Primer trío en el matrimonio y con hombre mayor, muy mayor.

Enparejados

Miembro
Desde
11 Ene 2024
Mensajes
12
Reputación
254
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
 
Última edición:
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japo y después a una coctelería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la coctelería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había separado hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
Me gusta mucho, a ver como continúa!!😜
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
Mmmm que interesante!!
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
Muy buena!! Sigue !!
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
continua que pinta bien...
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
Y??.... ??? ....???
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
Promete... me gusta
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
Quiero más
 
Buenas! Pues como no tengo a nadie para confesar en persona lo que (aún no sé cómo) hemos hecho, me he decidido a contarlo por aquí porque siento que necesito contarlo...
Somos una pareja más o menos joven, 39 ella y 40 yo... llevamos juntos desde los 21, y bueno, aunque nos va bien en la cama llevábamos tiempo dándole vueltas a la idea de probar, al menos una vez, hacer un trío con un hombre más. Veo que no soy el único que le pone bastante mucho la idea de ver a su pareja en la cama con otro...y bueno a ella la idea de otra no le hacía ninguna gracia, cero. Estaba difícil cumplir la fantasía porque yo tampoco quería a alguien joven, ni de nuestra edad porque era arriesgado, así que casi lo dejamos estar. Pero caprichos del destino, el sábado fuimos a cenar al japonés y después a una cervecería muy tranquila que tenemos en el barrio a dos manzanas de casa, como hemos hecho en otras ocasiones (cuando hemos podido estar sin el niño).
En el japo todo transcurrió tranquilamente, hablando de nuestras cosas sin más...hasta que poco a poco el vino fue haciendo de las suyas y comenzamos a juguetear y a elegir de los presentes con quien lo haría y como...yo ya me estaba poniendo a mil y la cosa no sé enfrió ni de camino a la cervecería, donde bebimos unas copas más y seguimos con la tontería hasta que nos marchamos, sobre las doce menos algo de la noche (solemos volver pronto a casa). Y aquí es donde se pone interesante la noche... Tras salir por la puerta y andar unas pocas decenas de metros nos encontramos al señor Hernán, un abuelo peruano de 78 años que fue vecino nuestro antes de mudarnos a otro piso en el mismo barrio y que se había quedado viudo hacia unos pocos años, es un hombre extremadamente alegre y educado, siempre está sonriendo. Nos dijo que venía de ver el partido con unos amigos y que había bebido un poco, que le apetecía tomarse otra cerveza pero que sus amigos ya se habían ido... Como un acto reflejo le dije que nosotros también habíamos bebido un poco y que nos íbamos ya a casa, que si le apetecía podía acompañarnos y le invitábamos a una pero en casa! Enseguida noté el apretón de mano que me hizo mi mujer como diciendo... ¿¡¿Que estás haciendo?!? Pero Hernán fue rápido y enseguida contestó que aún viviamos cerca, que aceptaba de buena gana una cerveza porque se había quedado con las ganas y además hacía tiempo que no charlábamos. A mi pareja sólo le dió tiempo a sonreírle y volver a darme otro apretón de mano. En el corto camino hablamos de lo típico, la familia, trabajo y esas cosas...no vi claro que pudiese funcionar hasta que le dijo a mi pareja que estaba igual de hermosa que siempre, no era mucho pero necesitaba oír algo así para mantener la esperanza...mi mujer no iba borracha pero si íbamos algo tocadillos, a ella le encanta que la hagan reir y Hernán lo conseguía...Yo veía a leguas que si se lo proponíamos o surgía no iba a rechazarlo, siempre se le han ido los ojos cuando ha visto a mi mujer. El medirá 1,70 y pico, pelo canoso y algo de barriga, nada exagerado...tez morena, marcado carácter latino. Mi mujer 1,58. Delgadita y muy buen pecho...rubia y tez bastante blanca, hacian un contraste más que interesante y eso me estaba poniendo a mil. Llegamos a la portería y subimos en el ascensor, bastante apretaditos ya que no es muy grande...no paraba de imaginarme cosas...entramos a casa y les invité a sentarse en el sofá mientras preparaba dos copas de vino mas y una cerveza. Escuchaba reír a mi mujer, buena señal. Mi mujer tenía una risa nerviosa, Hernán era mayor si, pero la verdad es que sabe llevar a las mujeres a su terreno.
Tras servir las bebidas me uní a la conversación, tras a la segunda copa al cabo de un rato mi mujer solo reía y cuando y al hablar ya le costaba vocalizar bien, ya había bebido suficiente vino...yo estaba decidido, era esta noche posiblemente o nunca...

Continuará...
...aprovechando la "alegría" en la que nos había sumido el alcohol aproveché para disimuladamente cambiar el tema de conversación, preguntándole al señor Hernán si había vuelto a estar con alguna mujer después del fallecimiento de su esposa dos años atrás, entre risas confesó que no, que no le gustaban las de su edad y que las jóvenes no se fijarían en él. Sin pensarlo dos veces me lanze y le pregunté: -¿Nada de sexo en dos años?, -Nada, contestó apresurado. -Vaya... no se si aguantaría tanto yo... -Tú tienes una mujer bien hermosa y joven, mujeres como la tuya no se fijan en un viejo como yo...y las que se fijan en mi son de mi edad y sólo buscan compañia... -Pero mi mujer ya es un poquito vieja también...! Exclamé mientras reía... -Perdona? Como que vieja? Respondió ella sorprendida. -Hombre cariño...vieja no, pero ya las tetas van cayendo...(mentira, tiene unas tetas increíbles lo juro). Don Hernán se reía con la discusión... -Ya me gustaría encontrar a una mujer como la tuya aunque tuviese el pecho caído jajajaj... interrumpió Hernán. -Pero que no lo tengo caído! no le hagas caso! Insistía ella. -Si cariño, un poquito si que se te ha caído, pero sólo un poquito...-No me provoques que estoy borracha eh? Mira que se las enseño para que vea que es mentira! Amenazó ella. -Le creo no hace falta jajaja se ve que están en su sitio. Volvió a interrumpir Hernán. -Tranquilo Hernán, mucha boca pero luego nada no sé preocupe jajaja. Conteste provocándola. Como un rayo y sin pensarlo se subió la camiseta, quedando a la vista de Hernán el sujetador negro , exclamando: -Las ves caídas? A que no lo están? Es un mentiroso!. Hernán fijo la vista en su pecho y aguantando el tipo dijo... -Se ven hermosas, no hagas caso... -Eso es trampa cariño, te las aguanta el sujetador sinó... Me miró desafiante mientras se llevaba las manos a la parte trasera del sujetador hasta desabrocharlo y dejarlo caer en mi lado del sofá. -Y ahora? Tú me las ves caídas Hernán? Le Preguntó en modo chulesco. El pobre Sr. Hernán no acertó a decir nada, tan sólo pudo negar con la cabeza mientras cogía su cerveza y apuraba nervioso el último trago que le quedaba.

Continuará...
 
Última edición:
...aprovechando la "alegría" en la que nos había sumido el alcohol aproveché para disimuladamente cambiar el tema de conversación, preguntándole al señor Hernán si había vuelto a estar con alguna mujer después del fallecimiento de su esposa dos años atrás, entre risas confesó que no, que no le gustaban las de su edad y que las jóvenes no se fijarían en él. Sin pensarlo dos veces me lanze y le pregunté: -¿Nada de sexo en dos años?, -Nada, contestó apresurado. -Vaya... no se si aguantaría tanto yo... -Tú tienes una mujer bien hermosa y joven, mujeres como la tuya no se fijan en un viejo como yo...y las que se fijan en mi son de mi edad y sólo buscan compañia... -Pero mi mujer ya es un poquito vieja también...! Exclamé mientras reía... -Perdona? Como que vieja? Respondió ella sorprendida. -Hombre cariño...vieja no, pero ya las tetas van cayendo...(mentira, tiene unas tetas increíbles lo juro). Don Hernán se reía con la discusión... -Ya me gustaría encontrar a una mujer como la tuya aunque tuviese el pecho caído jajajaj... interrumpió Hernán. -Pero que no lo tengo caído! no le hagas caso! Insistía ella. -Si cariño, un poquito si que se te ha caído, pero sólo un poquito...-No me provoques que estoy borracha eh? Mira que se las enseño para que vea que es mentira! Amenazó ella. -Le creo no hace falta jajaja se ve que están en su sitio. Volvió a interrumpir Hernán. -Tranquilo Hernán, mucha boca pero luego nada no sé preocupe jajaja. Conteste provocándola. Como un rayo y sin pensarlo se subió la camiseta, quedando a la vista de Hernán el sujetador negro , exclamando: -Las ves caídas? A que no lo están? Es un mentiroso!. Hernán fijo la vista en su pecho y aguantando el tipo dijo... -Se ven hermosas, no hagas caso... -Eso es trampa cariño, te las aguanta el sujetador sinó... Me miró desafiante mientras se llevaba las manos a la parte trasera del sujetador hasta desabrocharlo y caer en mi lado del sofá. -Y ahora? Tú me las ves caídas Hernán? Le Preguntó en modo chulesco. El pobre Sr. Hernán no acertó a decir nada, tan sólo pudo negar con la cabeza mientras cogía su cerveza y apuraba nervioso el último trago que le quedaba.

Continuará...
Ufff, está interesante.
 
...aprovechando la "alegría" en la que nos había sumido el alcohol aproveché para disimuladamente cambiar el tema de conversación, preguntándole al señor Hernán si había vuelto a estar con alguna mujer después del fallecimiento de su esposa dos años atrás, entre risas confesó que no, que no le gustaban las de su edad y que las jóvenes no se fijarían en él. Sin pensarlo dos veces me lanze y le pregunté: -¿Nada de sexo en dos años?, -Nada, contestó apresurado. -Vaya... no se si aguantaría tanto yo... -Tú tienes una mujer bien hermosa y joven, mujeres como la tuya no se fijan en un viejo como yo...y las que se fijan en mi son de mi edad y sólo buscan compañia... -Pero mi mujer ya es un poquito vieja también...! Exclamé mientras reía... -Perdona? Como que vieja? Respondió ella sorprendida. -Hombre cariño...vieja no, pero ya las tetas van cayendo...(mentira, tiene unas tetas increíbles lo juro). Don Hernán se reía con la discusión... -Ya me gustaría encontrar a una mujer como la tuya aunque tuviese el pecho caído jajajaj... interrumpió Hernán. -Pero que no lo tengo caído! no le hagas caso! Insistía ella. -Si cariño, un poquito si que se te ha caído, pero sólo un poquito...-No me provoques que estoy borracha eh? Mira que se las enseño para que vea que es mentira! Amenazó ella. -Le creo no hace falta jajaja se ve que están en su sitio. Volvió a interrumpir Hernán. -Tranquilo Hernán, mucha boca pero luego nada no sé preocupe jajaja. Conteste provocándola. Como un rayo y sin pensarlo se subió la camiseta, quedando a la vista de Hernán el sujetador negro , exclamando: -Las ves caídas? A que no lo están? Es un mentiroso!. Hernán fijo la vista en su pecho y aguantando el tipo dijo... -Se ven hermosas, no hagas caso... -Eso es trampa cariño, te las aguanta el sujetador sinó... Me miró desafiante mientras se llevaba las manos a la parte trasera del sujetador hasta desabrocharlo y dejarlo caer en mi lado del sofá. -Y ahora? Tú me las ves caídas Hernán? Le Preguntó en modo chulesco. El pobre Sr. Hernán no acertó a decir nada, tan sólo pudo negar con la cabeza mientras cogía su cerveza y apuraba nervioso el último trago que le quedaba.

Continuará...
Ésto se pone bien,ya le ha vistoelas tetas
 
...aprovechando la "alegría" en la que nos había sumido el alcohol aproveché para disimuladamente cambiar el tema de conversación, preguntándole al señor Hernán si había vuelto a estar con alguna mujer después del fallecimiento de su esposa dos años atrás, entre risas confesó que no, que no le gustaban las de su edad y que las jóvenes no se fijarían en él. Sin pensarlo dos veces me lanze y le pregunté: -¿Nada de sexo en dos años?, -Nada, contestó apresurado. -Vaya... no se si aguantaría tanto yo... -Tú tienes una mujer bien hermosa y joven, mujeres como la tuya no se fijan en un viejo como yo...y las que se fijan en mi son de mi edad y sólo buscan compañia... -Pero mi mujer ya es un poquito vieja también...! Exclamé mientras reía... -Perdona? Como que vieja? Respondió ella sorprendida. -Hombre cariño...vieja no, pero ya las tetas van cayendo...(mentira, tiene unas tetas increíbles lo juro). Don Hernán se reía con la discusión... -Ya me gustaría encontrar a una mujer como la tuya aunque tuviese el pecho caído jajajaj... interrumpió Hernán. -Pero que no lo tengo caído! no le hagas caso! Insistía ella. -Si cariño, un poquito si que se te ha caído, pero sólo un poquito...-No me provoques que estoy borracha eh? Mira que se las enseño para que vea que es mentira! Amenazó ella. -Le creo no hace falta jajaja se ve que están en su sitio. Volvió a interrumpir Hernán. -Tranquilo Hernán, mucha boca pero luego nada no sé preocupe jajaja. Conteste provocándola. Como un rayo y sin pensarlo se subió la camiseta, quedando a la vista de Hernán el sujetador negro , exclamando: -Las ves caídas? A que no lo están? Es un mentiroso!. Hernán fijo la vista en su pecho y aguantando el tipo dijo... -Se ven hermosas, no hagas caso... -Eso es trampa cariño, te las aguanta el sujetador sinó... Me miró desafiante mientras se llevaba las manos a la parte trasera del sujetador hasta desabrocharlo y dejarlo caer en mi lado del sofá. -Y ahora? Tú me las ves caídas Hernán? Le Preguntó en modo chulesco. El pobre Sr. Hernán no acertó a decir nada, tan sólo pudo negar con la cabeza mientras cogía su cerveza y apuraba nervioso el último trago que le quedaba.

Continuará...
Seguid por favor…muchas ganas de saber más y tb de ver más…jijiji
 
...aprovechando la "alegría" en la que nos había sumido el alcohol aproveché para disimuladamente cambiar el tema de conversación, preguntándole al señor Hernán si había vuelto a estar con alguna mujer después del fallecimiento de su esposa dos años atrás, entre risas confesó que no, que no le gustaban las de su edad y que las jóvenes no se fijarían en él. Sin pensarlo dos veces me lanze y le pregunté: -¿Nada de sexo en dos años?, -Nada, contestó apresurado. -Vaya... no se si aguantaría tanto yo... -Tú tienes una mujer bien hermosa y joven, mujeres como la tuya no se fijan en un viejo como yo...y las que se fijan en mi son de mi edad y sólo buscan compañia... -Pero mi mujer ya es un poquito vieja también...! Exclamé mientras reía... -Perdona? Como que vieja? Respondió ella sorprendida. -Hombre cariño...vieja no, pero ya las tetas van cayendo...(mentira, tiene unas tetas increíbles lo juro). Don Hernán se reía con la discusión... -Ya me gustaría encontrar a una mujer como la tuya aunque tuviese el pecho caído jajajaj... interrumpió Hernán. -Pero que no lo tengo caído! no le hagas caso! Insistía ella. -Si cariño, un poquito si que se te ha caído, pero sólo un poquito...-No me provoques que estoy borracha eh? Mira que se las enseño para que vea que es mentira! Amenazó ella. -Le creo no hace falta jajaja se ve que están en su sitio. Volvió a interrumpir Hernán. -Tranquilo Hernán, mucha boca pero luego nada no sé preocupe jajaja. Conteste provocándola. Como un rayo y sin pensarlo se subió la camiseta, quedando a la vista de Hernán el sujetador negro , exclamando: -Las ves caídas? A que no lo están? Es un mentiroso!. Hernán fijo la vista en su pecho y aguantando el tipo dijo... -Se ven hermosas, no hagas caso... -Eso es trampa cariño, te las aguanta el sujetador sinó... Me miró desafiante mientras se llevaba las manos a la parte trasera del sujetador hasta desabrocharlo y dejarlo caer en mi lado del sofá. -Y ahora? Tú me las ves caídas Hernán? Le Preguntó en modo chulesco. El pobre Sr. Hernán no acertó a decir nada, tan sólo pudo negar con la cabeza mientras cogía su cerveza y apuraba nervioso el último trago que le quedaba.

Continuará...
Uuuf que morbo!! 😍
 
Buenísimo... ¡¡con ganas de saber cómo continua!!
 
...aprovechando la "alegría" en la que nos había sumido el alcohol aproveché para disimuladamente cambiar el tema de conversación, preguntándole al señor Hernán si había vuelto a estar con alguna mujer después del fallecimiento de su esposa dos años atrás, entre risas confesó que no, que no le gustaban las de su edad y que las jóvenes no se fijarían en él. Sin pensarlo dos veces me lanze y le pregunté: -¿Nada de sexo en dos años?, -Nada, contestó apresurado. -Vaya... no se si aguantaría tanto yo... -Tú tienes una mujer bien hermosa y joven, mujeres como la tuya no se fijan en un viejo como yo...y las que se fijan en mi son de mi edad y sólo buscan compañia... -Pero mi mujer ya es un poquito vieja también...! Exclamé mientras reía... -Perdona? Como que vieja? Respondió ella sorprendida. -Hombre cariño...vieja no, pero ya las tetas van cayendo...(mentira, tiene unas tetas increíbles lo juro). Don Hernán se reía con la discusión... -Ya me gustaría encontrar a una mujer como la tuya aunque tuviese el pecho caído jajajaj... interrumpió Hernán. -Pero que no lo tengo caído! no le hagas caso! Insistía ella. -Si cariño, un poquito si que se te ha caído, pero sólo un poquito...-No me provoques que estoy borracha eh? Mira que se las enseño para que vea que es mentira! Amenazó ella. -Le creo no hace falta jajaja se ve que están en su sitio. Volvió a interrumpir Hernán. -Tranquilo Hernán, mucha boca pero luego nada no sé preocupe jajaja. Conteste provocándola. Como un rayo y sin pensarlo se subió la camiseta, quedando a la vista de Hernán el sujetador negro , exclamando: -Las ves caídas? A que no lo están? Es un mentiroso!. Hernán fijo la vista en su pecho y aguantando el tipo dijo... -Se ven hermosas, no hagas caso... -Eso es trampa cariño, te las aguanta el sujetador sinó... Me miró desafiante mientras se llevaba las manos a la parte trasera del sujetador hasta desabrocharlo y dejarlo caer en mi lado del sofá. -Y ahora? Tú me las ves caídas Hernán? Le Preguntó en modo chulesco. El pobre Sr. Hernán no acertó a decir nada, tan sólo pudo negar con la cabeza mientras cogía su cerveza y apuraba nervioso el último trago que le quedaba.

Continuará...
Con ganas de que sigas contando...
 
Con mi expareja sumisa decidimos buscar un amo con experiencia y terminamos eligiendo a uno que tenía setenta y pico años por evitar la atracción física y que no hubiera problemas por ello.
En nuestro caso a él lo que menos le interesaba era el sexo y era más importante el BDSM.
A pesar de eso siempre me llamó la atención lo de permitirle tener sexo con ella ya que me ponía verla humillada a disgusto con alguien que le doblara la edad y ver como es el sexo con un hombre tan mayor lo de no tener erección, besarla y tocarla y ella con cara de asco.
En los vídeos de este tipo en internet la manera que tiene el viejo de tocarlas y besarlas es super morboso.
Que ganas de seguir leyéndote
 
Atrás
Top Abajo