Vaya truño de ceremonia inaugural han preparado los parisinos.
Como son ellos, sólo fachada, pero sin llegar a emocionar un ápice.
Con lo que les gusta mirarnos por encima del hombro a los españoles, (bien lo sé que mis añitos pasé trabajando allí)
Me alegro, la verdad que me alegro. Y no debería, que el karma me castigará algún día.
Pero bueno... es el precio a pagar.
Como son ellos, sólo fachada, pero sin llegar a emocionar un ápice.
Con lo que les gusta mirarnos por encima del hombro a los españoles, (bien lo sé que mis añitos pasé trabajando allí)
Me alegro, la verdad que me alegro. Y no debería, que el karma me castigará algún día.
Pero bueno... es el precio a pagar.