Simplemente Mollete [Verificada]

Si verdad? Es q tengo un coño dulce como el algodón de feria, q solo pasarle la lengua me fundó.
Pero este fin de semana a pasado hambre y está tristona, ahora cuando me acueste le daré de comer. 🤭🤭🤭🤭🤭🤭🤭
mmmm como me gustaria alimentarme de su néctar y darle de comer todo lo que necesite
 
Hola tienes un coño que lo estaría lamiendo todos dias si pudiera.
 
Mira, una reciente y calentita.. la foto digo
Buenos días preciosa 😘😘😘
Espero que tuvieras un buen puente y ya he visto que algún día disfrutaste más que otro ☺️☺️
No me extraña que vinieran a ver tú precioso coñito :love: 🔥 :love: 🔥 :love: 🔥
Yo hubiera acabado como ellos después de ver tu coñito y de las vistas tuyas durante la cena...🔥🔥🔥🔥🔥
Espero que empieces la semana con fuerza 😘😘😘
 
Claudia nunca se había masturbado, tenía 16 años por aquel entonces y ni había estado con ningún chico ni siquiera se había tocado ella misma, nunca iba excitación, tan siquiera se preocupó de nada cuando escuchaba a sus amigas hablar de sexo, ella siempre pensó que habia nacido con mala estrella y que jamás podría sentir lo que sus amigas.
Pero ese verano se junto con un grupito de chicos mientras estaba en el pueblo de su padre, en un pequeño pueblo de la mancha, y en cuyo grupito había uno de ellos que le gustaba, pero que esté, en vez de estar por ella, hacia más por estar con el grupito de amigos de todo el año, pues era un lugareño de por allí.
La juventud de ese pueblo no solía ir a discotecas o simplemente bailar, porque todo quedaba lejos de todo y se apañaban con un pequeño transistor y las canciones ya pasadas d moda que en el escuchaban los sábados a modo de Party o Disco, en el garaje de la casa de uno de ellos.
Pronto serían fiestas del pueblo y la panda tenían amiga nueva, así que todos los juegos iban destinados a lo mismo, a intentar desnudarla, bien sea con juegos o con ir a bañarse al río o a la poza de un vecino, y claudia, inocente de ella accedía con resignación o se quedaba sin amigos en el pueblo y aburrida.
Jamás sintió tanta vergüenza cuando se vio desnuda delante de los diez chicos, atónitos mirándola y mirando cada rincón o pliegue de su coño, casi una tarde entera estuvieron con ese espectáculo, tocando, mirando, hablando de ello, resultaba que de los diez, ninguno había vista nada igual salvo pequeñas pinceladas de pilladas en casa o con alguna vecina, pero nunca tan de cerca y mucho menos poder tocarlo y experimentar
Ella arrancó a llorar en varias ocasiones, por rabia, por vergüenza incluso por dolor que le causaban al tocarle o pellizcarle sus partes, tanto tetas como vagina. Y ella desnuda incapaz de hacer nada para evitarlo.
Entre todos la quisieron masturbar, pero a cuál más listo que ni eso sabían hacer a una mujer. La intentaron penetrar y ni eso supieron, pero que entre varios de los intentos, alguno logro colar la polla dentro, pero paso inadvertido cuando al primer embiste se salió. Diez chicos inexpertos intentando dar placer a una chica que ni masturbarse sabía hacer, eso sí, allí hubieron múltiples corridas de las pajas que se hacían ellos viéndola, tumbada sobre la mesa de aquel comedor de la casa de uno de los chicos, ella completamente desnuda y los 10 depredadores a su alrededor.
Desde entonces en ese pueblo se la bautizo con el sobrenombre de: "La CuloCagao" Porque resultó que entre tantas manos y tantas penetraciones con el dedo, varios de ellos fueron a entrar en su culete y por lo que sea se mancho, cosa que les divirtió mas a los y más metian los dedos sin lubricante ni nada, que también lo desconocían por completo.
Pues allí quedó ella ese verano y su apodo, La "Culocagao" y el resto del verano que más o menos fue todo igual.
Hoy en día esa chica trabaja conmigo y es una de las muchas historias que nos vamos contando entre todas, si gusta iré publicando más, que no sean todas mías.
 
Claudia nunca se había masturbado, tenía 16 años por aquel entonces y ni había estado con ningún chico ni siquiera se había tocado ella misma, nunca iba excitación, tan siquiera se preocupó de nada cuando escuchaba a sus amigas hablar de sexo, ella siempre pensó que habia nacido con mala estrella y que jamás podría sentir lo que sus amigas.
Pero ese verano se junto con un grupito de chicos mientras estaba en el pueblo de su padre, en un pequeño pueblo de la mancha, y en cuyo grupito había uno de ellos que le gustaba, pero que esté, en vez de estar por ella, hacia más por estar con el grupito de amigos de todo el año, pues era un lugareño de por allí.
La juventud de ese pueblo no solía ir a discotecas o simplemente bailar, porque todo quedaba lejos de todo y se apañaban con un pequeño transistor y las canciones ya pasadas d moda que en el escuchaban los sábados a modo de Party o Disco, en el garaje de la casa de uno de ellos.
Pronto serían fiestas del pueblo y la panda tenían amiga nueva, así que todos los juegos iban destinados a lo mismo, a intentar desnudarla, bien sea con juegos o con ir a bañarse al río o a la poza de un vecino, y claudia, inocente de ella accedía con resignación o se quedaba sin amigos en el pueblo y aburrida.
Jamás sintió tanta vergüenza cuando se vio desnuda delante de los diez chicos, atónitos mirándola y mirando cada rincón o pliegue de su coño, casi una tarde entera estuvieron con ese espectáculo, tocando, mirando, hablando de ello, resultaba que de los diez, ninguno había vista nada igual salvo pequeñas pinceladas de pilladas en casa o con alguna vecina, pero nunca tan de cerca y mucho menos poder tocarlo y experimentar
Ella arrancó a llorar en varias ocasiones, por rabia, por vergüenza incluso por dolor que le causaban al tocarle o pellizcarle sus partes, tanto tetas como vagina. Y ella desnuda incapaz de hacer nada para evitarlo.
Entre todos la quisieron masturbar, pero a cuál más listo que ni eso sabían hacer a una mujer. La intentaron penetrar y ni eso supieron, pero que entre varios de los intentos, alguno logro colar la polla dentro, pero paso inadvertido cuando al primer embiste se salió. Diez chicos inexpertos intentando dar placer a una chica que ni masturbarse sabía hacer, eso sí, allí hubieron múltiples corridas de las pajas que se hacían ellos viéndola, tumbada sobre la mesa de aquel comedor de la casa de uno de los chicos, ella completamente desnuda y los 10 depredadores a su alrededor.
Desde entonces en ese pueblo se la bautizo con el sobrenombre de: "La CuloCagao" Porque resultó que entre tantas manos y tantas penetraciones con el dedo, varios de ellos fueron a entrar en su culete y por lo que sea se mancho, cosa que les divirtió mas a los y más metian los dedos sin lubricante ni nada, que también lo desconocían por completo.
Pues allí quedó ella ese verano y su apodo, La "Culocagao" y el resto del verano que más o menos fue todo igual.
Hoy en día esa chica trabaja conmigo y es una de las muchas historias que nos vamos contando entre todas, si gusta iré publicando más, que no sean todas mías.
Gusta y mucho, más pir favor
 
Claudia nunca se había masturbado, tenía 16 años por aquel entonces y ni había estado con ningún chico ni siquiera se había tocado ella misma, nunca iba excitación, tan siquiera se preocupó de nada cuando escuchaba a sus amigas hablar de sexo, ella siempre pensó que habia nacido con mala estrella y que jamás podría sentir lo que sus amigas.
Pero ese verano se junto con un grupito de chicos mientras estaba en el pueblo de su padre, en un pequeño pueblo de la mancha, y en cuyo grupito había uno de ellos que le gustaba, pero que esté, en vez de estar por ella, hacia más por estar con el grupito de amigos de todo el año, pues era un lugareño de por allí.
La juventud de ese pueblo no solía ir a discotecas o simplemente bailar, porque todo quedaba lejos de todo y se apañaban con un pequeño transistor y las canciones ya pasadas d moda que en el escuchaban los sábados a modo de Party o Disco, en el garaje de la casa de uno de ellos.
Pronto serían fiestas del pueblo y la panda tenían amiga nueva, así que todos los juegos iban destinados a lo mismo, a intentar desnudarla, bien sea con juegos o con ir a bañarse al río o a la poza de un vecino, y claudia, inocente de ella accedía con resignación o se quedaba sin amigos en el pueblo y aburrida.
Jamás sintió tanta vergüenza cuando se vio desnuda delante de los diez chicos, atónitos mirándola y mirando cada rincón o pliegue de su coño, casi una tarde entera estuvieron con ese espectáculo, tocando, mirando, hablando de ello, resultaba que de los diez, ninguno había vista nada igual salvo pequeñas pinceladas de pilladas en casa o con alguna vecina, pero nunca tan de cerca y mucho menos poder tocarlo y experimentar
Ella arrancó a llorar en varias ocasiones, por rabia, por vergüenza incluso por dolor que le causaban al tocarle o pellizcarle sus partes, tanto tetas como vagina. Y ella desnuda incapaz de hacer nada para evitarlo.
Entre todos la quisieron masturbar, pero a cuál más listo que ni eso sabían hacer a una mujer. La intentaron penetrar y ni eso supieron, pero que entre varios de los intentos, alguno logro colar la polla dentro, pero paso inadvertido cuando al primer embiste se salió. Diez chicos inexpertos intentando dar placer a una chica que ni masturbarse sabía hacer, eso sí, allí hubieron múltiples corridas de las pajas que se hacían ellos viéndola, tumbada sobre la mesa de aquel comedor de la casa de uno de los chicos, ella completamente desnuda y los 10 depredadores a su alrededor.
Desde entonces en ese pueblo se la bautizo con el sobrenombre de: "La CuloCagao" Porque resultó que entre tantas manos y tantas penetraciones con el dedo, varios de ellos fueron a entrar en su culete y por lo que sea se mancho, cosa que les divirtió mas a los y más metian los dedos sin lubricante ni nada, que también lo desconocían por completo.
Pues allí quedó ella ese verano y su apodo, La "Culocagao" y el resto del verano que más o menos fue todo igual.
Hoy en día esa chica trabaja conmigo y es una de las muchas historias que nos vamos contando entre todas, si gusta iré publicando más, que no sean todas mías.
Si cuenta pero sin dejsr de contar las tuyas
 
Donde trabajo yo somos 21 chicas y un solo chico entre las dos salas. El chico tiene sus problemillas y es de esos que la ley te obliga x alguna minusvalía o algo así. Lo vamos a llamar Daniel.
Daniel es un chico al cual, su mente va más lenta q una normal y al hablar le cuesta, pero que si le das si tiempo, es muy listo y quizás más de lo normal. Trabajando con tanta mujer es complicado sobrevivir, porque aunq todos le tenemos mucho cariño, también es cierto que lo provocamos con situaciones morbosas. Escotes, faldas, gestos o comentarios, pero el es consciente y lo sortea con facilidad.
Llamarlo por algún problema con un producto y desabrochar ese botón que le permite ver el sujetador o ya directamente las tetas, las cosas que se caen y al venir Daniel a recogerlo se habrán de piernas para facilitarle el trabajo, dejándole ver una buena visión, de bragas, tangas o en ocasiones nada de tela. Todo esto tras años de conocernos a todas y mucha confianza, esas bromas cada vez van en aumento.
Añadir, que el chico no tiene vestuario ni ducha propia, por lo cual comparte con nosotras, previa marca en la puerta para que nadie entre mientras el se asea. Hace tiempo le gastamos la broma de entrar unas cuantas y empezamos a cambiar el uniforme por la ropa de calle y eso a base de repetirlo se volvió usual, somos muchas las que no nos importa que nos vea en ropa interior, es más, algunas nos colamos en alguna de las diversas duchas al principio evitando que viera demasiado, pero con el paso del tiempo eso ya no a importado y entramos y salimos medio desnudas, envueltas en nuestras toallas... no importa, es el Daniel y hay confianza.
 
Me encanta como lo cuentas, que sería sin esas cosas cotidianas en el trabajo
 
En mi anterior aportación, contaba un poco la historia de Daniel, más que nada, porque contaré por aquí algunas de las situaciones que nos han pasado en el trabajo y concretamente con este chico, intentando no implicar a algunas de las compañeras por posibles problemas.
Daniel tiene su novia, como es normal, y eso todas lo sabemos, pero no deja que más de una de nosotras lo caliente, he de aclarar, que hasta el momento no se conoce a ninguna que haya follado con el, alguna pajilla y alguna mamadita pero poco más.
Cierto día, estando las chicas en el patio fumando el cigarrillo, salió Daniel enfadado porque en su taquilla había encontrado unas braguitas usadas y eso era una broma de muy mal gusto. Lo calmamos explicándole lo que tenía que hacer, q era, poner todas las sospechosas en fila he ir oliendo la braga que encontro y oliendo la braga puesta, de esa manera encontraría la culpable, la idea ya le gustó, así q a la hora de la salida, nos pusimos todas en fila delante de él, le vendamos los ojos y alli fuimos pasando una a una, bajandose el pantalón o levantando la falda, mientras el ponía las manos en las caderas de cada una de nosotras, olía y comparaba. Ni que decir, que no todas lo hicieron y menos la culpable, no pasó por si nariz y en su lugar repitió otra, na vaya a ser q la pillara, pues el muy cabron era capaz.
Que decir las risas que trajo eso y el tiempo que estuvimos bromeando
 
El relato que ahora os contaré, es de una de mis compañeras del trabajo y que me contó hace tiempo y me a dado permiso para que os la cuente.
La llamaremos Anna y a su amante Piero.
Anna esta felizmente casada, pero su marido tiene un problema y no la puede penetrar al tener relaciones, todo lo demás sí puede y muy bien, así han transcurrido los últimos años felizmente, pero ella, anelosa de penetración, le a pedido a su marido de tener un amiguito para hacer tríos y que esté sea quien la penetre, a lo que su marido accedió y se puso a buscar un candidato, Piero. Y aquí empezaron una relación de amistad con derecho y con unos juegos que a los tres les hacía disfrutar de su parte del sexo en sus encuentros,Todo perfecto.
Tal es el grado de amistad, que ayer se fueron Piero y Anna a dar un paseo y subir a la hermita del pueblo vecino, quedándose en casa el marido, por no poder andar tanto. La caminata prometía ser morbosa y con posible polvo entre los arboles si se daba el caso, todo previo a hablarlo los tres y estar de acuerdo.
Piero paso a racogerla y como habían medio hablado, justo al salir del parquing le pidió que se la chupara, pero Anna se negó x si algún vecino la veía, aunque todos sabemos que si una chica se agacha en un coche, difícilmente se la pueda conocer si no levanta la cabeza. Pero ella desistió. Pero si que más adelante del trayecto, le indico que saliera de la carretera y cogiera un cruce que da debajo de los puentes de la autopista, más reservado que el parquing y donde menos gente pasa y menos se la podría reconocer. Eso sí, antes ya había comprobado que Piero no llevaba calzoncillos, como era habitual en el, y comprobar que la cosa ya tenía el máximo esplendor, así que al parar, ya entre risas y palabras que denotaban ganas, se la saco a el del pantalón y allí tenía el pollón de su amigo, que ya le era familiar, y empezó la primera mamada como ella sabía hacer y que tan bien le sentaba al amante.
Habían incluso hablado de tragarse su corrida, cosa que Anna no era muy de tragar, pero la de su marido, que le desagradaba el sabor, pero está era diferente, entre la excitación de los días de preparativos y por otro lado, que la lechita de Piero no tenía tan mal gusto, dulzona se diría. Pues Ana decidió hacer un esfuerzo he intentar tragasela, mientras el chico la grababa con el móvil para luego mandárselo al marido y que viera lo puta que era su mujer.
Acercándose el momento de la expulsión, ella cada vez tenía más claro que debía hacerlo y... Cuando empezaron las convulsiones y a salir el esperma, ella cerró los labios alrededor del pene y se preparó para recibirlo, jugar con el, saborearlo y al final tragar. Incluso se sorprendió que aquello no era tan complicado como había pensado ella.
Ya teníamos a Piero más calmado y relajado y continuaron la marcha hacia esa hermita, donde dejaron el coche a pie de montaña y poco a poco se pusieron a caminar, todo eso entre alegrías y risas típicas de dos amantes novatos, de averiguar que ninguno de los dos llevaban ropa interior, y de el vídeo que le mandaron al marido y la de pajas se haría con ello. Todo entre buena sintonía, pero los dos tenían en mente que lo que de verdad querían hera follar un buen polvo en medio del bosque.
Al llegar a una zona donde el bosque es más cerrado, y aprovechando un momento de sentada, vieron un caminito que se apartada del camino principal, y como no podía ser de otra manera, a los dos les asaltaron las ganas de adentrarse más hacia dentro y así desaparecer de la vista de posibles conocidos. Poco tardaron en abrazarse, besarse y acariciarse como lo hacen dos amantes primerizos, con esa pasión, ese deseo y esa complicidad de quién sabe lo que quiere y lo que pasará.
Al poco, esas manos, brazos y garras ya habían desnudado por completo a la dos, y con las ropas acomodaron un lecho donde culminarían tanta pasión, ya sin preocuparse del tiempo o de ser vistos, solo amarse y recibir ese sexo tan deseado por Anna y tan excitante para Pietro.
Podríamos hablar largo y extenso de lo que allí pasó, pero también se puede imaginar, allí hubo Misionero, cucharita, 69 y mil posturas más, y como no, la preferida de Anna, de perrito a cuatro y notando esa polla dura partirla en dos y esos huevos estrellándose contra ella, eso le hizo tener ese orgasmo tan deseado en ese momento y tan acumulado por el paso del tiempo que no se lo pudieron dar, esos dos orgasmos de esos amantes sonaron como una explosión nuclear o un ataque de misiles dejándolos exaustos y enroscados encima del lecho improvisado, esos brazos de Piero rodeándola, ese sentirse amada, querida, deseada, eso le supo a ella a gloria, justo asta el momento de recomponerse, ese momento que las piernas te dejan de temblar. Vestirse y salir hacia el camino principal y continuar la marcha hacia la hermita, aunque a un paso más lento por la flaqueza de las piernas.
Anna me contó, que recuerda ese día como un gran día en su vida, como un tesoro fetiche que jamás quiere olvidar y que solo le faltó un detalle, en su ascenso a esa hermita se murió de ganas de almenos haber podido subir agarrada de la mano de su amante caballero, como si de dos novios se tratara, esa hubiera sido la guinda del pastel.
 
El relato que ahora os contaré, es de una de mis compañeras del trabajo y que me contó hace tiempo y me a dado permiso para que os la cuente.
La llamaremos Anna y a su amante Piero.
Anna esta felizmente casada, pero su marido tiene un problema y no la puede penetrar al tener relaciones, todo lo demás sí puede y muy bien, así han transcurrido los últimos años felizmente, pero ella, anelosa de penetración, le a pedido a su marido de tener un amiguito para hacer tríos y que esté sea quien la penetre, a lo que su marido accedió y se puso a buscar un candidato, Piero. Y aquí empezaron una relación de amistad con derecho y con unos juegos que a los tres les hacía disfrutar de su parte del sexo en sus encuentros,Todo perfecto.
Tal es el grado de amistad, que ayer se fueron Piero y Anna a dar un paseo y subir a la hermita del pueblo vecino, quedándose en casa el marido, por no poder andar tanto. La caminata prometía ser morbosa y con posible polvo entre los arboles si se daba el caso, todo previo a hablarlo los tres y estar de acuerdo.
Piero paso a racogerla y como habían medio hablado, justo al salir del parquing le pidió que se la chupara, pero Anna se negó x si algún vecino la veía, aunque todos sabemos que si una chica se agacha en un coche, difícilmente se la pueda conocer si no levanta la cabeza. Pero ella desistió. Pero si que más adelante del trayecto, le indico que saliera de la carretera y cogiera un cruce que da debajo de los puentes de la autopista, más reservado que el parquing y donde menos gente pasa y menos se la podría reconocer. Eso sí, antes ya había comprobado que Piero no llevaba calzoncillos, como era habitual en el, y comprobar que la cosa ya tenía el máximo esplendor, así que al parar, ya entre risas y palabras que denotaban ganas, se la saco a el del pantalón y allí tenía el pollón de su amigo, que ya le era familiar, y empezó la primera mamada como ella sabía hacer y que tan bien le sentaba al amante.
Habían incluso hablado de tragarse su corrida, cosa que Anna no era muy de tragar, pero la de su marido, que le desagradaba el sabor, pero está era diferente, entre la excitación de los días de preparativos y por otro lado, que la lechita de Piero no tenía tan mal gusto, dulzona se diría. Pues Ana decidió hacer un esfuerzo he intentar tragasela, mientras el chico la grababa con el móvil para luego mandárselo al marido y que viera lo puta que era su mujer.
Acercándose el momento de la expulsión, ella cada vez tenía más claro que debía hacerlo y... Cuando empezaron las convulsiones y a salir el esperma, ella cerró los labios alrededor del pene y se preparó para recibirlo, jugar con el, saborearlo y al final tragar. Incluso se sorprendió que aquello no era tan complicado como había pensado ella.
Ya teníamos a Piero más calmado y relajado y continuaron la marcha hacia esa hermita, donde dejaron el coche a pie de montaña y poco a poco se pusieron a caminar, todo eso entre alegrías y risas típicas de dos amantes novatos, de averiguar que ninguno de los dos llevaban ropa interior, y de el vídeo que le mandaron al marido y la de pajas se haría con ello. Todo entre buena sintonía, pero los dos tenían en mente que lo que de verdad querían hera follar un buen polvo en medio del bosque.
Al llegar a una zona donde el bosque es más cerrado, y aprovechando un momento de sentada, vieron un caminito que se apartada del camino principal, y como no podía ser de otra manera, a los dos les asaltaron las ganas de adentrarse más hacia dentro y así desaparecer de la vista de posibles conocidos. Poco tardaron en abrazarse, besarse y acariciarse como lo hacen dos amantes primerizos, con esa pasión, ese deseo y esa complicidad de quién sabe lo que quiere y lo que pasará.
Al poco, esas manos, brazos y garras ya habían desnudado por completo a la dos, y con las ropas acomodaron un lecho donde culminarían tanta pasión, ya sin preocuparse del tiempo o de ser vistos, solo amarse y recibir ese sexo tan deseado por Anna y tan excitante para Pietro.
Podríamos hablar largo y extenso de lo que allí pasó, pero también se puede imaginar, allí hubo Misionero, cucharita, 69 y mil posturas más, y como no, la preferida de Anna, de perrito a cuatro y notando esa polla dura partirla en dos y esos huevos estrellándose contra ella, eso le hizo tener ese orgasmo tan deseado en ese momento y tan acumulado por el paso del tiempo que no se lo pudieron dar, esos dos orgasmos de esos amantes sonaron como una explosión nuclear o un ataque de misiles dejándolos exaustos y enroscados encima del lecho improvisado, esos brazos de Piero rodeándola, ese sentirse amada, querida, deseada, eso le supo a ella a gloria, justo asta el momento de recomponerse, ese momento que las piernas te dejan de temblar. Vestirse y salir hacia el camino principal y continuar la marcha hacia la hermita, aunque a un paso más lento por la flaqueza de las piernas.
Anna me contó, que recuerda ese día como un gran día en su vida, como un tesoro fetiche que jamás quiere olvidar y que solo le faltó un detalle, en su ascenso a esa hermita se murió de ganas de almenos haber podido subir agarrada de la mano de su amante caballero, como si de dos novios se tratara, esa hubiera sido la guinda del pastel.
Excitante, como siempre
 
Como siempre muy bueno y súper bien contado, me ha gustado mucho.
 
Este post hace referencia al anterior, pero visto desde el punto de vista de José, el marido de Anna, al cual me une una amistad de hace años y de cual problema yo ya conocía por boca de los dos.

Tras preguntarle su opinión sobre esa historia, me contestó:
Yo tengo un problema eréctil desde hace años, se me pone la mitad de dura, pero también a de ser con una excitación un poco más concreta, pero las sensaciones, el tacto, las corridas, todo es igual a siempre, solo q no se pone tan bonita, y por eso no puedo follar a Anna.
Pero eso no es el problema, lo que pasa que con Anna perdimos el deseo, las ganas hace años, quizás podría decir que ella no estaba por mi y que no le apetecía yo, o no estaba por mi de la forma que a mi me gustaba, la encontraba siempre muy fría y mecánica, por eso dejo de apetecerme tocarla, todo y que la quería igual como pareja o mas y siempre he estado enamorado de ella. Pero se perdió el apetito sexual.
El tema del follamigo Piero, es un chico casi de su edad, formal, buen chico y todo eso. Es un buen amigo, y además muy viril, y es verdad que le da a Anna lo que yo no le puedo ofrecer, pero no me refiero solo a una polla, si no a otro tipo de cariño, y cosas de esas. Es su Follamigo, pero también es su amante, y su novio, porque la trata como si lo fueran y los dos lo disfrutan.
Sobre la excursion, si, les estuvo bien, la disfrutaron. Anna se había vuelto más viciosa y se la chupo con las ganas que nunca me chupo a mi, se trago su corrida como nunca se trago la mia, o no recuerdo que se la tragara nunca, en un lugar imposible de que lo hiciera conmigo, pero eso lo a comportado la falta de sexo por mi parte, y las veces que he llorado de pena a escondidas por ella.
Follaron como perros y sin pudor, cosa que yo no recuerdo ya si conmigo eso lo hizo, pues queda lejano el recuerdo, y ellos dos se desean como quien tiene pareja de hace poco.
En Anna a renacido una llama en sus ojos que en mi se había apagado, quizás culpa de alguno de los dos o ya directamente de los dos, pero no puedo evitarlo, mi tiempo con ella se está acabando y ahora está descubriendo uno nuevo con otra persona y eso conlleva a ese deseo desenfrenado.
Nos seguiremos queriendo aún con el paso de los años y Piero no cambiará nuestra unión... O si. Pero es que está claro que mientras ellos dos disfruten, yo seguiré diciéndoles que lo disfruto a mi manera, pero moriré de pena por no poder dárselo yo, por no poder ser yo el hombre que cumpla como hombre y lo peor aun, viendo cómo otro disfruta de una cosa q tendría que disfrutar yo, pero evitarlo sería ruin, ya que yo no puedo, q lo disfrute otro aunque duela y yo siga diciéndoles que no.
Jamás sabrán del dolor que se siente cuando un hombre no puede demostrar su virilidad ante todos y encima a de ver como otro lo hace con la persona que más quieres. Eso es dolor. Aunque me repito, yo lo callaré y lo seguiré negando por tal de verla feliz a ella, ya qur yo no lo soy ni lo podré ser.
 
Este post hace referencia al anterior, pero visto desde el punto de vista de José, el marido de Anna, al cual me une una amistad de hace años y de cual problema yo ya conocía por boca de los dos.

Tras preguntarle su opinión sobre esa historia, me contestó:
Yo tengo un problema eréctil desde hace años, se me pone la mitad de dura, pero también a de ser con una excitación un poco más concreta, pero las sensaciones, el tacto, las corridas, todo es igual a siempre, solo q no se pone tan bonita, y por eso no puedo follar a Anna.
Pero eso no es el problema, lo que pasa que con Anna perdimos el deseo, las ganas hace años, quizás podría decir que ella no estaba por mi y que no le apetecía yo, o no estaba por mi de la forma que a mi me gustaba, la encontraba siempre muy fría y mecánica, por eso dejo de apetecerme tocarla, todo y que la quería igual como pareja o mas y siempre he estado enamorado de ella. Pero se perdió el apetito sexual.
El tema del follamigo Piero, es un chico casi de su edad, formal, buen chico y todo eso. Es un buen amigo, y además muy viril, y es verdad que le da a Anna lo que yo no le puedo ofrecer, pero no me refiero solo a una polla, si no a otro tipo de cariño, y cosas de esas. Es su Follamigo, pero también es su amante, y su novio, porque la trata como si lo fueran y los dos lo disfrutan.
Sobre la excursion, si, les estuvo bien, la disfrutaron. Anna se había vuelto más viciosa y se la chupo con las ganas que nunca me chupo a mi, se trago su corrida como nunca se trago la mia, o no recuerdo que se la tragara nunca, en un lugar imposible de que lo hiciera conmigo, pero eso lo a comportado la falta de sexo por mi parte, y las veces que he llorado de pena a escondidas por ella.
Follaron como perros y sin pudor, cosa que yo no recuerdo ya si conmigo eso lo hizo, pues queda lejano el recuerdo, y ellos dos se desean como quien tiene pareja de hace poco.
En Anna a renacido una llama en sus ojos que en mi se había apagado, quizás culpa de alguno de los dos o ya directamente de los dos, pero no puedo evitarlo, mi tiempo con ella se está acabando y ahora está descubriendo uno nuevo con otra persona y eso conlleva a ese deseo desenfrenado.
Nos seguiremos queriendo aún con el paso de los años y Piero no cambiará nuestra unión... O si. Pero es que está claro que mientras ellos dos disfruten, yo seguiré diciéndoles que lo disfruto a mi manera, pero moriré de pena por no poder dárselo yo, por no poder ser yo el hombre que cumpla como hombre y lo peor aun, viendo cómo otro disfruta de una cosa q tendría que disfrutar yo, pero evitarlo sería ruin, ya que yo no puedo, q lo disfrute otro aunque duela y yo siga diciéndoles que no.
Jamás sabrán del dolor que se siente cuando un hombre no puede demostrar su virilidad ante todos y encima a de ver como otro lo hace con la persona que más quieres. Eso es dolor. Aunque me repito, yo lo callaré y lo seguiré negando por tal de verla feliz a ella, ya qur yo no lo soy ni lo podré ser.
Tremendo relato, súper bien narrado y muy profundo, me ha gustado mucho.
 

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