Dolor de Cuernos. (Las cosas no son como esperabas)

Hola, a mi parecer lleváis razón los dos, todo se pacta normalmente y siempre hay líneas rojas por parte de ella y de el.
Pero si que reconozco que en mi caso mi mujer al principio lo hacía más por mi que por ella, que con el tiempo (no tardando mucho) lo aprendió a disfrutar.., pero ahora noto en ella que sin querer mentirme o ocultarme nada ella va siendo cada vez más protagonista y directora del film.., esto no quiere decir que ya no sirven las normas o líneas rojas de antes, sencillamente que se ha adaptado a la situación, la disfruta y por lo tanto dispone 🤷🏻‍♂️
La clave para mi es la confianza y saber discernir
los sentimientos de pareja de una relación sexual en este caso “cornuda”, liberal en otros casos, etc..
Además a mi particularmente me pone muchísimo que ella disfrute tomando el control 😂
Solo es mi humilde opinión, no pretendo convencer 😉🤟
 
Hola, a mi parecer lleváis razón los dos, todo se pacta normalmente y siempre hay líneas rojas por parte de ella y de el.
Pero si que reconozco que en mi caso mi mujer al principio lo hacía más por mi que por ella, que con el tiempo (no tardando mucho) lo aprendió a disfrutar.., pero ahora noto en ella que sin querer mentirme o ocultarme nada ella va siendo cada vez más protagonista y directora del film.., esto no quiere decir que ya no sirven las normas o líneas rojas de antes, sencillamente que se ha adaptado a la situación, la disfruta y por lo tanto dispone 🤷🏻‍♂️
La clave para mi es la confianza y saber discernir
los sentimientos de pareja de una relación sexual en este caso “cornuda”, liberal en otros casos, etc..
Además a mi particularmente me pone muchísimo que ella disfrute tomando el control 😂
Solo es mi humilde opinión, no pretendo convencer 😉🤟
gracias @Algiorgio por tu aportación , mi animo no esta en convencer, me da exactamente igual lo que dos adultos , pacten, y acuerden , en su libertad personal , solo expongo lo que en base a mi experiencia me he ido encontrando a lo largo de los años y si cada pareja es un mundo , como cada persona lo es , hay patrones que se repiten , o se generalizan , por las razones que he expuesto, lo que suele unir a las personas y mas a las parejas, es la admiracion hacia el otro , esa admiracion , genera, afectos compromisos y el compromiso genera limites , estos limites no suelen pactarse porque no es necesario, estan implicitos en esos afectos , y compromisos.
Este tipo de relaciones cornudas, quizas no socaben , la convivencia , la normalidad de la pareja , aumentan en ocasiones la complicidad , el deseo , etc, pero hay algo que habitualmente se rompe , y es la admiracion por la otra persona , no digo el cariño, no digo que no la quiera , pero ya no la admira o lo ve como antes , y desde ese momento los limites implicitos de los que hablaba se desvanecen , cuantas veces he oido a una esposa espetarle en la la cara al cornudo , no es lo que querias , pues ahora te jodes, mi coño es mio y soy yo la que decide para quien es , solo digo , que hay que tener cuidado con lo que se desea , porque el escenario que genera el Cornudo en relacion a como va a ser su relacion despues , termina paraciendose mas bien poco a lo que realmente termina sucediciendo . Esta bien romantizar este tipo de relaciones , pero son imprevisiobles y a veces hay que sopesar , el beneficio que se va a obtener , con respecto al reisgo que se corre de perder a la persona que quieres.
Y me diran que el mundo es para los valientes , y os dire , los cementerios estan llenos de ellos.
Saludos y dejo de comentar
 
Bueno. Eso es como lo de que no hay marcha atrás. Dependerá de lo acordado y de lo asentada y fuerte que sea la pareja. Y de lo que se quieran. Y de situaciones en la vida que pueden pasar aunque no seas liberal.Y de un montón de cosas más.
Aunque esto será un foro porno. No todo,ni mucho menos, es sexo. Las relaciones de pareja son mucho más complejas. Siempre habrá uno que folle mejor, uno más guapo, uno más inteligente, uno con más don de gente, uno que pueda ofrecerle una vida mejor que tú puedes. Pero puede que tú pareja te quiera a ti y no a otro. Es como si haces un trio y a partir de entonces hay que hacerlo todas las semanas.
Hay una tendencia enorme a pensar que si una mujer es liberal, swinger o como queráis llamar, es un puton verbenero que se acuesta con todo el que se lo propone y nada más lejos de las realidad.
Por otro lado, esa frontera de la que hablas, se cruza de forma permanente en todas las parejas liberales y no creo que todas ni mucho menos, le sean infieles a escondidas a sus parejas. Al contrario. Y si, hay un botón de on y off. En hombres y mujeres y en todos los aspectos de la vida. Si no lo tenemos es que hay un problema y el sistema límbico domina a la corteza prefrontal: malo.
Un saludo




Buenos dias , en varias ocasiones , he comentado , que en el momento en que ellas han sopesado todas las situaciones y se lanzan a follar con otros , no te quepa duda que eso deja de ser un problema para ellas, pocas mujeres , una vez traspasada esa frontera y habiendo tenido una experiencia satisfactoria , despues de tomar esa determinacion , tiene problemas con follar con otro compañero sexual , pero es mas y tambien lo he comentado , podras ser el director de sus peliculas , hasta que ella libremente decida serlo de las suyas propias , y esto tambien sucedera , no pienses que podras controlar todos los encuentros , porque , habra los que negocieis de nuevo , pero apareceran , los que a ella en esa nueva disposicion sexual , le parezca bien , cuando ella estime oportuno , y no tiene porque consensuarlo contigo , ella ya sabe que el compromiso exclusivo sexual contigo , ya no existe , por tanto y en base a las nuevas condiciones , si hay oportunidad follara con quien estime ella oportuno.
No tienen boton de apagado on/off a nuestro antojo
Suerte y a disfrutar.
Buenos dias , en varias ocasiones , he comentado , que en el momento en que ellas han sopesado todas las situaciones y se lanzan a follar con otros , no te quepa duda que eso deja de ser un problema para ellas, pocas mujeres , una vez traspasada esa frontera y habiendo tenido una experiencia satisfactoria , despues de tomar esa determinacion , tiene problemas con follar con otro compañero sexual , pero es mas y tambien lo he comentado , podras ser el director de sus peliculas , hasta que ella libremente decida serlo de las suyas propias , y esto tambien sucedera , no pienses que podras controlar todos los encuentros , porque , habra los que negocieis de nuevo , pero apareceran , los que a ella en esa nueva disposicion sexual , le parezca bien , cuando ella estime oportuno , y no tiene porque consensuarlo contigo , ella ya sabe que el compromiso exclusivo sexual contigo , ya no existe , por tanto y en base a las nuevas condiciones , si hay oportunidad follara con quien estime ella oportuno.
No tienen boton de apagado on/off a nuestro antojo
Suerte y a disfrutar.
 

Bueno. Eso es como lo de que no hay marcha atrás. Dependerá de lo acordado y de lo asentada y fuerte que sea la pareja. Y de lo que se quieran. Y de situaciones en la vida que pueden pasar aunque no seas liberal.Y de un montón de cosas más.
Aunque esto será un foro porno. No todo,ni mucho menos, es sexo. Las relaciones de pareja son mucho más complejas. Siempre habrá uno que folle mejor, uno más guapo, uno más inteligente, uno con más don de gente, uno que pueda ofrecerle una vida mejor que tú puedes. Pero puede que tú pareja te quiera a ti y no a otro. Es como si haces un trio y a partir de entonces hay que hacerlo todas las semanas.
Hay una tendencia enorme a pensar que si una mujer es liberal, swinger o como queráis llamar, es un puton verbenero que se acuesta con todo el que se lo propone y nada más lejos de las realidad.
Por otro lado, esa frontera de la que hablas, se cruza de forma permanente en todas las parejas liberales y no creo que todas ni mucho menos, le sean infieles a escondidas a sus parejas. Al contrario. Y si, hay un botón de on y off. En hombres y mujeres y en todos los aspectos de la vida. Si no lo tenemos es que hay un problema y el sistema límbico domina a la corteza prefrontal: malo.
Un saludo
Coincido totalmente en que en este mundillo puede haber puntos de conexión entre las parejas o las mujeres que lo practican, pero también hay mucho mito construido como bien comentas, ni todas las mujeres son putas ni todos los hombres son mansos cornudos.

La cantidad de capas es enorme dependiendo de cada persona y cada pareja.

Por eso es tan interesante este mundo y merece la pena escuchar todos los puntos de vista y analizar todos los aspectos que sobrepasan en mucho al sexo y ponen a prueba la resistencia de las parejas.

Un saludo. 🤘🏻
 
Última edición:
Pues llevas Razon , y eso se que se ponen reglas , y que si se incumplen es una deslealtad, sin quitarte ni un apice de razon , no desmiente lo que he argumentado .
Ese es el tema , que cuando se entra en este mundo, los limites se van haciendo cada vez mas difusos, y se tiende a transgredirlos , porque el limite de follar con otro es un limite bastante grueso cuando se esta en una pareja cerrada , y es complicado de saltar ( no imposible, puesto que hay iles de cuernos no consentidos) , pero cuando ese limite te lo levantan , lo hace mas fino , digamos menos moralmente reprochable y la cosa cambia esos limites .
Y esta es mi postura se van difuminando y desapareciendo , y creando nuevos , que tambien saltan por los aires.
Porque paulatinamente se pierde el pudor y la sensacion de estas faltando a un acuerdo.
Te daré mi opinión, por si aporta perspectiva: Llevas razón, en la inmensa mayoría de tu enunciado, pero en mi opinión hay una "red line" que hace saltar todo en pedazos: El enganche emocional

Todo lo demás en cuanto a si la permito que le trague la leche, o que se lo folle a pelo, o que estén ellos solos o yo presente... Etc. Son cosas cambiantes y, tal como tú has nombrado, límites difusos que terminan fluyendo en un sentido u otro, dependiendo de muchos factores. En mi etapa de cornudo consentidor, Nuria y yo comenzamos con el acuerdo de que siempre desconocidos de otra ciudad y nunca repetir con el mismo. Esto se mantuvo largos meses pero, luego ella me pidió permiso para acostarse con el hermano de una amiga, que pasaba las vacaciones en Málaga en verano, y accedí sin problema porque a esas alturas los nervios del tabú ejerciendo resistencia ya no estaban.

Otro pacto, aunque este era férreo porque ella bajo ningún concepto quería preñarse, era que siempre con goma (aunque ella odia las gomitas, los desconocidos conllevan más riesgos que el embarazo). Esto se mantuvo mucho, pero a medida que la cosa se normalizaba, ella ya comenzó a tragarse la leche de los amantes ocasionales manteniendo la goma solo para la penetración por ser el no al embarazo una ley de hierro tanto suya como mía.

Pero... Conoció al que se hizo amante fijo, un tipo que era algo así como "su follador ideal" que la dejaba rendida de placer, y encima tenía eyaculaciones muy abundantes, cosa que era un fetiche de ella desde siempre junto al tamaño del miembro. Ahí lo hablamos y hablamos, y ella comenzó a tomar la píldora anti-baby y a follar a pelo, yo la he llegado a ver alguna noche desnudarse antes de meterse en la ducha a asearse tras estar con él, cómo le corrían gotas de semen muslo abajo al quitarse las bragas.

Tú dirás que es una progresión comprensible y te lo compro, además ella estaba hecha un amor conmigo en todos los sentidos y nuestra relación era mejor que nunca, ella me hacía mamadas sin pedírselas y las discusiones o malos tonos de ánimo brillaban por su ausencia. Pero una noche me dijo la frase que todos tememos: "Cariño tenemos que hablar..." Me reconoció que se había enamorado del amante fijo y que se iba con él.

Ambos eramos bastante más jóvenes y el ángulo de visión de lo vivido (el mío al menos) ha variado en algún matiz, pero la lección aprendida quedó grabada a fuego: Puedes jugar sexualmente con tu pareja a las fantasías que ambos acordéis, si ello no supone haceros daño sexoafectivo ni entre vosotros ni tampoco a terceros, pero el enganche emocional con amantes es el destructor de mundos
 
Te daré mi opinión, por si aporta perspectiva: Llevas razón, en la inmensa mayoría de tu enunciado, pero en mi opinión hay una "red line" que hace saltar todo en pedazos: El enganche emocional

Todo lo demás en cuanto a si la permito que le trague la leche, o que se lo folle a pelo, o que estén ellos solos o yo presente... Etc. Son cosas cambiantes y, tal como tú has nombrado, límites difusos que terminan fluyendo en un sentido u otro, dependiendo de muchos factores. En mi etapa de cornudo consentidor, Nuria y yo comenzamos con el acuerdo de que siempre desconocidos de otra ciudad y nunca repetir con el mismo. Esto se mantuvo largos meses pero, luego ella me pidió permiso para acostarse con el hermano de una amiga, que pasaba las vacaciones en Málaga en verano, y accedí sin problema porque a esas alturas los nervios del tabú ejerciendo resistencia ya no estaban.

Otro pacto, aunque este era férreo porque ella bajo ningún concepto quería preñarse, era que siempre con goma (aunque ella odia las gomitas, los desconocidos conllevan más riesgos que el embarazo). Esto se mantuvo mucho, pero a medida que la cosa se normalizaba, ella ya comenzó a tragarse la leche de los amantes ocasionales manteniendo la goma solo para la penetración por ser el no al embarazo una ley de hierro tanto suya como mía.

Pero... Conoció al que se hizo amante fijo, un tipo que era algo así como "su follador ideal" que la dejaba rendida de placer, y encima tenía eyaculaciones muy abundantes, cosa que era un fetiche de ella desde siempre junto al tamaño del miembro. Ahí lo hablamos y hablamos, y ella comenzó a tomar la píldora anti-baby y a follar a pelo, yo la he llegado a ver alguna noche desnudarse antes de meterse en la ducha a asearse tras estar con él, cómo le corrían gotas de semen muslo abajo al quitarse las bragas.

Tú dirás que es una progresión comprensible y te lo compro, además ella estaba hecha un amor conmigo en todos los sentidos y nuestra relación era mejor que nunca, ella me hacía mamadas sin pedírselas y las discusiones o malos tonos de ánimo brillaban por su ausencia. Pero una noche me dijo la frase que todos tememos: "Cariño tenemos que hablar..." Me reconoció que se había enamorado del amante fijo y que se iba con él.

Ambos eramos bastante más jóvenes y el ángulo de visión de lo vivido (el mío al menos) ha variado en algún matiz, pero la lección aprendida quedó grabada a fuego: Puedes jugar sexualmente con tu pareja a las fantasías que ambos acordéis, si ello no supone haceros daño sexoafectivo ni entre vosotros ni tampoco a terceros, pero el enganche emocional con amantes es el destructor de mundos
Gracias @Gozatron por tu comentario , la realidad , como tantas veces he expuesto es bastante mas cruda , que los magnificos escenarios que algunos prefieren creerse , como en todo ,cada persona es un mundo y cada pareja un universo , pero solo desde el comentario sincero se puede dar buena luz , a temas como estos .
 
Última edición:
Un gruñido desgarrador anunció la primera descarga, que cayó en la parte baja de la nariz y la boca de mi mujer, haciendo que cerrara los ojos en un gesto involuntario. Dos chorros más cruzaron como dos latigazs su rostro, desde el cabello hasta la barbilla.

El macho sacudía su miembro, se detenía un instante y volvía a descargar sobre su rostro sin que ella se moviera, demostrando que lo que me había dicho sobre estar preparado era totalmente cierto. El semen cubría el rostro de mi mujer y se deslizaba lentamente en hilos blanquecinos, mientras gotas más densas caían sobre sus pechos.

Los últimos espasmos de placer del macho anunciaron el final del primer asalto. Todo se había consumado y la imagen era triunfal: el cuerpo sudoroso del semental con la respiración agitada, su miembro aún erguido, y mi mujer arrodillada frente a él, cubierta de su esencia. Una escena digna de ser inmortalizada.

El macho me miró con complicidad y resopló; en su rostro se reflejaba el esfuerzo mientras descendía de la cama. Las gotas de sudor resbalaban por su frente, pero también mostraba satisfacción por lo realizado.

Con el corazón aún agitado, miré a mi mujer, que alargó la mano hacia mí sin poder abrir bien los ojos, en señal de reclamo. Rápidamente me incorporé para acercarle las toallitas que teníamos preparadas.

Al aproximarme a ella pude sentir el calor que envolvía la cama, el olor a sexo que la rodeaba y el aroma a semen que la cubría y continuaba deslizándose por su rostro.

Se limpió la cara y cuando pudo abrir los ojos, me miró con una sonrisa divertida: "Uf, creo que necesito una ducha". Se incorporó y se acercó al gran espejo de la habitación, observando su cuerpo cubierto de esperma antes de volverse hacia mí: "Tengo manchado el pelo y estoy toda pegajosa".

La seguí con la mirada, disfrutando de su desnudez mientras se dirigía al baño con paso urgente, hasta que desapareció tras cerrar la puerta.

Al volverme, el macho bebía agua junto al sillón donde yo había estado sentado, mientras continuaba recuperando el aliento. Su cuerpo sudoroso se había liberado de la tensión de momentos antes. Me acerqué a entregarle una toalla y la recibió con un gesto de agradecimiento.

Se secó el rostro y comenzó con el resto del cuerpo mientras me decía: "¿Cómo estás?", con genuino interés, fijando su mirada en mí. "Ha sido tremendo, la verdad es que lo he pasado muy bien, aunque no he podido aguantar mucho. Llevaba toda la semana acumulando para poder darte un buen tributo".

"La verdad es que he tenido en algún momento una punzada aguda en la boca del estómago", respondí con tono cómplice, "pero creo que en general bastante bien, aunque no me lo has puesto fácil".

El macho me observó: "Es normal. Aunque no eres primerizo en este mundo hasta que no estás presente y vives la experiencia completa no sabes lo que es realmente. Pero te he observado en algunos momentos y no te he visto mal. Creo que vas a terminar disfrutando el resto de la noche".

La conversación fluía con naturalidad, como cualquier charla entre colegas, con la salvedad de que uno de nosotros estaba completamente desnudo. Me sorprendía lo cómodo que se encontraba en esa situación, lo que reafirmaba que estaba ante un corneador con experiencia y mucha seguridad en sí mismo.

"La verdad es que estoy muy a gusto. Sois una pareja ideal para este mundillo. Ella me encanta y me ha sorprendido; esperaba tener que ir con cuidado, pero desde el primer momento he visto que teníais buena actitud y pude disfrutar. Estoy seguro de que lo vamos a pasar muy bien".

Le agradecí el cumplido: "La verdad es que no es fácil encontrar buenos machos y personas educadas. Hemos tenido mucha suerte hasta ahora, pero además tranquiliza que haya respeto y saber estar".

El macho posó su mano en mi hombro y la apretó varias veces en un gesto de camaradería: "Por eso te agradezco que me dejes follármela toda la noche. Me encanta ser corneador, y más cuando doy con mujeres como la tuya".

Hizo una pausa, como midiendo el impacto de sus palabras: "Me encanta su cuerpo. Tiene unas tetas magníficas y un culo para disfrutar; está en ese punto de madurez perfecto que me fascina. Y si además es así de obediente, mejor que mejor. Prepárate porque voy a gozarla al máximo".

"Si te soy completamente sincero", respondí de inmediato, "es lo que realmente buscaba. Sé que ella está completamente preparada y lo has podido comprobar; la he visto disfrutar y para eso la he traído. Sé que es una mujer muy sexual, a pesar de su educación tradicional, pero con un buen macho es un volcán".

Enfrascados en la conversación, que seguía afianzando nuestra conexión y confianza, no nos habíamos percatado de que la actividad en el baño había cesado. Nos sorprendió el chasquido de la puerta al abrirse, y mi mujer reapareció en escena. Venía fresca después de la ducha, pero perfectamente maquillada: una imagen perfectamente reconocible para mí. Sus ojos y labios estaban perfectamente delineados, y su rostro lucía una base suave y muy natural. Llevaba el cabello envuelto en una toalla pequeña y su cuerpo envuelto en otra, ambas de un blanco brillante que contrastaba con su piel enrojecida por el calor del agua que siempre disfrutaba hirviendo. Caminaba lentamente pero con decisión, y los dos nos quedamos observándola fijamente, como hipnotizados.

Se detuvo a unos metros de nosotros y me dijo: "Habéis hablado mucho de mí". Luego, dirigiéndose directamente a mí, preguntó: "¿Qué le has contado?".

Cuando estaba a punto de responder, el macho se adelantó: "Me ha estado diciendo que eres una mujer increíble y toda una señora, pero que eres un volcán en la cama".

"¡Vaya! ¿Eso te ha dicho?", le respondió con una mueca divertida muy característica suya. En ese momento supe que algo rondaba en esa cabecita envuelta en un turbante; no tenía secretos para mí.

Se acercó a mí y se apoyó en las puntas de sus pies descalzos para besarme con esos labios que cuidaba para no estropear el labial. Sus dos manos se apoyaron en mi pecho y me empujó ligeramente hacia atrás: "Déjame un poco de espacio, cariño".

El macho se encontraba de pie, completamente desnudo, justo a mi lado. Ella se volvió hacia él, lo miró de arriba abajo y se arrodilló lentamente..

Pero eso otro día. 🤘🏻
 
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Un gruñido desgarrador anunció la primera descarga, que cayó en la parte baja de la nariz y la boca de mi mujer, haciendo que cerrara los ojos en un gesto involuntario. Dos chorros más cruzaron como dos latigazs su rostro, desde el cabello hasta la barbilla.

El macho sacudía su miembro, se detenía un instante y volvía a descargar sobre su rostro sin que ella se moviera, demostrando que lo que me había dicho sobre estar preparado era totalmente cierto. El semen cubría el rostro de mi mujer y se deslizaba lentamente en hilos blanquecinos, mientras gotas más densas caían sobre sus pechos.

Los últimos espasmos de placer del macho anunciaron el final del primer asalto. Todo se había consumado y la imagen era triunfal: el cuerpo sudoroso del semental con la respiración agitada, su miembro aún erguido, y mi mujer arrodillada frente a él, cubierta de su esencia. Una escena digna de ser inmortalizada.

El macho me miró con complicidad y resopló; en su rostro se reflejaba el esfuerzo mientras descendía de la cama. Las gotas de sudor resbalaban por su frente, pero también mostraba satisfacción por lo realizado.

Con el corazón aún agitado, miré a mi mujer, que alargó la mano hacia mí sin poder abrir bien los ojos, en señal de reclamo. Rápidamente me incorporé para acercarle las toallitas que teníamos preparadas.

Al aproximarme a ella pude sentir el calor que envolvía la cama, el olor a sexo que la rodeaba y el aroma a semen que la cubría y continuaba deslizándose por su rostro.

Se limpió la cara y cuando pudo abrir los ojos, me miró con una sonrisa divertida: "Uf, creo que necesito una ducha". Se incorporó y se acercó al gran espejo de la habitación, observando su cuerpo cubierto de esperma antes de volverse hacia mí: "Tengo manchado el pelo y estoy toda pegajosa".

La seguí con la mirada, disfrutando de su desnudez mientras se dirigía al baño con paso urgente, hasta que desapareció tras cerrar la puerta.

Al volverme, el macho bebía agua junto al sillón donde yo había estado sentado, mientras continuaba recuperando el aliento. Su cuerpo sudoroso se había liberado de la tensión de momentos antes. Me acerqué a entregarle una toalla y la recibió con un gesto de agradecimiento.

Se secó el rostro y comenzó con el resto del cuerpo mientras me decía: "¿Cómo estás?", con genuino interés, fijando su mirada en mí. "Ha sido tremendo, la verdad es que lo he pasado muy bien, aunque no he podido aguantar mucho. Llevaba toda la semana acumulando para poder darte un buen tributo".

"La verdad es que he tenido en algún momento una punzada aguda en la boca del estómago", respondí con tono cómplice, "pero creo que en general bastante bien, aunque no me lo has puesto fácil".

El macho me observó: "Es normal. Aunque no eres primerizo en este mundo hasta que no estás presente y vives la experiencia completa no sabes lo que es realmente. Pero te he observado en algunos momentos y no te he visto mal. Creo que vas a terminar disfrutando el resto de la noche".

La conversación fluía con naturalidad, como cualquier charla entre colegas, con la salvedad de que uno de nosotros estaba completamente desnudo. Me sorprendía lo cómodo que se encontraba en esa situación, lo que reafirmaba que estaba ante un corneador con experiencia y mucha seguridad en sí mismo.

"La verdad es que estoy muy a gusto. Sois una pareja ideal para este mundillo. Ella me encanta y me ha sorprendido; esperaba tener que ir con cuidado, pero desde el primer momento he visto que teníais buena actitud y pude disfrutar. Estoy seguro de que lo vamos a pasar muy bien".

Le agradecí el cumplido: "La verdad es que no es fácil encontrar buenos machos y personas educadas. Hemos tenido mucha suerte hasta ahora, pero además tranquiliza que haya respeto y saber estar".

El macho posó su mano en mi hombro y la apretó varias veces en un gesto de camaradería: "Por eso te agradezco que me dejes follármela toda la noche. Me encanta ser corneador, y más cuando doy con mujeres como la tuya".

Hizo una pausa, como midiendo el impacto de sus palabras: "Me encanta su cuerpo. Tiene unas tetas magníficas y un culo para disfrutar; está en ese punto de madurez perfecto que me fascina. Y si además es así de obediente, mejor que mejor. Prepárate porque voy a gozarla al máximo".

"Si te soy completamente sincero", respondí de inmediato, "es lo que realmente buscaba. Sé que ella está completamente preparada y lo has podido comprobar; la he visto disfrutar y para eso la he traído. Sé que es una mujer muy sexual, a pesar de su educación tradicional, pero con un buen macho es un volcán".

Enfrascados en la conversación, que seguía afianzando nuestra conexión y confianza, no nos habíamos percatado de que la actividad en el baño había cesado. Nos sorprendió el chasquido de la puerta al abrirse, y mi mujer reapareció en escena. Venía fresca después de la ducha, pero perfectamente maquillada: una imagen perfectamente reconocible para mí. Sus ojos y labios estaban perfectamente delineados, y su rostro lucía una base suave y muy natural. Llevaba el cabello envuelto en una toalla pequeña y su cuerpo envuelto por una toalla, ambas de un blanco brillante que contrastaba con su piel enrojecida por el calor del agua que siempre disfrutaba hirviendo. Caminaba lentamente pero con decisión, y los dos nos quedamos observándola fijamente, como hipnotizados.

Se detuvo a unos metros de nosotros y me dijo: "Habéis hablado mucho de mí". Luego, dirigiéndose directamente a mí, preguntó: "¿Qué le has contado?".

Cuando estaba a punto de responder, el macho se adelantó: "Me ha estado diciendo que eres una mujer increíble y toda una señora, pero que eres un volcán en la cama".

"¡Vaya! ¿Eso te ha dicho?", le respondió con una mueca divertida muy característica suya. En ese momento supe que algo rondaba en esa cabecita envuelta en un turbante; no tenía secretos para mí.

Se acercó a mí y se apoyó en las puntas de sus pies descalzos para besarme con esos labios que cuidaba para no estropear el labial. Sus dos manos se apoyaron en mi pecho y me empujó ligeramente hacia atrás: "Déjame un poco de espacio, cariño".

El macho se encontraba de pie, completamente desnudo, justo a mi lado. Ella se volvió hacia él, lo miró de arriba abajo y se arrodilló lentamente..

Pero eso otro día. 🤘🏻
Continua, lo mas morboso que he leido por aqui.
 
Claro…
Primero teneis que contar con mi aprobacion aunque no lo parezca ingenuos…. Y si yo quiero pasara algo, si no, no….
En mi caso, el que manda soy yo.
Folladores machitos de hembas casadas, humilladores de maridos abstenerse. Yo soy el que selecciono y el que dice esto si y esto no!
Un saludo amigos! 💪
Estoy totalmente de acuerdo contigo.. ( aquí pasamos los dos y ahora mismo soy ella) nosotros no hemos dado el paso del trio aún.. pero vamos q es lo q dices .. humillar a mí marido ni de coña.. los q me han entrado así son descartados al instante... Y es q además muchos se creen q estamos insatisfechas o algo así y q son cornudos y humillados.. y para nada .. hay muchos roles diferentes pero se quedan con el prototipo.. y por supuesto nosotros lo del término cornudo no nos gusta nada.. se q hay gente q si y lo respeto al máximo , pero q no incluyan a todos en el mismo saco .
 
Estoy totalmente de acuerdo contigo.. ( aquí pasamos los dos y ahora mismo soy ella) nosotros no hemos dado el paso del trio aún.. pero vamos q es lo q dices .. humillar a mí marido ni de coña.. los q me han entrado así son descartados al instante... Y es q además muchos se creen q estamos insatisfechas o algo así y q son cornudos y humillados.. y para nada .. hay muchos roles diferentes pero se quedan con el prototipo.. y por supuesto nosotros lo del término cornudo no nos gusta nada.. se q hay gente q si y lo respeto al máximo , pero q no incluyan a todos en el mismo saco .
El hecho de ser aceptado por la pareja y compartido como fantasía sexual ya deja de validar el término cornudo, pero es cierto que podemos tomarlo como algo que no tenga la connotaciones clásicas para catalogar a uno de los participantes, como a la hotwife o al macho.

La "humillación" sólo debe entrar en el juego de roles y solo en algunos casos, pero creo que la mayoría de maridos que hemos fantaseado o llevado a cabo la fantasía, no toleramos la humillación bajo ningún concepto, eso es más de mentes calenturientas que fantasean con el tema.

Ningún macho que merezca la pena, se platea esto como una humillación para ninguno de los participantes.

La falta de respeto en nuestro caso es excluyente inmediatamente y además es algo que se va en fases muy tempranas del contacto de los candidatos cuando son inadecuados.

Un saludo.
 
El hecho de ser aceptado por la pareja y compartido como fantasía sexual ya deja de validar el término cornudo, pero es cierto que podemos tomarlo como algo que no tenga la connotaciones clásicas para catalogar a uno de los participantes, como a la hotwife o al macho.

La "humillación" sólo debe entrar en el juego de roles y solo en algunos casos, pero creo que la mayoría de maridos que hemos fantaseado o llevado a cabo la fantasía, no toleramos la humillación bajo ningún concepto, eso es más de mentes calenturientas que fantasean con el tema.

Ningún macho que merezca la pena, se platea esto como una humillación para ninguno de los participantes.

La falta de respeto en nuestro caso es excluyente inmediatamente y además es algo que se va en fases muy tempranas del contacto de los candidatos cuando son inadecuados.

Un saludo.
Así es!!
 
Aparte del relato, me gustaría dar una actualización de la situación en la que estamos después de nuestra segunda experiencia el pasado mes de agosto.

Nuestra relación esta en un momento bueno, tenemos un grado de confianza como nunca antes y sobre todo ella expresa sus emociones, deseos y sensaciones de una manera mucho directa y sincera.

Se puede decir que ella tiene más libertad en decir las cosas sin filtros, porque sabe que ahora la conozco de una manera en la que en otros momentos, ella me ocultaría ciertas cosas por la naturaleza intrínseca de la relación marido esposa y que ahora después de lo vivido no tiene por que hacerlo.

Supongo que el permitirse liberarse sexualmente también le da la libertad de despojarse de barreras que antes tendría por el hecho de ser mi mujer y que ahora me revela con absoluta naturalidad.

Creo que en esta ocasión,.no como en la anterior oír mi reacción negativa, desbloqueó esa parte oculta que tienen las mujeres con los maridos y que en el pasado no me estaba permitido tener acceso.

Estoy seguro que aunque ella ha sido discreta conmigo en ese tema siempre, ha tenido en mente la primera vez y tenía en mente repetir aunque sabía que era algo que me rondaría la cabeza a pesar de los demonios que le atacaron.

A nivel personal, y como iréis viendo, la noche fue una especie de forja para mí en todos los sentidos y eso me ha llevado al punto en el que me encuentro y nos encontramos como pareja.

Cada experiencia vital marca a las relaciones y esta ha sido una que definitivamente es un antes y un después

Por mi parte y como dato, sigo en contacto con el macho, aunque no constante desde agosto y el me ha dicho desde días después, que estaría encantado de volver a estar con ella. Esta claro que lo que me adelanto el chico primer chico lo confirma este segundo y que en la cama se comporta con nota.

Aunque no lo hemos hablado, porque aún no me he atrevido, supongo que a ella no le importaría repetir con él y tampoco creo que si le ofrezco otra posibilidad me fuera a decir que no.

En fin, que aunque estamos en un gran momento, ninguno de los dos terminamos de dar el paso de expresar abiertamente el paso definitivo a convertirlo en algo que forme parte de nuestra vida.

Un saludo. 🤘🏻
 
Su mano derecha agarró su miembro y lo elevó, dejando paso a que su boca se dirigiera hacia sus testículos. Se me cortó el aire y mi cuerpo empezó a temblar de manera inmediata y descontrolada, mientras mi corazón retumbaba en todo mi pecho. Mi mujer comenzó a jugar con sus bolas, y su mano estimulaba su miembro sacudiéndolo con energía, no tardó en reaccionar.

Todo había sido inesperado, pero el corneador disfrutaba del trato aprobándolo con murmullos. Ella se detuvo un instante y se volvió hacia mí: "Ponte cómodo". Su mirada era seria, pero la lujuria brillaba en sus ojos. Iba a demostrarle al macho como si de un reto se tratara que yo no le había mentido.

La humillación recorrió mi mente por un momento, pero su imagen era demasiado poderosa para perderme en tormentos. El miembro del corneador no tardó en ponerse erecto y dispuesto, mientras ella seguía acariciando sus testículos. ,

Él quieto como una estatua, con las manos sobre las caderas, no le quitaba los ojos de encima mientras ella trabajaba con dulzura y dedicación.

De pronto, sus manos del macho se dirigieron a la toalla que cubría su cabeza. Deshizo el nudo con suavidad y la dejó caer, liberando su cabello húmedo y ondulado. Su rostro, enmarcado por mechones oscuros, se veía hipnótico. Su lengua no cesaba, lamiéndolo con ansia como si fuera un helado derritiéndose en un verano sofocante.

Me mantuve de pie, cerca, observando cada imagen y escuchando cada sonido: los gemidos del macho, el ritmo de su lengua. Pensé en sentarme, pero no pude evitar acercarme para rematar la imagen. Me acerqué por detrás de ella que seguía con su trabajo sin percatarse y tiré del nudo de la toalla que envolvía su cuerpo, y esta cayó. Ahora estaba completamente desnuda, sus pechos balanceándose al compás de su boca. Era perfecto.

El corneador agradeció mi gesto con una mirada, se inclinó y oomó uno de sus pechos y comenzó a jugar con el pezón, ya duro y rojizo, arrancándole un gemido ahogado a ella, que mantenía ocupada su boca.

Entonces el ritmo, envolviéndolo la poya que ya estaba como una roca, con una destreza que solo años de intimidad podían dar. Los gemidos del macho se hicieron más profundos, y en un momento dado, con el rostro contraído, dejó escapar un ronco:

¡Ay, Dios!

Sus ojos se abrieron y me miró con un gesto de placer intenso:

"Tu mujer es una máquina de chupar", me dijo como afirmación del gran trabajo que mi esposa le estaba haciendo.

Ella sacó el miembro de su boca lentamente, volviéndose hacia mí con una sonrisa húmeda y con la mirada brillante.

Luego, miró al corneador y, poniendo sus manos sobre su pecho, lo empujó con suavidad hacia la cama. Él se dejó llevar, tumbándose con su miembro erecto y venoso, listo.

Ella se volvió hacia mí:

"Cariño, tráeme un condón".

Completamente convencido de mi pape ya en ese momento de la noche, fui rápidamente, lo tomé de la cajó, lo abrí y se lo alcancé cruzando una mirada de confianza y determinación con ella. Nuestros dedos se rozaron, y un escalofrío me recorrió de arriba a abajo.

Ella lo colocó con los labios en la punta, y luego lo desenrolló con sus manos, cubriéndolo por completo. Se montó sobre él, guiándolo hasta su entrada, y comenzó a ensartarse lentamente, con un suspiro profundo.

Sus caderas subían y bajaban con elegancia, sus pechos se balanceaban en el aire con esa hermosa caída que le dieron los años. El macho, con manos ansiosas, los apretaba y llevaba a su boca, chupando y mordisqueándolos con avidez hasta enrojecerlos. Ella gemía, arqueándose disfrutando de momento.

Cabalgo sobre el durante unos minutos que parecieron horas disfrutando de cada momento, la imagen era espectacular y los cuerpos de los dos reflejaban las sensaciones que los recorrían con pequeños espasmos y miradas teñidas de lujuria.

En un momento algo cambió, ella redujo el ritmo, no por cansancio, sino para alargar cada instante, cada conexión. Sus miradas se encontraron y se sostuvieron, se miraban sutilmente a los ojos, luego a la boca mientras la cadencia de sus cuerpos se hacía más íntima.

Entre jadeos, le devolvía la mirada con una intensidad de pareja. Yo, desde mi rincón, podía sentir la atracción magnética que se generaba, un hechizo del que yo era el único espectador, testigo de un ritual intimo.

Ella siguió moviéndose sobre él, pero ahora sus caderas giraban en círculos lentos y profundos, dus manos recorrían el pecho del corneador, y los dedos de él se enterraban en sus caderas, guiándola con urgencia contenida. Susan rostros se acercaban y se alejaban, jugando con la proximidad, hasta que ya no hubo distancia que recorrer.

Se acercaba un momento que temía y que había pensado oír mucho tiempo, un nudo se me formó en la garganta.

Él puso sus manos por la espalda sin dejar de mirarla y ella se acercó, dejando sus caras a escasos centímetros.

Jadeando compartían el aire she salía de sus bocas hasta que ocurrió.No fue un beso tierno, sino un encuentro húmedo y carnal. Sus labios se unieron con hambre, y de inmediato sus lenguas salieron al encuentro, entrelazándose fuera de sus bocas por un instante, en un juego previo y obsceno, antes de sumergirse en un beso profundo.

Gemían el uno en la boca del otro, y el sonido era tan íntimo y posesivo que cada gemido me taladraba el pecho.

Era la imagen definitiva de su conexión, y yo desde mi silla, asistía al momento en que mi mujer y aquel macho sellaban su lujuria con un beso que era a la vez despedida y comienzo de una etapa del encuentro completamente nueva para los tres.

En la en la penumbra de mi silla, sentí como algo se quebraba en mi pecho. eran celos, pero no era rabia, era un dolor silencioso de ser testigo de un momento al que yo ya no pertenecía.

Los vi jadear, unidos, y supe que ese beso era el paso definitivo, la prueba de fuego el Rubicón de los que damos el paso.

Pero eso otro día. 🤘🏻
 
Última edición:
El hecho de ser aceptado por la pareja y compartido como fantasía sexual ya deja de validar el término cornudo, pero es cierto que podemos tomarlo como algo que no tenga la connotaciones clásicas para catalogar a uno de los participantes, como a la hotwife o al macho.

La "humillación" sólo debe entrar en el juego de roles y solo en algunos casos, pero creo que la mayoría de maridos que hemos fantaseado o llevado a cabo la fantasía, no toleramos la humillación bajo ningún concepto, eso es más de mentes calenturientas que fantasean con el tema.

Ningún macho que merezca la pena, se platea esto como una humillación para ninguno de los participantes.

La falta de respeto en nuestro caso es excluyente inmediatamente y además es algo que se va en fases muy tempranas del contacto de los candidatos cuando son inadecuados.

Un saludo.
Pues si, asi es, estoy de acuerdo, encontrar a una persona adecuada que entienda de que va el tema y asimile que es un juego de roles es bastante complicado, se habla con demasiado corto de miras que no entiende nada y que piensa que al marido que le atrae esto es un maricón y ella una puta, para mi esos 2 factores son determinantes para seguir hablando del tema con cualquiera o no.
 
Pues si, asi es, estoy de acuerdo, encontrar a una persona adecuada que entienda de que va el tema y asimile que es un juego de roles es bastante complicado, se habla con demasiado corto de miras que no entiende nada y que piensa que al marido que le atrae esto es un maricón y ella una puta, para mi esos 2 factores son determinantes para seguir hablando del tema con cualquiera o no.
Hay una idea preconcebida que separa a las parejas que realizan esta actividad de las parejas que no lo hacen y ciertamente en la mayoría de los casos no somos tan diferentes.
 
Su mano derecha agarró su miembro y lo elevó, dejando paso a que su boca se dirigiera hacia sus testículos. Se me cortó el aire y mi cuerpo empezó a temblar de manera inmediata y descontrolada, mientras mi corazón retumbaba en todo mi pecho. Mi mujer comenzó a jugar con sus bolas, y su mano estimulaba su miembro sacudiéndolo con energía, no tardó en reaccionar.

Todo había sido inesperado, pero el corneador disfrutaba del trato aprobándolo con murmullos. Ella se detuvo un instante y se volvió hacia mí: "Ponte cómodo". Su mirada era seria, pero la lujuria brillaba en sus ojos. Iba a demostrarle al macho como si de un reto se tratara que yo no le había mentido.

La humillación recorrió mi mente por un momento, pero su imagen era demasiado poderosa para perderme en tormentos. El miembro del corneador no tardó en ponerse erecto y dispuesto, mientras ella seguía acariciando sus testículos. ,

Él quieto como una estatua, con las manos sobre las caderas, no le quitaba los ojos de encima mientras ella trabajaba con dulzura y dedicación.

De pronto, sus manos del macho se dirigieron a la toalla que cubría su cabeza. Deshizo el nudo con suavidad y la dejó caer, liberando su cabello húmedo y ondulado. Su rostro, enmarcado por mechones oscuros, se veía hipnótico. Su lengua no cesaba, lamiéndolo con ansia como si fuera un helado derritiéndose en un verano sofocante.

Me mantuve de pie, cerca, observando cada imagen y escuchando cada sonido: los gemidos del macho, el ritmo de su lengua. Pensé en sentarme, pero no pude evitar acercarme para rematar la imagen. Me acerqué por detrás de ella que seguía con su trabajo sin percatarse y tiré del nudo de la toalla que envolvía su cuerpo, y esta cayó. Ahora estaba completamente desnuda, sus pechos balanceándose al compás de su boca. Era perfecto.

El corneador agradeció mi gesto con una mirada, se inclinó y oomó uno de sus pechos y comenzó a jugar con el pezón, ya duro y rojizo, arrancándole un gemido ahogado a ella, que mantenía ocupada su boca.

Entonces el ritmo, envolviéndolo la poya que ya estaba como una roca, con una destreza que solo años de intimidad podían dar. Los gemidos del macho se hicieron más profundos, y en un momento dado, con el rostro contraído, dejó escapar un ronco:

¡Ay, Dios!

Sus ojos se abrieron y me miró con un gesto de placer intenso:

"Tu mujer es una máquina de chupar", me dijo como afirmación del gran trabajo que mi esposa le estaba haciendo.

Ella sacó el miembro de su boca lentamente, volviéndose hacia mí con una sonrisa húmeda y con la mirada brillante.

Luego, miró al corneador y, poniendo sus manos sobre su pecho, lo empujó con suavidad hacia la cama. Él se dejó llevar, tumbándose con su miembro erecto y venoso, listo.

Ella se volvió hacia mí:

"Cariño, tráeme un condón".

Completamente convencido de mi pape ya en ese momento de la noche, fui rápidamente, lo tomé de la cajó, lo abrí y se lo alcancé cruzando una mirada de confianza y determinación con ella. Nuestros dedos se rozaron, y un escalofrío me recorrió de arriba a abajo.

Ella lo colocó con los labios en la punta, y luego lo desenrolló con sus manos, cubriéndolo por completo. Se montó sobre él, guiándolo hasta su entrada, y comenzó a ensartarse lentamente, con un suspiro profundo.

Sus caderas subían y bajaban con elegancia, sus pechos se balanceaban en el aire con esa hermosa caída que le dieron los años. El macho, con manos ansiosas, los apretaba y llevaba a su boca, chupando y mordisqueándolos con avidez hasta enrojecerlos. Ella gemía, arqueándose disfrutando de momento.

Cabalgo sobre el durante unos minutos que parecieron horas disfrutando de cada momento, la imagen era espectacular y los cuerpos de los dos reflejaban las sensaciones que los recorrían con pequeños espasmos y miradas teñidas de lujuria.

En un momento algo cambió, ella redujo el ritmo, no por cansancio, sino para alargar cada instante, cada conexión. Sus miradas se encontraron y se sostuvieron, se miraban sutilmente a los ojos, luego a la boca mientras la cadencia de sus cuerpos se hacía más íntima.

Entre jadeos, le devolvía la mirada con una intensidad de pareja. Yo, desde mi rincón, podía sentir la atracción magnética que se generaba, un hechizo del que yo era el único espectador, testigo de un ritual intimo.

Ella siguió moviéndose sobre él, pero ahora sus caderas giraban en círculos lentos y profundos, dus manos recorrían el pecho del corneador, y los dedos de él se enterraban en sus caderas, guiándola con urgencia contenida. Susan rostros se acercaban y se alejaban, jugando con la proximidad, hasta que ya no hubo distancia que recorrer.

Se acercaba un momento que temía y que había pensado oír mucho tiempo, un nudo se me formó en la garganta.

Él puso sus manos por la espalda sin dejar de mirarla y ella se acercó, dejando sus caras a escasos centímetros.

Jadeando compartían el aire she salía de sus bocas hasta que ocurrió.No fue un beso tierno, sino un encuentro húmedo y carnal. Sus labios se unieron con hambre, y de inmediato sus lenguas salieron al encuentro, entrelazándose fuera de sus bocas por un instante, en un juego previo y obsceno, antes de sumergirse en un beso profundo.

Gemían el uno en la boca del otro, y el sonido era tan íntimo y posesivo que cada gemido me taladraba el pecho.

Era la imagen definitiva de su conexión, y yo desde mi silla, asistía al momento en que mi mujer y aquel macho sellaban su lujuria con un beso que era a la vez despedida y comienzo de una etapa del encuentro completamente nueva para los tres.

En la en la penumbra de mi silla, sentí como algo se quebraba en mi pecho. eran celos, pero no era rabia, era un dolor silencioso de ser testigo de un momento al que yo ya no pertenecía.

Los vi jadear, unidos, y supe que ese beso era el paso definitivo, la prueba de fuego el Rubicón de los que damos el paso.

Pero eso otro día. 🤘🏻
Gracias.

Me encanta, como siempre, la forma en que transmites que está pasando y como está pasando.

Y, aunque no nos conozcamos, me alegra saber que está vez ha ido bien y que se han roto esas barreras de las que hablabas en un comentario anterior, uniendo más la pareja.

Guardo sitio para la siguiente entrega.
 
Al beso hay que temerle tanto o mas que a la penetracion y si se dan al tiempo es el cocktel perfecto para el enganche emocional ,
Lo que dice la ciencia :
"Durante el beso aumentan los niveles de dopamina, que provoca placer inmediato, y serotonina, que genera bienestar. También se libera oxitocina, conocida como el neuroquímico del VINCULO"

ahi esta el tema en el Vinculo ,
os sorprenderiais en la potencia que tiene un morreo mientras se folla , se Sella algo , que parece no visible , pero es el "soy tuya cuando quieras "
suerte .
 
Me llama poderosamente la atención que te haya impactado más verles comiéndose la boca que ser testigo de cómo la penetraba por primera vez delante de ti. Pero lo entiendo perfectamente
Siempre he tenido clarísimo cuáles son las situaciones que me iban a provocar mayor ansiedad o disgusto y es sin duda los gestos de complicidad y conexión emocional.

No creo que haya una acción que vuelva una relación sexual más íntima que los besos.

Aunque estaba preparado es cierto que desde ese momento se produce un cambio en ellos dos a nivel de complicidad.
 
Última edición:
El beso como dicen es algo importante aveces y acompañado de varios factores un tema de conexión etc puede ser peligroso.Mi mujer con solo tener cosas en común y una especie de "admiración o conexión " se beso con un compañero y se enamoro sin tener más que solo eso ..después tomaron distancia por diferentes razones que sucedieron .pero yo la conozco y al día de hoy le mueve cosas el. Y ya pasó un tiempo .después le pasó al revés por lastima y porque el le insistia etc se beso con otro y tenían una especie de jugueteo solo por msj y ahí a ella no le pasaba nada, pero el si se engancho .y lo último en si con otro dónde hubo besos caricias y algo más (sin llegar a penetracion etcetc ) y ninguno de los dos incluyo sentimientos y al final no paso más nada. Pero creo el tema beso si hay conexión es peligroso
 
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