Sorpresitas y sorpresones

El otro día en el vestuario de un spa. Un chico que tendría 18-19 años, no muchos más. Muy delgado y poquita cosa. Cambiandose para ponerse el bañador se quedó un rato en pelotas y aluciné. Sin exagerar le llegaba a la mitad del muslo. No tenía ni un solo pelo y contrastaba mucho ese cuerpo casi adolescente lampiño y una polla que era cuatro veces la mía. No lo vi venir.
Eso me pasa habitualmente en eñl spa, la piscina y el gimnasio
 
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