Un cornudo consentido nace o se hace?

El tema locales a mí no me va. Pero quizás algún día, quién sabe. Pero de momento no lo veo.
no, si lo decía por lo de los "cuernos" que se pueden hacer mil cosas, en locales o fuera, que luego el último o al volver a casa... el polvo es espectacular
 
Pero con el amante, no?

No, la dejaba en el portal y subía ya sola.
En su primera visita aún no se corría él dentro de su coño y llegó embadurnada de corridas secas por todo el cuerpo, ya que allí, a diferencia de cuando iba con él a un motel, no tenía baño para ducharse. Así se metió directamente en la cama.
 
No, la dejaba en el portal y subía ya sola.
En su primera visita aún no se corría él dentro de su coño y llegó embadurnada de corridas secas por todo el cuerpo, ya que allí, a diferencia de cuando iba con él a un motel, no tenía baño para ducharse. Así se metió directamente en la cama.
Mi exnovia inicialmente siempre usaba condones con sus amantes, de hecho ella misma decía claramente que no quería bromas con embarazos... Pero cuando dio con uno que la volvía loquita en la cama, comenzó a tomar píldoras anticonceptivas porque se enchochó de él a tal punto que quería que la follara a pelo, corriéndose en lo más profundo de su coño.

Lo más chocante es que no me advirtió de ello, y aunque yo ya sabía que al hacerle mamadas se tragaba hasta la última gota, lo de correrse en su rajita prieta era como una línea roja. Sin embargo una noche llegó de estar con él hasta las tantas y, encima, bastante bebida. Siempre se duchaba nada más llegar, iba directa a la bañera, pero esta vez a duras penas se mantenía de pie y entró en el dormitorio y se desnudó; al quitarse las bragas vi como le corrían dos gotas de leche desde el coño muslo abajo. Fue el morbo total y, a la vez, asumir totalmente que ya no era mía, que la mujercita de cuerpo menudo y coño apretado que me prometío amor eterno, estaba llena por dentro de la abundante lefa de otro.

Se fue a la ducha y volvió toda aseadita, se metió en la cama conmigo ambos desnudos y yo la abracé desde atrás y arrimándole mi polla morcillona a su coño ya follado y orgasmado; borrachita como estaba se durmió casi al instante y yo noté que traía el coño muy dilatado aún, aproveché para ir empujando con los dedos mi polla excitada pero blandorra dentro de su raja y me quedé dentro, mientras imaginaba como el amante habría descargado sus testículos en el cuerpecito de mi chica. Comencé a moverme bombeando muy en corto y despacio, para que mi morcilla no se saliera, y me vino un placer brutal aunque mi corrida fue, como siempre, dos o tres chorros de esperma a baja presión.

A partir de ese día mi ex follaba a pelo y recibía en sus entrañas las lefadas de su amante, yo sentí cómo el morbo estaba por las nubes porque no podìa alejar de mi mente la imagen de ella toda abierta de piernas, y el amante con su polla grande hundida en su raja y contrayéndose a cada chorro de semen que le metía dentro. A cabo de dos semanas ya ella me lo dijo abiertamente: "Cariño mi amante ahora se corre dentro de mi cuerpo, pero no hay peligro porque tomo la anti-baby".
 
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Mi exnovia inicialmente siempre usaba condones con sus amantes, de hecho ella misma decía claramente que no quería bromas con embarazos... Pero cuando dio con uno que la volvía loquita en la cama, comenzó a tomar píldoras anticonceptivas porque se enchochó de él a tal punto que quería que la follara a pelo, corriéndose en lo más profundo de su coño.

Lo más chocante es que no me advirtió de ello, aunque yo ya sabía que al hacerle mamadas se tragaba hasta la última gota, pero lo de correrse en su rajita prieta era como una línea roja. Sin embargo una noche que llegó de estar con él hasta las tantas y, encima, bastante bebida. Siempre se duchaba nada más llegar, iba directa a la bañera, pero esta vez a duras penas se mantenía de pie y entró en el dormitorio y se desnudó; al quitarse las bragas vi como le corrían dos gotas de leche desde el coño muslo abajo. Fue el morbo total y, a la vez, asumir totalmente que ya no era mía, que la mujercita de cuerpo menudo y coño apretado que me prometío amor eterno, estaba llena por dentro de la abundante lefa de otro.

Se fue a la ducha y volvió toda aseadita, se metió en la cama conmigo ambos desnudos y yo la abracé desde atrás y arrimándole mi polla morcillona a su coño ya follado y orgasmado; borrachita como estaba se durmió casi al instante y yo noté que traía el coño muy dilatado aún, aproveché para ir empujando con los dedos mi polla excitada pero blandorra dentro de su raja y me quedé dentro, mientras imaginaba como el amante habría descargado sus testículos en el cuerpecito de mi chica. Comencé a moverme bobeando muy en corto y despacio, para que mi morcilla no se saliera, y me vino un placer brutal aunque mi corrida fue, como siempre, dos o tres chorros de esperma a baja presión.

A partir de ese día mi ex follaba a pelo y recibía en sus entrañas las lefadas de su amante, yo sentí cómo el morbo estaba por las nubes porque no podìa alejar de mi mente la imagen de ella toda abierta de piernas, y el amante con su polla grande hundida en su raja y contrayéndose a cada chorro de semen que le metía dentro. A cabo de dos semanas ya ella me lo dijo abiertamente: "Cariño mi amante ahora se corre dentro de mi cuerpo, pero no hay peligro porque tomo la anti-baby".
Cuando una mujer se encoña, no hay Dios que la pare.
 
Yo nunca lo imaginé y sin darme cuenta lo deseaba tanto que ella lo notó y se sintió cómoda para plantarme muuuuchos cuernos consentidos y gustosos, llegó a decirme que no le gustaba que yo lo disfrutara tanto. Sentía mi placer inmenso y sin darse cuenta entro de lleno en el juego.
 
Es una cuestión compleja la verdad... soy heterosexual, dominante, posesivo (no celoso) y además un tipo con carácter (demasiado quizás), rasgos físicos dentro de la media, vamos del montón de los que pueden gustar o no gustar como cualquier otro, eso sí, soy un tipo seguro de mi mismo. No doy el perfil ni mucho menos de sumisión, bisexualidad, impotencia, disfunción eréctil ni nada por el estilo...

Ello no quita de que por los años de matrimonio haya fantaseado con que mi esposa folle con otros, animándola a ello y llegando a conseguir que ella folle con otros ante mi por complacerme nada más, de hecho fue un reto para ella misma lograrlo y complacerme en ese sentido.

Es algo complejo, la idea de ver a nuestras hembras con otros determina una situación que dispara nuestra testosterona, la biología y el instinto animal está ahí, si vemos a nuestra hembra follada por otro, es normal que se dispare nuestra libido e ímpetu sexual para follarla (inseminarla) luego nosotros más y más fuerte, entra la competencia entre machos, que la fémina sea más nuestra que de nadie.
 
Es una cuestión compleja la verdad... soy heterosexual, dominante, posesivo (no celoso) y además un tipo con carácter (demasiado quizás), rasgos físicos dentro de la media, vamos del montón de los que pueden gustar o no gustar como cualquier otro, eso sí, soy un tipo seguro de mi mismo. No doy el perfil ni mucho menos de sumisión, bisexualidad, impotencia, disfunción eréctil ni nada por el estilo...

Ello no quita de que por los años de matrimonio haya fantaseado con que mi esposa folle con otros, animándola a ello y llegando a conseguir que ella folle con otros ante mi por complacerme nada más, de hecho fue un reto para ella misma lograrlo y complacerme en ese sentido.

Es algo complejo, la idea de ver a nuestras hembras con otros determina una situación que dispara nuestra testosterona, la biología y el instinto animal está ahí, si vemos a nuestra hembra follada por otro, es normal que se dispare nuestra libido e ímpetu sexual para follarla (inseminarla) luego nosotros más y más fuerte, entra la competencia entre machos, que la fémina sea más nuestra que de nadie.

Puedo verme reflejado en bastante de lo que expresas.
 
En mi caso diría que yo nací predestinado a serlo algún día, ahora que me doy cuenta que mis 12 cm no fueron gran cosa, aun así con el paso de los años descubres gustos que antes estaban latentes como el FEMDOM, el BONDAGE, el STRAPON, el CUCKOLDING......

De echo disfruto más mis pajas imaginándomela follando con un pollón que hacerlo yo y durar 3 minutos y que ella no se corra.

El echo es que yo pienso que quizás la opción sea que se desarrolla más en el tiempo ese idea, vosotros que opináis.
Yo pienso que llega el día en que se hace uno consentido, pero por que ya nació uno así. Y conforme se va teniendo experiencia en la vida, se va descubriendo lo que uno es.
 
Para mí existen dos clases de hombres, los que siempre andan con el radar puesto buscando las casadas que no están satisfechas sexualmente para follarlas. Y después estamos los que somos corneados, y terminamos por comprender que lo importante es que ellas estén satisfechas en ese tema.
Porque además, una mujer satisfecha en el sexo, nunca está extresada y de mal humor en la casa,ni se le queja al marido no tenerla satisfecha.
El corneador se puede decir que es el que trae el equilibrio y la calma al matrimonio.
 
En mi caso creo que leer una experiencia de trios fue lo que abrio mi mente al tema. Alrededor de los 14 años estaba aprendiendo ingles por mi cuenta, leyendo libros en ese idioma con diccionario a mi lado. Leyendo un libro llamado "Mother's day" (no recuerdo el autor) relataba una escena donde el personaje principal tenia un amigo invitado en la casa ya unos meses. En ese contexto surge un trio sexual donde el esposo, de acuerdo con la esposa invitan al dormitorio al amigo que estaba solo en su dormitorio y hacen una doble penetracion a la esposa. Curiosamente la novela no entrega muchos detalles eroticos, pero esa imagen de la esposa gozando con dos hombres quedó grabada en mi mente. Pasaron los años y ya trabajando, tuve una novia con la que terminamos luego de dos años de relacion. Seguimos amigos, y ella se puso de novia con otro amigo nuestro. En algun momento ella me llamó por telefono, porque con su pareja habian acordado invitar a un tercero y yo era la persona que les daba mas confianza. Acepté con ciertas dudas, pero a la vez muy excitado de solo pensarlo. El resultado fue que me convertí en un tercero de planta para ellos dos durante casi un año, para satisfacción de los tres. Fue algo muy privado entre nosotros tres, nos sentíamos muy cómodos con la relacion. Ellos se casaron casi un año después y estuve invitado en la ceremonia.
Los años pasaron, quedó como una experiencia hermosa en el recuerdo. Años despues conocí a la que es mi amada esposa, nos enamoramos y nos casamos. Alrededor de un año de casados y conversando con ella de antiguas relaciones le narré mi experiencia con ellos y mi esposa me confesó que le daba curiosidad lo que habría sentido ella al estar con los dos a la vez. Ella por su parte me contó de sus relaciones anteriores y en particular de un hombre maduro que la pretendía y se le insinuaba ya varios años. No hubo nada entre ellos, pero mi esposa me confesó que le causaba una cierta atraccion magnética por su masculinidad y seguridad en si mismo. En ese momento y casi sin pensarlo le pregunté si se atrevería a verlo y dejar que las cosas fluyeran en lo sentimental y erótico. Se quedó asombrada de mi proposición y conversamos mucho el tema de los celos, que no quería hacerme daño, que no queria perder nuestra relación y todos los aspectos que se involucraban. Le explique que mi concepto de amar implicaba permitir y estimular al otro a ser feliz, viviendo experiencias que fueran compartidas entre nosotros con honestidad total. Pasaron meses y yo ya habia olvidado el tema, cuando un dia me llama por telefono a mi trabajo y me dice que estaba tomando un café con ese pretendiente. Me pregunta (con bastantes nervios en su voz) si realmente yo le permitia seguir adelante, si estaba seguro de eso o no. Fue un impacto entre celos y excitación, y se lo dije. Le dije además que curiosamente yo realmente deseaba que ella viviese su aventura. Llegó a la casa alrededor de medianoche. Cuando le abrí la puerta, se quedó parada mirandome, y se puso a llorar. La abracé y le dije que todo estaba bien, que la amaba aun mas por haberse atrevido a vivir su aventura. Poco a poco se fue calmando y me contó que se habian ido a un motel y estuvieron juntos teniendo sexo. Nos fuimos a la cama y le pedi que me contara los detalles, sobre lo que sentía, sus emociones, que sintió al estar con él, etc. Conversamos horas, abrazados, y al darse cuenta que realmente me excitaba su aventura, se fue abriendo a narrarme detalles, mientras ella sentia como aumentaba mi excitacion. Hicimos el amor y nos terminamos durmiendo los dos agotados, no por el sexo, sino por la intensidad de las emociones que habiamos vivido ambos. Con el transcurrir de los dias, ella se fue sintiendo mas cómoda y osada, nuestro sexo adquirió otra intensidad, nos mirábamos y nos sonreíamos de otra forma. Esta persona fue el amante de mi esposa durante casi un año y fue el inicio de nuestra forma de vida. Me di cuenta que la amaba aún mas por atreverse a disfrutar con otro. Desde ahí en adelante, excepto en algunos intervalos de tiempo, ella tuvo amantes permanentes, a veces dos a la vez.
 
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