Relatos de Famosas

Hola a todxs, compajeros. Comienzo una continuación directa del relato de Millie y Sadie. Espero que os guste:

Jake se une a Millie y Sadie - Parte 1


Millie y Sadie, acurrucadas totalmente desnudas en el sofá, se quedaron sin palabras cuando vieron, de pie y frente a ellas, a un asombrado Jake, sin saber muy bien qué decir ante semejante visión.

–Hola cariño, tranquilo, puedo explic… –dijo nerviosa Millie, levantándose del sofá y acercándose a su joven marido, dejando a una pudorosa Sadie hecha un ovillo en el sofá, tratando de taparse con las manos–.
–Sssh tranquila, cielo… No pasa nada, no hay nada que explicar –respondió Jake, en un tono más sorprendido que serio–. ¿Qué tal Sadie, guapa, todo bien? –preguntó amablemente, saludándo con la mano a una ruborizada Sadie–. Vosotras seguid a lo vuestro, de verdad, no os preocupéis–.

Con estas palabras, atrajo el desnudo cuerpo de Millie hacia sí y la abrazó cariñosamente, dándole un pasional beso en la boca y propinándole un sonoro azote en sus perfectas nalgas.

Millie se tranquilizó ante esta reacción, y le devolvió el gesto con un par de breves picos.

–¿Seguro, cariño? ¿No estás enfadado? –preguntó, con notable preocupación en la voz y en el rostro–.
–Ya lo hemos hablado, cariño: somos jóvenes, nosotros estamos bien, y es una pena que desperdiciemos los mejores años de nuestra vida…

Jake se alejaba lentamente, y Millie le siguió, deseando hablar del tema y que no hubiera una crisis entre ellos.

–Cariño, lo siento… –dijo apenada Millie, tomándole del brazo–.
–... aunque me hubiera encantado que me avisaras, la verdad… –confesó–. Pero de verdad, amor, que no estoy enfadado –aclaró, dándole otro beso en los labios–. Voy a darme una ducha y tomamos algo los tres, ¿te parece?

Sadie se levantó y se acercó a la esquina del pasillo, escuchando toda la conversación.

–”Me hubiera encantado que me avisaras”. ¿A qué se refería con eso? –dijo para sí–.

Escuchó cómo su amiga volvía a la estancia principal, prepcupada y con la cabeza gacha.

–¿Estás bien, cielo? –dijo una desnuda Sadie, saliendo de su “escondite” y tendiéndole las manos a su amiga, también desnuda–.
–Sí… Tranquila, no está enfadado, pero se ha sorprendido de vernos así, en el sofá…

Armándose de valor, Sadie le lanzó la pregunta:

–... ¿Qué ha querido decir con “me hubiera encantado que me avisaras”?

Con cara de sorpresa, Millie tardó unos segundos en responder.

–... En cierta manera, tenemos una relación abierta... pero con la condición de que, si va a pasar algo, el otro tiene que saberlo.

Sadie no se esperaba esto, y acarició con cariño y dulzura el rostro de su amiga.

–Vaya, cariño… Lo siento… También es verdad que ha surgido, sin más… –trató de tranquilizar a Millie–. Venga, ve con él, anda… A ver si os reconciliáis –dijo, dándole un sonoro beso en la mejilla–.

Mirando con otra expresión a su amiga, como si hubiera tenido una idea brillante, respondió:

–Hmmm tienes razón… –agarrando de la mano a su amiga–. Pero vamos a ir las dos –dijo convencida, guiñándole un ojo a su ahora sorprendida amiga–.

De puntillas y tratando de no hacer ruido, se acercaron a la entreabierta puerta del cuarto de baño y escucharon abrirse el grifo de la ducha

–“Yo primero” –indicó Millie con señas, dejando atrás a Sadie, a quien se le estaba acelerando el pulso–.

Despacio y con cautela, Sadie vio desde la puerta cómo su amiga entró con agilidad felina al –ahora lleno de vapor– cuarto de baño.

Desde el arco de entrada de la ducha –era una ducha amplia y abierta, como de gimnasio–, y de espaldas a ella, su amado y en forma esposo, Jake, se frotaba una enjabonada cabellera. El agua con jabón resbalaba por su musculada espalda y bajaba por su firme y redondo trasero, por sus piernas hasta perderse en el sumidero.

Millie, mordiéndose el labio, disfrutaba del espectáculo de ver a su marido totalmente desnudo y enjabonado.

–... Hola, cariño…

------ FIN PARTE 1
 
Jake se une a Millie y Sadie - Parte 2

Jake se asustó y pegó un salto.

–¡Joder, qué susto! –se sobresaltó Jake, dándose la vuelta y viendo a Millie, sobre el arco de entrada a la ducha, desnuda y con una pose que le recordaba a las esculturas de la Grecia clásica.

–Jajaja, perdona cielo… ¿Me puedo unir y hacemos las paces…? –dijo ella, haciendo pucheros y rizándose con la mano un mechón de pelo que le caía sobre el hombro, tratando de darle pena a su chico–.

Jake rió, e invitó a Millie a que entrara con ella a la ducha mientras cerraba el grifo.

Rodeándose con los brazos, se dieron un tórrido beso y comenzaron a gemir al mismo tiempo que las manos de ambos inspeccionaban la mojada y resbaladiza piel del otro.

Sus lenguas se entrelazaban, y se propinaban dulces pero a la vez salvajes bocados en los labios, en un juego de lo más sensual. El escenario era ideal, y de película.

Millie, sin dejar de morrearse con su marido, le fue girando lentamente para dejarle de espaldas a la entrada, agarrándole del culo con su pequeña mano y notando su cada vez más erecto pene golpearle el ombligo.

Tras unas furtivas miradas a la entrada, Millie por fin vio a su pelirroja amiga asomándose tímidamente a la ducha.

Abrió los ojos de par en par al ver el culo de Jake siendo agarrado por su amiga. El chico era muy atractivo –todo hay que decirlo–, y verle en ese escenario despertó en Sadie un ardiente y lascivo deseo que le aceleró el pulso y le sonrojó las mejillas.

No daba crédito a todo esto, pero lo cierto es que estaba muy excitada y, pensándolo fríamente, sería la única oportunidad –o de las pocas– de tener una experiencia así en toda su vida.

Besando ahora el hombro y brazo de Jake, Millie clavó la mirada en Sadie, invitándole a venir con un fugaz gesto con la mano.

–¿Me perdonas ahora? –preguntó de nuevo a Jake, mirándole a los ojos y distrayéndole para que no se percatara de la presencia de Sadie–.
–Claro, cariño… No hay nada que perdonar… Solo que igual me puse un poco celoso, eso es todo –respondió, propinándole un beso y agarrando a Millie del culo, hundiendo su cara en el cuello y besándoselo, provocando los gemidos de su chica–.

Aprovechando esta posición, Millie instó a Sadie a que se acercara y le tomó de la mano, sonriéndole con cara de vicio.

–“Abrázale” –le dijo Millie con los labios, sin emitir sonido alguno–.

Encogiéndose de hombros, y nerviosa de excitación, Sadie obedeció a su amiga y tomó ambos brazos de Jake, apoyando la cara sobre su musculada y empapada espalda y pegándose a él.

Jake no se esperaba nada de esto en absoluto, y se sobresaltó.

–¡¿Pero qué…?! –no sabía ni qué decir–.
–¿Nos perdonas a las dos, por favor? –preguntó Sadie, rodeándole ahora por la cintura desde detrás–.

Jake miró a los brillantes y excitantes ojos de Millie, y lanzó una carcajada socarrona mientras agarraba su hermoso rostro para besarle los labios.

–Jajaja… Estáis como cabras las dos… –respondió, vacilón–.


------ FIN PARTE 2
 
Jake se une a Millie y Sadie - Parte 3

Besaba a su mujer con deseo, y Sadie ahora besaba la espalda de Jake, procurando no dejarse ni un solo centímetro por saborear con sus labios.

–Ufff… Joder… –gimió Jake, notando los erectos pezones de Sadie recorrer su espalda–

Al mover sus brazos para acomodarse, Sadie dio con algo que le causó cierta sorpresa al rozarle levemente.

–¡Uy! ¿Pero qué tenemos aquí?

Y, sin pudor alguno –a estas alturas, el pudor era algo que había quedado totalmente fuera de juego–, agarró, aún desde atrás, el erectísimo pene de Jake, que comenzó a masturbar bajándolo y subiéndolo lentamente–.

–Oh, Dios mío… –exclamó Jake, echando la cabeza hacia atrás y poniendo los ojos en blanco–.

Millie, sin quedarse atrás, comenzó a besar y a mordisquear los pezones de su marido, quien tenía posada una de sus manos en su generoso culo, amasándolo y propinándole alguna que otra cachetada.

La escena era digna de una película porno: en la ducha, un atractivo y atlético joven estaba siendo masturbado por una pálida y pelirroja joven mientras su joven, hermosa, culona y tetona mujer le comía los pezones.

El vicio y el deseo tomaron el control de la situación.

Acomodándose, Jake se dio la vuelta y trajo a Sadie a su lado.

Tomando a ambas chicas por la cintura, las dos le acariciaron su marcado torso y le besaron por todos lados, mientras él bajaba las manos y les acariciaba los culos a las dos.

Inevitablemente, durante su recorrido por el musculado torso de Jake, ambas chicas se encontraron en el mismo punto y, mirándose y riendo, comenzaron a besarse con deseo.

Sus lenguas jugaban entrelazándose, notando las manos de Jake amasando sus traseros y su erecto pene rozando sus cuerpos.

Los sordos jadeos de ambas mientras se besaban calentaron aún más a Jake, quien intervino tomando a Sadie por la barbilla y propinándole un lascivo beso, ante la sensual y cómplice mirada de su cachonda mujer.

–Eso es, cielo… Cómele la boca… –invitó Millie, tomando con la mano el erecto miembro de su chico y masturbándolo pausadamente–.

Sadie y Jake estaban desatados y concentrados en aquel tórrido morreo. Ella le mordía el labio y tiraba de él, mientras su pálido y firme culo era amasado y azotado levemente con la enorme mano de Jake, provocándole algún gemido.

–Qué cachonda eres… Estás buenísima… –exclamó Jake en un jadeante susurro, acercando más para sí a Sadie y besándole el cuello, algo que hizo que la joven emitiera gemidos cada vez más y más altos–.

Millie, que seguía masturbando a su chico, estaba excitadísima al ver cómo su amiga y su marido se liaban con notable pasión, como si hubieran reprimido este deseo desde hace mucho, mucho tiempo…

Sin pensárselo mucho, se puso en cuclillas y tomó, ahora con sus gruesos labios, el miembro de Jake, quien profirió un ahogado gemido al notar esos familiares labios rodear su más que erecta polla.

Dando cabezadas, Millie tomó buen ritmo en la felación mientras apoyaba sus manos en los muslos de Jake, con movimientos uniformes y dejando claro sus innatas habilidades orales.

Sadie miraba ahora el vaivén de la cabeza de su amiga y el pene, reluciente y duro, de Jake entrando y saliendo de la boca de Millie, en una escena que le excitó sobremanera.

Miró a Jake a los ojos, quien le invitó a unirse al almuerzo sin ningún miramiento. Sonriendo, se agachó hasta ponerse al lado de su amiga, quien la vio y se sacó, de inmediato, la empapada polla de la boca.

–Toma, cariño, que hay de sobra para las dos –dijo Millie, agarrando el pene de Jake y apuntándolo a la cara de Sadie–.


------ FIN PARTE 3
 
Jake se une a Millie y Sadie - Parte 4

Tomándolo con la mano, miró a los ojos a Jake, que le hizo un gesto con la cabeza.

Comprendiendo perfectamente lo que quiso decir, besó la punta y se introdujo poco a poco la erecta polla de Jake.

Abriendo la boca todo lo que podía, trataba de acostumbrarse al diámetro del miembro, haciendo muecas con la cara y esforzándose por complacer al joven –ni de lejos tenía la pericia de Millie felando rabos–.

Pero fue cuestión de tiempo, y Sadie comenzó a ser cada vez más constante con las cabezadas, y Jake gemía mientras movía las caderas, acompasando el ritmo de la felación.

–Así, así, trágatela bien –decía Millie, agarrando la parte posterior de la cabeza de su amiga y forzándola a que la polla de Jake le llegara hasta lo más profundo de su garganta–.

Arqueando su pálida espalda, y con lágrimas que le saltaron por los ojos, Sadie se vio obligada a reprimir una fuerte arcada, al notar cómo el glande Jake le rozaba la campanilla.

Unas espesas y transparentes babas caían ahora por la barbilla de Sadie, lubricando a su vez el venoso y reluciente miembro de Jake, que sacaba levemente de su garganta y volvía a introducirlo de golpe, probando hasta cuánta profundidad era capaz de llegar.

Con unos guturales sonidos, Sadie empujó la pelvis de Jake delicadamente pero con firmeza, liberando su boca y dejando caer una cascada de espesas babas blanquecinas mientras tomaba aire salvajemente.

–Joder… Casi me ahogo… –resopló Sadie, con lágrimas en los ojos y jadeando mientras tomaba aire a grandes bocanadas–.
–Tiene buena polla, ¿eh? –dijo Millie, recogiendo el anaranjado pelo de su amiga con una mano y limpiándole las babas con la otra–. Pero lo has hecho muy bien, has aguantado bastante –le felicitó, dándole un sonoro beso en la mejilla–.

Jake resoplaba, y gotas de sudor mezcladas con el agua de su empapado pelo caían ahora por su rostro, con la polla totalmente erecta y empapada de blanquecinas babas.

–Vamos, cielo, ven aquí. Ponte de pie –tendiendo la mano a su mujer, y acompañándola a levantarse–.

Apoyándola contra la pared de la ducha, y de espaldas a él, Millie sacó el culo y se preparó para lo que venía ahora.

Tomándola por la cintura, Jake situó su miembro a la entrada de los empapados e hinchados labios vaginales de Millie, que abrazaron enseguida la totalidad del pene de su marido.

Los gemidos de ambos al comenzar con la penetración sonaron por toda la sala, y la lubricación natural de Millie unida a las babas de Sadie provocaron un característico sonido húmedo, acompañado por los rítmicos golpes de las nalgas de Millie contra la pelvis de Jake.

Millie tenía la boca abierta y los ojos cerrados, con las manos apoyadas en la pared de la ducha, y Jake embestía como una fiera salvaje.

Sadie se puso muy cachonda al ser testigo, en primera fila, de tan tórrida escena, y se comenzó a tocar el coño sin mediar palabra, sentada ahora y con las piernas abiertas, viendo el culo de Jake moverse y contraerse con cada embestida.

Tras un rato de tocamientos en solitario, se incorporó y se acercó a Jake, en concreto a su culo, y posó ambas manos sobre sus nalgas.

–¿Qué pasa, Sadie? ¿Te gusta mi culo?
–¿Qué pasa, cariño? –preguntó Millie, abriendo los ojos pero sin ver a Sadie desde su posición–.
–Sadie me está agarrando el culo con las dos manos… ¿Qué pretendes?
–... ¡¡Vamos, cariño, cómeselo!! –gritó Millie, animando a su amiga entre jadeos–
–Eso, cariño, anímate y dale un lametazo, venga… No tengas miedo –le incitó Jake, agarrando ahora la cabeza de Sadie desde arriba–.


------ FIN PARTE 4
 
Jake se une a Millie y Sadie - Parte 5

Parando brevemente la penetración, Jake sacó levemente su culo hacia afuera.

Ante tal invitación, y abriendo con ambas manos las nalgas –ahora más expuestas que nunca– de Jake, Sadie acercó la cara y le propinó un primer lenguetazo, sin pudor alguno y con decisión.

–¡Joder, sí, qué bueno! –gritó Jake en un sonoro gemido, mientras Millie, aún con la polla en su interior, comenzó a moverse rítmicamente para seguir con la penetración–.

Sadie hundió la cara en el abierto culo de Jake, y su lengua exploraba cada uno de los rincones que tenía a su alcance. Cada roce con la lengua de Sadie provocaba un escalofrío a Jake que le recorría toda la espalda.

–Joder, Sadie… ¡No sabía que fueras tan buena…! –gimió, apretando los dientes y luchando por no caer desmayado–.

El sensible interior del ano de Jake estaba siendo totalmente recorrido por la lengua de la pelirroja, adentrándose todo lo que podía y provocando sonoros gemidos con cada movimiento.

Sadie alejaba la cara de vez en cuando para tomar aire, pero enseguida volvía a la acción. Pasó a recorrer también los alrededores del ano, pasando por el perineo y los glúteos, llegando a meterse los testículos en la boca.

Hacía succión en ellos, los estiraba y los dejaba libres, escupiendo sobre la zona y dando pasadas de abajo arriba desde los testículos hasta la parte superior del culo.

Millie seguía bombeando, y Jake se encontraba en un éxtasis absoluto.

–Avísame si te corres, amor… –dijo Millie, con el sudor goteándole por la cara y con la voz ahogada y ronca por la excitación, sin parar de bombear–.

Tomando una postura algo incómoda, Sadie comenzó a lamer la húmeda vagina de Millie, con la polla entrando y saliendo a un ritmo constante.

–Uuuuh cariño, tenemos compañía… –exclamó Millie al notar la lengua de su amiga–.

Girando y sentándose en el suelo, Sadie posicionó su cara frente al depilado coño de Millie, el cual no dudó ni un instante en comenzar a lamer, sintiendo por dentro la polla de Jake entrando y saliendo –ahora el joven penetraba de manera salvaje a su mujer, apoyada contra la pared con ambas manos y gimiendo a gritos–.

Tras unas embestidas más, Jake cesó y sacó la polla del interior de Millie, dejando en el camino un pegajoso líquido que quedó colgando.

–Venga cariño, abre bien, no te quedes con hambre–.

Y, obedientemente, Sadie abrió la boca todo lo que pudo y Jake, apuntando certeramente, introdujo de una estocada su húmeda polla en la boca de la pelirroja, quien ahogó un gemido y aguantó una arcada.

–Así así, cielo, vamos… ¿Está rico el coño de tu amiga? –preguntó excitado Jake, bombeando ahora la boca de Sadie–.

Millie, liberada y descansando de la penetración, se colocó de rodillas junto a su amiga para ver bien de cerca el espectáculo.

Mientras la garganta de Sadie se hinchaba con cada profunda penetración de Jake, ella aprovechó y comenzó a lamer los pezones de su amiga, que estaban duros como el hierro.

Era la primera vez que le follaban la boca y, pese a que al principio lo estaba pasando un poco mal –ahora ya controlaba la respiración y sabía cómo tomar aire–, la sensación de tener a Millie comiéndole las tetas hizo que se entregara de lleno a esta situación.

Las babas caían sobre la cabeza y cara de Millie, pero ésta seguía con su tarea sin ningún problema; incluso comenzó a introducirle los dedos por su rosado y empapado coño. Sadie estaba siendo follada por la pareja sin contemplaciones de ningún tipo… Y nunca se había sentido más viva, excitada y deseada en toda su vida.

Los gemidos de Sadie se escapaban incluso con la boca llena, y Jake forzaba su pelirroja cabeza hasta llegar a su límite, provocando que le brotaran las lágrimas.

Sacándosela por última vez, ahora Sadie tomó aire sonoramente mientras echaba la cabeza hacia atrás, alejándose y respirando profundamente ante el salvaje gruñido de Jake.

–Aaah… joder… aaah… estoy… super… Aaaah… cachonda… aaaah… –jadeó Sadie, sonoramente y tomando aire profundamente y con dificultad–.

Tumbándose con la polla totalmente erecta y empapada de babas, Jake indicó a Sadie a que se montara encima.


------ FIN PARTE 5
 
Jake se une a Millie y Sadie - Parte 6


–Venga cariño, que te ayudo a incorporarte –dijo amablemente Millie, tomándole de la mano–.

Se situó, de pie y con las piernas separadas, encima de Jake, y bajó en cuclillas lentamente para controlar el aterrizaje.

–Tranquila, que te ayudo –indicó Millie, situándose detrás de su amiga, en cuclillas casi a ras de suelo–.

Agarrando el culo de Sadie, Millie le dio un beso y un lametazo en su abierto ano, aún ligeramente dilatado tras su tórrido momento en el sofá.

–Hmmmmm te encanta mi culo, ¿eh? –dijo Sadie, girando la cara hacia Millie con mirada pícara–.
–Sabes que sí, cariño… Pero a él le gusta más…

Y, dicho esto, situó la polla de su marido en la entrada de su ano, forzando a que Sadie bajara el culo para comenzar la penetración.

–¡AW AW AW, NO NO, QUÉ DAÑO! –dijo al instante Sadie, con cara de dolor–.
–Ssssh tranquila, cariño… Si casi ni ha entrado, ya verás como te gusta –le tranquilizó Millie, mientras Sadie sollozaba y tomaba aire sonoramente–. Trata de relajarte, verás como todo va bien.
–Vamos a ir despacio, tú tranquila –dijo Jake, quien le acariciaba las piernas con dulzura–.

Sin estar del todo convencida, cerró los ojos y asintió con la cabeza.

–¡Así me gusta, cariño! Ya verás como no te arrepientes –dijo alegremente Millie, besando sonoramente los glúteos de Sadie–.

Escupiendo para lubricar la zona, Millie bajó de nuevo, lentamente, el culo de su amiga sobre la polla de su marido, para que fuera entrando cada vez más.

A su vez, Jake daba suaves empujones para ir introduciendo cada vez más su miembro en el estrecho ano de Sadie, con cuidado para no ser muy brusco.

–Eso es cielo, muy bien… Ya está la mitad. Lo estás haciendo muy bien –dijo Millie, dando ánimos y controlando que todo fluyera–.

Ahora mucho más relajada, y con curiosidad y excitación a partes iguales, Sadie se acomodó y recostó sobre el torso de Jake, empujando ella misma sobre el miembro del joven mientras le besaba en los labios.

–Así es, mi amor, lo haces genial… –exclamó en un susurro Jake, notando su polla cada vez más profundamente en el ano de su amiga–.

Poco a poco, Sadie comenzó a cabalgar más pasional y desatadamente sobre la polla de Jake, gimiendo al unísono con cada embiste.

Las caderas de la pelirroja se movían rítmicamente, apoyando las manos sobre el definido pecho de Jake, mientras su preciosos y pálidos pechos se balanceaban con cada empujón.

Su cara estaba roja, chorreando en sudor y con pelirrojos mechones pegados en la frente, resoplando con los ojos cerrados cada vez que notaba su culo siendo rellenado hasta el fondo por la polla de Jake.

El joven, al cabo de un rato, y con su polla con el camino totalmente despejado por la ahora más que dilatada cavidad de Sadie, le agarró por los glúteos y aumentó el ritmo, como si fuera una metralleta.

”FLAP, FLAP, FLAP, FLAP, FLAP”, resonaba por toda la estancia al chocar los glúteos de Sadie –quien gritaba y gemía con una mezcla de dolor y placer– con las piernas de Jake.

El hipnótico movimiento del culo de Sadie tenía a Millie en una ensoñación, tocándose el coño y disfrutando del espectáculo.

Tras unas cuantas embestidas más, Sadie lanzó un sonoro gemido y se tumbó sobre Jake, provocando que su polla se saliera con un sonido de “FLOP” al romper el vacío, dejando un rosado y profundo hueco que contrastaba con el blanco de su piel.

La erecta polla de Jake estaba ahora liberada, y Millie no perdió la oportunidad de lanzarse sobre ella, agarrarla y metérsela de pleno en la boca.

------ FIN PARTE 6
 
Jake se une a Millie y Sadie - Final

Mamaba con un deseo y una locura desatadas, saboreando los más profundos sabores de su extasiada amiga.

–Qué rico tu culo, cariño… –dijo, relamiendo el brillante miembro de su chico–. Al final he hecho doblete hoy con él… –dijo, metiéndose ahora la polla hasta el fondo de su garganta–.

Mientras Millie seguía dejando claro sus clarísimas habilidades orales, Sadie se recuperó de su estado de éxtasis y besaba dulce pero apasionadamente a Jake, quien no paraba de lanzar gemidos sordos.

Movía las caderas acompañando el balanceo de cabeza de Millie y, a no mucho tardar, un intenso escalofrío recorrió su espalda.

–Hmmpfff, hhhmmmpfff, me corro, me corro –dijo apresuradamente, alejándose de los dulces labios de Sadie, quien se levantó y se posicionó, prácticamente de un salto, al lado de su viciosa amiga–.

Millie masturbaba y lamía con frenesí el hinchado pene de su marido, y Sadie le acompañó con la lengua por cada centímetro que tenía a su alcance.

Tras unos movimientos y lametones más, un denso fluido de color blanco brotó de pronto del brillante y rojizo glande de Jake, quien gemía guturalmente y se retorcía de placer.

Ambas, como conectadas telepáticamente, se lanzaron con la boca abierta y la lengua fuera al dispensador de semen que tenían frente a ellas, relamiendo cada chorro que emanaba y jugando con las lenguas en una escena digna del porno más duro.

La simiente de Jake estaba repartida principalmente entre las bocas y lenguas de ambas jóvenes, y algunas gotas cayeron sobre su abdomen. Mientras su pene iba perdiendo la erección, ambas se besaban apasionadamente compartiendo cada gota de corrida y pasándosela la una a la otra, mezclada con babas.

Las brillantes lenguas y labios de ambas chicas estaban cubiertos del blanquecino líquido y se besaban con lengua como si no hubiera un mañana, mirando de reojo a un extasiado Jake, quien trataba de tomar aire para recuperarse.

–... ufff… Joder… Me habéis sacado hasta la última gota… –alcanzó a decir, al fin–.

Ambas dejaron de besarse y, dedicándole una sonrisa, abrieron la boca para ver su recompensa. Mirándose y riendo, asintieron con la cabeza y se tragaron, al mismo tiempo, la espesa simiente de Jake, abriendo de nuevo una limpia y vacía boca. Ni rastro de corrida.

–Buen trabajo, chicas… Muy buen trabajo…

Ambas reían y se recogían los restos de corrida con los dedos, llevándoselos a la boca. Lamieron, además, las gotas que quedaron sobre el abdomen del extasiado joven, y subieron por el torso para darle un morreo a dos bocas a un excitadísimo Jake, a quien no le importó saborear su propia semilla –a ver quién se resiste ante semejantes ángeles…–.

Tumbadas sobre él, tenía a ambas agarradas dulcemente por la cintura. Siguieron besándose un rato más y acariciando sus desnudos y sudados cuerpos.

–Bueno, ¿nos damos una ducha? –preguntó Millie, levantándose y dirigiéndose al grifo–.
–Venga, una ducha rápida y vamos a tomar algo, que me ha entrado hambre –dijo Jake, levantándose y ayudando a Sadie a hacer lo propio–.
–¿Ah, sí? Pues yo ya me he llenado… –dijo Sadie, con mirada pícara y rizándose el pelo con el dedo–.

Los tres rieron ante la ocurrencia de Sadie, y el agua caliente comenzó a salpicar los sudados cuerpos de los jóvenes, borrando toda huella de la lujuria que, instantes antes, habían desatado…


------ FIN DEL RELATO

Así concluye el relato de Jake, Millie y Sadie. Espero que lo hayáis disfrutado y, si os ha gustado, pensaré en una continuación.

Gracias por leerme!
 
Carlota Boza y unos invitados inesperados

Carlota cogió el móvil para mirar los mensajes sin leer. Era parte de su rutina nada más abrir los ojos por la mañana. Vio que Carla, la relaciones públicas de su agencia de representación, le había dejado un audio:

-"Qué hay guapi. Oye esta noche hay una fiesta privada en La Moraleja y nos han pedido a la agencia que invitemos a algunas chicas nuestras, ya sabes, el rollo de siempre. Me han comentado que habrá cantantes, actores, gente guapa, petardeo del que nos gusta. Creo que no presentan nada, es una celebración. Me he enterado de que estarán Ester Expósito, Marta Díaz... o sea nivel ¿sabes? Ángela ya me ha dicho que sí, no tienes excusas. Pero no le digas nada a tu hermano porque no me han pedido a chicos"

Inmediatamente Carlota le confirmó la asistencia y mensajeó a Ángela. La iban a pasar a recoger a media tarde, por lo que se puso a revolver en el armario para elegir modelito. Hora y media después ya tenía decidido qué ponerse, así que bajó a comer y después se echó una siesta. Se despertó a las 18. Ya iba tarde. Rápidamente se metió en la ducha y empezó a maquillarse y peinarse. Optó por dejar su larga melena rubia suelta. Una vez arreglada se puso el vestido blanco con ligero escote que había elegido para la ocasión, por supuesto sin sujetador, para que le marcaran bien las tetas (a Carlota le encantaba que le miraran las tetas), y se calzó con unas sandalias del mismo color. Se despidió de su madre y salió a la puerta de casa donde la esperaba un coche. Dentro iba su amiga Ángela, otra joven influencer que vivía de mostrarse en las redes. Ninguna de las dos sabía exactamente en qué consistía el evento ni quien había organizado aquella fiesta, pero eran 2 chicas jóvenes y guapas y aquello era lo de menos, había que vivir la vida.

El coche se detuvo a la puerta de una enorme casa flanqueada por un alto muro cubierto de hiedra y plantas. Al bajar del coche una chica las recibió, las buscó en la lista y las invitó a pasar. Dentro la fiesta ya había empezado. Había mucha gente guapa y conocida tomando copas y picando del catering preparado para la ocasión. La misma chica que las atendió en la entrada les indicó que la piscina estaba en la parte de atrás, por si querían darse un baño. Dentro de la caseta encontrarían trajes de baño. Las chicas agradecieron la invitación pero prefirieron coger una copa y dejarse ver, saludar a gente conocida y chismorrear. Allí estaban otras influencers, actores jóvenes, futbolistas y algún jugador de baloncesto que ninguna habría sabido identificar si no fuera por su imponente altura. Tras un rato hablando con este y aquella se separaron, y como Carlota no encontraba a Ángela, decidió pasar a la parte de atrás de la casa donde estaba la piscina. Lo primero que le sorprendió es que la parte de atrás era más grande incluso que el jardín delantero. Además de la piscina, había dos pequeñas construcciones con pinta de ser habitaciones privadas. Lo segundo que le llamó la atención, es que además de gente dándose un refrescante baño, algunos y algunas estaban desnudos. Absorta en este detalle, se vio sorprendida cuando un chico negro muy alto y muy musculado la cogió de la mano. Él iba sólo en bañador. Tras el sobresalto del momento se rio y ambos se presentaron. Estuvieron charlando un rato sobre banalidades hasta que Jhony, como dijo él que le gustaba que le llamaran, le propuso entrar en una de las casetas que estaban pegadas a la casa principal para estar más tranquilos. Carlota dudó un momento pero Jhony le parecía majo y estaba muy bueno, si surgía enrollarse un poco, adelante. Entraron y él le pidió que se sentara mientras iba a echar las cortinas para tener más intimidad. Las caseta consistía en una habitación amplía con una gran cama. A un lado estaba el baño privado y al otro los muebles y un sillón. Los dos sentados en la cama siguieron charlando hasta que en un momento dado Jhony comenzó a acariciarle el brazo a Carlota, le retiró el pelo por detrás de la oreja y se inclinó para besarla. Ella se dejó hacer y le devolvió el beso. Tras un par de minutos besándose, Jhony la tumbo y se puso encima para continuar enrollados. Bajó a su cuello y a la clavícula. Carlota le tocaba la espalda sudorosa y los fortísimos brazos. Se estaba empezando a poner cachonda. Jhony no esperó más y le bajó los finos tirantes del vestido blanco, tiró de este para abajo y liberó las tetazas de Carlota. Jhony le hizo una mueca para mostrarle lo que le gustaban sus tetas, y pasó a devorarlas. Las agarró con sus grandes manos y le chupaba los pezones. Tras un rato comiéndole las tetas a Carlota la levantó y le bajó el vestido para que se lo quitara por los pies, dejándola sólo con su tanguita. La volvió a empujar sobre la cama, la abrió las piernas, le retiró el tanga y comenzó a comerle el coño. Carlota estaba tan cachonda y mojada que no ponía oposición. Jhony lamía y succionaba su clítoris mientras le metía su largo dedo en el coño. Ella se dejaba hacer. Tras un rato comiendo, Jhony paró, se puso en pie y se sacó el bañador. A Carlota se le salían los ojos de las órbitas al ver la tremenda polla negra de Jhony. Nunca había visto una polla de ese tamaño y grosor. Por un segundo le entraron dudas por miedo a que le puediera hacer daño pero antes de que pudiera decir nada, Jhony la estaba colocando a la entrada de su coñito depilado y la penetró de un empujón. Para su sorpresa, le entró entera. Jhony comenzó el mete saca sin ningún miramiento. La estaba follando duro y a saco. A Carlota le dolía y le daba placer a partes iguales, era incapaz de quejarse o pedirle que parara. Tras unos minutos así Jhony la sacó y le ordenó que se pusiera a cuatro patas. Carlota obedeció. De nuevo con su pollón dentro de ella, comenzó a bombear. Carlota ahora sí sólo sentía placer y gemía sin parar. Sudoroso, Jhony se salió y se sentó en el sillón pequeño frente a la cama. Le dijo a Carlota que se acercara y lo montara. Ella hizo lo que le pidió, se sentó sobre él, se la metió y empezó a cabalgar. Carlota no follaba mal, pero tampoco era algo extraordinario. Subía y bajaba sobre la polla de Jhony mientras este manoseaba y apretaba sus tetas y las dejaba sueltas para verlas moverse como campanas. Qué tetas. Estaba ya a punto de correrse, así que le pidió que se bajara y se la chupara para acabar. La agarró de un brazo y la obligó a ponerse de rodillas delante de él. Carlota tomó su pollón negro con ambas manos y tras pajearle un par de veces se la empezó a meter en la boca. Sólo le entraba una parte del glande así que hacía lo que podía. Jhony la forzaba un poco para que se metiera todo el capullo y se la mamara pero era tan gorda que no le entraba del todo. Carlota le lamía el frenillo y lo pajeaba, de vez en cuando le chupaba los huevos. Carlota tenía la suficiente experiencia para saber cómo se chupa una polla. Eso sí se le daba bien, pero la de Jhony era tan grande que ella no podía demostrar sus habilidades feladoras. Le encantaba chupar huevos, eso podía hacerlo. Jhony estaba a punto de correrse así que agarró a Carlota por el pelo mientras ella tenía parte de su polla en la boca y acabó haciéndose una paja y corriéndose en la boca de Carlota, que escupió una parte de su semen y la otra se la tragó. Jhony acabó exhausto y con los huevos vacíos. Carlota se limpiaba los restos de leche de la barbilla cuando vio que este hacía un gesto hacia la puerta para que entrara alguien.
 
Carlota Boza y unos invitados inesperados Final


Carlota se giró hacia la puerta y vio a dos chicos que le eran conocidos: uno, un joven y emergente actor con el que había intercambiado algunos mensajes después de conocerse en una presentación, y el otro, un cantante que empezaba a hacerse un nombre en la música actual y del que ella era admiradora. David y Raúl entraron y cerraron la puerta tras de si, echando el pestillo. David llevaba el móvil en la mano, había estado grabando a escondidas desde la puerta como Carlota le chupaba la polla a Jhony. Raúl estaba desnudo y empalmado por la misma escena. Carlota se sobresaltó y tratando de tapar su cuerpo desnudo les preguntó alterada qué hacían allí. Ambos jóvenes sonriendo se acercaron y trataron de calmarla. Sólo querían pasar un buen rato con ella. Entonces Jhony se levantó del sillón en el que estaba y les pidió a los chicos que se sentaran en la cama. A continuación cogió a Carlota por el brazo y le ordenó:

-"Muy bien guapa, te voy a explicar lo que va a pasar ahora. Aquí mis amigos y yo sólo queremos divertirnos. Nos vamos a sentar en la cama y tú para empezar nos vas a chupar la polla a los tres ¿Entiendes?"

David y Raúl intercambiaron una sonrisa de aprobación.

-"¿Qué dices? No te..." Trato de responder ella, pero antes de acabar la frase Jhony la sujetó por la boca apretando con su grande y fuerte mano.

- "Mira. David tiene un vídeo tuyo con mi polla en tu boca que si se filtra vas a provocar más pajas que el culo de la guarra de Aitana. ¿Quieres que tu mami y tu hermanito te vean en pelotas comiéndote una polla que ni te cabe en la boca? jajaja. Venga, sé buena"

Carlota estaba sobrepasada y no sabía qué podía hacer, así que ante la amenaza de que pasaran su vídeo a dios sabe quien, respondió afirmando con la cabeza. Los 3 muchachos en pelotas se sentaron al borde de la cama uno al lado del otro, y Carlota se acercó a David que era el primero de ellos. Se arrodilló frente a él, se recogió el pelo con una goma de su muñeca, le tomó la polla con la mano derecha y comenzó a lamerla de arriba a abajo. Mientras le chupaba los huevos le pajeaba y luego se metió el capullo en la boca para mamar como le habían ordenado. David gemía de gusto "hostia Carlota sigue, sigue. No pares. Jooooder qué bien la comes mmm" decía mientras veía cómo Carlota se tragaba su polla. Jhony, que era quien llevaba la voz cantante, le ordenó que pasara a la siguiente polla. Le tocaba a Raúl. Carlota se movió hacia su derecha, agarró la polla de Raúl, le acarició el glande y empezó a chuparla con ganas. Raúl se tumbó en la cama con los brazos estirados mientras recibía su mamada. David no se aguantaba más y se levantó para manosear sus tetas mientras ella succionaba el rabo de su compañero. Jhony de nuevo le dijo que parara ante la queja de Raúl. El negro se levantó y se puso de pie frente a Carlota que seguía de rodillas. Le dolían. La cogió del pelo, la obligó a girarse y refrotó su pollón y los huevos en la cara de la rubita. Los tres se rieron a carcajadas. "David, hazle una foto con toda esa tranca negra en la cara jajaja" dijo Raúl. "Oye, no" Pudo replicar ella. A continuación, Jhony la tomó de la axila y la levantó. La llevó al borde de la cama y la obligó a tumbarse boca arriba. La abrió de piernas, se colocó entre ellas y la penetró para volver a follarla. Carlota miraba al techo mientras recibía los empentones de ese enorme rabo negro en su interior. Jhony se la estaba follando de una manera brutal. Aquello parecía una escena de Blacked. David y Raúl miraban, cada uno a un lado, mientras se hacían sendas pajas. Jhony bajó el ritmo y se salió, estaba a punto de correrse de nuevo pero no quería acabar la fiesta tan pronto. "Siguiente" dijo. Entonces David procedió a meterle la polla a Carlota y a follársela como siempre había deseado cada vez que veía alguna de sus fotografías de insta. "¿Te gusta, guarra? ¿Te gusta que te metan una polla pedazo de puta?" Se inclinó hacia adelante para chuparle las tetas sin dejar de empujar. Tras unos minutos de mete saca tocó relevo y Raúl se la metía para follarla sin compasión. Carlota estaba tan fuera de ella que no era consciente de que los tres se la estaban follando sin condón. Lo único que tenía en la cabeza era que los tres se corrieran pronto para salir de allí. Tras un rato Jhony ordenó que tocaba cambio. La ayudó a ponerse a cuatro patas y se colocó detrás para penetrarla. Mientras la sujetaba por la cintura se la clavaba en su coñito de una forma brutal y hasta violenta. Mientras, Raúl se acercó por delante, y a la vez que le agarraba una teta y la apretaba la sujetó por la cara y le metió la polla en la boca. Carlota hacía lo que podía con aquella polla en su boca mientras las follaban duro desde atrás. Llegaba el turno de David que no era tan animal como Jhony pero tenía tantas ganas locas de follarse a Carlota a lo perrito que casi se corre en menos de un minuto. Tuvo que bajar el ritmo para aguantar un rato más. Ahora le tocaba a Raúl, que dejaba libre la boca de Carlota para llenarle el coñito. Jhony no dudó en ocupar su sitio y que la niñata le comiera los huevos mientras recibía polla dentro de ella. Raúl estaba al límite así que no empujaba a saco, prefería ir a ritmo lento. Además le ponía súper cachondo ver delante suya como le lamía la polla a Jhony mientras tenía suya dentro. Los tres chicos se miraron y acordaron culminar ya. Bajaron a Carlota de la cama y la obligaron a ponerse de rodillas en el centro de la habitación. La rodearon y uno a uno se pajearon hasta correrse sobre la rubita. El primero en acabar fue Raúl. Se preparó y la sujetó por la frente, le ordenó que abriera la boca y sacara la lengua. La descarga de leche le llegó de la lengua hasta el pelo. Un chorrazo de semen al que siguieron pequeñas gotas que dejó caer en su boca. David apuntó directamente al interior de su boca y ahí dejó caer su semen, frotando su capullo en la lengua y labios de Carlota. Por último Jhony la colocó un poco más echada hacia atrás y se corrió de manera abundante sobre las tetazas de Carlota llenándolas de leche. Una escena digna del mejor porno europeo. Los chicos, relajados y sonrientes se felicitaron por la follada a tres, recogieron los bañadores y el móvil con la grabación, se despidieron de Carlota y salieron para continuar la fiesta.

Carlota se quedó sola y cubierta de lefa en el suelo de la habitación. Tras un minuto se incorporó y fue al baño de la habitación. Se miró en el espejo y retuvo sus ganas de llorar al verse con todo el maquillaje corrido y los restos de semen sobre su piel. Se limpió, retocó el maquillaje y cuando ya se vio presentable recogió el tanga del suelo y terminó de vestirse. Salió de la caseta para buscar a Ángela. Tras varias vueltas por el jardín no la encontraba así que volvió a la zona trasera donde estaba la piscina. Justo en ese momento se topó con ella. Se alarmó al ver que tenía los ojos rojos de haber llorado. Le preguntó qué le había pasado pero su amiga sólo le dijo que se quería marchar. Ambas se miraron en silencio y decidieron abandonar la fiesta. Justo cuando salían por la puerta principal Carlota se acordó del vídeo que le habían grabado pero ya era tarde para regresar a por él. Lo que la rubia ignoraba en aquel momento es que ella había sido afortunada por haber mantenido aquel encuentro sexual con sólo aquellos tres muchachos. A su amiga Ángela se la había follado cinco supuestos amigos por turnos, además de haberla desvirgado analmente.
 
Carlota Boza y unos invitados inesperados Final


Carlota se giró hacia la puerta y vio a dos chicos que le eran conocidos: uno, un joven y emergente actor con el que había intercambiado algunos mensajes después de conocerse en una presentación, y el otro, un cantante que empezaba a hacerse un nombre en la música actual y del que ella era admiradora. David y Raúl entraron y cerraron la puerta tras de si, echando el pestillo. David llevaba el móvil en la mano, había estado grabando a escondidas desde la puerta como Carlota le chupaba la polla a Jhony. Raúl estaba desnudo y empalmado por la misma escena. Carlota se sobresaltó y tratando de tapar su cuerpo desnudo les preguntó alterada qué hacían allí. Ambos jóvenes sonriendo se acercaron y trataron de calmarla. Sólo querían pasar un buen rato con ella. Entonces Jhony se levantó del sillón en el que estaba y les pidió a los chicos que se sentaran en la cama. A continuación cogió a Carlota por el brazo y le ordenó:

-"Muy bien guapa, te voy a explicar lo que va a pasar ahora. Aquí mis amigos y yo sólo queremos divertirnos. Nos vamos a sentar en la cama y tú para empezar nos vas a chupar la polla a los tres ¿Entiendes?"

David y Raúl intercambiaron una sonrisa de aprobación.

-"¿Qué dices? No te..." Trato de responder ella, pero antes de acabar la frase Jhony la sujetó por la boca apretando con su grande y fuerte mano.

- "Mira. David tiene un vídeo tuyo con mi polla en tu boca que si se filtra vas a provocar más pajas que el culo de la guarra de Aitana. ¿Quieres que tu mami y tu hermanito te vean en pelotas comiéndote una polla que ni te cabe en la boca? jajaja. Venga, sé buena"

Carlota estaba sobrepasada y no sabía qué podía hacer, así que ante la amenaza de que pasaran su vídeo a dios sabe quien, respondió afirmando con la cabeza. Los 3 muchachos en pelotas se sentaron al borde de la cama uno al lado del otro, y Carlota se acercó a David que era el primero de ellos. Se arrodilló frente a él, se recogió el pelo con una goma de su muñeca, le tomó la polla con la mano derecha y comenzó a lamerla de arriba a abajo. Mientras le chupaba los huevos le pajeaba y luego se metió el capullo en la boca para mamar como le habían ordenado. David gemía de gusto "hostia Carlota sigue, sigue. No pares. Jooooder qué bien la comes mmm" decía mientras veía cómo Carlota se tragaba su polla. Jhony, que era quien llevaba la voz cantante, le ordenó que pasara a la siguiente polla. Le tocaba a Raúl. Carlota se movió hacia su derecha, agarró la polla de Raúl, le acarició el glande y empezó a chuparla con ganas. Raúl se tumbó en la cama con los brazos estirados mientras recibía su mamada. David no se aguantaba más y se levantó para manosear sus tetas mientras ella succionaba el rabo de su compañero. Jhony de nuevo le dijo que parara ante la queja de Raúl. El negro se levantó y se puso de pie frente a Carlota que seguía de rodillas. Le dolían. La cogió del pelo, la obligó a girarse y refrotó su pollón y los huevos en la cara de la rubita. Los tres se rieron a carcajadas. "David, hazle una foto con toda esa tranca negra en la cara jajaja" dijo Raúl. "Oye, no" Pudo replicar ella. A continuación, Jhony la tomó de la axila y la levantó. La llevó al borde de la cama y la obligó a tumbarse boca arriba. La abrió de piernas, se colocó entre ellas y la penetró para volver a follarla. Carlota miraba al techo mientras recibía los empentones de ese enorme rabo negro en su interior. Jhony se la estaba follando de una manera brutal. Aquello parecía una escena de Blacked. David y Raúl miraban, cada uno a un lado, mientras se hacían sendas pajas. Jhony bajó el ritmo y se salió, estaba a punto de correrse de nuevo pero no quería acabar la fiesta tan pronto. "Siguiente" dijo. Entonces David procedió a meterle la polla a Carlota y a follársela como siempre había deseado cada vez que veía alguna de sus fotografías de insta. "¿Te gusta, guarra? ¿Te gusta que te metan una polla pedazo de puta?" Se inclinó hacia adelante para chuparle las tetas sin dejar de empujar. Tras unos minutos de mete saca tocó relevo y Raúl se la metía para follarla sin compasión. Carlota estaba tan fuera de ella que no era consciente de que los tres se la estaban follando sin condón. Lo único que tenía en la cabeza era que los tres se corrieran pronto para salir de allí. Tras un rato Jhony ordenó que tocaba cambio. La ayudó a ponerse a cuatro patas y se colocó detrás para penetrarla. Mientras la sujetaba por la cintura se la clavaba en su coñito de una forma brutal y hasta violenta. Mientras, Raúl se acercó por delante, y a la vez que le agarraba una teta y la apretaba la sujetó por la cara y le metió la polla en la boca. Carlota hacía lo que podía con aquella polla en su boca mientras las follaban duro desde atrás. Llegaba el turno de David que no era tan animal como Jhony pero tenía tantas ganas locas de follarse a Carlota a lo perrito que casi se corre en menos de un minuto. Tuvo que bajar el ritmo para aguantar un rato más. Ahora le tocaba a Raúl, que dejaba libre la boca de Carlota para llenarle el coñito. Jhony no dudó en ocupar su sitio y que la niñata le comiera los huevos mientras recibía polla dentro de ella. Raúl estaba al límite así que no empujaba a saco, prefería ir a ritmo lento. Además le ponía súper cachondo ver delante suya como le lamía la polla a Jhony mientras tenía suya dentro. Los tres chicos se miraron y acordaron culminar ya. Bajaron a Carlota de la cama y la obligaron a ponerse de rodillas en el centro de la habitación. La rodearon y uno a uno se pajearon hasta correrse sobre la rubita. El primero en acabar fue Raúl. Se preparó y la sujetó por la frente, le ordenó que abriera la boca y sacara la lengua. La descarga de leche le llegó de la lengua hasta el pelo. Un chorrazo de semen al que siguieron pequeñas gotas que dejó caer en su boca. David apuntó directamente al interior de su boca y ahí dejó caer su semen, frotando su capullo en la lengua y labios de Carlota. Por último Jhony la colocó un poco más echada hacia atrás y se corrió de manera abundante sobre las tetazas de Carlota llenándolas de leche. Una escena digna del mejor porno europeo. Los chicos, relajados y sonrientes se felicitaron por la follada a tres, recogieron los bañadores y el móvil con la grabación, se despidieron de Carlota y salieron para continuar la fiesta.

Carlota se quedó sola y cubierta de lefa en el suelo de la habitación. Tras un minuto se incorporó y fue al baño de la habitación. Se miró en el espejo y retuvo sus ganas de llorar al verse con todo el maquillaje corrido y los restos de semen sobre su piel. Se limpió, retocó el maquillaje y cuando ya se vio presentable recogió el tanga del suelo y terminó de vestirse. Salió de la caseta para buscar a Ángela. Tras varias vueltas por el jardín no la encontraba así que volvió a la zona trasera donde estaba la piscina. Justo en ese momento se topó con ella. Se alarmó al ver que tenía los ojos rojos de haber llorado. Le preguntó qué le había pasado pero su amiga sólo le dijo que se quería marchar. Ambas se miraron en silencio y decidieron abandonar la fiesta. Justo cuando salían por la puerta principal Carlota se acordó del vídeo que le habían grabado pero ya era tarde para regresar a por él. Lo que la rubia ignoraba en aquel momento es que ella había sido afortunada por haber mantenido aquel encuentro sexual con sólo aquellos tres muchachos. A su amiga Ángela se la había follado cinco supuestos amigos por turnos, además de haberla desvirgado analmente.
Me encanto esperando mas
 
Empiezo un nuevo relato.

Nerea, una apuesta es una apuesta Parte 1​


Las risas del grupo eran cada vez más fuertes, como el efecto del alcohol que corría por sus venas y que subía la temperatura de sus cuerpos, a la vez que disminuía sus vergüenzas y tabús. Había sido una corriente cena veraniega entre amigos, y ya en la fase de las copas algunos habían enfilado a sus apartamentos y hoteles mientras otros se encontraban tan a gusto con la compañía que no tenían intención de acabar la noche. Nerea y Lucía se habían quedado solas con su amigo Javi y tres chicos que por amistades comunes habían conocido esa misma noche.

-Ala tía! qué bruta eres jajaja le dijo Nerea a Lucía ante la última ocurrencia de esta, que si tenía algo que la hiciera sobresalir en estas reuniones, era que no tenía pelos en la lengua.
-Oye qué pasa. Estamos entre amigos ¿no? Pues sinceridad. Una polla de menos de 20 centímetros ni es polla ni es na jajaja le respondió Lucía.

Los chicos presentes se cruzaban miradas que mezclaban asombro y excitación a la vez. Javi parecía estar acostumbrado a las locuras de su amiga Lucía.

-A ver ¿no os gustan a vosotros las tetas grandes y un buen culo? Pues a nosotras nos gustan las pollas grandes. Una buena polla para sentirla dentro. Se reafirmó mientras daba otro trago a su copa y les dedicaba un gesto burlón a los chicos.
-Vale vale respondió Dani entre risas. ¿Y a ti Nerea? ¿También te gustan los pollones? jejeje

Nerea se ruborizó. Aunque no era una mojigata ni muchísimo menos, tampoco le gustaba hablar de sus experiencias sexuales ante casi desconocidos, y menos siendo ella famosa.

-A ver, yo no soy tan exigente como Lu jeje (que era como llamaba a su amiga Lucía)
-Bueno pero mójate un poco hija le espetó Dani. Estamos entre amigos. Mmmm a ver, dime ¿con cuántos chicos has estado a la vez? Digo de follar eh, que no tenemos 13 años para andar a besos. ¡Confiesa! le espetó en tono de broma.

Nerea hizo como que intentaba recordar aunque era una respuesta muy sencilla.

-A la vez, con dos.
-¿Sólo con dos?
Dani seguía llevando la voz cantante entre los chicos. Me decepciona un poco tía. Que tú vienes de Operación Triunfo, eres famosa... se me cae un mito eh.

Nerea se encogió de hombros y se rió. ¿Y tú? ¿Con cuántas chicas? O chicos Le preguntó ahora ella intentando seguirle el juego.

-¿Yo? con dos también. La izquierda y la derecha jajaja -respondió levantando sus manos y riéndose.

Siguieron jugando a hacer confesiones uno a uno hasta que pasado un buen rato y algo más alcoholizados decidieron llevar la fiesta al apartamento de los chicos. Nerea, Lucía y Javi lo hablaron a solas y ante la insistencia de Lucía, que se lo estaba pasando realmente bien y a la que le hacía tilín el tal Dani, se apuntaron a continuar la fiesta. Tras caminar apenas 10 minutos llegaron al apartamento.

-Ronda de chupitos gritó Álex, otro de los chicos de la fiesta.
-Espera, espera dijo Dani. Qué os parece si jugamos a una cosa.
-Te gustan los jueguecitos eh. Venga, tú dirás le desafió Lucía que estaba como loca por enrollarse con él.
-Es muy sencillo. Veis esta moneda ¿no? -sí respondieron los demás- vale pues consiste en que al que le toque turno, lanza la moneda y elige lado. Si la acierta, todos los demás beben un chupito. Pero si falla... jeje ¡paga prenda!
-Venga
-respondió Lucía envalentonada- Quién empieza.
-Yo
-dijo Sergio, el cuarto chico en discordia y el más tímido, cogiendo la moneda-

Acertó y les tocó beber a todos. Turno para Dani. De nuevo todos a beber. Le siguió Álex. Prenda. Entre los demás formaron un corrillo y cuchichearon para ponerle un castigo.

-Álex cariño -Lucía tomó la voz cantante- tu castigo va a ser... tres rondas en pelotas jajaja Chsssst nada de protestar. Una apuesta es una apuesta.

Sin remedio y ante la inmisericordia de sus colegas, al chaval no le quedó otra que quedarse desnudo, tratando de taparse el miembro con las manos, mientras continuaba el juego entre las risas de los demás. Ahora le tocaba a Javi. Todos a beber. Turno de Lucía. Prenda.

-A ver Lucía -Dani se hacía el interesante y con sonrisa diabólica le ordenó su castigo- Le vas a dar un morreo a Nerea.

Los 4 chicos, ya totalmente desinhibidos por el alcohol -Álex que seguía desnudo ya no se tapaba sus partes- lo celebraron como ultras.

-Oye qué morro que pago yo también jaja -se quejó tímidamente Nerea-
-Va, venga Nere jaja -le respondió Lucía. Se acercó a su amiga y se paró a pocos centímetros de ella, se giró hacia los chicos que estaban con la boca abierta, les guiñó un ojo y le comió la boca a Nerea.

Los chicos no pudieron evitar ponerse algo cachondos ante el beso de las dos amigas. Lo culminaron con un piquito y mirando a los chicos.

-¿Os ha gustado? ¿Álex, quieres una cojín para taparte la pollita jajaja? Les soltó Lucía entre risas.
-Bueno, bueno, continuamos. Le toca a... Nerea dijo Dani.
-Buff. A ver... respondió ella.

Y Nerea perdió.

-Pfff -resopló- A ver qué se os ocurre ahora que os conozco... les dijo simpática pero con algo de miedo

Con mucha calma, Dani se acercó a Nerea y sentándose frente a ella le explicó su castigo.

-Muy bien Nerea. Tu prenda va a ser -hizo una pausa acariciándose el mentón para darle dramatismo y hacerse el interesante.
-Va Dani, que se nos hace de día le dijo entre risas Lucía, que no sabía lo que se le pasaba al otro por la cabeza.
-Vale, vale. Nerea. Tú y nosotros cuatro vamos a ir a ese cuarto y nos vas a follar. A los cuatro.
-¿Perdona?
respondió Nerea riéndose pensando que era una broma. Lucía se quedó boquiabierta sin saber qué decir.
-Una apuesta es una apuesta soltó Álex desde atrás.
-Y tú has perdido, añadió Dani con una sonrisa malévola.


CONTINUARÁ
 
Muy morbosa la situación, esperando con ansias la segunda parte.
 

Nerea, una apuesta es una apuesta Parte Final​


-Pero qué dices. Tú flipas -replicó Nerea riéndose- Venga dime mi castigo de verdad.
-Ese es tu castigo. Las reglas del juego estaban muy claras cuando hemos empezado: si pierdes te toca pagar. Lucía te ha dado un beso sin quejarse y mira a Álex que nos está enseñando la polla a todos jeje
-le argumentó Dani. Ahora te toca a ti, guapa.
-Pero si este juego te lo has inventado tú. Lu di algo, tía
-le inquirió a su amiga, que seguía alucinando-
-Pues... es que tiene razón tía... le respondió ella. A ver estamos de risas y a gusto entre amigos. Tampoco pasa nada porque entres con ellos un rato.
-¡Pero cómo me voy a follar a los cuatro tía! Juan, di tú algo
-pero su amigo le esquivó la mirada. Él tenía tantas ganas de follarla como los otros y no iba a cometer la estupidez de quejarse-
-Mira -intervino Dani- te propongo una cosa. Puedes entrar con nosotros en esa habitación y te libras en los siguientes 4 turnos... o pagas una penalización y nos haces una mamada a cada uno de nosotros. Una polla por turno. Tú eliges.

Nerea se quedó pensativa. Todavía dudaba de que aquello no fuera una broma de mal gusto.

-Vale. Está bien -se decidió Nerea tras 1 minuto en que la cabeza le daba vueltas- Vamos a la habitación.

A los cuatro chicos se les iluminó la cara y lo celebraron chocando las manos.

-Yo os espero aquí fuera -les gritó Lucía- mientras la puerta se volvía a la espalda de Javi que fue el último en entrar. ¡Pasadlo bien!

Nerea y los cuatro chicos se quedaron de pie en el centro de la habitación esperando que alguien diera el primer paso. Ella se recogió el pelo con un sencillo moño en un gesto más de nerviosismo que de comodidad. Entonces Dani se acercó a Nerea y cogiéndola por la cintura empezó a besarla. Ella le pasó su brazos por su cuello devolviéndole el beso. Mientras le comía la boca, Dani comenzó a magrearle el culo, metió sus manos por debajo del corto vestido veraniego que vestía, apretando sus nalgas y disfrutando de ellas. Buscó la tira del pequeño tanga de Nerea para introducir sus dedos y deslizándolos buscó su coñito. Nerea se sobresaltó al notar como Dani le empezaba a masturbar a la vez que seguía besándola. Al mismo instante, Javi se acercó por detrás y comenzó a besarla en el cuello, los hombros y la nuca. Aspiraba su olor. Nerea olía muy dulce. Aunque eran amigos, Javi no era inmune a los evidentes encantos de Nerea, y solía hacerse pajas pensando en ella cada vez que volvía de estar juntos en la playa. Sin esperar más pasó a bajarle los tirantes del vestido, lo deslizó por las preciosas tetas de Nerea dejándolas libres y a la vista de todos, y lo dejó caer al suelo. La mezcla de alcohol y la excitación por el placer que ambos chicos le estaban dando, habían conseguido que ella se dejara llevar, y con los ojos cerrados sentía como Dani y Javi la devoraban a besos. Al notar que el vestido llegaba al suelo quedando en sus tobillos, se libró del mismo sacando los pies y apartándolo. Aprovechó para quitarse las sandalias de plataforma quedando descalza y haciéndose más pequeñita. Dani había pasado a besarle también el cuello y ya se estaba comiendo las tetas de Nerea. Eran unas tetas grandes y blancas, con la marca del bikini, que sobresalían de manera espectacular en su menudo cuerpo. Sus pezones eran gordos y marrones, con una areola también grande. Eran exactamente como las había imaginado. Las apretaba y chupaba. Primero una, luego la otra. En un momento Javi aprovechó para adueñarse de una de ellas y hacer exactamente lo mismo. Estaban tan ricas como siempre había fantaseado. A la vez restregaba su polla erecta todavía dentro de sus bermudas contra el culo de Nerea, que empezaba a estar muy mojada.

Álex y Sergio contemplaban la escena empalmados sin saber cómo unirse. Entonces el primero protestó.

-Bueno qué, habrá que ir cambiando ¿no?

Entonces Nerea abrió los ojos y los miró fijamente. Apartó a Dani y se giró hacia los otros dos chicos, que se quedaron con la boca abierta cuando vieron a Nerea solamente con su tanguita puesto acercándose a ellos. Se colocó entre los dos y comenzó a besarlos. Primero a uno, y luego al otro. Álex no se aguantaba más y se agachó para comerle las tetas. Nerea le agarró la polla y comenzó a pajearle mientras el chico le chupaba los pezones. A su espalda, Sergio besaba su piel a la vez que con su mano metida en el tanga de Nerea, le frotaba el clítoris.

Dani y Javi ya se habían quedado en pelotas y miraban la escena tocándose la polla y disfrutando del espectáculo. Javi, súper cachondo, se unió al trio y poniéndose de rodillas frente a Nerea comenzó a bajarle el tanguita. Ella le ayudó a sacarlo levantando los pies del suelo. Comenzó a besarle el vientre y bajó hasta su coñito para comérselo mientras ella echando su cuerpo hacia atrás no dejaba de jadear. Tras un rato mirando, Dani la tomó del brazo y se la arrebató a sus colegas. La rubita, que estaba totalmente en trance en manos de los 3 muchachos, se sobresaltó. Entonces Dani la llevó hasta la cama y le ordenó que se tumbara. Ella lo hizo. Él la cogió por la cintura y la acercó al borde de la cama, y arrodillándose, la abrió de piernas, se colocó en medio y comenzó a comerle el coño. El chochito de Nerea era una auténtica gozada. Daban ganas de comerlo con sólo verlo. Lo llevaba totalmente depilado y tenía los labios gordotes. Nerea gemía tan fuerte que Lucía, que se había quedado en el saloncito del apartamento, no se resistió más y se asomó medio escondida a la puerta para ver el espectáculo. Dani lamía y relamía el clítoris de Nerea, que totalmente espatarrada estaba a punto de correrse. Al poco, culminó en un orgasmo brutal ante la mirada de los otros 3 chicos que desde atrás se pajeaban cachondos perdidos con lo que estaban viendo. Lucía, con la mano dentro de su tanga, también se pajeaba desde la puerta. Con la cara súper roja y extasiada, Nerea se incorporó sentada en la cama y mirando a los chicos empezó a reírse mitad avergonzada, mitad por la situación de verse delante de cuatro chicos en pelotas dispuestos a todo con ella. Entonces Álex la cogió de la mano y le pidió que se pusiera de rodillas sobre el cojín que tiraba al suelo. Nerea obedeció. El chico se colocó delante de ella con la polla durísima y se la ofreció a la rubita para que se la chupara. Nerea no titubeó ni un segundo, le agarró el miembro con la mano derecha y se lo metió en la boca empezando una mamada brutal a la vez que le pajeaba. Nerea recorría con su lengua el capullo de Álex dentro de su boca, dibujando círculos y lamiendo su frenillo a la vez que succionaba. Juan se acercó por un lado y su amiga, con la mano izquierda que tenía libre, le empezó a hacer una paja.

-Venga cambio -dijo Dani desde atrás.

Ahora era la polla de Juan la que Nerea chupaba sin respiro. Para descansar la mandíbula, pasó a lamerle todo el rabo con su lengua, y a comerle un rato los huevos. Pero Juan rápido le volvió a meter la polla en la boca y a su amiga no le quedó otra que chupar y chupar. Los chavales alucinaban viendo como mamaba pollas Nerea.

-Venga Sergio, enséñale a esta zorrita lo que es una buena polla jaja le animó Dani.

Y es que Sergio, el chaval más tímido del grupo, resultaba calzar un rabo de los que tanto le gustaban a Lucía.

-Uff pero tío dónde vas con eso. Que no me va a caber en la boca jajaja le dijo Nerea divertida y ya totalmente desinhibida por la excitación de verse rodeada por cuatro pollas para ella sola.

Le tomó la polla y mientras le pajeaba le fue lamiendo el glande. Se metió el capullo en la boca y con algo de dificultad empezó a succionar. Sergio la sujetó de la cabeza y empezó a follarle la boca. Nerea aguantaba las acometidas de semejante rabo en su boca, pese a que le empezaban a llorar los ojos y babeaba sin parar con las embestidas que recibía. El chico le sacó la polla de la boca para no ahogarla. Nerea no protestó y siguió pajeándole un rato más con el maquillaje corrido.

-Me toca dijo Dani.

Y Nerea pasó a comerse la cuarta polla del grupo. Aunque empezaba a estar cansada cumplió con Dani, que tanto placer le había dado comiéndole el coño previamente, y le hizo un mamadón de escándalo que casi consigue que el chaval se fuera en su boca en pocos minutos.

-Ufff. Seguimos ¿no? Dijo Dani exhausto. Tío, saca los condones de ese cajón de ahí.

Se repartieron los preservativos y ayudaron a Nerea a levantarse. Ella se subió a la cama y se puso cómoda, esperando a que los chicos decidieran quien era el primero que la iba a follar. Juan tomó la iniciativa y con el condón puesto se tumbó sobre su amiga, la abrió de piernas y la penetró. Desde que le metiera la polla, Juan taladraba sin piedad el chochito de Nerea. El mete saca era brutal. Ella intentaba bajarle el ritmo para intentar disfrutar también pero su amigo estaba totalmente fuera de si. Había fantaseado tantas veces con follársela que apenas iba a aguantar unos pocos empujones más. La cogió por la cintura, le levantó el culo del colchón y siguió empujando a saco en el aire hasta que se corrió como un animal entre fuertes gritos de placer.

-Venga, el primero. ¿Quién va ahora? preguntó Dani.

Álex tomó el relevo y en la misma postura la penetró y comenzó a follarla. El ritmo era más relajado y Nerea empezaba a disfrutar. Mientras recibía los empentones de aquella polla dentro de ella, se tocaba el clítoris para que el placer fuera doble. Álex le pidió cambiar de postura y que lo montara. Dicho y hecho, ella se puso encima, se metió su polla y comenzó a cabalgar. Nerea follaba de la hostia, era algo digno de ver como ese cuerpecito tan menudo se movía sobre una polla con sus enormes tetas balanceando. En un momento dado, Nerea se echo hacia adelante para besar a Álex a la vez que se lo follaba, y fue cuando Dani aprovechó para algo que le rondaba en la cabeza. Se acercó a la pareja y desde atrás comenzó a comerle el culo a Nerea, que lo había dejado en una posición ideal. Ella de primeras se sobresaltó, pero echó una mirada hacia atrás y sonriéndole le dio su aprobación, por lo que Dani continuó dilatando su culo. Mientras Álex, tumbado bajo la rubita, la sujetaba de la cintura y la taladraba con un mete saca sin respiro, Dani empezaba a meterle la polla a Nerea por el culo. Al principio con cuidado, y cuando comprobó que entraba sin dificultad empezó a follarle analmente a saco. Nerea empezó a gemir muy fuerte de puro placer mientras aquellos dos chicos la follaban a la vez por su coñito y por el culo. No era la primera vez. Álex, que llevaba más tiempo follándosela fue el primero en correrse. Se salió de ella y se retiró a un lado para disfrutar del espectáculo. Nerea se quedó a cuatro patas mientras Dani se la follaba por el culo sin compasión. Ambos estaban sudorosos y gemían como animales. Tras un rato, Dani le sacó la polla del culo y en la misma postura se la metió en el chocho y siguió follándosela. No aguantaría mucho más bombeando y al poco se corría en un orgasmo que no ha vuelto a sentir con ninguna otra zorra que se ha follado después de Nerea. Se salió de ella y le cedió su puesto a Sergio, que apuntaba con su enorme pollón al culito de Nerea, que seguía a cuatro patas. Ella en cuanto lo vio venir se negó.

-Ni lo sueñes tío, eso no me lo metes por el culo -se puso digna después de haberse comido ya cuatro pollas y haber hecho que se corrieran los tres chicos.

Sergio le dijo que no había problema. Le pidió que se tumbara boca abajo, y con el cojín colocado debajo de su vientre para levantarla un poco se la metió en su precioso coñito. Aquel rabo la rellenó por completo, y el chaval comenzó a bombear. Nerea recibía los empujones de aquel pollón con los ojos en blanco de placer, entendiendo al fin lo que afirmaba Lucía sobre lo que siente una zorrita como ella cuando le meten una polla enorme. Nerea llegó de nuevo al clímax ante la satisfacción de Sergio por conseguir que ella también se corriera y entre los vítores y aplausos de los otros 3 chicos. Él también quería correrse a lo grande, así que se salió de ella y le pidió que se pusiera de rodillas al pie de la cama. Nerea obedeció, borracha de placer. Entonces Sergio se sentó en el borde de la cama, la acercó y metió su pollón entre los melones de Nerea. Sergio quería hacer lo que todos hemos soñado desde la primera vez que vimos a Nerea: follarle las tetas. Ella entendió sus intenciones a la primera, porque evidentemente era algo que le pedían cada vez que se acostaba con un chico. Le sacó el condón de la polla y tras acomodar sus tetas alrededor del miembro de Sergio, empezó a frotarlas con destreza. No le llevaría mucho lograr que el chico se corriera de manera abundante. La leche de Sergio baño las tetas de Nerea y le salpicó hasta el cuello. Para acabar, le dio un besito en el capullo con su sonrisa más pícara.

Cuando Nerea, Sergio, Dani y Álex parecían dar por finalizada la sesión de sexo en grupo, se volvieron hacia la puerta al escuchar gemidos a sus espaldas. Era Juan, que tenía arrodillada a sus pies a Lucía, semidesnuda, mientras le hacía una mamada de campeonato. Le estaba devorando literalmente la polla mientras se frotaba el chocho por encima de la tela del tanga.

-Bueno chavales que hay partido de vuelta exclamó Álex ante las risas y las miradas de asombro de todos.

Juan se corrió en la boca de Lucía, que orgullosa y sonriente no dejó escapar apenas más de dos gotas que resbalaban por su pecho.

-¿Te has quedado con hambre de polla? le espetó Dani.

Lucía lo miró a los ojos y le respondió afirmando con la cabeza. La excitación por sentirse una puta que come pollas a pares se reflejaba en su mirada. Se acercó gateando a los otros tres chicos que la rodearon en el centro de la habitación y con las vergas duras de nuevo se disponían a recibir su correspondiente mamada. Mientras tanto, Nerea se limpiaba la lefa de sus tetas y se acomodaba en la cama para disfrutar del espectáculo. Sintió un deseo irrefrenable de tocarse la vulva, que le volvía a palpitar de pura lujuria. Su amiga ya estaba manos a la obra, y mamaba pollas como una actriz porno de primera. A Lucía no le llevaría mucho lograr que Álex se corriera en su bonita cara dejándola perdida de semen. Le encantaba sentir la lefa caliente en su piel. El siguiente sería Dani, al que le chupó la polla con especial mimo y dedicación por lo perraca que la ponía, haciéndole correrse de gusto en su boquita. Sacó la lengua para indicarle donde quería la descarga y ahí la recibió. El último sería Sergio, al que le costó más recuperarse de la corrida sobre las tetas de Nerea, pero Lucía era una zorrita con mucha experiencia en el arte de felar rabos, y finalmente obtendría su premio que iría directo a sus tetas con una cara de absoluta satisfacción por haber logrado también que los cuatro chicos se corrieran con ella.

El sol empezaba a asomar por los agujeros de la persiana de la habitación, que apestaba a sudor y sexo. La noche se había evaporado entre flujo, sudor y lefa.

-¿A quién le toca lanzar la moneda ahora? dijo Dani con todo burlón.
 

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