Yo no era consciente de que también os gusta ver desnudos a los hombres tanto como a nosotros veros desnudas a las mujeres hasta hace no.
Acercándome ya a los 50, y con un buen físico, he tenido varias experiencias de nudismo con amigas o conocidas, pero hubo un par de veces que me hicieron percibir las cosas de otra manera. Ambas fueron con mujeres que pensaba eran poco o nada sexuales, de las que hablando jamás hacen referencias al sexo, e incluso critican esas referencias cuando las hace otra persona. Son mujeres que tenía catalogadas como nada morbosas y muy recatadas.
Una vez fuimos con una amiga de mi mujer a la plata nudista, mixta. Me sorprendió que quisiera venir, pero bueno, como he dicho, con la edad algunos tabúes caen. Debatimos mi mujer y yo si nos despelotábamos o no, pero yo le dije que si íbamos a esa playa yo me desnudaba, y cuando llegamos así lo hicimos nosotros. Su amiga se quedó en topless, con unas tetas blanco nuclear que nunca habían visto el sol. Estábamos los tres con gafas de sol y era difícil ver donde iban nuestras miradas en la conversación. Claro, pasado un rato, hubo que reponer la crema, y la amiga parecía reticente, pero al final lo hizo, y fue espectacular. Con una única pasada con crema, se le pusieron los pezones durísimos, el cambio fue espectacular.
La otra vez fue en un baño nocturno en pelotas, en el que coincidimos 10 personas, entre ellas 3 mujeres, la mía incluida. El baño se prolongó unos 15-20 minutos. Como había algo de oleaje, y la gente se iba moviendo, al final coincidimos una amiga y yo como en una esquina apartados. Entre nosotros había unos 2-3 metros, ella donde cubría más, con el agua a la altura de su tripa y yo con el agua a medio muslo. Estuvimos unos 5-10 minutos hablando, los dos, de cosas que podíamos hablar sin estar desnudos, de hijos, del resto de amigos, de la vida en general. Al principio nos mirábamos a los ojos, ella se medio agachaba para cubrirse las tetas con el agua, pero luego nos fuimos relajando. Ella estaba con las tetas al aire, y en un silencio que se hizo, de repente le miro a las ojos y estaba con la vista en mi polla, con las cabeza moviéndose hacia adelante y hacia atrás, como haciendo vaivén. Miré hacia abajo y estaba el agua justo a la altura de mis pelotas y el agua mecía mi polla, que estaba un poco morcillona, y ella con su vaivén de cabeza seguía el movimiento como hipnotizada. Fueron unos 15-20 segundos. Tenía una cara de morbo increíble, que no le había visto nunca, y nos conocemos desde niños. Se mordió el labio inferior y agitando su cabeza abandonó su ensimismamiento, y volvió a mirarme a la cara diciéndome, perdón, decías?....