esclavoilota
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Esta semana estoy muy contento. El pasado Lunes le pedí a mi Ama un descanso de mi promesa de castidad para poder masturbarme libremente por unos días ya que después de un largo periodo sin control sobre mis orgasmos siento que necesito un reseteo. Esto es algo habitual en nuestra relación (que puedes leer en “la historia de s”) y mi Ama nunca ha tenido ningún inconveniente en hacer una pequeña pausa porque en el fondo la femdom es mi fetiche, así que imaginad mi cara de sorpresa cuando me dijo:
- No. Igual te toca bajar al pilón y no quiero que te masturbes antes. El fin de semana lo hablamos de nuevo y si quieres te doy permiso para que te pajees como un mono, pero hasta el sábado nada.
Y efectivamente, ayer nos fuimos a la cama temprano y sin necesidad de que dijese nada, solamente por su mirada, ya sabía que quería que le comiese ese coñito tan rico que tiene. Lo más increíble de todo es que me hizo comérselo bajo el edredón sin preliminares y con la parte de arriba del pijama aún puesta y además me cayo una buena bronca primero por intentar quitarle las bragas sin pedirle antes permiso y luego por mi osadía de pedirle un cambio de postura. Aunque en todo momento era ella la que marcaba el ritmo tardo un buen rato en correrse, lo mejor de todo fue que en cuanto lo hizo me aparto con suavidad, se puso las braguitas y los pantalones del pijama y me pidió que apagase la luz por lo que yo me quede con las ganas. Intente arrimarme, pero enseguida me aparto y se quedo dormida mientras yo yacía a su lado con la polla dura como un menhir. Realmente fue una experiencia maravillosa, me sentí realmente utilizado únicamente para su placer y lo mejor de todo es que cuando a la mañana siguiente le pregunte si tenía algún remordimiento me contesto:
- Ninguno cariño. Estate tranquilo que te puedo asegurar que no me das ninguna pena.
Así que después de esta sesión no sé que hacer. Necesito correrme y me muero de ganas de masturbarme, pero soy un sumiso feliz y estoy seguro que si hoy o mañana mi Ama diera una buena tunda de azotes le suplicaría que siguiese controlando todos mis orgasmos por lo menos hasta 2024.
- No. Igual te toca bajar al pilón y no quiero que te masturbes antes. El fin de semana lo hablamos de nuevo y si quieres te doy permiso para que te pajees como un mono, pero hasta el sábado nada.
Y efectivamente, ayer nos fuimos a la cama temprano y sin necesidad de que dijese nada, solamente por su mirada, ya sabía que quería que le comiese ese coñito tan rico que tiene. Lo más increíble de todo es que me hizo comérselo bajo el edredón sin preliminares y con la parte de arriba del pijama aún puesta y además me cayo una buena bronca primero por intentar quitarle las bragas sin pedirle antes permiso y luego por mi osadía de pedirle un cambio de postura. Aunque en todo momento era ella la que marcaba el ritmo tardo un buen rato en correrse, lo mejor de todo fue que en cuanto lo hizo me aparto con suavidad, se puso las braguitas y los pantalones del pijama y me pidió que apagase la luz por lo que yo me quede con las ganas. Intente arrimarme, pero enseguida me aparto y se quedo dormida mientras yo yacía a su lado con la polla dura como un menhir. Realmente fue una experiencia maravillosa, me sentí realmente utilizado únicamente para su placer y lo mejor de todo es que cuando a la mañana siguiente le pregunte si tenía algún remordimiento me contesto:
- Ninguno cariño. Estate tranquilo que te puedo asegurar que no me das ninguna pena.
Así que después de esta sesión no sé que hacer. Necesito correrme y me muero de ganas de masturbarme, pero soy un sumiso feliz y estoy seguro que si hoy o mañana mi Ama diera una buena tunda de azotes le suplicaría que siguiese controlando todos mis orgasmos por lo menos hasta 2024.