"Voy a comentar algo que creo que va a ayudar y no compromete nada del segundo libro, pero ayuda a entender la relacion de ambos. Alba y Dani tienen buen sexo desde el uso del consolador, durante los tres años. Lo usan y lo disfrutan.
Es a raíz de la llamada, cuando Dani pone reparos con el chisme por el tema comparaciones. Paranoias de cada uno. Complejos suyos. Pero ella no esta frustrada, nunca, durante toda la relación.
En todos los foros se pone a Alba de malfollada, pero no. Es a partir de que el quiere follar sin dildo, con su propia polla cuando ella empieza a estar malfollada. Y aún así, lo acepta, por el. Es decir, se conforma con lo que le da hasta que, con el tiempo (3 meses, la llegada al pueblo) empieza a frustrarse porque continuamente él la deja a medias y le suelta lo de... "hoy me apetecía una polla" o "a ver si vamos mirando algo para solucionar eso".
Entiendo tu precisión, y comparto bastante, pero creo que el deterioro se aceleró al escuchar esa llamada-invitación, que hizo a Dani darle nombre y forma a la fantasía que representaba para Alba el uso de ese dildo, que ya arrastraban cierta frustración sexual.
El asunto es que resulta difícil creer, hasta inverosímil, que Alba se sienta bien follada por Dani, ni mínimamente frustrada, teniendo ella que hacer uso del dildo como única forma de lograr "sus anhelados orgasmos", muy superiores a los que sólo oralmente podía darle su novio.
Lo más gráfico y que desnuda la inevitable decadencia del "conformismo" de "esa relación de tres", Alba, Dani y dildo, es que Dani ni siquiera era protagonista en esos encuentros, pasando a ocupar ese papel el dildo, tocando a Dani ser su asistente. Una locura.
Siendo más rigurosos, técnicamente Alba comenzó a serle infiel con ese dildo.