Reencuentro con Elena

Y después de follar ... pues a hacer ejercicio, desayunar y a hablarlo, claro ... no todo va a ser follar.
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Veo que lo has pillao ... ¡Qué gente tan inteligente hay en este hilo! ¡Cuánta cultura! ¡Qué perspicacia!

Y yo aquí, hoy más turbado que ayer, incapaz de vislumbrar por donde irán los siguientes tiros del relato, los últimos fueron a la boca de Ángela y Cintia, pero los próximos ¿Dónde irán los próximos?
Y asombrado, muy asombrado, no reconozco a Javier, aquel que en su relación con Elena se lo guardaba todo dentro con una alergia manifiesta a hablar los temas "complicados", y ahora tan preocupado por hablarlo todo con Ángela, para que no haya malentendidos, claro ¿Quién iba a mal entender su relación¿ ¿Verdad?
 
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Capítulo 863

-Lo de anoche... -empezó ella.
-Fue divertido, ¿no?
-Sí, jejeje.
-Mucho en realidad.
-Te quería decir que...
-Que no fue idea tuya, que fue algo que pensó Cintia, ¿no?
-Mmm, bueno, sí.
-Si solo había que veros a las dos. Ella con mucha iniciativa y tú cortada. Aunque me gustó mucho que te dejaras llevar.
-Porque venía caliente de estar jugando antes con Cintia.
-Ya, por eso andaba yo también caliente, aunque eso ya os lo expliqué anoche.
-Me quería disculpar por ello.
-¿Por qué?
-Por estar aquí haciendo eso con Cintia. No quiero molestarte si tú quieres dormir o si simplemente no quieres escuchar nada de eso.
-No te preocupes, Ángela. No hay ningún problema, de verdad.
-Es que siempre que hemos hecho algo ha sido en su casa, pero anoche... Pues vivimos aquí, que yo pensaba que no pasaría nada y... Al final Cintia se calentó más de la cuenta y nos pusimos a jugar. No pude evitar seguirle el juego. Y una cosa llevó a la otra y a ella le apeteció mucho involucrarte. En realidad, es algo con lo que lleva fantaseando un tiempo y creo que ayer tenía en mente dar ese paso, porque noté cómo te miraba, también lo de venir aquí en vez de ir a su casa...
-¿Eso crees?
-Sí. Cuando ella y yo nos hemos acostado hemos fantaseado contigo alguna vez -me confesó sonrojándose un poco.
-Me hace gracia que te pongas así con lo que nos conocemos ya -dije riéndome.
-Ya, pero es que... Como llevabas un tiempo muy tranquilo en ese aspecto... No sabía si era buen momento para que dieras ese paso. O más bien, no sabía si tú querías darlo.
-Fue algo natural. ¿Cómo voy a negarme con dos chicas tan increíbles? Es que vamos... Se me plantan dos chicas así, desnudas en mi cama...
-Ay, es que... Le dio el pronto a Cintia. Estábamos desnudas, pidiéndole yo que no hiciéramos nada de ruido y ella se levanta y estira su mano para que yo la agarre. Pensaba que era un juego para liarnos estando de pie, no sé. Y de repente va y abre la puerta, tirando de mí con fuerza... -me contaba riendo.
-No sé, a mí me pareció divertido todo en general.
-Y a mí, y a mí. Me gustó mucho cómo fue la noche. Hacía mucho que no hacíamos nada tú y yo.
-¿Y qué tal?
-Muy bien, como siempre.
-Hacía que no hacía un trío...
-Pues te desenvolviste bien, jajaja.
-Acabé rápido la primera vez para mi gusto, pero es que llevaba ya mucho sin follar y estando en una situación así es imposible no terminar rápido.
-Bah, estuvo muy bien aun así.
-Me puso mucho ver cómo me la comíais a la vez y lo que hicisteis cuando acabé.
-Jajajaja.
-Aunque lo más me gustó ver fue cuando le comiste el coño a Cintia.
-Va, para, que me vas a calentar... Jajajaja.
-Mejor, sí.

La cosa volvió a la normalidad entre nosotros en ese aspecto, porque esa incomodidad que tenía, por llamarlo de alguna manera, se fue diluyendo con el paso de los días y sobre todo con el paso de las semanas. De hecho, volvimos a tener sexo alguna que otra vez más, aunque ya sin Cinta. Se ve que ella tenía esa fantasía y la vio bien cumplida en el trío que hicimos, aunque eso no significa que dejara de ir por casa.

Se dejaba ver de vez en cuando, prácticamente como lo venía haciendo últimamente. Con ello me quedaba claro que entre ella y Ángela no había nada serio, ni siquiera una relación de follamigas, porque no se llegaban a ver ni semanalmente, teniendo que pasar unas dos semanas como mínimo entre quedada y quedada, aunque tampoco es que percibiera nada de si iban a la cama o no, porque Cintia se solía ir temprano a casa.

No me constaba que hubiera nada estrecho entre ellas, aunque un día le pregunté a Ángela, porque se me vino el tema a la cabeza en una de las veces que íbamos a salir a dar una vuelta y tomarnos algo, en el que ella se nos sumaría. Me dijo que no había nada, que eran amigas y que de vez en cuando echaban un polvo, sin más. Me explicó que Cintia le había dicho alguna que otra vez que no buscaba pareja por el momento, aunque no es algo que hiciera por prevención. Simplemente lo comentaba.

Y Ángela tampoco se veía teniendo algo con ella. Me reconoció que lo pasaba muy bien con ella en la cama, volviendo a mencionar que le recordaba mucho a mí, pareciéndole a ella que nos comportábamos de manera muy similar en la cama. Al final me acabó diciendo que se encontraba a gusto sin pareja pudiendo tener la libertad de verse con quien quisiera cuando le apeteciera, aunque solo se veía con Cintia y alguna vez conmigo para ello.

También nos dejábamos ver de vez en cuando por nuestra ciudad para pasar tiempo con Irene y Mario, porque Sofía y Hugo ya se habían ido, yéndoles todo muy bien, haciendo alguna visita de vez en cuando. Siempre nos informábamos bien de si Elena rondaba por allí o no, porque la cosa se mantuvo igual entre ellos también, por lo que nos apañábamos bastante bien en ese aspecto, yendo Ángela y yo generalmente juntos para aprovechar y ver a la familia también.

Lo más relevante de esas semanas fue una cena que tuvimos poco después del cumpleaños de Ángela. Se cumplían ya unos años desde que nos graduamos en la universidad y no sé cómo, surgió una reunión para que nos pudiéramos ver los de aquella promoción. Fue algo que estuvo muy bien. Siempre es agradable reencontrarse con rostros conocidos, algunos más que otros por coincidir en más materias, pero fue algo muy positivo.

Lo reseñable de aquello fue que tuve una conversación bastante interesante con uno de los que en su día era mi compañero de clase. Él se fue gran parte del último año de Erasmus y ya nos contó en su día la experiencia, pero en esta ocasión volvió a salir ese tema de conversación y nos explicó de manera más detallada. Además de estar allí unos meses estudiando, volvió más tarde para hacer un máster, en el que le dieron muchas facilidades.

No facilidades de ponerle aquello fácil para que se lo sacara sin mucho esfuerzo. La cosa iba más por el cuidado que tenían de él al asignarle una buena vivienda compartida, transporte y dietas, adquiriendo además experiencia al estar allí durante tanto tiempo, llegando a trabajar durante una temporada en la universidad. Lo que empezó como una conversación entre tres o cuatro, se acabó convirtiendo en la conversación troncal del grupo.

El tema captó mi atención bastante, por lo que una vez acabada la cena, ya en otro día, le invité a tomarse un café en casa, estando Ángela también presente. Allí nos informó con más detalle y mi cara no pasó indiferente para él, como tampoco para Ángela. No tardó el en preguntarme por qué tenía tanto interés en aquello, comentando yo que le había estado dando una vuelta desde que nos contó aquello en dicha cena y que pensaba que podía ser una buena oportunidad.

Ángela me pidió que aclarara un poco para ver a qué me refería a lo de oportunidad, explicando yo que me gustaba mucho el trabajo que había encontrado en la academia y que quizá iba siendo hora de dar un paso más para dedicarme a la enseñanza en un mayor grado. A mi amigo le pilló un poco por sorpresa. A Ángela no tanto, porque sabía que me gustaba mucho a lo que me estaba dedicando desde hacía ya más de un año, por lo que me dijo que le encantaba la idea.​
 
... esa incomodidad que tenía, por llamarlo de alguna manera, se fue diluyendo con el paso de los días y sobre todo con el paso de las semanas. De hecho, volvimos a tener sexo alguna que otra vez más, aunque ya sin Cinta.
Y va y se nos salta ese pequeño detalle del primer encuentro íntimo y a solas entre Javier y Ángela ¿Cómo fue? ¿Quién tomó la iniciativa en ese caso? ¿Cómo se comportó Ángela? ¿Hablaron después?

Bueno, no pasa nada, nos centraremos en ese Master en el extranjero que tanto interesa a Javier.
 
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No sé, estos últimos capítulos avanzan por semanas y quizás meses.

Tiene una pinta de acercarse el final que no vean 😬

Va a ser duro mis mañanas sin ver un nuevo capítulo de las flipantes aventuras de "el Chaval del octavo" Javi, el Quique, Don Paco, Doña Francisca, el profesor Flamencón, la bruja de Zaragoza y La Coruña (el Chavo del 8 versión ostia)

No ya en serio, pues nada, todo tiene su final, veremos como es el remate.

Así como en su momento "La residencia" me chocó dejar de leerlo, este será igual.
 
Y va y se nos salta ese pequeño detalle del primer encuentro íntimo y a solas entre Javier y Ángela ¿Cómo fue? ¿Quién tomó la iniciativa en ese caso? ¿Cómo se comportó Ángela? ¿Hablaron después?

Bueno, no pasa nada, nos centraremos en ese Master en el extranjero que tanto interesa a Javier.
Ciertamente extraño éste salto temporal.
Dejar de lado la explicación del primer encuentro íntimo con Ángela, después del intento de reconciliación con Elena, me parece imperdonable ☹️.
Con las extensas y detalladas explicaciones que nos ha dado sobre salidas a correr, visitas al gimnasio, compras de productos de primera necesidad, cambio de sábanas... Y demás tareas apasionantes e interesantísimas 🤭
 
Ciertamente extraño éste salto temporal.
Dejar de lado la explicación del primer encuentro íntimo con Ángela, después del intento de reconciliación con Elena, me parece imperdonable ☹️.
Con las extensas y detalladas explicaciones que nos ha dado sobre salidas a correr, visitas al gimnasio, compras de productos de primera necesidad, cambio de sábanas... Y demás tareas apasionantes e interesantísimas 🤭
Yo creo que lo dejó medio claro luego de repetir por enésima vez que no buscan nada estable 😅
 
No sé, estos últimos capítulos avanzan por semanas y quizás meses.

Tiene una pinta de acercarse el final que no vean 😬

Va a ser duro mis mañanas sin ver un nuevo capítulo de las flipantes aventuras de "el Chaval del octavo" Javi, el Quique, Don Paco, Doña Francisca, el profesor Flamencón, la bruja de Zaragoza y La Coruña (el Chavo del 8 versión ostia)

No ya en serio, pues nada, todo tiene su final, veremos como es el remate.

Así como en su momento "La residencia" me chocó dejar de leerlo, este será igual.

Cómo me gustaba el Chavo del 8 y el Chapulín Colorado!!!
 
La historia empieza a ser más real, roto los vínculos con Elena y después de tener sexo con Angela Javier se ha dado cuenta que eso no es lo que quiere, busca estabilidad emocional y como dije, lo mejor es poner tierra de por medio, alejarse un tiempo de todos y asentar los principios de su futuro.
Elena no es esa mujer ideal que él soñaba y tras el reencuentro se ha dado cuenta que jamas será lo mismo de antes y se culpa por ello aunque no lo diga. Angela podría ser lo que busca pero la relación con Cintia ha hecho que la descarte. El final creo que será un punto y seguido en una próxima entrega ¿”Reencuentro con Javier?” Narrado por Elena
PD: yo solo lanzo la idea
 
Yo creo que Ángela, siempre ha estado pillada por Javier. Lo que pasa es que se ha dado cuenta, que ella lo podría amar, pero cree que él no le corresponderá. Dio en hueso antes del reencuentro, sabiendo que él seguía pensando en Elena. Corroboró tal creencia siendo su ¿consejera?, y su pañuelo de lágrimas.Y ya por último, siendo su compañera de piso, definitivamente se conforma con ser, de nuevo, su follamiga.
 
Sí que va deprisa nuestro autor, su nueva realidad parece apurarlo en este último tramo, calzar el pasado con el presente no siempre resulta en una tarea agradable. :cool:
 
Yo creo que Ángela, siempre ha estado pillada por Javier. Lo que pasa es que se ha dado cuenta, que ella lo podría amar, pero cree que él no le corresponderá. Dio en hueso antes del reencuentro, sabiendo que él seguía pensando en Elena. Corroboró tal creencia siendo su ¿consejera?, y su pañuelo de lágrimas. Y ya por último, siendo su compañera de piso, definitivamente se conforma con ser, de nuevo, su follamiga.

Bastante de acuerdo con lo que dices, aunque yo le bajaría un par de grados a sus sentimientos hacia él.
Ángela parece ser un alma libre que comparte su cariño por medio del sexo, a quien sea que aprecie como un verdadero amigo(a) lo volverá su pareja sexual, y ya hemos visto como desborda cariño, por suerte nunca se la podrá considerar una chica fácil, simplemente porque a sus conocidos no les permite entrar en esa categoría.
Creo que tanto Javier como Ángela sintieron lo mismo por el otro, ambos se consideraron para una relación seria, el asunto es que sucedió en distintos momentos, una lástima.
En todo caso, que sigan cerca deja la opción abierta. :cool:
 
En teoría, queda poco relato. Porque nos acercamos al momento histórico que dijo Keranos y ya por lo publicado está claro que esto llega a su final de un momento a otro. Ahora mismo no veo a Javier en ninguna relación de pareja salvo giro de 180º de Elena a última hora. Para mí, apunta a que termina sólo, y a lo mejor no le viene mal, como dijo algún comentarista no le vendría mal reencontrarse consigo mismo.
 
Yo creo que Ángela, siempre ha estado pillada por Javier. Lo que pasa es que se ha dado cuenta, que ella lo podría amar, pero cree que él no le corresponderá. Dio en hueso antes del reencuentro, sabiendo que él seguía pensando en Elena. Corroboró tal creencia siendo su ¿consejera?, y su pañuelo de lágrimas.Y ya por último, siendo su compañera de piso, definitivamente se conforma con ser, de nuevo, su follamiga.
Muy de acuerdo. En la relación entre Javier y Ángela hay confianza, complicidad e intimidad, pero no hay pasión. Ángela se lo ha puesto muy fácil a Javier para ser "la elegida", algo que seguramente a ella le gustaría, pero acepta la realidad y la situación. Ahora incluso le apoya en su idea de plantearse un master en el extranjero para profundizar en ese ámbito de la docencia al que le ha cogido el gustillo, y eso supone el alejamiento de la "no pareja" ... o tal vez ...

Creo que tanto Javier como Ángela sintieron lo mismo por el otro, ambos se consideraron para una relación seria, el asunto es que sucedió en distintos momentos, una lástima.
No estaría yo tan seguro. Javier tuvo dudas sobre sus sentimientos hacia Ángela justo antes de que ella marchase a Francia, pero no debemos olvidar el contexto en el que estaba Javier, tras la ruptura con Valentina al descubrir que no amaba a esta como a Elena, su "verdadero amor", y tras perder un poco el rumbo, en ese contexto Ángela fue un bálsamo más que un amor.

Javier parece haber recuperado las riendas de su vida, ya no va tirando, se plantea futuros a medio y largo plazo, ya no actúa por resentimiento, ya no es reactivo sino proactivo. Realmente Javier parece haber madurado, mantiene sus "códigos", su ADN, pero las decisiones parecen guiadas por un deseo de "progresar" en su vida, entendiendo ese progresar como "acción de ir hacia adelante". Ha dejado de mirar hacia atrás y eso ha sido gracias al "reencuentro con Elena" y la oportunidad de cerrar lo que no quiso cerrar en su día.

Sobre pronósticos de emparejamiento, aunque es del todo imposible, si hubiese que elegir algún reencuentro de este nuevo Javier, para mi sin duda sería muy interesante su reencuentro con Valentina. Como hemos visto tras el reencuentro con Elena, Javier comparó su relación con Valentina con una idea de su amor idealizado con Elena, un amor idealizado que ha terminado por descubrir que no era tan perfecto como su fantasía y su culpa le hicieron creer. Pero en fin, ese es un tren que ya pasó.
 
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Capítulo 864

Por eso mi interés en aquello, aunque no sabía si podía haber algo que se pudiera ajustar bien a lo que yo buscaba. Mi amigo dijo que lo más seguro era que sí, porque era bastante común, y después de hacer una rápida búsqueda dijo que sí que lo había.

De hecho, me preguntó si estaba interesado de verdad, porque de ser así, él podría ponerse en contacto con la universidad en la que estuvo haciendo su máster y en donde trabajó durante un tiempo para hablar con ellos y que me echaran una mano para poder disfrutar de esas mismas facilidades que había tenido él en su día.

Mi interés era real y la verdad es que me apetecía mucho seguir formándome para llegar más lejos, así que le dije que si podía hacerlo, pues adelante. Ángela estaba ilusionada con mi decisión, aunque también estaba flipando un poco.

Yo no tenía muchas expectativas en realidad, pero al cabo de un par de días, mi amigo me llamó para contarme que había tenido una conversación con los de la universidad y que no había ningún problema. Me contó con detalle que contaría con lo mismo que tuvo él en su día, aunque eso no era todo.

Al parecer, él les contó a lo que me dedicaba, dando clases de idiomas, entre otras materias y charlando, le comentaron que iban a necesitar a alguien para el curso siguiente que pudiera impartir clases de inglés al ser una región francófona de manera exclusiva.

La idea era que impartiera clases de inglés mientras a la vez me sacaba mi máster, como si aquello formara parte del máster en sí, permitiéndome aprender y ganar más experiencia al mismo tiempo, aunque esto ya eran palabras mayores, porque estábamos hablando de dar clase a universitarios, no a nivel de secundaria y primaria.

No es que me llegara a asustar, pero me imponía bastante, aunque también es cierto que a esas alturas había trabajado con personas de esa edad, e incluso mayores para impartirles los cursos más superiores de inglés. Me pidió mi correo electrónico para que se lo pudiera mandar a ellos y que pudieran hablar conmigo directamente, ya que me querían hacer una entrevista por videollamada en donde querían ver mi nivel de inglés y de francés, uno para enseñarlo y el otro para poder comunicarme, porque como he dicho, en esa región se hablaba francés de normal.

Se lo di y no tardaron en contactarme, aunque no pude hacerlo hasta la noche, en donde después de intercambiar unas palabras, quedamos en que me harían esa entrevista el próximo sábado, porque yo tenía que ir a trabajar y a ellos no les causaba problema hacerlo en ese día según me contaron. La única pega era la diferencia horaria, aunque no había problema, ya que ellos me podían hacer la entrevista en un horario matutino para ellos, mientras que para mí sería de tarde.

Una vez acabé de hablar con ellos en esa ocasión, sí que me empezaron a entrar más nervios, porque todo estaba bastante encarrilado a que sucediera de verdad. Recuerdo que Ángela me echaba una mano para hablar francés fluidamente, porque lo que hacía en clases lo daba para eso.

Fue algo que me recordó mucho a Andrea, porque era lo que hacíamos, practicar francés, aunque de manera mucho más básica. Ángela se lo tomó en serio hasta tal punto en el que solo nos comunicábamos en ese idioma, permitiéndome desoxidarme bien en tan solo un par de días.

Estaba nervioso, porque era algo importante y quería causar buena impresión en esa entrevista de trabajo. Ángela me preguntó riendo un poco si quería que me maquillara para disimular un poco las ojeras que aún se me marcaban, aunque aquello me dio una idea.

Le dije que no hacía falta, pero que quizá podíamos hacer algo con la barba, porque con la que tenía, la verdad es que no les podía entrar bien por los ojos. Imaginaba que no me tomarían muy en serio teniéndola así pese a cuidarla bien, cosa que ya se me estaba haciendo muy pesada también.

Así que tomé la decisión de recortarla bastante. Ángela no se esperaba que lo fuera a hacer tanto cuando volví a casa después de haber ido a un barbero. Al final sí que la recorté, porque la dejé casi al ras de la piel, como una barba normal y corriente, aunque sí que dejé un poco más larga la parte de la barbilla, gustándome bastante ese cambio.

Tanto, que se quedaría de forma permanente en mí. Ángela dio un pequeño grito al verme así, diciendo que le encantaba y que me quedaba muy bien. Yo le reconocí que me sentía mucho más cómodo, como si hubiera perdido peso incluso.

Ella me dio la razón en eso último, diciéndome que parecía mucho más delgado de cara. Me estuvo mirando durante un buen rato estando ambos sentados en el sofá. Hasta me llegó a poner un poco nervioso. Dijo una vez más que le encantó cómo me la habían dejado y que tenía que preocupar mantenerla así.

Me preguntó también si alguien más conocido me había visto así, diciéndole yo que no, que era la primera, pensando que los demás iban a flipar, aunque yo quería esperar a que acabará la entrevista que tenía ese mismo día por la tarde para poder darles de paso la noticia si es que salía bien.

Me dijo que le parecía bien, dándome fuerza para ello. Ella se puso también nerviosa, hasta tal punto que dijo que se iría a dar una vuelta mientras yo tenía la entrevista y que la avisara en cuanto acabara para contarle. Pero antes de eso, teníamos que comer, teniendo yo el estómago un poco cerrado por los nervios.

De hecho, no llegué a comer casi nada, pensando Ángela que ya lo haría por la noche. Me ayudó a prepararme para la reunión, aconsejándome qué ponerme para que me favoreciera a la vez que me ayudó a iluminar bien todo, haciendo pruebas para ver cómo se veía y demás.

Se acabó yendo antes de que me llamaran según la hora que teníamos acordada, no tardando en tener lugar. Fueron muy simpáticos conmigo, contándome con mucho más detalle cómo sería la experiencia de estudiar allí y las facilidades que iba a tener.

Si hasta me mostraron imágenes de absolutamente todo, ya que se prepararon una presentación. Me encantó todo lo que me dijeron y lo que me enseñaron, pasando después a una entrevista más profunda para el tema de las clases.

Estuvimos hablando durante bastante tiempo, más del que yo pensaba, porque no se me hizo pesado. Todo lo contrario. Querían saber cómo impartía mis clases y cómo me manejaba con los idiomas, por lo que tuvimos una parte en inglés y otra en francés. Hasta había veces en las que mezclábamos un poco los idiomas para ver cómo me desenvolvía. Según me contaron, acabaron muy contentos conmigo, pareciéndoles bien que diera clases allí, teniendo además mi remuneración.

Y más encantado estaba yo de que así fuera, aunque me pilló un poco a contrapié que me tuviera que presentar allí en poco menos de un mes. Yo pensaba que sería para incorporarme al curso siguiente, empezando en septiembre, como aquí, pero ellos tenían en mente impartir cursos intensivos en verano. Básicamente, era lo mismo que estaba haciendo en la academia en el apartado de los cursos, pero en una universidad, siendo iniciativa de la universidad para proporcionar esa formación a sus estudiantes.

Me preguntaron si tenía algún problema por ello, pero mirando el calendario les dije que no, que lo único que me preocupaba en realidad era poder acabar el curso escolar para no dejar tirados a mis compañeros en el lugar en el que trabajaba. Tendría que ir a las dos semanas de acabar el curso, así que no había problema en ese aspecto. Dejamos ahí la llamada, quedando en que seguiríamos en contacto por email para más detalles y lo que hiciera falta.

Seguía teniendo nervios una vez acabamos la reunión, pero ahora era por lo inminente que era mi marcha. En cuanto acabé de hablar con ellos, le envié un mensaje a Ángela para que viniera a casa. No tardó casi nada en hacerlo, preguntándome acelerada cómo había ido la cosa. Dio un grito y vino corriendo hacia mí para darme un fuerte abrazo, subiéndose a mi cuerpo de hecho cuando le dije que todo había ido de maravilla y que querían contar conmigo.

Estaba muy contenta por mí al haber conseguido aquello, diciéndome que sería una experiencia única y que tenía que aprovecharla bien. Se le cambió un poco la cara cuando le dije que me tendría que ir en más o menos un mes después de explicarle lo que me contaron.

Como me pasó a mí, le dio un poco de vértigo ver que me tenía que ir prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, aunque eso no quitaba que siguiera muy contenta para mí. Hasta salimos a cenar por ahí fuera en un restaurante para celebrarlo. Durante la cena me preguntó cuándo se lo iba a contar a los demás y a mi familia, extrañándole un poco que no lo hubiera hecho ya al confirmarse a falta de resolver algo de papeleo aún, pero estando ya hecho.

Le recordé lo que tenía en mente y precisamente quería hacerlo al día siguiente aprovechando que era algo tan inminente y estando ya hecho. Le pareció bastante bien, queriendo ella estar conmigo para cuando se lo contáramos a Irene y a Mario, pareciéndome a mí bien, llegando ella incluso a coger su móvil para empezar a hablar con Irene para preguntarle si estaban disponibles para el día siguiente, sugiriéndole quedar los cuatro para tomarnos un café. Irene le respondió al rato, dándole luz verde en ese plan, diciendo que le apetecía.​
 
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