Hoy hemos ido a comer fuera y como siempre para ahorrar tiempo he entrado con mi suegro al baño.
Él ha salido de la ducha y yo acababa de afeitarme para entrar a ella, los 2 desnudos. Hacia tiempo que no nos duchamos juntos y le digo: Se te ha empequeñecido la polla.
Y me contesta: cuando tengas mi edad, ya te acordarás de mi. Además mirate las pelotas, las sigo teniendo más grandes que tú.
Le digo: que cabrón, tú siempre igual, presumiendo de huevos.
Me contesta: No haber empezado.



La verdad, ha sido una conversación graciosa y morbosa.