cornuditomallorca
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Si teníamos morbo y ganas de que la follara a pelo pero para nada queríamos embarazo
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Y luego como la va a preñar
Sintiéndolo mucho, no es lo que dice el código civil. El fruto del encuentro y las responsabilidades civiles,vamos, mantener al crío es responsabilidad tuya. Verás que risas le entra al juez, cuando le digas es su problema.yo ya lo he hecho varias veces sin proteccin y cada vez es mas comn que me pidan terminar dentro... Lo que hagan despues no es mi responsabilidad
Es que eso es fuego puro.Es un morbo que estamos teniendo últimamente, aunque queda en una mera fantasía. Mi chica me suele decir que cuando tenga un buen macho pollón de confianza, va a ser él quién la embarace y no yo. Y me da mucho morbo
Joder cuánto me recuerda a mí historia tío, si quieres manda priv y nos contamos con más detalleAcabamos de tener sexo... Dice que después de lo de ayer no nota mi polla y encima he durado no más de 3 minutos
Si necesitas ayuda contáctame!!Cada vez aguanto menos y está menos satisfecha
El diu se mueve si la follas profundo y fuerte. Ya me ha ocurrido y el morbo y el riesgo supera al miedo.La mía empezaron con condón luego ella me dijo de ponerse Diu para evitar sorpresas y desde que se lo puso la folla a pelo y se corre dentro
De momento no ha fallado y no será que no la haya empotrado fuerteEl diu se mueve si la follas profundo y fuerte. Ya me ha ocurrido y el morbo y el riesgo supera al miedo.
Es que un auténtico cornudo, un manso, viendo una eyaculación así, con su esposa presente y a disposición del corneador...¿Qué otra cosa puede desear en ese momento?Mi mayor fantasía es preñar a la hotwife... Hubo un cornudo que cuando vio mi primera eyaculación (12 chorros aprox) me pidió casi que de rodillas que embarazase a su mujer
Que ricoooMi mujer, tras haber tenido experiencias con unos cuantos hombres, conoció a uno con el que, por causas múltiples, se enrolló de manera duradera y en plan novios, cosa que yo aceptaba y disfrutaba. El sexo era frecuente entre ellos y no tardó él en demandar poder follar a pelo. Mi mujer no tomaba nada y, aunque ya tenía una edad en la que quedarse preñada no debería resultar sencillo, al final acabó claudicando. Fue un poco progresivo. En medio del fragor del sexo él se la metía y ella, pasado un tiempo, le decía que la sacase y la enfundase. En cada encuentro iba alargándose este tiempo, hasta que llegó un día en que se la folló completamente a pelo y la sacó para eyacular sobre ella. A partir de ahí se estableció implícitamente, que en lo sucesivo sería siempre así. Nótese que a mí también, hasta entonces, me hacía usar goma y, que gracias a este logro conseguido por su macho, pasé a poder hacer también lo mismo.
Pero él quería más. Tenía en mente que el miedo de ella al embarazo era infundado y que si se corría dentro no habría ningún problema. Deseaba hacerlo porque le agradaba la idea de finalizar en la vagina de su zorrita. Me confesó él, que tenía en mente correrse un día dentro como si hubiese sido un accidente. Pensaba que al notar ella la sensación y el morbo de recibir su corrida dentro, aceptaría, como ya había sucedido con lo de hacerlo a pelo, que de ahí en adelante se corriese él dentro sin restricciones. A mí me pareció bien su idea. Por una vez que se corriese dentro no habría mucho riesgo y tenía yo interés por saber cómo reaccionaría mi mujer, además que siempre he aplicado la norma de que lo que ella acepte hacer con otros, para mí estará bien.
Y llegó el día. Un accidente ya os digo que no pareció. El polvo fue intenso y cuando tocaba a su fin, ella, de algún modo notó que no tenía él intención de dar marcha atrás y tuvo tiempo de decirle más de una vez que no lo hiciese: NO, fulano, NO. Pero fue en vano. Él persistió dando emboladas hasta que le descargó el corridón dentro. Cabría pensar tras esto, que ella se agarraría un buen cabreo, pero lejos de eso, se la veía más que satisfecha. Yo había estado espiando por la rendija de la puerta y había podido asistir a todo el evento, pero ella no lo sabía. En lugar de perder el tiempo en reproches, le dijo: vete a avisar al cornudo para que venga a ver la corrida en mi coño. Y eso hizo, aunque yo ya estaba avisado jeje.
La velada transcurrió con normalidad. No sabría decir si el siguiente, o siguientes polvos, fueron dentro (en aquella época no era raro que le cayesen tres en una tarde). Supongo que sería así, dado el antecedente. La cosa empezó a cambiar cuando él se despidió y ella, ya sin la presencia y el morbo de tener cerca a su macho, fue retornando a la realidad. Empezó a darle vueltas al asunto y, al día siguiente, ya no aguantaba la presión de la incertidumbre. Pidió cita en el médico para solicitar la píldora abortiva. Con ella fui esa misma tarde a la consulta y, supongo que el galeno al recetarla, cuando me miraba a mí pensaría que yo era el responsable del desaguisado. Craso error![]()
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