Al poco de comenzar ya se escuchaban las respiraciones entrecortadas de los 4 y no tardamos mucho en desnudarnos. Las miradas cruzadas entre todos fueron inevitables, yo miré el tanga de la otra chica pese a estar amasando uno de los culos mas apetecibles que he tocado y vi que la amiga me miraba al quitarme la camiseta. Pero el primer revés me lo llevé cuando escuchamos a la amiga, en un susurro en un tono bastante elevado:
- Joder que polla, que gorda es.
Ahí ya sentí que había perdido la primera competición, mas aun cuando "mi chica" se giraba a mirar sin cortarse un pelo. Yo no la tengo pequeña, pero la diferencia en el grosor era considerable.
Ya desnudos recuerdo que la chica me agarraba la polla bastante fuerte mientras yo le metía los dedos por el coño, mi polla como una roca y sus manos que parecían delicadas agarrándome con fuerza la polla.
Eso fue breve, porque en seguida me tumbó y se la metió con suavidad en la boca. De un lengüetazo mi seguridad se esfumó. Empecé a notar un cosquilleo en la punta y sentía cada movimiento de su lengua en mi polla como un latigazo de placer, interiormente estaba agradeciendo de esa suavidad y que no aumentase el ritmo de la mamada, ni usase las manos, pero me miró, me miró y vi en ese rostro tan bonito, picardía y de forma instantánea se metió toda mi polla hasta el fondo, tocando con la nariz mi pubis. Eché atrás toda la polla porque notaba que ya me corría y le dije que ahora me tocaba a mi.
Eso lo he usado mucho toda la vida, comer bien el coño para suplir un orgasmo precoz.
Cuando llevaba un rato comiendo, el otro chico se notaba que llevaba otra marcha y el gemido ahogado de la chica era la señal de que le estaba entrando ese pollón gordo. Yo seguía a lo mío, como si eso de la penetración no fuera algo que tuviera que afrontar en poco tiempo, pero "mi chica" no parecía querer dejar esto en un juego de lenguas y cuando el chocar de los cuerpos y los gemidos de la otra pareja tenían una intensidad elevada, me dijo que me pusiera el condón, y así lo hice.
Antes de subirme encima vi que ella estaba mirando a la otra pareja mientras se tocaba y yo giré el cuello y vi a un puto toro. El tío se la follaba a cuatro patas a un ritmo endiablado, embestidas constantes, sin descanso. Salí del letargo y con miedo me decidí a meterla. La sensación de calor y de gusto era increíble. Cuando entró toda, empecé a moverme lentamente, se que su cara y sus miradas me pedían que aumentase el ritmo, pero yo no sabia decirle con los ojos que ese era mi ritmo máximo ahora mismo.
Así estuvimos un par de minutos y su cara de deseo empezó a cambiar a desesperación, al lado se escuchaba una película porno y lo nuestro era muy silencioso. Se sacó mi polla y me dijo que le diera a cuatro patas, mientras yo aun no había reaccionado a su petición ella ya se iba girando. La metí de forma autómata, pero el ritmo máximo permitido era el mismo, cosa que ella no iba a permitir. Empezó a mover ese culo perfecto adelante y atrás, en una imagen que no olvido. Como es normal, y tras estas dos parrafadas para contar un polvo que incluyendo preliminares no pasó de 10 minutos, me corrí. Cuando me corro se nota, aunque sea un orgasmo involuntario. Su reacción no fue de enfado, simplemente dijo:
- Te has corrido ya?
- Si
- Pero puedes recuperar?
- Voy a intentarlo
Todo esto lo escuchó la otra pareja, porque vi sus dos rostros mirar. Tras esto, empezó un intento sin éxito de "mi chica" de ponerme duro otra vez. Ella mientras iba girándose a mirar el espectáculo de su amiga y el toro. Esas miradas cada vez eran mas constantes y lo que ya fue concluyente, el otro chico y la que estaba dejando de ser "mi chica" empezaban a mantenerse la mirada. Mientras el otro iba cambiando la postura se tocaba el pollón y la miraba a ella. La amiga, entre orgasmo y orgasmo, se dio cuenta, miró a su semental, miró a su amiga, me miró a mi y le dijo al chico:
- Follatela a a ella.
- ¿Que dices tía?, dijo "mi chica".
- Vas a flipar, ya verás.
Y dejó de ser "mi chica", se levantó y fue a su cama. Yo con vergüenza, mientras escuchaba por fin gemir a la chica que había sido mi musa, me fui vistiendo y como si fuera todo planificado, me quedé de pie antes de salir para ver como ella tenía su primer orgasmo y después salí diciendo un "hasta luego" con la única respuesta de la amiga.
No influye mucho, pero a la amiga me la crucé a los pocos meses por casualidad en mi ciudad, se que ella vivía aquí, y solo nos saludamos y me dijo "menuda locura de noche".
Espero que alguien mas se anime a contar algo.