Ha ocurrido, aunque no como yo pensaba [mis primeros cuernos]

Continuo y termino.

Cuando llevaban un rato y dejé de escuchar el agua de la ducha, me asomé al baño esperando encontrarlos follando o a ella mamándole la polla. Sin embargo lo que me encontré fue casi lo más jodido de toda la sesión, y lo que estuvo dando vueltas en mi cabeza semanas. El estaba sentado en el inodoro, ella encima de el abierta de piernas, pero no la había penetrado. Estaban besándose, muy despacio, muy intensamente, las lenguas jugando, ambos respirando muy fuerte, ella con los brazos en su cuello, el con sus brazos alrededor de su cintura. Ni se dieron cuenta de que me había asomado, y estuve viendo no sé cuánto rato como se comían la boca despacio, saboreándose, cruzando lenguas, mordiéndose los labios suavemente y gimiendo ambos. Fue demoledor y el único momento que estuve a punto de intervenir para parar. Es curioso el cerebro. Hace un rato le estaban reventando el culo y llenándoselo de leche y yo estaba excitado como un cerdo, y esto que era muy light, me estaba matando.

No sé si me dio pudor o qué fue, pero volví a la habitación y me senté en el sofá. Al rato, no sé cuánto, salieron ambos cogidos de la mano y se fueron a la cama. Ella me miró y me dijo algo así como "vas a ver cómo se reviente a una puta" y a F algo como "dame duro sin piedad, como te gusta". No voy a entrar en mucho detalle (aunque las imágenes dan vueltas en mi cabeza a menudo) pero lo que vino fue una sesión de sexo bastante salvaje en la que F la folló varias veces, le llenó el coño y el culo de polla y semen (fijo que iba con Viagra, eso no era normal) y la trató como nunca lo hubiese imaginado, porque no le pegaba esa imagen de "canallita" ya que es un tío "normal": azotes muy fuertes, guantadas en la cara (no excesivas), tirones de pelo, escupirle en culo, coño, tetas y boca, llamarla puta y zorra, etc.

C acabó llena de señales por todo el cuerpo, el pelo revuelto y pringoso de salpicaduras de semen, sudando y chorreando leche por todos lados y completamente exhausta. F descansó un rato, le dio un beso a C que estaba dormida, se levantó, se dio otra ducha y se marchó casi sin mirarme, musitando "hasta luego".

Yo jamás he follado a mi mujer como lo hizo él, y si esto es lo que hacía cuando follaban juntos, entiendo que ella se enganchase. Yo creo que yo también le hubiese podido dar lo mismo, pero no sé, quizás pensar que nuestra mujer es terreno sacrosanto para hacer cerdadas nos hace frenarnos, el pudor, la vergüenza o el miedo a mostrarnos como somos y lo que nos gusta, nos lleva a ser mas parados. Y F le dio todo lo que le salió del alma y la trató como una máquina de sexo, lo que parece que a ella, al fin y al cabo, parecía que le gustaba.

Esa noche hablamos ambos largo y tendido, y de lo que acordamos han venido las vivencias que hemos tenido estos dos últimos meses, que si saco tiempo, os iré contando.

Abrazos a todos.


Gracias por tu historia.

Deduzco que no hubo más encuentros con él, no?

Y claro que estamos deseosos de leer cuanto sucedió después y su evolución, tan bien descrita, así como tus reflexiones y sentires.
 
Espero que las vivencias sean positivas. Esperamos tus vivencias.
 
Gracias por tu historia.

Deduzco que no hubo más encuentros con él, no?

Y claro que estamos deseosos de leer cuanto sucedió después y su evolución, tan bien descrita, así como tus reflexiones y sentires.
Que yo sepa, y conocidos/consentidos por mi, no ha habido más encuentros con él. Hemos tenido más experiencias, pero no con F.
 
Interesante. Habrás de confiar y según dices, habláis mucho. Pero parecía que iba a ser un fijo.

Deseando conocer esas conversaciones y tus pensamientos.

Gracias!
Es un tema que tengo que cerrar con ella. En principio, y para evitar enganche, aquella sería la última vez. Pero al ser compañeros de trabajo y verse prácticamente todos los días, y tener disponibilidad de movimiento ambos... la tentación creo que es grande para los dos. No confío mucho en que no se hayan visto o se vayan a ver.
 
Es un tema que tengo que cerrar con ella. En principio, y para evitar enganche, aquella sería la última vez. Pero al ser compañeros de trabajo y verse prácticamente todos los días, y tener disponibilidad de movimiento ambos... la tentación creo que es grande para los dos. No confío mucho en que no se hayan visto o se vayan a ver.
si no confias tu , estas en lo cierto , ese nivel de complicidad entre ellos no es de dos polvos y medio , tu infidelidad le valio para blanquear tus cuernos , pero creo que no fuiste el primero que los puso y seguro que tu tambien echas cuentas , mucha suerte y decide bien , solo hay una vida
 
Es un tema que tengo que cerrar con ella. En principio, y para evitar enganche, aquella sería la última vez. Pero al ser compañeros de trabajo y verse prácticamente todos los días, y tener disponibilidad de movimiento ambos... la tentación creo que es grande para los dos. No confío mucho en que no se hayan visto o se vayan a ver.
Muchas gracias por exponer tu caso con tanta claridad porque sin llegar a sentir lo que sientes nos hacemos una idea de lo que puede originar el abrir esa caja de Pandora y dar un punto de vista diferente, ya que se suelen leer los pros y pocos contras.
Sin tener experiencia alguna creo, permíteme expresar mi opinión, y es que pienso que al perder la confianza en la pareja es acabar con esto de los cuernos consentidos y pasar a los cuernos de toda la vida.
 
Es un tema que tengo que cerrar con ella. En principio, y para evitar enganche, aquella sería la última vez. Pero al ser compañeros de trabajo y verse prácticamente todos los días, y tener disponibilidad de movimiento ambos... la tentación creo que es grande para los dos. No confío mucho en que no se hayan visto o se vayan a ver.
Como va Todo @Therealvizzini ?
seria interesante , que comentaras cono habeis evolucionado , y espero que esteis bien un saludo
 
Como va Todo @Therealvizzini ?
seria interesante , que comentaras cono habeis evolucionado , y espero que esteis bien un saludo
Que yo sepa de momento no ha visto a F. (no me lo acabo de creer). Hemos tenido dos experiencias en clubes (fuera de Málaga, en Madrid y Barcelona). Busco hueco para relataros.
 
Última edición:
Que yo sepa de momento no ha visto a F. (no me lo acabo de creer). Hemos tenido dos experiencias en clubes (fuera de Málaga, en Madrid y Barcelona). Busco hueco para relataros.
Bueno eso si era lo que tu querias , por tanto estaras mas o menos contento , ya contaras la experiencia y me alegro que estes bien
 
Como os dije, os haré un relato detallado (según lo que me de la memoria) de lo que hemos vivido estos meses. Me ceñiré a los hechos puros y duros e intentaré no dar muchas vueltas, aunque daré todos los detalles que recuerde (mi memoria para estas cosas es bastante buena). Las sensaciones son muy complicadas de transmitir, pero lo intentaré.

Tras la última experiencia con F. hablamos mi mujer y yo y llegamos al acuerdo que se habían acabado los encuentros con él. El último (que yo sepa) fue de sumisión total de ella, de entrega, y me dejó tocado unos días, a pesar de hablar con ella esa noche. Ese último encuentro me descubrió a la mujer que había sido durante los años que había estado sola, sin complejos, y abierta por completo a cualquier experiencia sexual. Hemos hablado mucho de las experiencias que tuvo, y a pesar de que yo intuía mucho, me quedé corto. Muy muy corto. Aviso a navegantes: vuestras mujeres son más abiertas y han hecho mínimo el triple de lo que os reconocen. Por pudor o por lo que sea. Pero lo han hecho. Dadlo por seguro.

Verla sometida por él, y disfrutando de cosas que yo imaginaba solo en sueños eróticos me abrió la mente. Así que aceleré en mis peticiones esos días. La primera, ir a un club a verla follar con varios tíos. Me dijo que de momento iríamos poco a poco, que iríamos a un club (dice que sólo había ido una vez con una antigua pareja follamigo de su época de soltera, pero no me creo nada) y ya veríamos. Quedamos en que por privacidad lo haríamos fuera de Málaga, y organizamos un fin de semana en Madrid.

Lo normal, AVE, hotel, museos, con la salvedad de que la noche del sábado, en lugar de cena y follada rutinaria en el hotel, iríamos a un club. Y así hicimos. Noche de viernes estándar de cena, hotel, sexo (estándar y rutinario animado por la experiencia del día siguiente), y a descansar. El sábado visita a Madrid (museos, paseos, restaurante) y a arreglarnos para la noche.

No entraré en detalles pero iba arreglada sexy pero normal. La típica MILF que desearías follarte y ves en cualquier restaurante de cualquier zona de España un sábado noche. Minifalda sin exageración, escote sin exageración, quizás un poco pasado en el maquillaje y un conjunto de ropa interior más de putón que de señora de mediana edad. Después de cenar, nerviosos por la experiencia, camino al club. Taxi (vergüenza de darle la dirección sabiendo que él conoce el club, seguro) y al lío. Entramos, nos preguntan si es la primera vez (el acento andaluz te delata) y ligero tour y explicaciones.

Entramos a lo que yo describiría como un pub normal (un poco recargado) y unas 8/10 parejas charlando, solas o en grupos de 4/6 personas. Copa, un rato de ojear el ambiente y mucho nervio. Desde la entrada, cruce de miradas con casi todos los grupos y parejas y comentarios entre C. y yo. Algunas nos gustan, otras menos, otras nada de nada. Lo que es la vida, vamos. Al rato una de las parejas que nos gustan solo a medias se acerca. Se presentan, nos dicen que vienen a menudo y comenzamos a charlar. La verdad es que son agradables (o tienen mucha experiencia) y nos hacen sentir cómodos. Él, cuarentón largo, con algo de sobrepeso pero poco, muy bien vestido. Con estilo. Ella, delgada, buenas tetas (apostaría a que operadas) resultona, guapetona y con un traje ajustado, un poco demasiado "putón", pero efectivo para el lugar. Estamos hablando un buen rato y sin darnos en cuenta, en menos de diez minutos, ella está a mi lado y él al lado de C. en conversación animada, rozándonos brazos, riendo, acercando boca a oreja para algún detalle en concreto (la música un pelín alta), y el ambiente bastante cordial y suelto. Hablamos de los hijos, de la tele, del trabajo y -como no- de sexo, lo que caldea el ambiente rápidamente. Poco a poco la cercanía cada vez es más evidente y llega un momento en que él le pone el brazo alrededor de la cintura a C. y se pone a hablarle a centímetros de la boca. Ella no se muestra nada incómoda, y yo me acerco cada vez a ella, le pongo el brazo en la cintura -casi en el culo- y empiezo a acariciar su espalda, cintura y parte alta del culo. Ella me sigue el juego, me rodea la cintura con su brazo y se pega a mi lo suficiente para notar mi erección. Hablamos a centímetros de rozarnos la cara y cuando miro a C. me quedo de piedra. le está comiendo la boca al tipo. Sin pudor, sin recato, con pasión. Puedo ver sus lenguas (están a menos de medio metro) entrelazándose, húmedas y enroscadas y como él le tiene puesta una mano en el culo, apretando, y la otra por delante, muy cerca de su pecho, a centímetros de rozarle el pezón. Me pone a mil escuchar a C. gemir de manera suave.

En ese momento me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. De que me voy seguramente a follar a la señora que me está rozando con su muslo la polla, pero que el tipo que le está comiendo la boca a mi mujer, seguramente, se la va a follar en unos minutos delante de mi y de su mujer. Antes de entrar C. y yo habíamos hablado de la que la idea era mirar, ponernos cachondos y seguramente acabar follando delante de gente, lo que a mi me parecía ya bastante avance. Pero la situación nos ha llevado donde estamos, sin darnos cuenta. Me pongo tan cachondo que sin pedir permiso -fatal, lo sé- me tiro a comerle la boca a ella, que por suerte, me responde con una pasión un poco fuera de lo común. Me come la boca, gime, y se me pega acariciando ya sin pudor mi polla con su mano . Por momentos pienso que me va a follar allí. Pierdo un poco la noción del tiempo y cuando al cabo de unos minutos miro a C. siguen morreándose, ya ella rozándole con la pierna (y por momentos con la mano) la polla, arriba y abajo, casi pajéandolo, y él le ha bajado un poco el vestido y le está acariciando los pezones a mi mujer, que los tiene tiesos y duros como el acero.

Nos miramos C. y yo y de repente, no sé si vergüenza, pudor, o qué, parece que nos da un poco de bajón. Le pregunto en voz alta, "cómo estás" y ella me responde "bien, bien..." aunque se le nota que -como yo- estamos desubicados, raros, excitados pero fuera de nuestra zona de confort. Pero la otra pareja se le nota la experiencia y nos dice "chicos, vamos a pedir una copa y nos vamos a seguir charlando a otro sitio más discreto". Dicho y hecho, pedimos otra copa (una clavada por cierto) y nos dejamos guiar. Unas escaleras, otra zona donde la música se escucha mucho, pero mucho menos, y buscamos (buscan ellos) una sala más privada. No hay tantas y todas están todas ocupadas por gente en pleno acto sexual. Curiosamente es un poco raro, casi bajón, porque nos choca un poco, no estamos acostumbrados. Pero al final entramos a una sala con luz tenue en la que hay un par de sofás, una cama y una mesa. En la cama una pareja follando (creo que bastante maduros), pero en plan tranquilo, despacio. Yo diría que no follan, hacen el amor. Entramos, ni nos miran, y nos sentamos en los sofás, unos enfrente de otros, y en un par de minutos cada pareja (cambiados, obviamente) está a lo suyo. La cosa se acelera, y yo la verdad, estoy casi más pendiente de lo que hace C. que de lo que hago yo. Él le ha bajado la parte de arriba del vestido y le come las tetas mientras ella le ha sacado la polla y lo pajea despacio. La mujer del amigo me come la polla despacio, y me da tiempo a recrearme en lo que veo. Él va bajando poco a poco hasta ponerse de rodillas en el suelo, le sube (muy muy despacio y basando cada centímetro lo que me parece tremendamente sensual) la falda, hasta dejar a la vista el tanga (negro) y mete la cabeza entre sus piernas. Lástima que según mi posición no puedo verlo, pero por los gestos, la cara y el gemido de mi mujer, puedo "sentir" el momento exacto en que empieza a comerle el coño. Ella le coge la cabeza con sus manos y empieza a meter los dedos entre su pelo mientras el parece que le está dando una comida de coño bastante buena, por cómo mi mujer levanta rítmicamente el pubis y se muerde los labios diciendo "sí, joder, así, así", mientras me mira a los ojos, con una media sonrisas. Una cosa que me llama la atención es que ni por un momento mira a cómo la otra tipa me come la polla o los huevos. Sólo me mira a los ojos.

Seguimos así un rato, no sé cuanto, la verdad, y en un momento dado, casi sincronizados, el tipo se levanta para bajarse los pantalones y su mujer se levante y me dice "te toca". Se sienta en el sofá, se baja el pantalón ajustado que llevaba tirando además de las bragas, y se abre de piernas para que le coma el coño. Mientras me doy la vuelta y me pongo de rodillas a comer coño veo de refilón como C. empieza a comerle la polla al tipo, como ella sabe, y él empieza a resoplar diciendo "qué bien la comes, coño, qué bien la comes". La verdad que ahí pierdo un poco la noción del tiempo (me gusta demasiado comer coño) pero recuerdo escuchar gemidos mezclados, los míos, los de la pareja, él y ella, los de mi mujer, y los de la pareja de la cama.

En un momento dado me doy cuenta de que los gemidos de mi mujer son más fuertes y me doy la vuelta, y veo a él sentado y ella cabalgándolo sin piedad. No sé cómo pero no me he dado cuenta de que se han puesto a follar (él se ha puesto condón, que no sé de dónde ha sacado). Ella bota y ahora sí estoy a menos de 1 metro de ver cómo la polla del tipo (normal, nada del otro mundo) entra y sale del coño de mi mujer, chorreando, mientras ella susurra "sí, sí, sí". Me dan ganas de sentarme a mirar pero la mujer del tipo me reclama, y me dice "te pone cachondo ver cómo X se folla a tu putita (no es demasiado fina, no), eh", mientras se agacha a coger de su pantalón un condón (tienen experiencia, sin duda). Lo abre y me lo pone, con bastante pericia, y me dice "fóllame" mientras se abre de piernas y con los dedos abre su coño. No me lo pienso, me echo sobre ella y empiezo a bombear como un poseso. Ahí pierdo un poco la noción y sólo recuerdo cuando al rato oigo a mi mujer decir "me corroooooo" y vuelvo la cabeza y la veo tumbada en el sofá, con él encima empotrándola duro. Ella tiene las manos en el culo de él acompañando sus movimientos de pelvis, empujando fuerte contra su cuerpo como si quisiera que se la clavara más adentro, y él dice en un momento "me corro también, me corro también" y ambos se corren casi a la par. Es demasiado para mi y noto como me corro yo también, me giro, miro a la mujer del tipo y la veo sonriendo. No sé si se ha corrido o no pero parece estar satisfecha.

Más tarde o mañana termino con esta experiencia.
 
Última edición:
Como os dije, os haré un relato detallado (según lo que me de la memoria) de lo que hemos vivido estos meses. Me ceñiré a los hechos puros y duros e intentaré no dar muchas vueltas, aunque daré todos los detalles que recuerde (mi memoria para estas cosas es bastante buena). Las sensaciones son muy complicadas de transmitir, pero lo intentaré.

Tras la última experiencia con F. hablamos mi mujer y yo y llegamos al acuerdo que se habían acabado los encuentros con él. El último (que yo sepa) fue de sumisión total de ella, de entrega, y me dejó tocado unos días, a pesar de hablar con ella esa noche. Ese último encuentro me descubrió a la mujer que había sido durante los años que había estado sola, sin complejos, y abierta por completo a cualquier experiencia sexual. Hemos hablado mucho de las experiencias que tuvo, y a pesar de que yo intuía mucho, me quedé corto. Muy muy corto. Aviso a navegantes: vuestras mujeres son más abiertas y han hecho mínimo el triple de lo que os reconocen. Por pudor o por lo que sea. Pero lo han hecho. Dadlo por seguro.

Verla sometida por él, y disfrutando de cosas que yo imaginaba solo en sueños eróticos me abrió la mente. Así que aceleré en mis peticiones esos días. La primera, ir a un club a verla follar con varios tíos. Me dijo que de momento iríamos poco a poco, que iríamos a un club (dice que sólo había ido una vez con una antigua pareja follamigo de su época de soltera, pero no me creo nada) y ya veríamos. Quedamos en que por privacidad lo haríamos fuera de Málaga, y organizamos un fin de semana en Madrid.

Lo normal, AVE, hotel, museos, con la salvedad de que la noche del sábado, en lugar de cena y follada rutinaria en el hotel, iríamos a un club. Y así hicimos. Noche de viernes estándar de cena, hotel, sexo (estándar y rutinario animado por la experiencia del día siguiente), y a descansar. El sábado visita a Madrid (museos, paseos, restaurante) y a arreglarnos para la noche.

No entraré en detalles pero iba arreglada sexy pero normal. La típica MILF que desearías follarte y ves en cualquier restaurante de cualquier zona de España un sábado noche. Minifalda sin exageración, escote sin exageración, quizás un poco pasado en el maquillaje y un conjunto de ropa interior más de putón que de señora de mediana edad. Después de cenar, nerviosos por la experiencia, camino al club. Taxi (vergüenza de darle la dirección sabiendo que él conoce el club, seguro) y al lío. Entramos, nos preguntan si es la primera vez (el acento andaluz te delata) y ligero tour y explicaciones.

Entramos a lo que yo describiría como un pub normal (un poco recargado) y unas 8/10 parejas charlando, solas o en grupos de 4/6 personas. Copa, un rato de ojear el ambiente y mucho nervio. Desde la entrada, cruce de miradas con casi todos los grupos y parejas y comentarios entre C. y yo. Algunas nos gustan, otras menos, otras nada de nada. Lo que es la vida, vamos. Al rato una de las parejas que nos gustan solo a medias se acerca. Se presentan, nos dicen que vienen a menudo y comenzamos a charlar. La verdad es que son agradables (o tienen mucha experiencia) y nos hacen sentir cómodos. Él, cuarentón largo, con algo de sobrepeso pero poco, muy bien vestido. Con estilo. Ella, delgada, buenas tetas (apostaría a que operadas) resultona, guapetona y con un traje ajustado, un poco demasiado "putón", pero efectivo para el lugar. Estamos hablando un buen rato y sin darnos en cuenta, en menos de diez minutos, ella está a mi lado y él al lado de C. en conversación animada, rozándonos brazos, riendo, acercando boca a oreja para algún detalle en concreto (la música un pelín alta), y el ambiente bastante cordial y suelto. Hablamos de los hijos, de la tele, del trabajo y -como no- de sexo, lo que caldea el ambiente rápidamente. Poco a poco la cercanía cada vez es más evidente y llega un momento en que él le pone el brazo alrededor de la cintura a C. y se pone a hablarle a centímetros de la boca. Ella no se muestra nada incómoda, y yo me acerco cada vez a ella, le pongo el brazo en la cintura -casi en el culo- y empiezo a acariciar su espalda, cintura y parte alta del culo. Ella me sigue el juego, me rodea la cintura con su brazo y se pega a mi lo suficiente para notar mi erección. Hablamos a centímetros de rozarnos la cara y cuando miro a C. me quedo de piedra. le está comiendo la boca al tipo. Sin pudor, sin recato, con pasión. Puedo ver sus lenguas (están a menos de medio metro) entrelazándose, húmedas y enroscadas y como él le tiene puesta una mano en el culo, apretando, y la otra por delante, muy cerca de su pecho, a centímetros de rozarle el pezón. Me pone a mil escuchar a C. gemir de manera suave.

En ese momento me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. De que me voy seguramente a follar a la señora que me está rozando con su muslo la polla, pero que el tipo que le está comiendo la boca a mi mujer, seguramente, se la va a follar en unos minutos delante de mi y de su mujer. Antes de entrar C. y yo habíamos hablado de la que la idea era mirar, ponernos cachondos y seguramente acabar follando delante de gente, lo que a mi me parecía ya bastante avance. Pero la situación nos ha llevado donde estamos, sin darnos cuenta. Me pongo tan cachondo que sin pedir permiso -fatal, lo sé- me tiro a comerle la boca a ella, que por suerte, me responde con una pasión un poco fuera de lo común. Me come la boca, gime, y se me pega acariciando ya sin pudor mi polla con su mano . Por momentos pienso que me va a follar allí. Pierdo un poco la noción del tiempo y cuando al cabo de unos minutos miro a C. siguen morreándose, ya ella rozándole con la pierna (y por momentos con la mano) la polla, arriba y abajo, casi pajéandolo, y él le ha bajado un poco el vestido y le está acariciando los pezones a mi mujer, que los tiene tiesos y duros como el acero.

Nos miramos C. y yo y de repente, no sé si vergüenza, pudor, o qué, parece que nos da un poco de bajón. Le pregunto en voz alta, "cómo estás" y ella me responde "bien, bien..." aunque se le nota que -como yo- estamos desubicados, raros, excitados pero fuera de nuestra zona de confort. Pero la otra pareja se le nota la experiencia y nos dice "chicos, vamos a pedir una copa y nos vamos a seguir charlando a otro sitio más discreto". Dicho y hecho, pedimos otra copa (una clavada por cierto) y nos dejamos guiar. Unas escaleras, otra zona donde la música se escucha mucho, pero mucho menos, y buscamos (buscan ellos) una sala más privada. No hay tantas y todas están todas ocupadas por gente en pleno acto sexual. Curiosamente es un poco raro, casi bajón, porque nos choca un poco, no estamos acostumbrados. Pero al final entramos a una sala con luz tenue en la que hay un par de sofás, una cama y una mesa. En la cama una pareja follando (creo que bastante maduros), pero en plan tranquilo, despacio. Yo diría que no follan, hacen el amor. Entramos, ni nos miran, y nos sentamos en los sofás, unos enfrente de otros, y en un par de minutos cada pareja (cambiados, obviamente) está a lo suyo. La cosa se acelera, y yo la verdad, estoy casi más pendiente de lo que hace C. que de lo que hago yo. Él le ha bajado la parte de arriba del vestido y le come las tetas mientras ella le ha sacado la polla y lo pajea despacio. La mujer del amigo me come la polla despacio, y me da tiempo a recrearme en lo que veo. Él va bajando poco a poco hasta ponerse de rodillas en el suelo, le sube (muy muy despacio y basando cada centímetro lo que me parece tremendamente sensual) la falda, hasta dejar a la vista el tanga (negro) y mete la cabeza entre sus piernas. Lástima que según mi posición no puedo verlo, pero por los gestos, la cara y el gemido de mi mujer, puedo "sentir" el momento exacto en que empieza a comerle el coño. Ella le coge la cabeza con sus manos y empieza a meter los dedos entre su pelo mientras el parece que le está dando una comida de coño bastante buena, por cómo mi mujer levanta rítmicamente el pubis y se muerde los labios diciendo "sí, joder, así, así", mientras me mira a los ojos, con una media sonrisas. Una cosa que me llama la atención es que ni por un momento mira a cómo la otra tipa me come la polla o los huevos. Sólo me mira a los ojos.

Seguimos así un rato, no sé cuanto, la verdad, y en un momento dado, casi sincronizados, el tipo se levanta para bajarse los pantalones y su mujer se levante y me dice "te toca". Se sienta en el sofá, se baja el pantalón ajustado que llevaba tirando además de las bragas, y se abre de piernas para que le coma el coño. Mientras me doy la vuelta y me pongo de rodillas a comer coño veo de refilón como C. empieza a comerle la polla al tipo, como ella sabe, y él empieza a resoplar diciendo "qué bien la comes, coño, qué bien la comes". La verdad que ahí pierdo un poco la noción del tiempo (me gusta demasiado comer coño) pero recuerdo escuchar gemidos mezclados, los míos, los de la pareja, él y ella, los de mi mujer, y los de la pareja de la cama.

En un momento dado me doy cuenta de que los gemidos de mi mujer son más fuertes y me doy la vuelta, y veo a él sentado y ella cabalgándolo sin piedad. No sé cómo pero no me he dado cuenta de que se han puesto a follar (él se ha puesto condón, que no sé de dónde ha sacado). Ella bota y ahora sí estoy a menos de 1 metro de ver cómo la polla del tipo (normal, nada del otro mundo) entra y sale del coño de mi mujer, chorreando, mientras ella susurra "sí, sí, sí". Me dan ganas de sentarme a mirar pero la mujer del tipo me reclama, y me dice "te pone cachondo ver cómo X se folla a tu putita (no es demasiado fina, no), eh", mientras se agacha a coger de su pantalón un condón (tienen experiencia, sin duda). Lo abre y me lo pone, con bastante pericia, y me dice "fóllame" mientras se abre de piernas y con los dedos abre su coño. No me lo pienso, me echo sobre ella y empiezo a bombear como un poseso. Ahí pierdo un poco la noción y sólo recuerdo cuando al rato oigo a mi mujer decir "me corroooooo" y vuelvo la cabeza y la veo tumbada en el sofá, con él encima empotrándola duro. Ella tiene las manos en el culo de él acompañando sus movimientos de pelvis, empujando fuerte contra su cuerpo como si quisiera que se la clavara más adentro, y él dice en un momento "me corro también, me corro también" y ambos se corren casi a la par. Es demasiado para mi y noto como me corro yo también, me giro, miro a la mujer del tipo y la veo sonriendo. No sé si se ha corrido o no pero parece estar satisfecha.

Más tarde o mañana termino con esta experiencia.
Uffff, espectacular
 
Algunos me habéis comentado o preguntado cosas. Como creo que la respuesta puede interesar, os detallo:

1. Estoy bien, con matices. Hay cosas que aún no controlo (sus posibles citas con F.), los sentimientos que se me cruzan a veces en plena acción... pero en general, bien. Estoy disfrutando y, al fin y al cabo, es lo que buscaba.
2. Alguno me insinúa que me invento o exagero. Nada más lejos. Si leéis con detalle lo que describo, no hay nada que todos no hayamos hecho o no hagamos todas las semanas (o todos los días los afortunados). Por mi trabajo, he de escribir con detalle, y por suerte tengo buena memoria para algunas cosas y evidentemente esto que estoy viviendo se está grabando a fuego en mi cabeza.

La verdad es que nunca, jamás, pensé que llegaría a esta situación. Pero como he leído en algún post, hay un momento en la cabeza de ellas que hace clic, y de repente todo lo que era imposible durante años, se convierte en posible en semanas. Es algo a lo que llevo dando vueltas meses.

Mi sensación es que ellas casi siempre quieren o desean estas cosas que le proponemos, pero por pudor o por una falsa sensación de moralidad, se niegan. Pero cuando, por el motivo que sea, su cabeza cambia, no hay vuelta atrás, y seguramente descubras en tu mujer cosas que no sabías que existían. Al menos eso me está pasando a mi.
 
Algunos me habéis comentado o preguntado cosas. Como creo que la respuesta puede interesar, os detallo:

1. Estoy bien, con matices. Hay cosas que aún no controlo (sus posibles citas con F.), los sentimientos que se me cruzan a veces en plena acción... pero en general, bien. Estoy disfrutando y, al fin y al cabo, es lo que buscaba.
2. Alguno me insinúa que me invento o exagero. Nada más lejos. Si leéis con detalle lo que describo, no hay nada que todos no hayamos hecho o no hagamos todas las semanas (o todos los días los afortunados). Por mi trabajo, he de escribir con detalle, y por suerte tengo buena memoria para algunas cosas y evidentemente esto que estoy viviendo se está grabando a fuego en mi cabeza.

La verdad es que nunca, jamás, pensé que llegaría a esta situación. Pero como he leído en algún post, hay un momento en la cabeza de ellas que hace clic, y de repente todo lo que era imposible durante años, se convierte en posible en semanas. Es algo a lo que llevo dando vueltas meses.

Mi sensación es que ellas casi siempre quieren o desean estas cosas que le proponemos, pero por pudor o por una falsa sensación de moralidad, se niegan. Pero cuando, por el motivo que sea, su cabeza cambia, no hay vuelta atrás, y seguramente descubras en tu mujer cosas que no sabías que existían. Al menos eso me está pasando a mi.
Tal cual lo describes.
Además hay algo fundamental, su educación y para lo que las han preparado y sus prejuicios. Sobre todo en las mayores de 40-45.
Y cuesta el educarlas de otra manera.
 
Segu
Algunos me habéis comentado o preguntado cosas. Como creo que la respuesta puede interesar, os detallo:

1. Estoy bien, con matices. Hay cosas que aún no controlo (sus posibles citas con F.), los sentimientos que se me cruzan a veces en plena acción... pero en general, bien. Estoy disfrutando y, al fin y al cabo, es lo que buscaba.
2. Alguno me insinúa que me invento o exagero. Nada más lejos. Si leéis con detalle lo que describo, no hay nada que todos no hayamos hecho o no hagamos todas las semanas (o todos los días los afortunados). Por mi trabajo, he de escribir con detalle, y por suerte tengo buena memoria para algunas cosas y evidentemente esto que estoy viviendo se está grabando a fuego en mi cabeza.

La verdad es que nunca, jamás, pensé que llegaría a esta situación. Pero como he leído en algún post, hay un momento en la cabeza de ellas que hace clic, y de repente todo lo que era imposible durante años, se convierte en posible en semanas. Es algo a lo que llevo dando vueltas meses.

Mi sensación es que ellas casi siempre quieren o desean estas cosas que le proponemos, pero por pudor o por una falsa sensación de moralidad, se niegan. Pero cuando, por el motivo que sea, su cabeza cambia, no hay vuelta atrás, y seguramente descubras en tu mujer cosas que no sabías que existían. Al menos eso me está pasando a mi.
Según mi experiencia personal y la de algún conocido, estas situaciones tienen tres finales más frecuentes.
1, Se mantiene la complicidad, los dos participan y juegan y dura hasta que decidan.
2, se pierde esa complicidad ella va por libre y la situación se termina deteriorando con un final más o menos malo.
3, ella vuelve ha hacer click y tal como empezó se terminó y ya no quiere saber nada, si ese segundo click ocurre mientras hay complicidad ,la pareja sigue normal y en armonía, si es después de perder la complicidad, la pareja ya no vuelve a ser como antes aunque estén juntos.
Evidentemente hay miles de casos distintos, peeero
 
Como siempre excelente narración. Como nunca he vivido una situación similar consulto a quienes tengan experiencia. Qué de la mujer del otro?Si uno está pendiente de su propia mujer.La otra puede evitar sentirse como simplemente de relleno? Me refiero a estas relaciones circunstánciales no a aquellas en que ambas parejas se desean por igual por supuesto. Se me ocurre una situación dura para esa cuarta persona.
 
Como os dije, os haré un relato detallado (según lo que me de la memoria) de lo que hemos vivido estos meses. Me ceñiré a los hechos puros y duros e intentaré no dar muchas vueltas, aunque daré todos los detalles que recuerde (mi memoria para estas cosas es bastante buena). Las sensaciones son muy complicadas de transmitir, pero lo intentaré.

Tras la última experiencia con F. hablamos mi mujer y yo y llegamos al acuerdo que se habían acabado los encuentros con él. El último (que yo sepa) fue de sumisión total de ella, de entrega, y me dejó tocado unos días, a pesar de hablar con ella esa noche. Ese último encuentro me descubrió a la mujer que había sido durante los años que había estado sola, sin complejos, y abierta por completo a cualquier experiencia sexual. Hemos hablado mucho de las experiencias que tuvo, y a pesar de que yo intuía mucho, me quedé corto. Muy muy corto. Aviso a navegantes: vuestras mujeres son más abiertas y han hecho mínimo el triple de lo que os reconocen. Por pudor o por lo que sea. Pero lo han hecho. Dadlo por seguro.

Verla sometida por él, y disfrutando de cosas que yo imaginaba solo en sueños eróticos me abrió la mente. Así que aceleré en mis peticiones esos días. La primera, ir a un club a verla follar con varios tíos. Me dijo que de momento iríamos poco a poco, que iríamos a un club (dice que sólo había ido una vez con una antigua pareja follamigo de su época de soltera, pero no me creo nada) y ya veríamos. Quedamos en que por privacidad lo haríamos fuera de Málaga, y organizamos un fin de semana en Madrid.

Lo normal, AVE, hotel, museos, con la salvedad de que la noche del sábado, en lugar de cena y follada rutinaria en el hotel, iríamos a un club. Y así hicimos. Noche de viernes estándar de cena, hotel, sexo (estándar y rutinario animado por la experiencia del día siguiente), y a descansar. El sábado visita a Madrid (museos, paseos, restaurante) y a arreglarnos para la noche.

No entraré en detalles pero iba arreglada sexy pero normal. La típica MILF que desearías follarte y ves en cualquier restaurante de cualquier zona de España un sábado noche. Minifalda sin exageración, escote sin exageración, quizás un poco pasado en el maquillaje y un conjunto de ropa interior más de putón que de señora de mediana edad. Después de cenar, nerviosos por la experiencia, camino al club. Taxi (vergüenza de darle la dirección sabiendo que él conoce el club, seguro) y al lío. Entramos, nos preguntan si es la primera vez (el acento andaluz te delata) y ligero tour y explicaciones.

Entramos a lo que yo describiría como un pub normal (un poco recargado) y unas 8/10 parejas charlando, solas o en grupos de 4/6 personas. Copa, un rato de ojear el ambiente y mucho nervio. Desde la entrada, cruce de miradas con casi todos los grupos y parejas y comentarios entre C. y yo. Algunas nos gustan, otras menos, otras nada de nada. Lo que es la vida, vamos. Al rato una de las parejas que nos gustan solo a medias se acerca. Se presentan, nos dicen que vienen a menudo y comenzamos a charlar. La verdad es que son agradables (o tienen mucha experiencia) y nos hacen sentir cómodos. Él, cuarentón largo, con algo de sobrepeso pero poco, muy bien vestido. Con estilo. Ella, delgada, buenas tetas (apostaría a que operadas) resultona, guapetona y con un traje ajustado, un poco demasiado "putón", pero efectivo para el lugar. Estamos hablando un buen rato y sin darnos en cuenta, en menos de diez minutos, ella está a mi lado y él al lado de C. en conversación animada, rozándonos brazos, riendo, acercando boca a oreja para algún detalle en concreto (la música un pelín alta), y el ambiente bastante cordial y suelto. Hablamos de los hijos, de la tele, del trabajo y -como no- de sexo, lo que caldea el ambiente rápidamente. Poco a poco la cercanía cada vez es más evidente y llega un momento en que él le pone el brazo alrededor de la cintura a C. y se pone a hablarle a centímetros de la boca. Ella no se muestra nada incómoda, y yo me acerco cada vez a ella, le pongo el brazo en la cintura -casi en el culo- y empiezo a acariciar su espalda, cintura y parte alta del culo. Ella me sigue el juego, me rodea la cintura con su brazo y se pega a mi lo suficiente para notar mi erección. Hablamos a centímetros de rozarnos la cara y cuando miro a C. me quedo de piedra. le está comiendo la boca al tipo. Sin pudor, sin recato, con pasión. Puedo ver sus lenguas (están a menos de medio metro) entrelazándose, húmedas y enroscadas y como él le tiene puesta una mano en el culo, apretando, y la otra por delante, muy cerca de su pecho, a centímetros de rozarle el pezón. Me pone a mil escuchar a C. gemir de manera suave.

En ese momento me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. De que me voy seguramente a follar a la señora que me está rozando con su muslo la polla, pero que el tipo que le está comiendo la boca a mi mujer, seguramente, se la va a follar en unos minutos delante de mi y de su mujer. Antes de entrar C. y yo habíamos hablado de la que la idea era mirar, ponernos cachondos y seguramente acabar follando delante de gente, lo que a mi me parecía ya bastante avance. Pero la situación nos ha llevado donde estamos, sin darnos cuenta. Me pongo tan cachondo que sin pedir permiso -fatal, lo sé- me tiro a comerle la boca a ella, que por suerte, me responde con una pasión un poco fuera de lo común. Me come la boca, gime, y se me pega acariciando ya sin pudor mi polla con su mano . Por momentos pienso que me va a follar allí. Pierdo un poco la noción del tiempo y cuando al cabo de unos minutos miro a C. siguen morreándose, ya ella rozándole con la pierna (y por momentos con la mano) la polla, arriba y abajo, casi pajéandolo, y él le ha bajado un poco el vestido y le está acariciando los pezones a mi mujer, que los tiene tiesos y duros como el acero.

Nos miramos C. y yo y de repente, no sé si vergüenza, pudor, o qué, parece que nos da un poco de bajón. Le pregunto en voz alta, "cómo estás" y ella me responde "bien, bien..." aunque se le nota que -como yo- estamos desubicados, raros, excitados pero fuera de nuestra zona de confort. Pero la otra pareja se le nota la experiencia y nos dice "chicos, vamos a pedir una copa y nos vamos a seguir charlando a otro sitio más discreto". Dicho y hecho, pedimos otra copa (una clavada por cierto) y nos dejamos guiar. Unas escaleras, otra zona donde la música se escucha mucho, pero mucho menos, y buscamos (buscan ellos) una sala más privada. No hay tantas y todas están todas ocupadas por gente en pleno acto sexual. Curiosamente es un poco raro, casi bajón, porque nos choca un poco, no estamos acostumbrados. Pero al final entramos a una sala con luz tenue en la que hay un par de sofás, una cama y una mesa. En la cama una pareja follando (creo que bastante maduros), pero en plan tranquilo, despacio. Yo diría que no follan, hacen el amor. Entramos, ni nos miran, y nos sentamos en los sofás, unos enfrente de otros, y en un par de minutos cada pareja (cambiados, obviamente) está a lo suyo. La cosa se acelera, y yo la verdad, estoy casi más pendiente de lo que hace C. que de lo que hago yo. Él le ha bajado la parte de arriba del vestido y le come las tetas mientras ella le ha sacado la polla y lo pajea despacio. La mujer del amigo me come la polla despacio, y me da tiempo a recrearme en lo que veo. Él va bajando poco a poco hasta ponerse de rodillas en el suelo, le sube (muy muy despacio y basando cada centímetro lo que me parece tremendamente sensual) la falda, hasta dejar a la vista el tanga (negro) y mete la cabeza entre sus piernas. Lástima que según mi posición no puedo verlo, pero por los gestos, la cara y el gemido de mi mujer, puedo "sentir" el momento exacto en que empieza a comerle el coño. Ella le coge la cabeza con sus manos y empieza a meter los dedos entre su pelo mientras el parece que le está dando una comida de coño bastante buena, por cómo mi mujer levanta rítmicamente el pubis y se muerde los labios diciendo "sí, joder, así, así", mientras me mira a los ojos, con una media sonrisas. Una cosa que me llama la atención es que ni por un momento mira a cómo la otra tipa me come la polla o los huevos. Sólo me mira a los ojos.

Seguimos así un rato, no sé cuanto, la verdad, y en un momento dado, casi sincronizados, el tipo se levanta para bajarse los pantalones y su mujer se levante y me dice "te toca". Se sienta en el sofá, se baja el pantalón ajustado que llevaba tirando además de las bragas, y se abre de piernas para que le coma el coño. Mientras me doy la vuelta y me pongo de rodillas a comer coño veo de refilón como C. empieza a comerle la polla al tipo, como ella sabe, y él empieza a resoplar diciendo "qué bien la comes, coño, qué bien la comes". La verdad que ahí pierdo un poco la noción del tiempo (me gusta demasiado comer coño) pero recuerdo escuchar gemidos mezclados, los míos, los de la pareja, él y ella, los de mi mujer, y los de la pareja de la cama.

En un momento dado me doy cuenta de que los gemidos de mi mujer son más fuertes y me doy la vuelta, y veo a él sentado y ella cabalgándolo sin piedad. No sé cómo pero no me he dado cuenta de que se han puesto a follar (él se ha puesto condón, que no sé de dónde ha sacado). Ella bota y ahora sí estoy a menos de 1 metro de ver cómo la polla del tipo (normal, nada del otro mundo) entra y sale del coño de mi mujer, chorreando, mientras ella susurra "sí, sí, sí". Me dan ganas de sentarme a mirar pero la mujer del tipo me reclama, y me dice "te pone cachondo ver cómo X se folla a tu putita (no es demasiado fina, no), eh", mientras se agacha a coger de su pantalón un condón (tienen experiencia, sin duda). Lo abre y me lo pone, con bastante pericia, y me dice "fóllame" mientras se abre de piernas y con los dedos abre su coño. No me lo pienso, me echo sobre ella y empiezo a bombear como un poseso. Ahí pierdo un poco la noción y sólo recuerdo cuando al rato oigo a mi mujer decir "me corroooooo" y vuelvo la cabeza y la veo tumbada en el sofá, con él encima empotrándola duro. Ella tiene las manos en el culo de él acompañando sus movimientos de pelvis, empujando fuerte contra su cuerpo como si quisiera que se la clavara más adentro, y él dice en un momento "me corro también, me corro también" y ambos se corren casi a la par. Es demasiado para mi y noto como me corro yo también, me giro, miro a la mujer del tipo y la veo sonriendo. No sé si se ha corrido o no pero parece estar satisfecha.

Más tarde o mañana termino con esta experiencia.
Aun no terminaste contar la experiencia 😜
 
Aun no terminaste contar la experiencia 😜
En estas semanas hemos ampliado un poco las experiencias vividas. Termino de contar nuestra primera experiencia en el club en Madrid y si me da tiempo cuanto alguna de las dos nuevas.

Una vez nos hubimos corrido las dos parejas (la mujer del otro tío me dijo que se había corrido al ver a su marido vaciarse en C. vino un momento mitad divertido mitad inesperado para mi, y del que nunca se habla: ¿qué haces con los condones usados? Yo estaba un poco en trance todavía y al levantarme me quité el condón y no sabía qué hacer con él. Lo raro vino cuando me di la vuelta y C. se lo quitó al otro tipo y me lo dio a mi con una sonrisa en la boca. Sensación extraña coger un plástico que se está enfriando, chorreando de los jugos de tu mujer y goteando semen de otro tío. No me dio asco, simplemente fue chocante. La chica me dijo "dámelos que los tire a la papelera", los cogió de mi mano con naturalidad y fue a tirarlos a una papelera que había en un rincón, que yo no había visto. La otra pareja que estaba en la cama seguían follando a lo suyo, despacio. C. y yo estábamos un poco desubicados y dijimos de ir a darnos una ducha, le dimos unos besos a la pareja y nos fuimos a asearnos un poco. Por el camino le pregunté "qué tal" y me dijo "un buen polvo, nada más, tú qué tal". Yo le dije que había sentido más morbo viéndola a ella que follando con la otra. Le dije si nos íbamos y me dijo que de acuerdo. Llegamos a los vestuarios, nos dimos una ducha rápida, y cuando íbamos a vestirnos, entró la otra pareja con un chico y una chica jóvenes, de menos de 30 seguro, normales, atractivos a secas. Él con un poquito de barriguita pero fortachón, ella con unas tetas enormes. Nos los presentaron (parece que se habían visto varias veces allí) y el tipo le dijo a los chicos "no os perdáis a los nuevos cincuentones, jejejeje".

El chaval se comía con los ojos a C. y no tardó ni 2 minutos en estar totalmente empalmado, con una herramienta considerable, le calculo que mínimo 19 centímetros, gorda y descapullada. Yo de momento me mantenía a media asta, con la toalla en la mano y dudando si decir de irnos o quedarnos e intentar algo con los nuevos chicos. Mi morbo había quedado de momento satisfecho y no quería pasarme de rosca. La otra pareja dijo que se marchaba y se metieron en la ducha, y los nuevos chicos nos dijeron de dar una vuelta y conocernos. Mi mujer se puso la toalla alrededor del cuerpo y dijo "venga, un rato nada más" y fue hacia la puerta haciéndome un gesto. Salimos al pasillo, los otros chicos detrás, y C. me dijo al oido "no querías una putita, pues vas a tener una putita", casi lo mismo que me dijo en su última quedada con F. Ahí estuve a punto de decir de irnos, porque sentí que no tenía para nada el control. Pero a los hombres, o a mi al menos, nos manda la polla y no el cerebro, así que me callé y seguí andando.

Volvimos a la misma habitación de antes, donde ya no estaba la otra pareja en la cama grande. En los sofás había dos tipos maduros con una señora de al menos 60 años, en plena faena. No llegué a fijarme demasiado, primero porque la luz era tenue y segundo porque un momento después vi como mi mujer se acercaba al chaval y comenzaba a comerle la boca. La chavala me dijo "tu jefa no pierde el tiempo" mientras me metía mano a la polla. Ella, por lo que se ve, tampoco. Cosas de la edad, supongo. Esta vez no estaba yo dispuesto a perderme el espectáculo de ver cómo se follaban a mi mujer y además, me había corrido hacia menos de 15 o 20 minutos y todavía estaba en pleno proceso de recalentamiento. Me tumbé en la cama con la espalda apoyada en la pared (con una almohada) y dejé que la chica se tumbase y empezase a comerme la polla, la verdad que con mucho talento. Mi mujer y el chaval se morreaban a lo bestia, como quinceañeros, ella pajeándolo y él con uno o dos dedos (no lo veía bien) en su coño. Vuelvo a insistir en lo que ya os dije: me llamaban la atención los sonidos. El coño de mi mujer chapoteando con los dedos del tío entrando y saliendo, los ruidos de las bocas y las lenguas chocando y chupando. Simplemente espectacular.

Esta vez no me corté, y les dije "quiero ver cómo te come el coño". C me miró y por un momento pensé que me iba a mandar a la mierda, pero no, se separó del tipo, se tumbó junto a mi en la cama, un poco de lado para facilitarme la visión y se abrió de piernas. Mira que habré visto miles de veces el coño de mi mujer, pero verlo ahí, rojo todavía de la anterior follada, y mojado y abierto del pajeo de ahora, casi hace que me corra. El chaval se tumbó, se puso de medio lado, lo que aprovechó su pareja para cogerle la polla mientras seguía mamándome, y sin pararse un segundo y con poca delicadeza, se puso a comerle el coño a mi mujer. El tipo era poco sutil, movía la lengua como loco y de vez en cuando se metía todo lo que podía del coño en la boca. A mi mujer le gusta de otra manera, más sutil y delicado. O eso creía yo, porque le agarraba de los pelos y le apretaba la cabeza contra su coño, moviendo adelante el pubis, con los ojos muy abiertos y la boca entreabierta, asintiendo con la cabeza pero sin decir nada. Parece que le gustaba tanto que cuando no llevaba el tipo ni cinco minutos, además de sorberle el coño como si no hubiese un mañana, le metió un par de dedos y empezó a meterlos y sacarlos a saco, ella empezó a dar boqueadas y emitir sonidos guturales, a cerrar los ojos, echar la cabeza atrás y gritar (no decir, gritar a tope) "me corrrrrooooooooo....". El tipo siguió unos segundos dándole caña y después se retiró, con los morros como un perro San Bernardo y mirándome me guiñó un ojo y me dijo "son todas igual de guarras". Un caballero, el tipo.

Su novia aprovechó para soltarle la polla, y sin preguntarme si quería condón ni nada, montarme del tirón. La verdad es que no caí en que no llevaba condón hasta que no llevaba un rato cabalgándome, despacito, mientras se pellizcaba los pezones. La verdad es que la nena era un cañón follando y moviéndose, con esos tetones balanceándose, pero yo prefería mirar a la versión más cerda de C que había visto. Jamás, ni en sus experiencias con F (y eso que algunas fueron intensas) la había visto como en los últimos momentos antes de correrse con este tipo, ni cómo estaba ahora, roja, pelo alborotado, y diciéndole al tío "fóllame, fóllame ahora mismo, fóllame ahora mismo".

El tío se acercó a ella, que seguía apoyada en la pared con un cojín enorme en la espalda, y le metió un morreo a saco. C le echó mano al rabo, y empezó a pajearlo con las dos manos. Si ya me había parecido pollón al verlo en los vestuarios, allí ya puesto a tono, con la polla roja del pajeo de su novia y con gotitas de pre semen, me parecía que la iba a romper (y por un momento me apeteció pajearlo yo). El tío la cogió de la cintura y tiró hacia abajo de ella, con pocos miramientos. Cuando estaba tumbada con la espalda en la cama, la cogió de los muslos y volvió a tirar de ella, fuerte y sin miramientos, rozando el límite. A mi no me gustó mucho, pero a C parece que sí porque su cara de calentura era espectacular, boca entreabierta y ojos abiertos de par en par. El tío le abrió las piernas a tope y comenzó a pasarle el capullo por el coño, rozando el clítoris, y cuando mi mujer empezó a gemir, no había terminado de decir "me gusta" cuando el tío empujó a tope, del tirón. Menos mal que Carmen tenía el coño encharcado porque si no, la rompe. Mi mujer dijo solamente "joderrrrr" y el tío empezó a bombear a lo bestia, cero sutileza. No estaba follando, estaba percutiendo. Podría contaros más detalles pero ya sabéis lo que es un polvo cerdo, guarro, bestia, sin piedad. Pues eso es lo que le pegó ese tipo a mi mujer. Durante 10/12 minutos se la folló a lo bestia, primero encima de ella, luego dándole la vuelta a cuatro patas y cuando vio que se iba a correr, dándole la vuelta, poniéndose a horcajadas encima de su barriga y llenándole las tetas, la cara, la boca y el pelo con una corrida de caballo. El tío en ningún momento dijo ni mú, ni preguntó si le gustaba. Fue un polvo primario, animal. Yo que siempre he pensado que a mi mujer le gustaba algo más sutil y cariñoso, me di cuenta de que no, de que si tocas la fibra adecuada, se convertía en una máquina de sentir placer siendo follada a lo bestia.

Yo estaba tan absorto en el espectáculo que ni me había dado cuenta de que la novia me había desmontado y estaba mirando a su novio follar y haciéndose un dedo. El tío se separó de mi mujer, me miró y me dijo "¿te ha gustado? Te la he dejado fina, eh" y se acercó a su novia, se metió entre sus piernas y comenzó a comerle el coño. Una auténtica bestia de follar, el caballero. C estaba tumbada, aún roja del esfuerzo, jadeando, y llena la cara, el pelo y las tetas de la lechada del tipo. Me acerqué a ella, le di un beso (noté el sabor salado de algunas gotas de lefa del tío) y le pregunté cómo estaba. Me dijo simplemente "vámonos", relativamente seria, y nos fuimos. Esta vez sí, nos duchamos y nos fuimos al hotel. No hablamos nada hasta que no llegamos, solo cosas banales. Al llegar y acostarnos sí que comentamos, durante mucho mucho rato lo que habíamos vivido.

En resumen, ambos disfrutamos mucho, ella estaba sorprendida, muy sorprendida de su comportamiento, y me dijo que con el primer tío había sido morbo puro, un polvo bueno pero más morbo que otra cosa, pero con el chaval había sido desconcertante, placer extremo, placer puro, placer animal y total descontrol. Me dijo que no sabía qué le había pasado desde el momento que él empezó a mirarla en el vestuario, y que cuando le comió la boca y le metió tres dedos (ahora sí, ella me dijo que sintió al menos tres dedos en el coño), había perdido el control. Me preguntó si yo había disfrutado y la verdad, le dije que sí, que lo había pasado muy bien pero que estaba un poco desubicado.

Otro día os cuento las dos nuevas experiencias que hemos tenido. Por cierto, sigo sin saber si folla con F.
Ella dice que no, pero yo sigo sin creerlo al 100%.
 
Ahora que he rememorado lo que pasó, hay otra cosa que me llama la atención, y es olor de tu mujer cuando ha tenido sexo con otro. Todos sabemos a qué huele un coño, una polla, aunque estén limpios. Y todos sabemos a qué huele el cuerpo tras tener sexo. Lo que me llama la atención es que si llevas años con una pareja, cuando follas, los cuerpos huelen de una manera particular, supongo que por la mezcla de los sudores de cada uno con sus perfumes. Pues me llamó la atención la diferencia de olor de mi mujer recién follada por el segundo tipo. Algo sutil, salvaje, pero no desagradable. Y el sabor de su boca cuando ha chupado otra polla, con los restos de semen. Indefinible, inexplicable, hay que vivirlo.
 
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