Ha ocurrido, aunque no como yo pensaba (mis primeros cuernos). [Hilo para tratar sobre su temática y NO para contactar]

En principio sí, pero veremos. Además, parece (por las fotos) que tiene un rabo grueso y no sé si eso me va a caber. No traemos lubricantes ni nada, espero que él tenga. Me da morbo que me folle mientras le como el coño a. C.

PD, escribe C: ese tio tiene ningún interés en follar a V. Sólo me ha querido ver a mi y preguntar qué me gusta a mi. En la video en ningún momento ha querido hablar con él ni que le enseñe polla o culo, sólo quería verme a mi. No es atractivo pero tiene una polla gruesa así que si es medio apañado lo pasaré bien.
Sigo tu historia desde el principio,espero que pronto nos cuentes qué tal fue con el portugués.
 
Hola. No tengo mucho tiempo y además escribo desde el iPad, que no es lo más cómodo del mundo, pero os cuento por encima.

Quedamos sobre las 19:00 con el tipo, en una cafetería con vistas al mar. Bien vestido, educado, y como dice C no demasiado atractivo, pero correcto en el conjunto. Un español chapurreado pero entendible. A los pocos minutos, ya hablando de sexo, parece que no tenía muchas ganas de perder el tiempo. C le encanta, nos dice, y no hace falta jurarlo, no hace más que mirarle las piernas y el escote, y tocarle el brazo, dejarle caer su mano en el muslo, etc. Un poco descarado, ya que algunos vecinos de mesas se dan cuenta de que algo no cuadra mucho y no dejan de mirarnos. Le pregunto a C que qué dice, y ella me dice que por supuesto, que a eso hemos venido, así que tiramos para casa de Felipe (así dice que se llama).

Pocos preliminares, al llegar directamente se va a por C y empieza a comerle la boca y sobarla, poco sutil. Yo me acerco por detrás a ella, le como el cuello, la acaricio y le toco por encima del pantalón la polla a él, que esta a reventar. Mi mujer le desabrocha pantalón y le saca el rabo y entre ella y yo lo pajeamos mientras él le mete por debajo de la falda la mano directamente el coño y le come las tetas. C nos dice que nos sentemos en el sofá, me saca a mi también la polla y empieza a comernos la polla a los dos, altérnando. Yo de vez en cuando le toco la polla a él ayudando a C a masturbar y mamar, y él pasa de mi rabo absolutamente. Tiene una polla muy gruesa, descapullada, venosa, que casi no le cabe en la boca a C, con lo que mi idea de que me folle empieza a parecerme no tan apetecible.

Al rato C no puede más, se levanta, se quita la falda, se baja las bragas (insisto en que es el momento más excitante que existe jamás, ver a tu mujer bajarse las bragas delante de la polla de otro), se sube encima y se deja caer en el pollón. Está tan mojada que le entra del tirón. Y ahí se acaba mi participación, más allá de pajearme. El tipo empieza a gemir como un cochino, y a empotrarla como si no hubiera un mañana, ayudándola a subir y bajar cogiéndola de la cintura. C gime también, cachonda perdida, diciéndole que se la clave, que la revienta por dentro. Al rato él la levanta, la pone a cuatro en el sofá y se la clava de nuevo y empieza a percutir como una máquina, dándole muy duro. Yo pienso que se va a correr de un momento a otro pero nada de nada, se tira así, cambiándola por boca arriba a boca abajo cada rato, por lo menos 20 minutos. No sé cuántas veces se corre Carmen pero al menos tres, hasta que él empieza a bufar y se corre dentro de su coño.

Se retira, se va al baño, y C me dice "todo un caballero este portugués". Me deja que le coma el coño y le limpie la leche (poca corrida, espesa pero escasa) y cuando Felipe vuelve, nos levantamos, C se pone la falda y las bragas, hablamos tres minutos y nos vamos. Al llegar a la caravana me hace una mamada gloriosa.

Una aventura normalita, morbosa pero nada del otro mundo. Y yo con ganas aún de que me follen delante de C.
 
Excelente diario de unas vacaciones morbosas, me gusta más que las series de Netflix.
 
Hola. No tengo mucho tiempo y además escribo desde el iPad, que no es lo más cómodo del mundo, pero os cuento por encima.

Quedamos sobre las 19:00 con el tipo, en una cafetería con vistas al mar. Bien vestido, educado, y como dice C no demasiado atractivo, pero correcto en el conjunto. Un español chapurreado pero entendible. A los pocos minutos, ya hablando de sexo, parece que no tenía muchas ganas de perder el tiempo. C le encanta, nos dice, y no hace falta jurarlo, no hace más que mirarle las piernas y el escote, y tocarle el brazo, dejarle caer su mano en el muslo, etc. Un poco descarado, ya que algunos vecinos de mesas se dan cuenta de que algo no cuadra mucho y no dejan de mirarnos. Le pregunto a C que qué dice, y ella me dice que por supuesto, que a eso hemos venido, así que tiramos para casa de Felipe (así dice que se llama).

Pocos preliminares, al llegar directamente se va a por C y empieza a comerle la boca y sobarla, poco sutil. Yo me acerco por detrás a ella, le como el cuello, la acaricio y le toco por encima del pantalón la polla a él, que esta a reventar. Mi mujer le desabrocha pantalón y le saca el rabo y entre ella y yo lo pajeamos mientras él le mete por debajo de la falda la mano directamente el coño y le come las tetas. C nos dice que nos sentemos en el sofá, me saca a mi también la polla y empieza a comernos la polla a los dos, altérnando. Yo de vez en cuando le toco la polla a él ayudando a C a masturbar y mamar, y él pasa de mi rabo absolutamente. Tiene una polla muy gruesa, descapullada, venosa, que casi no le cabe en la boca a C, con lo que mi idea de que me folle empieza a parecerme no tan apetecible.

Al rato C no puede más, se levanta, se quita la falda, se baja las bragas (insisto en que es el momento más excitante que existe jamás, ver a tu mujer bajarse las bragas delante de la polla de otro), se sube encima y se deja caer en el pollón. Está tan mojada que le entra del tirón. Y ahí se acaba mi participación, más allá de pajearme. El tipo empieza a gemir como un cochino, y a empotrarla como si no hubiera un mañana, ayudándola a subir y bajar cogiéndola de la cintura. C gime también, cachonda perdida, diciéndole que se la clave, que la revienta por dentro. Al rato él la levanta, la pone a cuatro en el sofá y se la clava de nuevo y empieza a percutir como una máquina, dándole muy duro. Yo pienso que se va a correr de un momento a otro pero nada de nada, se tira así, cambiándola por boca arriba a boca abajo cada rato, por lo menos 20 minutos. No sé cuántas veces se corre Carmen pero al menos tres, hasta que él empieza a bufar y se corre dentro de su coño.

Se retira, se va al baño, y C me dice "todo un caballero este portugués". Me deja que le coma el coño y le limpie la leche (poca corrida, espesa pero escasa) y cuando Felipe vuelve, nos levantamos, C se pone la falda y las bragas, hablamos tres minutos y nos vamos. Al llegar a la caravana me hace una mamada gloriosa.

Una aventura normalita, morbosa pero nada del otro mundo. Y yo con ganas aún de que me follen delante de C.
Muy morboso, no lo he vivido nunca pero ver sobre todo aun desconocido empotrar a tu mujer, follarla a pelo y verlo correrse dentro para después tu saborear ese coño corrido o follarlo debe de ser uno de los placeres de la vida, espero que para la proxima consigas a alguien que te folle delante de tu mujer y una cosa a ella le gustara esa situación.
 
Muy morboso, no lo he vivido nunca pero ver sobre todo aun desconocido empotrar a tu mujer, follarla a pelo y verlo correrse dentro para después tu saborear ese coño corrido o follarlo debe de ser uno de los placeres de la vida, espero que para la proxima consigas a alguien que te folle delante de tu mujer y una cosa a ella le gustara esa situación.
Es la sensación más maravillosa y extraña que he sentido nunca. Por eso estoy enganchado. Lo que más me puso cardíaco esta vez es fue verla levantarse cuando nos estaba comiendo la polla a los dos, desabotonar su falta y dejarla caer, y bajarse las bragas (de encaje rojo) mirando al portugués a los ojos. Después, poner las rodillas en el sofá a ambos lados de él, coger su pollón y guiarlo hasta su vulva y dejarse caer de golpe hasta el fondo, sin dejar de mirarle a los ojos en ningún momento. A mí me hace eso una tía que he conocido hace una hora y fijo que me corro.
 
Es la sensación más maravillosa y extraña que he sentido nunca. Por eso estoy enganchado. Lo que más me puso cardíaco esta vez es fue verla levantarse cuando nos estaba comiendo la polla a los dos, desabotonar su falta y dejarla caer, y bajarse las bragas (de encaje rojo) mirando al portugués a los ojos. Después, poner las rodillas en el sofá a ambos lados de él, coger su pollón y guiarlo hasta su vulva y dejarse caer de golpe hasta el fondo, sin dejar de mirarle a los ojos en ningún momento. A mí me hace eso una tía que he conocido hace una hora y fijo que me corro.
Escribe C.
El tío no era guapo, ni especialmente educado, pero tenía morbo por la forma como se comportaba. Un cuerpo normalito tirando a gordito pero una polla gorda que sabía utilizar. Me corrí varias veces. Lo que mis amigas y yo llamábamos el desahogo periódico. Una polla bien usada y listo, de vez en cuando no pedíamos más.
 
Escribe C.
El tío no era guapo, ni especialmente educado, pero tenía morbo por la forma como se comportaba. Un cuerpo normalito tirando a gordito pero una polla gorda que sabía utilizar. Me corrí varias veces. Lo que mis amigas y yo llamábamos el desahogo periódico. Una polla bien usada y listo, de vez en cuando no pedíamos más.
muy acertado tu comentario
 
C y yo hemos hablado mucho hoy y hemos decidido que hasta que acabe julio y volvamos a Malaga a primeros de agosto vamos a aprovechar y dar rienda suelta al deseo, sin límites. Pero al volver vamos a parar un tiempo porque tememos que se nos vaya de las manos.
 
C y yo hemos hablado mucho hoy y hemos decidido que hasta que acabe julio y volvamos a Malaga a primeros de agosto vamos a aprovechar y dar rienda suelta al deseo, sin límites. Pero al volver vamos a parar un tiempo porque tememos que se nos vaya de las manos.
jeje , eso no se puede parar tan facil ,esto no tiene un interruptor de apagado , o por lo menos no tan evidente , disfrutar y suerte
 
Así, es pero el viernes noche y el sábado nos desfasamos más de la cuenta y nos ha dado un poco de vértigo. De hecho vamos a ir a un psicólogo de pareja especializado en sexo a primeros de agosto.
creo que es una decision acertadísima , y valiente , porque muy poca gente es consciente de que el sexo , al igual que otras cosas , puede convertirse en una adiccion y cada vez se necesita aumentar la dosis para obtener el mismo placer , os deseo mucha suerte y mucha comunicacion entre vosotros , como en todo de esta vida , hay que centrar el tiro .
 
creo que es una decision acertadísima , y valiente , porque muy poca gente es consciente de que el sexo , al igual que otras cosas , puede convertirse en una adiccion y cada vez se necesita aumentar la dosis para obtener el mismo placer , os deseo mucha suerte y mucha comunicacion entre vosotros , como en todo de esta vida , hay que centrar el tiro .
Has dado con la clave. Necesitas aumentar la dosis. Y lo haces. Pero ayer nos despertamos después de dos días locos y nos dio miedo. Gracias por tu respuesta.
 
Así, es pero el viernes noche y el sábado nos desfasamos más de la cuenta y nos ha dado un poco de vértigo. De hecho vamos a ir a un psicólogo de pareja especializado en sexo a primeros de agosto.

No se si podrías definir esa línea que ha hecho que ambos os preocupaseis ?
 
No se si podrías definir esa línea que ha hecho que ambos os preocupaseis ?
Por mucho que nos excite a ambos estos nuevos juegos, que en dos días se hayan corrido en boca y coño de C, alguno varias veces, seis tíos distintos, es demasiado.

Si puedo os lo cuento hoy como ha pasado. Nos queda una semana de “aventuras” aunque ya ayer no hicimos nada y no tenemos previsto buscar nada hoy. Quizás ni esperemos a volver para parar.

Edito, Carmen duerme así que os lo cuento ahora, resumido:

El viernes por la tarde, después de contaros lo que había pasado el jueves, nos fuimos a una cala tranquila, casi vacía, a media tarde.Había una pareja de mediana edad, un poco alejada, un señor leyendo y un par de chavales jóvenes, entre 20 y 23 máximo, haciendo paddlesurf (no había demasiadas olas para surf). Como yo iba con el modo cachondo encendida, reté a C a que tonteara con ellos. Ella me dijo que perfecto, pero que si le ponía límite. Yo le dije que el único limite lo ponía ella.

Se fue para ellos, yo me quedé en la arena con un libro (al que no miré ni un momento) y veo que les hace gestos para que se acerquen a la orilla y uno de ellos lo hace. Charlan un poco y veo que C se sube a horcajadas en la tabla y empiezan a tirar para adentro. Luego me contó que le había dicho que nunca había hecho Paddlesurf y que si la enseñaban, que su marido era un aburrido. Estuvieron un rato enseñandole como se hacia, ella se subía, intentaba mantener equilibro, se caía, pasaba de una tabla a otra, etc. Las risas se oían desde donde yo estaba, no se habían ido muy lejos. Era evidente que los chavales se estaban poniendo las botas, cada vez que se caía y la ayudaban a subir la sobaban todo lo posible. Poco al principio, descarado al final. Hasta que de repente veo que uno de los chavales se sienta a horcajadas en la tabla y se echa para atrás, mi mujer hace lo mismo delante de él y se echa hacia delante, y aunque estábamos lejos y no se apreciaba, era más que evidente que le estaba comiendo la polla. La pareja que estaba en la cala se percató enseguida (estaban más que pendientes del tonteo) y sonreían y me miraban descaradamente. Mi mujer le estuvo comiendo la polla un buen rato (hasta que se corrió en su boca me dijo luego), y ni corta ni perezosa, se cambió de tabla y comenzó a hacerle igual al otro. La pareja de al lado ahí ya se quedó boquiabierta, no sabían si mirarme o no. Mientras mi mujer le chupaba el rabo al otro, veo que el primero tira para la playa, sale del agua, viene hacia mi (un poco cortado, cosas de la juventud) y me dice "dice tu mujer que se viene a nuestra caravana con nosotros, que si quieres nos acompañes.... ¿seguro? ¿Está todo bien?". El chaval no se había visto en una así en su vida. El otro debía haberse corrido también porque venían ya también para la arena. Él y mi mujer salieron del agua, vinieron hacia nosotros, ella cogió su pareo y chanclas y me dijo, delante de ellos "me van a follar estos yogures, este es Bi (señalando a uno), si quieres te vienes y me ayudas". Los chavales tenían los ojos como platos. A pesar de haberse corrido hacía poquísimo, estaban de nuevo empalmados (veintipocos años, fibrados y morenos, como decía mi mujer, unos yogures). Dije que por supuesto, y subimos a la explanada de las caravanas. Os podría relatar mucho y quizás lo haga otro día, pero os diré que estuvimos follando más de hora y media, los nenes no se cansaban nunca. Se la follaron los dos de todas las maneras posibles, boca, culo y coño, y uno de ellos, al principio nada más entrar en su caravana y mientras el otro empotraba a mi mujer, me comió la polla, y me estuvo follando un buen rato. Yo esperaba que C estuviera pendiente de mi enculada, pero más allá de unas cuentas miradas y un par de comentarios cerdos y cachondos, estaba más a lo suyo. No sé cuantas veces se corrió ella, pero muchas seguro, porque los nenes percutían que daba gusto.

Yo pensé que esto era de lo más cerdo que podíamos hacer estas vacaciones, pero nada más lejos de la realidad. Los chavales nos dijeron que había una zona de cruising de playa y bosque a unos 30 kilómetros, y que ellos iban a veces. Había mucho sexo gay y de vez en cuando parejas, así que como estábamos en plena cerdada, les dijimos de ir al día siguiente (sábado).

Aquí no voy a entrar en mucho detalle, de hecho mi cabeza aun no lo ha procesado, pero a media tarde del día siguiente, en unas dunas rodeadas de pinares, los dos chavales más dos tipos que se unieron, de los que rondan a ver que cae, estuvieron follándose a Carmen como mínimo una hora. Hubo un momento que estaban los cuatro con ella (no hubo doble penetración), pero sí uno follándola, dos dándole polla en la boca y otro manoseando entera. Uno de los "invitados" me dejó comerle la polla (así sí hizo C varios comentarios, ofensivos, duros) y me empotró muy duro, más de lo normal, cosa que no me gustó mucho.

Hubo un momento en el que Carmen tenía leche de tres de ellos en la cara y de otro en el coño, en el que mi cabeza hizo clic, y por eso estamos reflexionando. Es excitante, es morboso, quiero más... y ese es el problema. Que quiero (queremos) más. Y eso puede destrozar nuestra relación.

Nos dijimos aprovechar hasta el 4 de agosto pero ahora no sabemos qué hacer. Hemos hasta pensado hacer una sesión de psicólogo online hoy. Porque ambos, hoy, de momento, queremos más morbo pero estamos asustados.
 
Última edición por un moderador:
Por mucho que nos excite a ambos estos nuevos juegos, que en dos días se hayan corrido en boca y coño de C, alguno varias veces, seis tíos distintos, es demasiado.

Si puedo os lo cuento hoy como ha pasado. Nos queda una semana de “aventuras” aunque ya ayer no hicimos nada y no tenemos previsto buscar nada hoy. Quizás ni esperemos a volver para parar.

Edito, Carmen duerme así que os lo cuento ahora, resumido:

El viernes por la tarde, después de contaros lo que había pasado el jueves, nos fuimos a una cala tranquila, casi vacía, a media tarde.Había una pareja de mediana edad, un poco alejada, un señor leyendo y un par de chavales jóvenes, entre 20 y 23 máximo, haciendo paddlesurf (no había demasiadas olas para surf). Como yo iba con el modo cachondo encendida, reté a C a que tonteara con ellos. Ella me dijo que perfecto, pero que si le ponía límite. Yo le dije que el único limite lo ponía ella.

Se fue para ellos, yo me quedé en la arena con un libro (al que no miré ni un momento) y veo que les hace gestos para que se acerquen a la orilla y uno de ellos lo hace. Charlan un poco y veo que C se sube a horcajadas en la tabla y empiezan a tirar para adentro. Luego me contó que le había dicho que nunca había hecho Paddlesurf y que si la enseñaban, que su marido era un aburrido. Estuvieron un rato enseñandole como se hacia, ella se subía, intentaba mantener equilibro, se caía, pasaba de una tabla a otra, etc. Las risas se oían desde donde yo estaba, no se habían ido muy lejos. Era evidente que los chavales se estaban poniendo las botas, cada vez que se caía y la ayudaban a subir la sobaban todo lo posible. Poco al principio, descarado al final. Hasta que de repente veo que uno de los chavales se sienta a horcajadas en la tabla y se echa para atrás, mi mujer hace lo mismo delante de él y se echa hacia delante, y aunque estábamos lejos y no se apreciaba, era más que evidente que le estaba comiendo la polla. La pareja que estaba en la cala se percató enseguida (estaban más que pendientes del tonteo) y sonreían y me miraban descaradamente. Mi mujer le estuvo comiendo la polla un buen rato (hasta que se corrió en su boca me dijo luego), y ni corta ni perezosa, se cambió de tabla y comenzó a hacerle igual al otro. La pareja de al lado ahí ya se quedó boquiabierta, no sabían si mirarme o no. Mientras mi mujer le chupaba el rabo al otro, veo que el primero tira para la playa, sale del agua, viene hacia mi (un poco cortado, cosas de la juventud) y me dice "dice tu mujer que se viene a nuestra caravana con nosotros, que si quieres nos acompañes.... ¿seguro? ¿Está todo bien?". El chaval no se había visto en una así en su vida. El otro debía haberse corrido también porque venían ya también para la arena. Él y mi mujer salieron del agua, vinieron hacia nosotros, ella cogió su pareo y chanclas y me dijo, delante de ellos "me van a follar estos yogures, este es Bi (señalando a uno), si quieres te vienes y me ayudas". Los chavales tenían los ojos como platos. A pesar de haberse corrido hacía poquísimo, estaban de nuevo empalmados (veintipocos años, fibrados y morenos, como decía mi mujer, unos yogures). Dije que por supuesto, y subimos a la explanada de las caravanas. Os podría relatar mucho y quizás lo haga otro día, pero os diré que estuvimos follando más de hora y media, los nenes no se cansaban nunca. Se la follaron los dos de todas las maneras posibles, boca, culo y coño, y uno de ellos, al principio nada más entrar en su caravana y mientras el otro empotraba a mi mujer, me comió la polla, y me estuvo follando un buen rato. Yo esperaba que C estuviera pendiente de mi enculada, pero más allá de unas cuentas miradas y un par de comentarios cerdos y cachondos, estaba más a lo suyo. No sé cuantas veces se corrió ella, pero muchas seguro, porque los nenes percutían que daba gusto.

Yo pensé que esto era de lo más cerdo que podíamos hacer estas vacaciones, pero nada más lejos de la realidad. Los chavales nos dijeron que había una zona de cruising de playa y bosque a unos 30 kilómetros, y que ellos iban a veces. Había mucho sexo gay y de vez en cuando parejas, así que como estábamos en plena cerdada, les dijimos de ir al día siguiente (sábado).

Aquí no voy a entrar en mucho detalle, de hecho mi cabeza aun no lo ha procesado, pero a media tarde del día siguiente, en unas dunas rodeadas de pinares, los dos chavales más dos tipos que se unieron, de los que rondan a ver que cae, estuvieron follándose a Carmen como mínimo una hora. Hubo un momento que estaban los cuatro con ella (no hubo doble penetración), pero sí uno follándola, dos dándole polla en la boca y otro manoseando entera. Uno de los "invitados" me dejó comerle la polla (así sí hizo C varios comentarios, ofensivos, duros) y me empotró muy duro, más de lo normal, cosa que no me gustó mucho.

Hubo un momento en el que Carmen tenía leche de tres de ellos en la cara y de otro en el coño, en el que mi cabeza hizo clic, y por eso estamos reflexionando. Es excitante, es morboso, quiero más... y ese es el problema. Que quiero (queremos) más. Y eso puede destrozar nuestra relación.

Nos dijimos aprovechar hasta el 4 de agosto pero ahora no sabemos qué hacer. Hemos hasta pensado hacer una sesión de psicólogo online hoy. Porque ambos, hoy, de momento, queremos más morbo pero estamos asustados.
Ufffff la verdad que lo estáis pasando bien, pero también es verdad que son muchas cosas en pocos días si ocurriera más en el tiempo estaría bien porque si no os vais a volver adictos, pero mira esta bien eso de reflexionar un poco, pero si lo habéis disfrutado que creo que si tampoco pasa nada, y eso de ver a tu mujer rodeadas de machos y corrida por todos lados debe de ser increíble y espectacular y tu conseguiste que te follaran delante de ella ummml, magnífico.
 
En alguna ocasión, después de tener sexo con una pareja mientras tomábamos tranquilamente una cerveza, me han contado esa experiencia que relatas. Algo así como un camino desenfrenado al morbo. La primera vez que fueron a un club sólo a mirar pensaron que eso había sido ya lo más, cuando estuvieron con otro hombre lo mismo, cuando incluyeron otra chica de nuevo lo mismo. Cada vez y cada experiencia nueva me contaban que habían tenido la sensación de haberse pasado de la raya, que era lo más a lo que estaban dispuestos y que era por experimentarlo únicamente. Pero siempre daban un paso más allá y se hicieron asiduos a orgías planificadas en un chalet, todo muy discreto, donde cualquier cosa que habían hecho hasta ese momento se quedó en meras experiencias triviales. Ella contó que en ocasiones los encuentros duraban un día entero y que en algún momento que se había quedado dormida se despertó sintiendo como alguien desconocido estaba comenzando a penetrarla y esto, en vez de decir, hasta aquí, la ponía a mil y se abría para que el susodicho pudiera follársela a gusto. Esa etapa fue el máximo en la curva del morbo para ellos, ahora están más relajados pero siguen disfrutando del sexo compartido con chicos y chicas pero en plan trío. En fin, cada pareja es un mundo y lo importante sin duda es lo que comentas, que el universo paralelo del morbo no se toque con el de la vida real y pueda llegar a afectar a la relación.

Siempre es un gusto leerte.
 
Por mucho que nos excite a ambos estos nuevos juegos, que en dos días se hayan corrido en boca y coño de C, alguno varias veces, seis tíos distintos, es demasiado.

Si puedo os lo cuento hoy como ha pasado. Nos queda una semana de “aventuras” aunque ya ayer no hicimos nada y no tenemos previsto buscar nada hoy. Quizás ni esperemos a volver para parar.

Edito, Carmen duerme así que os lo cuento ahora, resumido:

El viernes por la tarde, después de contaros lo que había pasado el jueves, nos fuimos a una cala tranquila, casi vacía, a media tarde.Había una pareja de mediana edad, un poco alejada, un señor leyendo y un par de chavales jóvenes, entre 20 y 23 máximo, haciendo paddlesurf (no había demasiadas olas para surf). Como yo iba con el modo cachondo encendida, reté a C a que tonteara con ellos. Ella me dijo que perfecto, pero que si le ponía límite. Yo le dije que el único limite lo ponía ella.

Se fue para ellos, yo me quedé en la arena con un libro (al que no miré ni un momento) y veo que les hace gestos para que se acerquen a la orilla y uno de ellos lo hace. Charlan un poco y veo que C se sube a horcajadas en la tabla y empiezan a tirar para adentro. Luego me contó que le había dicho que nunca había hecho Paddlesurf y que si la enseñaban, que su marido era un aburrido. Estuvieron un rato enseñandole como se hacia, ella se subía, intentaba mantener equilibro, se caía, pasaba de una tabla a otra, etc. Las risas se oían desde donde yo estaba, no se habían ido muy lejos. Era evidente que los chavales se estaban poniendo las botas, cada vez que se caía y la ayudaban a subir la sobaban todo lo posible. Poco al principio, descarado al final. Hasta que de repente veo que uno de los chavales se sienta a horcajadas en la tabla y se echa para atrás, mi mujer hace lo mismo delante de él y se echa hacia delante, y aunque estábamos lejos y no se apreciaba, era más que evidente que le estaba comiendo la polla. La pareja que estaba en la cala se percató enseguida (estaban más que pendientes del tonteo) y sonreían y me miraban descaradamente. Mi mujer le estuvo comiendo la polla un buen rato (hasta que se corrió en su boca me dijo luego), y ni corta ni perezosa, se cambió de tabla y comenzó a hacerle igual al otro. La pareja de al lado ahí ya se quedó boquiabierta, no sabían si mirarme o no. Mientras mi mujer le chupaba el rabo al otro, veo que el primero tira para la playa, sale del agua, viene hacia mi (un poco cortado, cosas de la juventud) y me dice "dice tu mujer que se viene a nuestra caravana con nosotros, que si quieres nos acompañes.... ¿seguro? ¿Está todo bien?". El chaval no se había visto en una así en su vida. El otro debía haberse corrido también porque venían ya también para la arena. Él y mi mujer salieron del agua, vinieron hacia nosotros, ella cogió su pareo y chanclas y me dijo, delante de ellos "me van a follar estos yogures, este es Bi (señalando a uno), si quieres te vienes y me ayudas". Los chavales tenían los ojos como platos. A pesar de haberse corrido hacía poquísimo, estaban de nuevo empalmados (veintipocos años, fibrados y morenos, como decía mi mujer, unos yogures). Dije que por supuesto, y subimos a la explanada de las caravanas. Os podría relatar mucho y quizás lo haga otro día, pero os diré que estuvimos follando más de hora y media, los nenes no se cansaban nunca. Se la follaron los dos de todas las maneras posibles, boca, culo y coño, y uno de ellos, al principio nada más entrar en su caravana y mientras el otro empotraba a mi mujer, me comió la polla, y me estuvo follando un buen rato. Yo esperaba que C estuviera pendiente de mi enculada, pero más allá de unas cuentas miradas y un par de comentarios cerdos y cachondos, estaba más a lo suyo. No sé cuantas veces se corrió ella, pero muchas seguro, porque los nenes percutían que daba gusto.

Yo pensé que esto era de lo más cerdo que podíamos hacer estas vacaciones, pero nada más lejos de la realidad. Los chavales nos dijeron que había una zona de cruising de playa y bosque a unos 30 kilómetros, y que ellos iban a veces. Había mucho sexo gay y de vez en cuando parejas, así que como estábamos en plena cerdada, les dijimos de ir al día siguiente (sábado).

Aquí no voy a entrar en mucho detalle, de hecho mi cabeza aun no lo ha procesado, pero a media tarde del día siguiente, en unas dunas rodeadas de pinares, los dos chavales más dos tipos que se unieron, de los que rondan a ver que cae, estuvieron follándose a Carmen como mínimo una hora. Hubo un momento que estaban los cuatro con ella (no hubo doble penetración), pero sí uno follándola, dos dándole polla en la boca y otro manoseando entera. Uno de los "invitados" me dejó comerle la polla (así sí hizo C varios comentarios, ofensivos, duros) y me empotró muy duro, más de lo normal, cosa que no me gustó mucho.

Hubo un momento en el que Carmen tenía leche de tres de ellos en la cara y de otro en el coño, en el que mi cabeza hizo clic, y por eso estamos reflexionando. Es excitante, es morboso, quiero más... y ese es el problema. Que quiero (queremos) más. Y eso puede destrozar nuestra relación.

Nos dijimos aprovechar hasta el 4 de agosto pero ahora no sabemos qué hacer. Hemos hasta pensado hacer una sesión de psicólogo online hoy. Porque ambos, hoy, de momento, queremos más morbo pero estamos asustados.
Si tuviera que poner un punto de tu experiencia donde me saltaria la alarma , es aqui ,,"Uno de los "invitados" me dejó comerle la polla (así sí hizo C varios comentarios, ofensivos, duros) " , hay que gestionar muy bien estas circunstancias porque , son las que provocan las fracturas en las parejas , esto hay que hablarlo .
porque a veces los humanos pasamos con demasiada rapidez de la admiracion al desprecio , cuando estamos en situaciones de estres emocional . Y cuando estas manifestaciones se reiteran algo deja de funcionar en el equipo , solo es una opinion claro .
Gracias @Therealvizzini , por tu aportacion
 
La generación de dopamina creando sensaciones placenteras tiene ese problema , que al final cada dia necesitas maa dosis para alcanzar el nivel previsto .
 
Ayer miércoles tuvimos una sesión de terapia con una sexologa, online. Nos tranquilizó bastante y nos dio pautas.

Hoy hemos tenido una aventura morbosa, una situación nueva para nosotros: un intercambio con una pareja, cuarentones, muy experimentados y muy muy cerdetes.

Intento contaros mañana.
 
Atrás
Top Abajo