Hace cosa de un mes, una de las tardes que fui a entrenar, coincidí en la sala con un chico que me llamo poderosamente la atención (muy definido, tatuado, moreno, de 25 a 30 años y con culazo). El tío estaba tremendamente bueno y encima usaba mallas para entrenar, lo cual, tiendo el culo duro y apretado que tenia, me ponía cardiaco.
Veo que el tio también se fija en mi (yo en mallas blancas marcando rabo) y empezamos el juego de las miraditas. Cada uno va a lo suyo y entrena lo que le toca, hasta que veo, que una vez que yo estoy acabando, el se pira al vestuario. Allí coincidimos mientras nos despelotamos y tras lanzarnos alguna mirada nos vamos a las duchas, las cuales son de puerta cerrada y compartimentada. Sin mas miramientos, veo que se mete en su cubículo, pero deja la puerta entreabierta, cosa que también yo hago. Con el calentón nos ponemos durísimos y le invito que se venga a mi ducha, cosa que hace y, con la puerta cerrada, nos empezamos a liar. Teme que nos pillen, así que sale, pero decide ducharse con la puerta abierta, cosa que también hago, de forma que, mientras nos enjabonamos (cada uno por nuestro lado) y nos cae el agua calentita encima, nos empezamos a pajear cada uno por nuestra cuenta. Sin cortarnos estamos bien palotes, y empieza a llegar algún otro chico a esa zona de duchas, lo cual, no nos hace cortarnos y regodearnos con nuestro pajote.