero…

Sofía: De tus padres.

Fran: No sé ni para qué me molesto… pasad, anda, estamos en la cocina todos.

La casa no es que fuera enorme, pero sí estaba muy bien decorada, sin parafernalias innecesarias. Había un comedor, que era lo que ocupaba un mayor porcentaje de la planta dónde estábamos, una cocina bastante grande y un pequeño pasillo con un par de habitaciones y un baño.

En la cocina estaban el resto de los integrantes. Carles, que iba como un día cualquiera con sus pintas de motero, Aarón que la única diferencia con un día de ensayo es que venía duchado y Nadia, que también venía algo zarrapastrosa pero insultantemente sexy, como siempre.

Nadia: Tú también te has traído la ropa para cambiarte luego?

Sofía: Evidentemente, te tenía que impresionar.

Nadia: Menos mal, pensaba que iba a ser la única que se iba a arreglar para la ocasión…

Marcos: Bueno, y entonces qué plan hay? Cocinamos, cenamos, uvas y…?

Fran: La idea es ir a la planta baja, he preparado unas cosillas y podemos hacer karaoke, beber, bailar, jugar… lo que gustéis!

Carles: Coñe vaya planazo! Hahahaha

Tampoco me quiero alargar mucho con según qué temas, que al final es un foro sobre sexo, era por poneros en situación hahahahaha Estuvimos haciendo la cena entre todos, bebiendo y riendo.

Marcos y yo hicimos una tortilla de patatas gigante, Nadia hizo un aliño de ajo y perejil para las gambas que calentó en el horno, Aarón preparó los embutidos, Fran hizo una sangría de cava (que estaba que flipas) y Carles trajo un tupper de fricandó, por lo que se estuvo rascando los huevazos y bebiendo.

Nos pusimos a cenar, seguimos con las risas, y entre las cervezas cocinando y las dos jarras de sangría que nos pimplamos, ya empezábamos a ir bastante achispados.

Faltaba una hora para las campanadas, como Fran y Carles eran los que menos habían currado a la hora de cocinar, se encargaron ellos de recoger y limpiar, y Nadia y yo aprovechamos para ir a arreglarnos al baño.

Ahí no os negaré que estaba algo nerviosa, Nadia y yo siempre tonteábamos pero no sabía hasta qué punto era broma, curiosidad o de verdad había algún tipo de interés por su parte (por la mía estaba claro que lo había, ya sabéis que mi prototipo de persona es: que respire *opcional).

El primer momento de crisis no tardó en llegar, Nadia se quedó en sujetador para empezar a maquillarse.

No tenía el pecho muy grande, pero sí muy bien puesto y con una forma muy bonita. No llevaba un sujetador muy invasivo y se podía intuir la forma que tenía. Eran redonditas y más blancas aún que ella.

Nadia: Soy torpe de cojones, seguro que me maquillo con el vestido puesto y me mancho.

Sofía: Coñe, yo no había pensado en eso hahahaha Pero yo voy sin sujetador.

Nadia: Bueno, como siempre, no? Si te da corte me voy al baño de arriba

Sofía: No, no, si ya ves tú, a mí me da absolutamente igual, es por ti.

Nadia: A ver si te piensas que son las primeras tetas que vería hahahahahaa

Sofía: Bueno, tú mandas.

Hice como ella y me quité la camiseta, quedándome solo con el tejano puesto. Nadia es bastante graciosa y escandalosa una vez la conoces, y en ese momento no mostró mucho autocontrol que digamos.

Nadia: Pero tía!

Sofía: Qué? Qué pasa?

Nadia: Cómo puedes ir siempre sin sujetador y tenerlas así de firmes?! Qué envidia!

Sofía: Yo qué sé, genética supongo.

Nadia: Puedo tocar?

Sofía: Qué guarra! Hahahah qué dices tú ahora?

Nadia: Lo digo completamente en serio, puedo?

Sofía: Sí, sí, no te cortes.

Me hice la pasota pero el corazón me estaba yendo a mil en ese momento. No era una situación sexual, ni mucho menos, pero Nadia me ponía bastante nerviosa y creo que lo sabía.

Dejó la brocha en la repisa y fue con las dos manos directa a mis tetas. Yo pensaba que lo haría con una mano, nada destacable, y ya, pero no. Plantó sus manos en la parte de debajo de mis pechos y los apretó con delicadeza, subiéndolos un poco y juntándolos en el proceso. Hice un esfuerzo sobrehumano para mostrar indiferencia, cuando la realidad es que un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo.

En vez de dejarlo estar, en el segundo round me las cogió enteras e hizo un movimiento circular con ambas manos, de fuera hacia adentro. Yo estaba que ya no sabía dónde meterme, y su cara no ayudaba. Tenía la vista clavada en mis tetas, y durante el proceso dejó escapar un “dios…” que no sé si fue algo por admiración, algo sexual, o qué, pero no ayudaba.

Nadia: Madre mía, vaya espectáculo.

Sofía: No es que me moleste, pero vamos a seguir maquillándonos?

Nadia: Ahí va, sí, sí, qué pájara.

Nadia tardó casi nada en maquillarse, había estudiado para ser maquilladora profesional y con 4 pinceladas quedaba preciosa. Yo no había terminado ni de ponerme la base y empezó a burlarse un poco.

Nadia: Madre mía, literalmente nos van a dar las uvas…

Sofía: Lo mismo si no hubieras estado sobándome las tetas ahora iría más adelantada.

Nadia: Sí, sí, ya veo, seguro que hasta hubieras acabado antes que yo… Me dejas?

Sofía: Qué?

Nadia: Que si quieres que te maquille yo, piensa que yo por esto cobro.

Sofía: Bueno, si algún día tienes que podar algo o cortar alguna rama, te devuelvo el favor.

Nadia: No se hable más.

Me sentó en la taza del wc y se puso por faena. Yo no podía evitar quedar hipnotizada, ya que tenía sus tetas en sujetador a un palmo de mi cara.

Y la situación no penséis que fue a menos, no… Yo no estaba (ni estoy) acostumbrada a maquillarme, por lo que cuando empezó a hacerme cosas en los ojos fue un show. Me lloraba el ojo, pestañeaba mucho cuando no tenía que hacerlo, movía la cabeza de forma instintiva…

Nadia: Tía no lo pones fácil, déjame probar…

Me cogió de la cara, la levantó, y se sentó encima de mis piernas, tan arrimada que mis pechos rozaban con su vientre. Ahí ya me quedé tiesa como el portero de un futbolín y pudo currar en condiciones.

Nadia: Ves qué bien? Si llego a saber que esto funciona… Bueno, pues ya está!

Se levantó de encima y fui a mirar su obra al espejo. La tipa en 2 pinceladas me había hecho una raya en el ojo perfecta, fina, acompañada de un sombreado negro brutal. Tenía los labios pintados de un rojo oscuro muy delicado pero con un perfilado que los hacía destacar. 10/10. En mi vida me he vuelto a ver tan guapa como ese día.

Sofía: Jo-der, si me supiera pintar así lo haría todos los días!

Nadia: Te puedo enseñar, si quieres!

Sofía: Realmente me da muchísima pereza aprender hahahaha Bueno, quedan poco más de 20 minutos para las 00:00, nos vestimos?

Saqué mi vestido de la maleta. No era nada del otro mundo, no me gusta lo llamativo o lo exagerado. Era un vestido negro muy normalito, un poco por encima de las rodillas y algo ajustado, con un escote que me permitía ir sin sujetador sin tener peligro de sacar las gemelas a pasear al primer movimiento. Para ese día, por motivos especiales, me habían dejado unos zapatos negros con algo de tacón (no mucho, no sé andar con esas cosas) y era feliz porque casi llegaba al 1,60.

Nadia tenía su vestido colgando de uno de los toalleros. Era un vestido, también negro, guapísimo, con zonas con transparencias, la falda cruzada y un escote largo pero no muy ancho. Ella, a diferencia de mí, sí traía unos taconazos que le estilizaban las piernas una barbaridad.

Ambas nos quitamos los pantalones. Ella llevaba un tanga rojo extremadamente sexy, sin ser “ordinario” y dejando ver el tremendo culazo redondito y bien puesto que la acompañaba siempre.

Yo, como siempre, iba con un culotte negro, nada especial y, como ya habéis visto todos (o la mayoría), tampoco iba falta de culo que digamos.

Nadia se quitó el sujetador, dejando ver sus blanquitas y redonditas tetas. Tenía un lunar en la teta izquierda y los pezones pequeños y rosas, con un piercing en el derecho. Yo, que tonta no soy, quise aprovechar la situación como ella hizo conmigo hacía un rato.

Sofía: Joder, y luego dices de mí, qué bonitas!

Nadia: Ay calla! Hahahahah qué corte!

Sofía: Sí, ahora, cuando me las estabas sobando tú, no te daba tanto corte.

Nadia: Qué pasa, que quieres tocar tú también?

Sofía: A ver, obviamente. Ojo por ojo, teta por teta.

Nadia: Hahahaha gánatelo!

Sofía: A ver, creo que está más que ganado!

Nadia: Pues fácil no te lo voy a poner.

Nadia me cogió de las dos manos, tenía mucha fuerza. Intentaba forcejear mientras ella se reía de mí.

Nunca me había parado a pensar en lo jodidamente porno que era ese escenario hasta ahora que lo estoy escribiendo, pero juro por los dioses que fue así xD

A mí, llamadme rara, pero entre esa escena, que nuestros cuerpos se rozaran por el forcejeo, y la tensión que ha habido siempre con Nadia, me estaba poniendo bastante cachonda, y en esas situaciones me vengo un poco arriba.

Durante un momento del forcejeo, nos quedamos con las caras bastante cerca, así que aproveché y le mordí el labio como ya había hecho alguna otra vez, para ver cómo reaccionaba.

Se quedó muy parada, así que aprovechando el despiste, me pude soltar las manos y las llevé directamente a sus tetas.

Sofía: hahá! Gané!

Nadia no dijo nada. La cara le había cambiado completamente y su respiración se aceleró.

Sofía: Nadia, no te quería molestar, era para despi…

No me dejó terminar la frase y me plantó un beso muy pausado, muy calentito, muy cómodo… Creo que es de los besos más bonitos que me han dado nunca.

Fui a separar las manos de sus tetas, pero ella misma me las volvió a coger y las apretó contra ellas. El beso pasó a ser algo más acelerado, más ruidoso… No llegaba a meterme la lengua, pero si la dejaba asomar de tanto en tanto (cosa que me encanta).

Nadia me sentó en la taza del wc y se sentó encima de mí, igual que cuando antes me maquillaba. Fue ella misma la que cogió mi cabeza y la llevó contra sus tetas y yo, que soy una experta captando indirectas, me puse a ello.

Me llevé a la boca su pecho derecho, ya que los piercings ahí son mi perdición, y jugaba con la otra con mi otra mano. Siempre me han dicho que hago esas cosas con mucha delicadeza, y por cómo se le escapaban ligeros gemidos, creo que estaba disfrutando bastante.

Nadia: Dios, me moría de ganas de esto…

Sofía: Joder… y yo…

Nadia se levantó, se bajó el tanga despacito y me llevó la mano a su depilado sexo. Estaba mojada, nada exagerado, pero sí lo bastante como para poder empezar a jugar.

Pasaba los dedos por sus labios a la vez que iba haciendo el amago de introducir uno de ellos. Poco a poco iba estando más y más mojada y cuando ya no pude aguantar más, le metí dos de mis dedos muy despacio.

Nadia en todo momento me cogía de la cara y me miraba a los ojos. Tenía los ojos marrones, pero una mirada muy profunda y sensual. Volvió a sentarse encima de mí, mientras cogía mi mano y hacía movimientos para que fuera más deprisa. No era callada, y eso en chicas me suele gustar más que con chicos.

Nadia: Más deprisa… va… quiero acabar el año corriéndome…

Comencé a jugar con su clítoris con la mano que tenía libre, cosa que creo que le encantó, porque se mordió el labio ahogando un gemido que, de haber habido alguien al otro lado de la puerta, lo hubiera escuchado claramente.

Nadia: Va… va… más…

Sofía: Uff… cómo me estás poniendo… voy todo lo rápido que puedo…

Nadia: He dicho que más…

Llevó su mano a mi cuello, cosa que no me suele gustar a menos que se haga con algo de delicadeza, pero que hizo que me encendiera hasta tal punto que os juro que pensaba que me iba a correr sin tocarme.

Empezaba a notar como sus paredes estaban cada vez más apretadas y un ligero temblor en sus piernas. Estaba cerca.

Nadia: Sigue así… sigue así… Me voy a…

Sonó la puerta. Era Fran. Nadia se levantó de un bote.

Fran: Qué coño hacéis ahí dentro? Faltan algo más de 5 minutos para las campanadas!

Nadia y yo nos miramos y nos echamos a reír. Teníamos corrido todo el pintalabios y los pelos hechos un Cristo. Ella, a parte, tenía marcas de pintalabios por todo el pecho.

Nadia: Ya estamos! Que hemos tenido un pequeño problema con el maquillaje!

Nos vestimos a la velocidad de la luz, nos medio arreglamos el pelo y Nadia intentó arreglar el estropicio de los pintalabios a la vez que limpiaba las marcas que quedaban a la vista.

Sofía: Voy a matar a Fran…

Nadia: Que tú qué? Yo me lo pido primero, estaba a puntito de correrme…

Sofía: Esto no queda así… estoy hay que terminarlo…

Nadia: Más te vale… me estaba gustando demasiado…

Sofía: Ahora me voy a hacer la digna y me voy a hacer de rogar… hahahahaha

Nadia: Te odio mucho ahora mismo, voy cachondísima…

Sofía: Hahahaha se te pasará… vamos, anda…

Salimos ambas del baño, con un milagro obrado por Nadia que disimuló a la perfección que en ese baño habían pasado cosas muy lésbicas. Mucho.

Marcos: Mira que sois tardonas!!!! Va, que ya empiezan!!!

Llegamos con los demás, cogimos nuestro platito con 12 uvas, y justo empezaban los cuartos.

Empezaron las campanadas y con cada “tong” aparecía en mi cabeza una imagen relacionada con la situación antes vivida, cosa que hizo que de los nervios casi me atragantara y os hubierais quedado sin leer esto hoy.

Una vez terminadas, tocaba felicitarnos entre nosotros con besos y abrazos. Al llegar a Nadia, mi cerebro decidió que era un buen momento para apagarse unos segundos, y entre confusiones, que una gira la cara para el mismo lado que la otra, y el alcohol en vena, nos dimos un pico. Ya ves tú, nada escandaloso, pero que provocó los “uuuuuuh” entre la panda de gañanes que tenía por compañeros.

Fran: Ahora ya sabemos que hacían estas en el baño!

Carles: Qué calladito se lo tenían…

Aarón: Pero otra vez dejad mirar!!

Se daban golpes en la espalda innecesariamente fuertes, y parecía que competían por ver quién soltaba la gracieta más rancia. No me escondo, me gusta ese tipo de humor, y decidí unirme para aplacar un poco los nervios que me estaban entrando.

Sofía: Sí, bueno, si le hubiera hecho cosas aquí a la amiga, se le habría escuchado desde 4 casas más allá.

Nadia: Tía, qué bestia hahahahaha

Marcos: Estamos pasando por alto una cosa… Sofía va arreglada!

Aarón: Coño, es verdad! Hahahahaha

Fran: Pues bien guapa que va!

Aarón: Nadie está diciendo lo contrario! Pero se me hace raro, raro…

Sofía: Pues no os acostumbréis que solo me arreglo para fin de año, seguramente para vuestros funerales, y ya.

Carles: Amenaza captada… Bueno, aquí se bebe, o no?

Bajamos todos al sótano, que es dónde íbamos a hacer vida el resto de la noche. Estaba muy bien decorado para la ocasión: una luz tenue, un pequeño equipo de sonido montado para poder hacer karaoke, una bola de discoteca colgando y una pequeña máquina que proyectaba unas lucecitas de colores por toda la sala. Teníamos hasta una nevera para no tener que ir subiendo cada dos por tres a por cosas y unos sofás para no tener que estar todo el rato de pie.

Muchos estaréis pensando “woah, un karaoke rockero, qué brutal” pero ni mucho menos. El 99% de lo que se cantó esa noche era puro mamarracheo, canciones de Disney y openings de anime. Aarón y yo estrenamos el karaoke cantando el famosísimo “Sueño contigo” de Camela, que nos quedó espectacular, y empezó el festival.

Todo se desarrolló con bastante “normalidad” teniendo en cuenta que éramos medio subnormales y que íbamos bastante bebidos, y llegó el turno de que Nadia y yo saliéramos a cantar algo.

Nadia: Algo de Disney, please.

Sofía: Joer, qué original.

Nadia: Bueno, pues elige tú, si yo lo que no quiero es pensar.

Decidí empezar a tocar un poco las narices y escogí la canción de I kissed a girl, de Katy Perry, que provocó que nos entrara un ataque de risa nada más escuchar la primera nota. El resto de integrantes lo tomaron como una referencia al pico que nos dimos sin querer, cosa que nos benefició a la hora de ir con discreción en caso de quererla (no parecía el caso).

Durante la canción, nos “perreamos” un poco la una a la otra, hubo algún azote tonto y la terminamos con las caras muy cerca, como si fuéramos a besarnos. Eso no ayudaba. Yo estaba empezando a estar muy inquieta, pero tampoco quería centrar mi noche en eso. Estábamos pasando un buen rato entre colegas y decidí aflojar un poco con las indirectas y provocaciones.

Después de un par de horas decidimos abandonar el karaoke, y pasamos a poner música de fondo y charlar mientras seguíamos bebiendo. El ambiente parece que decaía un poco, sobre todo viendo las caras de Carles y Aarón.

Carles: Yo me voy a echar la última y me voy a recoger, que mañana tengo comida familiar.

Aarón: Sí, yo igual, aprovecho y me voy contigo.

Sofía: Joer, vaya pussys estáis hechos, pues os voy a robar de la ginebra esa tan buena que habéis traído antes de que os vayáis.

Fran: Hay que subir a por hielo, pero me da un palo…

Fran y Marcos estaban en el sofá con cara de que el último porro no se lo tendrían que haber fumado. Pero quién soy yo para juzgar a nadie por eso, si normalmente era yo la que estaba en su pellejo.

Sofía: Pues ya subo yo, ya ves tú el problema.

Una vez subí, ya vi dónde estaba el problema. El congelador estaba en la parte de arriba de la nevera, en la cajonera de arriba y al fondo. No llegaba. Tristísimo, señores.

Nadia: Si ya sabía yo que no ibas a llegar…

Sofía: Tu putísima madre en bicicleta, el susto que me has dado! Pues va, cójalo usted, Lisa Leslie.

Nadia me arrinconó contra la nevera. Era bastante más alta que yo y ya se encargaba ella constantemente de recordármelo. Igualmente, todos sabemos que no subió solo a ayudarme con el hielo. Yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el agente del gobierno que tiene acceso a mi móvil y está leyendo esto también lo sabe.

Nadia cogió la bolsa de hielo, la dejó en la pica (estoy convencida de que “la pica” es una catalanada, pero me da tremendo palo buscarlo) y cogió un hielo pequeño que estaba roto.

Sofía: Dónde vas con es…

Se me lanzó a la boca, le había cogido el gusto a dejarme con la palabra a medias parece ser. Sus besos eran lentos, pero a la vez muy pasionales, estaba en una nube en ese momento.

A los pocos segundos se apartó, se llevó el hielo a la boca, y pasó a besarme el cuello. Quizás la idea del hielo un 31 de diciembre/1 de enero parecía un poco fuera de estación, pero, por cómo reaccionó mi cuerpo, parece que mucho no le importó.

Sofía: Di… dios…

Un escalofrío recorrió cada milímetro de mi minúsculo cuerpo, erizando mis pezones debido al contraste y mojándome la ropa interior debido al tremendo calentón que me ocasionaron las habilidades de Nadia.

Bajó por mi cuello en dirección a mi escote, apartando con una mano la tela que tapaba mis tetas para aprovechar lo poco que le quedaba de hielo con ellas. La sensación de frío seguía una vez derretido el hielo, y le dio pie a poder jugar con su lengua en mis pezones y tenerme a puntito de estallar en cualquier momento.

Esta vez fui yo la que cogió su mano para llevarla a mi coño. No aguantaba un segundo más. Captó el mensaje enseguida, me apartó el culotte a un lado y empezó a acariciarme.

Nadia: Joder… sí que vas mojada…

Sofía: Ya me dirás… cómo para no…

Nadia: Pues habrá que aprovechar…

Nadia se arrodilló para poder tener un mejor acceso y comenzó a hacer algo que de normal no me suele gustar… Pero que en ese momento se sentía como el primer trago a una cerveza helada en una calurosa tarde de agosto.

Aprovechando lo mojada que iba, me metía y sacaba los dedos de forma rápida, fuerte y firme, pero sin llegar a ser brusca. A mí la penetración, si no me lo pide el cuerpo, no me gusta, ni con pollas, ni con juguetes, ni con dedos, pero si saben cogerme el punto…

Lo que más recuerdo de ese momento, aunque no os lo creáis, eran las ganas de gritar que tenía. Me estaba costando una barbaridad contenerme y solo tenía ganas de arrancarle el vestido y hacerle lo mismo que ella me estaba haciendo a mí.

Llevé mi mano a mi clítoris, ya que solo con penetración es prácticamente imposible que me corra, pero por suerte no iba a durar mucho viendo la situación.

Nadia: Eso es… tócate…

Al ver que me tocaba, Nadia aceleró el ritmo a un punto que, si no me escuchaban a mí gritar, la iban a escuchar a ella masturbarme, porque estaba siendo todo bastante escandaloso.

Sofía: Tía… si sigues así me voy a…

Nadia: Ya? Joder, cómo vas, no? Hahaahah Pues va, si creo que tengo yo más ganas que tú de que te corras…

Sofía: Uff… no me digas eso…

Nadia: Pues va… córrete…

Sofía: Mí… mírame…

Nadia: Eso quieres?

Sofía: S… sí… va… va…

Nadia levantó la vista y clavó sus ojos marrones en los míos a la vez que, con la mano que tenía libre, me apretó y arañó el muslo. Ella no lo sabía, pero ese gesto con la mano me ayudó casi tanto como sentir su mirada en mí.

Estaba a punto, lo estaba empezando a notar y así fue. Mis piernas comenzaron a temblar, los dedos de Nadia se notaban cada vez más y era incapaz de controlar ni mi respiración ni los ruidos que salían de mi boca. Pero el culmen fue escuchar a Nadia, que casi ni había pestañeado desde que le pedí que me mirara.

Nadia: Córrete…

Sofía: Di… dios… sí… ya… YA…

Exploté. Tuve que llevarme la otra mano a la boca para ahogar mis gemidos, y mis piernas no me respondían del todo bien. Dejé de tocarme y me apoyé en la encimera, ya que sentía que necesitaba un punto de apoyo o me iba al suelo.

Nadia retiró su mano también, bastante empapada por lo obvio. Se incorporó, puso las manos en mi cintura y nos echamos a reír.

Nadia: Vamos para abajo? Estarán montándose ya sus teorías.

Sofía: Pero… y tú?

Nadia: Yo estoy bien, dije de acabar el año con un orgasmo, no dije nada de empezarlo hahaha

Sofía: Hahahaha pues dame un minuto… me tiemblan las piernas…

Realmente tardamos unos 5 minutos, por lo que tampoco levantamos muchas sospechas, sumado al pelotazo que llevaban muchos de ellos, cuando entramos estaban todos como si nada.

Sofía: Pues marchando una última!

Carles: Yo me voy a rajar… voy a ir ya para casa, que me han chivado que no hay controles. Aarón, vienes conmigo?

Aarón: Sí, estoy hecho una mierda…

Marcos: Yo tendría que ir marchándome ya… Sofía, tú mandas.

Sofía: Yo no voy a coger el coche, haya controles o no, no estoy para conducir.

Nadia me medio apartó y habló conmigo.

Nadia: Me encantaría quedarme contigo, pero yo tendría que ir yendo también… Te importa?

Sofía: Para nada, mujer! Así de paso te llevas a Marcos, yo voy a esperar a que se me pase la papa… Marcos! Te marchas con Nadia, yo voy a esperar a que me baje el ciego…

Marcos: Segura? No me importa esperar.

Fran: Sofi, puedes dormir aquí si quieres, por eso no te preocupes.

Sofía: Pues mira, apañado. Quién me iba a decir a mí que iba a ser la más responsable del grupo…

Nos despedimos todos y nos quedamos Fran y yo. Fran era la persona de la banda con la que menos había tratado, pero de todas formas tenía muy buen rollo con él.

Como ya expliqué hace unos posts (que normal si no os acordáis porque os tengo abandonaícos), Fran no era un chico mucho más alto que yo, era muy fino, con el pelo largo y liso. Se podría decir que era algo afeminado (odio ese término, pero es para hacerme entender) pero yo tampoco es que le dé ningún tipo de importancia a cosas así.

Igual que con el resto de integrantes las bromas eran muy de “polla esto, culo lo otro, sexo, sexo, sexo”, las bromas con él siempre iban por otro tono. Nunca escuché un comentario suyo hacia Nadia o hacia mí, nunca mencionó sus genitales vacilando a algún compañero, ni siquiera un azote tonto cuando alguien se agachaba a enchufar un cable (los azotes en ese ámbito volaban, estaban totalmente fuera de cualquier contexto sexual) y lo último que me pasaba por la cabeza era hacer cualquier cosa con él, fuera jugar, provocar o cosas más subidas de tono.

Fran: Quieres que te deje algo para dormir?

Sofía: Pues si me pudieras dejar una camiseta te lo agradecería, total, fijo que usamos la misma talla.

Fran: Qué graciosilla, pero a quién quiero engañar, tienes razón hahahahah Solo una camiseta? No quieres un pantalón?

Sofía: Bah, duermo en bragas, no te preocupes. Y a todo esto, dónde duermo?

Fran: Puedes dormir en mi cuarto si quieres, yo me quedo en la otra cama libre que hay, que lo mismo te es incómoda.

Sofía: Joder, qué caballero. Pero tú tienes sueño ya?

Fran: La verdad es que no, me he desvelado un poco…

Sofía: Ah, pues me pongo el pijama y echamos la última si quieres.

Yo el tema de pasearme en bragas lo tenía muy normalizado, llevaba toda la vida haciéndolo, y me costaba entender que no todo el mundo era igual. Me costó entender que quedarme en tetas no era lo ideal, imaginad estando más tapada xD

Nos bajamos al sótano con un par de gintonics y ahí mismo me dejó una camiseta algo grande y bastante desgastada de Megadeth.

Fran: Es lo más grande que he encontrado.

Sofía: Ay, muchas gracias!

Me fui a una parte del sótano donde podía estar cubierta a cambiarme y salí ya con mis pintas cómodas de estar por casa. La camiseta me llegaba algo por debajo del culo, así que tampoco iba fardando de culotte.

Fran también se puso cómodo. Pasó del traje y chaleco a un pantalón de pijama a cuadros y una camiseta de algún anime que ahora no recuerdo.

Ambos nos sentamos en el sofá y empezamos a charlar de tonterías: que si anime, que si warhammer, que si videojuegos…

Fran: Bueno, y tú con Nadia, qué?

Sofía: Hahahaha míralo el marujo, yo qué de qué?

Fran: A ver si te piensas que no me fijo en las cosas hahahaha lleváis toda la noche pegadas, con miraditas, por no hablar que cuando habéis ido a por hielo habéis tardado la vida.

Sofía: Es que no llegaba hahahaha

Fran: Sofi… tienes pintalabios en el cuello…

Sofía: Ups… hahahahahaha

Fran: Pillada!

Me vino a la mente la conversación con Marcos en el coche sobre que ahí habían follado todos con todos y que todos eran conocedores de sus batallitas. No iba a incumplir ningún código si se lo contaba.

Sofía: Pues sí, nos hemos liado en el baño y en la cocina, cómo era el dicho? El año nuevo la sangre altera?

Fran: Hahahahahahaha algo así, algo así… Joder…

Sofía: Hay algún problema?

Fran: Todo lo contrario… Voy a acordonar la zona con un cartel de “aquí hubo sexo lésbico entre Sofia y Nadia” y voy a hacer rutas turísticas.

Sofía: Pero pavo hahahahahah

Fran: Qué? La escena tenía que ser una pasada hahahaha

Sofía: Se me hace raro escucharte hablar de cosas así, yo hasta empezaba a pensar que eras asexual…

Fran: Qué va, mujer. Tengo mi libido, como todos, solo que no hago ese tipo de bromas como hacéis vosotros, pero me hacen gracia igual.

El alcohol empezaba a hacer mella y las conversaciones tenían cada vez menos sentido. Yo estaba cada vez más echada para atrás y él cada vez más espatarrado. Sueño, lo que se dice sueño, no teníamos, pero sí estábamos ya un poco en la mierda.

Fran: Tía, perdona que vuelva a lo mismo… Pero necesito detalles de lo tuyo con Nadia.

Sofía: Míralo el que no habla de sexo hahahahahah pero qué dices de detalles? Qué quieres?

Fran: Pues eso, que si te apetece me cuentes cómo ha ido todo…

Sofía: No es violento? Por ella, digo.

Fran: Puedes creerme o no, pero siempre nos hemos contado las cosas y nunca ha habido problemas.

Sofía: Pues voy a elegir creerte, va, mientras no salga de aquí…

Empecé a explicarle con todo lujo de detalles mi encuentro en el baño (el relato dentro del relato… Relatoception? Es esto Naruto con flashbacks dentro de flashbacks dentro de flashbacks? Todo misterios). Fran no perdía detalle y me prestaba toda la atención del mundo, tenía hasta la boca abierta y, en un momento que bajé la mirada, pude notar un bultito en el pantalón, ya que la tela era algo fina y no ayudaba.

Sofía: Tío, que te has empalmado hahahahah

Fran: Eh? Joder! Hahahahah coño, como para no! Perdona!

Sofía: Pero perdona por qué? A ver, te estoy explicando cosas con demasiado detalle, es lo normal.

Fran: Entonces no te molesta?

Sofía: Por qué me iba a molestar? Por mí como si te la pelas.

Nos echamos a reír los dos. Yo seguía sin intenciones de hacer nada con él, pero si podía llevarme algo… Pues tonta tampoco soy. Empecé el año con un orgasmo, si ya lo seguía con una corrida encima, 10/10.

Proseguí con los detalles de mi encuentro por dónde lo había dejado hasta que terminé con el del baño. Iba a empezar a explicarle el segundo encuentro, cuando me paró.

Fran: Voy borracho así que perdona por lo que te voy a preguntar… Lo de que me la podía pelar, iba en serio?

Sofía: Hahahahahahah completamente en serio, no te preocupes.

De forma tímida, como sin acabar de creérselo del todo, Fran introdujo la mano en sus pantalones y, al ver que yo no reaccionaba, empezó poco a poco a moverla. Ahí ya empecé a animarme yo también y me sentía más… llamémosle “juguetona”.

Sofía: Sí, hombre, voy a estar yo aquí haciéndote audioporno para que te lo hagas por debajo del pantalón.

Fran: Eh?

Sofía: Si te vas a hacer una paja, que sea por fuera, es el único trato.

Fran: Joder, sí que vas fuerte…

Sofía: A ver qué te has pensado hahahaha

Fran incorporó un poco el culo y se bajó el pantalón, dejando ver una polla algo pequeña, bastante fina y con el vello bastante recortado. Esto que voy a decir no está bien, pero viendo la imagen que daba Fran, tenía la polla exactamente como me la imaginaba.

Seguí narrando mis aventuras intentado exagerar cada detalle para ver las reacciones en Fran y, no sé si fue debido al alcohol o a los nervios, pero su cosita empezó a tener problemas para mantenerse en formación.

Yo intentaba no darle importancia, porque realmente no la tenía, no sois máquinas y son cosas comunes. Igual que también sé que son temas delicados con algunas personas y tampoco quería que se sintiera mal, así que hacía como si nada, fue él mismo el que comenzó a hablar sobre ello.

Fran: Joder… parece que me está costando…

Sofía: Tranqui, hombre, no te preocupes. Quieres parar?

Fran: No, no… si realmente estoy muerto de ganas por seguir…

Sofía: Y… una ayudita?

Fran: Eh?

Sofía: Que si quieres que te ayude con eso.

Fran: Pues no te voy a decir que no…

Me incorporé hacia él y me quité la camiseta. Le aparté la mano con la que se estaba pajeando y me la llevé a una de mis tetas. Me la apretaba de forma suave, a la vez que jugaba con mi pezón. La respiración se le entrecortaba y empecé a masturbarle yo.

Se le volvió a poner dura, pero no duró mucho así.

Fran: Joder, perdona, en serio…

Sofía: Pero que no te preocupes! Tú intenta relajarte.

Me puse de rodillas entre sus piernas. Me puse su polla entre las tetas, la acariciaba con mis pezones, la apretaba… Hasta me la llevé a la boca, y nada. 0 dramas, no se pudo dar y ya está.

Sofía: Oye, otro día será, no te preocupes que no es ningún dramón esto.

Fran: Ya, pero jode… te tenía muchas ganas…

Sofía: De verdad, que ni caso, será por días.

Conseguí que entendiera que no había ningún tipo de problema por mi parte y nos fuimos a dormir cada uno a su cama designada.

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Pues espero que os haya valido la pena la espera! He disfrutado mucho escribiendo y recordando, espero que lo disfrutéis la mitad que yo.

Espero vuestras respuestas, consejos y reacciones! Un saludo a todos!
cada vez que lo leo me entran calores.... a ver si estas navidades son tan buenas también!
 
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