Hola, os cuento novedades y un poco de aprendizaje/investigación sobre el mundo de las caravanas (es nuestra primera vez en caravana).
Por lo que vemos nosotros, o esa impresión nos da, o bien vas ya habiendo quedado con parejas o chicos/as, o encontrar algo por el camino es muy complicado. Sobre todo si, como nosotros, vas en ruta y vas a estar máximo 2/3 días, lo que no da pie a trabar confianza. Directamente, encontrar una pareja para "jugar" es casi imposible, encontrar un tío solo es relativamente más sencillo, que es lo que nosotros hemos hecho (a pesar de que a mi esta vez me apetecía estar con una pareja). El domingo por la mañana llegó otra caravana, en este caso un tipo solo, de unos treinta tantos largos, cuarenta cortos aparentemente (43 resultó tener). Surfero, modernete, caravana muy chula, claramente suya, no alquilada como la nuestra, al que inmediatamente mi mujer le echó el ojo y me lo dijo: "está buenorro".
A media día bajamos a la playa, C en topless por supuesto, y estaba el tipo haciendo surf. Nos pusimos a posta más o menos cerca de él y cuando salió, se quitó el traje y se tumbó al sol, saludándonos antes. En la cala estaban prácticamente todas las personas de las caravanas de arriba y algún que otro local. Yo le eché el ojo a una cuarentona que iba con su mirado, una MILF en toda regla, pero con cero porcentaje de éxito, otra vez será. C entró y salió del mar un par de veces y me percaté que el Surfero le daba un buen repaso pero de manera discreta. La imagen de mi mujer saliendo del mar, morena ya de un par de días, con esas tetas mojadas balanceándose, le alegra el día a cualquiera. Estuvimos un rato hablando con una pareja de alemanes ya mayores, que hablaban español bastante bien (estuvieron viviendo en Mallorca muchos años) y el Surfero se unió a la conversación. Vasco, cuarenta y tres años, Jon. Teletrabajando en algo de tecnología, viviendo en su caravana desde hace casi cuatro años. Un poco serio, pero agradable. Me llama la atención que en los grupos de caravanas, cuando llevas más de un día aparcado con los mismos, se crea un poco de "compañerismo", de vecindad, todo el mundo te saluda, si están tomando cerveza y pasas al lado te ofrecen... curioso. O al menos eso nos ha pasado nosotros en este primer punto donde hemos parado.
Tarde noche en el restaurante, cenamos, bajamos un poco a la playa a dar un paseo, y de nuevo a repetir lo de la otra noche. Apertura de "techo/tienda" y a follar sin cortarnos nada, seguros de que los que están a ambos lados nos están escuchando (incluido el vasco).
Por la mañana, desayunamos y nos bajamos a la playa, mismo patrón, misma gente. Jon claramente mira a mi mujer, de manera diferente seguramente recordando sus gemidos de la noche anterior, pero igualmente discreto. Charlamos de todo un poco, de nuestros trabajos, del surf, de la vida en una caravana... lo habitual. Mi mujer y yo lo hemos hablado y claramente quiero que se lo folle, pero no sabemos cómo, estamos un poco perdidos en este ambiente playero. Por suerte al final las cosas son siempre más sencillas.
Por la tarde noche sacamos entre la separación que hay entre su caravana y la nuestra, unos 6/7 metros, con vistas al acantilado que da al mar, unas sillas y una mesa y sacamos unas cervezas. Al poco rato sale él, nos saluda, y le invitamos a que se siente con nosotros, así que entra en su caravana, saca una silla y se sienta con nosotros, todos mirando hacia el mar. Nos pregunta si vamos a salir a cenar al pueblo y le decimos que estamos un poco cansados, que hemos dormido poco y esa noche vamos a acostarnos pronto porque temprano salimos hacia el norte. Sonríe un poco y nos dice "ya, ya, ya me di cuenta de que os dormisteis tarde". Yo pienso "ahora o nunca" así que empiezo a tirar del hilo. Le digo que nos disculpe, pero que estamos más relajados y queremos aprovechar las vacaciones, y cosas así, en plan chiste. Mi mujer, que se ve que le tiene ganas, no se corta mucho y dice "tu estarás muy acostumbrado a follar con vistas al mar, pero yo no", y le sonríe retirándose el pelo de la cara de una manera que más de uno se correría solo de verlo. El tipo tampoco se corta mucho y dice que sí, que folla mucho junto al mar pero que lleva días de escasez, así que yo le digo "tío, días... se ve que no paras". Yo ya voy lanzado así que le digo "espero que no te importe pero hoy vamos a hacer el mismo o más ruido, de hecho le he propuesto a Carmen que nos divirtamos aquí fuera apoyados en las cercas de madera, mirando al mar". Él me dice que eso es una pasada, que lo ha hecho muchas veces y que si lo hacemos él va a tener difícil intentar no mirarnos. En ese momento tengo claro que lo tenemos hecho. Le digo "puedes mirar todo lo cerca que quieras" y él dice "tomo nota". Yo ahí pensaba que más tarde de noche se acercaría a follar con nosotros, pero mi mujer tiene otros planes. Sin cortarse un pelo dice "estáis dando por sentado cosas que yo no he dicho. Ni follar fuera ni que Jon se puede acercar a mirar", con lo que nos deja cortados a los dos.
Hago un inciso para detallar que las frases exactas seguramente no fueran esas, mi memoria no es tan buena, pero seguro que fuero muy parecidas.
Después dice "seguro que os estáis empalmando nada más que de pensarlo, los tíos sois unos cerdos". Jon nos pide disculpas y dice que se va a su caravana y yo le digo que no se preocupe, que estamos de broma y que por supuesto, que estoy empalmado, como así es. Él dice que le da vergüenza, insistir en pedir disculpas y se va a su caravana. Yo pienso que lo hemos jodido y mi mujer me dice "tranquilo, que yo sé cómo acaba esto". Me meto en la caravana a ducharme y mi mujer me dice que si no me importa, va a por el vasco, así que le digo que adelante.
Ahí pierdo la "información de primera mano" ya que no estoy delante, pero mi mujer se va a la caravana de Jon y al rato vuelve y me dice "he ido a pedirle champú para ti, diciéndole que se había acabado, y esta empalmado como un cerdo. Aquí tienes el champú, yo voy a follármelo, dame 10 minutos y vienes" y se va. A los 10 minutos, tras secarme y ponerme el bañador, voy y me los encuentro a él sentado en el asiento del copiloto, que en su caravana es de los que se giran hacia dentro, y mi mujer comiéndole la polla. O eso creo, porque desde mi perspectiva solo veo a ella de rodillas y él cogiendole el pelo y dirigiendo los movimientos. Me mira con cara de asustado unos momentos sin saber cómo voy a reaccionar pero yo asiento y digo "disfruta".
Me siento en el suelo, me saco la polla y empiezo a pajearme despacio. Al rato no aguanto más, me levanto, bajo el bikini de mi mujer y empiezo a follármela. Se ve que eso pone a mil al vasco, y al poco rato empieza a mover la pelvis arriba y abajo y los pocos segundos dice "me voy, me voy" y se corre como un campeón. Mi mujer sigue mamando o tragando leche y yo no puedo aguantar más, digo que me corro, Carmen se despega de mi polla y se da la vuelta. En ese momento veo algo que pagaría lo que me pidiesen por ver más: su cara colorada del esfuerzo, su boca chorreando leche sobre su barbilla y un brillo de lujuria en los ojos que hace que me corra en dos segundo en sus tetas.
Ella me pega un par de chupetones, se levanta y dice "bueno, campeones, espero que estéis satisfechos, voy a ducharme". Se levante y se va. Yo me quedo, como es habitual, un rato cortado sin saber qué decir, le digo "hablamos" al vasco y me voy a la caravana. No hemos cruzado ni una palabra más con él. Esta mañana nos hemos levantado temprano, hemos recogido y nos hemos marchado. El vasco estaba en la playa surfeando y ni nos hemos despedido.
Veremos más al norte, pero yo quiero (necesito) follarme a alguna delante de mi mujer.