Mi experiencia con la madre de una novia que tuve y si, la llamaba suegra. El asunto es que desde que me la presentó mi novia de entonces siempre noté bastante atracción de ella hacia mi, no solo me alagaba de palabra sino que era bastante sobona (esto me encantaba). En una ocasión que íbamos a una celebración yo me encontraba esperando en el salón a que mi chica y su madre terminaran de vestirse. La primera en salir fue mi chica, estaba preciosa, y me dijo que tenía que salir a comprarle nosequé a su madre que le faltaba para terminar de arreglarse y marchó al recado. Al minuto escuché como mi suegra me llamaba para ayudarla "subirse la cremallera del vestido", fui en su búsqueda y entré en su dormitorio y mientras intentaba subir la cremallera, ella en un movimiento de una maestría asombrosa dejó caer el vestido dejando ver su cuerpo maduro ante mis ojos. Torpemente intenté subírselo pero ella se apartó dejando el vestido en el suelo me cogió con un brazo por el cuello y con la otra echó mano de mi paquete y susurró en mi oido: - Elige, paja o mamada que la niña no tardará en llegar. De mi boca y sin pensarlo mucho dijo Mamada en vez de un "...no dejémoslo así". Pues si, bajó mi cremallera, sacó mi pene ya bastante morcillón y comenzó la mamada más surrealista que me habían dado en la vida hasta ese momento, lo de surrealista era por que era la madre de mi chica pero en realidad la comía bastante mejor que su hija y con mucho más empeño, vamos que le encantaba el comer pollas y sabía lo que hacía. Pasaron mientras tanto unos minutos hasta que se oyó la puerta de la casa abrirse pues mi chica estaba llegando. Raudo se subió el vestido y cuando la hija llegó a la habitación nos encontró a mi subiéndole la cremallera con una erección enorme y a la madre charlando como si no hubiera pasado nada.
A modo de resumen de lo que ocurrió desde entonces es que bueno, no volvió a pasar nada más físico con mi suegra pero ella jamás dejó de ponerme cachondo con miradas, insinuaciones, sobeteos y exhibición de tetas y culo para ver mi reacción.
A modo de resumen de lo que ocurrió desde entonces es que bueno, no volvió a pasar nada más físico con mi suegra pero ella jamás dejó de ponerme cachondo con miradas, insinuaciones, sobeteos y exhibición de tetas y culo para ver mi reacción.